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Channel: EL ESPECTADOR venezolano
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El rey Lear quiere subditos en Caracas durante dos fines de semana

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Nos hacemos partícipes de la alegría que embarga a la gran familia del teatro venezolano porque por primera vez en su historia, de más de cuatro siglos, se logra actuar, dirigir y producie el texto shakepereano El rey Lear, para demostrar así que se navega con buen rumbo y que sí hay talento verificable.
Es posible que para el proximo año se programen más representaciones,teniendo en cuenta los compromisos profesionales de la veintena de personas ahí involucradas, quienes comulgan los mismos intereses culturales
Basándose en una versión de Nicanor Parra, esta adaptación del Rey Lear  está a cargo de Federico Pacanins y Gerardo Blanco López, quien, además, es director general y responsable de la puesta en escena de esta obra que presenta la dualidad entre el bien y el mal, el amor y el interés, reflejando las pasiones y los pormenores del ser humano, y dejando como reflexión la necesidad de rehacerse a partir de los obstáculos.
El director y versionista escénico Gerardo Blanco advierte que El rey Lear, con  sus cinco  actos maravillosamente realizados en verso y prosa. destaca por su buena trama. Es una historia increíble.
“En esta oportunidad, me dirijo a ustedes para comunicarles que el reino del gran Lear se levantará en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt, una de las tragedias más reconocidas del dramaturgo inglés, toda una historia sobre traición, ingratitud, envidia y locura que será encabezada por el primer actor Jorge Palacios, en el personaje del rey.El rey Lear, ya muy viejo, decide dejar la dirección de su reino a sus tres hijas, con el fin de poder vivir tranquilo sus últimos días; para ello, las somete a prueba. Sin embargo, pronto se sentirá amenazado por ellas al verse absolutamente abandonado, y solo algunos fieles a la corona intentarán devolver el reino a su antiguo propietario"
La ficha artística del elenco es esta: Lear, Rey de Bretaña – Jorge Palacios; Goneril, hija mayor de Lear – Patty Oliveros; Regan, segunda hija de Lear – Sandra Yajure; Cordelia, hija menor de Lear – Silvia De Abreu; Bufón – Jeizer Ruiz; Duque de Cornwall – Orlando Villalobos; Duque de Albany – Juan Carlos Grisal; Conde de Kent – Gerardo Soto; Conde de Gloucester – Carlos Abbatemarco; Edgar, hijo legítimo de Gloucester – Manuel Villalba; Edmund, hijo bastardo de Gloucester – Ignacio Marchena; Oswald, camarero de Goneril – José Sánchez; Rey de Francia / Soldado – Martin Almonetti; Duque de Borgoña / Soldado – Rafael Gorrochotegui; criados – Anakarina Fajardo, Rosana Mottola y Cipriano Castro Flores; soldados – Daniel Martínez y Alexander Kaas; cantante invitada – Katherine Coll.
El rey Lear forma parte de la Experiencia Shakespeare que la Asociación Cultural Humboldt ha organizado en el marco de su 70º aniversario, con la finalidad de presentar otros clásicos como Medida por medidaMacbeth Coriolano, por ahora. En ese sentido, la ACH brindará a la audiencia una variada programación de teatro isabelino que inició en septiembre de 2019 y culminará en abril de 2020, reuniendo a diferentes agrupaciones teatrales de gran trayectoria en Venezuela, como lo son los elencos de  Grupo Bagazos, La Máquina Teatro, Grupo Asklepión, etcétera.
La obra se estará presentando en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt, ubicada en el corazón de San Bernardino, entre el Hotel Ávila y el IESA, Av. Juan Germán Roscio, cruce con Av. Jorge Washington, Caracas. Las entradas pueden ser adquiridas en la taquilla del teatro y a través del correo asohumboldt@gmail.com.Más información en las redes sociales @asohumboldt.


Venezuela participó en reunión del Crespial

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Representantes del Crespial durante su reunion en  Bogotá

Durante los días 6 y 7 de diciembre se cumplió en el Centro de Convenciones Tequendama Suites de Bogotá la décima cuarta reunión del Consejo Administrativo del Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina que reúne a 15 países de la región y de la cual la República Bolivariana de Venezuela, desde el año 2009 es miembro activo a partir de las acciones trazadas por el Centro de la Diversidad Cultural en calidad de Núcleo focal ante este órgano asociado a la UNESCO.
 La delegación venezolana presente en Colombia estaba integrada por Benito Irady y George Amaiz, quienes expusieron parte de la experiencia venezolana para la salvaguardia del patrimonio cultural y la importancia del movimiento en redes organizado por las comunidades de practicantes de nuestras culturas ancestrales.
También se dio a conocer en la reunión los espacios de diálogos políticos conquistados, más allá de la diferencias de los gobiernos regionales y locales para avanzar en la consolidación de planes a favor de las comunidades, como ocurrió recientemente con la firma de resoluciones y acuerdos por parte del gobernador Héctor Rodríguez en el estado Bolivariano de Miranda, al darse a conocer la apreciación del expediente “Programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela” que debe dar origen al séptimo ingreso del país a las Listas de la Unesco para distinguir el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
En la reunión estuvo presente el representante de la UNESCO Tim Curtis, secretario de la citada convención del Patrimonio Cultural Inmaterial, quien destacó la importancia de este Centro Categoría 2 que reúne a los países latinoamericanos. Por su parte Adriana Molano, actual Directora del CRESPIAL, destacó los significativos avances organizativos para favorecer líneas más claras de actuación que posibiliten una mejor gestión en el continente.
La reunión presidida por Mardonio Carballo representante de México, tuvo como secretario a Joaquín Moscoso de Uruguay y se discutieron temas como nuevas metodologías de planificación y medición de resultados, reglamentos internos de trabajo, estrategias de cooperación. Al finalizar la jornada se dio por aprobada la solicitud de adhesión de la República Dominicana, que elevará al Centro a un número de 16 países miembros. También fue aceptada la solicitud de Venezuela de ser sede de una próxima reunión del Consejo Administrativo de Crespial durante el año 2021.
Otros países miembros son Brasil, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, El Salvador, Guatemala, Argentina, Ecuador, Costa Rica, Bolivia y Cuba.
En todo momento la delegación venezolana destacó la importancia del diálogo intercultural y la necesidad de promover un clima de paz en la reunión, como garantía de que las comunidades enlazadas por el patrimonio cultural inmaterial no se vean afectadas.
Más allá del bloqueo internacional que sufre Venezuela, la cultura de tradición de los pueblos se crece en su organización y avanza en nuevos logros.

Tabataba en Rajatabla

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Una pieza del teatro francés contemporáneo
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Fue Bernard-Marie Koltès (Metz, 1948/ París, 1989) todo un prestigioso autor, escritor y director teatral francés, quien murió tempranamente a consecuencia del Sida. Sus obras, las cuales  fueron calificadas por el ministro de Cultura, Jack Lang, de "voces sin igual" y "ejemplos de un teatro verdaderamente contemporáneo", han sido representadas en Nueva York, el Reino Unido, Holanda, Suecia y la República Federal de Alemania.
Aquí en Caracas, durante las temporadas 2018 y 2019 en las salas San Martín, Luis Peraza y Rajatabla, ha sido mostrada su  Tabataba,  gracias al director Eduard Paruh y los actores Ángel Pelay y María Alejandra Jiménez, con la participación de Jesús Colina, José Manuel Rueda, y Gerónimo Reyes en los rubros de la producción, asistencia e iluminación, además de Jesús Núñez y Eliezer Torrealba. Todo un ejemplar equipo de criollos que sí creyó en ese corrosivo texto.
Tabataba, quepodría ubicarse en una barriada popular en la costa mediterránea, al norte de África, o  en las afueras de París, materializa a dos  hermanos, Maimouna y Petite Abou y una Harley Davidson (aquí en Venezuela es de otra marca), entregados al complaciente ritual erótico  de un baño y después a un acto sexual desesperante, que podría interpretarse como una desesperada búsqueda de sus identidades  y una soledad sin amor posible, quienes así repiensan sus mandatos casi ancestrales, donde monologan en voz y cuerpo sus carencias identitarias  y durante una noche de un verano se redescubren en sus desesperadas vidas luchando por “resimbolizar” la alegría de alguna manera que les permita huir –o quedarse –y ser a su modo mientras más temprano que tarde les visita la muerte, que siempre está ahí, esperando.
Tabataba, que escénicamente no supera los 45 minutos, es pues una joyita de ese teatro que pocos se atreven a representar, pero aquí tenemos un grupete de venezolanos que sí lo hicieron desafiando prejuicios y anatemas, por lo que merecen de verdad  muchas felicitaciones y deseos de que sigan en los escenarios haciendo todo eso en lo que crean y además les guste.
A Koltès, que es considerado el autor teatral francés más importante de la ultimadas década, por el director Patrice Chéreau, que lo eligió como su autor favorito. Koltès descubrió su vocación teatral cuando era un adolescente al ver a Mara Casares representar la Medea de Jorge Lavelli en Estrasburgo. "Quiero escribir una obra como esa para una actriz como esa", contó posteriormente que fue su reacción al presenciar la actuación de María Casares. Para ella escribió efectivamente, en 1972, L'Héritage, su primera obra, leída por la actriz española y por Jean Topart en la emisora France-Culture. Pero, como dicen los biógrafos, fue cinco años después, en 1977, cuando Koltès irrumpió en el teatro francés con la presentación en el Festival de Aviñón de La nuit juste avant les forêts, un monólogo escrito con dureza y lirismo, características presentes en sus textos entrecortados y violentos. "Él ha sido", escribió ayer Chèreau en Le Monde, "un meteorito que ha atravesado nuestro cielo con violencia en una gran soledad de pensamiento y con una increíble fuerza, a la que era a veces difícil acceder".
Le retour au désert fue su última obra, montada el otoño del 89 por Chèreau y por su escenógrafo habitual Richard Peduzzi, e interpretada por Michel Piccoli. Sus textos incorporaban a veces expresiones de otras culturas, como las frases en español y en quechua introducidas en Quaouest, o en árabe en Le retour adésert. Koltès entró en 1971 en la escuela del Theâtre National de Estrasburgo como alumno es la especialidad de regidor, pero pronto se dedicó a escribir para el teatro. Publicó también en 1984 una novela, La fuite a cheval, y tradujo varias obras del gran Shakespeare.
Tenemos que cerrar esta crónica recomendando que hasta el próximo fin de semana hay un espectáculo nada habitual, el cual debe ser visto sin prejuicios para ponderar mejor a un autor malogrado y calibrar el talento histriónico de los venezolanos que se atrevieron a tanto. Y nosotros quedamos  con ganas de verlos en otros trabajos porque son, sin lugar  a dudas, ese necesario y esperado relevo.

THEATRON sobre Rodolfo Santana IMPRESCINDIBLE en PDF

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Publicamos esta sentida nota de la editora Carlota Martínez y la respectiva dirección para que esta publicación pueda ser disfrutada por todos los teatreros interesados:
Apreciados amigos y colaboradores de nuestra revista THEATRON, reciban ustedes un saludo cordial.En vista de los retrasos que de manera involuntaria se han venido experimentando en el esfuerzo de   renovación y actualización de la pagina web de la UNEARTE, en la búsqueda de una alternativa,  nos  dirijimos a ustedes en la oportunidad de remitirles para su lectura y disfrute en formato PDF el numero 28 de nuestra publicación, la cual como bien saben  ha sido dedicado al dramaturgo Rodolfo Santana y presentada públicamente el pasado mes de noviembre en el marco de la FILVEN.   Esperando que para el inicio del próximo año los mencionados  inconvenientes hayan podido ser solventados con éxito para beneficio de la población universitaria y del sector teatral todo. No me queda más que desearles una feliz navidad y un venturoso año 2020, así como ratificarles mi especial aprecio y consideración.
Esta es la direccion de enlace:

https://mail.google.com/mail/u/0?ui=2&ik=342599e780&attid=0.1&permmsgid=msg-f:1652648110955826027&th=16ef62b3683e0b6b&view=att&disp=inline

