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Channel: EL ESPECTADOR venezolano
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EL AMOR MATA A RODOLFO IZAGUIRRE

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RODOLFO IZAGUIRRE, AUTENTICO INTELECTUAL VENEZOLANO.
Intelectual que toma partido, escribe y es autor que explica el país y el cine desde la gracia y la ironía, la vida de Rodolfo Izaguirre es una obra de arte que integra belleza y cultura; para su fortuna, signada por el amor: “El amor me ama”.
Como contexto o elementos de reparto la arbitran un gentilicio de trópico distópico. Un clima primaveral con balas salteadas. Maravillas y dislates. Su biografía en suma, y la suma casi redondea los 90, es una sucesión infinita de valiosas postales —incluso las de contenido ingrato— que confirman su protagonismo e intensidad. Que las atesore y sean tan copiosas resulta, por lo demás, un triunfo de su prodigiosa memoria; una chistera sin fondo.
Contiene en su álbum personal un arsenal de referentes y contenidos varios tatuados en su sesera lúcida desde que está gateando o antes. Episodios de la violencia urbana y las escenas descabelladas de la guerra cíclica. La historia política y creativa de la sociedad y las ufanías afrancesadas de una ciudad provinciana. Los silencios y tics de la casa de la infancia. Las discusiones calenturientas en las peñas de arte y su afán, en la aridez, por la promoción cultural. Las anécdotas del carnaval y la puja por la corona de la belleza entre Yolanda Leal, la candidata de la gente sin real, y Oly Clemente, la representante de la gente decente. Y Belén Lobo y el perfume de su inmortal romance articulando todo. El conjunto es el banco de imágenes del que emerge el narrador que es y, sin duda, el devoto del cine. En la iconografía se incuba su vocación.
Tiene cuatro años cuando se bautiza como testigo de lo que será acaso el primer trauma en vivo de los infringidos a la identidad, la suya. Los antigomecistas —¡qué viva la libertad!— protagonizan uno de los saqueos de la larga secuencia. Historia a mano a través de la celosía de la ventana, pelaría los ojos ante el horror de golpes y porrazos, la adrenalina de gritos y consignas desplazándose por las calles sanjuaneras de su infancia. Más asombro cuando de aquella película en 3D en la que se confrontan un dictador y sus oprimidos, como ocurre en La rosa púrpura del Cairo, se desprende una pieza de la escena y entra por la puerta de la casa. Los hermanos mayores cargan con un hermoso escritorio de madera de caoba como gesto libertario. Botín de la reyerta contra las botas
El secreter de estilo, que enseguida se supo que le había pertenecido al Sapo Vallejo, el esbirro que mató al estudiante, ahora formaría parte del mobiliario de los Izaguirre. El velador donde el policía firmaba decretos y órdenes de arresto sería la mesa de trabajo de las primeras tareas escolares del pequeño Rodolfo. “Dijeron que lo compraron en 50 bolívares, lo que yo creo es que lo sustrajeron en medio del desmán”. Su casa era anzuelo de novedades o escenario a la que poblaría lo impensado. Consigna un acontecimiento del que oyó hablar siempre, cuya índole, en el extremo opuesto, le otorga un singular récord: en el patio interior de la casa se decoró ¡el primer árbol de Navidad de Caracas! “Eso fue en las festividades de 1930, una idea de mi cuñado que provocó gran revuelo en San Juan y alrededores, yo estaba por nacer”.
Rudolf Gerbis llega al país por carambola. Venía de Alemania con rumbo a Argentina, pero resuelve adelantar la aventura y se baja en la parada de Puerto Cabello. Pronto se granjeará los aplausos de los porteños. De espíritu luchador y para nada indolente, decide reparar el tren que yace desgonzado e inútil fuera del carril. ¿Cómo? ¿Qué se trae entre manos este musiú? Gerbis desarma los vagones accidentados y junta las partes de nuevo ¡encima del riel! devolviéndolo a la vida. Empujado por la buena estrella, en Caracas conocerá a una linda muchacha, Lilian Izaguirre, la hermana mayor de Rodolfo, su futura esposa.
Víspera de las fiestas decembrinas, el rubicundo Rudolf —y de quien hereda su nombre Rodolfo— ya miembro de la familia propone montar un árbol, pues. Causaría revuelo. “Los vecinos preguntaban a mamá podemos pasar a ver el árbol? y ella les abría la puerta, parece que era un desfile de curiosos todo el día”. Un año más tarde y siempre a cargo de los trabajos imposibles, el cuñado debería llevar a Trujillo la réplica de la estatua ecuestre de Bolívar de su plaza caraqueña, por caminos de recuas y empinados desfiladeros. Demoró dos meses en cumplir su cometido. Justo al llegar a Trujillo le darán la pésima noticia de la muerte de Lilian, vencida por la tuberculosis. Rodolfo Izaguirre, aun pegado a la teta materna, comprenderá que los días traen un repertorio de disparates, a veces la rumba, a veces el duelo. Que como el clima, chaparrones precedidos de sol resplandeciente, cada jornada trae sus contrastes.
A los 7 no es poco lo que ha oído e incluso vivido, toca ahora algo asombroso por ver: Lo que el viento se llevó. Sería una epifanía. Le resultará inolvidable la escena en que Scarlett O’Hara jura, arrancando una raíz de la tierra y masticándola, que nunca más pasará hambre en su vida.
Su padre, el de Rodolfo, mal administrador, había malgastado los fondos del patrimonio familiar. “No faltó comida, tampoco una mesa con mantel, pero la austeridad se convirtió en estilo”. Por eso, para curarse en salud —su delirio del Chimborazo— parodia el rito. Corre al patio de la casa, corta una rama, la mordisquea e imita el juramento, en su caso profético: “Ser crítico de cine me permitió vivir, no es lo que se diga un oficio lucrativo, sin duda, pero el cine ha sido mi vida y nos ha sostenido”, respinga. Vida de película.
No, nunca le habría pasado lo que a Bela Lugosy, el actor que, de tanto interpretar vampiros, un día decidió no sacarse más la capa; ese que internalizó el personaje al punto tal que se asumió, pobre, como uno de los chupasangre que representaba: el vampiro soy yo y todo lo demás al carajo. Rodofo Izaguirre, hombre que le rehuirá por principio a los dogmas y los fanatismos, amará la noche incluso la Luna pero no la bohemia, no del todo, y mucho menos la sangre. Sí amará el cine que signará su vida. Que será una forma creativa de viajar y entender las culturas y las emociones de los otros. Pero su condición de hombre libre le impedirá a este ser apasionado asumirse un incondicional. Por si acaso se hiciera el remolón, pronto el llamado séptimo arte lo seducirá con otro guiño.
Cuando es tiempo de escoger un carrera, como los hermanos que han estudiado Medicina, Administración, Leyes, a regañadientes va a París a estudiar Derecho. A La Sorbona. Una academia rancia, con profesores de peluca a quienes había que reverenciar, moho. Víspera del mayo francés el irreverente caraqueño sale despedido como corcho de limonada de aquellos salones a los que debía acudir con corbata. La providencia lo estaba esperando a la vuelta de la esquina. En el camino de regreso avista el museo del séptimo arte donde pasaría horas a partir de ese día descubriendo a los clásicos europeos. El hallazgo marca su destino. El futuro director —por 20 años, estos sí hermosos— de la Cinemateca Nacional se convertiría, él mismo, en icono.
Le gustará para siempre ver películas y entenderlas, la estructura del guión y las técnicas, el mensaje y las posibilidades del encuadre y del ritmo, así que decide ser un erudito en la materia, alguien capaz de diseccionar cada filme, el bueno, el regular, el deslumbrante y por qué. Persuadido de que la crítica tiene que producir en el lector lo que a él cada película, se esmerará entonces en pulir el verbo, su verbo cáustico —“no tanto que se desgaste”—, con lo cual no solo conquistará credibilidad como estudioso de este medio de comunicación sino un sitial como escritor. “Desarrollo un lenguaje a favor de otro lenguaje”, dice, “el cine me lleva a volverme escritor”.
La reciente compilación de sus tantos textos escritos en El Nacional a lo largo de 17 años, Obligaciones de la memoria, dan cuenta de la belleza y contundencia que adhirió a su verbo, amén de que constituyen un suculento menú que abarca la topografía accidentada de la realidad nacional, un viaje a la raíz. Contiene cine y todas las imágenes producidas a media luz. Rodolfo Izaguirre conquistará además, para que no quepa duda, el premio Arístides Rojas con la novela Alacranes, reeditada y presentada en 2017. Sí, hay que leerlo.
Además del amor, la magia también lo prefiere. Cierta esplendidez de carácter será su santo y seña y debe ser más sabio y más entrañable pese a —o gracias a— las piedras del camino. Léase vivir bajo nuevas dictaduras, como la del ‘vulgar rechoncho’ que pastoreaba niñas en La Orchila y obligaba a denostarlo en susurros. O pasar por la pena de perder a los tantos amigos que se han ido. O a los que se han extraviado entre la palabrería errática que esconde la villanía, aquellos que pusieron rodilla en tierra con la dictadura siguiente, y en eso siguen, cavando la zanja. Él, aunque aquejado, permanece indemne. “Nací en 1931 y Belén en 1932 y no solo tuvimos una vida fantástica sino que lo logramos pese al marco referencial, fuimos como flores de loto en el pantano”.
Miembro de los grandes conciliábulos de la intelectualidad, participa en los grupos Sardio y El Techo de la Ballena y se nutrirá y dejará su impronta entre los pares pensadores y creadores que producirán el país de sus sueños en los talleres y barras con olor a pintura y tinta. Pero no será una ficha de la juerga o la farra, ni que fuera protagonizada por ilustres camaradas y amigos, eso no. Consuetudinario de La República del Este confiesa que aquello fue un ensayo del no poder, en el país no alcanzado, el que no fraguó y que, en revancha, lo construyeron a escala, en Sabana Grande, entre las cuadras de los libros y los bares. Allí, entre elecciones presidenciales y enjundiosos debates parlamentarios de un país de café, se perdieron muchos afectos, en ese mítico triángulo de las Bermudas. El alcohol hizo más que humedecer sus ideales.


EN GUERRA CONTRA LA PANDEMIA

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A pesar de la dura cuarentena por el Coronavirus que enfrentan la gran mayoría de los países del continente americano, desde el Departamento de Investigación y Desarrollo de Serofca con el auspicio de organizaciones internacionales, han decidido realizar una serie de conservatorios dirigidos a profesionales de la salud sobre protección radiológica. En los cuales vía online irán abordando semana a semana un tema diferente sobre distintas áreas donde se emplean radiaciones ionizantes en el ámbito médico.
Omar Arias, director general de Serofca y físico medico, detalló que durante cada conversatorio se brindarán conocimientos actualizados sobre distintos tópicos de la protección radiológica, basados en recomendaciones internacionales de la IAEA, ICRP y organismos internacionales, con el fin de apoyar a un público que requiere de mucha información procesada. “Las sesiones serán por la plataforma ZOOM con capacidad simultánea de hasta 300 personas, cada viernes de 6:00pm a 7:30pm (Hora Venezuela), teniendo como temas a desarrollar la mamografía, rayos X, tomografía, arco en c , calidad de imagen, resonancia y ultrasonido”, indicó.
Arias explicó que durante estos conversatorios vía digital profundizaran dentro del temario una breve explicación sobre el principio de funcionamiento del equipo, algunos mitos o preguntas recurrentes sobre la práctica médica a discutir, explicación de las medidas básicas de protección radiológica, basándonos en el por qué de las cosas y la mejor toma de decisiones y recomendaciones de documentos oficiales (IAEA, ICRP, entre otros). “Dentro del equipo docente contaremos con profesores de la Universidad Central de Venezuela y Universidad de Carabobo, quienes son miembros del Departamento de Investigación y Desarrollo de SEROFCA. Recordando que los cursos son enfocados en graduados y estudiantes de medicina (todas las especialidades), técnicos radiólogos, tecnólogos, licenciados en imágenes y enfermería”.
El científico venezolano señaló que comenzando a abordar el tema de Covid-19 de manera semanal, vieron la necesidad creciente de desarrollar un programa en protección radiológica para profesionales de la salud en todas sus aéreas. “Ante la creciente demanda de información oficial el Departamento de Investigación y Desarrollo de Serofca logró el auspicio y apoyo de la Red Latinoamericana para la Educación y la Capacitación en Tecnología Nuclear (LANENT), la Federación de Radioprotección de América Latina y el Caribe (FRALC) y la Red Latinoamericana de Protección Radiológica en Medicina; para esta serie de conversatorios sobre protección radiológica, en medio de esta mortal pandemia una de las forma de enfrentarla es formándonos académicamente para así estar listos ante cualquier otra epidemia o enfermedad que azote, no solo a la región sino al planeta”, concluyó.

