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Channel: EL ESPECTADOR venezolano
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Para no olvidar jamás a César Rengifo

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El caraqueño César Rengifo es más que un recuerdo, editorializó la revista Theatron (numero 26 de mayo, 2016), de Unearte, Y sirve esto para recordar que a 105 años de su nacimiento y 40 de su mutis, la ausencia que nos dejó su desaparición física se transforma una y otra vez en distintos lugares de nuestra geografía en una presencia fulgurante que trasciende en el tiempo a través de su pensamiento y del invalorable legado que representa su obra.
En Theatron se reitera que en la historia de nuestra cultura contemporánea son muy pocos los artistas criollos que han logrado ocupar de manera tan amplia los espacios del quehacer creador como César Rengifo: dramaturgo, director, pedagogo, poeta, pintor, periodista, y ensayista. “Con persistente voluntad y capacidad de trabajo volcó su mirada y su esfuerzo en el ánimo de desentrañar, desde la perspectiva del excluido social, los procesos históricos de América Latina, y de Venezuela lo cual plasmó con vuelo poético en imágenes, trascendentes tanto en los escenarios como en la pintura. Su pasión era la libertad. Su cuerpo diminuto como de pájaro albergó un alma de gigante que aún sirve de inspiración a todo aquel que se proponga la transformación de la realidad”.
César Rengifo es considerado con razón “El padre de la dramaturgia moderna venezolana”. Lo demuestra no solo su crecida producción, más de 40 obras, sino la forma como abordó, con crudeza y haciendo gala de un estilo no exento de poesía, la realidad de su país, haciendo énfasis en lo social, porque para él la estética que no reivindique al pueblo, carece de función y contenido. Preocupado por la explotación petrolera y el daño que dejaba la maligna conducta de las empresas transnacionales y las displicentes conductas de los gobiernos nacionales de turno, realizó a lo largo de su vida una “tetralogía del petróleo”, piezas que al lograr verlas puestas en la escena, le permitió reescribirlas incluso, donde analizó y cuestionó la explotación petrolera y sus graves consecuencias sociales.
Para el crítico e investigador Leonardo Azpárren Giménez, Rengifo es un dramaturgo importantísimo, que tiene una amplia obra original, y quien junto a Román Chalbaud, Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas y Rodolfo Santana, es uno los grandes puntales del teatro moderno venezolano de la segunda mitad del siglo XX.
TETRALOGIA PETROLERA
Para nosotros, lo mejor de Rengifo es su ejemplar tetralogía del petróleo, donde él arremete contra el imperio de las petroleras y su nefanda presencia en Venezuela. Deberían los teatreros venezolanos detener durante un año sus producciones extranjerizantes, por lo menos, y planificar y ejecutar un ciclo de montajes y foros con esos cuatro textos porque es necesario predicar precisamente con el teatro. Ahí advirtió las frustraciones de un amplio sector de la sociedad venezolana por el sinuoso destino de la renta petrolera, además de la muerte lenta de la agricultura y el éxodo de los campesinos a las grandes ciudades para buscar un destino incierto o esquivo, al tiempo que señalaba la incesante sustitución de la cultura nacional por una foránea, “bien servida” por todos los medios de comunicación.
Ahí están, pues,   Las mariposas en la oscuridad (entre 1951 y 1956), basada en el éxodo y el abandono de los campos venezolanos ante la invasión (y nunca esa palabra fue tan patética) de las empresas petroleras. Muestra el dolor del campesinado al dejar atrás sus raíces, lo que le lleva a supercherías tan burdas y grotescas dejando el presente como testigo de un pasado.
Concibió para únicamente tres actos a El vendaval amarillo (1952), que  transcurre en  el estado Zulia, entre los años 1938 y 1939, una zona que sacrificó su explotación agraria y lanzó, sin destino alguno, a los campesinos, al tiempo que sus poblados eran destruidos. Denuncia con sus diez personajes populares cómo los terratenientes fueron vendiendo, sin contemplaciones, sus haciendas para que las compañías petroleras iniciaran y avanzaran en la búsqueda de “el estiércol del diablo”.
Un marxista, como era César, no podía dejar pasar la oportunidad de inmiscuirse en la vida privada de los empleados estadounidenses de las petroleras, desnudarlos de sus supuestos ropajes de dignidad y exhibirlos como unos asesinos desalmados. Eso lo logró con El raudal de los muertos cansados (1969). Muestra cómo se va urdiendo una serie de intrigas entre los petroleros para quedarse con un cargo burocrático que les permitirá ganarse unos cuantos miles de dólares más, aunque para ello tengan que matar o sacrificar al personal que trabaja para ellos, al tiempo que la explotación petrolera avanza y se lleva por delante a los mismos obreros.
Y diez años antes de su muerte, entregó Las torres y el viento, la más poética y la más completa pieza de su tetralogía petrolera, la cual vimos en memorable montaje que hiciera Herman Lejter. Sintetizó en el preámbulo el valor de las torres de petróleo y el viento en los pueblos donde la explotación del mineral ha cesado: “Torres destruidas y viento. He ahí para muchos venezolanos lo que queda del petróleo”. Como frustración de la riqueza fácil o decepción por el inalcanzable Dorado, las torres en abandono y el viento pasando libre entre las viviendas abandonadas, resulta, por la fuerza de sus significaciones, son casi un personaje. Es una de las obras más resaltantes del teatro de Rengifo, la cual fue llevada a la escena por el Teatro Universitario de la UCV, en los tiempos de Herman Lejter, hacia 1975.
PROFETA
¿Sería chavista César Rengifo si hubiese sobrevivido a sus dolencias físicas, que no eran pocas? No sabemos, porque eso que él denunció en sus obras, no era de su exclusividad, sino que ya el resto la inteligencia venezolana, especialmente la de izquierda. Luchaba para detener el proceso desgastador que durante un gran parte del siglo XX significó la explotación de los hidrocarburos.
No hay que ser chavista para execrar los abusos cometidos, no sólo por las empresas sino por los gobiernos títeres. Lo único cierto es que todo lo que él advirtió se cumplió y que al final el petróleo terminó por ser controlado por el Estado venezolano al desencadenarse una serie de cambios en la conducción política del país, pero las secuelas de los malos años no ha podido curarse todavía, ni los muertos inocentes resucitarán jamás.
Él hizo lo suyo al escribir su teatro, pero muy pocos con poder político le hicieron caso y las consecuencias están a la vista, porque ya no somos un país independiente económicamente. Junto con el alud del capital extranjero, explotador, nos llegó también una pseudo civilización estandarizada. Y junto a los ranchos, habitados por gente depauperada y sin ninguna cultura, apareció la pseudocultura del petróleo”.


RODOLFO IZAGUIRRE SALVADO POR EL CINE

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RODOLFO IZAGUIRRE
El último de los hijos de Pablo y Tula Tosta de Izaguirre no vaciló jamás al trocar la solemnidad de las leyes ni la pesadez de los códigos jurídicos por la liviandad de los sueños y las fantasías posibles que, desde hace más de una centuria, el cine deposita en una alba pantalla. Esa decisión existencial la sopesó y la asumió para siempre, hace ya más de medio siglo, después de convencer a su familia -para ese entonces vivía en una caraqueña casona de Pescador a Cochera- que su destino era estudiar derecho y nada mejor que hacerlo en París, porque el gobernante de turno, el fascista ordinario de Marcos Pérez Jiménez, había cerrado la Universidad Central de Venezuela. Ingresó a la Sorbona y al cabo de un año torció el camino que iba desde su cuarto de estudiante a las adustas aulas, porque se metió en una casa inmensa, al norte de la Ciudad Luz, donde estaba la Cinemateca Francesa. “Ingresé a una cinemateca y nunca más salí de ahí, eso cambió para siempre mi vida. Me convertí en crítico y ensayista sobre esa gran expresión estética que se derivó del experimento de los hermanos Lumière, en aquel París del 28 de diciembre de 1895”.
La cara de Rodolfo Izaguirre se trasforma siempre al relatar, por enésima vez, cómo comenzó su carrera de ensayista y exegeta del cine y además novelista de su amada Venezuela, porque él, a sus largos 80 años no es sino eso: un intelectual con obra propia, además de ser el orgulloso progenitor, junto con la ex bailarina Belén Lobo, compañera de toda una vida, de Rázhil, Boris y Valentina.
Después de participar activamente en la creación de agrupaciones literarias izquierdistas, como Sardio, se dedicó de lleno, entre 1968 y 1988, a la dirección de la Cinemateca Nacional, la cual, tras ser fundada por Margot Benecerraf en 1966, se transformó en el epicentro de un intenso y apasionante proceso de formación de futuros cineastas y de los indispensables espectadores. ”Ella, Margot, se retiró para dedicarse a materializar su sueño de hacer un largometraje sobre esa gran pieza literaria de Gabriel García Márquez que es La cándida Eréndira y su abuela desalmada, utopía que nunca alcanzó”.
No podía ser Rodolfo un burócrata más y así se lo dijo a Simón Alberto Consalvi, presidente el Inciba, cuando le ofreció el cargo y lo puso ahí para que “la Cinemateca marchara bien, cosa que no era fácil ya que el cine nunca había estado en los planes de ningún gobierno, no era asunto de Estado, no figuraba en los planes culturales de ningún gobierno. Hasta ese entonces el cine no interesaba a los gobernantes decimonónicos, más preocupados por las tradicionales bellas artes”.
Pero las pasiones por el cine en el ámbito gubernamental han cambiado y Rodolfo lo advierte con abierta alegría, porque el cine y el desarrollo de una cinematografía nacional sí hacen parte de los planes del Estado y del actual gobierno.
Está asombrado por lo que está haciendo la Villa del Cine, con Lorena Almarza a la cabeza, y espera ver cada uno de los 19 proyectos que ahí se gestan. “El primer cine cubano de la revolución es un buen modelo a seguir”. Recuerda que la primera frase que pronunció Lenín, cuando triunfa la revolución bolchevique: “De todas las artes, el cine es la más importante”. Y como consecuencia de ello es que Stalin ordena rodar películas donde él era un personaje principal, encarnado por diestros actores, mientras que el nefasto Hitler se interesaba más por los documentales. Le parece magnífico que se hagan muchas películas, porque así el actor se foguea y el cineasta aprenda. “Nadie se debe preocupar por la ideología, porque toda la cinematografía del mundo está ideologizada. Bienvenida sea la Villa del Cine”.
Lamenta no tener estadísticas sobre todas las películas que ha visto, “si hubiese sido pelotero quizás tendría esos récords”, pero se ufana de lo que hizo a lo largo de dos décadas en la Cinemateca Nacional, ya que ha escuchado, a viva voz, como es que centenares de personas acudieron a ver tal o cual largometraje y salieron cambiadas para siempre. Muchos pichones de cineastas ahí tomaron sus decisiones y pudieron escoger que hacer de ahí en adelante. “Les pasó lo mismo que a mí, cuando me sumergí en aquella casona parisina y abandoné todo lo que hasta entonces había soñado con el derecho. Me torcí por el cine”.
Tecnología
Rodolfo Izaguirre (Caracas, 9 de enero de 1931) tiene ensayos como Historia sentimental del cine americanoLa belleza de lo imposibleAcechos de la imaginaciónEl cine venezolano y numerosos artículos publicados en varias enciclopedias nacionales e internacionales, además de la novela Alacranes, clave dentro del desarrollo de la ficción urbana. Posee además una obra inconmensurable, sus programas de difusión cinematográfica, durante largas tres décadas en la Radio Nacional de Venezuela: El cine mitología de lo cotidiano. Él, insiste, que el avance del cine no es tanto por el talento de los cineastas, sino una consecuencia del desarrollo de la ciencia cinematográfica. “La tecnología es lo que ha hecho que el cine evolucione. Y los cineastas venezolanos ya están en la capacidad de utilizar esa tecnología, como lo han demostrado y el público se los ha reconocido”. Advierte que la crítica cinematográfica sí ha ido desapareciendo de los periódicos venezolanos, pero el cyber espacio ya está habitado por jóvenes críticos, quienes además utilizan las técnicas que los impresos no les permiten usar


Bodas de sangre en San Bernardino

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Federico García Lorca
Luego de ser aclamada por el público asistente en su reciente temporada, llega a la Asociación Cultural Humboldt la versión innovadora de la obra más hermosa del autor español Federico García Lorca. Solo por cuatro funciones (sábado 25, domingo 26 de enero; sábado 1 y domingo 2 de febrero). La propuesta creativa de esta versión de Bodas de sangre traslada la acción del conocido drama, al llano venezolano en la década de 1930 y la convierte en un musical que interpretan un grupo de 25 artistas en escena. 

“La obra de García Lorca se desarrolla en Andalucía... en nuestro país la influencia andaluza está muy presente, fuimos colonizados e influenciados por los duros hombres originarios del sur de España; por ello nuestra Idiosincrasia y forma de vida es enraizada con las de aquellos seres que nos dejaron por herencia manifestaciones claras en nuestra música, nuestra prosa, forma lingüística, las actividades productivas y sobre todo en la manera de sentir…nuestra pieza recoge y expone ese sentir, herencia andaluza de nuestro llano con la poética de la dramaturgia de un autor internacional como lo es García Lorca”, comenta el director y productor de la pieza, Eduardo Viloria y Díaz.

Martha Estrada, Gonzalo Velutini, Valentina Garrido, Marisol Matheus, Asdrúbal Blanco, Nelson Lehmann, Jennifer Flores, Egon Ilka, Iliana Hernández, Vittorino Leal, son algunos nombres de las destacadas figuras del teatro, música y danza que dan vida a estos personajes llenos de pasión, dolor y fuerza. La música juega un papel protagónico en esta propuesta: la tonada, el zumba que zumba, el condolirio, tonadas de ordeño, cantos de arreo y el gaván, entre otros son interpretados por un grupo de músicos en vivo que logran crear la atmósfera deseada para la acción dramática de esta obra.