La UNESCO reconoció tradición de la palma bendita en Venezuela

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Benito Irady durante el evento de la UNESCO en Colombia.
El programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la palma bendita en Venezuela, es reconocida por la UNESCO como ejemplo de buenas prácticas. 
A continuación palabras de Benito Irady, representante de Venezuela ante la Convención del Patrimonio Cultural Inmaterial, reunida en Bogotá, Colombia.
"Por ser Venezuela el país con el cual se cierra esta suma de postulaciones, debemos felicitar a todos los Estados parte, que como nosotros ingresan a las Listas, por la importancia del patrimonio cultural inmaterial en el mundo. 
Extendemos nuestras felicitaciones a los distintos organismos que han apoyado esta reunión multilateral en Bogotá, y especialmente al pueblo de Colombia, del cual somos hermanos de sangre y de glorias. Hijos del mismo padre Libertador Simón Bolívar. 
Destacamos el encuentro con la Directora General de la Unesco, y con su equipo aquí presente,  con el señor Secretario de la Convención Tim Curtis, y porque no, con la responsable de seguridad Mary Mone, que está pendiente del cuidado de todos nosotros. No olvidamos su rostro, señora Mary. En fin, destacamos la presencia de todo el grupo de este organismo de Naciones Unidas, además de los distinguidos miembros del Órgano Evaluador, que han asumido una tarea muy difícil. Merecen un aplauso.   
Damas y caballeros, apreciados colegas, todos reconocemos esa célebre frase que encabeza el preámbulo de la Constitución de la Unesco desde hace más de 70 años: "Las guerras nacen en la mente de los hombres y de las mujeres, y es en la mente de los hombres y de las mujeres, donde deben erigirse los baluartes de la paz."
Nuestro país, que como todos deben saber, sufre de constantes amenazas por parte del imperio más poderoso del planeta, es un país que promueve la cultura de paz. Por eso estamos aquí. Una cultura de paz afianzada en los valores humanos y sociales. Una cultura de paz que interactúa con el entorno natural, como se demuestra en este expediente, cuyo enfoque ha sido analizado hoy, para distinguirlo como un modelo aplicable, no solo a nivel regional y subregional, sino también a nivel mundial.    
El programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela, indica como se puede reconocer el patrimonio cultural inmaterial, como se aprende a  compartir, a vivir juntos unos y otros"
Es ejemplo de inclusión social, de una ciudadanía con valores,  conciencia, respeto mutuo. Es ejemplo de una mentalidad de paz, de tolerancia, con un nivel crítico que incluye la protección al planeta y a la biodiversidad, en sus grandes actos de fe.       
A nombre de nuestro pueblo venezolano y del Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, queremos agradecer al Órgano de Evaluación y al Comité Intergubernamental, las frases de elogio a esta propuesta, que vincula el patrimonio cultural inmaterial con el desarrollo sostenible. Gracias a todos y todas."
Decisión del Comité Intergubernamental  de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial:
1.- Toma nota de que la República Bolivariana de Venezuela ha propuesto un programa biocultural para salvaguardar la Tradición de la Palma Bendita en Venezuela (Nº 01464), a fin de que el Comité lo seleccione y promueva como un programa, proyecto o actividad que bien refleja los principios y objetivos de la Convención:
Las actividades asociadas con el Programa Biocultural para la Salvaguardia de la Tradición de la Palma Bendita en Venezuela, implican la recolección de varias especies de palmas en determinadas montañas. Después de recibir una bendición durante una ceremonia religiosa, los “palmeros” ascienden a la montaña, en donde pasan varias noches realizando diferentes actividades: cuentan historias; se detienen en puntos específicos, tal y como si estuvieran pasando por las estaciones de la Cruz; cuidan los senderos, en donde plantan y podan palmeras. Las hojas de palma, ya bendecidas en el contexto de la Semana Santa, se reparten en varias comunidades. La tradición estuvo a punto de desaparecer hace tres décadas, ya que los palmeros no tenían planes de reforestación y las autoridades de los parque nacionales los veían como una amenaza para el medio ambiente. Conscientes de la necesidad de cambiar la forma en que se recolectaba la palma, los palmeros comenzaron a podar la planta en lugar de cortarla por completo. Se diseñaron varias medidas innovadoras como parte del programa biocultural, incluidos proyectos educativos para jóvenes y actividades culturales para la comunidad en general. El programa biocultural ha alentado a cientos de niños y jóvenes a involucrarse, por lo que su componente educativo podría verse como un modelo para otras comunidades dedicadas a la recolección de la Palma Bendita durante la Semana Santa, o incluso para cualquier práctica de patrimonio vivo en donde la cultura y la naturaleza estén estrechamente relacionadas.
2. Considera que, a partir de la información incluida en el expediente, el programa responde de la siguiente manera a los criterios de selección como una buena práctica de salvaguardia, establecida en el párrafo 7 de las Directivas Operativas:
P.1: El programa ha aplicado diferentes tipos de medidas de salvaguardia, centrándose principalmente, en la educación y en la formación. Éstos incluyen un programa educativo y de capacitación sobre el medio ambiente, un programa de educación turística, un plan de gestión de preescolar y muchas actividades culturales, que involucran a niños, jóvenes, maestros de escuela y profesores universitarios. Además, el programa ha establecido una interconexión creativa entre la salvaguardia del PCI y la conservación de la naturaleza, basada en el concepto de patrimonio biocultural.
P.2: Aunque no hay evidencias de que se haya promovido la coordinación de los esfuerzos para salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial a nivel regional o internacional, el programa es un buen ejemplo de cooperación y colaboración entre las comunidades y un gran número de instituciones públicas en el país (Guardia Nacional, Instituto Nacional de Parques INPARQUES, Defensa Civil, entre otros), así como universidades y organizaciones no gubernamentales.
P.3: El programa ha apoyado la salvaguardia de las tradiciones locales, ha contribuido a fortalecer la cohesión comunitaria y un sentido de pertenencia entre sus portadores. Asimismo, ha apoyado, de modo creativo, la interconexión de la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial con la protección de la diversidad natural. Además, la vitalidad de la tradición se basa en el diálogo, la cooperación y, en particular, en la participación comunitaria, lo cual refleja los principios y objetivos de la Convención.
P.4: El programa ha demostrado ser efectivo en términos de su contribución a la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial. Esto se demuestra por el cambio de mentalidad de los portadores de la tradición, y por el hecho de que los niños y los jóvenes han sido alentados a participar. Ahora, están más conscientes y comprometidos con la reforestación de la palma, asumiendo una responsabilidad mayor a este respecto. El programa también ha ayudado a revitalizar el interés de las personas en la importancia de la Palma Bendita en sus manifestaciones  culturales, y ha creado conciencia sobre la importancia de cuidarla para garantizar la viabilidad de las tradiciones relacionadas. Sin este programa, estas tradiciones probablemente habrían desaparecido, debido al enfoque estricto que existe para la conservación de la naturaleza, a la extinción de ciertas especies de plantas, o por la falta de interés de las generaciones más jóvenes.
P.5: Las comunidades han participado en el programa a través de las asociaciones de palmeros. El programa ha reunido a maestros de la tradición, conocidos como Palmeros Mayores, hombres y mujeres a cargo de la logística, así como a niños, jóvenes y otros miembros de la comunidad. Los Palmeros Mayores han estado involucrados en la práctica durante muchos años, pero ya no son físicamente capaces de subir la montaña o sólo pueden hacerlo hasta cierta altitud. En cambio, están totalmente involucrados en las actividades educativas diseñadas para los Palmeritos, así como en las actividades de los viveros educativos. Han desempeñado un papel clave en el programa, ya que son los pilares de la transmisión oral de los conocimientos relacionados. El expediente incluye cartas de consentimiento libre, previo e informado tanto de representantes de las asociaciones como de representantes de municipios, escuelas y otras instituciones culturales.
P.6: El programa podría servir como modelo, particularmente en relación con los siguientes aspectos: la recolección de hojas de palma sin el agotamiento de la población de palmeras, los viveros de especímenes de palmeras y el importante componente educativo. También podría servir como modelo para otras comunidades dedicadas a la recolección de recursos naturales en la base de las tradiciones culturales y en donde la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial está estrechamente relacionada con las prácticas de conservación de la naturaleza. El enfoque podría servir como modelo no sólo a nivel regional y subregional, sino también a nivel mundial.
P.7: La comunidad y las personas involucradas están claramente comprometidas a cooperar en la difusión del programa. Esto se demuestra tanto por las experiencias de las Asociaciones de Palmeros, cuyos miembros han comunicado su deseo de transmitir sus experiencias reunidas durante el desarrollo del programa biocultural, así como por las declaraciones de maestros, biólogos y periodistas que han participado en el programa. La difusión se basará en la cooperación entre estos individuos, y a su vez, está inspirada en muchos otros esfuerzos de difusión ya realizados.
P.8: El programa incluye ejemplos concretos y formales para la medición y evaluación de sus progresos y resultados, basados en normas y procedimientos previamente elaborados. Éstos se han llevado a cabo mediante informes externos preparados por INPARQUES, y mediante evaluaciones internas basadas en criterios formales objetivos. El expediente también enumera una serie de ejemplos de cómo el programa podría ser evaluado por otras instancias en el futuro. Además, el plan de salvaguardia propuesto para la tradición de la Palma Bendita será una herramienta importante para monitorear y evaluar las actividades del programa biocultural como una buena práctica.
P.9: El programa podría ser aplicable a las necesidades de los países en desarrollo. En particular, podría servir como modelo para otras comunidades que enfrentan problemas similares con las palmas u otros tipos de recursos naturales vinculados con tradiciones culturales. Podría contribuir a la recuperación de especies en peligro de extinción, fomentando un comportamiento apropiado en áreas naturales protegidas, mientras apoyando programas sobre derechos humanos y la conservación de la biosfera. El objetivo principal del programa ha sido convertir a los ciudadanos en agentes de transformación; esta idea podría aplicarse tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
3. Decide seleccionar el programa Biocultural para salvaguardar la Tradición de la Palma Bendita en Venezuela como un programa, proyecto o actividad que mejor refleja los principios y objetivos de la Convención;
4. Elogia al Estado Parte por su primera selección y por proponer un expediente ejemplar, que arroja luces sobre el papel fundamental que desempeña el patrimonio cultural inmaterial en relación con el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente; con un impacto en una comunidad amplia, y cuyos ciudadanos se han convertido en agentes de transformación;
5. Alienta al Estado Parte a compartir sus experiencias y conocimientos en relación con la salvaguardia de la Tradición de la Palma Bendita, especialmente cuando se trata de crear conciencia sobre aspectos bioculturales.


El éxito trágico de Kenny

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PABLO GARCÍA GÁMEZ
Francis Rueda, Gerardo Luongo, Adriana Bustamante, Livia Méndez, Jorge Canelón, Gustavo Rengel, Ariana León, Trino Rojas, Rubén Joya, Michael Pérez, Yurahy Castro, Dora  Castro, Dora Farías, Kleiber Rodríguez y Yordano Marquina fueron los comediantes a quienes vimos durante la tarde del domingo1 de diciembre de 2019 en el sala 1 del Celarg, para cerrar, por ahora, la temporada de Oscuro, de noche, el premiado texto de Pablo García Gámez, el cual  fue versionado y escenificado por Carlos Arroyo  para una producción general de la Compañía Nacional de Teatro, estrenada en septiembre de 2018.
Y abrimos este reseña con el elenco que ahí trabajó en reconocimiento al trabajo general de esos comediantes ahí comprometidos, a quienes en ocasiones se les ignora o desaparecen sus nombres en las reseñas periodísticas,  siendo vitales para el espectáculo en sí, más allá de las respectivas evaluaciones. Creemos que es justicia, especialmente por esa nueva generación que ya asumen los riesgos de encarnar a seres teatrales.
AUTOR COMPROMETIDO
Y, por supuesto, el autor Pablo García Gámez tiene que explicar  o contar que es lo que ha pasado con su pieza, para permanecer dos años en la programación de la Compañía Nacional de Teatro.
¿Cómo nació esta pieza? ¿Es cierto que se basó en un hecho de la vida real? ¿Cuál fue y cómo hizo la investigación?, le preguntamos al dramaturgo, quien reside desde hace 25 años en Nueva York, y quien vino a Caracas para el estreno y varias de las funciones posteriores.
Oscuro, de noche nace de un hecho real.  Una tarde de domingo, llamé a mi madre, aquí en Guarenas.  Ella estaba afectada porque un familiar había sido víctima de un acto violento de noche y en la calle.  Me dio detalles.  La situación de esa familia era compleja por las connotaciones que tiene un hecho de ese tipo: las funerarias se negaban a velarlo en sus predios, la abuela estaba enferma del corazón, el padre no se movía de la morgue, en los medios apareció que el muchacho era un delincuente y todo esto aunado al papeleo que tenían que completar.  Esto se convirtió en imágenes recurrentes, imágenes que me perseguían.  Tal vez al año, quizás dos, llegó el momento de conjurarlas: me puse a escribir. La investigación sobre los hechos, más que investigación fue la voz de mi madre, Graciela Margarita, extraordinaria narradora oral que nunca se reconoció como tal, pero cuando contaba una historia lo hacía con propiedad y convicción.  Nunca hablé directamente con los padres o hermanos del joven Kenny Javier Barrios, el joven protagonista; a pesar de los años tuve y tengo temor porque ese tipo de dolor no se cura; sin embargo, cuando terminé la pieza, ellos la leyeron, no les pregunté qué les parecía y ellos tampoco me dijeron. Después me enteré, de cosas que decían los personajes, que llegaron a decir los padres; por ejemplo, supe que la madre una vez gritó: “¡Dios, no existes!” como dice Cristóbal, el personaje en el texto; claro, son situaciones límite.  Los padres irán a la obra: espero que tenga un efecto positivo para ellos.  También pude cotejar la parte de los medios y encontré la información. En el respetable periódico caraqueño EL UNIVERSAL hay información real y concreta sobre ese suceso. El teatro poetiza nuevamente a la más cruda realidad.
  ¿Cómo diseñó la obra y cómo abordó su escritura?
Esta obra arranca con una imagen recurrente.  La imagen está ahí, la ves, piensas en ella, imaginas qué dice el personaje.  Pasa el tiempo y en tu mente escuchas las respuestas de otros personajes, aparecen otras situaciones.  Su escritura apunta a la médula de la esfera privada de esa familia que ha sido desequilibrada, herida.  El detonante es el hecho que le ocurre a Kenny y lo que me importaba era ver qué pasaba en el mundo de Zenobia y Cristóbal, y Lucia; sus padres y la novia. Encontré que necesitaba un narrador, un juglar contemporáneo para guiar la historia, y me inventé al payaso.
¿Su técnica dramatúrgica no es convencional y deja al director el trabajo de interpretar la idea general y además de crear las didascalias?
Agradezco que llames a mi técnica “no convencional”.  Creo que lo dices por dos aspectos.  El primero es el manejo del tiempo; pienso que esta pieza puede ser una especie de evocación, de recuerdo, y no recordamos de forma lineal: con frecuencia recuerdas una imagen y luego te viene otra del mismo hecho pero anterior cronológicamente y otra que es posterior, una que no vendrá porque la olvidaste, y así.  Interviene en ese proceso la necesidad de no hacer una línea recta en la narración para atrapar la atención e incorporar al espectador al mundo de la pieza.  El segundo aspecto, que se refiere a la ausencia de didascalias no es tan novedosa: los textos del Siglo de Oro, por ejemplo, no tienen mayores acotaciones.  Si disfruto leer acotaciones como las de Valle Inclán que son poesía.  El punto es que hay una dramaturgia del cuerpo; el entrenamiento y la experiencia del actor van formando una dramaturgia de movimientos, gestos, tensiones.  El actor tiene un repertorio orgánico que el escritor -salvo casos excepcionales- carece.  Quiero que mis textos aprovechen esas experiencias que tienen los intérpretes de la obra: es otra posibilidad -y en extremo comunal- de una puesta en escena con una técnica alternativa: el texto con sus posibilidades más las posibilidades de un elenco, que éste ponga a disposición su experiencia en las tablas para así tener una real co-autoría.  Eso no quiere decir que sugiera alguna imagen como la del sepelio de Kenny. Está la labor del director que suma todas esas experiencias y agrega su visión del trabajo.  En este caso, que Carlos Arroyo haya llegado a la imagen de que la pieza se desarrolla en un circo, que haya percusión que hasta puede sugerir un estado de trance, son consecuencias de ese diálogo texto-director-actores; pude ver un ensayo que se convirtió en una experiencia sensorial de sonido, movimiento, de voces que en realidad decían algo: un trabajo orgánico y de equipo.  Además, está lo que llamo el punto de fuga: una situación ambigua a resolver por el espectador: en este caso son las versiones tan disimiles que dan los testigos que presencian el hecho.
¿Cuál sería tu propuesta final: contar una aciaga historia o proponer al espectador una reflexión sobre los orígenes o causas de la tragedia y la expiación de los vivos que sufren por esa muerte?
En Oscuro, de noche tengo dos propuestas: que el espectador acuda a una obra de teatro para entretenerse. La propuesta subyacente es que en ese acto colectivo emerja la reflexión.  La pieza habla del miedo que nos ha hecho construir muros invisibles lo que, si es verdad que estamos con otros millones de almas, procuramos encerrarnos.  Por eso hay varios monólogos: el de los testigos que presencian, pero no denuncian porque a veces nos sentimos solos, desvalidos.  Una mirada, un gesto, el ruido de una moto, la caída de la tarde, un frenazo, un modo particular de caminar, la noche nos pone sobre aviso.  La idea es mostrar cómo ese muro nos ha hecho construir estereotipos: un motorizado es un malandro. La idea es compartir ese miedo y, si no se disuelve del todo, por lo menos que permita articular nuestros temores que si se comparten permitirán asumir la ciudadanía, en el ejercicio ciudadano que permita al colectivo conjurar ese miedo a partir de la práctica. 
¿Tiene un método especial para escribir o cada obra le exige técnicas y trabajos diferentes?
Mis piezas tienen en común la imagen recurrente de la que hablé arriba.  Pocas, muy pocas, han sido sobre una decisión consciente “voy a escribir tal cosa”.  Eso sí, cada pieza exige su método.  De Oscuro, de noche por ejemplo primero salió el primero y el último cuadro (yo los llamo fragmentos).  La premisa durante su escritura era que no se convirtiera en un texto lineal; la pieza fue avanzando.  Cuando pensé tenerla lista, la reordené cronológicamente para revisar si necesitaba algún otro cuadro o fragmento y posteriormente, la volví a su orden original que es con el cual se representará en la Compañía Nacional de Teatro. En el caso de otra pieza, Olvidadas, planteaba acciones performánticas como jugar con arroz, dibujar sobre papeles pegados a las paredes y el tiempo allí se volvió cíclico.
 ¿Qué le pide o exige al director que monte sus textos?
Tengo muy buenas experiencias con la mayoría de los directores que han dirigido mis piezas.  Sí les sugiero que se aproximen a ellas con ingenuidad.  Así como mis textos abren posibilidades de lecturas, un director arriesgado va conformando su idea a partir de la dramaturgia del cuerpo del actor.  Me provoca suspicacia el director que sin tener un elenco ya sabe cómo resolverá el montaje.  Mi más reciente trabajo en Nueva York, El Gos, dirigida por Leyma López, fue un proceso de aprendizaje integral para todo el equipo.  Aprendizaje que se vio en la irreverencia y audacia de la puesta en escena que se centró en el trabajo y potencial de cada intérprete.
¿Qué espera ahora?
Que en Caracas o en cualquier ciudad venezolana se muestre ese espectáculo final que ha logrado Carlos Arroyo y su gente valiosa. Gracias a Dios por hacer posible todo esto. Qué la vean muchísimos venezolanos y haya la necesaria catarsis que exigían los griegos y que necesitamos los venezolanos, ahora y siempre.


