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Channel: EL ESPECTADOR venezolano
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Bodas sangrientas en el llano

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Preguntamos a  Eduardo Viloria Díaz, productor y director del espectáculo Bodas de sangre, correctamentebasado en el texto original de Federico García Lorca, pero ambientado en las llanuras venezolanas, quienes son los que lo acompañan en esa poco frecuente aventura cultural, la  cual hace temporada en la sala Humboldt y después ira a los espacios del BOD.
Y él el, sin dudarlo nos dio la lista de la gente que lo acompaña. Ellos son: Martha Estrada, Valentina Garrido, Asdrúbal Blanco, Egon Ilka, Nelson Lehmann, Marisol Matheus, Gonzalo Velutini, Bárbara Ares ,Jennifer Flores, Sheila Monterola, Belinda Lozada, Verónica Meneses, Verónica León, Lady Herrera, Vittorino Leal, Miguel Ángel Treccia, Javier González, Jhonaz, Alfredo Gutiérrez,   Rudyard Villalobos, Jonnathan Montenegro, Alfredo Gutiérrez, Erling Paiva, Alejandro Velázquez,David Blanco,Manuel Troconis,Jonnathan Montenegro, María Gómez,Eliana Barrios,José Michelli, Eduardo “Bigote” Belisario, Víctor Grillet y Yorkis Díaz
 Viloria Díaz reconoció que al teatro llegó por un mero movimiento del destino en 1994, “conté con la fortuna de acercarme a Rajatabla, primero como amigo, luego como colaborador y finalmente formé parte de ellos, fui imbuido por esa magnífica centrifuga que era ese ambiente donde el hecho de la creación colectiva me pareció un descubrimiento equiparable al de la rueda y me dije “¡eureka!”, conseguí de la mano de personas como Daniel López quien me dijo  siempre vas a estar donde tú quieras estar, y ellos son: David Blanco, German Mendieta; Ingrid Muñoz, Andrés Vásquez, Wilfredo Tortosa, José Roberto Díaz, Rufino Dorta, Gerardo Luongo, Wilfredo Torres y un montón de compañeros una auténtica camaradería y de los que recibí valiosas enseñanzas. También debo agradecer a Daniel Uribe con quien trabajé mucho y consolidé una gran amistad. Deseo eso sí, manifestarte que aunque nunca trabajé formalmente con ellos, me sentí, porque así me lo hicieron sentir, un miembro de otra compañía a la que admiro mucho, es la gente del Grupo Theja, disfruté mucho de verlos y compartir en sus procesos creativos, José Simón Escalona y Angélica eran unas estupendas fuentes de conocimiento y de eso siempre estaré agradecido. Desde hace mucho mis caminos se alejaron del teatro y me dediqué a trabajar en televisión, publicidad y principalmente en el cine, pero justo desde hace un año, me centré en retomar y como el hijo prodigo que retorna a la viña, he sido recibido afectuosamente por ese padre amoroso y comprensivo como lo es el teatro. Hoy te puedo decir que hago teatro porque siento la necesidad de la libertad y la simplicidad con la que se sintetiza la creación, ha sido una vuelta francamente satisfactoria”.
No queda duda alguna que esta versión a la venezolana de la española  Bodas de sangre  es excelente. Hay actuaciones de premio y lo mejor de todo es el ritmo y la feliz combinación de las atmósferas  realistas con la sub realidad, con la ficción, con la fantasía. Ahí estaba el ánima de García Lorca en una fiesta matrimonial del llano venezolano. Eso es todo.Una calidad profesional como pocas veces hemos visto.
 Y Viloria  Díaz nos insistió  que  lo que persigue hacer  no es desde la premisa individual,  “porque nada hay más grandioso que un grupo de personas que juntas pueden producir algo que se encona en la mente y el sentir del público. Es por esto que decidimos formar la compañía Teatro del Buen Paso, buscando a pesar de la casi imposible situación que el espíritu de los grupos teatrales resurja en algún momento. Este proyecto cuenta, muy particularmente con con Valentina Garrido, Gonzalo Velutini, Nelson Lehmann, Asdrúbal Blanco y Yorkis Díaz. Gracias a todos ellos”.


La corona maldita de Macbeth

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La corona de Macbeth llegará al teatro de la Asociación Cultural Humboldt por cuatro únicas funciones, los próximos sábados (4:00 pm) y domingos (11:00 am) 22, 23, 29 de febrero y 1 de marzo.
Esta tragedia de William Shakespeare, que se cree que fue representada por primera vez en 1606, dramatiza las perjudiciales consecuencias, físicas y psicológicas, de la desmedida ambición política en aquellos que buscan el poder y justifican todos los medios para alcanzarlo. La obra está libremente basada en el relato de la vida de un personaje histórico, Macbeth, rey de los escoceses entre 1040 y 1057.
En la pieza, dirigida por Federico Pacanins, se unen la lujuria, la ambición, la traición y la maldad. Macbeth es un noble y valeroso militar escocés, quien, partiendo de una profecía y ante la insistencia de su esposa, Lady Macbeth, comete regicidio y se convierte en el Rey de Escocia, situación que conlleva a que el hombre viva con ansiedad y miedo, volviéndose incapaz de confiar en sus cercanos.
A continuación, la ficha artística del elenco:
Macbeth – José Tomás Angola –; Lady Macbeth – Sandra Yajure –; Banquo – Gerardo Soto –; MacDuff – Carlos Abbatemarco –; Rey Duncan – José Antonio Barrios –; Malcolm – Carlos Manuel González –; Brujas – Valentina Garrido, Silvia De Abreu y Andrea Mariña –; Médico – Orlando Villalobos –; Sargento – Edisson Spinetti –; Lenox – Juan Carlos Grisal –; Ross – Rafael Gorrochotegui –; Dama de Lady Macbeth – Anakarina Fajardo –; Lady MacDuff – Zair Mora –; Seyton – Cipriano Castro Flores –; Criada – Camila González –; Soldados – Daniel Martínez y Andrés Sierra –.
El montaje cuenta con la asesoría artística de Leonardo Azparren, la asistencia de dirección de Yessica Serrano, la producción general de Williams Blanco, la dirección de arte de Elizabeth Yrausquín, el vestuario de Fabiola Neri, la escenografía de Freddy Belisario, la iluminación de Manuel Troconis, la coreografía de Anakarina Fajardo y la dirección musical de Albert Hernández.
Tras el rotundo éxito de Rey Lear, protagonizada por el primer actor Jorge Palacios y dirigida por Gerardo Blanco López, en este 2020, Macbeth inaugura la Experiencia Shakespeare que la Asociación Cultural Humboldt ha organizado con la finalidad de presentar clásicos como Medida por medida,Otelo, Coriolano, entre otros. En ese sentido, la ACH brindará a la audiencia una variada programación de teatro isabelino que inició en septiembre del 2019 y culminará a mediados del presente año, reuniendo a diferentes agrupaciones teatrales de gran trayectoria en Venezuela, como lo son Grupo Bagazos, La Máquina Teatro, Grupo Asklepión, y otros.
La Asociación Cultural Humboldt nació en 1949 con el objetivo de difundir y fomentar nacional e internacionalmente las culturas venezolana y germánica, en sus aspectos científicos, literarios, artísticos y lingüísticos. Por ello, en este año 2020, la ACH ofrece Una luz para la Humboldt, título que se le otorga a su amplia programación de actividades especiales que reúne conciertos de música clásica, popular e infantil; obras de teatro y teatro musical; conferencias; recitales; presentaciones de danza; exposiciones; ciclos de cine; publicaciones literarias; entre otras.
Macbeth se llevará a cabo por cuatro únicas funciones, los próximos sábados y domingos 22, 23, 29 de febrero y 1 de marzo, sábados a las 4 p.m. y domingos a las 11 A.M., en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt, ubicada en el corazón de San Bernardino, entre el Hotel Ávila y el IESA, Av. Juan Germán Roscio, cruce con Av. Jorge Washington, Caracas. Las entradas pueden ser adquiridas en la taquilla del teatro y a través del correo asohumboldt@gmail.com. Más información en las redes sociales @asohumboldt.

Loco es aquel que dice que no lo está

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El maestro Rubén Pinto, mejor conocido como Paúl Williams, fallecido el 1 de julio de 2019, fue un reconocido docente, dramaturgo y director de teatro, que dedicó su vida a las artes escénicas y a la formación de creadores del hecho teatral nacional.
Paul Williams, como se le conoció artísticamente, nació en Caracas, en 1940 y se formó bajo la égida de la directora argentina Juana Sujo y del chileno Horacio Peterson, instalados en la capital  para hacer cine y teatro, además. Por más de 30 años y hasta su muerte fue docente de la Cátedra de Interpretación de la institución de docencia teatral Porfirio Rodríguez, en Petare, en la que desde el año 2009 figuró como su director general. En paralelo fue el director artístico del grupo Teatro del Gato Negro durante los 27 años de trayectoria de la agrupación. Además tiene en su haber más de dos decenas de obras originales y adaptaciones.
Con su pieza Loco es aquel que dice que no lo está llega a la Sala Rajatabla para entrar en lo más profundo de los pensamientos de los espectadores caraqueños, del 31 de enero al 9 de febrero, viernes, sábados y domingos, 5:00 PM, gracias, y es importante reconocerlo y ponderarlo a las entregas histriónicas de Jennifer Morales, Yohn Terán, Vanessa Mejías y Naiby Alcaráz, dirigidos por la performántica Jennifer Morales y Adriana Bustamante, teniendo a Leonel Lanz en la asistencia general.
No es nada difícil de digerir lo que se dice en el espectáculo porque es un híbrido de chistes de salón de gente cultura con observaciones filosóficas, como eran las charlas cotidianas del autor,  bastante célebre por su humor negro y temido.Deben las nuevas generaciones de teatreros venezolanos de este asombroso siglo XXI leerlo y desmenuzarlo porque tiene muchas facetas interesantes.

