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Gladys Prince mete goles por el teatro en Bogotá
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La nonna en el Festival de Caracas
Aníbal Grunn, polifacético teatrero. |
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa lleva más de 35 años de labores útiles para el desarrollo de las artes escénicas en su región y en Venezuela. Ignorar su aporte es una mezquindad que todavía no se práctica en los medios de comunicación criollos pero de repente insurgen por ahí gentes con “patas de cochino” que sí lo han intentado, infructuosamente, además. Decimos esto porque entre el viernes 12 al domingo 21 de abril de este crucial año 2019, unas 70 mil personas podrán disfrutar en 14 salas de no menos de 50 espectáculos –producidos en Venezuela o en el exterior- programados para el Octavo Festival Internacional de Teatro de Caracas (8FITC), organizado por las autoridades políticas y culturales del municipio Libertador de la Gran Caracas.
Entre los eventos programados queremos resaltar la presencia de La nonna, (1977) de Roberto Cossa, versionada, dirigida y protagonizada por Aníbal Grunn, la cual ya hizo dos temporadas de tres semanas en el Complejo Teatral de Occidente Herman Lejter, en la capital portugueseña. ¡En la puerta del llano florece la cultura... como siempre ha sido!
Aníbal Grunn apunta que Roberto Cossa (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de una generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semana, El viejo criado, Tute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederick Chopin y Yepeto, además de La nonna. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".
Y es por eso que La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite.
Podría decirse que La nonnaes un modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la dictadura militar por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia de procedencia italianas quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna (la abuela) era el Estado devorador que pretendía digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi abuela.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que es la destrucción del género humano. Y cualquier sistema político que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y los use en su beneficio personal.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que es la destrucción del género humano. Y cualquier sistema político que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y los use en su beneficio personal.
El director Grunn para darle mayor verismo a su espectáculo equiparó a los personajes con cada uno de los siete pecados capitales y así obtuvo una redonda y alucinante puesta en escena, gracias a que los comediantes tenían esa conducta o formato para componer su rol. La nonna es Aníbal Grunn en una conmovedora gula, acompañado por Mercy Mendoza, Evis Cuellar, Emilger Arroyo, Wilfredo Peraza, Giuseppi Fischetti y Carlos Moreno en sus roles pertenecientes a la ira, la pereza, la envidia, la soberbia, la lujuria y la avaricia.
La nonna es una tragicomedia del escritor argentino Roberto Cossa, que se publicó en 1979 aunque se estrenó el 12 de agosto de 1977 en el teatro La Salle de Buenos Aires.. Se trata de una de las obras más trascendentales del teatro argentino; estrenándose durante un período caracterizado por la inestabilidad política y social en ese país. Al contrario de la suerte que han sufrido otras obras escritas bajo algún tipo de censura, La nonna supo salvar esa barrera gracias a su estilo simbólico y reflexivo, en el que subyace su carga crítica, y además consiguió una gran acogida en las representaciones que se realizaron de ella. Es una pieza teatral de gran transcendencia. En Argentina y otros países de Latinoamérica sigue representándose. Se ha traducido al inglés, el alemán y el francés.
Fue llevada al cine en 1979 por el director argentino Héctor Olivera. El guión fue escrito por Roberto Cossa y el papel protagónico fue interpretado por Pepe Soriano. Dicha cinta ganó el premio Chacabuco en 2003, en Mar del Plata.
La obra se desarrolla en la década de 1970 en Argentina, teniendo como protagonista a una familia de clase trabajadora y pobre, que no es más que una muestra y ejemplo de la realidad de aquel momento con personajes arquetípicos que representan a toda una sociedad que lucha por salir adelante. El problema de esta familia es la nonna, la abuela, cuyo apetito insaciable obliga a todos los miembros a tener que trabajar más y más, y buscar medidas desesperadas y al límite de la razón para sobrevivir: desde el desmesurado trabajo del padre y cabeza de familia, hasta las más disparatadas ideas del hermano de este. Estas desesperadas soluciones, junto con el personaje de la abuela, crean un ambiente tragicómico, grotesco y casi surrealista y absurdo, que queda expresado en los personajes y estilo de la obra. Son estas acciones, también, una búsqueda de intentar superarse que se contraponen y quedan frustradas por la nona, con una salud de hierro y un hambre insaciable, que va matando a cada uno de los miembros de su familia. Para el final de la historia, la nonna acaba con toda la familia de una forma u otra.
Las funciones de La nonna serán en el teatro Alberto de Paz y Mateos, la sede de la Compañía Nacional de Teatro, los días jueves 18 y viernes 19, a las tres de la tarde.
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LLega el Popol Vuh a Caracas
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El drama de la actriz Regina Espina
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Lorca Alma Presente en Nueva York
Los artistas venezolanos no se duermen sobre los laureles y mucho menos cuando están más allá de las fronteras del país donde nacieron. Se crecen y siempre anuncian pujantes proyectos con sus diversos espectáculos. Esta información puede resultar o parecer cursi o hasta pura ficción para algunos, pero cuando nosotros recibimos diversos emails, con soportes de las respectivas programaciones anunciando tal o cual montaje programado y donde participan no uno sino varios artistas criollos, es imposible desecharlos y nos hacemos eco de todo eso.Esa Venezuela esta ahí y con ellos siempre.
Es el caso de Lorca alma presente/Lorca Forever, un montaje músico teatral creado por Iraida Tapias, directora artística de Water People Theater, organización teatral sin fines de lucro fundada por Rebeca Alemán en NYC y Caracas, y la cual a partir del 2011 también se estableció en Chicago. El elenco lo eligieron Rebeca Alemán e Iraida Tapias.