Cada 13 de noviembre será el Día Nacional del Teatro de Venezuela

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El dramaturgo Rodolfo Santana también era partidario del  13 de noviembre
como Dia Nacional del Teatro Venezolano.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, decretó que a partir del 13 de diciembre de 2019 se dedicará cada 13 de noviembre del calendario criollo para exaltar al teatro venezolano, el cual lo integran todos sus artistas y todos sus espectadores. Fue creado así el Día Nacional del Teatro de Venezuela.Ha sido,pues, un acto de justicia.Y nosotros estabamos ahi presenciando toda su teatralidad y palpando así la importancia de sus contenidos.
Esta preocupación de tener un auténtico Día Nacional del Teatro la tenía el colectivo teatral criollo desde cuando festejaron el centenario del natalicio del dramaturgo y pintor César Rengifo (Caracas, 14, 05,1915/ 02,11,1980), y desde entonces, en representación del clamor de centenares de teatreros, lo estuvieron solicitando a  los jefes del Poder Ejecutivo Nacional, para se hiciera  una rectificación  del susodicho Día Nacional del Teatro (28 de junio), al cual nuestro apreciado e inolvidable maestro del realismo social siempre consideró “un rezago histórico del nefasto colonialismo español por lo que debía ser sustituido por una fecha de mayor significación para la nacionalidad venezolana”. Un día para festejar a la república apuntalada por Bolívar y otros héroes patrios
En tal sentido, Sylvia Mendoza, Carlos Edsel González, Oscar Acosta y Samuel Rodríguez Brito y un centenar de firmas legales suscribieron un pronunciamiento y exposición de motivos, por intermedio del cual se recomendaba que se instituyera  como Día Nacional del Teatro Venezolano al 13 de  noviembre de cada año.
 HOMENAJE PARA CESAR RENGIFO
Como parte de los homenajes  que se le rindiendo al maestro Rengifo, en ese centenario,  un grupo de amistades, alumnos, artistas innovadores, investigadores, historiadores y camaradas, teniendo como punto de encuentro la doctrina de Simón Bolívar, declararon e  hicieron del conocimiento público su iniciativa de enaltecer el 13 de noviembre de 1828, como auténtico Día Nacional del Teatro.
En razón de lo antes expuesto, dice el  documento en nuestro poder, “es justicia deslastrar a la nación venezolana de los rezagos históricos colonialistas y en homenaje a César Rengifo, hay que rectificar, valorando históricamente el decreto emitido y suscrito por el Libertador Simón Bolívar, en fecha del 13 de noviembre de 1828, mediante el cual concedió permiso y privilegios tributarios” a dos ciudadanos, para construir el teatro “El Coliseo”, ubicado en la hoy esquina de Coliseo, de Caracas; ya que el Libertador  estaba convencido que “este tipo de recintos son medios ideales de reformas de costumbres y lecciones de moral”.
En este sentido, “los ciudadanos  peticionarios  exhortaron al actual ciudadano presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, que una vez analizados los hechos históricos y los documentos jurídicos que avalan nuestra propuesta, estudiada desde hace más de 35 años, y que representa un segmento fundamental e integral de la refundación de la República y del ideario bolivariano, en  contraposición al 28 de junio de 1600 que si testimonia al Estado Monárquico Español, por ser una fecha que a la luz de nuestros días constituye un rezago colonialista, de la dominación cultural de la época y jurídicamente antehistórica”.
“Es propicio indicar que sometemos ante el Poder Ejecutivo este proyecto, en este momento de celebración centenaria. Tampoco se puede olvidar que César Rengifo rechazó una condecoración Orden Diego de Lozada en primera clase por considerar que conlleva en si la exaltación de hechos y acciones que se contradicen con lo esencial dela a nacionalidad y de ser venezolano, como son la libertad y la anti conquista. Por lo tanto, en esta oportunidad no es menos cierto que, nos encontramos ante una efeméride que se contradice con los fines de nuestro actual Estado democrático, social, de Derecho y Justicia; así como los valores republicanos: libertad, igualdad, justicia y paz internacional contenidos en la doctrina del Libertador Simón Bolívar.   En espera, de la rectificación de esta justa propuesta, en homenaje al Libertador Simón Bolívar y a César Rengifo quedamos del Ejecutivo Nacional en solicita respuesta a esta justa rectificación histórica”.
EXPOSICION DE MOTIVOS
Hasta ese momento, el Día Nacional del Teatro, vigente hasta que fue derogado, fue establecido por el decreto 2.706, publicado en la Gaceta Oficial No. 31.509 del 15 de junio  de 1978 y suscrito por él, para ese entonces, presidente Carlos Andrés Pérez.
Para establecer la efeméride se tomó en cuenta, que  el 28 de junio era la fecha con data más antigua que se conocía sobre el teatro venezolano, de acuerdo a un acta que se conserva en el archivo del Concejo de Caracas, con esa fecha del 1600. Posteriormente, al decreto de Pérez surgieron calificadas voces que cuestionaron con fundamentos  documentales, la declaratoria de marras, en tanto hay otras fechas  anteriores en los anales de la historia del arte teatral. El documento más antiguo relacionado con la historia del teatro se remonta al 9 de mayo de 1595, cuando al mayordomo de Caracas le ordenaron que tuviera en cuenta que se hiciera “algún regocijo de alguna danza y comedia para este año el día del Corpus Cristi y gaste lo que fuere necesario”.
De acuerdo a lo anterior, quedó clara la inconsistencia del 28 de junio de 1600 como la fecha más antigua referida al teatro que podemos encontrar en la historia. Más recientemente surgió un cuestionamiento conceptual e ideológico: en el año 1600 no se representaba teatro venezolano propiamente dicho, sino más bien el que hacían los conquistadores españoles; cabe la pregunta: ¿Cómo celebrar el teatro venezolano, tomando como base una fecha referida  a la cultura y la escena que impusieron los europeos? Es, a inicios del siglo XIX, luego de la Independencia y el advenimiento  de la República, cuando se puede hablar de un teatro venezolano como tal, una vez surgen los primeros autores y dramas suscritos en el país. Con el cambio del Día Nacional del Teatro se resarció un error histórico, a la vez que se hizo justicia a los trabajadores de la escena y la intención bolivariana de que nuestros valores culturales se correspondan.
DECRETO DE BOLÍVAR
Una fecha de significación y relevancia para la escena nacional, es la del 13 de noviembre de 1828, cuando el Libertador desde Santafé de Bogotá, capital de la Gran Colombia, emitía el siguiente decreto: SIMÓN BOLÍVAR LIBERTADOR PRESIDENTE Considerando 1) Que la construcción de casas de coliseo contribuyen al ornato de las ciudades. 2 Y que  los establecimientos bien dirigidos influyen en las reformas de las costumbres, pues pueden darse en ellos sanas  lecciones de moral, teniendo presente la solicitud que por conducto del Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela, me ha dirigido José María Ponce y Ambrosio Cardozo, reducida a pedir algunos privilegios para llevar a efecto la obra de un coliseo en la ciudad de Caracas, DECRETO: Artículo primero: se concede a José María Ponce y Ambrosio Cardozo, el permiso que solicitaron para formar un teatro en Caracas, en el mismo sitio en que los años anteriores se han  representado personalmente  algunas piezas dramáticas. Artículo segundo: los empresarios de esta obra gozarán de un privilegio exclusivo para dar al público esta clase  de diversiones por el término de 15 años que se contarán desde el día en que se abra el coliseo. Artículo tercero: Se concede también a los mismos empresarios la gracia de que no paguen en los dos primeros años derechos ni contribución alguna para las representaciones que dieren  al público; pero pasados esos  dichos dos años contribuirán en cada uno de los posteriores para los hospitales de caridad con el producto integro de una diversión.
El teatro y su público recibieron, pues, con alborozo la reciente decisión del Poder Ejecutivo actual, la cual se hizo en un espectacular acto realizado en los jardines de la Residencia Presidencial La Casona.
 Ha sido, pues, una espera que tuvo un feliz desenlace.



Don Quijote en Caracas

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Niños y adolecentes venezolanos en escena.
Imposible ser mezquinos, la historia del teatro venezolano durante el siglo XXI se ha enriquecido notablemente con la presencia del Movimiento Nacional de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes César Rengifo, audaz y sostenido proyecto cultural del Estado durante los últimos tiempos, el cual celebró sus primeros seis años este pasado 16 de septiembre.
 Hay que puntualizar que el teatro para niñas y niños tiene varios tipos de expresión, porque existe el teatro creado y escrito por infantes y también el que es escrito por adultos para público infantil, e igualmente el que es representado fundamentalmente por niñas y niños. De alguna manera, en el Movimiento Nacional de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes César Rengifo confluyen, en distinta medida, todas esas formas del teatro infantil, y se ha contado también, en los montajes, con la participación escénica de adolescentes.
La experiencia indica que las niñas y los niños aprenden técnicas de actuación teatral mucho más rápido que los adultos. La mayoría de ellos son actores y actrices naturales. Una vez que logran superar inhibiciones, timidez, miedo escénico y otras ataduras, pueden desarrollar rápidamente grandes aptitudes actorales.
La participación en actividades teatrales reporta notables beneficios a niñas y niños. Ayuda a la memoria, al obligar a la retención de parlamentos y situaciones escénicas, mejora la dicción y el conocimiento general del lenguaje, aumenta la autoestima, promueve el sentido de pertenencia grupal, la capacidad de convivencia y el trabajo en equipo, fomenta la disciplina y la constancia en las labores, y el buen desenvolvimiento frente a audiencias. Refuerza las tareas académicas de lectura y literatura, les actualiza en materias de lenguaje, arte e historia y les prepara para una mejor sociabilización.
Las niñas y los niños que participan en el Movimiento Nacional de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes César Rengifo, además de tales beneficios, acceden al desarrollo de valores como el sentido de Patria, la justicia, el amor, la paz y otros que constituyen hitos de la nueva cultura nacional.
En 2013 el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, creó el Movimiento Nacional de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes César Rengifo, como parte de las políticas de inclusión social de la Revolución Bolivariana, y anunció su nacimiento el 16 de septiembre de ese mismo año.
Después de disfrutar la primera obra montada bajo la guía del presidente de la novedosa manifestación cultural, el actor venezolano Pedro Lander, y bajo el título  La Tarea, salida de la pluma del dramaturgo Armando Carías, y en la cual uno de los personajes es el propio César Rengifo, Maduro afirmó que “La obra nos hizo sentir a César aquí. Una buena forma de iniciar este movimiento nacional. Yo invito a todas las niñas y a los niños a participar, convoco a todo el país para lo bueno. Esta tarea no es fácil, pero la única forma de cumplirla es haciéndolo juntos, estando unidos todos y trabajando con las dos manos: con una sembrando, cosechando, haciendo teatro, haciendo educación y cultura, y con la otra defendiendo la Patria de quien la ataque”.
Las palabras del Presidente Maduro fueron premonitorias, nos advierte el periodista Néstor Francia, porque en efecto, la tarea de mantener activo el Movimiento, hacerlo crecer y desarrollarse hasta los logros de hoy, no ha sido para nada fácil. Nadando contracorriente, en las aguas turbulentas de la Patria agitadas por conspiraciones, agresiones y sanciones imperiales, la institución ha enfrentado no pocas dificultades, sin embargo, con gran capacidad de adaptación, con flexibilidad y tino, no solo ha logrado mantenerse a flote, sino que además no ha dejado de avanzar para mostrar en la actualidad un muy alto nivel de producción y una actividad permanente que ha beneficiado directamente a más de 10 mil niñas, niños y jóvenes, e indirectamente a miles de familias venezolanas representadas en los actores, actrices, bailarines, bailarinas y músicos participantes, en los espectadores de los 16 montajes realizados, en el personal administrativo y técnico del Movimiento que trabaja con mística y entrega para hacer realidad este sueño de Patria, subraya el periodista.
Pero el teatro no se detiene y es por eso que ya se anuncia o se prepara el estreno de Don Quijote, sí, el que escribiera Miguel de Cervantes y Saavedra hace unos cuantos siglos en la mítica España.
Pero este Quijote del Movimiento Nacional de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes César Rengifo es asumido como una audaz aventura. Ahí, Don Quijote, viejo caballero andante que ha llevado a la humanidad de lo complejo a lo ingenuo, cabalga por nuestro escenario y enciende la llama en los ojos de nuestra niñez, la luz de su sabiduría que es la de Sancho y la de quienes le acompañan, el fuego de Cervantes y de los hombres libres del mundo, los que arriesgan todo por amor. Don Quijote cabalga hasta nuestro tiempo y se hace eterno, y se encuentra a todos los quijotes que se entregan a un sueño y se atreven a perseguirlo.
Esta adaptación de la obra cumbre de Miguel de Cervantes y Saavedra, como la ha logrado Néstor Francia, apunta a captar el espíritu de este relato inmortal, a través de una narrativa que se centra en las principales aventuras del ingenioso hidalgo. Siendo una versión dirigida principalmente a niñas y niños, explota los aspectos humorísticos que generan diversión y felicidad en el público e introduce variantes fantasiosas como la presencia de animales parlantes e hilarantes.
La versión que nos ocupa, dice el escritor y además periodista Francia, se ha cuidado mucho de mantener el estilo lingüístico de la obra original, interviniéndolo eventualmente para hacerlo comprensible a las niñas y los niños de esta época. Igualmente, destacan valores esenciales de ese original, como la capacidad de soñar, la lucha por la justicia y los desvalidos, el amor idealizado, el coraje y la amistad, entre otros.
El público disfrutará con la presencia en el escenario de más de 200 niñas y niños, entre actores, bailarines y bailarinas, coro y asistentes de escena. Y todo eso será frente a la plaza Bolívar de Caracas, en el teatro sede del Movimiento.Hoy,domningo 15 de diciembre a las 4 PM, hay una representación.