“Lo curioso de este caso es que la versión es absolutamente la original, parte de mi propuesta es mostrar la obra del autor que en su prosa y verso cobra el carácter de ese origen común que tenemos Andalucía y el Llano”, explica Eduardo Viloria y Díaz. Las piezas musicales son originales y su director musical es Alfredo Gutiérrez, conocido por su trabajo en el Sistema Nacional de Orquestas.

Bodas de sangre es la obra teatral en prosa y verso más cruda de Federico García Lorca. Una reflexión sobre la vida, la muerte y la única fuerza capaz de vencerla: el amor. Escrita en 1932, esta obra se basa en un suceso real, acaecido en Almería en 1928. Todo empezó con una boda a la que la novia no acudió. Poco después se encontró el cadáver de uno de sus primos y muy cerca de ahí apareció ella, con el vestido desgarrado.
 Este proyecto surge  como  propuesta atrevida y con un vigor estético con el cual la agrupación TEATRO DEL BUENPASO espera imprimir a sus montajes. Esta compañía está compuesta por un cúmulo de talentos con una larga experiencia en la escena teatral y que ahora deciden amalgamar sus esfuerzos y presentar al público, principalmente obras de repertorio clásico y con un numeroso elenco. 


Gilberto Pinto y su legado teatral

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Gilberto y su esposa Francis.
Gilberto Pinto luchó para sobrevivir unos años más y no dejar sola a su última esposa Francis Rueda y además conocer el nieto que les anunciaba Máximo, el hijo de ambos. Pero el 7 de diciembre de 2011 falleció y así ingresó definitivamente en la historia, convulsa pero hermosa, del teatro venezolano como autor, maestro de actores y director de espectáculos. Dejó para estrenar su pieza Mark Crossman regresa a casa, sobre los soldados gringos que pelearon en Vietnam.
Nació el 7 de septiembre de 1929 en una casa de vecindad de la parroquia Santa Rosalía. La obrera Socorro era su madre -ganaba seis bolívares semanales- y la de sus dos hermanos, Lilia y Porfirio Pinto, conocido posteriormente como el teatrero Luis Márquez Páez. Sólo estudió hasta el sexto grado, pero su bachillerato y la universidad fueron los escenarios criollos. Sus únicas diversiones cuando muchacho las realizaba en la YMCA, cuando funcionaba en las inmediaciones del puente La Trinidad.
Unas páginas de El Nacional abandonadas sobre la mesa del billar del YMCA (Young Men's Christian Asociation) atraparon la atención de aquel jovenzuelo. Las hojeó y se detuvo con curiosidad en un reportaje que Carmen Clemente Travieso le hacía al curso de Capacitación Teatral que, bajo los auspicios del Ministerio de Educación, dictaba el profesor mexicano Jesús Gómez Obregón para la juventud caraqueña desde 1947. “Eran las ocho de la mañana, de un día que ya no recuerdo de aquel 1948. Aquello me sorprendió porque no sabía quien había dejado abandonado ese periódico y además lo leído me llamó la atención. No tenía ninguna inclinación hacia el teatro pero mi profesión de vago me llevó a conocer que era aquello. Me encaminé hacia el edificio Casablanca, de Peligro a Puente República, y Carlos Denis, que era una especie de secretario, me inscribió sin mayores requisitos, porque no había más de 25 alumnos. De pronto me encontré en una clase, escuchando al profesor y viendo las improvisaciones de Luisa Mota y Pedro Marthan, quienes ya tenían un año en esos avatares. Todo eso me preocupó y al mismo tiempo me llamó la atención. Y al día siguiente estaba estudiando teatro. Desde entonces no he parado y son algo así como largos 60 años. La vagancia me llevó a la escena”.
Así relató sus inicios en las artes escénicas venezolanas este Gilberto Pinto, Premio Nacional de Teatro de 1999, actor, director, maestro de varias generaciones de comediantes y autor de 19 piezas, una de las cuales, El peligroso encanto de la ociosidad, fue estrenada por la agrupación Rajatabla, bajo la dirección de Germán Mendieta.
Afirmaba, a manera de consejo para los que presentan problemas de salud, que “uno escribe mejor cuando le cuesta hacerlo y no cuando no le cuesta escribir. Este largo tiempo con mis dolencias, me ha permitido serenar mi estilo y acercarme a lo que proponía Ibsen, que era ser económico en las palabras y profundo en el uso de ellas. Eso me ha permitido descubrir que yo escribía de más”.
Abandonó la docencia por razones obvias, pero eso no le impidió reiterar que “la actuación es una sola, todo lo demás son tonterías. La actuación es una, bien sea en teatro, cine o televisión, y en cada una de esas especialidades hay que cumplir las exigencias generales de la profesión: la sensibilidad, la imaginación, la concentración y sobre todo el deseo de jugar a ser otro, lo cual es importantísimo, porque quien no tiene ese deseo no puede ser actor”.
Subrayaba que la investigación es importante, porque ayuda a todo lo demás. “Ayuda a profundizar, pero tiene que partir del juego, porque actuar es como jugar, por eso es que en el mundo sajón actuar se identifica con el término play, porque actuar es como jugar. Cuando se actúa se juega a ser el otro. Es un juego de niños pero emancipados, no es el niño que juega a ser Superman, no, nosotros los adultos jugamos a ser otras cosas porque estamos emancipados. Una de mis mayores satisfacciones es el haber dejado una profunda huella en una gente que hoy está actuando o dirigiendo. Los veo en la televisión, en el cine o el teatro y me llena de satisfacción que algunos de ellos hayan cristalizados sus aspiraciones profesionales y artísticas, porque no hay que olvidar que no todos llegan. Hay un 95 por ciento que se queda en el camino”.
De sus años mozos, durante la compleja década de los 50, recuerda que participó activamente en la lucha popular contra la dictadura perezjimenista. “Hacíamos teatro contestatario en el día y en la noche nos entregábamos a las actividades políticas. Hacíamos graffitis y repartíamos proclamas y propaganda. Y todo ese grupo estaba en una lista negra. Éramos Rafael Briceño, Héctor Myerston, Humberto Orsini y Román Chalbaud, entre otros. La llegada de la democracia no cambió nada: siguieron la torturas, los asesinatos, las represiones y hasta que afortunadamente, vino una pacificación, pero antes mataron a César Trujillo y Oswaldo Orsini entre otros”.
La producción dramatúrgica de Gilberto Pinto está impregnada y cargada de profunda y mordaz crítica social, política e histórica. Dejó leer y representar piezas como El rincón del diabloEl hombre de la rataLa noche moribundaLos fantasmas de TulemónEl confidentePacífico 45La guerrita de RosendoLa muchacha del blue jeansGambito de damaLucrecia, La visita de los generales y El peligroso encanto de la ociosidad, entre otras.
Seguirá vivo siempre que lo recordemos y además veamos en escena sus piezas.


Todas las luces para el Teatro Humboldt

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Federico Pacanins
La cultura teatral caraqueña tiene un gran aliado como es la Asociación Cultural Humboldt, fundada hace 70 años por grupo de ciudadanos alemanes. Ha pasado mucha agua bajo los puentes caraqueños y ahora nos toca reconocer que el mejor espectáculo de la temporada 2019 fue El rey Lear. Pero dejemos que sea precisamente el artífice de tantos logros artísticos, Federico Pacanins, quien responda a nuestras preguntas.
¿Cómo están programadas las actividades de la Asociación Cultural Humboldt para este año 2020?
La Asociación Cultural Humboldt (ACH) ha diseñado una programación presta a dar cabida a eventos de teatro, música académica y popular, danza, exposiciones de artes plásticas, recitales poéticos y conferencias académicas de ciencia y arte, que respondan a la misión de ser un centro cultural binacional de importancia en la ciudad. Es fundamental, para ello, que la programación sea multi-disciplinaria, abierta a todas las manifestaciones, pero que, también ponga acento en una fructífera y bilateral relación con la cultura germánica. De esta forma, por ejemplo, un homenaje a Elizabeth Schon, poeta y dramaturga venezolana de origen alemán, bien puede presentarse en nuestros espacios mediante un par de piezas teatrales intimistas, un recital poético y una exhibición fotográfica.
Otro tanto sucederá con los conciertos en homenaje a los 250 años de Beethoven que ofrecerá la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, bajo la conducción del maestro Rodolfo Saglimbeni, o la presentación de Egmont, también en homenaje a Beethoven, que conducirá la maestra Elisa Vegas al frente de La Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, con la dirección escénica de José Tomás Angola y la participación de nuestro primer actor Gerardo Soto en el rol del héroe alemán. Por su parte, la Fundación Schoegass, fundamental aliado de la ACH, ofrecerá una edición especial del piano venezolano.
Una luz para la Humboldt llevará por título esta programación de 2020 que, a finales de este enero anunciaremos con detalles, y que se inicia el 25 y 26 de enero con la versión de teatro musical de Bodas de sangre de Federico García Lorca, concebida y dirigida por Eduardo Viloria, y continúa en los primeros días de febrero iniciando el ciclo de teatro de cámara con Knotche, el doctor que venció la muerte, pieza de la joven dramaturga Isabella García Ramos, dirigida por Vilma Ramia, que da justo lugar al mítico doctor alemán que vivió en Galipan en el siglo pasado.
¿Cuál es el balance del año 2019 en cuanto a la afluencia de público y los logros artísticos?
 El año pasado ofrecimos una programación dedicada a conmemorar los 70 años de la ACH. Más de cien eventos fueron ofrecidos con una afluencia notable de público que pudo disfrutar, por ejemplo, de Las Nueve Sinfonías de Beethoven a cargo de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, del estreno latinoamericano de la Cantata Humboldt de Mendelssohn ofrecida por la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, de los estrenos de piezas teatrales dedicadas a Goethe -Delirio en Marienbad de Elizabeth Irausquin-, a Humboldt... a Kurt Weill, Nat King Cole y Aldemaro Romero en teatro musical... a Thomas Mann y Ezra Pound -Alta Traición pieza premiada por la Fundación Isaac Chocrón -, a un particular héroe de la Primera Guerra Mundial protagonista de El Molino de José Tomás Angola. También se ofrecieron exhibiciones de artistas como Luisa Ritcher, Alexandra Von Fedack o Roberto de la Fuente. Un concurso de fotografía inspirado en Humboldt que incluyó la exhibición de un documental de Solveig Hoogesteijn y de la película Aire Librede Luis Armando Roche, un festival-concurso de teatro universitario, un encuentro con el Rock y la caída del muro de Berlín a cargo de Félix Allueva... piezas infantiles de teatro, y un largo etcétera que también involucró la presentación de recitales poéticos y conferencias de interés científico.
Merece destacar dentro de las actividades realizadas en el año 2019, una especial publicación impulsada por la Fundación Schnoegass, con el cuido editorial de Karl Krispin, dedicada a destacar figuras venezolanas-germánicas que mucho dejan saber del especial vínculo bilateral que mueve a la ACH. El año aniversario fue culminado por El Mesíasde G.F. Handel bajo la dirección de María Guinand y la Schola Santorum, y por una especial y muy concurrida temporada de El rey Lear, parte del ciclo "La experiencia Shakespeare", bajo la dirección de Gerardo blanco, con un estelar elenco encabezado por la luminosa interpretación de Lear a cargo del primer actor Jorge Palacios.