Teatro y música en Globovisión

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Gabriel Agüero
A buena hora hemos visto en la programación del sábado  2 de mayo de 2020 la crónica periodística televisiva  Venezuela sobre tablas, de Rafael Marín, transmitida por el canal privado Globovisión,centrada en la obra teatral La ira de Narciso del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco, exhibida hace cierto tiempo en el teatro Trasnocho,bajo la dirección de  la abogada Rosana Hernández, con la participación, además, de Elvis Chaveinte, Noel Cisneros, Miguel Cabrera y Ana Walkeska, entre otros. 
Tendremos que ver el original espectáculo teatral como  para emitir una opinión general, porque de teatro se trata, pero por lo que apreciamos sí hubo un notable trabajo artístico de Agüero, contando así con el preciso apoyo o soporte del resto de compañeros de la producción escénica.
Creemos que Venezuela sobre tablas sí es un acertado producto de televisión cultural, esa que necesita a buena hora la pantalla nacional en general.Y aquí debemos reconocer lo que esta haciendo el susodicho canal, pues ademas apoyan la danza y el cine, en general.
Hay que recordar que durante el siglo pasado, que tanto José Antonio Abreu (las orquestas juveniles) como Carlos Giménez (con su amada agrupación Rajatabla, actualmente reducida a un único comediante el respetable Pedro Pineda), trabajaron para usar la televisión como soporte difusor de sus respectivas artes.Una empresa nada fácil porque exige suma de talentos y estéticas, que no abundan en las reducidas boticas caraqueñas.
En esta década del siglo XXI sólo queda vivo lo que hizo o sembró Abreu como lo demuestra con su Proyecto Orquesta que está firme en la programación de fin de semana de Globovisión, junto a  la ambiciosa Venezuela sobre tablas.
¡Reiteramos nuestras felicitaciones para ambos!¡ Vivan las artes criollas!

Para no olvidar a Rodolfo Santana

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El dramaturgo Rodolfo Santana Salas, fallecido el 21 de octubre de 2012, a los 68 años, a consecuencia de la diabetes, vinculaba la escritura a la aventura y creía que los seres humanos deben asumir la vida como un viaje, con naufragios irremediables y lo afirmaba porque la historia está repleta de héroes viajeros, con sus descubrimientos y combates. Escribía teatro porque no pudo ser Hilary para escalar  el Jomlunga, o el Everest; mucho menos Marco Polo o Charles Limberg.
“Y eso mismo ocurre con la ficción, porque el hombre es monotemático con la aventura y desde niños, al igual que Ulises, preparamos la embarcación para buscar la Itaca personal”, así nos lo dijo hace 25 años cuando ya había escrito no menos de 8O obras, la mayoría publicadas y representadas, porque por algo es que a Santana se le consideraba el dramaturgo venezolano más prolífico de Venezuela.
Nacido en Caracas el 25 octubre de 1944 y criado entre Guarenas y Petare, Santana es además uno de los pilares del movimiento cinematográfico criollo, lo que ocurre es que su trabajo fue de libretista o guionista y los créditos se los llevaron los directores o los actores, y los reales se los guardaron unos pocos. El cine le modificó sus conceptos temáticos, rítmicos y estructurales de su teatro. Hasta en el lenguaje buscó imágenes teatrales que se sostenían como un primer plano o un travelling. Las transiciones entre estructuras escénicas las manejó con la fluidez de las disolvencias. Y la influencia del ritmo cinematográfico estaba muy marcada en cuanto a síntesis de las imágenes y su diversidad.
ENTREMÉS PREMONITORIO
Sobre sus orígenes teatrales, cuenta que se desposó a los 19 años, el 22 de noviembre de 1963, el día que asesinaron a John F. Kennedy, con Gladys Rodríguez. Treinta y cuatro años después recuperó tal magnicidio en una obra llamada El asesinato público como diversión pública.
Contaba Rodolfo que precisamente en 1963, Aníbal Guerrero, director de cultura de Petare, le preguntó: ¿Sabes de teatro? Dijo que sí, porque conocía al dedillo los trágicos griegos, el Siglo de Oro Español, los autores isabelinos y muchas obras de dramaturgos latinoamericanos. Lo nombraron director de Teatro de la Casa de Cultura y comenzó a organizar grupos en los barrios petareños, barriadas nacientes, donde el polvo flotaba; sin agua ni electricidad. Se sumergió en las necesidades abrumadoras de unos invasores que rehuían el campo donde cultivar era miserable.
Trabajó el entremés El mancebo que casó con mujer brava, de Miguel de Cervantes, en versión de Alejandro Casona. Cuando lo presentó, en una zona que ahora es La Urbina, recibieron una lluvia de tomates y piedras, y al protagonista, un muchacho vestido de riguroso clásico, le gritaban “Peter Pan marico”. No se detuvo ante el desastre. Investigó fríamente el por qué las piedras y los tomates: sencillamente no entendían al mancebo, ni su vestimenta, lenguaje, etcétera. Al no entender, el público hizo su obra: "Peter Pan maricón" y participó activamente con piedras y tomates.
 El fracaso con el entremés cervantino le enseñó muchísimo y a partir de ahí es cuando empezó a escribir teatro. Primera inquisición fue su ópera prima y desde ahí entendió que el teatro era una necesidad social, tan importante como el sueño o alimentación.
IDEOLOGÍA Y TORTURA
Reconocía que sus conflictos con la ideología y la verdad comenzaron durante su pasantía por Petare. Y esa imagen no se le fue nunca de sus neuronas, porque fue torturado por la Digepol tras ser traicionado por un maestro, pero lo salvó el periodista José Vicente Rangel Vale. Tan siniestra experiencia por su ideología política lo hizo más radical y es por eso que su teatro enseña que el acto de vivir es una pelea, un combate, el tránsito de una aventura, un marco social y político donde se contradecían las opiniones y “uno habla mediante el drama”.
Subrayaba que ante su frustración por ser Marco Polo o Cristóbal Colón, accedió a la aventura del espíritu, el cual, según estudiosos que se han dedicado a pesar gente en agonía y después de muerta, el alma pesa diez gramos. “Pero a nivel vital el alma nos conduce y maneja. Somos primariamente reos de un amor que quiere entregarse y no halla los modos”.
OPTIMISTA
Para Santana, en el año 2007, “nuestro pueblo vive un momento estelar, que nos modifica como sociedad por los próximos 100 años. Aprendemos, en días, conceptos, formas de asociación y participación que en 200 años nos fueron negadas. El alma de nuestras gentes se fortalece en la confrontación, la diatriba, la confusión y el sentimiento que corre en las calles. Soy optimista y no creo que naufraguemos”.
Y porque creía en otro mañana es que preparaba un libro con siete obras nuevas que tocan diversos temas como la muerte, los mundos mágico-religiosos de América Latina, los asesinatos múltiples. Sea usted un héroeEl hada azul no tiene celularUn lugar donde nadie nos mire los zapatosEl asesinato múltiple como diversión públicaObra para dormir al público y Cómo matar al Fénix, son algunos de sus títulos.
Él proseguía reescribiendo sus obras anteriores. Las rehacía totalmente cuando detectaba que el lenguaje y los personajes ya no existían en la realidad donde está inmerso. No olvidaba el Petare de su adolescencia y lo que aprendido con sangre, sudor y lágrimas.
DESPEDIDA
La despedida de Santana fue con el espectáculo Rumba caliente sobre el muro de Berlín, creado sobre su obra homónima. Fue el gran estreno del Festival Nacional de Teatro Caracas 2011, en la Sala Anna Julia Rojas de Unearte, durante los días 22 y 23 de noviembre. Ahí, el meritorio director José Gregorio Cabello y su acoplado grupo Manatí, con el respaldo de Fundarte, fueron los oficiantes de un extraño ritual con personajes metafísicos o fantásticos, y además muertos, quienes cantan y bailan a la vida sobre las ruinas de ese algo que el mismo autor ha señalado como “la costumbre, muy humana, de encontrar siempre las leyes y permisos que permiten elevar muros y prohibiciones”.
Santana  no tenía miedo alguno de enfrentarse a un público, anquilosado mentalmente por el cine, la televisión y el teatro realistas, y proponerle un juego intelectual. Un exhaustivo acertijo para obligarlo a pensar sobre asuntos tan básicos como la religión, Dios, la vida, la muerte, la libertad, los gobiernos y hasta el amor, pero usando personajes cotidianos tales como una mujer transformada en ángel, un obrero empeñado en levantar muros, y un militar dedicado a fiscalizarlo y ordenarlo todo, en compañía de unos soldados perrunos, etcétera. ¡El teatro copia a la vida, eso es todo!
En resumen, el Santana de quien conocemos las claves de su cantera teatral, había regresado a dos piezas básicas en su extensa dramaturgia: Nuestro Padre Drácula y La empresa perdona un momento de locura, ambas exhibidas en los años 70, donde los seres humanos se inventan mitos y monstruos para jugar con ellos y aceptar además que lo dominen y lo esclavicen, y además enseña como el hombre explota a sus congéneres sin piedad alguna para lucrar o para jugar con ellos.
Textos, para nuestro entender, existencialistas, en la medida que materializan aquello que nos gusta y que además no hacen daño pero no podemos vivir sin ellos o dominarlos. En ambas piezas el juego de la representación es básico o fundamental, se está actuando o imitando a un ser que ha copiado o creado por otros.
Teatro dentro del teatro, o vivir de acuerdo a las normas y hasta jugar que podemos alzarnos y cambiarlas cuando nos incomodan.
Por supuesto que Santana no hacía ensayos filosóficos complicados o densos, nada de eso, recurría a lo lúdico y lo cómico y, quizás lo más delicado de su propuesta, invoca y personifica a la violencia, al tiempo que pretende explicarla, de darle un sentido para que no sea una fuerza ciega, como lo ha escrito.
“Las violencias soterradas o explicitas duermen en todos los pechos humanos. Son parte de nuestra naturaleza y una de las virtudes de la representación es que puede mostrarla en todo lo que tiene de peligro y liberación”, reiteraba.
Hay, por supuesto otras lecturas posibles sobre este texto y su espectáculo, apreciaciones incluso muy comprometidas, para los tiempos que vivimos, pero que se las dejamos a los espectadores porque todavía el teatro es el único rincón del mundo donde impera la libertad. Solamente quiero recordar a los lectores o eventuales espectadores que el derrumbe del muro de Berlín alemán no fue tan sencillo ni tan inocente, pero para explicarlo Santana escribiría otra pieza de teatro porque las consecuencias así lo ameritaban. Se le terimonó la vida y dejó sus observaciones.
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Brodadway para los venezolanos ambiciosos

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 Los cantantes y actores venezolanos que sueñan con formarse con los grandes íconos del teatro musical, ahora tienen la posibilidad de hacerlo realidad gracias a la alianza de Clas Producciones con Go Broadway, de la mano de reconocidos maestros de Broadway, West End, Madrid, México, Argentina y Perú.

Los alumnos venezolanos tendrán la posibilidad de aprender interpretación de la mano de Mariano Detry, director de Los Miserables Venezuela y director de teatro en el West End o aprenderán sobre actuación frente a la cámara con Nesti Domínguez, director de casting de Disney. Podrán audicionar frente a profesionales de la talla de Claudia Romero, directora de castings #1 de México; Gero Rauch, quien dictará clases de interpretación enfocado en el camino del artista y sus experiencias a través de los años.

Además, contarán con la oportunidad de formarse con otros grandes maestros como Heather Petruzelli, quien lidera el departamento de voz de la universidad más prestigiosa de New York; Regina O’Malley, actriz de Broadway y docente hace más de 30 años y John Kenrick, el historiador más reconocido de Broadway, quien explicará cómo los musicales llegan a Broadway, el fenómeno del musical Hamilton y muchos más. La reconocida actriz y productora Denisse Dibos enseñará una clase de corales y medleys, que incluirá una presentación final. Thayne Jasperson, quien pertenece al elenco original de Hamilton, Matilda, Finding Neverland y High School Musical estará enseñando danza teatral.


Para Clas esta es una alianza que abrirá las puertas de los musicales de Venezuela al mundo, por lo que una vez más se confirma que para la cultura de nuestro país el cielo es el límite”, destacó Claudia Salazar, directora de Clas Producciones.

"Nuestro objetivo es conectar a Broadway con el resto del mundo. Estamos muy contentos de desembarcar en Venezuela junto a la productora #1: Clas Producciones. Esperamos que disfruten los programas en linea de GO Broadway. Seguiremos generando oportunidades junto a Clas, para que el dia de mañana puedan viajar con nosotros a Nueva York y recibir artistas y maestros de Broadway en Venezuela.", agregó Valentina Berger, directora de Go Broadway.