Montan a Gustavo Ott en Argentina y Chile

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Vladimir Vera en funciones.
El artista Vladimir Vera salió de Caracas hace varios años y actualmente vive y trabaja en Santiago de Chile y también en ciudades argentinas, donde ha montado obras de varios autores y ahora la hará con una pieza del criollo Gustavo Ott.
¿Por qué Chile y Argentina… y no Venezuela?
La pregunta se responde sola. El nivel de vida que detenta el artista venezolano es paupérrimo. El último año que viví en Venezuela fui asaltado cinco veces a mano armada, tenía cinco trabajos y nunca sabía realmente si era posible llegar con dinero a finales de mes. Si, tenía un estatus, ya era conocido como director teatral, pero en un país con hambre, donde en el momento de mí partida la población pensaba más en hacer filas para conseguir la alimentación básica con lo poco que ganaban y el teatro era su preocupación más mínima. Cuando el alimento escasea, todo lo demás es secundario. 
¿Cómo le ha ido?
Yo siento que con todas las limitaciones que presenta el ser inmigrante, me ha ido bien. He realizado más de una docena de obras cortas, estrené en Argentina La piel en llamas, con un elenco maravilloso. Gané una mención de dirección por mí cortometraje Amanecer en Barcelona, España. He comenzado a refundar el grupo Teatro Forte con grandes talentos que han hecho darle una madurez a los montajes y me mantengo constantemente dictando clases teatrales en la academia "Soñadores del Arte". Honestamente creo que Chile es un país que aunque tiende a ser receloso con brindar los espacios artísticos a los inmigrantes, igual te permite desarrollarte y generar una buena calidad de vida.
¿Por qué Ott y no otro?
Estoy montando un texto inédito de Gustavo Ott: La lengua del pájaro carpintero que lo protagonizan Irving Gutierrez y Fedora Freites. Para mí Ott es la gran voz de la dramaturgia venezolana contemporánea. La diversidad de sus temas, su profundidad y su humor, siempre me hace volver a sus letras. El año pasado tuvimos el honor de presentar en el Festival internacional de Teatro breve en Córdoba, Argentina, su obra Notará que llevo un arma. La recepción fue fantástica y quisimos volver a trabajar con un texto de Gustavo. Él me ofreció este texto inédito y es obviamente un honor, montar un texto de Ott que nunca ningún otro ha asumido su dirección.
¿Qué viene después?
Luego de presentar El pájaro carpintero en Córdoba, estamos pensando en asumir otro texto de Ott. Igual Teatro Forte seguirá presentando obras en los espacios de Soñadores del arte en Santiago. Y bueno, quizás es por la edad, la madurez muerde, como dice el amigo Ott; y a esta edad  uno empieza a ser seducido por autores como Chejov, Ibsen, Shakespeare y Müller. Amanecerá y veremos, querido amigo. Por lo pronto, siguen abiertos los talleres de Teatro Forte en “Soñadores del arte”.




Para no olvidar al cubano Miguel Ponce

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El teatrista  o teatrero cubano Miguel Ponce, una de las figuras más destacadas del teatro en el exilio, falleció el martes 7 de enero de 2012 en Barquisimeto, víctima de una dolencia cardíaca. Aqui lo recordamos porque lo conocimos y además impulso a varios jóvenes venezolanos, como Armando Carias en Asalto y otro texto, de Fernando Arrabal,El arquitecto y el emperador de Asiria.
Ponce, de 80 años, impartía un taller de actuación en el país suramericano cuyo objetivo era montar una versión de Hamlet, de William Shakespeare, que se estrenaría aquel  27 de marzo, Día Internacional del Teatro.
De acuerdo con la información que cita al actor mexicano Federico Castillo, compañero y discípulo del teatrista durante 33 años, Ponce “Estaba lleno de energía”. El cubano había sufrido un primer infarto cardíaco el 31 de diciembre, del que se repuso; y el martes 3 de enero, en la madrugada, sufrió otro que le causaría la muerte.
“Después del primer paro aguantó hasta el final”, declaró Castillo.“Todos estamos muy conmovidos”.
Tras su salida al exilio en 1965, Ponce ejerció como actor, director y profesor en Miami, Nueva York y Los Ángeles, actividades en las que sobresalió y que desempeñó también más tarde en varias ciudades europeas y latinoamericanas.
Nacido el 29 de septiembre en la ciudad de Matanzas, el teatrista cubano trabajó en varias compañías de la Isla, entre ellas, Teatro Estudio, donde fue alumno de Vicente Revuelta.
Sobre Ponce, el actor también cubano Orestes Matacena (Los Ángeles), declaró: “Fue como un hermano para mí”. Y recordó sus trabajos en La Habana y la fundación de Teatro 66 en Miami.
Al respecto, dijo: “Cuando salió de Cuba vía México, llegó a Los Ángeles y enseguida se puso en contacto conmigo, que para entonces vivía en Miami”.
Con Teatro 66 consiguieron representar varios títulos del teatro universal y contaron como actores con figuras como Alfonso Cremata, Mario Salas Lanz, Norma Niurka y Teresa María Rojas.
Esta última, desde Miami, expresó sobre Ponce: “Fue un hombre consagrado a las tablas”. “Cerca de 1967 me dirigió en la comedia ¡No, por favor!, junto a Luis Oquendo y Cecilio Noble, ya fallecidos. Después nos vimos en España. Fue un excelente actor que vivió dedicado al teatro”, añadió.
En 1968 Ponce y Matacena fundaron en Nueva York la compañía Teatro de Las Américas, con la que sorprendieron al público y la crítica desde su primera función al representar The Grab Bag, dirigida por Ponce y producida por Matacena, en la que aparecían desnudos masculinos y femeninos.
Sobre la compañía, Matacena recuerda “¡Llegamos a estrenar hasta 18 obras en un año!”.
En los 70, Ponce fue contratado como director artístico de una sala en San Francisco por la compañía Zoetrope del realizador estadounidense Francis Ford Coppola, según Matacena.
“Miguel trabajó como actor en varios países de Europa. Y cuando estuvo en Polonia trabajó en el teatro (de uno de los innovadores de la escena mundial) Jerzy Grotowski”, añadió.
Sobre el trabajo de Ponce en Nueva York, el cineasta Iván Acosta destacó que fue uno de los primeros en llevar teatro en español a los parques de la ciudad.
“Fue uno de los directores más audaces y exigentes del teatro cubano en el exilio. En 1969 presentó al aire libre las comedias Mefistófeles y El velorio de Pachencho en el Lincoln Center”, dijo Acosta, que lo recuerda como “una persona muy solitaria que siempre soñó con volver a hacer teatro en Cuba”.
También el actor Rubén Rabasa recordó la etapa neoyorkina de Ponce: “El grupo cambiaba de nombre de acuerdo a los años. Primero fue el Teatro 66, luego el 67 y después el 68. Más tarde conseguimos un local que bautizamos El Teatro de Las Américas de Nueva York, con la ayuda del State Council of the Arts, con el que hicimos obras en español y en inglés”, dijo.
“Luego Ponce se fue a Colombia y fundó una escuela de actores”, añadió y subrayó la pasión que este sentía por la enseñanza: “Todo ser humano debería estudiar drama para comprender los problemas de sus semejantes”, repetía Ponce, según Rabasa.
Por su parte, la vedette Mirta Medina recordó cómo en los 60 en La Habana “fui a verlo porque me dijeron que estaba haciendo audiciones a jóvenes principiantes. Y como yo tenía tanta avidez de aprender asistí a sus talleres en la sala El Sótano de El Vedado”. “Era una persona muy afable, inteligente y con mucha paciencia para enseñar. Para él todo era poesía”.
En los últimos años Miguel Ponce actuó y dirigió en Miami con sus grupos Minimal Teatro —creado en Madrid en 1985 con el nombre de Teatro Iberoamericano— y Nuevo Teatro 66. Sus últimos montajes fueron Asalto (2009), El ángel de la culpa (2010) y Romeo y Julieta (2010).
El sepelio del teatrista cubano tuvo lugar en el Cementerio Municipal de Barquisimeto, señala la nota de El Nuevo Herald y añade “Entre los familiares cercanos que le sobreviven se encuentran su hermana Ida María Ponce, residente en Miami, y varios sobrinos, entre ellos el actor Roland Rusinek”.


Cajita de Arrayanes otra vez en el teatro caraqueño

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Actores y poesía en la escena.
En la Casona Cultural Aquiles Nazoa, en La Carlota, será la primera función de Cajita de arrayanes el  próximo viernes  3 de abril, una producción con la cual la Compañía Nacional, que dirige Carlos Arroyo, prosigue su temporada 2020
 Armando Carías, se alió con la CNT para realizar varias funciones de la excelente comedia musical Cajita de Arrayanes, texto y música de Lutecia Adams y Alecia Castillo.
 Este montaje de Cajita de Arrayanes (estrenada en la UCV hacia 1988) replantea, una vez más, la inteligente utilización del teatro para la vital formación de los valores cívicos en la niñez venezolana. Es una hermosa evocación de la memoria del malogrado poeta Aquiles Nazoa (17.05.1920/25.04.1976), ya que su autora, Lutecia Adams, usa sus exquisitos poemas y sus anécdotas hasta componer un perfecto guión que es cantado por sus 12 intérpretes, acompañados con un acoplado  y bien sonoro sexteto.
La obra plasma la saga del ratón Aquiles y su contagioso amor por la poesía y cómo, gracias a ésta, logra salvar de la desesperanza a los otros ratones de la colonia donde vive ante  las tristes tardes frías. Pero Cajita de Arrayanes es también un canto a las cosas más sencillas de la naturaleza, a las mariposas, a las laboriosas hormigas, al mastranto, a los cochinos…a la poesía misma, como lo demostró ese poeta que exaltó y dignificó a las muñecas de trapo.
Su metáfora, visualmente melosa y preñada de idílicas imágenes campesinas, destinada a los niños y sus progenitores,  acentúa el valor de la poesía, el trabajo y muy especialmente la solidaridad que no es otra cosa que aprender a amar a los unos y a los otros, como lo predica el Nazareno, y la necesaria cooperación con sus semejantes, hasta comprender y disfrutar que amar y cooperar  no son excluyentes, sino todo lo  contrario. El ratón poeta dice cosas como esta: “Una sola mano nunca hará el socialismo”.
Según el intelectual Hans-Thies Lehmann, “el teatro no es político por su contenido, sino porque está hecho de un modo político”, como acontece con Cajita de Arrayanes, donde coexisten los ratones y los gatos y hasta trabajan juntos para sacar adelante su comunidad, usando la cabeza y sobre todo el corazón para apuntalar el bienestar del futuro.
El espectáculo gira en torno a un Tío Vivo o un Carrusel, alegoría de la vida rutinaria de la colonia  de ratones que trabajan la tierra, conviviendo con maravillas que no se detienen a admirar, con pájaros cuyos cantos no disfrutan, con hormigas que no les asombran y con mariposas cuyos colores no tienen tiempo de apreciar, hasta  que el ratón Aquiles les cambia para siempre la rutina... y se marcha dejándoles la enseñanza de creer y predicar  la solidaridad. La música repotencia la anécdota y unifica la puesta en escena que busca reivindicar, el valor de la poesía como fuente  generadora de vida, de esperanza y de futuro, que es ahora.
Conforman el elenco varias figuras destacadas de la CNT y  varios estudiantes del Taller de Formación de la Compañía Nacional de Teatro.
Esta es otra temporada de Cajita de Arrayanes, la cual abrirá además el Festival Internacional de Teatro en el Teatro Municipal. Con esta producción 2020, la Compañía Nacional de Teatro ofrece la posibilidad a niños, niñas y adolescentes de acercarse a una dramaturgia llena de valores propios que nos caracterizan como país y que realzan nuestras costumbres e idiosincrasia.