¿La gente de Caracas se pregunta sí el teatro Humboldt es exclusivo para espectáculos producidos por la Asociación  Humboldt?
Los espectáculos y eventos que ofrece la ACH son en su mayoría co-producciones de alto nivel artístico que involucran el esfuerzo económico de instituciones muy diversas. La Fundación Schnoegass, La Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, La Orquesta Filarmónica Nacional, los diversos núcleos del Sistema Nacional de Orquestas Simón Bolívar, la Schola Cantorum, Mozarteum Caracas, Centro Venezolano Americano... el grupo Bagazos, La Máquina Teatro, Escénica, Grupo Asklepión, Matilda Corral, Luigi Sciamanna, Eduardo Viloria, Federico Pacanins, Miguel Issa en cuanto a producciones teatrales... Las Academias y Universidades que tiene actividad en el país.Estos nombres mencionados, y muchos más, constituyen el núcleo productor de muchos eventos donde la ACH tiene una colaboración institucional de facilitar el espacio escénico del teatro y sus facilidades al mayor grupo de creadores posible.
Ahora bien, la ACH , bajo la dirección administrativa de Astrid Pasik en concordancia con la Junta Directiva de la institución, también toma iniciativa en co-producir un limitado número de eventos propios, mediante patrocinios puntuales dedicados a programaciones especiales: este año, digamos, la programación especial de "Una Luz para la Humboldt", que da continuidad a "La experiencia Shakespeare", por decir.
¿Cómo se ha propuesto el montaje de Macbeth desde la puesta en escena hasta la dirección del actor protagonista y el resto elenco?
La Experiencia Shakespeare es una de nuestras más importantes propuestas. Se trata de llevar a escena clásicos del más importante dramaturgo universal en la forma más digna y profesional posible. Medida por medida bajo la dirección de José Tomás Angola, dio inicio al ciclo. La pieza fue escogida para iniciar el ciclo por tener un tono germánico muy apropiado (se desarrolla en la Viena de 1600). Continuó  la serie con El rey Lear, bajo la dirección del maestro Gerardo Blanco, con la impecable interpretación del maestro Jorge Palacios. Otelobajo la dirección de Javier Moreno, y Coriolanobajo la dirección de Sandra Yajure son otros títulos de esta experiencia, que, por cierto, también cuenta con la asesoría artística del maestro Leonardo Azpárren.
Cada propuesta constituye un reto enorme porque, en nuestro ambiente, los montajes clásicos siempre suponen una "primera vez" en muchos sentidos. Así sucede con la pieza escogida y su particular versión -es increíble que un clásico como El rey Lear haya tenido su estreno nacional en este reciente diciembre de 2019-, o que actores y directores de larga o breve trayectoria sean debutantes en obras de teatro shakespereano. Primeras veces: estrenos para versiones de las obras, para actores, productores, escenógrafos, vestuaristas, para todo... No tenemos en el país compañías especializadas en clásicos y las maravillosas experiencias en esta materia del grupo Rajatabla o de la Compañía Nacional de Teatro, que ahora dirige Carlos Arroyo, por decir, solamente han conseguido en estas últimas décadas secuencias nobles, dignas pero acaso esporádicas -el Otelo de Javier Moreno, el Hamlet de Armando Álvarez, el Macbeth de Orlando Arocha, son válidos ejemplos-. Sin embargo, dar espacio y sentido de "teatro de repertorio" con equipo y sala caraqueña, es parte fundamental de esta Experiencia Shakespeare. Se trata, pues, de ofrecer al Teatro de la ACH como un espacio para teatro clásico en nuestra ciudad.
Otra parte fundamental en la Experiencia está en la selección de la versión que proponemos en cada montaje. Adecuar la versión de Nicanor Parra de El rey Lear, o la de León Felipe de Macbethes una actividad esencial para dar vida a la puesta en escena que cada director se proponga. En mi caso, se trata de una versión absolutamente poética y dinámica de Macbeth, con la posibilidad de un muy buen decir en nuestra lengua (y, por ende, muy buen "entender'), que acaso da pie a escenificar sucesos escoceses del siglo XI, con una mirada propia del siglo XXI. Para ello con la participación de nuestro grupo habitual de actores, con la actuación especial de nuestros primeros actores José Tomás Angola, en el rol de Macbeth, y de Sandra Yajure en el rol de Lady Macbeth. José Antonio Barrios participará como el Rey Duncan, Gerardo Soto como Banquo, Valentina Garrido como Bruja líder...Carlos Abattemarco será MacDuff, Juan Carlos Grisal en el rol de Lennox, Carlos Manuel González como Malcolm, Edisson Spinetti, el Sargento, Orlando Villalobos, el médico... distinguidos veteranos combinados a jóvenes actores profesionales de nuestra escena: Silvia De Abreu, Anakarina Fajardo, Zahir Mora, Rafael Gorrochotegui, Andrea Mariña, Camila González, Cipriano Castro...También contaremos con Elizabeth Irausquin en la dirección de arte, Fabiola Neri en los vestuarios. Tendremos igualmente el apoyo escenográfico del maestro Freddy Belisario, de Manuel Troconis en el diseño de iluminación, de Yessica Serrano en la asistencia de dirección, de Williams Blanco, en la producción general y un largo e importante etcétera que una producción, en este caso bajo mi dirección general, de esta magnitud supone.
El montaje, pleno de detalles escénicos, contará también con música en escena, a cargo del maestro Albert Hernández, quien conmigo va examinando transiciones, efectos, y música de los montajes más clásicos de Macbeth -"King´s men y su Canción de la bruja o la danza de las brujas, por ejemplo-, para dar así complemento al profundo y meticuloso trabajo actoral y de puesta en escena de los incomparables textos poéticos de esta versión. El 22 y 23 de febrero, por cierto, es el estreno.

¿
Hay posibilidad de más funciones del memorable espectáculo El rey Lear?
La ACH a través de la Experiencia Shakespeare propone un montaje inicial de cuatro o cinco funciones. El Teatro Humboldt tiene aforo de 320 puestos, con muy buenas condiciones para alojar una pieza de teatro clásico. Si cualquiera las piezas ofrecidas en el ciclo llega a tener unos 800 o 1000 espectadores en su temporada inicial, pues la consideramos un éxito en cuanto a la audiencia presente. En todo caso, creemos que estamos formando las bases para ofrecer un teatro de repertorio susceptible de futuras temporadas, porque el esfuerzo inicial de montaje (que implica adecuación de elencos, personal técnico, vestuarios, utilería, escenografía, música, guiones técnicos, etc) queda listo y presto para futuras temporadas. De hecho, ya hemos ofrecido dos temporadas de Medida por medida y, pensamos, que El rey Lear bien merecería nuevas funciones que, por supuesto, estén apuntaladas por un adecuado patrocinio que garantice honorarios decentes a los artistas involucrados en estos cuidados montajes.


Casas muertas en teatro de Chacao

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Jan Julie y Javier,
La familia de Javier Vidal y Julie Restifo está activando al teatro caraqueño, pero dejemos que sea el mismo papá quien cuente lo que pasa, porque después buscaremos a Evenlin Nava, quien resulta ser la productora o empresaria,porque sin dólares o bolívares no hay arte.
¿Por qué una adaptación de una novela, como Casas Muertas, para llevarla al teatro?
Porque es un clásico de la narrativa contemporánea venezolana. Una novela muy leída que muchos gustarán de ver, oír y apreciar la encarnación de personajes que nacen en la literatura como querer ver y oír la voz al Quijote o al Fausto o a Doña Bárbara o Aureliano Buendía en carne viva. Porque Evenlin Nava adquirió todos los derechos de MOS, o Miguel Otero Silva,  para teatro y me lo ofreció para dirigir y yo la acepté con la condición de que mi hijo Jan Vidal Restifo realizara la adaptación y versión para teatro. 
¿Qué se busca o qué se pretende?
Busco a ese público nuevo que lee y no va al teatro. Ese público que prefiere ver el teatro y lee poco. Ese público que quiere ver cómo salta la literatura a la escena... y, ante todo, llevar a escena una obra literaria rica en imágenes y poesía cómo la de MOS que tiene más vigencia ahora que cuando la escribió en 1955. Una forma de decir cosas importantes y trascendentes a partir de un clásico. Pretendo entretener, alegrar y confrontar emotiva y reflexivamente al público. Pretendo hacer teatro. 
¿Cuándo se estrena y cuánto tiempo permanecerá en cartelera?
Desde el 23 de enero en Teatro Municipal de Chacao. Dos semanas, nada más.
¿Elenco?
Caridad Canelón (Carmelita) Claudia Rojas (Carmen Rosa) Theylor Plaza (Sebastián) Wilfredo Cisneros (padre Pernía) María Elena González (Berenice) Vito Lonardo (coronel Cubillos) Jan Vidal Restifo (Feliciano) Jessica Arminio (Marta) Sergio Malpica (Juan de Dios/asistencia escénica) y yo, que ,por el infarto de William Goite, tuve que asumir el papel del Sr. Cartaya. 
¿Giras al interior o al exterior?
Sí. Pero eso responde producción.
¿Cómo se han financiado?
Pregunta para producción. Soy director invitado.
¿Y qué preparan para después?
Con Evenlin me gustaría seguir la saga. Jan está realizando la versión de La Muerte de Honorio, también de MOS.
 ¿Creíamos que la familia Otero Castillo nos daría la autorización porque por ahí se habla de otros proyectos de cine?
Desconozco el trayecto de autoría para el cine. Son piezas muy cinematográficas. Fiebre se llevó al cine al igual que Cuando quiero llorar no lloro, la ópera prima de Mauricio Wallerstein en Venezuela. Evenlin tiene los derechos para teatro.
Mi propuesta de dirección es abiertamente brechtiana, épica, más narrativa que aristotélica. Respetando los capítulos en cuadros en la estructura circular que plantea MOS. Rompiendo escenas y secuencias con la mirada y actitud crítica de los actores que salen y entran de sus personajes. La escenografía del maestro Becerra tiene una corpórea fragilidad que transmite la ilusión de la decadencia de un pueblo, de una identidad, de una época que rebota frente al portón del presente. La metáfora de la metáfora. La metáfora que es el teatro en la metáfora donde se transparenta el país de estos días. La iluminación de Juan Carlos Ogando es protagónica porque crea atmósferas y espacios múltiples donde una puerta se semantisa y resemantiza a lo largo del trayecto espacial del pueblo de Ortíz. De esas casas muertas de Ortiz, corazón protagonista del montaje. La música llanera es original de la maestra Gioconda Cabrera quien compuso una "periquera" y un "zumba-que-zumba" que bailamos en escena. Angélica Escalona es la maestra de danza contemporánea y Susana Lorca la del joropo. Me tienen que a ver bailar el joropo. Toda una novedosa experiencia. 
Con este montaje he pensado mucho en mí maestro Ugo Ulive de quién aprendí como se levanta un montaje brechtiano con su efecto "V" (verfremdungseffekt). En parte le rindo un homenaje al maestro Ulive y quiero hacerlo público. 


No podemos olvidar al teatro de Cabrujas

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Cada día me convenzo más de que la muerte es un asunto del cuerpo y nada más. La personalidad del fallecido permanece y vibra, no desaparecen sino que por el contrario, se avivan y nos acompañan para siempre, escribió  Isaac Chocrón en su novela El Vergel (2005).
Citamos a Chocrón porque el mutis de Carlos Giménez (1993), director, gerente y esteta,  a consecuencia del Sida, y la muerte de José Ignacio Cabrujas, dramaturgo, actor, director y guionista para televisión y cine, son ausencias notables para el teatro venezolano. Fácil es eliminar, difícil sustituir, pero en los casos del legendario argentino y el inconmensurable caraqueño, no queda sino evocar sus pasiones por el arte de Tespis
Recordamos todo esto porque tras la muerte de Cabrujas (Caracas, 7 de julio de 1937-Porlamar, 21 de octubre de 1995) impone un arqueo, el cual hasta ahora nadie ha hecho,  a pesar del gran aporte de Leonardo Azpárren, o una justa valoración a su vasta obra intelectual, en especial la que legó al teatro nacional, su más grande pasión.
Él, junto a Isaac Chocrón (Maracay, 25 de septiembre de 1930-6 de noviembre de 2011), Rodolfo Santana (Caracas, 24 de octubre de 1944-21 de octubre de 2012)  y Román Chalbaud (Mérida, 10 de octubre de 1934) constituyeron  el cuarteto más importante de dramaturgos venezolanos contemporáneos.
Cabrujas salió de Catia porque le tenía pánico a la pobreza, en 1960, con su esposa Democracia López, para procrear a su unigénito Francisco, entregarse de lleno al Teatro Universitario, que dirigía Nicolás Curiel, y hacer realidad  su sueño de hacerse escritor, lo cual lo logró en los restantes 35 años, llegando a pergeñar  y hasta  dejar bocetos de no más de 20 obras de teatro, varios guiones para televisión y cine, además de novelas y cuentos, la mayoría de ellos inéditos.
Cabrujas decía que muy pocos escritores  podían señalar el día y la hora en que decidieron ser escritores. “Yo sí. Fue exactamente, a los 14 años, en el instante  en que terminé de leer Los miserables de Víctor Hugo, cosa que hice  en un mar de llanto. No podía parar de llorar encaramado en la platabanda, de la interminable casa  que construyo mi padre en la calle Argentina, entre la quinta y la sexta avenidas, a tres cuadras de plaza  de Pérez Bonalde. Debo de haber suspirado 86 veces consecutivas. Entonces me dije: esto es lo que quiero hacer  en la vida; que esas letras, esas páginas, me hayan producido toda esa emoción es un milagro; yo quiero  formar parte de esa milagro. Si las muchachas no me querían, yo tenía que ser escritor para que me quisieran…y de alguna manera funcionó después. Si yo iba a ser escritor, tenía que ser  uno grande, famoso. Me la pasaba fabulando con el momento en que yo, ya célebre, regresaba a Catia y las muchachas me iban a ver  pasar desde sus ventanas: allá va José Ignacio, flaco, tartamudo, pero mira donde  llegó, ahora es un potentado. Yo ligaba la idea de la literatura al poder, a la magnificencia. Iba a ser escritor y eso se lo dije, a partir de allí, a todo el mundo, absolutamente a todo el mundo; al bodeguero de la equina de arriba, al bodeguero que se suicidio, a mi amigo, a los padres de mis amigos. Respétenme, respétenme, porque yo voy a ser  su escritor, yo no soy como ustedes, yo exijo un trato especial en esta comunidad, porque yo soy el predestinado y voy a  ser un gran escritor. Desde luego, no lo decía así exactamente, esas cosas presuntuosas no se podían decir en Catia, pero eso era lo que sentía y lo que, de alguna manera, les hacía sentir, sin ser antipático, de una manera directa. No, yo voy a ir a donde las putas ni  a jugar béisbol porque no, porque yo soy un escritor, yo no hago esas cosas”.
Cabrujas nunca más regresó a vivir a Catia. Pasaba por ahí, más nada. Añoraba hacerlo algún día, pero era que sus amigos se habían ido o ya estaban muertos.
Pro la pobreza siempre persiguió a Cabrujas. Su pasión por el teatro, que en Venezuela siempre ha desenvuelto en una atmosfera precaria, hizo que como dramaturgo se viera obligado a desempeñar varias tareas para que su compromiso con el arte resultara más efectivo y fuera de verdad. Fue por eso que además de autor se convirtió en uno de los  actores  más prestigiosos de Venezuela y en guionista de grandes imaginativas y creadoras para la televisión, Cabrujas brillo en todas porque el igual que los grandes teatreros de la historia, encauzó su descomunal talento, su curiosidad  intelectual y su entusiasmo para trabajar en la dirección que se proponía.
Como dramaturgo, Cabrujas explora al hombre venezolano mostrando la soledad y la incomunicación en que vive. Para conseguir su objetivo, se distanció, recurriendo a la historia de acontecimientos pasados, como núcleo de reflexión acerca del presente, al mismo tiempo que presentó un lenguaje operado hasta los límites de sus posibilidades expresivas. De este modo consiguió interpretar la angustia humana y la congoja del artista ante la dificultad de exponer toda su realidad interior.
 Como también lo hizo Chalbaud, Cabrujas se enfrentó con la desvalidez popular por medio  de las creencias religiosas  de un  pueblo que se ha creado un mundo se supercherías, una religiosidad degradada, llena de creencias fantasmagóricas que lo único que logra es alimentar la condición humana. El hombre contemporáneo se tiene que crea fantoches para aliviar el vacío en que vive. Desde diferentes ángulos, Cabrujas  se fue dirigiendo al público venezolano, le presentó  los diferentes problemas que afectan  su vida cotidiana y que no se pueden olvidar  a su causa de trascendencia.
El teatro de Cabrujas  combatía y mientras se le represente tendrá vigencia, porque todo lo que fuera inmovilidad, inacción, todo estatismo es destructivo  y a la larga petrifica,  y esteriliza al ser humano, como sucede con los habitantes de San Rafael de Ejido de su Acto cultural.
Estamos de acuerdo con el crítico Azpárren, queProfundo, Acto cultural y El día que me quieras son sus obras   que mejor  caracterizan la totalidad de su teatro; primero, porque en ellas culminan todos sus esfuerzo que, de una manera u otra, no logro en sus obras anteriores ni posteriores, y segundo, porque ellas rescatan de modo definitivo lo mejor de su teatro.