Las masterclasses de Go Broadway, en inglés y en español, constan de 4 sesiones, duran entre 45 y 60 minutos e incluyen un amplísimo contenido, material de apoyo, videos de referencia, apuntes, vocalizaciones y modelos. El segundo ciclo de clases online comienza el primero de mayo y es una oportunidad única de interactuar con estos profesionales que fueron elegidos con un estricto criterio de calidad y experiencia, lo que sin duda lo convierte en un programa integral y de alta factura.

Ávida por promover la cultura en el país, Clas Producciones, además de brindar espectáculos de alta calidad, quiere exponer a los artistas venezolanos a personas con un amplio conocimiento y experiencia en la industria del teatro musical, por lo que busca el apoyo de la empresa privada para que sea cómplice de la formación de estos artistas y el futuro del género en el país. Para más información @ClasVzla y @Go_Broadway 

Mimí la campeona de los aplausos

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La famosa Mimí Lazo

Mimí Lazo inauguró su era de exitosos monólogos feministas al encarnar El aplauso va por dentro, escrito y dirigido por Mónica Montañés y Gerardo Blanco López, aquel 7 de junio de 1996, en la Sala de Conciertos del Ateneo de Caracas (ahora es la sede de Unearte).¡Y nosotros estábamos ahí!
Ahí plasmó la saga de Valeria, 40 años, divorciada, madre de dos hijos y con una carrera profesional en ascenso. Esperaba la llamada del varón, con quien compartió algo más que una noche. Mientras transcurre su rutina de aeróbicos, y entre un ejercicio y otro, el espejo le ratifica la pérdida de la juventud, su miedo a la soledad, a darse cuenta que desde hace mucho tiempo solo vive para los demás. Lleva adentro...un silencioso aplauso por todo que lo hace, como es luchar denodadamente para sacar adelante a su familia y conquistar un espacio decente dentro de la sociedad en que se desempeña. Duerme sola y con frustraciones hasta conseguir que un verdadero hombre la haga feliz. No pierde las esperanzas de amar recíprocamente.
Mimí y Mónica  sueñan celebrar la función  5 mil de tan enternecedor unipersonal que trascendió fronteras. Mientras tanto la exitosa actriz estrenó su segundo monólogo, A mi gordo no me lo quita nadie,  el 29 de marzo de 2013, en el caraqueño teatro Municipal. Lo escribió Luis Fernández,  Elba Escobar lo escenificó  y estaba destinado a suscitar controversias públicas con algunas feministas, porque presenta a una hembra sumisa y totalmente entregada a los cirujanos plásticos para que la transformen y la mantengan joven y bella para su macho.
Nacida en Caracas el 23 de noviembre de 1954, Mimí Lazo (Ana María Lazo) es una trabajadora incansable y lo demuestra su empresa familiar donde emplea a varias connotadas actrices y actores, pues presenta espectáculos como A  2,50 la cuba libreEl último amante, Las quiero a las dos y Golpes a mi puerta, entre otros. Montajes que lleva a salas convencionales, bares, discotecas o salones de hoteles, bien en Caracas o en el interior del país. Hasta al exterior mercadean sus productos. Por tal incesante actividad se ha ganado la verde envidia de una parte del sector artístico, pero ella lo ignora y sigue con su trabajo, ejemplar además, y siempre convocando al público de todos los niveles y edades.
A mi gordo no me lo quita nadie  son más de 70 minutos de una tierna sátira sobre la sumisión  femenina. Es la vida de María, o Mariíta, con hijos, y empeñada en preservar a su marido, por lo cual calla sus reclamos ante la cadena de infidelidades que él ha celebrado a lo largo de sus décadas matrimoniales. Ella se transforma físicamente para mantener la unidad del hogar y así ha logrado, aparentemente, atarlo al tálamo, pero sabe que cualquier día desaparecerá o le pedirá el divorcio, mientras tanto espera tenerlo un tiempo más a su lado. ¡Lo ama!
Este espectáculo, finamente conducido por su amiga Elba y que le escribió su esposo de los últimos 24 años, como el pergeñado por  Mónica, impactan por la crueldad verdad de sus historias  y el singular verismo actoral que despliega  Mimí,  aunque sabemos que la realidad siempre supera la imaginación de los autores.
¿Por qué en esta Tierra de Gracia donde las mujeres han desempeñado siempre roles históricos, no hay más féminas como Mimí Lazo o al menos asoman por ahí entreveradas en los meandros de la farándula vernácula? ¡Quién tiene una respuesta!

El inolvidable Carlos Giménez

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Juan Carlos Giménez Gallardo
Fue director y productor de teatro venezolano. Nació en Rosario, Argentina, el 13 de abril de 1946 y murió en Caracas, a consecuencia del SIDA, el 28 de marzo de 1993.  Era Juan Carlos Giménez Gallardo. Es posible que la mala memoria, verdadera epidemia nacional, no lo identifique ahora por su nombre de batalla, Carlos Giménez, pero algunos recordaran que fue él, junto a María Teresa Castillo de Otero Silva, quien puso en marcha -precisamente durante el negro septiembre de 1973 -una empresa fantástica de promoción cultural como ha sido siempre el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC), actualemente gerenciado por Fundarte, "el brazo cultural" de la Alcaldía del Municipio Libertador.
Giménez también fue el  fundador del  grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro.el Centro de Directores para el Nuevo Teatro, y el Teatro Nacional Juveníl de Venezuela. Instituciones vanguardistas y originales, fábricas de controversiales contenidos estéticos, de las cuales solo sobrevive, maltrechamente, una con un solo actor (Pedro Pineda), además de un habilidoso gerente, dos técnicos y una fiel secretaria y taquillera.
A 27 años de su mutis reproducimos fragmentos de una serie de entrevistas compiladas en mi libro Carlos Giménez/Antes y Después (2003), realizadas a lo largo de dos décadas y de gran actualidad por la vigencia e importancia de las mismas.
-¿Qué atenta contra el teatro criollo?
-Atenta la falta de creatividad y la ausencia de rigor profesional. Creo que hay teatro comercial y teatro de arte. Se diferencian en que el primero es fundamentalmente un medio de vida y el otro es un modo de vida; uno tiene como objetivo el éxito económico, el otro busca el triunfo artístico. Ambos los une el deseo común de atraer a mayor cantidad posible de público. El comercial se sostiene por una minoría de la clase media que no es superior a las 50 mil personas…Es un teatro de consumo con el objeto de hacer pasar el rato, como dice García Lorca: para hacer esa cosa horrible que es matar  el tiempo. El comercial es fuente de trabajo, pero es necesario contribuir a su desarrollo cualitativo, mejorando su calidad artística y temática. El público del comercial solo parece estar interesado en los aspectos anecdóticos y  superficiales de la realidad que lo rodea. Lo importante entonces, es que  sobre la  base de estos elementos se intente elevar la calidad profesional del espectáculo comercial. Ojalá que tengan éxito y llenen sus salas, porque los espectadores son los más afectados cuando van a un montaje y ven poco público, ya que ellos necesitan de la masa para perder la identidad y gozar.
-¿Le interesa el éxito comercial?
-Me interesa que mis espectáculos sean vistos siempre por mayor cantidad de público, pero pienso que no hay que hacer un teatro para el público, hay que formar un público para el teatro. El teatro es una reserva moral, por eso tiene que cumplir una misión.
-¿Qué criticaría a los críticos?
-La crítica es la cátedra en donde debe discutirse el camino del teatro en su más alto nivel. Es la crónica que hará la historia de nuestro trabajo, por eso exijo rigor. Ellos determinan el nivel para la discusión y el estudio. En Venezuela hemos llegado a una situación delicada: la crítica no está definida como un cuerpo social que integra un movimiento creador.
-¿De la crisis del teatro que puede decirnos?
-Se habla de crisis en el teatro, pero el teatro ha sido siempre una crisis permanente, es una expresión verdaderamente creativa que no está sujeta a ninguna ley, es imprevisible. En Venezuela hay crisis de creatividad…hay un marcado descenso cualitativo, como una especie de modorra. Hay como una falta de audacia en los planteamientos teatrales.
-¿Qué saldrá de los festivales internacionales para el teatro venezolano?
-Una revolución química entre los creadores y el público. No habrá frutos inmediatos, pero, como decía García Lorca, el teatro es un barómetro. Yo creo que hace falta una violencia creadora. El teatro no debe ser pensado en función comercial porque es lo deficitario.
-¿Qué será del teatro venezolano sin Carlos Giménez?
-En ningún movimiento cultural nadie es imprescindible. Seguiría trabajando, tal vez en algunos aspectos un pelo más aburrido. Siempre en un polo cultural hay espacio para la polémica, la discusión. Pienso que nosotros conformamos un polo polémico por la permanente capacidad, un poco beligerante, que tenemos de promover eventos.
-¿Qué relación tiene para usted el teatro y el subdesarrollo?
-Federico García Lorca decía que le teatro es el barómetro que marca la grandeza o el descenso de un país. Todas las manifestaciones culturales son la expresión de esas contradicciones, la lucha entre una situación económica y social y políticas subdesarrolladas y una evolución creadora que a veces logra salirse de los parámetros del subdesarrollo, pero que finalmente está encerrada en el mismo. En última instancia, nosotros somos parte del subdesarrollo. 
Sobre el legedario artista y gerente tenemos otro texto,agotado por supuesto, Carlos Giménez/Tiempo y Espacio.


El escritor nace, no se hace

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Hábleme de su Enjambres, su más reciente novela.
Y el venezolano Edgar Borges, con residencia en España, nos contó así su periplo existencial en el cual lleva más de una década:
Enjambres(Altamarea Ediciones, España) está teniendo diferentes lecturas, que es en parte lo que me interesa de la literatura. La posibilidad de crear algo que fluya en diversos
niveles de una misma realidad. Si bien Enjambrestrata de cinco jóvenes que se refugian en un bosque para huir de “la guerra de todos contra todos”, el extravío que acontece entre
la infancia y la vida adulta es un tema central en la historia. ¿A dónde ir cuando se ha sido expulsado de la infancia y se le teme al fracaso del modelo adulto? El curso de la novela es
recorrido por una libélula; María José, la protagonista, establece una relación importante con las libélulas del bosque. En Enjambres la libélula es aquello que sobrevuela en medio
de todo lo que se hunde.
¿Cuál es su balance de ese autoexilio literario?
- Ha sido una etapa intensa; a veces extrema en el sentido de que en un año he vivido lo que en otras circunstancias hubiera representado más tiempo. Sin restarle importancia a lo que antes escribí, pienso que comencé a poner en práctica mi propuesta literaria a partir de mi novela La ciclista de las soluciones imaginarias (año 2014). Creo que todo lo que realicé antes fueron intentos para llegar a lo que inicié desde entonces y donde aún me encuentro. Me refiero a mi intención de abrir el traje de la realidad a través de la ficción, como si la literatura sirviera para escarbar debajo de la piel de lo que entendemos por realidad. La literatura como demoledora de entramados. Después siguieron novelas como El olvido de Bruno (2016), La niña del salto (2018) y ahora Enjambres (2020). Todas estas obras, cada una con sus respectivas historias, están atravesadas por tres temas que me obsesionan: la muerte de la infancia, la memoria como peso o liberación y el abandono.
¿Qué ha pasado con su estilo y técnicas o hasta donde han influido las culturas hispanas europeas?
Sin duda que todo lo que vivimos nos deja influencias, nos cambia la vida hasta en lo pequeño, en lo imperceptible. En lo literario, de manera consciente, busco crear historias que dependan más de la existencia de individuos que de las realidades geográficas. Incluso me interesa que las realidades geográficas representen más bien un alto grado de confusión
espacio temporal en la vida de los personajes. Creo que una obra literaria debe tener la sangre suficiente como para conectar con cualquier ser humano ubicado en un punto
indeterminado del mundo.
¿Desde Caracas habrías podido escribir y crecer?
Claro, la escritura quizá hubiera sido otra y el crecimiento en otra dirección, pero sería un hecho igualmente importante para mi vida.
¿Qué espera ahora?
Estoy metido en un proyecto que me tiene muy contento, tiene que ver con La ciclista de las soluciones imaginarias, pero aún no puedo dar detalles porque involucra a otros creadores. También estoy con la promoción de Enjambres y la escritura de una nuevanovela.
¿Regresarías a Caracas para reinstalarte o seguirías entre Europa y América?
Pienso poco en el futuro; intento, en la medida de lo posible, aprender a vivir en presente, entender que solo en el momento se viven las situaciones. Es en la desubicación del tiempo donde nos dominan, nos desalojan de lo que somos, nos arrebatan las posibilidades tanto en el eterno recuerdo como en la espera. Ahora mismo mi casa se encuentra en España.
¿Qué fabrica a un escritor o es necesario emigrar para crecer o desarrollar un estilo verdaderamente creativo?
Decía Ana María Matute que “El escritor nace, no se hace: es una cuestión de ser o no ser” y yo comparto esa idea. El estilo se aprende, se trabaja, pero el fondo de todo este asunto radica en una fuerza poderosa que expulsa contenidos sobre un espacio invisible. Me preocupa el escritor que se acuesta sobre su experiencia, seguramente terminará escribiendo de puro oficio. En cambio, me interesa el escritor que desafía la comodidad de sus convicciones. Literatura hecha con sangre, que la cafeína acompañe la obra hasta el final de los días.
¿En cuántos idiomas está publicada su obra?
Español, italiano, inglés, portugués, serbio y turco.
 ¿Y el futuro de tu vida humana donde será ahora?
No lo sé.