El cocuy en el teatro de Macarao

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Carlos y Gabriela en su teatro antropológico
Vimos en el teatro Principal de Caracas, el pasado  domingo 9 de febrero, el antropológico espectáculo Cita con el cocuy para un mismo fin, escrito y dirigido por José Luis Gámez y producida por la agrupación “El Teatro de la Silla Rodante”, la cual lleva más de 20 años en los avatares escénicos, según ha declarado su líder.
Gámez  ha dicho que se trata de una compañía de teatro -estudio e itinerante para la investigación, la docencia y la creación teatral, la cual “busca la profesionalización en las aulas para la consecuente labor del aprendizaje en la escena y la consolidación como hombres y mujeres artistas de teatro.
 Emergió como un grupo residente para la realización de espectáculos teatrales de un modo sostenido, pero con plena independencia creadora y funcional. Todos sus integrantes, como Gabriela Rojas, Ronald Alegría, Abraham Veronesse, Beatriz Castro y María Milagros Sabetta, son egresados algunos de Instituto Pedagógico de Caracas (hoy UPEL), y todos ellos creen que es necesaria una praxis teatral ligada a la investigación a través de una indispensable confrontación permanente con todo tipo de público, de allí también la necesidad del factor itinerante.  Y también que la escena sea el lugar de una práctica con varias perspectivas lúdicas ante el hecho teatral. Un constante juego que siempre empiece de cero, una aventura estética sin “ismos”, un riesgo con fundamento, una búsqueda con dirección, colocar al espectador en relaciones escénicas insospechadas, intentar descubrir una nueva catarsis y de ella propiciar una nueva utopía, transfigurar el Carro de Tespis en una Silla Rodante.
  Advierte Gámez que durante los últimos nueve años han operado para consolidar un aprendizaje teatral comunitario, específicamente en la parroquia Macarao, Municipio Libertador, Distritito Capital. ”A lo largo de  todos estos años se han realizado más de una veintena de espectáculos de diversos alcances y formatos. Destacan entre otros El Balcón de Jean Genet, La tetralogía del caos de Carlos Sánchez Delgado (El acto del fin del mundo, 1995; Paisito, 1996, Pecado en Salsa, 1997 y Como Boca è Lobo,1998) y Vida con mamá, 2002, de Elisa Lerner, para citar algunos.
En la actualidad tienen en repertorio el monólogo La Hora Loca, Premio Municipal de Teatro,  escrita y dirigida por Carlos Sánchez Delgado, y protagonizado por Gámez. El vendaval amarillo de César Rengifo y Penélope de José Gabriel Núñez.
Desde el año 2009 han intensificado el trabajo comunitario  y ahora se muestran con Cita con el cocuy para mismo fin, entre otros montajes. La temática y la argumentación pretender ser, y lo logran transmitir desde la escena, como una tradición popular venezolana como el licor extraído de la penca del cocuy puede ser mortal cuando se liga o combina con alcoholes no puros. Las actuaciones oscilan entre la comedia y el esperpento, logrando un clima  escénico extraño que logra atrapar a la audiencia por su cruda veracidad,  ya que está inspirada en una situación real que ocurrió en Macarao y dejó víctimas fatales.


Escindida llega al Festival de Jóvenes Directores

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Carlos Giménez murió en el año 1993.

El dramaturgo venezolano Elio Palencia está en Madrid y desde allá responde a unas preguntas sobre su pieza Escindida, la cual  será estrenada y hará temporada en el Centro Cultural Trasnocho, del 14 al 23 de febrero, en el Festival de Jóvenes Directores.
 Nos dice Elio:
Cuando conocí La Habana en 1987 con Rajatabla y el montaje de Casas Muertas, en aquellos tiempos de nuestro inolvidable Carlos Giménez, la ciudad y su gente me enamoraron enormemente; establecí relaciones de amistad que continuaron y crecieron, y como lo que te enamora, deseas seguirlo, disfrutarlo y conocerlo más, regresé.
Escindida nace, pues, de una estancia que tuve en La Habana a principios de los noventa, justo cuando empezaba el llamado “Período Especial” (Después de la caída de la URSS y por tanto Cuba quedó sin ese respaldo económico en medio del bloqueo); una estancia de privilegio, entonces, porque pude quedarme con familias amigas, integrarme y vivir la fantasía de “mimetizarme” en la cotidianeidad; “pasar por un habanero más” en unos tiempos en los que como turista no era nada fácil. Pues, ese viaje fue una inmersión interesantísima que me regaló muchas sensaciones, constataciones, negaciones, dudas, experiencias de autoconocimiento y de profunda humanidad… pero, sobre todo, me generó interrogantes. Y, claro, a mí las interrogantes me inquietan, quiero responderlas… y ahí está el teatro, la escritura como posibilidad para ponerlas a jugar en función de la dialéctica de dramático, del ver “qué pasa”, de poner gente a hablar en medio de situaciones e intentar observar, entender aunque sea un poco.
Empecé a escribirla en 1991, justo al llegar a Caracas, pero percibí que no expresaba, ni en forma ni en contenido, aquello que se movía dentro de mí y que se alejaba de tajantes blancos y negros, que conllevaba a matices, ruido y silencios, ambigüedades y entrelíneas… ¡y ya sabemos lo incómodas e inasibles que resultan tanto las ambigüedades como las entrelíneas! Insistía, pero nada. La aparqué. Dos años después decidí retomarla, sacarme eso de dentro. Ya vivía en Madrid con la experiencia tanto de la emigración propia como de la cubana (era época de una diáspora enorme, la del hambre) y de la relación con cubanos de dentro que venían de viaje a eventos teatrales del CELCIT y el FIT de Cádiz, me sentía con más herramientas y me puse a ello. Me costó muchísimo encontrar una forma que expresara algo que trascendiera –sin excluirlas- fáciles posiciones polarizadas o deterministas, que se remitiera a sensaciones y preguntas… que rezumara humanidad (finalmente, como concluyó Cabrujas, sobre todo “el teatro es la gente”) y por tanto no desestimara lo impreciso, los agujeros negros, lo indeterminado… eso que puede dar placer, pero también incomodar”.
La mejor forma que encontré fue tomar mi premisa en la que estaban una familia, sus sueños y frustraciones, la precariedad y el hambre… y me acerqué a autores maestros (entonces, participaba de un taller de dramaturgia), me dispuse a jugar al homenaje tanto con la densidad beckettiana o brechtiana, como con la performance, la intertextualidad o la ligereza de la conga, el drama costumbrista y el sainete… Gracias a jugar a ese eclecticismo y persistir en él  –con los escollos y dolencias, pero también alegrías que significa jugar con materiales tan diversos, y tú lo sabes- fue que pude poner “fin” en un borrador, que después trabajé y más tarde envié al Premio Marqués de Bradomín para Jóvenes Autores Teatrales de España, e inesperadamente –no muchos extranjeros lo habían ganado- me lo otorgaron. La editaron y el premio en metálico me dio para vivir varios meses y conocer parte de Marruecos. En algún periódico español, alguien me nombró como “el escritor cubano…”. Supongo que algo parecido le habrá pasado a Rómulo Gallegos cuando escribió Una brizna de paja en el viento, a raíz de su vivencia como exiliado en La Habana. Hasta ahora no se había estrenado, sólo alguna lectura dramatizada en público. Cuando gané el premio, se la envié a Rajatabla –una de mis casas- y sé que la leyeron, pero entonces ya no estaba Carlos Giménez. Estoy seguro de que él hubiese cuando menos propiciado su producción. Un par de directores talentosos y que respeto me habían halagado pidiéndomela para llevarla a escena, pero es una pieza tan fronteriza desde el punto de vista ideológico y estético que la “obvia ubicación” de los interesados me parecía muy peligrosa para los matices que siempre he cuidado como esencia de la pieza. Además de esto el momento y contexto en el que me la pidieron, también hicieron que me abstuviera de autorizarlo. Algo que quizás les fue difícil de comprender pero preferí no correr el riesgo de que un texto mío se prestara a la propaganda y mucho menos defender a algún polo, cosa que no deja de ofender a la inteligencia. Las circunstancias han cambiado y los tiempos también”.
Ahora, un joven director, Francisco Aguana, se ha visto conmovido por ella –cosa que me halaga, extraña y produce curiosidad- y me ha parecido pertinente abrirla la puerta para jugar con ese texto, hacer su primera propuesta a partir de él, arriesgarse y comprometerse con un proceso en el que un creador –y más si cuando sucedieron los hechos que la inspiraron no había nacido- tendría muchos retos por delante. Quedó seleccionado para el Festival y me parece estupendo que esté poniéndole al alma, en una época en la que ese tipo de teatro es muy difícil de producir sin apoyos públicos o privados. Se ha gestionado un elenco muy bueno y un equipo de profesionales con ilusión y esperanza. De modo que todo ese riesgo me produce respeto y admiración, al igual que su carrera como actor y por ello le he prestado todo el apoyo que me ha sido posible. Hacer algo así es esperanzador no sólo para el teatro y las artes, sino para todo lo mejor que pueda visualizarse como futuro en el país.
Y para cerrar, te cuento que el año pasado escribí un musical de pequeño formato para un director venezolano que vive en Londres y tres cantantes líricos de Madrid. Y ahora me encuentro rayando algunas hojas y tecleando acerca de estampas y personajes de un pasado más o menos cercano, algo muy íntimo, pequeñito (lo llamo “un cuadrito”) que me permite moverme lo más libremente que puedo en mi memoria y en los temas que generalmente me mueven… y en el autoconocimiento (Sócrates, delante jajaja) …no mucho más.
Gracias, Edgar.          