Sebino Salvato vive y ama en la Umbria italiana

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Sebino Salvato.
Hola querido amigo, nos escribe el teatrero Sebino Salvato:
Así que el tiempo pasa. Y pasa veloz, como  en estos últimos diez años, cuando nos hemos encontrado en Bogotá por La Guerra goldoniana. Desde hace seis años vivo en Terni –Umbria – una ciudad de provincia, donde se vive a medida del hombre. Tuve que dejar Roma porque la ciudad es inhabitable. Y por lo que cuesta, entre apartamento, facturas de luz agua etcétera. No vale la pena vivir ahí. Muchos gastos. 
Además Roma ha perdido su poesía y su espíritu, por la mala administración de la Alcaldía, durante las últimas décadas. A esto hay que sumar la decadencia cultural de Europa y en general del Occidente. Por lo que concierne el teatro, danza, performances en general está igual que España, y otros países europeos: o sea, mediocre. 
En este momento histórico el teatro está muerto  así como lo entendemos nosotros: los de “la generación de los Ochenta”. Esa época se acabó. Con Giménez en Venezuela y con Strehler en Italia. Hace unos años se murió también Ronconi. Bueno, pero eso forma parte de la historia del teatro, una historia  hecha de crisis. Yo me quise escapar del actual contexto porque no me pertenece. He preferido  mantener mi coherencia profesional y mi personalidad y no venderme a desalmados productores sin escrúpulos cuyo objetivo es la cantidad de dinero y no lo estético. Lo que te proponen es pura porquerías comerciales. Yo no tengo nada en contra a lo comercial, con tal que tenga nivel.  Pues, actualmente doy clases de teatro, tengo un proyecto para febrero con la Universidad de Perugia. Voy a montar Comedia sin título de  Lorca para los estudiantes italianos de la cátedra magistral de español.
De resto, terminé una relación de tres años con un amigo pero seguimos en contacto. Acabo de conocer una persona interesante con la que estoy saliendo: un holandés  mayordomo que acude  una mansión en Umbria, de una rica familia de Rotterdam. 
Mi mamá está bien a pesar de sus 80 años. Claro, la tengo siempre bajo control médico considerando que tiene un solo riñón,  después que le quitaron el otro en una clínica de Houston, a principio de los ochenta. Mi papá hace veinte años se fue a Sicilia a vivir en la casa de su familia. Con él vive su hermano. ¿Sería porque quiso recuperar su soltería? No sé. Yo me desentiendo en buscar razones ajenas. No es mi problema.
Mi hermano, Mario, hace cinco años se instaló en Las Palmas, Canarias. Allí, por fin encontró su “Venezuela”. Él es un maquillador. Hizo una brillante carrera en Italia trabajando con Armani, Versace, etcétera. Hizo cine por un tiempo como maquillador personal de Ornella Muti. En las Palmas trabaja como responsable, en una gran tienda de perfume y cosméticos. Rompió con su histórico novio venezolano que había venido a vivir a Italia a comienzo de los Noventa. Mario vive muy bien en las Palmas.
Me encantaría volver a Caracas. Siempre lo he pensado. Y confío que volveré, algún día. Me hace falta, aunque sé que todo ha cambiado por allí, que no hay la misma atmósfera cultural de un tiempo, la que yo guardo en mi mente y corazón. Y, por supuesto, hasta la gente, ha cambiado. 
Te tengo una información que nadie sabe en Caracas, creo. Por lo menos oficialmente. Se murió la vestuarista italiana Adriana Sértoli, a los 90 años, de cáncer. Yo me enteré hace poco. La llamé el 24 de diciembre y nadie me contestaba. En seguida contacté una amiga en común y me dijo que Adriana se marchó la última semana de diciembre del 2018. Adriana y su marido Mario Berselli, escenógrafo de la Televisora Nacional, canal 5, vivieron en Caracas desde mediado de los Setenta hasta 1989. Mario  se murió hace  15 años de otra enfermedad. Adriana ha sido una gran vestuarista de cine sobre todo con un currículo importante puesto que trabajó con cineastas italianos e internacionales de gran calibre. Vistió en varias ocasiones a Sofía Loren, Mónica Vitti, Marcello Mastroianni, entre otros. En Caracas firmó unas cuantas puestas (estaba casi siempre al exterior, entre Italia, Comunidad Económica Europea, Londres etcétera.) como Una viuda para cuatro y El burgués gentilhombre. Su último trabajo fue la ópera  Cavalleria Rusticana. No quise publicar eso en FB, por si acaso te interesaría publicar. Una vez, Adriana me dijo que había preparado un proyecto con Giménez sobre un Hamlet, que no se llevó a cabo. Lamentablemente.
Amigo, ¿cómo estás tú?, ¿Cómo te ha ido? Cuéntame de ti.
Un  gran abrazo amigo siempre. Sebino


Publicaron libro sobre los Premios de Dramaturgia Apacuana

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No es frecuente que en Venezuela se editen este tipo de libros. Es  una publicación, de 366 páginas, posible gracias a la alianza institucional de la fundaciones Compañía Nacional de Teatro (CNT) y El Perro y la Rana, la cual reúne, en orden cronológico, seis textos teatrales de autores venezolanos. Es para nuestro entender y placer todo un acontecimiento cultural y además artístico porque servirá para difundir la creación de esos dramaturgos  y con ello aumentan las posibilidades de que sean leídos o representados.
Aconsejamos, eso sí, que se hace una versión para PDF y se coloca en la página web de la CNT, se incrementarían los lectores y hasta habría más montajes, como es lo lógico. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?, en este caso con esta joyita del teatro vernáculo.
Las obras ahí presentes, las cuales ganaron el Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana, creado en el año 2015 por la CNT, la cual en ese entonces estaba a cargo de Alfredo Caldera), son: Peludas en el cielo de Gustavo Ott, La furia de Dios de Jesús Benjamín Farías, Oscuro de noche de Pablo García Gámez, Fin de mundo de Rubén Joya.
Y además, quiso el actual director de la CNT (Carlos Arroyo), que se incluyeran las menciones honorificas del Premio de Dramaturgia Apacuana 2017: De por qué Ana Rosa Colmenares casi mato a Greta Pitre por el amor de Egar Padrón, de César Rojas, y Merdocnalsd de Jorge Cogollo.
Peludas en el cielo, Oscuro de noche y Fin de mundo ya fueron exhibidas, respectivamente, durante, las temporadas de la CNT a lo largo de  2016, 2018 y 2018, bajo la producción y dirección general de Carlos Arroyo, con los elencos de la CNT. Mientras que Merdocnaldsfue espectáculo con un taller de estudiantes del Laboratorio de Creación Teatral de la CNT, mostrado por la directora Marisol Martínez. 
Todas las reseñas correspondientes a los montajes citados están en mi blog elespectadorvenezolano.blogspot.com.
Los eventuales espectadores de las piezas citadas han podido constatar en las puestas en escena de los textos ganadores del Apacuana, que estas constituyen una práctica que tiene como  objetivo fundamental estimular y visibilizar la dramaturgia nacional de los nuevos tiempos, además de permitir el análisis y la discusión sobre la teatralidad venezolana mediante el reconocimiento de sus planteamientos estéticos y discursivos.


¿Quien escribirá nuestra historia?

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La organización sin fines de lucro Espacio Anna Frank presentará gratuitamente el sábado 25 de enero a partir de las 5:30 de la tarde en la Concha Acústica de Bello Monte, el largometraje Quién escribirá nuestra historia, que narra la organización de un archivo secreto y clandestino en el Gueto de Varsovia desde noviembre de 1940, organizado por el historiador Emanuel Ringelblum, con un grupo de intelectuales de distintos ámbitos políticos, ideológicos, religiosos con el fin de preservar, en forma escrita, la vida en el Gueto de Varsovia y el sufrimiento de sus habitantes. El archivo recoge opiniones de rabinos, periodistas, filósofos, jóvenes, niños, maestros, en fin todas las representaciones de la sociedad, en documentos como monografías, cartas, documentos, periódicos, diarios y dibujos. Emanuel Ringelblum entendió que el destino final de las 450,000 personas hacinadas en el Gueto de Varsovia era la muerte, de ahí la necesidad de escribir la historia de la vida allí, en un importante acto de valentía moral.

Cabe destacar que Quién escribirá nuestra historia también llegará a los cines. El domingo 26 de enero se realizará la proyección de la cinta en 21 salas seleccionadas de los circuitos Cines Unidos y Cinex, ubicadas en 13 estados del país, todas a las 2 pm, también con entrada gratuita para un público adulto..
Quién escribirá nuestra historia responde a la programación “In Memoriam 2020” de Espacio Anna Frank, en el marco de la Resolución 60/7 de la Organización de las Naciones Unidas, que designó el 27 de enero como Día Internacional de la Conmemoración anual en memoria de las víctimas del HolocaustoDe esta forma, la ONG contribuye a que no se olvide lo ocurrido, como un mensaje permanente que se transmite desde hace más de once años. Esta vez participan como patrocinantes las embajadas de Alemania, Italia, Reino de los Países Bajos, Francia, España, Suiza y Polonia y como aliados: el Comité Venezolano de YadVashem,la Alcaldía de Baruta, la Concha Acústica de Bello Monte, la empresa distribuidora de películas Blancica, los circuitos de cine: Cinex, Cines Unidos y Circuito Gran Cine, por medio de su Fundación Hacer Cine, así como el Circuito Unión Radio.
Ringelblum y sus compañeros decidieron derrotar las mentiras y propaganda nazis, no con armas y puños, sino con lápiz y papel. La verdad pudo sobrevivir a la guerra. El archivo fue enterrado en tres partes, sólo 5 personas sabían la ubicación y únicamente 2 de ellas sobrevivieron al Holocausto o la Shoá. Dos partes del archivo fueron rescatadas después de la Guerra. La tercera parte no ha sido encontrada. Su importancia, según los historiadores, es la veracidad de los hechos narrados, la calidad del material enterrado, lo inédito de las historias.
Escrita y dirigida por Roberta Grossman y producida por Nancy Spielberg (hermana menor de Steven Spielberg), Quién escribirá nuestra historia (Who Will Write Our History. Estados Unidos - Polonia, 2018, 95 min.) está basada en el libro del historiador Samuel Kassow y revela impactantes situaciones ocurridas dentro del Gueto de Varsovia, bajo las más extremas condiciones, dejando evidencia de las persecuciones nazis a los judíos polacos desde la perspectiva de las víctimas. En este caso a través de los ojos de Rachela Auerbach, una periodista brillante, quien a petición de Ringelblum trabajó en uno de los muchos comedores populares, narrando el sufrimiento y el hambre que se padecía y fue la única sobreviviente de esa cocina.
“La actividad de Emanuel Ringelblum y sus colaboradores fue una actividad clandestina. Cualquier información que los nazis tuvieran del archivo, las personas serían ejecutadas inmediatamente. Es un acto de solidaridad y valentía moral, valores fundamentales en la sociedad. Valores que son bandera entre los objetivos de Espacio Anna Frank. Es por ello que se escogió esta película, Quién escribirá nuestra historia de Producciones Kathadin, en el día Internacional de la Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto”, señala Anita Figa, miembro de la directiva de Espacio Anna Frank.
La resistencia se expresa en muchas formas
Para mayor comprensión del Holocausto y sus dimensiones, Espacio Anna Frank estrenará justo antes del largometraje, el corto Las voces de ayer, nos hablan hoy, pieza audiovisual que explica, en forma ágil y didáctica, cómo a principios del siglo XX, los partidarios de ideologías y falsas creencias buscaban fundamentarlas en la ciencia para hacerlas pasar por verdades irrefutables.
El corto, realizado con la técnica de animación stop motion, cuenta con una duración de 7 minutos, y muestra que una de las causas del Holocausto fue la creencia de que las diferencias genéticas colocan a un grupo humano por encima de otro, es decir, que existen razas humanas más fuertes e inteligentes que otras.
 En 1930, Adolf Hitler, utilizando la mentira disfrazada de verdad, convenció a una gran parte de la población de que era hora de conquistar el mundo arrinconando a los diferentes instigando a una limpieza racial. Así se ensañó contra las personas con discapacidad , homosexuales, gitanos o cualquier otra raza que no fuera aria, políticos e intelectuales que no pensaban como ellos y sobre todo contra los judíos procediendo a encarcelarlos, a someterlos a trabajos forzosos, hacinándolos en guetos y finalmente enviándolos a campos de concentración y exterminio, donde fueron asesinados en forma industrial.
En el film Quién escribirá nuestra historia, se muestra como con gran riesgo para sus vidas, el historiador Emanuel Ringelblum (1900-1944), y un grupo documentaron la vida diaria en el Gueto de Varsovia y reunieron evidencia de la aterradora experiencia sufrida por la comunidad judía bajo el nombre en clave de "Oneg Shabat", (“La alegría del Shabat”), empeñándose en que tal registro de la vida judía debería sobrevivir a la destrucción causada por los nazis, enterraron el archivo en cajas de hojalata y latas de leche. Este registro sigue siendo un poderoso ejemplo de resistencia y un intento heroico de salvaguardar la historia para no olvidar jamás el terror del Holocausto.
Cines donde se podrá ver el film
Además de la proyección el sábado 25 de enero, a las 5:30 pm en la Concha Acústica de Bello Monte, la cual se llevará a cabo gracias al apoyo del Circuito Gran Cine, por medio de su Fundación Hacer Cine; el domingo 26 de enerolas salas de Cines Unidos ubicadas en los centros comerciales: Millennium Mall (Caracas), Regina, (Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui); Hyper Jumbo (Maracay, Edo. Aragua), Orinokia, (Puerto Ordaz, Edo. Bolívar); Petroriente, (Maturín, Edo. Monagas), y los centros Sambil de Margarita (Edo. Nueva Esparta), Valencia, (Edo. Carabobo),  San Cristóbal (Edo. Táchira), Maracaibo (Edo. Zulia) y Barquisimeto (Edo. Lara), abrirán sus puertas al público para proyectar la cinta gratuitamente. 
También el domingo 26 de eneroCinex dispondrá a tal fin de sus pantallas ubicadas en los centros comerciales caraqueños Sambil, El Recreo, El Hatillo, San Ignacio, Los Próceres y Manzanares. Y en el interior del país estarán disponibles los recintos ubicados en Galerías Plaza (Maracay, Edo. Aragua); Sambil (Paraguaná, Edo. Falcón); Lago Mall (Maracaibo Edo. Zulia) y los centros comerciales Buenaventura de Guatire (Edo. Miranda) y de Araure (Edo. Portuguesa).
Todas las funciones de cine del domingo se llevarán a cabo a las 2 pm. Por la fuerza de las imágenes, esta película está recomendada para un público adulto y para jóvenes a partir de los 13 años de edad. En el caso de Cines Unidos, los asistentes podrán adquirir, de forma gratuita, sus entradas a través de las taquillas de los cines. Por su parte, los asistentes a las funciones de Cinex pueden ingresar a su página web www.cinex.com.ve, ubicar el título en la cartelera y seguir el procedimiento de compra (el cual, en este caso, presentará la opción “acceso gratis”). Ello, les permitirá seleccionar las butacas y obtener un localizador que deberán reservar para mostrarlo al momento de ingresar a la sala. En el caso de Cines Unidos, los asistentes podrán adquirir, de forma gratuita, sus entradas a través de las taquillas de los cines. Por su parte, los asistentes a las funciones de Cinex pueden ingresar a su página web www.cinex.com.ve, ubicar el título en la cartelera y seguir el procedimiento de compra (el cual, en este caso, presentará la opción “acceso gratis”). Ello, les permitirá seleccionar las butacas y obtener un localizador que deberán reservar para mostrarlo al momento de ingresar a la sala.
La Concha Acústica de Bello Monte está localizada al final de la Avenida Caurimare en Colinas de Bello Monte. Hay seguridad para estacionar los vehículos en las zonas aledañas al anfiteatro, por parte de la Policía de Baruta.
Desde su creación en el 2006, Espacio Anna Frank conforme a sus valores y propósitos se suma una vez más a esta conmemoración mundial, con el fin de divulgar el significado y dimensiones de un crimen sin parangón en la historia de la humanidad: el Holocausto. Contribuye así a evitar que hechos similares puedan repetirse en algún lugar del mundo y eleva su voz al rechazo categórico de todo acto de discriminación, violencia e intolerancia. Para esta organizacióncombatir la indiferencia, no olvidar y preservar la coexistencia es punto de honor.