Chocrón bolivariano

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"¡Juro delante de usted; juro por el Diosde mis padres; juro por ellos; juro por mi honor,y juro por mi Patria, que no darédescanso a mi brazo, ni reposo a mi alma,hasta que haya roto las cadenas que nos oprimenpor voluntad del poder español!"
(Juramento en Monte Sacro, de Roma, 15.08.1805)
 A un año del mutis del dramaturgo Isaac Chocrón Serfaty (Maracay,1930-Caracas,2011) su familia elegida lo recordó y lamentó su ausencia, especialmente, porque desde Buenos Aires vino un avión con un singular montaje de su amada pieza Simón (1983), la cual hizo una breve temporada en la sala 1 del Celarg, pero con la promesa de regresar, como lo expresaron los integrantes del Colectivo S&V de Hotel Bauen Cooperativa de Trabajo, afiliados a la  Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta).
Fabián Pierucci, productor del espectáculo, dijo  que el  mensaje de Simón es de comunión y de libertad compartida. “Nosotros creemos profundamente en la libertad vinculada al destino del pueblo que necesita de una decisión en colectivo para poder llevar una vida a plenitud. Cualquier ser humano puede sentirse identificado con las decisiones de los personajes de Simón y  con sus visiones que influyeron muchísimo en nuestros destinos como países latinoamericanos”.
Los deseos para representar la obra nacieron cuando el colectivo sureño se dio a la tarea de "buscar una obra que tuviera que ver con el imaginario latinoamericano”. Leyeron Simón y quedaron  maravillados “al descubrir a una persona, el joven Bolívar, que empieza a enfocarse en lo político y cómo eso le da una perspectiva distinta a su propia vida", reiteró Pierucci.
MONTAJE SUREÑO
 Sin miedo alguno, todo lo contrario, el colectivo argentino asumió la puesta en escena del texto chocroniano y lograron sacarlo adelante  con criterios  muy profesionales y muy bien definidos, especialmente los actorales, y buscando, todo el tiempo, a lo largo de los cuatro miniactos, la dulzura de dos amigos, de edades diferentes, y subrayando el espíritu libertario que los animaba.
El trabajo visto aquí en Caracas (desde 1983 hemos contemplado varias e interesantes puestas en escena) fue conmovedor, porque nos hizo recordar toda la historia de esa obra y visualizar a los actores que la hicieron, inolvidables seres desenfadados, como Fausto Verdial y Héctor Moreno Guzmán-quienes disfrutaron hasta más no poder ese momento tan trascendental para la historia del continente americano, mostrándolo con alegría contagiosa.
El montaje de aquellos comediantes argentinos, aplaudido hasta la saciedad por los  caraqueños que acudieron al Celarg, no desmerece en nada ante  los que aquí se había exhibido antes. Incluso, podíamos decir, que el espectáculo visitante tenía mucha más alegría fresca y desenfadada, y lucía desbordado de ese humor inteligente tan característico de los intérpretes argentinos.
De verdad, que Fernando Martín, en su rol del maestro Simón Rodríguez, se apoderó con su puntillosa  actuación de los tres  primeros miniactos, mientras que el joven  Carlos González, como el lánguido e  irresoluto Bolívar, se deje notar, pero al final, cuando decide lo que hará con su vida, se arrodilla para su legendario juramento en el Monte Sacro y crece de tal manera que se apodera de la escena para así resaltar   y recordar la grandeza de su gesta que recién comenzaba, sin sospechar todas las amargas vicisitudes que viviría después, porque era un simple hombre y no un Dios para advertirlo. ¡La gloria y la ignominia lo esperaban!Ver, pues, a dos sólidos artista foráneos metidos en la piel de esos venezolanos históricos, fue una gran satisfacción y una grata mirada al pasado para reveer a los ausentes.
ENTRE PARÍS Y  ROMA
Sin el ayer no existe el hoy y mucho menos el mañana. Recordamos esto porque Isaac, a instancias de José Ignacio Cabrujas y en ocasión del Bicentenario del Natalicio de Simón Bolívar, escribió  Simón. El Nuevo Grupo la estrenó  en Caracas, el 3 de marzo de 1983, en la Sala Juana Sujo (ahora desaparecida).  Fausto Verdial interpretó a   Simón Rodríguez  y   Flavio Caballero  encarnó a  Bolívar, dirigidos por Cabrujas. Se realizaron 75 funciones y la vieron no menos de  3446 espectadores. Ahí el dramaturgo reveló, de manera didáctica los precisos mecanismos dramáticos que usa un hombre, con una vida cómoda y resuelta, para internarse en los sinuosos laberintos de la lucha política y entregar toda su vida hasta liberar a varios pueblos de América Latina. Sigue con exactitud la historia bolivariana del período que va de abril 1804, en París,   al 15 de agosto de 1805, día en que realiza el juramento en el Monte Sacro de Roma. Se trata de un laborioso y prolijo recorrido que transcurre siguiendo los movimientos de la Sinfonía Eroica, de Beethoven, los cuales, con sus acordes poderosos, subrayan, a más de 200 años de distancia, como pudo haber sido la encarnizada lucha de un hombre con su destino. El joven Simón Bolívar se encuentra en la Ciudad Luz (1804) con su maestro Simón Rodríguez, convertido en Samuel Robinson, y entablan conversaciones en diferentes oportunidades sobre ellos y sobres sus ideas de libertad, conversaciones que terminan en la Ciudad Eterna (1805) con el juramento en el Monte Sacro. Este encuentro histórico es ficcionado con mucho humor y además permite que el dramaturgo deje aflorar las pasiones de los personajes, fieles a sí mismos, a sus principios y a sus sueños más tarde hechos realidad. Chocrón Serfaty es todo un escritor bolivariano y amante de su patria, como lo demuestra también en Asia y el Lejano Oriente, gran texto de denuncia sobre las corruptelas políticas capaces de hacer naufragar a un país.
Esa producción argentina de Simón contó con las actuaciones de Carlos González (Simón Bolívar) y Fernando Martín (Simón Rodríguez). Música: EroicaHeroica  de Ludwing W. Beethoven. Piano: Sergio Milman. Arreglos musicales: Sergio Milman y Juan Manuel Costa. Dirección Musical:Luis Sticco. Coordinación de Producción: Fernando Martín y Fabián Pierucci. Iluminación: Miguel Solowej. Vestuario: Nené Murúa. Escenografía: Carlos Di  Pasquo. Dirección: Marcelo Mangone. 
Un testimonio para la historia vernácula de su teatro.¿Quien se atreve en este momento? 


TODOS CONTRA EL CORONAVIRUS

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A pesar de la dura cuarentena por el Coronavirus que enfrentan la gran mayoría de los países del continente americano, desde el Departamento de Investigación y Desarrollo de Serofca con el auspicio de organizaciones internacionales, han decidido realizar una serie de conversatorios dirigidos a profesionales de la salud sobre protección radiológica. En los cuales vía online irán abordando semana a semana un tema diferente sobre distintas áreas donde se emplean radiaciones ionizantes en el ámbito médico.
Omar Arias, director general de Serofca y físico medico, detalló que durante cada conversatorio se brindarán conocimientos actualizados sobre distintos tópicos de la protección radiológica, basados en recomendaciones internacionales de la IAEA, ICRP y organismos internacionales, con el fin de apoyar a un público que requiere de mucha información procesada. “Las sesiones serán por la plataforma ZOOM con capacidad simultánea de hasta 300 personas, cada viernes de 6:00pm a 7:30pm (Hora Venezuela), teniendo como temas a desarrollar la mamografía, rayos X, tomografía, arco en c , calidad de imagen, resonancia y ultrasonido. Puede contactarnos a través de todas las redes de @serofca y el enlace https://linktr.ee/serofca”, indicó.
Arias explicó que durante estos conversatorios vía digital profundizaran dentro del temario una breve explicación sobre el principio de funcionamiento del equipo, algunos mitos o preguntas recurrentes sobre la práctica médica a discutir, explicación de las medidas básicas de protección radiológica, basándonos en el por qué de las cosas y la mejor toma de decisiones y recomendaciones de documentos oficiales (IAEA, ICRP, entre otros). “Dentro del equipo docente contaremos con profesores de la Universidad Central de Venezuela y Universidad de Carabobo, quienes son miembros del Departamento de Investigación y Desarrollo de SEROFCA. Recordando que los cursos son enfocados en graduados y estudiantes de medicina (todas las especialidades), técnicos radiólogos, tecnólogos, licenciados en imágenes y enfermería”.
El científico venezolano señaló que comenzando a abordar el tema de Covid-19 de manera semanal, vieron la necesidad creciente de desarrollar un programa en protección radiológica para profesionales de la salud en todas sus aéreas. “Ante la creciente demanda de información oficial el Departamento de Investigación y Desarrollo de Serofca logró el auspicio y apoyo de la Red Latinoamericana para la Educación y la Capacitación en Tecnología Nuclear (LANENT), la Federación de Radioprotección de América Latina y el Caribe (FRALC) y la Red Latinoamericana de Protección Radiológica en Medicina; para esta serie de conversatorios sobre protección radiológica, en medio de esta mortal pandemia una de las forma de enfrentarla es formándonos académicamente para así estar listos ante cualquier otra epidemia o enfermedad que azote, no solo a la región sino al planeta”, concluyó.


César y Ángela unidos para siempre

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El gran artista venezola César Rengigo