El espectáculo Lorca alma presente/Lorca Forever está concebido como un concierto teatral y es un ensamblaje de textos, canciones, poemas y escenas de las obras poéticas y teatrales más icónicas de Federico García Lorca. Se trata de un canto a la libertad y respeto a la diversidad.
Hay que recordar que desde su estreno en Caracas en el 2011, la gente Water People Theater ha definido el espectáculo como un espacio de encuentro de los profesionales más calificados del teatro y la música de la ciudad donde se presentan.
Cuando lo hicieron en Miami lograron reunir la mayoría de actores y músicos venezolanos; en Chicago ya han tenido tres elencos distintos, conformado por actores y músicos de diversas nacionalidades. Y ahora en Nueva York, participarán reconocidos actores y músicos tanto venezolanos como latinos, todos unidos en este homenaje a Venezuela. El objetivo es continuar presentando Lorca Alma Presente/Lorca Forever en diferentes ciudades y países y sumar así más voces por la libertad y el respeto a la diversidad.
Iraida Tapias confiesa que el periodo de ensayos es muy intenso y al contar con profesionales tan comprometidos, lo hace muy fluido. Este espectáculo tiene la particularidad de conmover tanto a quienes lo hacen (actores y músicos) como al público. “En Caracas, Miami y Chicago, hemos tenido siempre las salas llenas y eso lo hace aún más emocionante”.
Los artistas presentes en las funciones del 20 y el 21 de abril, en el teatro del afamado grupo Repertorio Español son: Rebeca Alemán, Fernando Then, Brenda Feliciano, Leonardo Granados, Yessi Hernández, Marcelo Rodríguez, María Fernanda Rodríguez, Catherine French, Mónica Steuer, Elba Escobar, Alfonso Rey, Gonzalo Trigueros, María Fernanda Rodríguez, Carmen Borla, Jean Rodríguez, Laureano Olivarez Adriana Samanes, Jean Rodríguez y Alfonso Rey.
Las presentaciones son en inglés y en español.
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"El molino" recuerda la inutilidad de las guerras
“El sábado 11 de mayo de este inescrutable 2019, a las 11 AM, en las instalaciones teatrales de la Asociación Cultural Humboldt, en la calle Juan German Roscio, en San Bernardino, estrenaremos El molino. “Serán varias funciones los sábados y domingos a las 11 am. Lo que pasará sobre el escenario será algo inédito y poderoso. Todos estamos trabajando para que así sea”, dice muy entusiasmado el teatrero José Tomás Angola.
¿Cuántas obras propias y cuántas reformuladas si lo ha hecho?
Creo que ya son 25 ó 30 obras de teatro. Reformuladas casi todas las estrenadas. Cuando la pieza, transformadas por supuesto en espectáculo, se encuentra con el espectador es inevitable que necesite ser retocada, ajustada. Todo lo que esta en la cabeza del dramaturgo es idealización hasta el momento en que se enfrenta al auditorio. Al cobrar vida también despiertan en ella situaciones, acciones, emociones que no se veían o percibían y ante eso es de un autor responsable intervenir la creación y afectarla para que se acerque a lo que se quería.
¿Qué trata o qué aborda El molino?
Está basada en la vida del capitán José de Jesús Sánchez Carrero, militar venezolano que peleó del lado francés en la Primera Guerra Mundial. Murió en el Chemin des Dames, defendiendo al Molino de Laffaux. A partir de algunos antecedentes reales exploro con la ficción dramática lo que pudieron ser sus últimos instantes. Es una obra que me permitió acercarme a temas como la heroicidad, la inutilidad de la guerra, lo que se debe tener para sacrificarse por un ideal o una bandera. Es una pieza que expone el honor como la primera víctima de toda guerra. No hay honor en matar a otro ser humano. En la obra me acompaña un elenco de lujo: Ignacio Serrano, Salvador Pérez Castro, Andrea Miartus, Carlos Abbatemarco, Andrea Mariña e Ignacio Marchena. El trabajo de arte, vestuario y producción me tiene muy ilusionado. Se ha hecho un esfuerzo inusual para el momento país. Allí el mérito es de Fabiola Neri, Elizabeth Yrausquín, José Martínez y Carlos Silva. La obra fue estrenada en 1995 en la sala Rajatabla, y en 1999 fue publicada en España. Esta temporada 2019 me permitió trabajar la pieza con los criterios artísticos que hoy en día exploro. El uso de la tecnología le dará una visión única y diferente.
¿Qué pasa con el teatro venezolano? ¿Qué le hace falta o que le sobra?
El teatro venezolano, a pesar del terrible tiempo que padecemos, goza de buena salud. Se sigue trabajando, con las uñas y con muchas ganas. Diría que nos falta más audacia, más rigor artístico, más curiosidad ante el hecho escénico para intentar nuevos caminos. Por ejemplo, la tecnología, las herramientas multimedias, son espacios que muy pocos asumen sobre los escenarios. Es el sendero que está aportando algo realmente novedoso en el resto del mundo, pero en el país vamos tarde. Me siento un solitario en esa experimentación. No conozco a más nadie proponiendo el uso del video mapping, la estereoscopía, la escenografía virtual, la virtualización de los personajes. Sería sano ver más espectáculos y producciones llenos de tecnología y recursos digitales.
¿Planes posteriores?
Seguir trabajando y creando. Se han estrenado algunas piezas mías en el exterior y me interesaría exponer mi obra a nuevos espectadores de culturas distintas. Por lo pronto Chicago, Miami y París han sido esos nuevos lugares. Y la respuesta es muy gratificante.