Dos cuentos teatrales de Rómulo Gallegos

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Aníbal Grunn.
Entre las novelas  La vorágine (1924) del colombiano José Eustaquio Rivera y Doña Bárbara (1929) de Rómulo Gallegos elegimos la segunda y pudimos así graduarnos de bachilleres, tras hacer un mínimo ensayo crítico. Así, inocentemente, comenzó mi relación con tan valioso venezolano, precisamente aquel que durante un mal día o en una mala hora creyó en los malos y perversos políticos y militares de su patria, y tuvo que  exiliarse, después de haber sido elegido Presidente de la República por el voto universal y secreto, y ejercer escasos nueve meses. Yo llegué a Caracas al día siguiente de su fallecimiento, aquel 5 de abril de 1969, y desde entonces he podido, pues, conocer en palpitante carne y duros huesos a todos sus personajes literarios y apasionarme como uno más por las luchas que ellos libran  o libramos  contra la  barbarie y nuestro apasionado desenfreno por la civilización culta.
Subrayamos este detalle tan personal porque hemos visto en la sala Rajatabla, el otrora templo del gran teatro que creó el legendario argentino  Carlos Giménez, una apasionada versión del galleguiano cuento La mala hora, en  discreta y becketiana versión, escrita y dirigida por  Cesar Rojas, con  las plausibles caracterizaciones de Reinaldo Rivas (Enriqueta) y Omar Churión (Amelia), las  desopilantes hermanas empeñadas en traer hijos al mundo para quedar bien con la pueblerina Caracas  de los años 20  del siglo XX.Temible,rayando en lo  inverosímil, es el relación de amor-odio entre esas dos mujeres y la adoración, casi pagana, al hijo (Gustavo Adolfo) que las abandona, sin saber que su “mamá”  es su tía, etcétera. Con esta pieza argumental, Gallegos se adelanta en la creación literaria a muchos autores de su generación.
Y  no podemos dejar por fuera al otro cuento galleguiano hecho teatro en Guanare, por el argentino Aníbal Grunn y sus criollitos alumnos. Nos referimos a Los inmigrantes, delicioso texto que plasma a un judío libanés y uno italiano  sentados en la banca del parque de un pueblo venezolano, mientras sus hijos se conocen, se aman y deciden procrear una nueva raza. Este espectáculo es una producción de la Compañía Regional de Portuguesa y se verá en Caracas durante el venidero Festival Internacional de Teatro. Razón más que suficiente para citarlo en esta crónica sobre la sentida expresión teatral donde participamos tantos sin detenernos en nuestros orígenes y hermanados por el viejo arte de Tespis.

Santa Bárbara en el teatro joven

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Jeizer Ruiz, actor.
Elio Palencia (Maracay, 1963) hizo un intenso  y deseado viaje a La Habana, donde conoció muchas personas y sus situaciones dentro del difícil contexto  de ese  “periodo especial, que vivieron los habitantes de esa histárica nación.De ahí salió y así lo muestra en su pieza teatral Escindida, donde revela detalles   muy íntimos de como  todos ellos se cortan, se dividen y se separan  en su devenir existencial, pero no se rinden y lograr amar, soñar y seguir soñando. ¡Bravo Cuba!
Escindida nace,  como lo ha dicho Elio, de “una estancia que tuve en La Habana a principios de los años 90, justo cuando se desintegró la URSS y por tanto Cuba quedó sin ese respaldo económico en medio del bloqueo norteamericano.Tuve una estancia de privilegio, entonces, porque pude quedarme con familias amigas, integrarme y vivir la fantasía de mimetizarme en la cotidianidad, pasar por un habanero más en unos tiempos en los que como turista no era nada fácil. Pues, ese viaje fue una inmersión interesantísima que me regaló muchas sensaciones, constataciones, negaciones, dudas, experiencias de autoconocimiento y de profunda humanidad… pero, sobre todo, me generó interrogantes. Y, claro, a mí las interrogantes me inquietan, quiero responderlas… y ahí está el teatro, la escritura como posibilidad para ponerlas a jugar en función de la dialéctica de dramático, del ver “qué pasa”, de poner gente a hablar en medio de situaciones e intentar observar, entender aunque sea un poco.
De todo lo que vio, vivió y sintió Elio en La Habana queda un personaje de extraordinaria teatralidad que es la corporización  de Santa Bárbara, una santa vestida de túnica blanca y una capa roja, como símbolos del catolicismo, una santa que celebran en muchos países de América y Europa cada 4 de diciembre, fecha en la cual se supone su padre le quitó la vida hace más de 1700 años y es el símbolo del martirio y el amor encendido.
Pero Escindida no es solo la evocación de la historia mínima de la fantástica Santa Bárbara, que después fue excluida de la lista de celebraciones religiosas por el Obispo de Roma. Es  una valiente, consideramos nosotros, invitación a reflexionar sobre como se debe vivir en situaciones difíciles. Hay que agregar  que la susodicha santa fue jubilada del Santoral Católico en 1969 por el Concilio Vaticano II convocado por el Papa Juan XXIII, al considerar que no había suficientes pruebas documentales que justificaran su Hoja de Servicios como tal. Pero en Cuba ella es la santa que favorece a sus devotos y ayuda a sus crédulos. Y eso se respeta.
 Y con respecto al espectáculo de Escindida, hay que acotar que hace temporada en el Festival de Jóvenes Directores Trasnocho, con su audaz  y compleja dirección lograda por Francisco Aguana, quien está acompañado de un comprometido elenco de nuevos y veteranos comediantes como son: Manuelita Zelwer, Omaira Abinadé, Jesús Carreño, Jeizer Ruiz ( toda una revelación que se agiganta), Anais Maucó, Sandra Moncada (conmovedora Santa Bárbara), Eunehis Calles, Karla Vieira y Sofía Molina (encarna al símbolo de la nueva Cuba)  y las  bellas y hábiles bailarinas Valentina Martínez y María Elena Sánchez. Es teatro bien hecho.
Nosotros, que nos “metimos un puñal” sobre Santa Bárbara, además con gozo, creemos que Aguana y su equipo se merecen un aplauso y “una ayudita” desde arriba, ustedes saben de donde.



¿Todos somos como Macbeth?

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Con su libro  Shakespeare.La invención de lo humano, un texto de  910 páginas, el gran critico Harold Bloom (Nueva York, 11.07.1930-NewHaven, 14.10.2019) logró marcar una revolución en los estudios sobre el legendario autor teatral por su lucido análisis de la obra de quien, nos creó tal cual somos.
Desde el ingenio de Falstaff a la sublime inteligencia de Hamlet, del aterrador infierno de Macbeth a la agudeza malévola de Yago, Bloom recorre con su análisis la inmensa variedad de personalidades shakesperianas, resaltando aquello que la ha hecho únicas e imprescindibles para la literatura universal.
A lo largo de solo 35 páginas, Bloom apunta que la tradición teatral ha hecho de Macbethla más desafortunada de todas las obras teatrales de Shakespeare, en especial para quienes actúan en ella, como ocurre ahora en la caraqueña sala Humboldt  con la producción de Federico Pacanins, donde José Tomas Angola Heredia da estremecedora vida  al más desafortunado de todos los protagonistas shakesperianos, precisamente porque es el más imaginativo.
Gran maquina asesina, apunta Bloom, Macbeth es dotado por Shakespeare con algo menos que una inteligencia ordinaria, pero con un poder de fantasía tan enorme que pragmáticamente parecer ser el del propio Shakespeare.” Ningún otro drama, ni siquiera El rey Lear, Sueño de una noche de verano o La tempestad, nos sumerge de tal manera en una fantasmagoría. La magia de Sueño de una noche de verano y de La tempestades decisivamente efectiva, mientras que no hay ninguna magia o brujería declarada en El rey Lear, aunque a veces la esperamos porque el drama es de enorme intensidad alucinatoria”.
“La brujería de Macbeth, aunque omnipresente, no puede alterar los acontecimientos materiales, pero la alucinación si puede y efectivamente los altera. La ruda magia de Macbeth es enteramente shakesperiana; se entrega a su propia imaginación como nunca antes, tratando de encontrar sus límites morales (si es que los hay).No sugiero que Macbeth represente a Shakespeare, de ninguna de las más complejas manera, que en que Falstaff y Hamlet puedan representar ciertos aspectos interiores del dramaturgo. Pero en el sentido renacentista de la imaginación (que no es el nuestro), Macbeth bien puede ser el emblema de esa facultad en Shakespeare, una facultad que tiene que haber asustado a Shakespeare y debería aterrarnos a nosotros cuando leemos o presenciemos Macbeth, pues la obra depende del horror de sus propias imaginaciones. La imaginación (o la fantasía) es un asunto equivoco para Shakespeare y su época, en la que significaba a su vez el furor poético, como una especie de sustituto de la inspiración divina, y un desgarrón en la realidad, casi un castigo por el desplazamiento de lo sagrado en lo secular. Shakespeare de alguna manera mitiga el aura negativa de la fantasía en sus obras, pero no en Macbeth, que es una tragedia de la imaginación, aunque la obra proclama triunfalmente “El tiempo es libre” cuando Macbeth es muerto, las reverberaciones de las que no podemos escapar cuando salimos del teatro o cerramos el libro tienen poco que ver con nuestra libertad”.
Bloom enfatiza que Hamlet muere en la libertad, aumentando tal vez  nuestra propia liberación, pero la muerte de Macbeth es menos liberación para nosotros. ”La reacción universal ante Macbeth es que nos identificamos con él, o por lo menos con su imaginación. Ricardo III, Yago y Edmundo son héroes-villanos, es decir que Macbeth es uno de esa compañía parece enteramente equivocado. Ellos se deleitan ante su maldad. Macbeth sufre intensamente de  saber qué hace el mal, y que tiene que seguir haciendo cosas cada vez peores. Shakespeare se asegura de manera bastante aterradora que seamos Macbeth; nuestra identificación con él es involuntaria pero inescapable. Todos nosotros poseemos, en un grado o en otro, una imaginación proléptica, en Macbeth es absoluta. Él es apenas consciente de una ambición, deseo o anhelo antes de verse a sí mismo del otro lado o en la otra orilla, habiendo ejecutado ya el crimen que cumple equívocamente su ambición. Macbeth nos aterra por ese aspecto de nuestra propia imaginación es efectivamente aterrador: parece convertirnos en asesinos, ladrones, usurpadores y violadores”.