Macbeth en Caracas para el 2020

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JOSÉ TOMÁS ANGOLA HEREDIA
La tradición teatral ha hecho de Macbeth las más desafortunada de todas las de teatro de Shakespeare, en particular para quienes actúan en ella, lo escribió el célebre norteamericano Harold Bloom (1930-2019) y lo recordamos aquí porque ya se ensaya tan afamada pieza en Caracas. Pero dejemos que sea el artista José Tomás Angola Heredia quien cuente lo que pasa o podría ocurrir.

¿Usted sabe que es conocida como “la obra maldita” por incluir en su argumento el ritual satánico de unas brujas y el cual puede afectar a quienes la representan?

Las leyendas urbanas sobran, y los cuentos asociados a la pieza son parte del imaginario de la gente del teatro. Pero para que te pasen cosas malas, en realidad  lo único que tienes es que vivir. A todos nos pasarán cosas duras, con Macbeth o sin él. Todos nos enfermaremos, sufriremos contratiempos, accidentes, y tarde o temprano moriremos. Nada de eso se podría asociar a Macbeth. Lo que sí podemos juntar a esta pieza es la poesía demoledora, la enorme genialidad de Shakespeare, la potencia de su discurso y lo aleccionadora que es para nuestro tiempo. Shakespeare no fue un dramaturgo, fue un profeta.

¿Cómo serán sus ensayos  y qué propuestas tiene?
Eso los dicta el director  Federico Pacanins y la productora. Yo trabajo normalmente por mi cuenta, levanto el personaje desde las mil referencias cinematográficas, televisivas y teatrales que ahora la tecnología permite ver. Para entender lo que han hecho pero no repetirlo. Leo mucho, trabajo con las visiones e interpretaciones de los especialistas. Los meandros de la poesía de Shakespeare son muy ambiguos. Eso es lo que hace que el arte sea dominio del espectador, no del creador.

¿Cómo se siente mejor: actor, director o autor?
Eso depende de los proyectos. No me creo actor, eso pertenece a una especie de artista donde soy un advenedizo. Soy escritor y director

¿Creé que montar a los clásicos es un rechazo a la dramaturgia venezolana o latinoamericana?
Para nada. Es una manera de apuntalar a lo autóctono. En los clásicos está el germen de nuestra dramaturgia. La escena es un continuum que se forma capa sobre capa, desde los maestros antiguos hasta nuestros días. Me atrevería a decir incluso, que mucho de los clásicos vive en nuestro teatro actual. José Simón Escalona, Javier y Xiomara Moreno, Edilio Peña y Johnny Gavlosky, entre otros, estupendos dramaturgos actuales elaboran su discurso desde el impulso de los clásicos.

¿Qué hacer para acrecentar al teatro en Venezuela y en especial al público?
El espectador venezolano está ávido de teatro. Pero es responsabilidad de nosotros, la gente del teatro, hacer buen teatro. La falta de rigor, la comodidad, el facilismo son malos consejeros de las producciones. El arte es cruel y demandante. No acepta medias tintas ni chantajes. El público siempre nos ha acompañado de la forma que puede. Yo al menos no quiero hacer montajes multitudinarios, con miles de personas haciendo fila para entrar. No me interesa el éxito de la taquilla como primer valor de una obra. Me interesa que el espectador que venga, quiera ser tocado por el arte que proponemos. Es como una fiesta en tu casa. Invitas solo a los amigos queridos, a los que quieren de verdad compartir contigo. Los demás no entrarán.

¿Cuándo sería el estreno?
La obra se estrena a finales de febrero y la dirige Federico Pacanins en quizá su reto más importante como puestista. Shakespeare siempre es el pináculo de los teatristas. Llegar a él se debe hacer con mucho respeto pero audacia, con mucho rigor pero inventiva. Macbeth fue estrenado por Carlos Giménez y Rajatabla, protagonizando mi querida Pilar Romero. Luego la hizo Orlando Arocha y Contrajuego en una versión contemporánea. Son precedentes valiosos que hay que honrar. Daremos lo mejor de nosotros para que así sea. 


Ha muerto Andrés Martínez, factor de desarrollo del teatro venezolano

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No ha sido un matrimonio por lo civil ni por lo eclesiástico. Es “una unión libre” con el Estudio Dramático, el cual devino en Escuela Superior Juana Sujo, la institución privada más antigua del país entregada a la formación de actrices y actores.
Es lo que podemos escribir por ahora ante la muerte del teatrero Andrés Martínez, quien mantuvo funcionado desde varias décadas a la Escuela de Arte Escénico Juana Sujo,  una calle no tan ciega de Quinta Crespo.
Andrés nos declaró en una ocasión que “Ante la desaparición de su fundadora, Porfirio Rodríguez asume la dirección y en febrero de 1983 yo entro en escena para impedir que el claustro desaparezca y se afecte el desarrollo de nuestras artes escénicas. Ahora me preocupa el futuro de este claustro por la zona donde está ubicado, la calle 200 de Quinta Crespo, malograda por una serie de talleres mecánicos”.
Así se presenta Andrés Martínez, dramaturgo venezolano y director de la “Juana Sujo”, responsable de que esa huella dejada por la legendaria actriz, cuando “se fue de gira”, aquel 11 de julio de 1962, no se convierta en fragmentos de recuerdos entre los miles de estudiantes que por ahí pasaron.
Juana Sujo (Buenos Aires, 1918) llega a Caracas el 27 de abril de 1949 y el 11 de noviembre de ese mismo año funda en la sede de Bolívar Film su Estudio Dramático. Se traslada al Museo de Bellas Artes y presenta Las Coéforas de Esquilo, con la participación de sus alumnos. El espectáculo logró un rotundo éxito de público y crítica, por lo cual ella inicia “un viaje muy importante en su vida profesional como es la formación de recursos humanos para el teatro y otras artes de la comunicación. Y es cuando “bautiza” a su Estudio como Escuela Nacional de Arte Escénico, con el apoyo del Ministerio de Educación, para iniciar su década de oro, los años 50. Después llevó su Escuela a la avenida Los Jabillos, de Sabana Grande, muy cerca de su residencia, luego la traslada a los altos del Teatro Nacional, en la esquina de Cipreses, para desarrollar gran parte de su trabajo como maestra. A su muerte la desalojan y en 1962, asume la dirección Porfirio y nuevamente continúa su peregrinar hasta llegar al Teatro Leoncio Martínez, en Plaza Tiuna. Su permanencia es de apenas un año hasta que consigue ese viejo local en Quinta Crespo, donde está desde el año 1969.
Juana, según Andrés, impuso una especial educación de la voz de los aspirantes a comediantes. “En esto era muy precisa e insistía que lo principal del alumno era que se le escuchara la pronunciación. Algunas veces eso era tedioso; pero luego todo era admirable, pues comenzaban las lecciones de actuación, donde los alumnos debían preparar sus tareas individuales hasta lograr el primer papel importante. Los viernes, antes de concluir la clase, era muy precisa para señalarnos que ese fin de semana se presentaría tal concierto, también una muestra de pintura, y lo más importante, había un estreno de una obra teatral. Para cada una de esas actividades, los alumnos debían escribir media cuartilla”.
La pasión de Juana, protagonista del filme venezolano La balandra Isabel llegó esta tarde, también alcanzó hasta el Teatro Los Caobos, donde estrenó numerosas piezas. “Muchas veces he llegado a pensar que su legado es casi una herencia. Fundó desde la Escuela hasta el primer teatro y también una compañía profesional, tal vez la primera que se haya conocido en el país. Han transcurrido muchos años, y ahora me aterra pensar cual será el destino de la escuela después. Por las aulas de la Escuela he visto pasar infinidades de personas, todas con ansías de triunfar en las candilejas. Otras se quedaron en medio del camino, les faltó entusiasmo, ánimo, fiebre de creación y muchas veces eran flojas”, dice Andrés Martínez.
Número 34
Andrés cuenta que conoció a Juana un mes de julio, “tras informarme sobre el proceso de inscripción para participar en los cursos de actuación; pero como era menor de edad, fui autorizado por mi representante. Así pude entrar como alumno regular en su escuela. Era muy distinguida, culta, elegante; siempre se le veía en los estrenos con pieles, guantes y hasta sombreros. Tenía pelo negro y corto, ojos pequeños y hundidos, un rostro redondo, muy ruso, en el cual destacaba una boca grande de labios desdibujados. Lo más bonito de ella eran sus diminutos y delicados pies, calzaba 34. Como su educación teatral la adquirió en Alemania, con las famosas maestras y actrices Lucie Hoflich e Ilka Gruning, esa misma disciplina la puso en práctica en su estudios y posteriormente en su escuela”.


Duelo en el teatro venezolano

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El colega periodista Hernán Colmenares había escrito recientemente una larga entrevista sobre Andrés Martinez y ahora nos ha dado este resumen que publicamos a continuación:
Andrés Martínez, “Maestro Honorario” por la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte); dramaturgo, docente, actor, director; a los dieciséis años, recién llegado de su Cabimas natal (1939); inició su carrera en el teatro, gracias a un aviso de prensa que invitaba a estudiar teatro con Juana Sujo en su escuela, ubicada para la época, en Sabana Grande.
A partir de ese momento, su destino quedaría indisolublemente unido a la actriz Juana Sujo, considerada pionera del teatro contemporáneo venezolano; Sujo, argentina de origen judío, se radicó en Venezuela en 1949, luego de participar en las películas La balandra Isabel llegó esta tarde y El demonio es un ángel.
Andresito, diminutivo que le quedó desde sus inicios en teatro, porque así le llamaban el dramaturgo y cineasta, Román Chalbaud; y la actriz Juana Sujo, sus mentores, junto a Horacio Peterson y Alberto de Paz y Mateos, de quienes adquirió una esmerada formación teatral.
Andrés Martínez, tiene en su haber el primer premio de dramaturgia por su esperpento La misa profana, que auspició la Dirección de Cultura del Estado Aragua. Así como la mención honorífica por El límite de la fuerza, que organizó la Asamblea Legislativa del Estado Carabobo.
En el III Festival de Teatro Venezolano, se estrenó su comedia dramática ¿Quién asume la responsabilidad? y en el VI Festival Nacional de Teatro se llevó a escena, otra de sus piezas, La misa profana, organizado por la Asociación Venezolana de Profesionales del Teatro (Aveprote).
Se desempeñó como Jefe de Información y de Prensa en el V Festival Internacional de Teatro; y del VI Festival Nacional de Teatro; además de Organizador del I y II Festival de Teatro Breve a nivel nacional que auspició la Dirección de Prevención del Delito, del Ministerio de Justicia.
Nos deja, como legado, numerosas obras escritas para el teatro, el cine, la televisión y la radio venezolana.
SUS INICIOS EN LA ESCENA
Andrés Martínez, siempre habló con orgullo y emoción, de sus inicios en las lides teatrales. En una oportunidad contó, que a los quince días de su comienzo como estudiante de Juana Sujo, se acercó Román Chalbaud, buscando actores de todos los niveles y extras para la obra Heredarás el viento, de entrada se llevó a un grupo de actores y luego regresó por más, “le dijo a Juana, refiriéndose a mí: ‘¿y ese muchacho que está allí?’, y ella respondió ‘¡no! Él apenas tiene 15 días aquí’. El hecho es que decidieron llevarme y después del estreno Román me dijo 'Andresito, apréndete el personaje del fotógrafo porque quien lo hace renunció', yo sin pensarlo dos veces le eché pichón, y así fue mi debut."
A partir de ese momento, comenzó a trabajar como asistente de Román Chalbaud.
En 1957, en el Teatro La Comedia, Chalbaud decidió montar la obra Réquiem para un eclipse, que había escrito para que Juana Sujo la interpretara.“Las funciones comenzaban a las nueve de la noche y yo llegaba a la una de la tarde; lo mío era pasión o ‘fiebre’, ese tiempo lo invertía en estudiar cada detalle, y eso sí, leer mucho, me forjé una disciplina rígida.”
EL DESCUBRIMIENTO DE HORACIO PETERSON
Andresito Martínez siempre se ufanó de haber sido descubierto como dramaturgo, por el maestro Horacio Peterson. Todo comenzó el día que decidió irse al Ateneo de Caracas a estudiar con Horacio Peterson, porque se trataba de conocer y aprender el Método Peterson, y, además, por sus referencias a la Escuela Latinoamericana de Teatro. Andresito consideraba que ya había aprendido suficiente con Juana Sujo, quien era todo un dechado de sabiduría; además para ese momento ya había trabajado, como asistente, de Alberto de Paz y Mateos en las obras La zapatera prodigiosa y Yerma.
“Una vez - relata Martínez- nos pidió que escribiéramos una historia en tres páginas; yo las entregué y todos recibieron sus notas menos yo. Eso me preocupó mucho. Preguntaba y nadie me decía nada, y de tanto insistir, Horacio se me enfrentó y me dijo: ‘yo no te puedo calificar esto porque en tres páginas dices demasiado; llévatelo y reorganiza las ideas, tienes demasiado allí’. Eso hice y de tres salté a 57 páginas, se lo entregué nuevamente y pasó lo mismo, no recibía mi nota, y yo con la ansiedad de saber cuál era el criterio, hasta que por fin me dijo ‘ya toda la directiva leyó el libreto y queremos que nos autorices para que el Ateneo de Caracas sea representado en el III Festival de Teatro Venezolano con tu obra ¿Quién asume la responsabilidad? Eso para mí fue una emoción muy grande, toda la espera valió la pena al final.”
LA ESCUELA JUANA SUJO: SU BALUARTE
Juana Sujo fundó los Estudios de Arte Dramático con la colaboración de los Estudios Bolívar Films, que en 1950, se convirtió en Escuela Nacional de Arte Escénico, contando con el apoyo oficial del Ministerio de Educación y de la entonces Gobernación del Distrito Federal.
Con la muerte de Juana Sujo en el año de 1961, el comité directivo decidió que el periodista y escritor, Pedro Berroeta asumiera las riendas de la institución; quien renunció motivado por los problemas económicos de la Escuela. Dadas estas razones, Porfirio Rodríguez, secretario y persona de confianza de Juana Sujo, quedó al frente de la Escuela, oportunidad que le permitió crear un reglamento de funcionamiento interno para la comunidad estudiantil. En 1983, a la muerte de Porfirio Rodríguez, Andrés Martínez, asumió las riendas de la institución. Martínez, en 1985, elaboró el Pensum de Estudios de la Juana Sujo. ¡Descansa en Paz, querido maestro!