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Un presidente muy terco para Colombia
El colombiano Gustavo Álvarez Gardeazábal, intelectual crítico. |
Gustavo Álvarez Gardeazábal es un importante escritor colombiano, de 73 años, autor de una amplia y polémica obra y,además, un agudo critico de los regímenes políticos del vecino país. Aquí lo mostramos a los lectores:
¿Qué ha pasado con la vida del escritor?
El escritor sigue escribiendo .El año pasado Unaula publicó Las guerras de Tuluá una serie de relatos sobre las guerras que ha sufrido mi pueblo. Para un país que no lee lograr vender cinco mil ejemplares fue una hazaña. Estoy trabajando en una novela de envergadura que bien puede llegar a ser una autobiografía novelada.
¿Cómo se muestra el actual gobierno colombiano, que preside Iván Duque?
No parece que hubiese gobierno. Hay un divorcio entre los gestos de la cara del presidente y las palabras que salen de sus labios, lo que siembra desconfianza en quien lo ve en tv al punto que no convoca. Los ministros parecen volador sin palo, cada quien va por su lado. No hay unidad de gobierno, hay desgobierno. No hay mando ni militar ni económico y aunque todos creen que es el senador Álvaro Uribe Vélez quien manda, me temo que tenemos de presidente a un terco muy poco preparado para ejercer el cargo.
¿Y usted sigue haciendo política desde sus artículos de prensa, a la vieja usanza colombiana, buscando así impactar entre las nuevasgeneraciones?
No pudiendo hacer la política en plaza pública, hago el romántico quehacer diario de escribir una columna y de hacerla circular en redes, que tiene alguna influencia en quienes nos gobiernan pero no en las nuevas generaciones. Ellas ya no leen sino titulares.
¿Son los intelectuales colombianos críticos del actual gobierno o colaboran con sus políticas culturales?
Este gobierno no tiene políticas culturales, apenas si continúan a media marcha las que dejó el gobierno anterior. La polarización política y financiera del país ha hecho perder la pista a los intelectuales que en el gobierno anterior recibieron en su gran mayoría prebendas económicas o burocráticas para alabar la gestión de paz. Somos muy pero muy poquitos los que adoptamos una línea crítica de ambos bandos y de esa vendimia descarada.
¿Está la cultura colombiana divorciada de la realidad social y económica colombiana?
En el arte pictórico ya no hay expresiones, hay chatarras. En la música hay una defensa de la tradición de todos los órdenes y un deseo mercantilista de ascender como arte hasta la charanga. En la literatura hay un afán miedoso de no tocar la realidad contemporánea. Las narraciones de narcos nos suicidaron. En cine, en cambio, hay una apertura descontrolada a tratar de contar lo que se pueda y en cualquier forma, con o sin calidad.
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Estampas latinas llevan a Bogotá
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Volvió el Popol Vuh al teatro Municipal de Caracas
El nuevo espectáculo de la CNT |
Después de tres funciones en el Octavo Festival Internacional de Teatro de Caracas, la Compañía Nacional de Teatro continuará con su espectáculo Popol Vuh de José Luís León, en temporada regular en el teatro Municipal de Caracas, del sábado 27 de abril al domingo 19 de mayo. Las funciones serán los días sábados a las 3:00 pm y los domingos a las 11:00 am.
Este Popol Vuh es una producción del Ministerio del Poder Popular para la Cultura el cual, a través de la Compañía Nacional de Teatro, unió esfuerzos con el Ministerio de Poder Popular para los Pueblos Indígenas, la Alcaldía de Caracas, Fundarte y la Compañía Nacional de Música. El montaje lleva a escena las ancestrales enseñanzas de la civilización maya y los pueblos originarios de toda la región latinoamericana.
El público que asista presenciará una propuesta multidisciplinaria en donde la música, la danza, el teatro, la manipulación de títeres y la utilización de tecnologías multimedia serán las herramientas utilizadas para escenificar esta fantástica aventura.
Esta obra teatral Popol Vuh cuenta con las actuaciones del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda el director Carlos Arroyo, los audiovisuales diseñados por Daniel Carrillo y Luisana Castillo, muñequería de Noelia Rojas, iluminación de David Blanco, dirección técnica de José Pérez, música original en vivo compuesta por el maestro Federico Ruiz e interpretada por la Orquesta Filarmónica Nacional de la Compañía Nacional de Música bajo la batuta de Daniel Gil, el trabajo corporal y coreográfico de la maestra Carmen Ortíz y la dirección artística de José Luís León
Las entradas tienen un precio de 2.000 soberanos y se pueden adquirir en las taquillas del Teatro Municipal de Caracas, en un horario comprendido entre las 9:00 am y las 4:00 pm. Las taquillas cuentan con punto de venta.
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La devoradora nonna que vino de Guanare
Un espectaculo que dice muchas cosas. |
Ha terminado la octava entrega del Festival Internacional de Teatro de Caracas con sus 91 funciones realizadas sin vacilaciones por 12 agrupaciones foráneas y una treintena de elencos criollos, además de una programación especial con una cuarentena de espectáculos para niños.
Fue imposible ver todo lo que ahí se programó, por lo cual hicimos una selección muy peculiar y por eso hoy nos centramos en el montaje de la comedia grotesca argentina La nonna, una pulcra producción de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, institución que lleva casi 30 años de labores útiles para el desarrollo de las artes escénicas en su región y en toda Venezuela.
Sobre La nonna de Roberto Cossa, versionada, dirigida y protagonizada por Aníbal Grunn, hay que puntualizar que ya hizo una temporada de seis semanas en el Complejo Teatral de Occidente Herman Lejter, en Guanare. Y es posible que durante el venidero mes de julio tenga una temporada especial en el teatro Alberto de Paz y Mateos, donde además se mostró dentro de la programación del 8FITC.