Adios para José León

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José encarnando a Carlos Marx.
José León (San Fernando de Apure, 2 de noviembre de 1936) es y será  un honorable y simpático artista del teatro y los títeres de Venezuela. Siempre de alegre sonrisa, no soltó sus muñecos durante los últimos 67 años, cuando llevado por la juventud decidió tomar este camino de soltura artística, en el que se entregó en cuerpo y alma.
Desde ese momento, dedicó su vida al teatro infantil por aquellas sonrisas que asomaban los niños al presenciar los tan divertidos actos de este titiritero. Por ello, a sus 38 años, junto al apoyo del conocido dramaturgo venezolano Levy Rossell, creó la agrupación de teatro infantil "Los Monigotes" y desde entonces dedicado su vida entera a llevar distracción de una forma diferente a todas las niñas y niños.
Después de haberse envuelto en el mundo del teatro infantil, León, entendió que ese sería su destino de vida. El trabajo social y la promoción de la cultura eran aspectos que hicieron de este hombre un personaje reconocido y de alta calidad humanitaria, por querer expandir y fomentar este arte principalmente en las comunidades.
Para León, esta actividad no fue solo un trabajo común, sino una ocupación que alimentó el espíritu, de manera que al beneficiar al público el mejor resultado es la plenitud que recibe, porque como decía el amor es lo más importante al momento de trabajar en esta profesión y transmitirlo al público es lo más hermoso de esto”.
Para él, sostener un muñeco o títere, no solo era mover las manos y modular la voz de manera entretenida durante el espectáculo; para este admirable personaje, era hacer sentir al público parte de la obra.
A los 38 años de la creación del grupo “Los Monigotes”, el cariño de José León, se reflejaba una vez más mediante su actuación con la entretenida obra El Cuento del Papagayo, la cual dejó no solo en las niñas y niños, sino también en los adultos, valores de compañerismo y de amor hacia el prójimo, “el lema de esta obra es: la unión es fuerza, y es que todos debemos estarlo si queremos lograr algo”, refería León.
Es inolvidable que  la agrupación teatral “Los Monigotes” presentó el monólogo Marx en Caracas que contaba con su actuación y la dirección del docente e investigador, Oscar Acosta. Esta pieza es una adaptación de la obra Marx in Soho (1990), traducida por José Sastre (2002) sobre la original de Howard Zinn, que aborda al filósofo del siglo XIX, la cual estrenó durante un festival en la Colonia Tovar, donde además lo vimos y disfrutamos de su histrionismo.
Y no podríamos cerrar esta nota sobre el legendario José León sin informar que tuvo ocho hijos, muchos nietos  y estuvo casado tres veces.



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"Las sillas" de Ionesco en Caracas

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Eugene Ionesco

La noticia aún no hemos podido verificarla, pero de ser cierta, es preocupante: la mención Artes Escénicas de la Escuela de Artes de la UCV (creada por Isaac Chocrón Serfati, en 1978) no fue abierta para este lapso del 2020, porque casi no había alumnos  y tampoco se consiguieron  los profesores idóneos.
 Mientras esto ocurre en el complejo sector educativo dependiente del Estado,  el Ministerio del Poder Popular para de Cultura por intermedio de la Fundación Compañía Nacional de Teatro (puesta en marcha por el mismo Chocrón Serfati y el Jefe de Estado Jaime Lusinchi, en 1984) anunció una vigorosa programación con más de 12 espectáculos y otros eventos artísticos, diseñados y coordinados por el director Carlos Arroyo.
Mientras tanto, en el sector privado, ya que se anuncia que la Asociación Cultural Humboldt, ambiciosa institución creada por inmigrantes alemanes y apuntalada con una de las mejores salas de Caracas, proseguirá con su ciclo destinando a mostrar los más selectos textos de William Shakespeare, todo eso pensado y coordinado por Federico Pacanins, quien precisamente ahora  afina su versión de Macbeth, con el periodista y actor José Tomás Angola Heredia como protagonista. Será un banquete de buen teatro, consideramos.
Y  mientras tanto, la Fundación Cultural Teatro Trasnocho rompe fuegos con la sexta entrega de su Festival de Jóvenes Directores, la cual comenzó con la pieza Las sillas de Eugene Ionesco, legendario escritor (Slatina, Rumania, el 26 de noviembre de 1909/Paris, 28 de marzo de 1994).
Pero sobre este Festival hay que recalcar que en esta era digital en la cual la pantalla del teléfono inteligente, la computadora, el E-Book, las Tablet nos rodean, nos acosan y nos obligan a inclinar la cabeza ante su poder, pues no integrarnos, sería como condenarnos al ostracismo, sucede un interesante fenómeno: los jóvenes venezolanos aún se apasionan por el teatro. Sí, el mismo teatro que nos viene desde tiempos inmemoriales, el foro en el cual los ciudadanos podrían expresar sus críticas a inconformidades, sigue vivo. El mismo teatro que nos sorprende una y otra vez al presentar sobre el escenario esa mezcla de ingenio, conocimiento, emoción y vitalidad, capaz de representar y proyectar mundos en nuestra imaginación, con la palabra, el gesto, con los silencios, con el juego de la luz y oscuridad, con su texto. El teatro nos hechiza y transporte siempre.
Y como prueba de ello es que la juventud venezolana no solo le gusta, sino que hace teatro y por eso esta lista la sexta entrega del Festival, el cual se realizará entre  el 17 de enero al 15 de marzo de 2020 en los espacios del Trasnocho Cultural, con los apoyos de Fospuca, la Alcaldía de Baruta y la embajada de España. Así lo anunciaron Eva Ivanji, Pilar Arteaga, Solveig Hoogesteijn y Héctor Manrique, a quien apodamos "El zar del teatro" por su múltiple presencia en eventos de artes escénicas  y con espectáculos propios.
Para esta sexta edición del Festival han programado seis obras que son dirigidas por cuatro mujeres y dos hombres. Ellas y ellos  se atrevieron a lanzarse  al ruedo del arte dramático. Tenían que ser venezolanos para no tener miedo.
Verónica Etiene, licenciada en Comunicación Social, eligió Las sillas de Eugene Ionesco y tiene en el elenco a Erick Palacios, Sara Valero Zelwer y Rafael Gorrochotegui. Se presentará del 17 al 26 de enero, a las 7:30 pm. 7:00 pm y 6:00 pm.
 Las sillas,  considerada una "obra maestra" del teatro del absurdo, logra combinar con precisión "la tragedia, con toda su falsedad y todo lo grotesco, y, por otro, la comedia".
Ahí se plasma  la historia de una pareja de ancianos que viven aislados del mundo, quienes ante el final de sus vidas se preguntarán qué han hecho y que les queda por vivir. Ante este hecho, la pareja convoca una recepción en su casa a la que acuden grandes personalidades para comunicarles un mensaje  y con el único problema de que todos ellos sólo existen en sus mentes.
Las sillas, con la participación activa de no menos veintena de sillas y taburetes "hace pensar y reflexionar al espectador". Ahí el autor propone "un viaje desde el vacío existencial hasta una plenitud" de los personajes que "está en su fantasía", ya que sus invitados "sólo existen para ellos".
Este espectáculo caraqueño de Las sillas está en proceso de definición actoral (son muy jóvenes y faltos de experiencia) pero se hace soportable a  pesar de las dos horas de duración.
Algunos teóricos explican  la "importancia" de la simbología y los signos del decorado como es la aparición de las sillas vacías en el escenario que representan a los "invitados invisibles" y que  todo ello significa "la presencia de la ausencia" y que no es más que un "poema visual que se centra en los detalles".
Nosotros pues asistimos a este nuevo experimento juvenil y estamos a  la espera de que los otros montajes superen las deficiencias  de la inexperiencia, que es el denominador común de estos eventos.