Por ahora Flérida y Diana Rengifo Carrillo, además de sus hijos, sobreviven a sus padres el pintor y poeta César  (falleció hace 40 años) y la maestra Ángela, quien terminó precisamente hoy su camino terrenal, tras haber rescatado gran parte de la obra literaria  y pictórica de su marido, siendo ella “la salvadora” de  su legado, delicado asunto que nadie se lo puede negar.
César Rengifo es más que un recuerdo, editorializó la revista Theatron (numero 26 de mayo, 2016), de Unearte, "y sirve esto para recordar que,a 105 años de su nacimiento, la ausencia que dejó su desaparición física la cual se transforma una y otra vez en distintos lugares de nuestra geografía en una presencia fulgurante que trasciende en el tiempo a través de su pensamiento y del invalorable legado que representa su obra".
Theatron  reitera que en la historia de nuestra cultura contemporánea son muy pocos los artistas criollos que han logrado ocupar de manera tan amplia los espacios del quehacer creador como César Rengifo: dramaturgo, director, pedagogo, poeta, pintor, periodista, y ensayista. “Con persistente voluntad y capacidad de trabajo volcó su mirada y su esfuerzo en el ánimo de desentrañar, desde la perspectiva del excluido social, los procesos históricos de América Latina, y de Venezuela lo cual plasmó con vuelo poético en imágenes, trascendentes tanto en los escenarios como en la pintura. Su pasión era la libertad. Su cuerpo diminuto como de pájaro albergó un alma de gigante que aún sirve de inspiración a todo aquel que se proponga la transformación de la realidad”.
César es considerado con razón “El padre de la dramaturgia moderna venezolana”. Lo demuestra no solo su crecida producción, más de 40 obras, sino la forma como abordó, con crudeza y haciendo gala de un estilo no exento de poesía, la realidad de su país, haciendo énfasis en lo social, porque para él la estética que no reivindique al pueblo, carece de función y contenido. Preocupado por la explotación petrolera y el daño que dejaba la maligna conducta de las empresas transnacionales y las displicentes conductas de los gobiernos nacionales de turno, realizó a lo largo de su vida una “tetralogía del petróleo”, piezas que al lograr verlas puestas en la escena, le permitió reescribirlas incluso, donde analizó y cuestionó la explotación petrolera y sus graves consecuencias sociales.
Para el crítico e investigador Leonardo Azpárren Giménez, Rengifo es un dramaturgo importantísimo, que tiene una amplia obra original, y quien junto a Román Chalbaud, Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas y Rodolfo Santana, es uno los grandes puntales del teatro moderno venezolano de la segunda mitad del siglo XX.
TETRALOGIA PETROLERA
Para nosotros, lo mejor de Rengifo es su ejemplar tetralogía del petróleo, donde él arremete contra el imperio de las petroleras y su nefanda presencia en Venezuela. Deberían los teatreros venezolanos detener durante un año sus producciones extranjerizantes, por lo menos, y planificar y ejecutar un ciclo de montajes y foros con esos cuatro textos porque es necesario predicar precisamente con el teatro. Ahí advirtió las frustraciones de un amplio sector de la sociedad venezolana por el sinuoso destino de la renta petrolera, además de la muerte lenta de la agricultura y el éxodo de los campesinos a las grandes ciudades para buscar un destino incierto o esquivo, al tiempo que señalaba la incesante sustitución de la cultura nacional por una foránea, “bien servida” por todos los medios de comunicación.
Ahí están, pues,   Las mariposas en la oscuridad (entre 1951 y 1956), basada en el éxodo y el abandono de los campos venezolanos ante la invasión (y nunca esa palabra fue tan patética) de las empresas petroleras. Muestra el dolor del campesinado al dejar atrás sus raíces, lo que le lleva a supercherías tan burdas y grotescas dejando el presente como testigo de un pasado.
Concibió, para únicamente tres actos, El vendaval amarillo (1952), que  transcurre en  el estado Zulia, entre los años 1938 y 1939, una zona que sacrificó su explotación agraria y lanzó, sin destino alguno, a los campesinos, al tiempo que sus poblados eran destruidos. Denuncia con sus diez personajes populares cómo los terratenientes fueron vendiendo, sin contemplaciones, sus haciendas para que las compañías petroleras iniciaran y avanzaran en la búsqueda de “el estiércol del diablo”.
Un marxista, como era César, no podía dejar pasar la oportunidad de inmiscuirse en la vida privada de los empleados estadounidenses de las petroleras, desnudarlos de sus supuestos ropajes de dignidad y exhibirlos como unos asesinos desalmados. Eso lo logró con El raudal de los muertos cansados (1969). Muestra cómo se va urdiendo una serie de intrigas entre los petroleros para quedarse con un cargo burocrático que les permitirá ganarse unos cuantos miles de dólares más, aunque para ello tengan que matar o sacrificar al personal que trabaja para ellos, al tiempo que la explotación petrolera avanza y se lleva por delante a los mismos obreros.
Y diez años antes de su muerte, entregó Las torres y el viento, la más poética y la más completa pieza de su tetralogía petrolera, la cual vimos en memorable montaje que hiciera Herman Lejter. Sintetizó en el preámbulo el valor de las torres de petróleo y el viento en los pueblos donde la explotación del mineral ha cesado: “Torres destruidas y viento. He ahí para muchos venezolanos lo que queda del petróleo”. Como frustración de la riqueza fácil o decepción por el inalcanzable Dorado, las torres en abandono y el viento pasando libre entre las viviendas abandonadas, resulta, por la fuerza de sus significaciones, son casi un personaje. Es una de las obras más resaltantes del teatro de Rengifo, la cual fue llevada a la escena por el Teatro Universitario de la UCV, en los tiempos de Herman Lejter, hacia 1975.
PROFETA
¿Sería chavista César si hubiese sobrevivido a sus dolencias físicas, que no eran pocas? No sabemos, porque eso que él denunció en sus obras, no era de su exclusividad, sino que ya el resto la inteligencia venezolana, especialmente la de izquierda. Luchaba para detener el proceso desgastador que durante un gran parte del siglo XX significó la explotación de los hidrocarburos.
No hay que ser chavista para execrar los abusos cometidos, no sólo por las empresas sino por los gobiernos títeres. Lo único cierto es que todo lo que él advirtió se cumplió y que al final el petróleo terminó por ser controlado por el Estado venezolano al desencadenarse una serie de cambios en la conducción política del país, pero las secuelas de los malos años no ha podido curarse todavía, ni los muertos inocentes resucitarán jamás.
Él hizo lo suyo al escribir su teatro, pero muy pocos con poder político le hicieron caso y las consecuencias están a la vista, porque ya no somos un país independiente económicamente. Junto con el alud del capital extranjero, explotador, nos llegó también una pseudo civilización estandarizada. Y junto a los ranchos, habitados por gente depauperada y sin ninguna cultura, apareció la pseudocultura del petróleo”.


Gladys Prince lucha en Bogotá

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Gladys Prince

Volví a Bogotá, por muchas razones, pero una de ellas es que mi querida manager me dijo que había trabajo para mi perfil,nos cuenta Gladys Prince desde la capital del antiguo Virreinato de la Nueva Granada, a escasas dos horas de Caracas.
 "Recién llegue y comencé los trámites. Todo iba bien hasta que comenzó la cuarentena.Me tocó en una nueva residencia en  donde no conocía a nadie, y en donde prácticamente estoy sola. En realidad esta  experiencia la he vivido lo mejor posible porque me    gusta estar conmigo misma y no me pregunto por qué me tocó así, sino para qué? Debe ser para aprender nuevas experiencias. Sin embargo, a veces no me alcanza el tiempo para hacer día a día todo lo que quiero hacer"
 "Mi carrera está en pausa, ya vengo trabajando mi ego para que en situaciones adversas no me afecte tanto. Mi maestro Juan Carlos Gené nos enseño, no solo a ser actores sino también a andar por  otros caminos como la dirección, la dramaturgia, asesoría teatral, y muchas más. Es decir, que mi carrera debe esperar por mi para que sigamos juntas.
Apunta que "tenemos un espectáculo maravilloso. Una idea que tenía desde hace mucho tiempo, escribir una obra  inspirada en El Vestidor, nuestra obra nació aquí en Colombia, la escribimos Verónica y yo, con el maravilloso asesoramiento de Humberto Torres.  Luego, apoyada por nuestro querido actor Luis Fernando Orozco (Lucho) tuvimos la oportunidad de leérsela al entonces Director del Teatro Nacional,  Nicolás Montero, e inmediatamente nos asigno una sala.  Pero por ahora esta todo suspendido. Debemos aceptar que la vida cambio, que todo va a transformarse y es sano aceptar ese cambio sin tanta resistencia. En lo único que me va a costar aceptar es que el teatro es un hecho físico con ojos vivos penetrando tu interioridad dentro de una sala, pero creo que pasaran  meses para que volvamos allí. El teatro es muy inteligente y sabe esperar.Esto me lo he tomado como un retiro.
Advierte que "antes del espectáculo listo vendrán otros proyectos. Estoy en un momento de mi vida que dejo un poco al universo que me sorprenda. Antes planificaba hasta seis mese por adelantado, ya no. Por ahora mostraré lo que se pueda. Me acompañan, mi amiga y hermana Verónica Cortéz, Humberto Torres (Toto) director colombiano, Gerardo Rueda y Alberto Noguera".
"Después de Jazmines en el Lidice me han pasado cosas hermosas, reconocimientos, premios, etcétera. La obra de Karin Valecillos se ha montado en otros países, la flor, a pesar del dolor,  crece y se extiende.  El último regalo que me dio el hermoso personaje que me escribió Karín: Meche, es que fui nominada  como mejor actriz por Jazmines en el Lidice en la VII Edición por los Premios Platino por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Venezuela. y me gustaría volver a montarme en teatro dirigida por Jesús Carreño, En noviembre, en Venezuela hicimos el intento pero no se dio. Amaré Jazmines en el Lidice por siempre".
"De mi amado hijo, bien gracias a Dios, no ha parado de trabajar no sabe lo que es una cuarentena, cada día me sorprende más con su aplomo y valentía para vivir tan lejos e independiente. Aún no me ha hecho abuela, espero sea cuando Dios lo disponga".
"Venezuela es mi país, y me duele. Siempre esta en mis planes. Por ahora me dejo llevar por donde suenen las campanas. De hecho pedimos sala en el BOD, para Julio o Agosto, pero eso fue el año pasado. Recuerdo que antes decía: Si no actúo, me muero".
 "Ya no menciono esas palabras. Vivir, es todo un trabajo actoral. El teatro como te dije antes, sabe esperar. Y aprendamos a tener paciencia y a domar nuestros egos".


Cuando las plumas se caen

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Teatreros desafiantes pero cuidadosos.

Cuando las plumas se caen es una  pieza teatral, original del dramaturgo venezolano Bruno Mateo, escrita duranteel año 2012, la cual aborda, crudamente,  “el abandono que tienen todos los seres humanos durante la vejez, pero sobre todo la ancianidad  en la comunidad gay”, asevera el escritor.
Y en el caso de Cuando las plumas se caen hace  énfasis en los homosexuales o gays varones, y, como lo explica José Gregorio Cabello, “ese terror que siente dicho colectivo de quedarse solos y abandonados, sin nadie que les extienda la mano al tener una edad avanzada. En la obra  Cuando las plumas se caen vemos a una pareja de homosexuales despreciados por su familia y por la sociedad”
Omar y Mauricio, pareja estable con más de 30 años de convivencia, se enfrenta a la enfermedad del  Alzhéimer que empieza a padecer Omar. Aunado a esto, su hijo, de conducta homofóbica, Omar Enrique, empeora la situación pretendiendo quedarse con la propiedad donde esta unión ha hecho vida. El desenlace es sorprendente, ya que en Venezuela y muchos otros países, las leyes no protegen a las “relaciones igualitarias”. En resumen: el subdesarrollo es una maldición social.
La dirección de este espectáculo está a cargo de Nádeme Armando, mientras que los personajes: “Omar”, encarnado por José Gregorio Cabello, es de la tercera edad, ex boxeador peso pluma, pareja de “Mauricio”, encarnado por José Gregorio Becerra, y “Omar Enrique”, interpretado por Miguel Bermúdez, hijo de “Omar”, es homofóbico.
Cuando las plumas se caen es una producción del Taller de Teatro Manatí y Cabré Teatro 2020.
El estreno será cuando pase la cuarentena, mientras los teléfonos  y las máscaras ayudan por ahora, todo siempre sobre el filo de la navaja.

Venezuela es un hermoso teatro

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Cabello,con lentes, en una fugaz pose.
¿Desde cuándo en el teatro y cómo comenzó todo?