La nonna es una tragicomedia del argentino Roberto Cossa, que se publicó en 1979 aunque se estrenó el 12 de agosto de 1977 en el teatro La Salle de Buenos Aires. Se trata de una de las obras más trascendentales del teatro argentino del siglo XX, la cual fue estrenada durante un período caracterizado por la inestabilidad política y social en ese país. Al contrario de la suerte que han sufrido otras obras escritas bajo algún tipo de censura, La nonna supo salvar esa barrera gracias a su estilo simbólico y reflexivo, en el que subyace su carga crítica, y además consiguió una gran acogida en las representaciones que se realizaron de ella. Es, pues, una pieza teatral de gran transcendencia. En Argentina y otros países de Latinoamérica sigue representándose. Se ha traducido al inglés, el alemán y el francés
Grunn apunta que Roberto Cossa (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de una generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semana, El viejo criado, Tute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederick Chopin y Yepeto, además de La nonna. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".
La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite. La nonna, que es un modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la dictadura militar de los años 70, por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia bonaerense, de procedencia italiana, quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna (la abuela) era el Estado devorador que pretendía digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi tatarabuela.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia cotidiana en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la más vieja de ellos, la nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que eso consigue la destrucción del género humano. Y eso ocurre en cualquier sistema político que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y tenerlos únicamente para su beneficio personal.
Grunn para darle mayor verismo a su espectáculo equiparó a los personajes con cada uno de los siete pecados capitales y así obtuvo una redonda y alucinante puesta en escena, gracias a que los comediantes tenían esa conducta o formato para componer su rol. La nonna es Aníbal Grunn en una conmovedora gula, acompañado por Mercy Mendoza, Evis Cuellar, Emilger Arroyo, Wilfredo Peraza, Giuseppi Fischetti y Carlos Moreno en sus roles pertenecientes a la ira, la pereza, la envidia, la soberbia, la lujuria y la avaricia.
La nonna también fue llevada al cine en 1979 por el director argentino Héctor Olivera. El guión fue escrito por Roberto Cossa y el papel protagónico fue interpretado por Pepe Soriano. Dicha cinta ganó el premio Chacabuco en 2003, en Mar del Plata.
La obra, que se desarrolla en la década de los 70 en Argentina, teniendo como protagonista a una familia de clase trabajadora y pobre, no es más que una muestra y ejemplo de la realidad de aquel momento con personajes arquetípicos que representan a toda una sociedad que lucha por salir adelante. El problema de esa familia es la nonna, la abuela, cuyo apetito insaciable obliga a todos los miembros a tener que trabajar más y más, y buscar medidas desesperadas y al límite de la razón para sobrevivir: desde el desmesurado trabajo del padre y cabeza de familia, hasta las más disparatadas ideas del hermano de este. Estas desesperadas soluciones, junto con el personaje de la abuela, crean un ambiente tragicómico, grotesco y casi surrealista y absurdo, que queda expresado en los personajes y estilo de la obra. Son estas acciones, también, una búsqueda de intentar superarse que se contraponen y quedan frustradas por la nona, con una salud de hierro y un hambre insaciable, que va matando a cada uno de los miembros de su familia. Para el final de la historia, la nonna acaba con toda la familia de una forma u otra.
La nonna, por supuesto, tiene varias lecturas posibles, pero lo que no le puede negar es su crítica a la familia tradicional burguesa y en especial a las inhumanas relaciones sociales del sistema capitalista, donde los seres humanos son solo máquinas de producción y no tienen otras posibilidades de cambio o mejora, especialmente si se llega la temida, pero siempre esperada, edad del retiro. Entre las actuaciones logradas, a un ritmo escénico vertiginoso, destaca Aníbal Grunn con la centenaria nonna, acompañada de un diestro elenco, cuyos personajes comen y beben puro aire, aunque logran convencer por el verismo de sus desesperadas interpretaciones.
Esperamos, pues, que las próximas funciones de La nonna sean en el teatro Alberto de Paz y Mateos, sede de la Compañía Nacional de Teatro, desde el jueves al domingo, a las 4 de la tarde, durante las primeras semanas del venidero julio.
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Un año sin Levy Rossell
Levy Rossell se merece un libro por su odisea teatral venezolana |
Hoy, al cumplirse el primer año de su mutis, Levy Rossell fue recordado con varias misas a las cuales asistieron amigos y familiares. El, en los años 60 del siglo XX, era “la gran esperanza blanca” del teatro venezolano. Había llegado de Nueva York y tras exhibir su inolvidable espectáculo músico teatral Vimazoluleka, en el Aula Magna y el Ateneo de Caracas, se le abrieron todos los caminos para convertirse en el gran director o en el gran pontífice de la escena criolla. Pero no fue así. Fue intensa su lucha existencial y tenía casi siempre el viento en contra, pero dejó huella.
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, conceptos personales que no negoció, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana. Más de 20 piezas escritas y montadas, ocho mil actores y actrices a quienes capacitó y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostentaba con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal, nacido en Coro el 23 de abril de 1945 y fallecido en esta Caracas, aquel 25 de abril de 2018.
Debutó con su Vimazoluleka - híbrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no dejó de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Explicó que su Vimazoluleka, híbrido de teatro y música, escrita cuando tenía 16 años, intentaba ser una caja de trucos donde hay oculta una idea total y universalista. Llena de innumerables pequeños momentos que transcurren vertiginosamente y son los que le dan su propia personalidad. Debe ser entendida como marco de referencias que permite una rica interpretación. Los personajes líderes de la acción son máscaras grotescas que esconden el dolor de ser ellos en una existencia alienada y solitaria, tratando de interceptar a los otros en su incomunicación. Son uno y mil al mismo tiempo, sumergidos en un aburrimiento agobiante que los obliga a hacer contacto y divertirse, burlándose de quienes viven tal situación, con mentiras fabulosas para crear una gran caricatura que escapa de la realidad para evitar así la confrontación
Levy no se quejaba, pero cuando podía exclamaba: “He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
A raíz de esa entrevista, y por supuesto yo no revelo quien se le hizo, alguien lo llamó y fue incluido en la lista de pensionados del IVSS para saldar esa deuda con un creador que no se hizo rico ni robó. ¡Bonito detalle!