Nuestro Macbeth a la venezolana

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La pieza trágica de William Shakespeare, Macbeth, que habría sido representada por vez primera en ese Londres de 1606dramatiza las perjudiciales consecuencias, físicas y psicológicas, de la desmedida ambición política o del poder  en aquellos que  lo buscan y justifican sin remordimientos así todos los medios que aplican para alcanzarlo. Algo muy común en los políticos latinoamericanos, por cierto.
En este Macbeth, dirigido por Federico Pacanins y el cual se presenta o se exhibe en el teatro Humboldt, en San Bernardino, están presentes la lujuria, la ambición, la traición y la maldad. Pues, su protagonista, Macbeth, es un noble y valeroso militar escocés, quien, partiendo de una profecía y ante la insistencia de su esposa, Lady Macbeth, comete regicidio y se convierte en el Rey de Escocia, situación que conlleva a que ese hombre viva con ansiedad y miedo, volviéndose incapaz de confiar en sus cercanos. Le tenía pavor hasta su propia sombra, para decirlo en criollo.
Estetexto de Macbeth  ya fue representado en Caracas por Carlos Giménez y Orlando Arocha, en diferentes épocas y salas, cuenta ahora en este 2020 con  otros auténticos profesionales: Macbeth: José Tomás Angola; Lady Macbeth: Sandra Yajure; Banquo: Gerardo Soto; MacDuff: Carlos Abbatemarco; Rey Duncan: José Antonio Barrios; Malcolm: Carlos Manuel González; las brujas: Valentina Garrido, Silvia De Abreu y Andrea Mariña; Médico: Orlando Villalobos; Sargento: Edisson Spinetti; Lennox: Juan Carlos Grisal; Ross: Rafael Gorrochotegui; Dama de Lady Macbeth: Anakarina Fajardo; Lady MacDuff: Zair Mora; Seyton: Cipriano CastroFlores; Criada: Camila González; Soldados: Daniel Martínez y Andrés Sierra.
Tras el rotundo éxito de El rey Lear, protagonizada por el primer actor Jorge Palacios y dirigida por Gerardo Blanco López durante el año 2019, para este 2020, Macbeth  prosigue así la  plausible Experiencia Shakespeare que la Asociación Cultural Humboldt ha organizado con la finalidad de presentar clásicos como Medida por medidaOteloCoriolano, entre otros.¡Gracias!
Según el crítico Harold Bloom, Macbeth es  cualquier cosa antes que una celebración de la imaginación de Shakespeare, pero es también cualquier cosa antes que una tragedia cristiana. El personaje Macbeth viola la naturaleza humana, pero aunque aprende eso cuando inicia la violación, se niega a seguir a su lady Macbeth en la locura y el suicidio.
Puntualiza Bloom que  aunque es tradicional considerar a Macbeth como únicamente aterradora entre las obras de Shakespeare, “parecerá excéntrico que yo considere que lo aterrador de esta tragedia es de alguna manera sexual en sus orígenes y en sus aspectos dominantes. La violencia de Macbeth nos impresiona sin duda más que a los públicos de su época, pues a muchos, si es que no la mayoría, de los que asistían a las representaciones de Macbeth se sumaban también a las vastas multitudes que atiborraban las ejecuciones públicas en  ese Londres, que incluían los descuartizamientos junto a las más civilizadas decapitaciones”.
En síntesis, Macbeth como espectáculo en estos tiempos exige asumir que somos Macbeth, aunque en la práctica no somos ni asesinos ni  médiums, y él sí. Exige del espectador venezolano del siglo XXI asumir que se trata de un poeta  natural como asesino natural.
Leer el texto y esperar que sus intérpretes lo asuman así y lo muestren con sus actuaciones, algo que aquí vimos, es un trabajo mucho más que un puñado de profesionales oscilando en la cuerda floja de lo demoniaco, especialmente cuando las brujas hacen sus roles y terminan matando o devorado a Macbeth. ¡Felicitaciones para  José Tomas Angola Heredia  y  Sandra Yajure y, por supuesto, para Federico Pacanins por desafiar maldiciones y otras intrigas!
Después de ver y disfrutar este Macbeth a la venezolana, nos congratulamos porque se ha avanzado no solo en la producción sino en su realización global. No todo se ha perdido ni se ha arado en el mar, como diría nuestro legendario Simón de la Trinidad.


Tres años sin la intransigente Sofía

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Sofía Imber.

Tenía 11 años y le cobraba un fuerte (cinco bolívares de esa época) al periodista Alberto Ravell por trabajar en un programa de Radio Continente. Era “Astrid, la estrella del piano”, nombre artístico de una niña que a los tres años había llegado en los brazos de Naum Imber y Ana Barú, huyendo de la persecución de los comunistas rusos desatada contra los judíos de Soroca, en Besarabia.
Así nos lo contó Sofía Imber, en octubre de 2007 y después de tres  años de su mutis final, aquel 20 de febrero de 2017, la evocamos con la última entrevista que nos dio. A más de unos cuantos años de esos inolvidables recuerdos y cuando en su balance vital dejó una impresionante tarea de promotora cultural, como fue la creación, puesta en marcha y ubicación destacada del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, con el apoyo del Estado venezolano, además de haber realizado varias décadas de buen periodismo televisivo, radial y escrito, la otrora “Astrid” o sea Sofía Imber (viuda en dos ocasiones) reconoció que “la vida es como una caraota... es nada”.
Fue en una invernal noche dominical caraqueña y en esa soledad de la quinta Sir, comprada por 600 mil bolívares en la década de los 60, Sofía no explicó porqué ubicaba la vida al nivel de esos apetitosos granos negros, pero sí saboreó un vaso de ginebra con agua de quina, servida por la eficaz peruana Elsa, mientras acariciaba sus tres perros e intentaba cargarlos. Comentó que todavía la radio permite propalar mentiras y engañar a los pueblos. No sucede lo mismo con la televisión y muy en especial la que ella hizo con su esposo Carlos Rangel, dirigidos por el experto Daniel Farías. En esa televisión sin manipulación, los ojos decían una cosa, la boca otra y las manos revelaban otros asuntos, dejando así prácticamente “desnudo” al entrevistado que no sabía mentir o disimular su enojo al ser descubierto.
Y eso hizo temible a la pareja televisiva, pero a la vez era la más buscada por aquellos interesados en venderse en el horario tan especial de Buenos días. ¿Los rocambolescos cambios políticos hicieron de la TV un arma temible o fue la TV la que alteró la política?, es una pregunta que ella se formuló.
Como la nostalgia es tan inocultable como la tos, recordó su dilatada pasantía por los medios impresos, especialmente cuando redactaba la columna “Sofía la intransigente” en El Nacional.
Ella aclaró, quizás tarde, que el calificativo “la intransigente” fue un error de los temibles duendes de las imprentas. Había escrito “Sofía la exigente”, como la llamaban en el MACC. Pero ese equívoco gustó y así se le conoció, cuando precisamente no era para nada “intransigente” sino todo lo contrario. Nunca cambió ese título porque no le gusta dar explicaciones a nadie, aunque ahora lo hizo para dejar sin sombras esa saga.
La memoria la refugia en los sórdidos y húmedos sótanos de Parque Central, entre 1972 y el 23 de enero de 2001, aquella inolvidable etapa de “pedigüeña”, cuando no hubo Gobierno a quien no solicitara los millones de dólares necesarios para erigir y dotar con calidad al MACC. Comenzó en 64 metros cuadrados y dejó más de cuatro mil metros cuadros para salas de exposiciones, oficinas y depósitos. Además de cuatro mil piezas artísticas, “ninguna mediocre”, sin olvidar los 200 Picasso, entre papel y óleos. ”No hay dinero en el país para comprar obras como las que ahí están. Todos sus autores murieron y son irrepetibles”. Tampoco dijo cuánto se invirtió ahí y recomienda revisar los presupuestos asignados, porque cuando salió dejó dos millardos en las cuentas de la institución.
Asegura que su presencia en esos sótanos, a lo largo de 29 años, donde trabajó día y noche, manteniéndose permanentemente informada y cultivando las relaciones con los otros museos del mundo, le permitió forjar un equipo enamorado de su trabajo y entender al MACC como centro educador. Insiste en que la Interpol, el FBI y otros cuerpos policiales deben encontrar el óleo de Henry Matisse, Odalisca con pantalón rojo, oficialmente desaparecido o hurtado o robado el 3 de diciembre de 2002, “cuando yo ya no estaba ahí”.
Y lo dice abiertamente: “el museo ya no me interesa; quedó atrás. Ahora estoy dedicada a rescatar, complementar y preservar, con el apoyo de la buena gente de la Universidad Católica Andrés Bello, más de 3.700 copias de las entrevistas que Carlos Rangel y yo hicimos a personalidades nacionales y mundiales entre 1969 y 1986, en nuestro Buenos Días”. En ese trabajo consume todas sus tardes y la “hace muy feliz porque ahí trabajo para rescatar la memoria viva de una etapa gloriosa del país”.
Descartó escribir sus memorias. Prefiere vivir el ahora y su momento. Deja así que otros escriban su paso por esta vida, donde procreó cuatro hijos y tres nietos. ”Vivo con inmenso placer mi rol de abuela”.
Este periodista conoció a Sofía Imber en 1969, cuando editaba su columna “Criticandito” para el diario La Verdad (ya desaparecido). Un espacio único y testimonio fiel, durante muchos años, del mundo de las artes plásticas vernáculas, que se favorecería después con la aparición del MACC.
APARECIO EL MATISSE
Sofía Imber, fundadora del Museo de Arte Contemporáneo y emblemática promotora de arte en Latinoamérica, se sumó al flujo incesante que tuvo  la exposición Odalisca con pantalón rojo, y llegó, en una visita el  martes 10 de febrero de 2015, la cual arrancó una ovación de parte de un grupo de niños que se encontraban estudiando la obra del célebre pintor francés Henry Matisse, y donde en su recorrido por las salas del MAC mostró mucha satisfacción y orgullo por el estado en el que están las obras del referido ente ubicado en la Zona Cultural de Parque Central.
Esta amante de las artes plásticas tejía miles de comentarios durante su paseo como: el Francis Bacon - Figure at a washbasin (Personaje ante un lavabo)está igualito; esa obra – y señalaba Los Mercaderes de Marisol Escobar- fue la primera que adquirió el museo; este Georges Braque – y se refería a Le Billard (El Billar) de la serie del mismo nombre hay tres en el mundo pero éste es el mejor.
Ímber no dejaba de admirar el gran amor que los trabajadores del MAC le imprimen al museo, “es fabuloso puedes estar contenta de trabajar aquí, es un privilegio”.  Dijo que reconocía “el trabajo que se está haciendo poco a poco, a pesar de todas las dificultades que hay en este momento” y extendió una invitación muy particular: “le puedo decir al público que no se pierdan de lo bueno que es esto, es un tesoro, que lo están cuidando las personas que aquí trabajan para que ustedes puedan venir, y la mayor de veces posibles, porque hay muy buenas obras”.
Durante su paseo brillaron sus ojos al revivir anécdotas de algunas obras de la colección, entre ellas recordó las dificultades que tuvo en la aduana para traer la escultura La Novia de la artista Niki de Saint Phalle o los trámites para adquirir y cómo embaló la Suite Vollard de Pablo Picasso.
La visita al MAC de esa mujer entregada al arte que dejó un legado indiscutible, aún flota en las palabras que dirigió a la generación de niños y jóvenes visitantes: “Los felicito por venir al museo y admirar las obras de arte, agradezco que estén aquí, sigan haciéndolo, ustedes son el presente y el futuro del país, verlos aquí para mí es un orgullo, éste museo es un gran museo y seguirá siéndolo”, suscribe la periodista Teresa Quilez.