El éxito trágico de Kenny

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PABLO GARCÍA GÁMEZ
Francis Rueda, Gerardo Luongo, Adriana Bustamante, Livia Méndez, Jorge Canelón, Gustavo Rengel, Ariana León, Trino Rojas, Rubén Joya, Michael Pérez, Yurahy Castro, Dora  Castro, Dora Farías, Kleiber Rodríguez y Yordano Marquina fueron los comediantes a quienes vimos durante la tarde del domingo1 de diciembre de 2019 en el sala 1 del Celarg, para cerrar, por ahora, la temporada de Oscuro, de noche, el premiado texto de Pablo García Gámez, el cual  fue versionado y escenificado por Carlos Arroyo  para una producción general de la Compañía Nacional de Teatro, estrenada en septiembre de 2018.
Y abrimos este reseña con el elenco que ahí trabajó en reconocimiento al trabajo general de esos comediantes ahí comprometidos, a quienes en ocasiones se les ignora o desaparecen sus nombres en las reseñas periodísticas,  siendo vitales para el espectáculo en sí, más allá de las respectivas evaluaciones. Creemos que es justicia, especialmente por esa nueva generación que ya asumen los riesgos de encarnar a seres teatrales.
AUTOR COMPROMETIDO
Y, por supuesto, el autor Pablo García Gámez tiene que explicar  o contar que es lo que ha pasado con su pieza, para permanecer dos años en la programación de la Compañía Nacional de Teatro.
¿Cómo nació esta pieza? ¿Es cierto que se basó en un hecho de la vida real? ¿Cuál fue y cómo hizo la investigación?, le preguntamos al dramaturgo, quien reside desde hace 25 años en Nueva York, y quien vino a Caracas para el estreno y varias de las funciones posteriores.
Oscuro, de noche nace de un hecho real.  Una tarde de domingo, llamé a mi madre, aquí en Guarenas.  Ella estaba afectada porque un familiar había sido víctima de un acto violento de noche y en la calle.  Me dio detalles.  La situación de esa familia era compleja por las connotaciones que tiene un hecho de ese tipo: las funerarias se negaban a velarlo en sus predios, la abuela estaba enferma del corazón, el padre no se movía de la morgue, en los medios apareció que el muchacho era un delincuente y todo esto aunado al papeleo que tenían que completar.  Esto se convirtió en imágenes recurrentes, imágenes que me perseguían.  Tal vez al año, quizás dos, llegó el momento de conjurarlas: me puse a escribir. La investigación sobre los hechos, más que investigación fue la voz de mi madre, Graciela Margarita, extraordinaria narradora oral que nunca se reconoció como tal, pero cuando contaba una historia lo hacía con propiedad y convicción.  Nunca hablé directamente con los padres o hermanos del joven Kenny Javier Barrios, el joven protagonista; a pesar de los años tuve y tengo temor porque ese tipo de dolor no se cura; sin embargo, cuando terminé la pieza, ellos la leyeron, no les pregunté qué les parecía y ellos tampoco me dijeron. Después me enteré, de cosas que decían los personajes, que llegaron a decir los padres; por ejemplo, supe que la madre una vez gritó: “¡Dios, no existes!” como dice Cristóbal, el personaje en el texto; claro, son situaciones límite.  Los padres irán a la obra: espero que tenga un efecto positivo para ellos.  También pude cotejar la parte de los medios y encontré la información. En el respetable periódico caraqueño EL UNIVERSAL hay información real y concreta sobre ese suceso. El teatro poetiza nuevamente a la más cruda realidad.
  ¿Cómo diseñó la obra y cómo abordó su escritura?
Esta obra arranca con una imagen recurrente.  La imagen está ahí, la ves, piensas en ella, imaginas qué dice el personaje.  Pasa el tiempo y en tu mente escuchas las respuestas de otros personajes, aparecen otras situaciones.  Su escritura apunta a la médula de la esfera privada de esa familia que ha sido desequilibrada, herida.  El detonante es el hecho que le ocurre a Kenny y lo que me importaba era ver qué pasaba en el mundo de Zenobia y Cristóbal, y Lucia; sus padres y la novia. Encontré que necesitaba un narrador, un juglar contemporáneo para guiar la historia, y me inventé al payaso.
¿Su técnica dramatúrgica no es convencional y deja al director el trabajo de interpretar la idea general y además de crear las didascalias?
Agradezco que llames a mi técnica “no convencional”.  Creo que lo dices por dos aspectos.  El primero es el manejo del tiempo; pienso que esta pieza puede ser una especie de evocación, de recuerdo, y no recordamos de forma lineal: con frecuencia recuerdas una imagen y luego te viene otra del mismo hecho pero anterior cronológicamente y otra que es posterior, una que no vendrá porque la olvidaste, y así.  Interviene en ese proceso la necesidad de no hacer una línea recta en la narración para atrapar la atención e incorporar al espectador al mundo de la pieza.  El segundo aspecto, que se refiere a la ausencia de didascalias no es tan novedosa: los textos del Siglo de Oro, por ejemplo, no tienen mayores acotaciones.  Si disfruto leer acotaciones como las de Valle Inclán que son poesía.  El punto es que hay una dramaturgia del cuerpo; el entrenamiento y la experiencia del actor van formando una dramaturgia de movimientos, gestos, tensiones.  El actor tiene un repertorio orgánico que el escritor -salvo casos excepcionales- carece.  Quiero que mis textos aprovechen esas experiencias que tienen los intérpretes de la obra: es otra posibilidad -y en extremo comunal- de una puesta en escena con una técnica alternativa: el texto con sus posibilidades más las posibilidades de un elenco, que éste ponga a disposición su experiencia en las tablas para así tener una real co-autoría.  Eso no quiere decir que sugiera alguna imagen como la del sepelio de Kenny. Está la labor del director que suma todas esas experiencias y agrega su visión del trabajo.  En este caso, que Carlos Arroyo haya llegado a la imagen de que la pieza se desarrolla en un circo, que haya percusión que hasta puede sugerir un estado de trance, son consecuencias de ese diálogo texto-director-actores; pude ver un ensayo que se convirtió en una experiencia sensorial de sonido, movimiento, de voces que en realidad decían algo: un trabajo orgánico y de equipo.  Además, está lo que llamo el punto de fuga: una situación ambigua a resolver por el espectador: en este caso son las versiones tan disimiles que dan los testigos que presencian el hecho.
¿Cuál sería tu propuesta final: contar una aciaga historia o proponer al espectador una reflexión sobre los orígenes o causas de la tragedia y la expiación de los vivos que sufren por esa muerte?
En Oscuro, de noche tengo dos propuestas: que el espectador acuda a una obra de teatro para entretenerse. La propuesta subyacente es que en ese acto colectivo emerja la reflexión.  La pieza habla del miedo que nos ha hecho construir muros invisibles lo que, si es verdad que estamos con otros millones de almas, procuramos encerrarnos.  Por eso hay varios monólogos: el de los testigos que presencian, pero no denuncian porque a veces nos sentimos solos, desvalidos.  Una mirada, un gesto, el ruido de una moto, la caída de la tarde, un frenazo, un modo particular de caminar, la noche nos pone sobre aviso.  La idea es mostrar cómo ese muro nos ha hecho construir estereotipos: un motorizado es un malandro. La idea es compartir ese miedo y, si no se disuelve del todo, por lo menos que permita articular nuestros temores que si se comparten permitirán asumir la ciudadanía, en el ejercicio ciudadano que permita al colectivo conjurar ese miedo a partir de la práctica. 
¿Tiene un método especial para escribir o cada obra le exige técnicas y trabajos diferentes?
Mis piezas tienen en común la imagen recurrente de la que hablé arriba.  Pocas, muy pocas, han sido sobre una decisión consciente “voy a escribir tal cosa”.  Eso sí, cada pieza exige su método.  De Oscuro, de noche por ejemplo primero salió el primero y el último cuadro (yo los llamo fragmentos).  La premisa durante su escritura era que no se convirtiera en un texto lineal; la pieza fue avanzando.  Cuando pensé tenerla lista, la reordené cronológicamente para revisar si necesitaba algún otro cuadro o fragmento y posteriormente, la volví a su orden original que es con el cual se representará en la Compañía Nacional de Teatro. En el caso de otra pieza, Olvidadas, planteaba acciones performánticas como jugar con arroz, dibujar sobre papeles pegados a las paredes y el tiempo allí se volvió cíclico.
 ¿Qué le pide o exige al director que monte sus textos?
Tengo muy buenas experiencias con la mayoría de los directores que han dirigido mis piezas.  Sí les sugiero que se aproximen a ellas con ingenuidad.  Así como mis textos abren posibilidades de lecturas, un director arriesgado va conformando su idea a partir de la dramaturgia del cuerpo del actor.  Me provoca suspicacia el director que sin tener un elenco ya sabe cómo resolverá el montaje.  Mi más reciente trabajo en Nueva York, El Gos, dirigida por Leyma López, fue un proceso de aprendizaje integral para todo el equipo.  Aprendizaje que se vio en la irreverencia y audacia de la puesta en escena que se centró en el trabajo y potencial de cada intérprete.
¿Qué espera ahora?
Que en Caracas o en cualquier ciudad venezolana se muestre ese espectáculo final que ha logrado Carlos Arroyo y su gente valiosa. Gracias a Dios por hacer posible todo esto. Qué la vean muchísimos venezolanos y haya la necesaria catarsis que exigían los griegos y que necesitamos los venezolanos, ahora y siempre.


Subastas de arte en Caracas

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Con un mercado del arte constreñido a causa del éxodo de coleccionistas, el Grupo Odalys se propone este año reactivar la actividad de compra y venta de obras de arte con la realización de diez subastas, cuatro de ellas en vivo.
La primera puja tendrá lugar el domingo 26 de enero, a las 11:00 am, en la sede de la galería Odalys, ubicada en el Centro Comercial Concresa, de Caracas. En ella se ofrecerán 167 obras de artistas venezolanos de todas las épocas y tendencias, desde Arturo Michelena, Tito Salas y Tomás Golding, entre otros, hasta Miguel von Dangel, Alirio Rodríguez y Héctor Poleo, por mencionar a algunos contemporáneos.
Una de esas pujas, denominada Subasta de tiempo, será beneficio de la Fundación Cardioamigos, que ayuda a aquellas personas que necesitan cirugías cardiovasculares, pero no cuentan con los recursos para costearlas.
En materia de exposiciones, el Grupo Odalys llevará la muestra Cruz-Diez: un patrimonio a perpetuar a los países donde existen obras del máximo representante del Arte Cinético en el mundo. Esto, con el apoyo de las embajadas de las respectivas naciones.
Para la primera semana de febrero se inaugurará en la galería de Concresa una muestra dedicada a Pedro Centeno Vallenilla, pintor figurativo que centró su trabajo en representaciones alegóricas de indígenas y héroes patrios. Se trata de una de las pocas exhibiciones dedicadas al artista desde hace más de 25 años, cuando se organizó una exposición de sus obras en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
El día 22 de ese mismo mes, será abierta en la sede madrileña de la galería Odalys una exposición sobre la obra monumental de Alejandro Otero, de quien a partir del 7 de marzo se celebrará el centenario de su nacimiento. La muestra tendrá simultáneamente una versión en Caracas, integrada por dibujos, maquetas y proyectos que Otero hizo en 1968, durante su permanencia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Cabe mencionar que, al igual que se está haciendo con Carlos Cruz-Diez, parte de las obras públicas de Otero pasará a formar parte del Proyecto de Recuperación de Obas Monumentales, que adelante la oficina de arquitectura In Situ Art Projects, adscrita al Grupo Odalys, que en coordinación con la Fundación Otero Pardo y la Fundación Museos Nacionales (FMN) , realizará una muestra retrospectiva en la institución museística que lleva el nombre del autor del Abra Solar ubicada en Plaza Venezuela, con las más de 270 obras en posesión del Museo Alejandro Otero.
En mayo, Odalys Madrid (Orfila 5, 28010) abrirá sus puestas a una exposición de dibujo internacional que incluye piezas de importantes creadores como Picasso, Léger, Miró, Calder, Kandinsky y Vasarely, entre otros.
Para el segundo semestre del año, el Grupo Odalys ofrecerá al público de Madrid tres muestras: una fotográfica de Carlos Eduardo Hellmund, en el marco de PHotoEspaña, del 3 al 30 de junio; otra del artista cubano, residenciado en España, Waldo Balart, en septiembre, y una más del artista venezolano Jesús Matheus (Caracas, 1957).
En coincidencia con el Día de España, el 12 de octubre, tanto la Embajada de ese país en Venezuela como la Fundación Odalys, organizarán en el Museo de Bellas Artes una muestra dedicada al artista gallego Antón Lamazares, uno de los más representativos de la generación de los 80 en tierras ibéricas.
En el área editorial, el Grupo Odalys presentará este año dos publicaciones. La primera, en proceso de diseño, versará sobre el Taller Libre de Arte, escrito por el artista y curador Francisco Da Antonio, y la segunda, un amplio estudio del cuadro Miranda en La Carraca, a cargo de la propia Odalys Sánchez.



Ettedgui y Giménez para el teatro criollo

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En los años 1981 y 1993 hicieron “mutis por el foro” dos artistas teatrales importantes para las artes escénicas  criollas. El primero era Marco Antonio Ettedgui y el otro fue el “pirata del sur”, como lo apodaron sus rivales, Carlos Giménez, esteta y gerente sin igual, fundador y productor de los  los ocho Festivales Internacionales Teatro de Caracas y del grupo Rajatabla, menguada institución que ahora gerencia una sala ubicada en el patio trasero de Unearte.
Nosotros, sobre Giménez, pudimos "confeccionar" sendos librs con recortes de prensa y una serie de documentos suyos, así como un conjunto de cartas personales y textos para conferencias,  los cuales hemos publicado con los títulos Carlos Giménez: Tiempo y Espacio y CarlosGiménez: Antes y Después.
Pero el nombre de Marco Antonio Ettedgui puede que no sea muy popular en nuestros tiempos. Quienes sí tienen conocimiento sobre él, suelen recordarlo como aquel hombre joven que murió cuando la joven Julie Restifo, por accidente, lo mató durante la representación de Eclipse en la casagrandeobra teatral de Javier Vidal en la Sala Rajatabla (Caracas, 1981), durante un lamentable suceso con la baqueta de un fusil napoleónico que lo atravesó.
Otros conocen a Ettedgui por haber sido un destacado dramaturgo y actor venezolano. “Él tenía una conexión con las artes plásticas, performance, arte corporal, video, y radio; una mezcla muy compleja con un conocimiento del hecho escénico tal, a pesar de ser tan joven”.
Ettedgui nació en Caracas durante 1958. Estudió Comunicación Social, carrera que relacionó con el teatro. Fue columnista del diario El Universal en la sección cultural, desde 1980. También fue columnista de El Carabobeño y de la revista Sunshine.
Así se expresó Carlos Dimeo, un intelectual venezolano-argentino quien tiene, precisamente, un doctorado en Ciencias Sociales Mención Estudios Culturales de la Universidad de Carabobo, sobre Ettedgui. Su amor hacia el teatro lo llevó a realizar una investigación que tardó cuatro años en terminar para plasmarla, tiempo después, en el libro Marco Antonio Ettedgui: Poéticas teatrales Pos (t) modernas: Sacralización y Carnavalización / Dialogismo y Polifonía”.
Sin embargo, Marco Antonio Ettedgui, a pesar de haber comenzado en el teatro cuando tenía 17 años, se codeó con estos dramaturgos a tal punto de “rejuvenecer” al teatro venezolano. “Gracias a Ettedgui se marcó una vanguardia en Venezuela, transformando al país en el frente del movimiento cultural de Latinoamérica”, expresó Dimeo.
El libro de Dimeo, estructurado como cuaderno de bitácora en el contenido de las páginas, se adentra a la teoría y discusión epistemológica que sistematiza la producción de Ettedgui dentro de su trayectoria en eventos, acciones, y piezas teatrales, elementos que expanden un análisis de las poéticas y textos que se convierten en sacralización, ritualización y carnavalización (dos de ellos expuestos en el título de la obra).
Dimeo explica que para Ettedgui el tiempo y espacio como relación dentro de una escena no se refiere a un tiempo y un espacio “que pudiéramos llamar concreto o histórico”, según su visión y posterior definición, sería “mítico y mágico”, tal afirmación le da cabida a lo irreal en el teatro.
Dimeo afirma que  todo esto permite enlazar el teatro de Ettedgui con el simbolismo, las vanguardias históricas y también con la dimensión idealista que representan los rituales ancestrales del teatro latinoamericano puesto que le hacen frente a la visión realista y objetivista del mundo a través de una trinchera suprasensible que se aleja de la realidad circundante.
Dimeo plantea que el teatro venezolano merece ser difundido y más  aún si se trata de Ettedgui debido a que estuvo en la punta de la vanguardia teatral del país y Latinoamérica, tanto así, que en Argentina, Colombia y México, utilizan hoy en día el vídeo, la proyección de imágenes, el doblaje y el uso del cuerpo humano como objeto de representación dentro de las obras, propuestas provenientes de su creatividad, las cuales fueron llevadas por él en su época “a una perfección inusitada”.
Dimeo confesó haber sentido su presencia cuando creyó que la investigación pudo haber fracasado. “No soy místico, quizás fue a través de tus textos y obra, pero tuve una conexión”.
Quedan,pues, tres libros para que las memorias de Ettedgui y Giménez no se las lleve el tiempo.