Él admitía que su camino artístico había sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía era una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le daban los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar si tenía, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente ha sembrado en todos los confines de Venezuela durante las últimas cuatro décadas comenzaron a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estómago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico remontó su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no superó los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas... ¡Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marielena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonasek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!
Levy inventó el fonema "Vimazoluleka”, utilizando las dos primeras palabras de los nombres de sus íntimos compañeros de estudio del Liceo Aplicación. Quería exaltar esa amistad y bautizar su ópera prima, compuesta de dos actos o 16 escenas, nueve canciones y tres situaciones de puesta en escena. Esos amigos desaparecieron cuando hizo 39 funciones en el Ateneo de Caracas (1966), pasó al auditorio de Ingeniería y finalmente alcanzó seis semanas en la Aula Magna de la UCV. ¿Por qué? Nunca recibió respuesta. Viajó a Nueva York y allá también la escenificó durante cinco meses. En 1968 regresó para escribir y montar y además educar con las artes escénicas a miles de compatriotas, tarea que lo hizo feliz, imbatible e indomable.
No hay que olvidar que a pesar de muchos contratiempos pudo regentar una sala en el sótano 1 de Parque Central, construida bajo sus indicaciones por el Centro Simón Bolívar; pero durante el gobierno del presidente Jaime Lusinchi la entregó porque no pudo cancelar el condominio. ¡Regresaría de otra manera!
Se refugió en La Guaira para trabajar con las comunidades más pobres, pero el deslave de 1999 lo sacó y lo aventó hacia Caracas y otras poblaciones para ganarse al diario yantar. Siete años después, otra generación de actores y productores, en un acto paradójico que sólo se da en el mundo de las artes, lo homenajeó y colocó su nombre a ese mismo espacio donde trabajó intensamente en épocas pretéritas. Aceptó hacer un intenso taller de lectura dramatizada con sus 17 obras. Fue su segundo debut, porque todos, hasta sus eternos rivales, le volvieron a mirar y desde entonces es novedad hasta para los medios de comunicación. ¡La vida te da sorpresas!
Nunca se propuso ser "un niño mimado de Caracas", como lo llamó Rubén Monasterios, ni tampoco un niño genio, ya que a los 21 años entró en guerra frontal contra esa gente que suponía que su ascenso era programado. Sí hubo un momento en que se puso a revisar para qué servía todo lo que había hecho en los años 60 y 70, porque en los 80 fue empleado público y lo hizo como para detener su carrera, que arrancó a los 13 años como alfabetizador. Jamás persiguió el éxito y su única cuenta o deuda es con Dios. ¡Alabado sea!
Larga y compleja ha sido la historia de la producción, su complejo rodaje y la accidentada posproducción de la película Vimazoluleka, la ópera prima cinematográfica de Levy Rossell Daal, cuyo estreno se planificaba en varias salas venezolanas. Y, por si fuera poco, iniciaba otro proyecto fílmico donde también participará su hermana Belkys Rossell Daal, la diseñadora. Su vida no fue estéril. Deja obras y una historia de luchas, su odisea.
Yo lo conocí en Cali cuando presentó el espectáculo Amoroso en el teatro Municipal de la capital vallecaucana, a mediados de 1968. Y ni él ni yo sospechábamos lo que nos pasaría después.
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Se marchó Atanasio Alegre
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La película venezolana "Bárbara " ganó importante galardón en Rumania
Petrizzelli ganando premios en Europa |
El cineasta venezolano John Petrizzelli se reporta desde Europa para comunicar que su película Bárbara se ganó el Premio del Festival Seeile Gay Nights de Rumania, evento dedicado a la temática LGBT y es uno de los pocos en esa nación qué se dedica a esa temática. “Es un festival de la comunidad gay de Cluj, la capital de Transilvania, ciudad universitaria muy importante para la cultura rumana. Competimos contra muchas películas de Corea, Estados Unidos, España, Italia y otros países Y ganamos el galardón como Mejor Película Largometraje, que es muy importante por el rango de películas en la competencia".
Subraya Petrizzelli que aunque Bárbara ya tuvo su circuito comercial en Venezuela y aparte de la Cinemateca o alguna otra institución que la proyecten “no hay planes para presentarla de todos modos esperamos ver si podemos en vista de ese premio y ya que me preguntas sobre otros galardones logrados, te recuerdo que también logramos el mejor película en el Festival de New Delhi, en India pues hace que quizá se pueda reproyectar. Ahora vamos al Festival de Baja California, México y vamos al Festival de Berna. Hemos participado en más de 15 festivales con la película incluyendo Chicago Latino, Santo Domingo, Bogotá y el Festival de Quito, aparte del Festival lLESDGAI de Madrid, el más importante de España para la temática LGBTI.
Reitera que como el país atraviesa un momento difícil y que sin recursos no se puede hacer cine por lo tanto hay que esperar a que la situación mejore o iniciar proyectos independientes de poco presupuesto. “Yo por mi lado estoy tratando de producir en Europa, particularmente entre España e Italia, y ahora tengo un corto en preproducción que se llama El pozo Y espero pronto culminar la escritura de una serie de televisión para España”.