El teatrero José Gregorio Cabello Patiño, en tiempos de la pandemia 2020, responde:
Desde que le di por primera vez una especie de bostezo largo y sonoro, a mi madre en su vientre, a los ocho meses antes de nacer. “Ella me lo contó con mucho misterio. Yo soy el octavo hijo de los once que parieron Carmen Mercedes y Héctor Valentín, todos unos cumaneses venidos a Caracas. Reconozco la influencia histriónica de mi abuela materna Francisca Lucía Patiño, autodenominada Reina de las Artes Culinarias. También me nutría de niño, de los cuentos espectaculares de mi tía paterna, Carmen de D´Jesús Cabello, cantante, cupletera, y actriz cumanesa con aspiraciones hollibudenses. Lo cierto es que hacía teatro en mis juegos de niños, experto en escenografías y otras ambientaciones, donde mi hermana Jacqueline, dos años menor que yo, era sometida a las interpretaciones caprichosas con diálogos y puestas escénicas. Realmente descubrí que esos juegos de niño, era teatro, cuando cursaba segundo año de bachillerato en la Escuela Gran Colombia, de los Rosales. Allí interpretamos Medea, bajo mi dirección, como tarea de castellano y literatura. La profesora Yolanda de Febres, mi ductora literaria, abonó en mí, ese liderazgo Ariano que poseo. Medea de Eurípides se presentó en todos los salones de clase de segundo y tercer año. Desde allí iniciamos, con la ayuda de la profesora y la dirección del plantel, se le asignó al profesor Andrés Zacarías García, (actual director del Museo de Bellas Artes y quien enseñaba vitrinismo, en la especialidad de humanidades), el Grupo de Teatro de la Gran Colombia”. 
“Allí Empezamos a conocer el trabajo del actor, el texto teatral, la disciplina y a valorar el aplauso del espectador por el logro teatral realizado. Al finalizar mis estudios de bachillerato, ya habíamos visto los trabajos de Ricardo Acosta Quinteroen el Colegio Universitario de Caracas, La Lección de Ionesco con Edurne Mutiosabal, Alex Bustillos y Ana María Quintero. Era el Taller de Teatro Macanillas. Allí me llevó Zacarías y el 15 de julio de 1977, debuté, luego de un año y medio de ensayos y procesos de creación, en el Teatro Paris, con la obra Uhuru, de Ricardo Acosta y bajo su dirección. La obra una visión desde el tercer mundo al eurocentrismo y su colonización. Yanis Chimaras era Próspero, Enrique Mambié, Calibán y yo, Ariel. Allí debutó también Reinaldo Rivas, que venía de la Gran Colombia también. Con Acosta hice Estudios de Poesías Venezolanas, trabajando a Miguel Otero Silva y su visión del campo ante la propuesta de Antonio Spineti Dini y su poemario Hambre. En 1978 estrenamos Flores de Papel, de Egon Wolff, versión y dirección de Acosta. Estreno en el Teatro Luis Peraza, luego temporada en Teatro Leoncio Martínez de Los Teques y gira nacional por las bases navales de la Armada venezolana. Finalmente El cofre de la Abuela Eugenia, autor y dirección de Ricardo Acosta, igualmente en el Teatro Luis Peraza y gira nacional por las bases navales de la Armada venezolana”. 
“Hasta 1980 participé en el Teatro Macanillas para continuar mi trabajo con Rodolfo Santana Salas y el Grupo Cobre, con Carlos Giménez y el proyecto de Directores para el Nuevo Teatro”.
“Para esos días, con mi título de Técnico Superior en Recursos para el Aprendizaje,  ya iniciaba mi trabajo como profesor de teatro en la Unidad Escolar Gran Colombia, sustituyendo a mi maestro Zacarías. Ello permitió orientar mi trabajo hacia la dramaturgia y la puesta en escena, además del trabajo conductor y formador para jóvenes liceístas en la disciplina teatral, a quienes podemos nombrar a Augusto Galíndez, Iris Dubs, Yaneth Gómez, Nazareth Gil, Ivo Hernández, Milvia Pacheco, Yaritza Medina, entre otros…”
¿ Profesores y maestros?
Andrés Zacarias, Ricardo Acosta Quintero, César Rengifo, Belén María Sanjuan, Rodolfo Santana, Néstor Caballero, Sara Beily, Elizabeth Scön, Carlos Giménez…y otros.
 ¿Trabajos memorables?
 Uhuru,Flores de Papel, Crónicas de la Cárcel Modelo de Santana. Al Unísonode Elizabeth Scön. La vida es sueño, versión Acosta. Oscéneba de Rengifo.  Novia en Rojo de EA. Moreno Uribe, Rumba caliente sobre el Muro de Berlínde Santana. Reverón, de Cabello. Jugando con Goya, de Cabello. …
¿Su opinión sobre los cinco mejores autores venezolanos?
César Rengifo quien me acercó al teatro épico, simbólico, realista. Una dramaturgia necesaria. Rodolfo Santana y su realismo social dentro de la comedia. El lenguaje voraz, violento, poético. Una dramaturgia debeladora. La catarsis. Román Chalbaud y surealismo social desde los espacios marginados, el verbo poético como arma que conduce un recorrido por la vida, de los espacios de quienes lo perdieron todo. La dramaturgia del contraste social ante la verdad. Isaac Chocrón y su leguaje con personajes que reclaman desde su cotidianidad. Denuncian la exclusión desde lo sexual. Dramaturgo de la crónica de la contemporaneidad. Elizabeth Schön  y su lenguaje de la no comunicación, los seres que hablan frente a  frente pero hacia el vacío. El absurdo. Un acercamiento al teatro poético desde los anhelos,
 ¿Cuál sería la política ideal para el desarrollo del teatro criollo?
Fundamentalmente creo en el teatro de cada día. Lo que se vive a diario y la contemporaneidad con todos sus paisajes. Cada parroquia caraqueña por ejemplo debe tener su equipo de trabajo teatral. Su casa de hacer teatro.  Partir desde la formación, contar la historia de sus habitantes, sus héroes y heroínas, su patrimonio. Reunir a sus creadores y mostrarlos primero en sus entornos y luego a las demás comunidades. Esta experiencia se debe generar desde cada comunidad organizada, valorando lo ético y estético del teatro. Nuestra República es un bello teatro que debe ser cultivado y sobre todo difundido a través de su dramaturgia.
¿Qué pasa con el amor y con la amistad en la vida del ciudadano y el artista?
 Pasa lo que tiene que pasar. El amor, la amistad, son necesidades que se cultivan, desde el sentimiento, desde la conciencia e incluso desde la necesidad misma. Los artistas, recurrimos a esas pasiones que nos nutren así mismo como nuestra cotidianidad nutre al ciudadano.
 ¿Planes para los próximos diez o veinte años?
 Seguir muy productivo en la dramaturgia y en la puesta en escena. Terminar de escribir y montar Vestida de Novia, donde el personaje principal es una joven con Síndrome de Down. Terminar de escribir y montar Las amadas de Páez.
Terminar de escribir Miranda. Es sobre el Generalísimo. Publicar todas mis obras para niños, jóvenes y para todos…Seguir mi trabajo como mediador de la lectura.
Continuar con mis espectáculos interactivos desde la Narración Oral. Seguir formando cuentacuentos. Seguir formando dramaturgos. Viajar de nuevo a mis lugares transitados. Hacer el camino de Santiago. Dirigir teatro con la comunidad, en la Casa de la Cultura de Borojó, Municipio Buchivacoa del Estado Falcón. Seguir aportando con mi trabajo para la formación de lectores.Seguir siendo un hombre de teatro amante de las cosas más sencillas como me enseñaron mis maestros…Quiero continuar mi trabajo de dramaturgia para la danza y el ballet  de niños. Vivir feliz.Como lo estoy a mis 63 años.









Bruno Mateo teatraliza la vejez de los gaís

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Bruno Mateo,intelectual caraqueño.


Mi pieza Cuando las plumas se caennace de mi necesidad de expresar mis emociones, sentimientos e incluso una  posición  política sobre las personas que son discriminadas, en este caso, por su orientación sexual. "Además de que veo con mucho dolor con las personas longevas en casi todas partes del mundo son relegados a un plano de las cosas inservibles y más aún si llegas a la vejez como personas homosexuales sin que el Estado te garantice ni la estabilidad como pareja. Es sumamente doloroso ver cómo personas LGBTI ancianos (si llegan) son abandonados por su familia como corotos viejos. Mi deseo como ser político es que el Estado Venezolano haga acciones reales en beneficio de esta comunidad y no la use sólo cuando viene "La Marcha Gay" en Caracas. He conocido ancianos gays, muy interesante como seres humanos, que cuando se enferman no tienen a alguien que les haga aunque sea una sopita de pollo para su recuperación  y es muy doloroso ver esta situación". 
Así se presenta el dramaturgo venezolano Bruno Mateo, a quien le están ensayando su obra Cuándo  las plumas se caen,bajo la dirección de José Gregorio Cabello Patiño, para ser estrenada después de la pandemia.

VISIÓN GENERAL DEL TEATRO
Para Bruno hablar de una visión actual es hablar desde un punto de vista filosófico. “La actual pandemia ha hecho que el teatro se reinvente, pero no sé si esos inventos son favorables para la dinámica del teatro. Ver teatro por una pantalla, creo que le quita la magia del encuentro actor-público. En cuanto al caso Venezuela, insisto que hay que hay que encontrar mecanismos para la divulgación de textos dramáticos nacionales, así como, de nuestros artistas del escenario. Eso de educar al público es desde un punto de vista de la observancia del espectáculo. No más. El teatro venezolano (textos y montajes) son muy creativos, cuando se lo proponen, pero son pocos los que toman al teatro como algo serio y de extrema rigurosidad. ¿Si tengo esperanzas? Si tengo. Pero hay que empezar desde la formación de docentes de teatro ético, profesional y talentoso”.
Bruno Mateo, que es su seudónimo artístico o intelectual,  desde de 1969 está en los avatares del teatro) nacióen Caracas y es licenciado  en Letras de la Universidad Central de Venezuela; ya culminó las unidades de crédito de la Maestría de Comunicación Social de la UCV. Es  Técnico Medio de la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo y  Técnico Superior de la Mención Actuación de la Universidad Experimental de las Artes, con Diplomado de Componente Docente y de la  Universidad Católica Santa Rosa,  y Diplomado en Historia, Insurgencia y Revolución en Venezuela durante el siglo XX
Es docente en el área de Análisis de Texto en la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo y Docente de Teatro en la Universidad Católica Santa Rosa, profesor suplente de locución en la UCV, crítico de teatro en la revista del Semanario Todos Adentro, en la revista digital Vaya Al Teatro. Colaborador literario en los periódicos El Nacional, Vea, El Correo del Orinoco en Caracas. Miembro Fundador de la Asociación Venezolana de Crítica Teatral.
Director de la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo, ente educativo del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.) Investigador de la Dirección de Formación e Investigación para las Artes y las Culturas del Ministerio del Poder Popular para la Cultura,
Creador y Director del Festival de Teatro Rosa de Caracas, único  festival de teatro  gay en Venezuela, especializado en contenido y estética de diversidad sexual.  Fue miembro del Consejo Editorial de la Revista de Teatro para Niños y Jóvenes Centro Molinos, desde el año 2003 al 2004, iniciativa privada que tuvo sólo tres revistas en físico.

PUBLICACIONES
Coautor del Libro Sabana Gay. Editorial Alfa ININCO/UCV. Año 2009. Obra de teatro Ya no somos los mismos. Editorial Fundarte. Marzo. 2013. Coautor del libro La paz es lo que cuenta, Editorial Fundarte. Octubre 2012. Caracas, Venezuela. Coautor del libro Posporno. Representación y agencia de la sexualidad  en los medios de comunicación”. Coautor del libro de relatos Cuentos Diversosen versión digital de Fundarte, Alcaldía Bolivariana de Libertador. Caracas, Venezuela. Noviembre 2018.

PREMIOS
Mención especial de publicación con el texto Ya no somos los mismos en  II Concurso de Dramaturgia César Rengifo. Fundarte. Año 2012. Edición Festival de monólogos y duetos con la  pieza El mundo me queda pequeño. Porlamar, Isla de Margarita, Venezuela.
Ganador del Premio del I edición del Concurso de Narrativa; La Paz es lo que Cuenta. Alcaldía Bolivariana de Caracas-Fundarte con el cuento Maestra, ¿por qué tengo el pelo malo?Octubre 2012.
Ganador de “Mejor dramaturgia” por el texto Una historia inconclusa en el 2do. Festival de Teatro Rosa de la Diversidad Sexual, Bogotá 2013.
Ganador del Concurso Cuentos Diversos de la Oficina de la Diversidad Sexual de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Libertador de Caracas con el relato Cuando las plumas se caen, durante la Feria Internacional del Libro de Caracas, noviembre de 2018.


Levy Rossell sí dejó huellas

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Levy Rossell Daal,valiso artista venezolano.
Al cumplirse el segundo año de su mutis, hay que recordar que Levy Rossell fue en los años 60 del siglo XX  “la gran esperanza blanca” del teatro venezolano. Había llegado de Nueva York y tras exhibir su inolvidable espectáculo músico teatral Vimazoluleka, en el Aula Magna y el Ateneo de Caracas, se le abrieron todos los caminos para convertirse en el gran director o en el gran pontífice de la escena criolla. Pero no fue así. Fue intensa su lucha existencial y tenía casi siempre el viento en contra, pero dejó huella.
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, conceptos personales que no negoció, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana. Más de 20 piezas escritas y montadas, ocho mil actores y actrices a quienes capacitó y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostentaba con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal, nacido en Coro el 23 de abril de 1945 y fallecido en esta Caracas, aquel 25 de abril de 2018.
Debutó con su Vimazoluleka - híbrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no dejó de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Explicó que con  su Vimazoluleka intentaba ser una caja de trucos donde hay oculta una idea total y universalista. Llena de innumerables pequeños momentos que transcurren vertiginosamente y son los que le dan su propia personalidad. Debe ser entendida como marco de referencias que permite una rica interpretación. Los personajes líderes de la acción son máscaras grotescas que esconden el dolor de ser ellos en una existencia alienada y solitaria, tratando de interceptar a los otros en su incomunicación. Son uno y mil al mismo tiempo, sumergidos en un aburrimiento agobiante que los obliga a hacer contacto y divertirse, burlándose de quienes viven tal situación, con mentiras fabulosas para crear una gran caricatura que escapa de la realidad para evitar así la confrontación
Levy no se quejaba, pero cuando podía exclamaba: “He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
A raíz de esa entrevista, y por supuesto yo no revelo quien se le hizo, alguien lo llamó y fue incluido en la lista de pensionados del IVSS para saldar esa deuda con un creador que no se hizo rico ni robó. ¡Bonito detalle!
Él admitía que su camino artístico había sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía era una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le daban los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar si tenía, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente sembró en todos los confines de Venezuela durante las últimas cuatro décadas comenzaron a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estómago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico remontó su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no superó los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas... ¡Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marielena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonasek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!
Levy   inventó el fonema "Vimazoluleka”, utilizando las dos primeras palabras de los nombres de sus íntimos compañeros de estudio del Liceo Aplicación. Quería exaltar esa amistad y bautizar su ópera prima, compuesta de dos actos o 16 escenas, nueve canciones y tres situaciones de puesta en escena. Esos amigos desaparecieron cuando hizo 39 funciones en el Ateneo de Caracas (1966), pasó al auditorio de Ingeniería y finalmente alcanzó seis semanas en la Aula Magna de la UCV. ¿Por qué? Nunca recibió respuesta. Viajó a Nueva York y allá también la escenificó durante cinco meses. En 1968 regresó para escribir y montar y además educar con las artes escénicas a miles de compatriotas, tarea que lo hizo feliz, imbatible e indomable.
No hay que olvidar que a pesar de muchos contratiempos pudo regentar una sala en el sótano 1 de Parque Central, construida bajo sus indicaciones por el Centro Simón Bolívar; pero durante el gobierno del presidente Jaime Lusinchi la entregó porque no pudo cancelar el condominio.
Se refugió en La Guaira para trabajar con las comunidades más pobres, pero el deslave de 1999 lo sacó y lo aventó hacia Caracas y otras poblaciones para ganarse al diario yantar. Siete años después, otra generación de actores y productores, en un acto paradójico que sólo se da en el mundo de las artes, lo homenajeó y colocó su nombre a ese mismo espacio donde trabajó intensamente en épocas pretéritas. Aceptó hacer un intenso taller de lectura dramatizada con sus 17 obras. Fue su segundo debut, porque todos, hasta sus eternos rivales, le volvieron a mirar y desde entonces es novedad hasta para los medios de comunicación. ¡La vida te da sorpresas!
Nunca se propuso ser "un niño mimado de Caracas", como lo llamó Rubén Monasterios, ni tampoco un niño genio, ya que a los 21 años entró en guerra frontal contra esa gente que suponía que su ascenso era programado. Sí hubo un momento en que se puso a revisar para qué servía todo lo que había hecho en los años 60 y 70, porque en los 80 fue empleado público y lo hizo como para detener su carrera, que arrancó a los 13 años como alfabetizador. Jamás persiguió el éxito y su única cuenta o deuda es con Dios. ¡Alabado sea!
Larga y compleja ha sido la historia de la producción, su complejo rodaje y la accidentada posproducción de la película Vimazoluleka, la ópera prima cinematográfica de Levy Rossell Daal, cuyo estreno se planificó en varias salas venezolanas. Y, por si fuera poco, iniciaba otro proyecto fílmico donde también participaría su hermana Belkys Rossell Daal, la diseñadora. Su vida no fue estéril. Dejó obras y una historia de luchas: su odisea como artista venezolano, a la espera de que se le haga un documental o un texto alusivo.
Yo lo conocí en Cali cuando presentó el espectáculo Amoroso en el teatro Municipal de la capital vallecaucana, a mediados de 1968. Y ni él ni yo sospechábamos lo que nos pasaría después. ¡Fuimos amigos!