Bodas sangrientas en el llano venezolano

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Viloria Díaz es director y productor teatral
¿Desde cuándo en el teatro y por qué lo hace?, preguntamos a  Eduardo Viloria Díaz, productor y director del espectáculo Bodas de sangre,basado en el texto original de Federico García Lorca, pero ambientado en las llanuras venezolanas, el cual hace temporada en la sala Humboldt.
 Viloria Díaz reconoce que al teatro llegó por un mero movimiento del destino en 1994, “conté con la fortuna de acercarme a Rajatabla, primero como amigo, luego como colaborador y finalmente formé parte de ellos, fui imbuido por esa magnífica centrifuga que era ese ambiente donde el hecho de la creación colectiva me pareció un descubrimiento equiparable al de la rueda y me dije “¡eureka!”, conseguí de la mano de personas como Daniel López quien me dijo “Viloria, siempre vas a estar donde tú quieras estar”, David Blanco, German Mendieta; Ingrid Muñoz, Andrés Vásquez, Wilfredo Tortosa, José Roberto Díaz, Rufino Dorta, Gerardo Luongo, Wilfredo Torres y un montón de compañeros una auténtica camaradería y de los que recibí valiosas enseñanzas. También debo agradecer a Daniel Uribe con quien trabajé mucho y consolidé una gran amistad. Deseo eso sí, manifestarte que aunque nunca trabajé formalmente con ellos, me sentí, porque así me lo hicieron sentir, un miembro de otra compañía a la que admiro mucho, e a la gente del Grupo Theja, disfruté mucho de verlos y compartir en sus procesos creativos, José Simón Escalona y Angélica eran unas estupendas fuentes de conocimiento y de eso siempre estaré agradecido. Desde hace mucho mis caminos se alejaron del teatro y me dediqué a trabajar en televisión, publicidad y principalmente en el cine, pero justo desde hace un año, me centré en retomar y como el hijo prodigo que retorna a la viña, he sido recibido afectuosamente por ese padre amoroso y comprensivo como lo es el teatro. Hoy te puedo decir que hago teatro porque siento la necesidad de la libertad y la simplicidad con la que se sintetiza la creación, ha sido una vuelta francamente satisfactoria.
¿Qué ambiciona con el teatro?
La ambición que perseguimos no es desde la premisa individual, nada más grandioso que un grupo de personas que juntas pueden producir algo que se encona en la mente y el sentir del público. Es por esto que decidimos formar la compañía Teatro del Buen Paso, buscando a pesar de la casi imposible situación que el espíritu de los grupos teatrales resurja en algún momento. Este proyecto cuenta con Valentina Garrido, Gonzalo Velutini, Nelson Lehmann, Asdrúbal Blanco y Yorkis Díaz.
¿Quién produce este montaje que es caro por lo actores y demás rubros?
Esta producción es absolutamente costeada por nosotros, el Teatro del Buen Paso; tuvo su origen en una causa con la que estamos muy comprometidos, conseguir recursos para luchar contra el retinoblastoma, enfermedad ocular que es el cáncer de más incidencia en la población infantil. Durante años el trabajar en el cine, publicidad y televisión ha permitido contar actualmente con cierta infraestructura que facilita la producción de este y de futuros proyectos con el favor de Dios.
¿Por qué este texto de García Lorca y además ambientado en el llano venezolano?
Primeramente como he expresado antes, mi fascinación por los clásicos es algo que me mueve, me estimula y hace hervidero de ideas en mi mente, creo que las grandes obras merecen seguir estando al alcance el público y que estas piezas siembran pasión en los espectadores, nada más fecundo que la grandeza de los autores que van cruzando el tiempo y se mantienen vigentes. Lo que me mueve es captar la esencia del autor desde mi interpretación y siendo fiel a su texto extrapolarlo a ámbitos distintos, un gran clásico resiste y permite que los directores le recreen buscando vanguardia. García Lorca para mi significa mirar al origen de mucho de lo que me enamora del teatro, sin duda su pasional obra consigue el gusto en mí y me parece que aún existe mucho por descubrir de su legado, cada frase, cada oración es un códice que espera por nosotros. Nuestra propuesta está sustentada en el interés que nos resulta mostrar que el Llano venezolano fuese en época de la colonia un lugar en que se asentaron los andaluces provenientes de España, el origen de la cultura llanera que es sin duda emblemática en Venezuela tiene su génesis en nuestra herencia andaluza y eso está presente en la música, el expresión oral y en la idiosincrasia. No hay nada
más parecido con la imagen que se tiene de España que el llano, esa cultura de “a caballo”, el ganado, las coplas, el octosílabo, el baile; el joropo y el flamenco tienen su origen en el fandango. Esa melancolía tan característica del llanero es también frecuente en el de los vaqueros en las dehesas, esa vinculación con el ambiente y el misticismo con que Lorca impregna Bodas de Sangre, es algo que está en los mitos y cultural de Guárico; Portuguesa; Apure; Cojedes y Barinas.
¿Qué agenda ha planificado para mostrar el montaje después de salir de la Humboldt?
Esta obra conlleva un enorme esfuerzo, mucha coordinación y hasta cuestiones azarosas, al ser un elenco de 25 personas hay que conjugar muchas factores para poder presentarla y más con el criterio y exigencia que nos hemos impuesto. Por
fortuna tenemos ya confirmadas cinco presentaciones en el complejo B.O.D. en abril, Semana Santa específicamente. Tenemos una invitación a Lechería en Anzoátegui, Guárico y Maracaibo, estamos aún en conversaciones porque realmente es complejo y costoso hacer en este momento una gira de tres días a cualquier lugar de Venezuela. Por supuesto que es para nosotros un deseo poder mostrar esta propuesta que engloba un gran clásico que ahora se hace tan nuestro.
¿Satisfecho con lo alcanzado hasta ahora?
Jamás se sacia el deseo por lograr un excelente trabajo, es una extenuante persecución que nunca acaba, el dirigir, es estar un poco condenado como Sísifo, subir una y otra vez la cuesta interminable de la creación. Ahora, sí hay un goce en este montaje, el gusto de hacer un espectáculo que a mi gustaría ver y que se me parece a muchos que en el pasado vi y me hacían emocionar y aplaudir afanosamente sentado en ese lugar fantástico como es el del espectador. Lo más importante y lo digo convencido de que es así, es recibir comentarios de muchísimas personas que dicen que esto se asemeja a Rajatabla, esto, lo vale todo; para mí no existe mayor orgullo que ese, que en nuestro modesto trabajo se vislumbran chispas de la genialidad de esa estética forjada con tanta gloria como la que nos dio Carlos Giménez y la cual aún retumba y hace retorcer a ciertas personas que seguirán mirando hasta el fin de los tiempos la estela que el gran maestro dejó. Rajatabla será siempre para mí el norte y me siento honrado de ser parte de esa escuela y que hoy tiene en nosotros una voz que dice presente.
¿Qué tiene proyectado para después?
Actualmente nos encontramos trabajando en un proyecto hasta ahora denominado BRECHT 2020, tenemos la intención de estar en cartelera para agosto o septiembre. Es un montaje con similares características al de Bodas de sangre como es una de nuestras intenciones en el Teatro del Buen Paso, es decir un elenco numeroso, serán 17 artistas en escena incluyendo a cuatro músicos aunque la ambientación no tiene semejanza con nuestro actual montaje. En este nuevo reto contamos con el talento de casi todos los participantes con los que actualmente estamos trabajando, es un enorme gusto formar un grupo con talentosas personalidades como Valentina Garrido que sin duda para mi es la mejor  actriz joven del país; una joya como Marisol Matheus, Gonzalo Velutini, Nelson Lehmann, Asdrúbal Blanco, Jennifer Flores, Miguel Ángel Treccia o Lady Herrera, Vittorino, Javier González, Egon Ilka entre otr

¿QUIÉN ESCRIBIRÁ NUESTRA HISTORIA?

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Cajas de hojalatas  y latas de leche fueron los contenedores de los archivos Óneg Shabat, parte del sistema de resistencia documental que organizó el historiador polaco Emanuel Ringelblum, junto con un grupo de colaboradores, viviendo en las peores condiciones en el gueto de Varsovia, durante el nazismo. Así esta crónica de militancia a favor de la vida y de valentía moral se convirtió en la película Quién escribirá nuestra historia (Who Will Write Our History), que la organización sin fines de lucro, Espacio Anna Frank, presentará con entrada gratuita, el sábado 25 de enero, a partir de las 5:30 p.m. en la Concha Acústica de Bello Monte, como parte de su conmemoración In Memoriam 2020, que se realiza todos los años, para proyectar un mensaje de recordar algo que es necesario que no se olvide: El Holocausto o la Shoá. 
A lo largo del país, en 13 estados y en 21 salas de Cinex y Cines Unidos, también se proyectará el largometraje, el domingo 26 de enero, con entrada gratuita y a las 2 de la tarde para un público adulto, en un esfuerzo, cómo explica su directora Roberta Grossman,  de que “la gente no aprenda simplemente de este film, sino que se involucren y se conmuevan profundamente”.
Para el embajador Milos Alcalay, presidente de Espacio Anna Frank, la relevancia del film es que “se logró derrotar lo que pudo ser una caricatura distorsionada del pueblo judío por parte del nazismo a través de los testimonios de quienes fueron testigos de la tragedia del Gueto de Varsovia, en lo que representó la búsqueda de la verdad, la lucha por la libertad y la vida. Hoy cuando empiezan a asomarse sombras de mentiras, discriminación y destrucción, es muy importante frente a las tensiones que vivimos, que recordemos que no debemos permitir que se repita el genocidio, la destrucción o el odio contra una nación o grupos que piensen distinto”.
La presentación a nivel nacional de Quién escribirá nuestra historia responde a la programación In Memoriam 2020 de Espacio Anna Frank, en el marco de la Resolución 60/7 de la Organización de las Naciones Unidas, que designó el 27 de enero como Día Internacional de la Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto. Esta vez participan como patrocinantes las embajadas de Alemania, Argentina, Italia, Reino de los Países Bajos, Francia, España, Suiza y Polonia y como aliados: la Alcaldía de Baruta, el Comité Venezolano de Yad Vashem, la Concha Acústica de Bello Monte, la empresa distribuidora de películas Blancica,  los circuitos de cine: Cinex, Cines Unidos y Circuito Gran Cine, por medio de su Fundación Hacer Cine, así como el Circuito Unión Radio. La elección de la fecha no es fortuita: el 27 de enero de 1945, el ejército soviético liberó Auschwitz, el mayor campo de exterminio nazi. 
La historia desconocida más importante del Holocausto
En noviembre de 1940, días después de que los nazis encerraron a 450.000 judíos en el Gueto de Varsovia, una banda secreta de periodistas, intelectuales y líderes vecinales decidieron resistir. Organizado por el historiador Emanuel Ringelblum y conocido bajo el nombre en clave de Óneg Shabat, (“La alegría del Shabat”),  este grupo clandestino luchó  para derrotar las mentiras y propaganda nazi. Estos archivos contenían todo tipo de documentos de la vida cotidiana, así como informes, diarios y testimonios que los propios miembros de Oneg Shabat habían escrito o incitado a escribir a otras personas. Ellos vencieron a su enemigo criminal con la mejor arma  -la verdad- y lo arriesgaron todo para que el archivo sobreviviera a la guerra, incluso si ellos no lo lograrían. Así este film se ha convertido en la historia desconocida más importante del Holocausto
Escrita y dirigida por Roberta Grossman y producida por Nancy Spielberg (hermana menor de Steven Spielberg), Quién escribirá nuestra historia  (Estados Unidos - Polonia, 2018, 95min.), está basada en el libro del historiador Samuel Kassow, sobre la vida en el Gueto de Varsovia desde la perspectiva judía. Se reunieron diarios, ensayos, poemas y canciones. Documentaron las atrocidades nazis con testimonios de testigos. Enviaron reportes de asesinatos masivos a Londres por medio de la resistencia polaca clandestina.  Mientras, los trenes deportaban a miles de judíos a las cámaras de gas de Treblinka y el Gueto era incinerado, se encargaron de enterrar 60.000 páginas de documentación con la esperanza de que el archivo sobreviviría, aún si ellos no, para “gritarle la verdad al mundo”. 
Quién escribirá nuestra historia narra los primeros meses de la guerra en Polonia, el establecimiento del gueto de Varsovia, justificado por la propaganda nazi a la población polaca como una forma de protegerla de la población judía supuestamente enferma; las condiciones horribles en el gueto, las deportaciones masivas a Treblinka en el verano de 1942, la rebelión del gueto de Varsovia y la masacre final de los nazis en 1943.
Espacio Anna Frank estrenará antes de proyectar el film, el corto Las voces de ayer, nos hablan hoy, con el fin de lograr mayor comprensión del Holocausto,  sus dimensiones y de conocer su contexto histórico. Es una pieza audiovisual que explica, en forma ágil y didáctica, cómo a principios del siglo XX, los partidarios de ideologías y falsas creencias buscaban fundamentarlas en la ciencia para hacerlas pasar por verdades irrefutables. El corto, realizado con la técnica de animación stop motion, cuenta con una duración de 7 minutos, y muestra que una de las causas del Holocausto fue la creencia de que las diferencias genéticas colocan a un grupo humano por encima de otro.
Así mismo, Espacio Anna Frank presentará en la entrada de la Concha Acústica de Bello Monte, la exposición Recuerda, Reflexiona, Reacciona, que actualiza el fenómeno de los genocidios y nos recuerda que estos sucesos siguen pasando hoy en el mundo.
Una gran sala de cine para el espectador
Además de la proyección el sábado 25 de enero, a las 5:30 pm en la Concha Acústica de Bello Monte, la cual se llevará a cabo gracias al apoyo del Circuito Gran Cine, por medio de su Fundación Hacer Cine; el domingo 26 de enero, 13 estados del país abrirán sus salas de Cines Unidos y Cinex para proyectar Quién escribirá nuestra historia. Todas las funciones de cine del domingo se llevarán a cabo a las 2 pm y con entrada gratuita. Por la fuerza de las imágenes, esta película está recomendada para un público adulto y para jóvenes a partir de los 13 años de edad. 
Las salas de Cines Unidos ubicadas en centros comerciales que abrirán sus puertas para proyectar la película serán: Millennium Mall (Caracas), Regina, (Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui); Hyper Jumbo (Maracay, Edo. Aragua), Orinokia, (Puerto Ordaz, Edo. Bolívar); Petroriente, (Maturín, Edo. Monagas), y los centros Sambil de Margarita (Edo. Nueva Esparta), Valencia, (Estado Carabobo), San Cristóbal (Edo. Táchira), Maracaibo (Edo. Zulia) y Barquisimeto (Edo. Lara). 
También el domingo 26 de enero, Cinex proyectará el largometraje en sus salas ubicadas en los centros comerciales caraqueños Sambil, El Recreo, El Hatillo, San Ignacio, Los Próceres y Manzanares. En el interior del país estarán disponibles los recintos ubicados en Galerías Plaza (Maracay, Edo. Aragua); Sambil (Paraguaná, Edo. Falcón); Lago Mall (Maracaibo Edo. Zulia) y los centros comerciales Buenaventura de Guatire (Edo. Miranda) y de Araure (Edo. Portuguesa). 
En el caso de Cines Unidos, los asistentes podrán adquirir, de forma gratuita, sus entradas a través de las taquillas de los cines. Por su parte, los asistentes a las funciones de Cinex pueden ingresar a su página web www.cinex.com.ve, ubicar el título en la cartelera y seguir el procedimiento de compra (el cual, en este caso, presentará la opción “acceso gratis”). Ello, les permitirá seleccionar las butacas y obtener un localizador que deberán reservar para mostrarlo al momento de ingresar a la sala. 
La Concha Acústica de Bello Monte está localizada al final de la Avenida Caurimare en Colinas de Bello Monte. Hay seguridad para estacionar los vehículos en las zonas aledañas al anfiteatro, por parte de la Policía de Baruta.
Espacio Anna Frank nace en el 2006. Las diversas iniciativas que ha desarrollado a lo largo de estos años buscan sembrar en las mentes y los corazones el deseo de vivir como una gran familia, y el rechazo categórico de todo acto de discriminación, violencia e intolerancia. Para esta organización, combatir la indiferencia y preservar la coexistencia es un punto de honor. 
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Siempre Nicolás Curiel