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El libro maldito de Malaparte:Técnicas de golpe de Estado
CURZIO MALAPARTE |
Desde su aparición, en 1931, Técnicas de golpe de Estado de Curzio Malaparte (Prato, 9 de junio de 1898/ Roma, 19 de julio de 1957) se convirtió en un “libro maldito”. Una obra que no ha perdido nunca su actualidad porque alcanzar el poder, a cualquier costo, ha sido uno de los horizontes de los humanos que lo ambicionan. Se dice que Ernesto “Che” Guevara era un fanático de esta pieza literaria.
Nunca antes un autor se había ocupado de analizar y diseccionar los diferentes golpes o intentos de golpe de Estado habidos en Europa desde el 18 de Brumario de Napoleón hasta la llamada “Marcha sobre Roma” (entre el 27 y el 29 de mayo de 1922) de Benito Mussolini. Con este texto, Curzio Malaparte intentaba demostrar que las fuerzas contrarias a los valores de la democracia, tanto de extrema derecha como de extrema izquierda, pueden ampararse en la legitimidad de un Estado moderno y coartar sus libertades.
En cualquier país democrático, apunta Malaparte, es posible dar un golpe de Estado, incluso sin una situación crítica o sin apoyo popular. Basta un grupo que controle la maquinaria estatal y tome el poder sin confrontar la fuerza adversaria. La estrategia pasa por concentrar las fuerzas en el punto más delicado del adversario, que en un Estado moderno son los servicios públicos y los medios de comunicación.
Malaparte pagó la osadía de esta obra con una condena al destierro y con su muerte social durante los años de efervescencia fascista en Italia.
Este texto ha sido el manual de estudio para varias generaciones de políticos y militares de los cinco continentes, interesados en sus teorías, por supuesto, algunas de las cuales ya ha sido refutadas o han recibido contrapropuestas.
Ya el poeta Oscar Wilde escribió que cada hombre mata lo que ama: unos lo hacen con mirada torva, otros con la palabra halagadora; el cobarde lo hace con un beso,
con la espada el valiente.
con la espada el valiente.
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Buscan ensayistas y dramaturgos para la CNT
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Javier Vidal inconforme
Hijo,madre y padre. |
A Javier, el bebé catalán de Jaime y Rocío Prada de Vidal, nacido en Barcelona, el 13 de abril de 1953, lo trajeron en el “Monte Altuve”, un barco de carga mixta, durante aquel enero de 1955. En Caracas alumbraron a Silvia, su única hermana.
Ahora, a los 66 años, el venezolano Javier Vidal Pradas -desposado con Julie Restifo y felices progenitores de Jan y Josette - es todo un señor primer actor, además dramaturgo con obra propia y articulista temido.
Ahora, a los 66 años, el venezolano Javier Vidal Pradas -desposado con Julie Restifo y felices progenitores de Jan y Josette - es todo un señor primer actor, además dramaturgo con obra propia y articulista temido.
Él, rebobinando su memoria, reconoce que su “vida pública” comenzó escribiendo, en la revista Suma, crítica teatral en 1971, cuando lo llamó el negrazo Porfirio Rodríguez para formar el jurado del Premio Juana Sujo. “Yo era casi un niño y tú ya estabas ahí. Después el ‘grup escenic’ del Centro Catalán me contrató como director. En el ‘círculo de críticos’ conocí a Ibrahim Guerra y este me propuso actuar en Los peces del acuario. Al principio me negué. No soy actor -le dije - ‘pero estás en personaje’-me ripostó. Donata Andreutti, mi novia de entonces, me terminó de convencer -‘a ti te gusta el teatro, acepta y déjate de zoquetadas’-. Acepté y así empecé mi carrera teatral profesional”.
Ambicioso y respetable plan de trabajo tiene Javier Vidal Pradas para este 2019, donde, por supuesto, su esposa, la actriz Julie Restifo, es parte muy importante. Nos cuenta el periodista y destacado teatrero que espera montar la comedia que escribió sobre una familia disfuncional, cuyo nudo es el transgénero, donde el actor Sócrates Serrano encarna a la madre transgenérica.
Sigue como director artístico en Radio Caracas Televisión Internacional con una atractiva serie sobre mitos y leyendas latinoamericanas escrita por Martin Hahn y José Simón Escalona, cuyo título provisional es Almas en pena. Todo eso le llevará el primer semestre de este peculiar año. “Por supuesto que el 2018 fue absolutamente satisfactorio para mí y mi familia”.
¿Satisfecho con lo conseguido hasta ahora o le hace falta algo más, que no sea político, sino personal?
Satisfecho, sí. Conforme nunca. Satisfecho por estos 46 años de carrera, un centenar de obras como actor, otras tantas como director, más de 20 obras escritas, mi participación en estos años en la dirección de T.V., mi compañera y amada esposa Julie, mis hijos adorados Jan y Josette...mis libros editados... en fin. Creo que tengo un camino andado y por andar. No hay banquitos en el camino de la vida, a lo sumo hay encrucijadas donde te detienes a pensar cual escoger.
¿Cómo se siente mejor: periodista, dramaturgo, actor, director o padre de familia?
Me siento comunicador. Nunca lo he dejado de ser. En mis estudios estaban la materia de informativo, de teatro y publicidad. Es decir, aprendí a buscar la verdad, a ficcionarla... a manipularla... a motivarla con la misma carga deontológica. Así que es cuestión de no equivocarse de rol. El de padre, por supuesto, el más difícil, ni se estudia y ni se aprende. El padre siempre se equivoca.
¿Repetiría los errores cometidos o se enmendaría?