Navidad sin Romeo Costea

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Romeo Costea, inolvidable amigo.
Lo conocimos de trato y palabra. Era el único artista rumano que luchó en Venezuela. Nos veíamos una vez al mes y el almuerzo de los 25 de diciembre en su modesto, pero elegante apartamento en Chacaíto, aquello era toda una fiesta gastronómica. Y así fue durante varios años, porque él, como yo, nos dejábamos manipular por la infancia navideña ya lejana.
Nunca imaginó Romeo Costea que cumpliría largos 93 años en Caracas para terminar su ascenso por la escalera de Jacobo. Llegó a La Guaira el 23 de diciembre de 1953 y se quedó, “creo que para siempre”, como nos lo dijo en una ocasión, para apuntalar el desarrollo del teatro venezolano al formar actores, exhibir autores foráneos, como los indispensables franceses, y estrenar la ópera prima de Isaac Chocrón, además de formar espectadores. Falleció el 5 de septiembre del 2015. Fue, por cierto, una Navidad muy nostálgica para este periodista.
Nos contó que rezó dos veces, junto a su madre Caterina, una novena a San Antonio para rogar aunque fuese un sólo milagro: conseguir enrolarse en la tripulación de un barco y escapar así del naciente comunismo de Rumania, donde había nacido el 14 de enero de 1922, en Braila. Y el santo lo escuchó: fue aceptado para tareas muy específicas en el buque Transilvania, pues hablaba muy bien el francés y el inglés, y logró así salir por el puerto de Constanza; atracó el 11 de julio de 1948 en Marsella. Desertó y el 14 de julio lo festejó en París.
En la Universidad de la Sorbona continuó sus estudios teatrales, iniciados en Bucarest; trabajó con Marcel Marceau y en la Comedia Francesa, para luego emprender, hacia 1950, una serie de giras internacionales. Eso mismo año fundó en “La Ciudad Luz” su propia agrupación y se presentó en el Theatre de Poche (Teatro de Bolsillo) hasta 1952; luego hizo lo mismo, en 1953, en el Theatre de la Huchette.
A raíz de una prolongada huelga obrera que lo dejó sin espacio teatral para exhibirse optó por venir a Caracas de vacaciones, invitado por unos familiares. Compró un boleto en el buque italiano “Auriga” y el 23 de diciembre de 1953 desembarcó en La Guaira para nunca más irse, aunque en septiembre de 1960 hizo una breve incursión por Nueva York y hasta logró montar la pieza, El año del censo (The Year of the Census) de John Hopper, para el Teatro La Mamma.
Costea se adaptó rápidamente a la vida caraqueña, tras aprender el castellano, y es en junio de 1955 cuando presenta, con el invalorable apoyo de la embajada de Francia por intermedio de su instituto cultural, al grupo Compás. Una institución que si ha dado el ejemplo de lo que es un incesante y atinado trabajo artístico, haciendo énfasis en la producción y exhibición, durante continuas temporadas, de los maestros del teatro francés, como Moliere, Marivaux, Cocteau y Musset; además de lo más representativo de su vanguardia: Ionesco, Tardieu, Adamov y Westphal, entre otros. Como es obvio, incluyó una selección del teatro rumano, con Caragiale a la cabeza. También incluyo en su producción escénica otros autores, como Cervantes, Casona, Pirandello, Mihura y por supuesto a lo más destacado de la dramaturgia venezolana, como Arturo Uslar Pietri, Alejandro Lasser, José Gabriel Núñez, Sergei Vintrin y Jean Zune. Lanzó, por así decirlo, a Isaac Chocrón, cuando le montó su ópera prima Mónica y el florentino, en 1959.
Romeo perdió la cuenta de los montajes realizados y de esos largos 50 años de trabajo quedaron, como testimonio irrebatible, una pared de su apartamento tapizada, por así decirlo, con una selección de los afiches de sus espectáculos. Creía que había escenificado algo más de unas 104 piezas, sin contar las reposiciones.
Además de su dilatada actividad como director y maestro, Romeo fue actor para varias películas francesas rodadas aquí en Venezuela, así como también era uno de los intérpretes favoritos del cineasta Román Chalbaud, su amigo. Admitía que uno de sus mejores roles fue en La gata borracha, aunque aparece en buena parte de la cinematografía del maestro merideño.
Eso por todo eso, además de haber sido profesor en la Escuela Nacional de Teatro, además de su inquebrantable amor y fe en Venezuela, que un idóneo jurado le concedió el Premio Nacional de Teatro en 1996.
A Romeo no le gustaba y hasta demostraba su abierto enojo cuando le recordaban su origen europeo. Él insistía en que era un director venezolano y no rumano, pues “aquí llevo más de medio siglo y además ostento su máximo premio para los teatreros; creo que me merezco que no consideren más un director extranjero. De Rumania no tengo sino imborrables recuerdos, pero no poseo ningún documento, como célula ni pasaporte de mi país de origen. Soy un artista venezolano nacido en Europa, que ha realizado más de un centenar de montajes y numerosos programas para la televisión cuando estaba en su etapa inicial. También hay que aclararle a las nuevas generaciones que antes de la llegada de Alberto de Paz y Mateos y otros foráneos a Caracas, aquí sí había teatro de calidad y además los sainetes divertían a los venezolanos. Lo que ellos hicieron fue actualizar la cartelera y formar a nuevos comediantes, como yo también lo hice. Es mi historia, corroborada por otros premios y reconocimientos”.
Nunca se imaginó Romeo Costea lo que sería su vida ni que viajaría al continente americano para dejar una huella cultural en un país petrolero. Ese fue el otro milagro que le hizo San Antonio, pero ambos los disfrutó y fue feliz, a pesar de los humanos contratiempos con su salud.


Jeizer Ruíz para recordar a Levy Rossell

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Cómo y cuando llegas al teatro? , preguntamos al actor Jeízer Ruíz.
 Desde que estaba en preescolar participaba de todos los actos que tuviesen relación con lo artístico. Posteriormente mi madre me dijo, luego de ver una obra, que si quería hacer un taller de teatro, le dije que sí,  cuando empecé,  supe que estaba en el lugar donde permanecería por el resto de mis días y así se lo expresé a mis padres, fue mágico. Formalmente realicé un primer taller montaje con la Compañía Teatral Zurko’s en febrero del 2005, un año más tarde entré al reducido grupo de niños que conformaban el alumnado de la escuela de quien sería mi maestro guía en esto del teatro, Levy Rossell. Aún su escuela era Arte de Venezuela, de donde salieron grandes figuras de las tablas y la televisión venezolana.  Decidí seguir mis estudios con él durante los siguientes años. Hubo una transición de Arte de Venezuela , a la  Cátedra Venezolana de la Escena , que fue un programa,  creado por Levy para la profesionalización teatral, donde podíamos al inscribirnos, pasearnos por  muchísimos tópicos relacionados a las artes. Tengo la dicha de ser uno de los pocos jóvenes de mi generación, formados bajo una vieja escuela y agradezco mucho ese hecho, tomando en cuenta que años más tardes el estado de la formación en nuestro país caería en un hueco del que ojalá podamos salir... Además de Levy tuve el honor de conocer y formarme con grandes maestros, figuras nacionales e internacionales con las que me nutrí y a quienes les debo el aporte a mi formación. Agradezco el hecho de que pude absorber y vivir en esa estela de los 2000, cuando nuestro arte aún no tenía tantas carencias, no solo en la formación sino en la calidad de espectáculos icónicos que afortunadamente pude disfrutar y que no solo fueron referencia del teatro en Venezuela,  sino del aprendizaje que de solo verlos me quedó.  Recuerdo que pude siendo un niño colearme en espectáculos que no podía ver por mi edad, pero que menos mal los vi. Viví y conocí grandes personalidades y acontecimientos que hoy (y menos mal) me han podido permitir tener un criterio de la hechura del teatro en nuestros días. 
¿Donde y cuando vienes el mundo?
Nací aquí en Caracas el 1 de febrero de 1997.
 ¿Malos ratos vividos?
 Una de las cosas que hacen mágico a nuestro arte (creo) es ese impulso que nos lleva a sobrellevar las adversidades, quienes hacemos teatro somos unos resistentes por oficio, siempre ha sido así. Es un trabajo heroico llevar a escena una obra y más cuando no se cuenta con apoyos sólidos para la realización. Pero tengo la convicción que hay miles de virtudes y satisfacciones al hacer lo nuestro, que esos malos momentos se pierden en medio de la titánica tarea de poder estrenar un montaje. Malos momentos siempre existirán, siempre. Incluso revivir experiencias anteriores y compararlas con el presente, te llevan (o por lo menos me ha pasado) a que te confrontes con la decadencia que  hemos vivido y vivimos en las artes (ya eso hace al momento, amargo) pienso que somos como un grupito marginado del país, pero uno de los más importantes sin duda para el desarrollo del mismo. Lo importante siempre, siempre, es ponerse el vestuario de batallador incansable, armarse de valor y luchar, entregar el alma en la creación,  porque tenemos la responsabilidad de mantener vivo un arte capaz de confrontar, crear, educar, un arte que hace país... 
 ¿Satisfecho de lo alcanzado? 
 Sí, considero que hago lo que amo y cuando es así, siempre hay un grado de satisfacción con uno mismo de poder llevar a cabo algún proyecto. Llevar una obra a escena ya es un logro, una meta alcanzada y cuando lo hacemos sin pretensión sino por la profunda convicción de que estás haciendo lo que decidiste hacer y con ello aportas a tu arte, a tu país, entonces la satisfacción llega. Hay quienes hacen comunión entre la satisfacción y el conformarse, dos ópticas distintas pero que pululan en nuestras aceras teatrales...Entonces sí, satisfecho de lo alcanzado, de lo experimentado durante estos años creciendo en este desequilibrado pero resistente gremio. Satisfecho siempre, conforme muy poco. Mi estado permanente es el de la búsqueda por un crecimiento sin ínfulas de ese reconocimiento que nos ha alejado un poco de la esencia de lo que es hacer teatro sin la premisa de encontrar una “fama”, que seguramente llega pero que de tanto empeñarse en eso, nacen frustraciones y pare usted de contar, cada quien hace esto por necesidades distintas… hablando con compañeros de mi generación veo sí, con preocupación una búsqueda por estar, estar, estar, pero sin un objetivo claro de lo que se está haciendo, son muchas factores, entre otros, lo que expreso del estar satisfecho y el conformarse, sin contar el tema del declive académico, veo como muchas personas, jóvenes y no. Se han puesto techos, conformándose de lo que saben y muchos sin profundización en la formación, se creen dispuestos a tomar a ligera dar clases por ejemplo, entonces hay profesores de “actuación, voz, dicción, dramaturgia, dirección” todo como exprés, como de un día para otro, pero eso ya es otro tema. Lo comento porque sí siento que hay un desvío entre estar satisfecho y conformarse con lo que se sabe, hace y piensa…
 ¿Planes para el 2020?
 Soy un obsesionado por la formación, mantengo que en ella está la clave para seguir creciendo con solidez. Tengo en proyecto poder explorar en algunos talleres fuera de nuestra tierra. Pero por ahora, estoy concretado en dos montajes que tienen mi completa atención en cuanto a lo actoral:  Escindida de Elio Palencia y  Passport  de Gustavo Ott, ambas se estrenan en febrero en el Festival de Jóvenes Directores del Trasnocho Cultural. Además esperando la segunda temporada de  Rondó Adafina,una pieza de Edwin Erminy que se piensa reestrenar luego del primer trimestre de año en el BOD, más una gira fuera de Venezuela que está por concretarse. También viene la reposición de  Como miran las estrellas  en la Caja de Fósforos.  Y otros planes que sé que irán surgiendo. Tengo muchos, esperemos pueda llevarlos a cabo, atento siempre a la dedicación honesta, cuidando no caer en hacer, hacer, hacer descuidando la calidad de lo que se realiza. Planes siempre tengo, veamos que depara el año entrante.


Tres meses para el teatro de los jóvenes venezolanos

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La juventud pide pista para mostrarse.