Buen teatro venezolano en youtube

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¿Cuántos videos de las obras de la ACH van al canal youtube gratuito?, preguntamos al teatrero y productor Federico Pacanins
El canal Youtube de la Asociación Cultural Humboldt se estrenó hace algo más de un mes, con el video-teatro del montaje que hicimos -bajo mi dirección y puesta en escena- de Macbeth, grabado bajo las pautas de montaje ofrecido en la primera temporada teatral de este año 2020, justo antes de la cuarentena. La idea, por ahora, está en que la ACH, como institución dedicada a la divulgación de hechos culturales, ofrezca semanalmente por la plataforma internaútica de youtube, videos de las producciones -teatro, conciertos, danzas, recitales, conferencias- que hemos presentado en estos últimos años.
La transmisión periódica, con estrenos de fin de semana, nos han llevado a sumar al estreno de Macbeth, pues la revista musical Kurt Weill: de Berlín a Nueva York, Quehaceres -recitativo lírico de la reconocida poeta y dramaturga venezolana Ida Gramcko-, Alta traición-pieza con mi firma y la puesta en escena de José Tomás Angola-, y, este fin de semana, la obra de Elizabeth Yrausquin dedicada a los últimos días del sabio Goethe: Delirio en Marienbad

¿Está en el futuro algún cobro?
En la ACH estamos a la expectativa del devenir de los tiempos. Aunque en la junta directiva de la ACH ya veníamos considerando la posibilidad de un canal youtube, jamás pensamos que tendríamos que activarlo y tomarlo como medio de difusión principal de nuestras actividades en estos meses. Esperamos, sí, que la misma dinámica de la solución de los problemas coyunturales que vivimos, pues vaya marcando nuestros planes futuros... Como una institución exclusivamente patrocinada por nuestros miembros y amigos, tal vez en el futuro, como ya lo hacen otras instituciones culturales, consideremos la posibilidad de obtener patrocinios mediante contribuciones sugeridas para cada transmisión,o, quizás, mediante la ayuda del patrocinio anual a las actividades de la ACH. Ya veremos.
¿Cuáles son los vídeos de esas producciones teatrales?
Podemos dividir los videos en dos tipos de producción: aquellos que provienen de temporadas y montajes ya ofrecidos al público (los que estamos programando actualmente), y otros que constituyan estreno absoluto o, quizás, pre-estreno de un próximo montaje.


¿Qué equipo técnico te asesoró?
La ACH, bajo la dirección ejecutiva de Astrid Pasik, cuenta con un eficiente equipo de grabación, edición, montaje, diseño y difusión en medios para animar la programación del canal. El licenciado en Comunicación Social y director técnico, José Martínez, es el encargado de la edición y montaje; la licenciada en Comunicación Social y actriz Silvia de Abreu tiene a su cargo la parte de diseño e imagen de las piezas ofrecidas y sus promociones en redes; Anakarina Fajardo, también licenciada en Comunicación Social y actriz, toma a su cargo la divulgación en prensa y redes internáuticas de los eventos pautados; y la socióloga y primera actriz, Sandra Yajure, es la vocera e imagen de la ACH en cuanto a mensajes en medios de comunicación se requiera.
Los directores y darmaturgos José Tomás Angola e Elizabeth Yrausquin, cabe reconocerlo, han aportado, además de su talento escénico, pues su importante asesoría y consejo.
¿Podría  enumerar cada una de esas producciones y sus respectivos elencos, así como también las fechas en que estuvieron en cartelera?
Los videos ofrecidos por el canal, como dije, tienen como común denominador el hecho de haber estado en cartelera en la Sala principal del teatro de la ACH durante los últimos dos años. Macbeth de Shakespeare, Kurt Weil: de Berlín a Nueva York, Quehaceres de Ida Gramcko, Alta traición: Ezra Pound vs. Thomas Mann, son piezas de diversa índole que encabezan una lista que, en semanas próximas, aumentará la programación del canal con títulos como Delirio en Marienbad de Elizabeth Yrausquin, Baila la calle con el "big band" del CVA bajo la dirección de Albert Hernández y la participación de la joven estrella Katherine Coll y, primicia importante, el video de Rey Lear -de nuevo Shakespeare-, presentado a finales del año pasado, bajo la dirección de Gerardo Blanco y con la participación estelar del primer actor Jorge Palacios.

Realismo goldoniano y realismo mágico

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Sebastiano Salvato
Carlo Goldoni, dramaturgo italiano del Siglo XVIII, fue un hombre que hizo una acción individual reformista para el teatro, pero nunca de hecho encontró una colocación crítica en el panorama cultural italiano; para lo cual intentaremos analizar, bajo la óptica de teórico de la escena y hombre de la história, algunos razgos de su poética en comparación con algunos aspectos de la literatura latinoamericana del Siglo XX, nos cuemnta el teatrero italiano-venezolano Sebastiano Salvato. 
Según la tradicción, la reforma de Goldoni quiso dar un texto escrito a la comedia improvisada. Prácticamente las compañias de la Commedia dell’Arte eran formadas por muy buenos y cultivados actores, pues para nada ignorantes como suele acotar una cierta tradicción; con una preparación y una sensibilidad modernas y una forma de actuar muy a la “italiana” que improvisaban basandose sobre un canovaccio, o sea un cañamazo, historias o aventuras. 
Esta forma de hacer teatro duró como un siglo y medio. A lo largo del tiempo, después del fallecimiento de los mejores actores esta improvisación se había convertido en una especie de repetición porque los actores ahora mostraban tendencia a escribir sus parlamentos. Los actores sí improvisaban, pero repitiendo siempre las mismas palabras codificadas desde hace siglo y medio. 
A partir de ahí Goldoni empieza su reforma que no quiso ser solamente estructural, sino también y sobretodo moral y política. El teatro de la reforma con su alcanze europeo resolvió realmente un problema cuya lógica se condensa en  la creación del primero grande teatro nacional-popular italiano en el sentido moderno del término. Pues sería el concepto  gramsciano - de Antonio Gramsci, pensador, crìtico y hombre político italiano (1891-1937) - de la realidad popular de una nación que se torna universal y actual.  
Yo creo que el teatro y su mensaje, la comunicación, el sendido de la obra y su disfrute viven en mutua relación dialéctica; sin esta relación dialéctica no hay teatro. Estoy convencido de que exíste una equivocación  entorno a la evaluación de la obra goldoniana precisamente porque no se le dió el justo peso a esa relación dialéctica. 
Hay un  antiguo error consolidado por ejemplo de evaluar la obra de Goldoni como moralizadora, agradable y sonriente, hecha de puro juego cómico siempre al filo de la vana galantería y de una teatralidad encerrada en su convencionalismo. Estas son posiciones erradas si pensamos que en la dedicación de Los Rusticos  Goldoni dice “Yo trato de  buscar y decir siempre la verdad ”. 

Ahora,  yo no entiendo porque nunca se quiso  aceptar el verdadero significado de esta afirmación que es la única forma para que un artista resulte intelectualmente honesto;  la honestidad de un artista  es la capacidad de entender la realidad de las cosas y elevarla a sistema de arte; y que el carácter fundamental de la parte creativa nace de la sencillez y de la participación afectuosa para la construcción del destino de los demás, o sea de la sociedad. Goldoni dice que el sentimiento que un artista debería perseguir es:

 “[...]aquel que tenemos impreso en el alma, aquel que la razón nos enseña, aquel  que a través de la lectura y la observación se perfecciona, aquel  que en  fin deriva de la verdadera poesía, que consiste en la posibilidad de imaginar, de inventar y vestir las fabulas de alegria y de metáforas misteriosas”
En este pequeño apartado de confesión estética, Goldoni parece anticipar paradojicamente  el  «realismo mágico» en el sentido que por una parte dice que es necesario  partir de la realidad, pero al mismo tiempo aclara que la realidad no es  suficiente; pues se necesita elevarla con fuerza poética hasta llegar a imaginar,  inventar,  vestir las fabulas que son, al fin y al cabo, histórias, alegorías, metáforas, misterio.  Esta aseveración goldoniana me avecina aún más a esa idea personal de que el Señor Giménez queda simbolicamente más cercano al señor Goldoni más de lo que yo pensaba. Hay una curiosa coincidencia entre la poética goldoniana y el realismo mágico del Nuevo Mundo.

El «realismo goldoniano» como el «realismo mágico» por lo que significaron en sus respetivas épocas, hoy los percibo como un capítulo de nuestra historia –  tanto la latinoaméricana como la europea –  protagonizado por la hegemonía burguesa. El «realismo mágico» nasce como un movimiento literario colectivo de los años Sesenta que involucró también la investigación teatral del continemte latinoamericano; el «realismo goldoniano» es la acción individual de un hombre del Siglo XVIII – Goldoni - que apunta a una reforma del teatro. Sin embargo, las dos poéticas se afincan en los grandes momentos evolutivos de la historia que corresponde al Siglo XX para América latina, y al Siglo XVIII para Europa.

Asimismo, ambos fenómenos culturales cogen vuelo precisamente ahí donde hay una toma de conciencia sobre los nuevos temas políticos y sociales y, en consecuencia,  se presenta  la necesidad de fundar un nuevo humanismo que halla en el «realismo» su lenguaje más consonante. Claro está, todo  lenguaje “realistico” no tiene un sólo modo de expresarse; es más, éste va cobrando distintas connotaciones en función de la situación en la que se encuentra, es decir la nación de proveniencia y  las fuentes inspiradoras, tanto en América latina como en Europa.
La metodología del lenguaje “realistico” con  respeto a la realidad es común a todas formulaciones y asume “el hombre político” – en el sentido brechtiano del término – como medida de todas las cosas. Pues podemos decir que tanto el «realismo mágico» como el «realismo goldoniano» cobran análogo significado metodológico. Para ambos fenómenos el marco es una sociedad que se halla en un momento de ebullición: a Goldoni le corresponde ese pasaje que va de un ordenamiento aristocrático a un ordenamiento bourgués; a los autores latinoamericanos les corresponde la coyuntura  de las dictaduras militares y políticas que han convertido la palabra en una herramienta para manipular a los pueblos, así que los artistas estarían obligados a eligir entre la libertad y la dictadura, cuya modalidad se resolvió, tal cual como historicamente se manifestò.
De ese enjambre social latinoamericano salieron al mundo excelsos hombres de las letras – Borges, Asturias, Garcia Marquéz en las letras; Villa-Lobos, Ginastera, Chávez en la música; Siqueiros, Rivera, Tamayo en las artes plásticas -  que dieron vida a un laborioso movimiento empeñado en hallar las raíces de las culturas autóctonas – precolombinas – que la Conquista barrió con un solo gesto en los albores del Siglo XVI.
En Cien Años de Soledad, Macondo, más que un lugar es un estado del alma que se convierte en el marco ideal para un análisis de comportamientos donde el tiempo es circular y concéntrico estableciendo cadencias psicológicas y poéticas unidas a la lógica de las acciones; asímismo, el lugar físico donde se desarrolla la história de El Señor Presidente de Asturias es un elemento aleatorio, y anuque el autor no lo aclara en ningun momento, resulta fácil deducir que se trata de Guatemala, aunque, podria tratarse de algun otro pais de América latina. De manera análoga, en el escenario,  Le Baruffe Chiozzotte - Las riñas de Chioggia - la acción se cumple en una atmósfera sin tiempo, aunque estemos en el puerto de Chioggia; ahí no hay estación climatica  ni hora sino  una luz enrarecida, que corresponde a la luz del teatro; el tiempo es atemporal, es un tiempo destensado que sacude los nervios de los personajes provocando la pereza o la reacción. Esto es el razgo del “no-naturalismo” goldoniano. 