Para recordar a Rafael Briceño

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Legendario comediante Rafael Briceño.

Siempre militando en el teatro, esta vez como espectador, el  primer actor Rafael Briceño (Ejido,18.07.1921/Caracas, 22.07.2001) dejó la vida en plena función de Monólogos de la vagina, de Eve Ensler, dirigida por Hector Manrique. Un infarto cesó su andar, sin remisión, precisamente en la sala de Conciertos del Ateneo de Caracas (ahora ya es la sede de Unearte).
Su vida de actor comenzó en su natal estado Mérida, durante su infancia. Pobló la materia de los sueños por todos los medios venezolanos al alcance del actor: las tablas, la televisión, el cine, la radio. No hubo medio que no fatigara con su talento, que no llamaremos genio por respeto a su sentencia: “No me gusta que me llamen genial, ¿qué se puede hacer después de eso?”, dice una crónica de la época, pubicada en la revista digital "Analítica".
Alguien dijo que el único general Juan Vicente Gómez bueno fue Rafael Briceño, en alusión a su impecable interpretación del legendario dictador  en Radio Caracas Televisión, con guión de su inseparable  José Ignacio Cabrujas, con ese también gran comediante del teatro venezolano, desde el espectáculo El sainete en Venezuela, otra cátedra de actuación, hasta personajes como Amadeo en Acto cultural,esa obra de teatro imprescindible para la comprensión de la cultura  propia en la América Latina.No hubo vericueto de la actuación y la recitación que no conociera, como lo demostró, entre un millón de ejemplos, en la Cátedra de Humor “Aquiles Nazoa”, de la Universidad Central de Venezuela. Allí actuó, entre otros espectáculos, en El ramillete de la cursilería universal, en la que elevó la querida cursilería a arte imperecedero. Allí el fatigado arte de la declamación tuvo un rejuvenecimiento magistral.
En sus espectáculos mostró mucho de lo que aprendió con Rafael Guinand, quien se lo llevaba a los mercados populares a observar a la gente. Esa, entre otras, fue su fuente. “Hoy vamos a estudiar a los vendedores de queso”, le decía el maestro Guinand, por ejemplo. Así fue hilvanando esa paleta de matices que enriqueció con los años y fue enseñando a actores de varias generaciones, quienes hoy le deben mucho de lo que saben. Allí conformó lo que Cabrujas llamó “el gesto social del venezolano”.Trabajó durante varios años en ese "portaaviones" que era  esa sociedad de amigos denominada El Nuevo Grupo, junto al director y autor Román Chalbaud y al "múltiple" Isaac Chocrón Serfati.
La política misma lo encontró ayudando a presos políticos  a escapar, disfrazándolos con la gama de personajes de ficción que tanto cultivó, durante  la década de 1960, precisamente cuando estaban recluídos en el Cuartel-Cárcel San Carlos.
Ahora es nuevamente noticia como pronto lo sabrán los lectores.


¿Nadie quiere las películas de Curiel?

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Miguel Curiel se queja y lo argumenta.
"Memorias del sub-desarrollo de Titón es una de las películas “faro” del cine latinoamericano, yo mismo me he propuesto “continuarla” en un proyecto parte “3” que se sucede en Venezuela (segundas partes son peligrosas y ya hubo intentos de ella), y por ello me permito parafrasear este extraordinario film (así como toda la obra de Titón) para la “reflexión” sobre mi “guerra” para lograr convertir mis historias en imágenes (decir cinematográfico ya no pertenece al  ahora a si no a un pre-digital que ya no se impone) en él/este “sub-desarrollo” continuado que vivimos actualmente”, informa el cineasta venezolano Miguel Curiel.
“Me niego a lloriquear (como todos los compañeros cineastas) con “reclamos personales”, de hecho el principal enemigo del cine nacional, a mi entender, son los propios cineastas, sus criterios y sus egos, salvo raras excepciones de “trincheras” personales que se siguen debatiéndose contras los “molinos de viento” (véase “ideologías” tal y como así las concibió el manco de Lepanto)”.
“El sub-desarrollo es una condición mental, a mi manera de entender, enfermedad ideológica de parte de los “políticos” (cuarta y quinta) y de los propios “cineastas” y sus proyectos. Condición que está muy clara en el film de Titón. Incapaces todos ellos de ver la diferencia entre política (política país), política cinematográfica (imágenes del  país), y política cultural (imagen país)”.

“Cuando monté “Latinoamericana de Cine” (quizás la productora de creadores de cine más importante de nuestra cinematográfica), para mi estaba claro que había que establecer productoras de cine, no productoras de “tu” cine. No puedes apostar a un solo caballo, si uno no gana el otro si, y otros quedan tablas. “El poder” se opuso a esa idea, quería “atomizar” la producción para dominarla, lo mismo sucede ahora, directamente pretende que sea “propaganda” de logros (dudosos todos) de una “política” (política país).cuando los países “desarrollados” están muy claros en que “más abierto” es la reflexión imagen, más “abierta” das la idea del “desarrollo” del país, cultura que representas. Más respeto, turismo, industrias, apoyos, etcétera. Ni Bergman, ni Titón, ni Godard, ni Cassavettes, etcétera, ellos no vendían una ideología, representaban “la reflexión” de una sociedad capaz de verse a sí misma, paraíso de todos los logros de un destino país. Véase los suecos y daneses que han logrado penetrar el mercado internacional”.
“¿Que tiene esto que ver conmigo, mi país y sus “cineastas”?, creo no redundar cuando me parece que ninguno, ni gobierno y asociaciones incluidas, se pasean por esta reflexión, reflexión de Titón, Bergman, Cassavettes, Tarantino, etcétera. Los que le han dado. Sentido a la imagen de “una cultura” y de un respeto y se abre a todas las opciones de ella misma”.
Hay que mostrar las heridas como Coriolano, mi proyecto Al Son de Don Juan(primer musical película latinoamericana) que “latiniza musicalmente” la ópera de Mozart - han buscado todas las zancadillas para no darle apoyo, a pesar del tener Ibermedia y fundación orquestas nacionales, Conga de Dos Lunas que reflexiona sobre una sociedad venezolana sin petróleo y dominada por la violencia, estilo cómic, “No me lo vas a creer”, filmada y editada, sobre las fantasías del sexo venezolano (negada su postproducción por el Cnac), ¿Y tú cómo ves la vaina? un acercamiento con humor de que “caramba pasa en Venezuela” ahora, etcétera. Todas negadas, a pesar de sus premios de guión, aportes internacionales en todos los casos, e interés por las proposiciones”.
“Esto dicho, no se trata solamente de la incomprensión de mis compañeros cineastas y sus egos, sino de la completa y absoluta incomprensión cultural del destino de una política para ello, bien sea de las adiciones privadas como  si fuese un gobierno sordo, ciego y mudo ante sus obligaciones culturales”.