En esta era digital en la cual la pantalla del teléfono inteligente, la computadora, el E-Book, las Tablet nos rodean, nos acosan y nos obligan a inclinar la cabeza ante su poder, pues no integrarnos, sería como condenarnos al ostracismo, sucede un interesante fenómeno: los jóvenes aún se apasionan por el teatro. Sí, el mismo teatro que nos viene desde tiempos inmemoriales, el foro en el cual los ciudadanos podrían expresar sus críticas a inconformidades, sigue vivo. El mismo teatro que nos sorprende una y otra vez al presentar sobre el escenario esa mezcla de ingenio, conocimiento, emoción y vitalidad, capaz de representar y proyectar mundos en nuestra imaginación, con la palabra, el gesto, con los silencios, con el juego de la luz y oscuridad, con su texto. El teatro nos hechiza y transporte siempre.
Y como prueba de ello es que la juventud venezolana no solo le gusta, sino que hace teatro, esta lista la sexta entrega del Festival de Jóvenes Directores, el cual se realizará entre  el 17 de enero al 15 de marzo de 2020 en los espacios del Trasnocho Cultural, con los apoyos de Fospuca, la Alcaldía de Baruta y la embajada de España. Así lo anunciaron Eva Ivanji, Pilar Arteaga, Solveig Hoogesteijn y Héctor Manrique,a quien apodamos "El zar del teatro" por su múltiple presencia en  eventos de artes escénicas  y con espectáculos propios.
En  esta sexta edición del Festival de Jóvenes Directores  han programado seis obras que son dirigidas por cuatro mujeres y dos hombres. Ellas y ellos  se atrevieron a lanzarse  al ruedo del arte dramático.Tenía que ser venezolanos para no tener miedo.
Verónica Etiene, licenciada en Comunicación Social, eligió Las sillas de Eugene Ionesco y tendrá en el elenco a Erick Palacios, Sara Valero Zelwer y Rafael Gorrochotegui. Se presenta del 17 al 26 de enero, a las 7:30 pm. 7:00 pm y 6:00 pm.
Aguasanta Rojas, graduada en comunicación social, mostrará La ciudad rota de María Prado, con Jeslin Valbuena y Jose Alejandro España. Los verán del 24 de enero al 2 de febrero, a las 5:00 pm, 4:00 pm y 4:00 pm.
Andrea Levada, con buen trajín actoral  y especialmente tres proyectos cinematográficos, viene con la Última actuación de Sarah Bernhardt de Néstor Caballero, teniendo como actrices a Grecia Augusta Rodríguez y Jeska Lee Ruiz, para exhibirse del 31 de enero al 9 de febrero, a 5:00 pm, 4:00 pm y 4:00 pm.
Natacha Pérez, licenciada en Arte y egresada de la UCV, actriz formada  en los talleres de la Fundación Rajatabla, eligió Añicos de Carlos Bé y se presentará con Antonio Delli, Giuliana Rodríguez, Anderson Figuera,  Greysy Mena y Daniela García  del 7 al 16 de febrero, a las 5:00 pm, 4:00 pm y 4:00 pm.
Francisco Aguana, actor y cantante  con 14 años de experiencia artística, viene con Escindidade Elio Palencia, y tendrá a  Manuelita Zelwer, Virginia Urdaneta, William Cuao Anais Mauco, Jeizer Ruiz, Sandra Moncada  y Claudia Rojas, del 14 al 23 de febrero, a las 7:30 pm, 7:00 pm y 7:00 pm.
Raquel Zapata, tesista de Artes en la UCV, se muestra con Danzon park de Arístides Vargas, para actuar con Aitor Aguirre, Karl Fernández,  Nakary Bazán y Mateos Cestari, del 21 de febrero al 1 de marzo, a las 5:00 pm, 4:00 Pm y 4:00 pm.
Dany Cruz, estudiante de la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo, consiguió Passport de Gustavo Ott, y tendrá a Jeizer Ruiz, Omar Churión y Antonio Deli,  del 26 de febrero al 8 de marzo, a las 7:30 pm, 7:00 pm, y 6:30 pm.
Glenda Medina, licenciada en Artes Escénicas de la UCV, mostrará ¿Te duele?, de César Brie, con Ricardo Lira López y  Mary Ann Moleiro, del 6 de marzo al 15 de marzo, a las 5:00 pm, 4:00 pm y 4:00 pm.
Hay que subrayar que los ganadores de las cinco muestras anteriores todos están afuera del país  en diversas actividades  artísticas o estudiando.




Anibal Gruun con "Cantaura" pide no olvidar

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 Aníbal Grunn no teme reflexionar en público.
El popular y conocido actor y director Aníbal Grunn ha ganado un premio del concurso de dramaturgia Apacuana 2019 con pieza Cantaura, según el veredicto del jurado que integraron José Gabriel Núñez, Tomás Jurado Zavala y Franklin Tovar. Y como es lógico el feliz ganador cuenta su aquí historia:
En el año 1981, en conmemoración del bicentenario del natalicio de Andrés Bello y siendo yo director de teatro de la Universidad Simón Bolívar, en el núcleo de Naiguatá, escribí una obra sobre el mencionado personaje. La envié a un concurso que había abierto el Ministerio de Educación. Con mucho beneplácito para mí, resulté ganador. La obra titulada: A tu amada sombra, maestro, fue premiada con una medalla de reconocimiento y el montaje teatral en de la Casa de Bello. Fue una extraordinaria experiencia, con los actores de la universidad y Elio Palencia como protagonista.
¿También, pues, es escritor o dramaturgo?
Desde que tengo uso de razón escribo y versiono obras de la literatura universal al teatro. Varias veces, desde entonces, me he presentado a concursos de dramaturgia, de literatura y nunca más gané nada, ni siquiera figuré o no supe que pensaban los jurados sobre mis escritos.  Este año tuve el atrevimiento de hacerlo para el premio Apacuana de la Compañía Nacional de Teatro. Y escribí a dos manos, ya que esto no lo saben los miembros del jurado, la pieza Cantaura.
¿A dos manos?
Cuando digo que escribí a dos manos es literalmente así. Mucho antes de saber lo del premio, leí un cuento de Luis Britto García, titulado La carta y me gustó mucho. En él se cuenta una historia profundamente conmovedora, sobre una carta que nunca llegó a las manos del destinatario. Además, en octubre de 1982, como ilustración a la masacre de Cantaura, por manos del gobierno de turno, se publicó en el diario El Nacional,  la letra de una canción que fue escrita con amor y nunca llegó a manos del enamorado. Impresionado por la historia, le propuse a un compañero y ex alumno Yonder Carrizales, que escribiéramos a dos manos sobre el tema. Preparamos una escaleta y nos pusimos a desarrollar las escenas.
¿Cómo es eso?
La obra en cuestión ubicada en el año 2009, cuenta la historia de tres compañeros, ex-guerrilleros, que en el año 1982, estuvieron involucrados en el tema de nuestra Cantaura y ahora, forman parte del proceso revolucionario, como directivos de un colegio público. Luchando desde hace nueve años contra la corrupción, la vagabundería de los obreros, los docentes inescrupulosos que viven de reposo en reposo y tantos temas que afectan la educación. En medio de esas discusiones recuerdan sus luchas desde hace tantos años como guerrilleros y por supuesto la masacre de Cantaura, que aún, pese a todo no se ha podido aclarar y sigue siendo un tema tabú para muchas instituciones.
¿Eso es teatro político para llamarlo de alguna, manera?
El tema de Cantaura, como el tema de El Amparo y como tantas cosas que en este país preferimos olvidar y no meternos en profundidades, me llama mucho la atención. Creo que el arte está para eso, para denunciar, para exponer, para mostrar, aunque no debe aportar soluciones, para que todo lo que se diga sea reflexivo, no complaciente ni cómodo.
¿Todo teatro es político en esencia?
Es necesario que el teatro genere cierto picor, al igual que el cine, la literatura y toda expresión de artistas comprometidos con un país y con un pueblo. Sí, creo que todo teatro es político, sea serio, dramático, cómico o banal, como suele ser ese teatro complaciente que en algún momento se llamó “comercial” equivocadamente o con intenciones de separarlo del teatro de arte. De la misma forma que todo teatro tiene arte, y lo único que podemos criticar es su calidad. Todo tiempo es bueno para las reflexiones, sobre todo en épocas de crisis sociales, políticas y económicas como las que estamos viviendo en el mundo, en este momento. Por supuesto nuestro país no puede vivir fuera de esta realidad.
¿La comedia no le interesa escribirla?
Lamento profundamente no tener mucho sentido del humor para escribir comedia, hay gente que lo sabe hacer y muy bien. Aunque me encanta la comedia, tanto como actor y como director, me cuesta mucho escribir con humor, no tengo esa condición. Me parecen maravillosos esos humoristas que sacan partido de todo. Recuerdo con mucho placer aquel programa “Radio Rochela”, donde se criticaba todo con un gran sentido del humor.
Del mismo modo grandes dramaturgos que utilizan el humor para hacer críticas profundas. No nos olvidemos del sainete, talentos como Job Pin, Leoncio Martínez, Rafael Guinand y nuestro Aquiles Nazoa. Pero ahora vemos eso como lejano, de otro tiempo, casi como folclórico. Da tristeza, ya no hay buenos comediantes. Importante recordar que la comedia nace en Grecia como contrapunto de la tragedia, escritores de la talla de Menandro y Aristófanes nos han dejado un legado muy grande en la historia del teatro occidental. Y ellos siempre criticaban las situaciones sociales y/o políticas de su país.



"Diez minutos" ganó Premio Apacuana 2019

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El feliz ganador del Premio Apacuana 2019.
¿Dónde se dio su vinculación con el teatro?, le preguntamos a Rafael José García Hernández, ganador del Premio Apacuana del 2019.
Un gran amigo, llamado Manuel Decan, fue el puente para que tuviese contacto con el teatro. Él siempre estuvo interesado en formarse como actor. Eso lo llevó a inscribirse en la escuela Porfirio Rodríguez. En aquellos días quedaba en Petare. Nosotros vivíamos en Lídice. A partir de ese momento, siempre me hizo la invitación a algunas de sus clases, a presentaciones suyas y distintas obras. Fui a todas las que pude. Entonces conocí algunas personas de teatro. Nunca me interesó ser actor. Lo que me interesaba era escribir. Escribir de todo, poesía, canciones, cuentos, novelas, guiones cinematográficos y, sí, también teatro. Si escribí Diez minutos fue  bajo la influencia de este amigo.    
¿Por qué y para qué participó en el concurso Apacuana?
Porque tenía una obra engavetada desde 1999 y quise darle la oportunidad de que no muriera ahí en la soledad. Participé para optar por lo económico, el montaje y por la publicación, todo junto.      
¿Qué hará con los 50 millones de bolívares del galardón?
Cubrir necesidades básicas, comida para mi familia, medicinas para mi mamá. Mi mamá tiene 83 años, está enferma, su partida es inaplazable. Parte de ese dinero nos ayudará a pagar funeraria, cementerio, esas cosas que el seguro que tengo ya no puede saldar.         
¿Qué espera del montaje?
Nunca se ha montado una obra de teatro escrita por mí. Una vez una persona me pidió que le escribiera una obra. Después que la escribí, esta persona buscó director, se hicieron ensayos pero no pasó de ahí. Lo lamenté. Ya estoy ilusionado con el solo hecho de que la Compañía Nacional de Teatro vaya a montar Diez minutos. Estoy como un niño que no duerme porque le dijeron que mañana lo van a llevar para la playa. Solo quiero verla montada, la verdad. 
¿Es el primer premio que gana?
No. Fui uno de los ganadores del primer concurso para autores inéditos que hizo Monte Ávila Editores en 1999. Gané con mi novela Te vas a morir de la risa. También obtuve un premio en el Tercer festival de cortometrajes realizado por la Escuela de cine y Televisión. Participé con el corto Muy natural (2009). Gané el premio de mejor corto estudiantil y mejor guión. Luego la ESCINETV envió Muy natural a un festival de escuelas de cine en Holanda. Y resulté ganador. El festival se llama The Latin Angel Student Award. Esto fue en el 2010.
¿De qué trata su obra Diez minutos, cuál es su argumento y su temática?
El protagonista, a quien llamo Hombre I, le paga a una empresa que brinda los servicios de una muerte sin dolor, una muerte deseada. Es decir, es una fantasía letal. La empresa le pide como requisito al Hombre I que cite a las personas importantes de su vida, con quienes le gustaría verse por última vez, éstas se supone que van a convencerlo de que continúe con su vida, que no consuma lo que ofrece la empresa. Esto es una prueba para ver si el cliente está seguro de lo que está haciendo. Pues bien, el Hombre I recibe a las personas que citó y para hablar con ellas solo tiene diez minutos. Y de todas personas que cita, solo una le genera al Hombre I lo que nunca antes le habían generado.   La obra transcurre en las instalaciones de la empresa. La mayoría de las escenas ocurren mientras el Hombre I va recibiendo a todas las personas que entran a verle. La temática es la indolencia. Indolencia por parte de la empresa, sus trabajadores y las personas que visitan al Hombre I. También podría decir que está presente la desesperanza.  El Hombre I representa la desesperanza. Por supuesto, si existe una empresa como esa es porque hay gente desesperanzada.             
¿Por qué ese título?
Diez minutos es el tiempo que se supone tienen que durar las visitas. Digo se supone porque esto a la empresa no le importa, casi nunca se cumple. Es un tiempo corto que representa indolencia. Una vida desesperanzada merece mucho, mucho más.  
¿Teatro político en estos tiempos?  
El teatro, como toda disciplina artística, es una representación de la vida. Y si la vida trae de todo, el teatro también debería traer de todo.  Todos los tiempos son buenos para el teatro, sea cual sea el género que se le adjudique. Escribí Diez minutos en 1999, un tiempo distinto al que vivimos. Le cambié algunas cosas porque en este tiempo adquirí mayor conocimiento en cuanto los diálogos, perfil de personajes, pero la temática la dejé intacta. La escribí pensando en crear una obra de teatro, sin considerar un género. Ya el espectador o lector dirá dónde la coloca. Uno de mis principales objetivos con la escritura es mostrar el lado oscuro del ser humano, lo que Jung llamó “La sombra”.   
¿No es mejor la comedia sobre tantos aspectos de la vida cotidiana en la sociedad contemporánea?                  
Lo que es mejor depende de cada espectador, de cada lector. No soy quién para determinar qué es lo mejor. Me gusta la comedia, en cine, teatro, etcétera. De hecho, en mucho de lo escribo siempre hago el intento de que haya humor. Claro, humor negro, punzante.  
¿Qué paso con ofertas de trabajo allende las fronteras?
No he recibido ninguna oferta de trabajo. 
¿Planes para escribir más teatro?
Lo que más escribo es novelas y cuentos. Haber ganado el premio Apacuana me motiva para dedicarle más tiempo a la dramaturgia. Y estoy seguro que cuando vea la obra montada va a aumentar esa motivación. Me gustaría escribir más teatro y, al mismo tiempo, recibir formación de conocedores; me falta mucho que aprender.
¿Cómo está la enseñanza del teatro y otras disciplinas artísticas en Caracas?
Desconozco cómo está la enseñanza del teatro en este momento. En cuanto a otra disciplina, yo obtuve el título de Licenciado en guión audiovisual en UNEARTE, en el 2018. Recibí una buena formación de mano, principalmente, de José Antonio Varela, guionista, director y ex presidente de la Villa de Cine                       