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Nicolás Curiel
Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud, dice la conseja popular y lo recordamos ahora para referirnos sobre Nicolás Curiel, artista clave en la historia del teatro venezolano, especialmente el caraqueño.
“El teatro es transcripción de la vida, espejo de la naturaleza, como enseña (Shakespeare), pero ese reflejo fiel se logra a través de medios específicos: no fabricando una realidad falsa sino haciendo haciéndola más real aun destacando su esencia gracias al prestigio del arte. Sobre la escena nada de superfluo, sólo lo estrictamente necesario al actor: el tablado por dónde camina, los trajes con que se viste, la silla o el banco en que se sienta, la mesa en que escribe, y la luz: el juego del día y de la noche”.
Así lo escribió, el director Nicolás Curiel en el programa de mano de su espectáculo Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, el cual a las nueve de la noche del martes 9 de abril de 1957 relanzó al Teatro Universitario de la Universidad Central de Venezuela, en el Aula Magna. ¡Historia pura! 
Ahí comenzó el TU su aporte para el desarrollo de las artes escénicas a lo largo de los siguientes años. Después fue absorbido por la burocracia y convertido en otro grupo estudiantil más, pero su aporte original nadie se la niega, tal como lo reitera su “fundador” Nicolás Curiel.
De ese primer montaje se hicieron cinco funciones a sala llena, pero la primera representación fue un gran mitin, donde, entre los tres mil espectadores, estaban agazapados unos, maquillados otros, los más destacados líderes de la resistencia contra el régimen del general Marcos Pérez Jiménez. "Teníamos seis meses tratando de realizar este montaje, pero el coronel Damián, que era quien maneja la seguridad de la UCV, no me dejaba ante los problemas políticos que estaban desmoronando la dictadura. Nos pusieron miles de trabas para impedir que se mostrara. Hasta que al final se hizo y la oposición lo convirtió en un mitin extraordinario de rechazo a la tiranía. Era un montaje desprovisto de su religiosidad característica y se convirtió en una denuncia del abuso del poder, por lo cual el público coreaba ‘Ve-ne-zue-la’ cada vez que la heroína era estrujada por el odioso comendador”.
De ese primer espectáculo solamente se hicieron cinco funciones en Caracas y después fueron de gira al interior, tras lo cual Nicolás (el hijo mayor de Humberto y Carmen Acosta de Curiel) impuso el TU no sólo en la geografía nacional sino que cruzó las fronteras, dándole positivos titulares de prensa y reivindicando al teatro criollo.
Salió de ahí, en 1968, a consecuencia del Mayo francés y sus efectos en la Venezuela de entonces. Hizo unos 40 montajes. Ahí se formaron actores, actrices y directores como José Ignacio Cabrujas, Herman Lejter, María Cristina Lozada y Gustavo Rodríguez entre otros más. Además capacitó a los espectadores, porque sin ellos no existe el teatro como tal.
Nicolás, de familia coriana, admite que él pertenece a “la generación del culito abrillantado, la cual se vino a la capital y no quiso saber más de su pueblo”, hace algunos fue años noticia porque el gobierno de Francia le concedió “una alta condecoración”: Officier de l’ordre des arts et des lettres, como se lo comunicó el ministro de Cultura y Comunicaciones de la República Francesa, Renaud Donnedieu de Vabres. ”Me la dieron por mis largos 60 años de actividad teatral, la cual comencé aquí, en el Liceo Fermín Toro, con Alberto de Paz y Mateos, trabajando en unos entremeses de Cervantes y con la pieza Donde está la marca de la cruz de Eugene O´Neill, en 1948, para después proseguir en Francia con Gordon Craig y Jean Luis Barrault, como lo historió mi alumna Erubí Cabrera”.Nicolás, que no niega sus simpatías y militancia con el socialismo bolivariano, recibió otro homenaje por parte de la Compañía Nacional de Teatro y para ello el director Eduardo Gil, de esa época del siglo XXI, organizó una especie de lectura dramatizada del espectáculo Yo, Bertold Brecht, el cual posteriormente fue “teatralizado” debidamente para abrir la temporada 2008 de la CNT.
”Ese montaje lo hice yo durante la cuarta república, precisamente cuando la democracia de Betancourt se puso a matar estudiantes y guerrilleros sin contemplaciones. Era una especie de cóctel, el cual no duraba más de una hora y diez minutos. Ahí yo hacía una especie de biografía teatral de Brecht, usaba algunos de sus poemas y fragmentos de las canciones y los textos de su pieza La ópera de tres centavos. Yo estaba en escena y encarnaba a Brecht y leía sus textos, mientras que Freddy Galavís, Alberto Sánchez, Álvaro de Rosson, Elizabeth Albahaca y Lucía Guitlitz (mi compañera de vida y madre de mis dos hijos) contestaban con algunos fragmentos. El lema nuestro era que ‘la violencia se combate con la violencia' pero lo nuestro era el teatro y su metralla ideológica”.
Fue aventado de la Universidad Central de Venezuela por efectos y defectos de aquel mayo francés de 1968, hábilmente sazonados con las rencillas de la izquierda criolla. Así el Teatro Universitario (TU) perdió a Nicolás Curiel, su máximo esteta y nunca más esa institución logró recuperarse, pero ya él había logrado incendiar la bucólica pradera de las artes escénicas criollas, generando un positivo movimiento crítico entre la audiencia y aupando a las nuevas generaciones de actores, actrices, escritores y técnicos que ahí se formaron y se multiplicaron, como José Ignacio Cabrujas, Gustavo Rodríguez, María Cristina Lozada, Herman Lejter, Alberto Sánchez y Eduardo Gil, entre otros.
En la saga del TU, que arrancó en la década de los 40 (ya existe un valioso aporte historiográfico dejado por Erubí Cabrera), se recuerda como Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, estrenado a las nueve de la noche del martes 9 de abril de 1957, en el Aula Magna, relanzó a ese Teatro Universitario de la UCV, lo cual se conocería después como la “era Curiel”. Con ese montaje se hicieron cinco funciones a sala llena, pero su debut se transformó en un gran mitin, donde, entre los casi tres mil espectadores, estaban agazapados unos o maquillados otros, destacados líderes de la resistencia contra el régimen del general Marcos Pérez Jiménez. ¡Arte contra el poder!
Tenía seis meses tratando de mostrar su espectáculo, pero el coronel Damián, que era quien maneja la seguridad de la UCV, no lo autorizaba ante los serios problemas políticos que estaban desmoronando la dictadura. Le pusieron miles de trabas para impedir que se escenificara. Hasta que se hizo y la oposición lo convirtió en un mitin extraordinario de rechazo a la tiranía. Era una creación, desprovista de su religiosidad característica, que se convirtió en denuncia del abuso del poder, por lo cual el público coreaba “Ve-ne-zue-la” cada vez que la heroína era estrujada por el odioso comendador.
Con ese montaje se fue de gira al interior, tras lo cual el hijo mayor de Humberto y Carmen Acosta de Curiel impuso al TU no sólo en la geografía nacional sino que logró cruzar fronteras, mereciendo positivos titulares de prensa que reivindicaron al teatro criollo. ¡La cultura concede victorias sin sangre y sin pólvora!
Ese teatrero, nacido en el 23 de abril de 1928, el progenitor de los cineastas Sergio y Miguel Curiel, identificado con la cédula 249.058, realizó 40 montajes con el TU. Con su versión escénica de Los siete pecados capitales, basada en textos de Bertold Brecht y Kurt Weill, marcó su retirada hacia delante.
Nicolás Curiel, a sus 92 años (aun sin cumplir) de activa vida, todavía no se ha jubilado, porque los teatreros como él únicamente hacen el mutis para “algo definitivo”.



¿No hay cine nacional?

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“Nuestro cine, el cine venezolano y el latinoamericano entran a la década de los 2020 y dele, y el nuestro a todas luces sigue sin asumir este desafío, esa necesidad de ir por delante a definir su espacio necesario, su espacio merecido de  vanguardia de nuestra imagen en siglo que comienza”, nos lo dice en misiva particular el cineasta Miguel Curiel.
Comenta que a trompicones, bajos y altos desde el siglo pasado : dirección de cine del ministerio de fomento, Foncine, Fonprocine, CNAC y ley de cine se había establecido una base de crecimiento, lo acompañan un legado de películas honestas, reveladoras de una identidad cultural particular, una pre-definición dentro del panorama cinematográfico mundial y un respeto a nuestra creatividad. “Elementos claros y necesarios para decir presente en el mapa de la imagen universal”.
“Ahora, al inicio de la década 20 del 2000, nuestras películas tienen identidades mexicanas, peruanas, norte americanas, dominicanas, colombianas, etcétera,  y una escuálida dosis de supuestas nacionales con destino fracaso en su mayoría. Él porque es simple: un CNAC enemigo del desarrollo de este proceso de desarrollar un cine nacional y una incapacidad de las organizaciones sociales de nuestro cine de enfrentar esta circunstancia”.
“Desde el punto de vista gobierno: su incapacidad de darse cuenta que “la camisa de fuerza”   acabó con el cine cubano y soviético (de ellos solo quedan los clásicos del siglo pasado) y comprender que el cine y la imagen son la ventana internacional de una cultura que se reflexiona sí misma, el ejemplo concreto es Bergmann, Titon, Glauber Rocha, Sanjines, Copolla, Záng yi Mu, Godard, Chalbaud, los Rodríguez, los Cohen, etcétera. Elemento olvidado: son los autores y no los actores quienes determinan el camino de reflexión, siendo estos últimos el producto de venta”.
“Desde el punto de vista de nuestras organizaciones sociales : su incapacidad (generacional, ya que los baby-boom lograron la ley de cine) de deslindar política cinematográfica de política gobierno, se desangran en posiciones anti y pro, estamos con o contra, en vez de asentarse en una política cine e imagen, que es y ha sido la base de nuestras conquistas, las ideológicas pro-contra gobierno se manifiestas en la película hecha, no en las reglas de cómo hacerlas para que nuestras historias imágenes se hagan”.

“Triste situación para aquellos que hemos creído en que nuestro aporte permitiría desarrollar una industria (con sus buenas y sus menos buenas, que importa), triste situación para un cine que conquistaba  y digo bien, conquistaba, su espacio en la cultura mundial”.
Antes de de terminar, la irresponsabilidad de las distribuidoras es patente, incapaces de asumirse en la nueva década del entretenimiento (el cine y la cultura en general lo son)con la múltiples formas que se han establecido y la renovación estructural de las mismas, no es cotufa más barata o entradas dobles a precio de una que resuelven el problema .Para terminar:si el Estado pone “presidente” debe poner fondos suficientes también para justificarlo. Sin protección social y médica no puedes tener profesionales en la industria. Sin cable internacional no puedes tener, tal día como hoy, tú presencia de imagen internacional. Sin pañuelos ni maletín de dólares no puedes estabilizar una producción nacional de cine coherente. Sin una producción estable de entre 20 y 100 películas anuales no hay industria. Argentina, México, etcétera, son el ejemplo) por lo tanto no hay cine nacional. Sin adaptarse a las nuevas firmas de difusión y producción de la imagen no hay forma de un cine a futuro”.

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