Las peludas celestiales regresan a Caracas

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GUSTAVO OTT

La Compañía Nacional de Teatro repondrá  Peludas en el Cielo en la sala 1 del Celarg del 13 de marzo al 29 de marzo, de viernes a domingo, a las 4PM. Luego de su estreno en el Teatro Baralt de Maracaibo y sus exitosas presentaciones,entre ellas, está  la quinta edición del Festival de Teatro de Caracas 2016, la CNT vuelve ahora con Francis Rueda, Aura Rivas, Jorge Canelón y Ariana León, dirigidos por Carlos Arroyo.
Peludas en el Cielo, de Gustavo Ott, es la obra teatral ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015. Esta pieza radica su  historia en la familia Pacheco, donde nos encontramos con una mujer de carácter recio llamada Yesenia (Aura) y su hija Mariana (Ariana); Yesenia perjudicada por un accidente ocasionado por “la Peluda” se ve obligada a quedarse dentro de su casa con su hija porque la calamidad, la oscuridad, “La Peluda” está por llegar. Posteriormente se presentan en escena el resto de los personajes, Jorge Canelón,  Director Cultural de La Alcaldía, doctor, director de teatro, carpintero, astrólogo, entre otros muchos oficios; y Rita (Francis), maestra graduada, doctora y de dudoso origen europeo.
El conflicto se presentará cuando Rita anuncie la noticia de que ha ganado la lotería, desatando así las más bajas pasiones y miserias de estos personajes.  Una tragicomedia en la que Ott, una vez más hace una radiografía del país y sus habitantes.
Esta pieza, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, plasma el universo de cuatro venezolanos que se encuentran en la población  de Piacóa, estado Delta Amacuro, pero que cuyos anhelos y carencias pueden extrapolarse a cualquier realidad local o universal.A Piacóa la acechan miles de mariposas palometas peludas, las cuales son la calamidad, la oscuridad y la amenaza de múltiples enfermedades de carácter eruptivo, por esta razón sus pobladores se preparan en sus casas, ante esta plaga que oscurece el día y pase sin dejar mayores males. Esta metáfora construida a partir de un fenómeno natural de la región, le sirve a Gustavo Ott para hablarnos de lo que como sociedad nos caracteriza.
"La casa de las Pachecos, es el epicentro de esta saga. Allí nos encontramos con Yesenia -mujer de carácter recio, afectada por un dolor en la pierna, producto de un accidente que le ocasionó, una mariposa peluda - y su hija Mariana, quienes se ven obligadas a quedarse dentro de la casa, porque las mariposas peludas están por llegar. Intemporalmente se nos presentan el resto de los personajes:el director de cultura  de la Alcaldía, un doctor, además de director de teatro, carpintero, astrólogo, entre otros muchos oficios; y Rita, maestra graduada, doctora y de dudoso origen europeo".
"La intempestiva noticia de que Rita puede haberse ganado la lotería, desatará el conflicto de la obra, al generar la ambición y proyectar los más íntimos sueños y caprichos de cada uno de los personajes, así como su verdadero carácter. Una Rita, maestra graduada, inconforme con su realidad, con un sentimiento de menosprecio, por su pueblo y gente, y un deseo fantasioso de irse a otro lugar, a su Europa imaginada donde todo es perfecto y bello. Una Mariana, que desea viajar a cualquier lugar del mundo, con la idea de conocer, pero también de evadir. Yesenia, quien siente claramente que no puede alejarse de sus paisajes, pero que se imagina con un yate, con piernas submarinas y cosas que hablen en inglés. Y un director  atrapado en medio de estas tres mujeres, que también se encuentra con su sueño de montar una transnacional de poesía, traficarla, venderla e invadir el mundo con el sueño utópico de que la poesía puede salvar al mundo".
“Con Peludas en el cielo entendemos que la poesía es un espacio perdurable, que nos acompaña durante toda la vida. ¿Por qué no venderla? ¿Por qué no exportarla? ¿Por qué no traficarla? A eso se reduce Piacóa, el mundo y nuestros sueños. Una “peluda” síntesis de cada uno de nosotros”, indica su director Carlos Arroyo.
TALLER CREATIVO
Gustavo Ott  confesó que Peludas en el cielo le tomó varios años. "Estuve en el Delta en el 2011 (precisamente con talleres organizados por la Compañía Nacional de Teatro) y de allí viene el paisaje.  Siempre la pensé como una comedia de tesis, a la manera de Pony, porque dentro del lenguaje, entre el humor y la situación cómica, está la idea del continente recobrado pero sin garantías; una Latinoamérica como antídoto y escudo, pero también como amenaza, desengaño y derrota. Peludas en el cielo funciona como monstruo y me gusta pensar que esa bestia no está fuera de los personajes, sino en lo más íntimo de sus deseos, como en 80 dientes, 4 metros y 200 kilos”.



¿Usted necesita un pasaporte?

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Después de su estreno en 1991 y varios anos de gira en toda Venezuela y por gran parte del mundo, regresa al  Espacio Plural del @trasnochocult en la 6ta edición del Festival de Jóvenes Directores.  Del 28 de Febrero al 8 de Marzo (Viernes 7:30 p.m. Sáb 7:00 p.m. Dom 6:30), la obra  Passportde Gustavo Ott. 
En una estación de trenes despierta un joven (Eugenio) contrariado y confundido, quien intenta comunicarse, pero no lo consigue. Al encontrarse con unos funcionarios militares, intenta hablarles, pero el esfuerzo es en vano, debido a que los oficiales y el viajero no logran entenderse. Es despojado de su pasaporte, retenido por las autoridades y tratado como un terrorista.
Passport relata el calvario que sufre Eugenio, un pasajero que trata de buscar respuestas en un lugar inhóspito, y nos lleva a su viaje surrealista, donde la dificultad del lenguaje es usado como arma de tortura en el ejercicio del poder. La historia se convierte en un espejo social que muestra la incomunicación como factor de dominio y la inmigración y exilio como elementos de fractura social.
 El director  Danny Cruz trae nuevamente a escena Passport en homenaje a Gustavo Ott y a sus actores María Brito, David Villegas y a todos los que han participado desde el 2001. Ahora ahí actúan JeizerRuiz @jeizerconz, Antonio Delli @antoniodelli y  Angel Pelay @angelpelay Producción General: Williams Blanco @williams_teatro y  Dirección General: Danny Cruz @dannytovich

Vuelve Majarete

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Vuelve Majarete,Esta agrupación venezolana que fusiona funk, disco, new soul, acid jazz y ritmos latinos llega este 2020 para volvernos a contagiar de la divertida época de los años 70, con ese toque actual que siempre mantiene viva a esta querida banda.
Desde Ciudad de México, los músicos venezolanos Vera Linares (@MissVeraLu) y Rainer Díaz (@RaiFunky), nos presentan “Esta noche”, una canción que viene de la mano de un video que le rinde honores a la diversión y el reencuentro con la fiesta y los amigos; todo enmarcado en esa sensación que siempre logra transmitir Majarete con cada nuevo tema.
“Esta noche” es letra y música de Vera Linares y Rainer Díaz. Grabada en Árbol Naranja, Bogotá, Colombia. La pieza cuenta con Eddie Cisneros en los Rhodes, piano y teclados. Rainer Díaz en las guitarras, vocoder y teclados, junto a nuestra querida Vera en la voz y coros. Bajo la producción de Pedro Rovetto quien también hizo la programación del tema, grabó el bajo y realizó la mezcla. La masterización estuvo a cargo de Camilo Silva. Todo este team hizo posible “Esta Noche”, una explosión de energía que contagia y nos invita a estar de fiesta.
El video es producción del crew argentino: Boomano Estudio Creativo, guión de Gabriel Atala Garay/Claudio Cao y dirección de Gabriel Atala Garay. Una pieza que nos muestra el encuentro con amigos, una fiesta que se sale de control, las risas y la alegría que siempre vienen de la mano cuando volvemos a ver a esas personas que nos llenan de felicidad.
“Esta noche”, es el primero de una serie de lanzamientos que promete esta agrupación para el 2020; así que atentos a sus redes sociales, porque este año Majarete Sound Machine pretende volvernos a contagiar con su ritmo.
El tema se encuentra disponible por las redes sociales de la banda y en todas la plataformas digitales.

Monólogo de Unamuno en su despedida

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Me  disparo un tiro en la boca y se acabó todo (toma revolver, lo abre, rueda su tambor y prueba el cañón en su boca). No me pasará lo que sucedió o lo que dicen que ocurrió con Federico. Que lo mataron por el culo porque sus enemigos no podían aceptar que siguiera viviendo y después los rojos lo hicieron su mártir, como en efecto ocurrió. Lo sacaron de su cárcel y en  una cuneta le dispararon con fusiles y después desaparecieron su cuerpo, para evitar mayores escándalos que afectarían muchos más a Francisco. Yo me quedo aquí en mi casa  y los espero, pero me mato, sí eso haré. Hoy es 31 de diciembre de 1936 y mañana será otro día. Hoy, al crepúsculo de este día invernal y aterido para la patria en este mal momento, me les escapo en sus narices.
A Federico lo mataron, con coreografía  y escenografía de pésima opereta, junto a una hilera de olivos. El tiempo, pese a sus muchos laberintos, no ha conseguido acallar el eco de esos disparos desnudos. Acaso no haya otro escritor en castellano que tenga una escenografía  vital tan bárbara: poeta, gay, vanidoso, genial, señorito andaluz, teatrero, celebrity, víctima mortal del  poderoso y naciente franquismo,  y  hasta desaparecido, porque  no han logrado determinar donde están sus huesos…y creo que nunca aparecerán.
Conmigo no será así, me suicido, tumbarán la puerta y los médicos militares dirán que fue un infarto. Harán algunos honores y hasta me escoltaran ya cadáver. Dirán que enloquecí y cualquier otra cosa, o hasta dirán que fueron unos sicarios rojos empeñados en dañar la imagen de su patético general.
El comunicado oficial será que un infarto al miocardio me sacó de escena y así será hasta que alguien diga o demuestre lo contrario, pero seguiré viviendo y los atormentaré, siempre.
¿Qué cómo es eso?El centro de mi filosofía  es el deseo de la inmortalidad. La ciencia no satisface tal anhelo porque está basada en la razón que niega la existencia de Dios, la finalidad del mundo y la posibilidad de supervivencia del alma. De este enfrentamiento nace la fe que postula la existencia de un Dios inmortalizador, la finalidad del mundo y la posibilidad de supervivencia del alma. Además, la voluntad no se resigna, luchando desesperadamente contra la razón. De este enfrentamiento nace la fe que postula la existencia de un Dios inmortalizador. La crítica ha señalado las fuentes en las que me basé para elaborar mi filosofía. Tuve que incluir entre las fuentes principales a los místicos españoles del siglo de Oro: Juan de la Cruz y Teresa de Ávila. Hay muchos temas comunes que me unen a los místicos. El primero la necesidad del amor que, manifestándose por los hombres, constituye una vía segura para alcanzar a Dios. El amor sería la novedad que podría resolver ese enfrentamiento entre razón y voluntad.
 Tengo un poema que escribí a Federico García Lorca y quiero compartirlo con vosotros. Primero, os comparto alguna información mía para entender mejor el poema. Un tema que aparece con frecuencia en mis obras es la inmortalidad. Desde mi niñez, era muy religioso, pero cuando fui a Madrid para asistir a la universidad perdí mucha de su fe. Sin embargo, el debate entre religión y razón fue una luchó permanente consigo mismo como es evidente en sus propias palabras: "Cuando la razón me dice que no hay finalidad trascendente, la fe me contesta que debe haberla, y como debe haberla la habrá. Porque no consiste tanto la fe, señores, en crear lo que no vimos, cuanto en crear lo que no vemos. Sólo la fe crea". A esa etapa la fe estaba ganando la lucha adentro, contra mi filosofía.
 Otra batalla en mi vida fue contra la monarquía y después  me fui contra Franco, diciendo, “la nuestra es una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia”. 
No puedo olvidar que le escribí un poema a Lorca y se lo hice llegar. Ahí le decía:         
¡Español, español, saca los pechos y ponte al sol!
Llévate a cuestas la casa; el vivido es lo que pasa
Y se queda el porvivir. Mañana será otro día;
cada día su alegría con su pena de sufrir.
Cada día su mañana con la santísima gana
de cantar. ¿Quién nos quita lo vivido?
¡En el seno del olvido el descanso de soñar!  
Mi poema era optimista, y quería animar la gente con mis palabras: “Mañana será otro día”. Lorca se fue muy temprano y ahora me toca a mí.
¿Por qué o para qué ese poema? Con Lorca compartíamos la  fama literaria de España y yo estaba pasando la filosofía y sabiduría de mi generación a la nueva. Así mismo, podría ser un mensaje a los españoles para que se dieran cuenta darse cuenta de que “ponte al sol” era que había que enfrentar las ideas y acciones de Franco. Y lo  escribí sólo para Lorca y fue un comentario hacía en su homosexualidad. Reconocí  su “pena de sufrir”, le sugerí que olvidara los comentarios dolorosos de otra gente y de seguro que él pudo descansar….porque el anhelado novio gay es todo un descanso.
¿Qué quería    decir con escritores y pensadores  ovíparos y  y vivíparos? Me preguntaron en una ocasión y comenté que es pensamiento  ovíparo aquel que empolla un huevo de ideas a lo largo del tiempo y vivíparo es aquel que da luz bruscamente sin hacer ostensible su proceso interior, Hay quienes que cuando se proponen publicar una obra de importancia o un ensayo de doctrina, toman notas, apuntaciones y citas, y van  asentando en cuartillas cuando se les  va ocurriendo a su propósito, para irlo ordenando de cuando en cuando. Hace un esquema, plano o minuta de su obra, y trabaja luego sobre el; es decir, pone un huevo y lo empolla. Hay otros que no se sirven de notas ni de apuntes sino que lo llevan todo en su cabeza. Cuando conciben el propósito de escribir una novela empiezan a darle vueltas en la cabeza al argumento, lo piensan y repiensan dormidos y despiertos, esto es, gestan. Y cuando tienen verdaderos dolores de parto, se sientan, toman la pluma y paren. Estos son escritores  vivíparos.
El centro de mi filosofía es el deseo de inmortalidad. La ciencia no satisface tal anhelo porque está basada en la razón que niega la existencia de Dios, la finalidad del mundo y la posibilidad de supervivencia del alma. De este enfrentamiento nace la fe que postula la existencia de un Dios inmortalizador.
La crítica ha señalado las fuentes en las que me basa para mi filosofía. Hay muchos temas comunes que me unen con los místicos. El primero es la necesidad del amor que, manifestándose por los hombres, constituye una vía segura para alcanzar a Dios. El amor es la novedad que podría resolver el enfrentamiento entre razón y voluntad.
Un tema que aparece con frecuencia en mis obras es la inmortalidad. Desde mi niñez, era muy religioso, pero cuando fui a Madrid para asistir a la universidad, perdí mucha de esa fe. "Cuando la razón me dice que no hay finalidad trascendente, la fe me contesta que debe haberla, y como debe haberla la habrá. Porque no consiste tanto la fe, señores, en crear lo que no vimos, cuanto en crear lo que no vemos. Sólo la fe crea".
  Otra batalle en mi vida fue contra el gobierno. No apoyé el rey y después fue en contra Franco también, diciendo, “la nuestra es una guerra incivil. Nací arrullado por una guerra civil y sé lo que digo. Vencer no es convencer y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia”.  .
Fui uno de los grandes escritores de la Generación 1890, y los temas comunes son evidentes en aquel poema. La preocupación por España que fue característica de los años 1890s continuó a causa de las políticas españolas, incluyendo antes de la Guerra Civil cuando escribí el poema a Lorca. Sin embargo, este poema es optimista, y me parece que él quería animar la gente con sus palabras: “Mañana será otro día”.
 Me quisieron amilanar al grito de ¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!, y solo consiguieron de este anciano una máxima que se convertiría en premonición: Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que pensarais en España…por ahora.