Los errores están para cometerlos y no repetirlos. Están en la memoria y recurre a ellos como farol, como luz ante lo nuevo o lo desconocido. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Es posible y solemos ser, a veces, demasiado humanos repitiéndonos en errores por descuido, unas, por amnesia, otras. No me arrepiento de mis errores. Es una necedad arrepentirse. Simplemente los reconozco y cargo con ellos, solo para eso, para no olvidarme que erré. Enmendar no solo es corregir, sino cambiar defectos de cosas o personas. Me gusta cambiar. Cambiar es vivir, cambiar es chocar con tus antítesis. En mis obras los personajes dicen que no cambian, en el fondo porque son personajes, no personas. Debemos cambiar para poder entender la vida. Quien dice que no cambia es, o un estúpido o un cínico.
¿Qué ha pasado con su teatro sobre personajes históricos?
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Advierte, con satisfacción, que su melodrama La íntima del Presidente, centrada en la vida del general Isaías Medina Angarita y su romántica relación con Estrella Serfati, la madre de Isaac Chocrón, completó su tetralogía sobre el poder en Venezuela y la presencia de los gochos en la política criolla. “Con mis piezas no pretendo historialiciar o historiar nuestro pasado sino poetizar nuestra historia a través de la dramaturgia. Es la mejor forma que encontré para enfrentarme al presente de mi país”.
¿Por qué ese interés por la historia política venezolana y entregar así cuatro textos, todos además representados?
El público joven, ese que va al teatro, por supuesto, poco conoce de nuestra historia mediata y la historia, la petit historia, la historia de cachifas, la historia oral, levanta siempre un atractivo morboso a todo nivel. La cronología que he mostrado como mis cuatro piezas es ajustada, casi exacta a la objetividad de los hechos, pero el diálogo, la vida privada, a todos, nos atrae observarla, degustarla, como voyeristas, como mirones de parque, como mudos infantes tras el ojo de una cerradura. Ahí están, pues, Diógenes Escalante y Ramón J. Velázquez (Las camisas voladoras), Cipriano Castro Y Juan Vicente Gómez (Los compadres), Eleazar López Contreras, Isaías Medina Angarita (La intima del Presidente), Marcos Pérez Jiménez (La catira del general), todos gochos, todos del Táchira. Son figuras que se revelan teatrales por todos sus costados. Después, dentro de esas ficciones me acompañaron Camilo José Cela, Laureanito Vallenilla, Arturo Uslar Pietri, un gallego albañil de inspiración real, Estrella Serfati y una doncella -la ninfa- para calmar las ansias del sátiro de Castro. Esos fueron mis personajes donde el público y la crítica encontró un lenguaje y una estilística que me adverbializa: vidalianos, vidalianamente, etcétera”
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Javier Vidal inconforme
Hijo,madre y padre. |
A Javier, el bebé catalán de Jaime y Rocío Prada de Vidal, nacido en Barcelona, el 13 de abril de 1953, lo trajeron en el “Monte Altuve”, un barco de carga mixta, durante aquel enero de 1955. En Caracas alumbraron a Silvia, su única hermana.
Ahora, a los 66 años, el venezolano Javier Vidal Pradas -desposado con Julie Restifo y felices progenitores de Jan y Josette - es todo un señor primer actor, además dramaturgo con obra propia y articulista temido.
Ahora, a los 66 años, el venezolano Javier Vidal Pradas -desposado con Julie Restifo y felices progenitores de Jan y Josette - es todo un señor primer actor, además dramaturgo con obra propia y articulista temido.
Él, rebobinando su memoria, reconoce que su “vida pública” comenzó escribiendo, en la revista Suma, crítica teatral en 1971, cuando lo llamó el negrazo Porfirio Rodríguez para formar el jurado del Premio Juana Sujo. “Yo era casi un niño y tú ya estabas ahí. Después el ‘grup escenic’ del Centro Catalán me contrató como director. En el ‘círculo de críticos’ conocí a Ibrahim Guerra y este me propuso actuar en Los peces del acuario. Al principio me negué. No soy actor -le dije - ‘pero estás en personaje’-me ripostó. Donata Andreutti, mi novia de entonces, me terminó de convencer -‘a ti te gusta el teatro, acepta y déjate de zoquetadas’-. Acepté y así empecé mi carrera teatral profesional”.
Ambicioso y respetable plan de trabajo tiene Javier Vidal Pradas para este 2019, donde, por supuesto, su esposa, la actriz Julie Restifo, es parte muy importante. Nos cuenta el periodista y destacado teatrero que espera montar la comedia que escribió sobre una familia disfuncional, cuyo nudo es el transgénero, donde el actor Sócrates Serrano encarna a la madre transgenérica.
Sigue como director artístico en Radio Caracas Televisión Internacional con una atractiva serie sobre mitos y leyendas latinoamericanas escrita por Martin Hahn y José Simón Escalona, cuyo título provisional es Almas en pena. Todo eso le llevará el primer semestre de este peculiar año. “Por supuesto que el 2018 fue absolutamente satisfactorio para mí y mi familia”.
¿Satisfecho con lo conseguido hasta ahora o le hace falta algo más, que no sea político, sino personal?
Satisfecho, sí. Conforme nunca. Satisfecho por estos 46 años de carrera, un centenar de obras como actor, otras tantas como director, más de 20 obras escritas, mi participación en estos años en la dirección de T.V., mi compañera y amada esposa Julie, mis hijos adorados Jan y Josette...mis libros editados... en fin. Creo que tengo un camino andado y por andar. No hay banquitos en el camino de la vida, a lo sumo hay encrucijadas donde te detienes a pensar cual escoger.
¿Cómo se siente mejor: periodista, dramaturgo, actor, director o padre de familia?