El «realismo mágico» como dice la misma palabra, es una poética que se sitúa a mitad de camino entre el elemento mágico y la representación realista con una descripción meticulosa y atenta de la realidad, que no descuida ningún detalle sino que alcanza ese efecto de distanciamiento mediante el uso de elementos mágicos descritos a su vez realisticamente. 

En el «realismo goldoniano» - en la realidad concreta del escenario -  el elemento poético se halla en el color de la palabra, en el tono de la voz, el fraseo, el carácter del personaje, el ritmo, la mímica, la luz, la imágen, el paisaje geográfico. En fin, se trata de conseguir la celula fundamental del acontesimiento teatral realizado en el escenario con una progresiva propención hacia la teatralidad.  Pues, la condición esencial de Macondo como la de Chioggia es la expreción plastica de la vida misma en el sentido más amplio, que son carácteres reales o imaginarios, colores, aromas, sonidos, sentimientos antagónicos, como el amor o el odio.
El antagonista del «realismo mágico» fue la tecnología, vale decir esa discrepancia que nasce entre la cultura incipiente de la tecnología de los años Sesenta y la cultura de la superstición. Para Goldoni en vez, los antagonistas fueron el  individualismo de Gozzi, la propención al patrón reiterativo de las máscaras y  sobretodo el frívolo estetismo del melodrama de Metastasio, Racine y Corbeille.  Las comparaciones entre las dos poéticas introducen ese nexo asombroso del carácter poético del teatro goldoniano y la  narrativa latinoamericana de la segunda mitad del Siglo XX. 
En lineamientos generales, hay una concordancia ideológica de ambos lenguajes comparados, que van más alla de los módulos estéticos e interpretativos tanto en lo literario como en lo teatral. Esto es la realidad, con sus implicaciones políticas y sociales. Por ello, hay que enfocar la multiforme realidad de la vida para concebir un teatro no como un lugar museístico, sino como un lugar en el que coge vuelo la dinámica histórica que se mueve con personajes totalmente humanos y por ende contradictorios, verdaderos; que brindan al público una suerte de modelo existencial e histórico. 
Y nosotros, hacedores de un Teatro de Arte tenemos la responsabilidad de defender todo patrimonio histórico europeo y latinoamericano: nosotros debemos inclinar a un arte humano, para un mundo más humano, más justo, más solidal. Y si acaso esto suena utópico, pues bién, un artista ha de perseguir utopías necesarias para colmar ese vacío nihilista de un Occidente que corre hacia la muerte definitiva de su misma identidad y, de facto, sin un pensamiento utópico, un proyecto ideal,  social y cultural. Lo único que queda es, la pasiva esperanza cristiana

La Compañía Nacional de Teatro cumple 36 años

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Teatro criollo es su fuerte.

Carlos Arroyo hace un balance de la Compañía Nacional de Teatro, de la cual es su actual director general. “Todo un gran desafío para la cultura venezolana comenzó ese 22 de mayo de 1984, cuando el Ejecutivo Nacional publicó en la Gaceta Oficial No.32982, el Decreto No. 133 para crear la Compañía Nacional de Teatro; en sus artículos 1 y 4 se consignaron que la nueva institución, una asociación civil del Estado, tiene como objetivo apoyar la labor de los profesionales que han contribuido al desarrollo del teatro venezolano, así como propiciar la promoción y capacitación de los nuevos valores, y que su repertorio debería incluir las mejores obras del teatro venezolano e internacional para el disfrute del público de todo el país”.
Un decreto siguiente, el 134,designó a Isaac Chocrón Serfaty como director general de la Compañía Nacional de Teatro. La CNT a lo largo de 1984 comenzó a estructurar sus planes y asegurar la infraestructura económica y laboral de la institución; formó un grupo de colaboradores, aseguró como sede permanente el Teatro Nacional (en la esquina de Cipreses), consiguió los indispensables locales para las oficinas y salas de ensayo, gracias a los directivos del Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño y aseguró los servicios escenográficos y de vestuario, así como un taller para las realizaciones escenográficas. La respuesta a todo ese trabajo colectivo se hizo evidente en la noche del 27 de febrero de 1985, cuando a solo nueve meses de creada oficialmente, la CNT realizó su primer estreno con la pieza Asia y el Lejano Oriente, de Chocrón Serfaty, y bajo la dirección de Román Chalbaud. 
En 49 funciones unos 14 mil espectadores respaldaron el trabajo que se iniciaba. Así arrancó una tarea que no ha cesado y la cual ha   permitido la participación de un centenar de actores y técnicos, además del estreno o debut de dramaturgos nacionales y extranjeros, además el desempeño de un personal administrativo y las gerencias responsables de profesionales como Elías Pérez Borja, Pantelis Palamides,   María Cristina Lozada, Ugo Ulive, Néstor Caballero, Héctor Manrique, Eduardo Gil, Alfredo Caldera y llegamos hasta el propio Carlos Arroyo, que todo un conocido artista llanero que tiene su agrupación en Guanare, desde hace un treintena de años y está ahora “prestado” a la CNT.
Arroyo ha respondido así a nuestras preguntas.
 ¿Cuál es su balance profesional sobre su trabajo y el de la CNT durante estos años y lo que significa para la institución, ahora que cumplirá 36 años de labores?
Al arribar a sus primeros 36 años, la CNT proseguirá toda una campaña nacional y poder hacer así una serie de ajustes de carácter histórico en lo gerencial, lo artístico, y lo político. La CNT deberá definir y adelantar sus planes actuales y los venideros, pero en su primera instancia deberá analizar el gran legado social de nuestro país y, muy en especial, su teatralidad venezolana.  
 Con respecto a la teatralidad venezolana, insistió en que el público actual está ávido de un teatro que permita abordar diversos temas, realidades y necesidades de nuestro, país, desde la actual contemporaneidad. "Además, hay que revisar los pensum y programas académicos con el fin de integrar o reforzar la dramaturgia nacional, también realizaremos lecturas dramatizadas de las autores emergentes, para así rescatar la teatralidad y la historia venezolanas a través de la investigación de sus artes escénicas, así como también el regreso del  Festival Nacional de Teatro y el generoso apoyo del ministro Ernesto Villegas, además del apoyo de Fundarte.
Destacó que la CNT proseguirá con su Premio Apacuana para una dramaturgia cuya temática promueva el análisis y la discusión de la actualidad venezolana mediante el reconocimiento de nuevos planteamientos discursivos y estéticos de la dramaturgia nacional. Es un concurso válido para todos los creadores venezolanos dentro y fuera del territorio y extranjeros (con 10 años de residencia en el país) con una obra de teatro inédita y original de cualquier temática, que no haya sido galardonada ni escenificada anteriormente. El ganador (a) obtendrá un premio único en metálico, diploma, publicación y el montaje de la obra por la Compañía Nacional de Teatro. El premio forma parte de las políticas de fortalecimiento de la dramaturgia nacional para el enaltecimiento de la capacidad creativa y de producción artística criolla.Por primera vez, la CNT, al arribar sus 36 años, tiene su sede artística, el teatro Alberto de Paz y Mateos. 
¿Cómo ha sido esa gerencia y cuáles son los alcances de la misma, especialmente por la consecución de una nueva audiencia? 
El teatro Alberto de Paz y Mateos fue el escenario del lanzamiento durante mediados del siglo pasado de la dramaturgia de Chocrón, Román Chalbaud, José Ignacio Cabrujas, Rodolfo Santana y Elio Palencia entre otros. Hay que aceitar nuestros sistemas de promoción    para captar más espectadores. No es una tarea fácil.
 ¿Cuáles son los espectáculos que llevará la CNT a escena, después del montaje Popol Vuh?
 El Popol Vuh, dirigido por José Luis León y con la participación esmerada del elenco estable de la CNT, demostró que se si pueden hacer auténticas producciones artísticas, contando además con la   Orquesta Filarmónica Municipal, dirigida por Daniel Gil, y con la valiosa colaboración de un compositor como Federico Ruíz, quien compuso una especial partitura para ese texto, cuyo original es atribuido a los indígenas centroamericanos, el pueblo maya.
La CNT repiso Oscuro, de noche , de Pablo García Gámez. y estrenó Fin de mundo de Rubén Joya, y alista los ensayos y la producción de Un dorado llamado pais , centrado en la explotación petrolera, escrito y dirigido por Franklin Tovar. 
"Es posible que desde Guanare traigamos al grupo Teatro Estable de Portuguesa con su creación Los inmigrantes , basada en un cuento de Rómulo Gallegos, dirigida por Aníbal Grunn". 
¿Cuál es la programación formal para celebrar los 36 años de la CNT?
Seguimos ajustando los proyectos para ejecutar desde nuestra sede. Por ahora vamos a trabajar sobre un cuento de Aquiles Nazoa, hay que teatralizarlo, y esperar que pase la pandemia de CRV-19.Tenemos un elenco hermoso y una magia que sólo el teatro puede darla.Esperemos que la nefasta pandemia no obstaculicé más a las artes, ni a los artistas ni a los periodistas y críticos.Teatro es lo que hay y publico curioso,


Santana eterno en el teatro

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El espectáculo Rumba caliente sobre el muro de Berlín, creado sobre la obra homónima de Rodolfo Santana, fue el gran estreno del Festival Nacional de Teatro Caracas 2011, en la Sala Anna Julia Rojas de Unearte. Ahí, el meritorio director José Gregorio Cabello y su acoplado grupo Manatí eran los oficiantes de un extraño ritual con personajes metafísicos o fantásticos, y además muertos, quienes cantan y bailan a la vida sobre las ruinas de ese algo que el mismo autor ha señalado como “la costumbre, muy humana, de encontrar siempre las leyes y permisos que permiten elevar muros y prohibiciones”.
Santana, pues, a sus 67 años recién cumplidos, no tenía miedo alguno de enfrentarse a un público, anquilosado mentalmente por el cine, la televisión y el teatro realistas, y proponerle un juego intelectual, un exhaustivo acertijo para obligarlo a pensar sobre asuntos tan básicos como la religión, Dios, la vida, la muerte, la libertad, los gobiernos y hasta el amor, pero usando personajes cotidianos tales como una mujer transformada en ángel, un obrero empeñado en levantar muros, y un militar dedicado a fiscalizarlo y ordenarlo todo, en compañía de unos soldados perrunos, etcétera. ¡El teatro copia a la vida, eso es todo!
En resumen, el Santana de quien conocemos las claves de su cantera teatral,  regresó a dos piezas básicas en su extensa dramaturgia: Nuestro Padre Drácula y La empresa perdona un momento de locura, ambas exhibidas en los años 70, donde los seres humanos se inventan mitos y monstruos para jugar con ellos y aceptar además que lo dominen y lo esclavicen, y además enseña como el hombre explota a sus congéneres sin piedad alguna para lucrar o para jugar con ellos. Textos, para nuestro entender, existencialistas, en la medida que materializan aquello que nos gusta y que además no hacen daño pero no podemos vivir sin ellos o dominarlos. En ambas piezas el juego de la representación es básico o fundamental, se esta actuando o imitando a un ser que ha copiado o creado por otros. Teatro dentro del teatro, o vivir de acuerdo a las normas y hasta jugar que podemos alzarnos y cambiarlas cuando nos incomodan.
Por supuesto que Santana no hace ensayos filosóficos complicados o densos, nada de eso, recurre a lo lúdico y lo cómico y, quizás lo más delicado de su propuesta, invoca y personifica a la violencia, al tiempo que pretende explicarla, de darle un sentido para que no sea una fuerza ciega, como lo ha escrito.“Las violencias soterradas o explicitas duermen en todos los pechos humanos. Son parte de nuestra naturaleza y una de las virtudes de la representación es que puede mostrarla en todo lo que tiene de peligro y liberación”, reitera. Todos tenemos un demonio adentro y a veces le damos salida.
Hay, por supuesto otras lecturas posibles sobre este texto y su espectáculo, apreciaciones incluso muy comprometidas, para los tiempos que vivimos, pero que se las dejamos a los espectadores porque todavía el teatro es el único rincón del mundo donde impera la libertad.

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