Periodismo y teatro comparten el misterio de lo humano

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Rosa María Rappa, periodista y ahora dramaturga.
¿Por qué y para qué el teatro?, le preguntamos a la periodista Rosa María Rappa, finalista del Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana, que organizara la Compañía Nacional de Teatro, y donde logró convencer al jurado con Los papeles de Charo, su ópera prima.
Rappa dice que descubrió en la teatralidad el elemento que le hacía falta a su idea del periodismo acercándose a la gente. “El asunto es que con ella también encontré que las libertades creativas son un compromiso muy serio con las historias que pretendo contar, más si ellas pertenecen a mi propio acervo existencial. Así que la dramaturgia, algo que tarde o temprano se iba a manifestar, me está resultando un terreno de impresionantes oportunidades para interpretar y dar sentido al análisis de la vida, de la mano de personajes que tienen cosas que decir, urgencias que manifestar en realidades alternas que se me antojan útiles para hacer mi propia representación del mundo real en un contexto de valoraciones y querencias líquidas”. 
“Si me explico a mí misma el porqué, es irrefutable encontrarme en la memoria de una adolescente que leyó a Federico García Lorca, Luigi Pirandello y William Shakespeare con mucha atención y plenitud lúdica. Sin saberlo entonces, se fue gestando el espíritu disruptivo que luego conocí del teatro en mis prácticas de periodismo cultural, hace ya unas tres décadas atrás. Si se quiere, la dramaturgia llegó luego de un andar largo y me sorprende con la curiosidad intacta de la muchachita que se reconocía a sí misma como narradora de historias sensibles. 
¿Cuántas obras hasta ahora? 
Los papeles de Charo es mi primera obra. Fue producto de mi paso por el Diplomado de Escritura de Textos Teatrales realizado en Unearte en 2018, bajo la tutela de César Rojas y Carlota Martínez y el acompañamiento de excelentes escritores, algunos incluso con una experiencia ya probada en el campo de la escritura para teatro. Así, esta obra fue escribiéndose en una vivencia nutritiva y profunda, a la par de interesantes disertaciones sobre la teatralidad, el sentido creativo y la estructura dramática como ejes de discusión permeable a los proyectos literarios.
 “Mientras esto ocurría en el plano académico, en lo personal vivía una etapa de trabajo psicoanalítico como terapia de superación de un par de duelos que estaba confrontando en aquel momento: la muerte de mi padre y el retiro en mi vida de quien fuera mi pareja hasta ese momento. Los papeles de Charo es una recreación muy personal de un personaje y un episodio en su vida del que yo tenía mucho que aprender: Rosario Conde Picavea, la primera esposa de Camilo José Cela, a quien el laureado escritor había dejado por una mujer mucho más joven que ella y que él”.
¿Cuál la temática y la argumentación?  
 El episodio de la entrega del Premio Nobel de Literatura en 1989 fue para mí la excusa para que Charo hablara sobre su propia estima, la reflexionara y defendiera entre un mar de posiciones y prejuicios que fueron -aún son- el lastre de muchas mujeres que se casaban bajo el lema del "hasta que la muerte los separe", pero que requerían la firma de su padre o esposo para respirar o abrir una cuenta en el banco. 
Rosario Conde y Camilo José Cela formaron un matrimonio durante 45 años, tiempo en que no solo construyeron una familia y hogar, sino una estrecha relación de dependencia artística en la que la mujer cumplió el rol de primera lectora y mecanógrafa del célebre escritor español, la dadora de toda la contención emocional y psicológica, el anclaje en la vida física que permitiera al autor de La familia de Pascual Duarte dedicarse a la escritura, la promoción de sus obras y el padrinazgo de autores emergentes perseguidos por la censura del entonces régimen franquista.
“El matrimonio tuvo un hijo, a quien llamó Camilo José, como el padre. Éste, a su vez, tuvo una hija, que fue bautizada como Camila. La impronta del padre y abuelo dejaba cual marca de agua un sello familiar denotativo de la fuerte presencia Cela en la vida de todos. ¿Y qué pasaba con Charo? Un tanto antes de que la Academia Sueca otorgara el Premio Nobel de Literatura 1989, Camilo José Cela decidió abandonar el hogar para cumplir un proyecto de nueva vida amorosa con una periodista 42 años más joven que él”.
“Charo se quedó con el hogar medio vacío, aunque acompañada por su hijo, nuera, nieta y un sinfín de borradores, manuscritos, machotes y páginas compuestas de la revista literaria Papeles de Son Armadans que marcó un espacio de sobrevivencia en la pujante literatura en una fracción importante de la historia española. Se quedó como había vivido, oculta por las intensidades lumínicas del escritor y su atractivo temperamento artístico. Existían, sin embargo, muchas historias ocultas que el dolor de la partida hizo que surgieran”.
“El resultado fue un texto que para mí es hermoso, pues sus diálogos significan la esencia de mi propia rendición y renacimiento. Escribirlo dolió, pero también acarició mi alma. Con Los papeles de Charo no solo vivo ahora la alegría del reconocimiento con la mención honorífica que el jurado del Concurso Apacuana de la Compañía Nacional de Teatro tuvo la delicada intención de premiar, sino que también alcancé el ascenso a categoría Asociado como docente de la Unearte, en noviembre de 2018. Haberlo escrito, en muchos sentidos, fue una salvación”.  
¿Qué está preparando? 
Resulta que me siento ahora muy cómoda escribiendo en términos dramáticos, por lo que estoy trabajando simultáneamente en tres nuevas obras, cada una representando pasiones que me mueven irremediablemente: la danza, el periodismo y la música. La primera de ella ya tiene título: El baile del sujeto quieto, y estará bastante distante de la introspección que significó escribir Los papeles de Charo, aunque también se sustenta en un rol tan personal como el de ser una espectadora sensible y curiosa frente a la danza que se representa en escenarios teatrales. Si todo marcha como lo espero, este texto formará parte de mi tesis doctoral que estaré presentando en Unearte en el segundo trimestre de 2020.
“Estoy muy interesada en explorar cómo las historias reales o imaginarias pueden ser descubiertas desde sus teatralidades, como un punto de partida hacia un teatro que quiero sea muy cercano al espectador. El público es mi foco de interés, pensando en él no solo como aquel que se sienta en actitud de supuesta pasividad en la butaca de una sala teatral, sino también en el lector que llega a esta estructura dramática desde la experiencia que brinda el texto en su naturaleza pura”. 
 ¿Y cómo ha combinado el periodismo y el teatro? 
Tu pregunta curiosamente me hace recordar una conversa que sostuve, hace ya algunos años, con el dramaturgo venezolano Gustavo Ott: simplemente, es imposible notar la diferencia. Ya lo decía Ott cuando confesaba que sin el periodismo no tendría mucho que escribir. Ahora entiendo su postura, pues Los papeles de Charo pudo ser una crónica o incluso una semblanza sobre un personaje olvidado y vital al mismo tiempo. Su escritura ocurrió, como siempre pasa, luego de una intensa actividad de investigación periodística en dos direcciones: una externa marcada por los hechos históricos y otra profunda venida de mi proceso psicoanalítico. Al final, en el teatro como en el periodismo, contamos historias desde un punto de vista que siempre, irremediablemente, será único y personal.
“Así que por lo pronto, lo llevo muy bien. Una alianza maravillosa, sin la que no podría haber logrado la escritura de Los papeles de Charo. El teatro y el periodismo comparten el misterio de lo humano como motivo y razón de existencia. Imposible -tenía razón Ott- separarlos”. 


RODOLFO SANTANA IMPRESCINDIBLE

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De la edición XV de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, escenificada en la plaza Bolívar de Caracas, quedarán muchos recuerdos, pero quizás hay uno que no se podrá olvidar y es la presentación de la revista digital Theatron, en su edición 28, con 270 páginas, un valioso trabajo editorial de Carlota Martínez, la cual tiene en su portada una espectacular fotografía del homenajeado y un título que lo dice todo: Rodolfo Santana Imprescindible.
 Y es por eso que ahora nosotros preguntamos ¿Qué serían de las tablas teatrales y de la pantalla grande venezolana sin el legado de Rodolfo Santana, uno de los más importantes dramaturgos y directores de teatro en Venezuela?
En palabras de su colega y gran amigo Néstor Caballero, Premio Nacional de Cultura 2012, “el desarrolló lo que pocos dramaturgos logran: una estética. Una estética del desamparado, del marginal, del que siempre ha sido obstruido. Dejó obras maestras que perdurarán. No hay un solo año en que una pieza de Rodolfo no sea estrenada. Nunca se guardó los conocimientos ni la experiencia a la hora de dictar un taller”.
Escribió más de 80 piezas, las cual han sido traducidas a diversos idiomas y personificadas en Latinoamérica y Europa. Por lo atractivo de sus contenidos sus obras teatrales se han mantenido activas en los teatros venezolanos hasta la actualidad.
Sus trabajos giran en torno a una reflexión detenida, pero con la impronta humorística característica de los venezolanos, sobre aspectos como la problemática social, el poder político, influencia de los medios de comunicación, lingüística, la cultura y la humanidad del pueblo latinoamericano en general.
Su evolución
Santana vio la luz del mundo en Caracas el 25 de octubre de 1944, pero se convirtió en petareño de crianza. Su vena artística afloró a los 15 años con la redacción de cuentos y novelas breves. A los 19 años se unió a grupos de teatro en Petare, donde inició su carrera dramatúrgica.
La obra La muerte de Alfredo Gris dio inicio a los reconocimientos que le fueron otorgados por sus dotes artísticos al hacerlo ganador del Primer Premio en el Concurso de Dramaturgia de la Universidad del Zulia. En esa ocasión logró una mención de honor con la obra Los hijos del Iris, y un año más tarde, en la siguiente edición del mismo concurso obtuvo el segundo premio con su obra La ordenanza.
Entre los posteriores galardones que obtuvo destacan: el Premio Nacional de Teatro, con la obra BarbarrojaPremio “Juana Sujo” a la mejor obra del año por su obra El sitiomención de honor con la obra Tarántula en el Premio Internacional “León Felipe”; el Premio “Juana Sujo” a la mejor obra por el montaje de su obra La farrael Premio Nacional de la Crítica a la mejor obra por el espectáculo experimental llamado El Gran Circo del Sur; y, finalmente, obtuvo en Cuba el Premio Casa de las Américas en la mención teatro por Ángel perdido en la ciudad hostil.
En 1970 comenzó a dirigir el Teatro Universitario de Maracay, dependiente de la Universidad Central de Venezuela. En 1974, fundó el Laboratorio de Investigación Teatral, adjunto a la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia. En Maracaibo, dirigió obras de calle y teatro de cámara.
El inicio de su participación en la pantalla grande se dio en 1975 con una intensa actividad como guionista al trabajar con el director venezolano Clemente de la Cerda; allí escribió los guiones de los largometrajes El reincidente (1975), El crimen del penalista (1976),  Compañero de viaje (Premio Municipal al mejor guión cinematográfico, 1979) y Los criminales (basado en su obra teatral de 1981). También trabajó como director de arte en el rodaje cinematográfico y la dirección del Grupo Teatral Cobre.
Para Mauricio Wallerstein, cineasta mexicano radicado en Venezuela, escribió el guión del largometraje La empresa perdona un momento de locura (1978), basado en su obra de teatro y protagonizado por el cantautor venezolano Simón Díaz. Entre sus últimos trabajos se encuentran los guiones de la telenovela Amores de Barrio Adentro (2004) y del filme El Caracazo (2005), ambos bajo la dirección de Román Chalbaud. Santana murió el 21 de octubre de 2012 por complicaciones de salud, en un hospital de Guarenas.
No hay que olvidar que Baño de damas, escrita en 1986 y estrenada al año siguiente por Ibrahim Guerra en la sala Anna Julia Rojas. Ahora volvió a los escenarios producida por la Compañía Nacional de Teatro (Carlos Arroyo, la comanda) y dirigida por Aníbal Grunn.
ENSAMBLE SANTANA
 De nuestro  libro Como es Rodolfo Santana, publicado a mediados de 1995, hemos tomado algunos fragmentos de algunos capítulos donde el mismo cuenta su historia.
- Kierkegaard dice que la vida solamente puede ser vista hacia atrás, pero debe ser vivida hacia adelante. Yo, desde muy niño, por predica de mi abuelo, aprendo que hay que vivir como si fuese a llegar a los 100 años. También me inculca que debo estar listo como si voy a morir mañana…Yo hice mi mutis durante una mañana de domingo. Salí de mi apartamento para comprar cigarrillos, comestibles y devorarme unos pastelitos andinos de esos que vende Gracia…pero caí al piso, saliendo del supermercado… de donde me levantaron los Bomberos de Guarenas. Me fui de escena.
-No había cumplido mis primeros 68, me faltaban tres días… y desde entonces cuento y recuento algunos aspectos de mi saga y hasta muestro algunos fragmentos de lo que más hice: obras de teatro.
-En mi familia siempre encuentro  resguardos que amparan la aventura creadora. Vivo en Guarenas, desde cuando no era la ciudad dormitorio en que la han convertido ahora. Era una inmensa casa solariega, donde retozaban ocho primos, cinco tías y cuatro tíos. Nací y  me críe en una familia patriarcal, donde la figura relevante es mi abuelo materno, un comerciante que tocaba el violín, la bandola y la guitarra, y me llevaba a ver la ópera, la zarzuela, el teatro e incluso fuimos al Nuevo Circo de Caracas para ver experimentados matadores en sus inolvidables faenas. ¿Juego, deporte, cultura…?
-Mi abuelo tuvo dos grandes rupturas en su vida: la visión del cometa Halley y poder escuchar a Carusso. Lo recuerdo en el patio de nuestra casa, tocando valses andinos con la bandolina, rodeado de gallinas, pavos y gallo. Él, mi mama y mis tías se ocuparon de familiarizarme con los clásicos de la literatura universal y los creadores latinoamericanos.
-Mi familia…muy venezolana, muy tradicional, intenta conservar las tradiciones, los gestos, el pathos de la condición venezolana. Numerosa, y tan estrechamente unida, aunque muy diversa, un perfecto microcosmos, una representación de la sociedad venezolana en pequeño. Hay profesionales, abogados, arquitectos, también militares, monjas, guerrilleros, políticos y hasta actrices. En ella veo chocar las más variadas opiniones y criterios.
-Mi familia es mí primer gran escenario, mi primer drama, aunque las relaciones afectivas son muy felices, los criterios, opiniones y actitudes variaban y se enfrentan. Ahí, en acción, aprendo la sustancia del teatro; en sus oposiciones, conflictos, señales y todos los accesos que de la observación exterior permiten atisbar una realidad más profunda, significativa. Acompáñenme, una vez más, y nos divertiremos todos. Existo para eso: divertir y educar…si me lo permiten.
-Escribo teatro porque no puedo ser Hilary escalando el Jomolunga o el monte Everest, mucho menos Marco Polo o Charles Limberg. Vinculo la escritura a la aventura y creo que los seres humanos asumimos la vida como un viaje, con naufragios irremediables. La historia está llena de héroes viajeros,  con sus descubrimientos y combates. Igual ocurre en la ficción. El hombre es monotemático con la aventura y desde niños, al igual que Ulises, preparamos la embarcación para buscar la Itaca personal.
-Hay quienes permanecen en la primera isleta que consiguen, la exploran y se crean un hábitat cómodo y preciso, con amores definidos y angustias no muy elevadas. Por lo general llegan a banqueros o son sus víctimas. La experiencia del niño que juega, que expande su imaginación entre vaqueros y pieles rojas, Tarzán, el Tigre de la Malasia, los tres mosqueteros y la gran cauda de los personajes de la aventura es propia de nuestra cultura. Así ha ocurrido durante siglos, pero mucho me temo que el modelo aventurero que conocí repasando la bitácora de Colon, las construcciones de Verne, Salgarí, Dumas; las catedrales de Víctor Hugo, Proust, Balzac y otros, ahora adquieren tonos trágicos.
-De mi padre tengo pocos recuerdos, algunos esenciales. Cuando estuve a punto de morir, por primera vez, mi madre Aura  cuenta que él estuvo día y noche junto a la cuna. Lloraba. Se divorciaron cuando yo tenía unos seis años y había más hijos. De repente aparecía, muy atildado, a visitarnos en Guarenas. Provocando el natural revuelo entre mis tías y genera comidas en restaurantes con nosotros, sus hijos. Muchos años después, vivo un tiempo en su casa de El Hatillo y le doy a leer mi primera novela, Los halcones dorados.
-Lo recuerdo en el desayuno: rompe un huevo tibio en una copita y alaba mi novela, dice que le cuesta creer que yo la hubiese escrito. Entonces, yo muy orgulloso, le digo que quiero publicarla y necesito que me proporcione el dinero para hacerlo. Termina de desayunar, me ve y me dice:
-¿Tú crees que voy a gastar dinero para publicar esa mierda?
-Me provocó matarlo.
-¿Acabas de alabar la novela y ahora me dices que es una mierda? ¿Cuándo te pido plata para publicarla?, le riposté.
-Tomó su jugo de naranja y dijo:
-Escucha, me gustó la novela, pero es el trabajo temprano de un muchacho de 17 años. Ya veo en ella lo que puedes ser, lo que puedes lograr más adelante, trabajando duro. Si publicas esa novela, otras personas se van a cebar en tus errores antes que en tus virtudes y no quiero que se burlen de mi hijo.
-Nos despedimos para siempre. El 11 de octubre de 1969 fallece de un infarto al miocardio. Tenía 51 años. Era diputado al Congreso de la República por la fracción perezjimenista. Se desposó otras veces y dejó más hijos.