El novio gay




Antígona pide justicia para todos

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Antígona venezolana y en la sala que impuso Carlos Giménez.

En ocasión de la temporada en la sala Rajatabla del espectáculo Antígona,  hay que recordar que el teatro como manifestación artística, en el mundo occidental, tuvo su origen hace ya miles de años y que el que ha sido parte de la cultura de América latina se originó en Grecia.
En esas milenarias representaciones, de las que hay testimonios escritos, participaban solamente los hombres  y en  la sociedad griega  se caracterizó por ser patriarcal, esto desde la familia. Las mujeres no tenían la oportunidad de participar en las mismas actividades que realizaban los hombres, pero cuando hablamos de actividades, nos referimos a las de todo tipo y una de ellas era el teatro.
En el teatro griego  todos los actores eran hombres. Pero en las obras en las que se requería mujeres, se recurría a los jóvenes o adolescentes griegos, quienes aún poseían una figura delgada, y sobre todo una voz ligera y aguda, similar al de una mujer, además usaban atuendos de color rosa o colores suaves que obviamente darían a entender a los espectadores que se trataba de una mujer.
Además del teatro la vida de la mujer griega estaba limitada a labores netamente hogareñas (educación de los hijos y labores domésticas) y en algunos casos, eran usadas como juguetes sexuales.La principal fuente de información de las mujeres en esta época es homérica: la Iliada y sobre todo la Odisea describen numerosas escenas de la vida cotidiana, donde las mujeres tienen un papel importante.
Los deberes de la mujer giran alrededor de la casa. La señora de la casa era la que se ocupaba de la familia y del hogar. En las casas de los personajes importantes había muchas esclavas. Todos los alimentos eran preparados en la casa por esclavas y servidos por ellas.
Las ropas se hacían en la casa, y en esta tarea estaban implicadas las mujeres de la realeza, así como las esclavas. Las mujeres solían sentarse junto al fuego a hilar y tejer, en el centro de la habitación principal de la casa. Las tablillas procedentes de Pilos, escritas en lineal B, mencionan como tareas de las mujeres el buscar agua y preparar los baños, hilar, tejer, moler grano y recogerlo.
Las mujeres de la realeza tenían un triple papel, como esposas, reinas y amas de casa. La mujer se instala en la casa de su esposo. La unión es monógama, tanto en el mundo de los héroes griegos como en los troyanos.
La  literatura épica pinta atractiva de la vida de las mujeres. Andrómaca y Helena paseaban libremente por las calles de Troya, aunque siempre con escolta, y las mujeres aparecían en el escudo de Aquíles ayudando a la defensa de las murallas de la ciudad.  Podían permanecer en las habitaciones públicas en presencia de invitados varones sin escándalo. No sólo las concubinas sino también las esposas legítimas podían ser consideradas deseables. El poder femenino a muchas les toco parecido destino, cuando se ultraja al poder, ejercido por los hombres, y se trasgreden los limites, siempre se pagaba en moneda de sangre.
El poder femenino llega a través de la rebelión de Antígona. Ese personaje casi mitológico que traspasa la ficción y la temporalidad para reasignarse en cada espacio y tiempo donde lo femenino resiste para clamar justicia, donde la lealtad es una ley absoluta de la propia muerte.
Esta Antígona contemporánea, que viene a ser  la voz de  condenados y  condenadas estará en Rajatabla hasta 22 de marzo.  Se trata de un excelente trabajo teatral  que versiona  textos de Marguerite Yourcenar y Griselda Gambaro, valiéndose del  texto original de Sófocles  para darle al drama así una alegoría dolorosa de la realidad histórica
La obra actual de que muy bien dirige Jericó Montilla y actúa con gran estilo Valentina Cabrera, donde además Niki García tiene su participación, se muestra  a la sociedad de Tebas después de la muerte de los hermanos Eteocles y Polinice, donde reina Creonte, quien ha prohibido dar sepultura al cadáver del Polinice, pero Antígona, su hermana, a pesar del decreto del tirano, obedeciendo a sus sentimientos de amor fraternal, se propone ir a sepultarlo y así se lo comunica a su hermana Ismena. Esta rehúsa acompañarla; entonces ella decide realizarlo sola, pero es detenida y conducida ante el tirano Creonte que la condena a muerte. Hemón, hijo de Creonte y prometido de Antígona, pide a su padre que derogue esta sentencia, que considera injusta. Su padre no accede, y el joven se va al antro en donde ha sido encerrada Antígona; pero, cuando llega ésta ya se ha suicidado. El adivino Tiresias anuncia a Creonte  los tristes acontecimientos que deducidos de sus presagios se avecinan, y el coro exhorta a Creonte a que, para evitarlos, rectifique su sentencia y  perdone a Antígona y dé sepultura a Polinice. Creonte, aunque de mala gana, accede; pero tardíamente, pues Hemón, en su desesperación, al encontrar a Antígona muerta, se suicida a la vista de su padre. Un mensajero viene a anunciar a la reina Eurídice  la muerte de su hijo. Ella, enloquecida por el dolor que le produce la noticia, se retira en silencio y, dentro del palacio, se hunde una espada y muere increpando a Creonte por la muerte de sus hijos. Creonte se ve castigado, como lo dice el coro: “¡Qué tarde parece que vienes a entender lo que es justicia!”, y añade: “Hay que ser sensato en las resoluciones y no violar las leyes escritas”.
 Esta Antígona, del año 2020 en la capital venezolana, es una bofetada a los tiranos contemporáneos que están dispuesto a sacrificar hasta sus propios hijos para no ceder en sus posiciones de un poder que es  totalmente fútil.
Más allá de lo que predicaron los griegos y lo que ha mostrado la contemporánea Jericó Montilla, hay que admitir que los tiranos nuestros, en todas la América y buena parte de Europa y algunos países asiáticos, son más sensatos y no solo detestan a las mujeres en especial, sino a todos los que se le oponen.
Lo que vimos en aquella histórica sala que es presida por una estatua del argentino Carlos Giménez, es excelente como puesta en escena y por todas las diversas y difíciles caracterizaciones que asume la  primera actriz Valentina Cabrera. Le damos gracias a los dioses del mundo, a sabiendas que solo hay uno, el  mismo Dios de los hebreros y los cristianos, de que hemos avanzando aunque todavía hay mujeres a quienes las fulminan y las defenestran sin importarles las sórdidas cifras de los feminicidios.
Y no decimos más, salvo que hombres y mujeres, además de transexuales masculinos y femeninos, deben ver éste espectáculo y sacar sus propias conclusiones, sin olvidarse jamás que todos nacemos de una mujer, la matriz donde todos somos concebidos, y perdónenme la elementalidad de mis razonamientos sobre la insensatez humana que cunde.



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