"Cantaura" tiene dolientes en el teatro también

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Aníbal García o el popular Aníbal Grunn escribió su segunda pieza
Por Cantaura, que encabeza el grupo de los cuatro  textos finalistas del Premio de Dramaturgia Apacuana, organizado por la Compañía Nacional de Teatro, que dirige Carlos Arroyo, la historia política de esta patria que hemos adoptado saltó nuevamente al escenario. No sabemos qué pueda ocurrir o desencadenar, lo único cierto es que la escribió el teatrero Aníbal García (más conocido como Aníbal Grunn), otro inmigrante latinoamericano en estas tierras de Andrés Bello, Simón Rodríguez y el legendario Simón Bolívar.
Cuenta Grunn que durante el año 1981, “en conmemoración del bicentenario del natalicio de Andrés Bello y siendo yo director de teatro de la Universidad Simón Bolívar, en el núcleo de Naiguatá, escribí una obra sobre el mencionado personaje. La envié a un concurso que había abierto el Ministerio de Educación. Con mucho beneplácito para mí, resulté ganador. La obra, titulada A tu amada sombra, maestro, fue premiada con una medalla de reconocimiento y el montaje teatral en la Casa de Bello. Fue una extraordinaria experiencia, con los actores de la universidad y Elio Palencia como protagonista”.
Admite que desde que tiene uso de razón “escribo y versiono obras de la literatura universal al teatro. Varias veces me he presentado a concursos de dramaturgia, de literatura y nunca más gané nada, ni siquiera figuré o no supe que pensaban los jurados sobre mis escritos”. 
¿Pero al parecer hubo una segunda vez?
Si  para este año 2019 tuve el atrevimiento de hacerlo para el premio Apacuana de la Compañía Nacional de Teatro. Y escribí a dos manos, ya que esto no lo saben los miembros del jurado, la pieza Cantaura y cuando digo que la escribí a cuatro manos es literalmente así. Mucho antes de saber lo del premio, leí un cuento de Luis Britto García, titulado La carta y me gustó mucho. En él se cuenta una historia profundamente conmovedora, sobre una carta que nunca llegó a las manos del destinatario. Además, en octubre de 1982, como ilustración a la siniestra masacre de Cantaura, por manos del gobierno de turno, se publicó en el diario El Nacional, la letra de una canción que fue escrita con amor y nunca llegó a manos del enamorado. Impresionado por la historia, le propuse a un compañero y ex alumno Yonder Carrizales, que escribiéramos a cuatro manos sobre el tema. Preparamos una escaleta y nos pusimos a desarrollar las escenas.
¿Cómo es o qué plasma esa Cantaura a cuatro manos?
La obra en cuestión ubicada en el año 2009, cuenta la historia de tres compañeros, ex - guerrilleros, que en el año 1982, estuvieron involucrados en el tema de Cantaura y ahora, forman parte del proceso revolucionario, como directivos de un colegio público. Luchando desde hace nueve años contra la corrupción, la vagabundería de los obreros, los docentes inescrupulosos que viven de reposo en reposo y tantos temas que afectan la educación. En medio de esas discusiones recuerdan sus luchas desde hace tantos años como guerrilleros y por supuesto la masacre de Cantaura, que aún, pese a todo no se ha podido aclarar y sigue siendo un tema tabú para muchas instituciones.
Subraya Aníbal Grunn que “el tema de Cantaura, como el tema de El Amparo, otra masacre, y como tantas cosas que en este país preferimos olvidar y no meternos en profundidades, me llaman mucho la atención. Creo que el arte está para eso, para denunciar, para exponer, para mostrar, aunque no debe aportar soluciones, para que todo lo que se diga sea reflexivo, no complaciente ni cómodo. Es necesario que el teatro genere cierto picor, al igual que el cine, la literatura y toda expresión de artistas comprometidos con un país y con un pueblo.
¿Teatro político pues es el que han escrito?
Creo que todo teatro es político, sea serio, dramático, cómico o banal, como suele ser ese teatro complaciente que en algún momento se llamó “comercial” equivocadamente o con intenciones de separarlo del teatro de arte. De la misma forma que todo teatro tiene arte, y lo único que podemos criticar es su calidad. Todo tiempo es bueno para las reflexiones, sobre todo en épocas de crisis sociales, políticas y económicas como las que estamos viviendo en el mundo, en este momento. Por supuesto nuestro país no puede vivir fuera de esta realidad.
¿Y dónde quedan las comedias?
Lamento profundamente no tener mucho sentido del humor para escribir comedia, hay gente que lo sabe hacer y muy bien. Aunque me encanta la comedia, tanto como actor y como director, me cuesta mucho escribir con humor, no tengo esa condición. Me producía placer aquel programa humorístico de RCTV “Radio Rochela”, donde se criticaba todo con un gran sentido del humor. 
Recuerda Grunn que del mismo modo hay grandes dramaturgos que utilizan el humor para hacer críticas profundas. “No nos olvidemos del sainete, talentos como Job Pin, Leoncio Martínez, Rafael Guinand y nuestro Aquiles Nazoa. Pero ahora vemos eso como lejano, de otro tiempo, casi como folclórico. Da tristeza, ya no hay buenos comediantes. Importante recordar que la comedia nace en Grecia como contrapunto de la tragedia, escritores de la talla de Menandro y Aristófanes nos han dejado un legado muy grande en la historia del teatro occidental. Y ellos siempre criticaban las situaciones sociales y/o políticas de su país”.

Apacuana 2019 y sus tres piezas teatrales

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Rafael García, ganador del primer premio

El Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana fue creado en el año 2015 por la Compañía Nacional de Teatro para estimular la creación de aquellas obras teatrales cuya temática promuevan el análisis y la discusión de la teatralidad venezolana mediante el reconocimiento de nuevos planteamientos discursivos y estéticos de la dramaturgia nacional.
En ocasión de la quinta entrega del Premio Apacuana, correspondiente al año 2019, hemos entrevistado a los autores de Diez minutos (Rafael García), Cantaura (Aníbal Grunn) y Los papeles de Charode (Rosa María Rappa) por ser los  que más destacaron de la reciente competencia y por eso resaltamos aquí algunos aspectos de sus temáticas y argumentaciones, gracias a las entrevistas  que hicimos a sus escritores.
Diez minutos, identificada con el seudónimo “Machín”, resultó ganadora del Apacuana de Dramaturgia 2019, según el jurado evaluador, conformado por José Gabriel Núñez, Franklin Tovar y Tomás Jurado Zabala, el cual  luego de su deliberación, manifestó que se trata de  un texto de acertada eficacia dramática, formalmente estructurado, en donde se expone un tema de carácter universal mediante un conflicto que se plantea entre el drama y la comedia, el individuo y la sociedad, a través de unos personajes cuidadosamente construidos en sus caracteres, que lucen bien definidos y en función de una atmósfera envolvente y un lenguaje totalizador, como suscribe el acta definitiva.
¿De qué trata Diez minutos, cuál es su argumento y su temática?, preguntamos a Rafael.
El protagonista, a quien llamo Hombre I, le paga a una empresa que brinda los servicios de una muerte sin dolor, una muerte deseada. Es decir, es una fantasía letal. La empresa le pide como requisito al Hombre I que cite a las personas importantes de su vida, con quienes le gustaría verse por última vez, éstas se supone que van a convencerlo de que continúe con su vida, que no consuma lo que ofrece la empresa. Esto es una prueba para ver si el cliente está seguro de lo que está haciendo. Pues bien, el Hombre I recibe a las personas que citó y para hablar con ellas solo tiene diez minutos. Y de todas personas que cita, solo una le genera al Hombre I lo que nunca antes le habían generado. La obra transcurre en las instalaciones de la empresa. La mayoría de las escenas ocurren mientras el Hombre I va recibiendo a todas las personas que entran a verle. La temática es la indolencia. Indolencia por parte de la empresa, sus trabajadores y las personas que visitan al Hombre I. También podría decir que está presente la desesperanza.  El Hombre I representa la desesperanza. Por supuesto, si existe una empresa como esa es porque hay gente desesperanzada.             
¿Por qué ese título?
Diez minutos es el tiempo que se supone tienen que durar las visitas. Digo se supone porque esto a la empresa no le importa, casi nunca se cumple. Es un tiempo corto que representa indolencia. Una vida desesperanzada merece mucho, mucho más.  

¿Cómo es Cantaura? le preguntamos a Aníbal.
La obra en cuestión, cuenta Aníbal,  está ubicada en el año 2009 y cuenta la historia de tres compañeros, ex - guerrilleros, que en el año 1982, estuvieron involucrados en el tema de Cantaura y ahora, forman parte del proceso revolucionario, como directivos de un colegio público. Luchando desde hace nueve años contra la corrupción, la vagabundería de los obreros, los docentes inescrupulosos que viven de reposo en reposo y tantos temas que afectan la educación. En medio de esas discusiones recuerdan sus luchas desde hace tantos años como guerrilleros y por supuesto la masacre de Cantaura, que aún, pese a todo no se ha podido aclarar y sigue siendo un tema tabú para muchas instituciones.
Subraya Aníbal que “el tema de nuestra  Cantaura, como el tema de El Amparo, otra masacre, y como tantas cosas que en este país preferimos olvidar y no meternos en profundidades, me llaman mucho la atención. Creo que el arte está para eso, para denunciar, para exponer, para mostrar, aunque no debe aportar soluciones, para que todo lo que se diga sea reflexivo, no complaciente ni cómodo. Es necesario que el teatro genere cierto picor, al igual que el cine, la literatura y toda expresión de artistas comprometidos con un país y con un pueblo.
Los papeles de Charo
 Rosa, a quien conocemos desde hace muchos años por ser colega periodista y además amiga,  explicó que “Los papeles de Charo es una recreación muy personal de un personaje y un episodio en su vida del que yo tenía mucho que aprender: Rosario Conde Picavea, la primera esposa de Camilo José Cela, a quien el laureado escritor había dejado por una mujer mucho más joven que ella y que él”.
¿Cuál la temática y la argumentación?  
 El episodio de la entrega del Premio Nobel de Literatura en 1989 fue para mí la excusa para que Charo hablara sobre su propia estima, la reflexionara y defendiera entre un mar de posiciones y prejuicios que fueron -aún son- el lastre de muchas mujeres que se casaban bajo el lema del "hasta que la muerte los separe", pero que requerían la firma de su padre o esposo para respirar o abrir una cuenta en el banco. 
Rosario Conde y Camilo José Cela formaron un matrimonio durante 45 años, tiempo en que no solo construyeron una familia y hogar, sino una estrecha relación de dependencia artística en la que la mujer cumplió el rol de primera lectora y mecanógrafa del célebre escritor español, la dadora de toda la contención emocional y psicológica, el anclaje en la vida física que permitiera al autor de La familia de Pascual Duarte dedicarse a la escritura, la promoción de sus obras y el padrinazgo de autores emergentes perseguidos por la censura del entonces régimen franquista.
“El matrimonio tuvo un hijo, a quien llamó Camilo José, como el padre. Éste, a su vez, tuvo una hija, que fue bautizada como Camila. La impronta del padre y abuelo dejaba cual marca de agua un sello familiar denotativo de la fuerte presencia Cela en la vida de todos. ¿Y qué pasaba con Charo? Un tanto antes de que la Academia Sueca otorgara el Premio Nobel de Literatura 1989, Camilo José Cela decidió abandonar el hogar para cumplir un proyecto de nueva vida amorosa con una periodista 42 años más joven que él”.
“Charo se quedó con el hogar medio vacío, aunque acompañada por su hijo, nuera, nieta y un sinfín de borradores, manuscritos, machotes y páginas compuestas de la revista literaria Papeles de Son Armadans que marcó un espacio de sobrevivencia en la pujante literatura en una fracción importante de la historia española. Se quedó como había vivido, oculta por las intensidades lumínicas del escritor y su atractivo temperamento artístico. Existían, sin embargo, muchas historias ocultas que el dolor de la partida hizo que surgieran”.
“El resultado fue un texto que para mí es hermoso, pues sus diálogos significan la esencia de mi propia rendición y renacimiento. Escribirlo dolió, pero también acarició mi alma. Con Los papeles de Charo no solo vivo ahora la alegría del reconocimiento con la mención honorífica que el jurado del Concurso Apacuana de la Compañía Nacional de Teatro tuvo la delicada intención de premiar, sino que también alcancé el ascenso a categoría Asociado como docente de la Unearte, en noviembre de 2018. Haberlo escrito, en muchos sentidos, fue una salvación”.
 Ahora hay que esperar que el director de la Compañía Nacional de Teatro, Carlos Arroyo, haga los anuncios respectivos de las fechas de los montajes y los elencos.
Hay que recordar que el ganador de Diez minutos recibirá 50 millones de bolívares.

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