Me siento comunicador. Nunca lo he dejado de ser. En mis estudios estaban la materia de informativo, de teatro y publicidad. Es decir, aprendí a buscar la verdad, a ficciónarla... a manipularla... a motivarla con la misma carga deontológica. Así que es cuestión de no equivocarse de rol. El de padre, por supuesto, el más difícil, ni se estudia y ni se aprende. El padre siempre se equivoca.
¿Repetiría los errores cometidos o se enmendaría?
Los errores están para cometerlos y no repetirlos. Están en la memoria y recurre a ellos como farol, como luz ante lo nuevo o lo desconocido. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Es posible y solemos ser, a veces, demasiado humanos repitiéndonos en errores por descuido, unas, por amnesia, otras. No me arrepiento de mis errores. Es una necedad arrepentirse. Simplemente los reconozco y cargo con ellos, solo para eso, para no olvidarme que erré. Enmendar no solo es corregir, sino cambiar defectos de cosas o personas. Me gusta cambiar. Cambiar es vivir, cambiar es chocar con tus antítesis. En mis obras los personajes dicen que no cambian, en el fondo porque son personajes, no personas. Debemos cambiar para poder entender la vida. Quien dice que no cambia es, o un estúpido o un cínico.
¿Qué ha pasado con su teatro sobre personajes históricos?
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Una casa para los artistas venezolanos
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Art otra vez en Caracas
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"Fin de mundo" llegará en julio
El teatrero Rubén Joya. |
Rubén Joya López (Maracay, 25 de abril de 1970) ganó el Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana 2018 y durante la temporada 2019 de la Compañía Nacional de Teatro está en su programación del venidero mes de julio, bajo la dirección de Carlos Arroyo. Se trata de Fin de mundo.
¿Dónde nace y cómo fue su infancia y primera juventud?
Como dijo el poeta Víctor Valera Mora: “Nací de parto bravo…” y así fue como después de 15 horas salí a este mundo en Maracay. Mi infancia vive entre una familia trabajadora que hereda una mezcla más allá de la orilla caribeña y entre amigos de varios sitios por la mudanzas, nos establecimos en un hogar con ciertas comodidades de rigor y a la moda de ese entonces. Me inscribieron en deportes, como el béisbol, pero nunca tuve la inquietud de asegurarme nada ahí, así que la natación me ofreció el gusto por el agua y competí durante ocho años donde obtuve premios, medallas y récords reconocidos. Mis padres se fueron al extranjero a un viaje de visita y cuando regresaron me trajeron lo que se llama un “View Master”, una especie de proyector con varios discos de ese entonces, para mí fue de una gran emoción, así que invité a varios amigos a ver “películas” y luego hacíamos dibujos de lo que veíamos. Yo hacía historias, que no eran relatos ni cuentos (lo sé ahora) y las ilustraba. Más tarde, compraron una colección de cuentos, otros temas y mi madre en algunos viajes nos leía a mi hermana y a mí, asunto que me permitió después leer todos los libros llenos de fantasías, aventuras, seguir dibujando y escribiendo sobre lo que imaginaba. Hacia también, pequeñas escenografías, eso porque mi tía Teresa era maestra de preescolar y tenía una colección de libros de esa naturaleza incluso cuentos que los abría y tenían en su contenido formatos que se armaban al abrirlos. Mi tía, era una mujer rebelde, conoció a personalidades como el Che Guevara por sus viajes, y estaba rodeada siempre de artistas y una música “extraña” de gente con palabras bonitas, es decir, de poetas. Más crecido, fui con ella a varias partes y conocí un movimientos de “poetas malditos”, artistas plásticos, músicos, en fin, me fue absorbiendo un mundo que no tenía en cuenta sino solo en mi imaginación.
¿Cómo llega al teatro y por qué tanto ahínco para ser el mejor o el más útil?
Mi tía me llevo a ver una obra infantil en Caracas, luego en el liceo nos reunimos varios a formar un grupo entre bailes y representaciones sin ninguna orientación técnica, solo el impulso de querer recrear, por ejemplo, a Pedro Navaja y mis amigos tocaban algunos instrumentos. Me fui integrando a ese movimiento personal que nacía en mí, y fui a dar a Coprocine, pero no pude inscribirme, desde temprana edad empecé a trabajar, así que me compre una betamax, veía películas, copiaba ciertos parlamentos, me los aprendía, baile “breakdance”, pintaba mis franelas, hice un juego en cartulina con dados, escribía cosas existencialistas que no iban a llegar a ser nada, así que mis padres veían un “desvío” de las reglas naturales al darse cuenta de mi preferencia por el arte. La rebeldía se hizo y los obstáculos fueron la prueba de crecimiento y decisión absoluta en lo que quería. En la universidad privada, estudie Turismo y ahí estaba un grupo de teatro y de inmediato me acerqué, estaban muchachos y jóvenes con cierta experiencia teatral, y el grupo estaba entre los más destacados de Aragua; sin dudar fue mi escuela, mi refugio y la grieta frente al muro. Pude, entonces compartir lo que escribía, realizar talleres e iniciarme definitivamente en el arte dramático, y en los audiovisuales dispuestos a colocar en la vida lo que no tenía nombre. ¿El mejor? Bueno si voy por ese camino es que soy un compendio de los mejores, una síntesis de creación verosímil.
¿Ha ganado anteriormente otros premios?
Fíjate, en estos días reflexionaba cuantos premios han ganado los artistas; eso que reciben aplausos y dejan una huella imborrable en la memoria histórica del teatro, y nunca han recibido una premiación en físico o en metálico; Creo que son, somos ganadores, pero si voy al terreno concreto he recibido el premio del Concurso Nacional de Dramaturgia “Gilberto Pinto” 2017 con la obra Viejo Año, un premio al mejor actor de reparto en el Ecofilms 2018 donde compiten varios cortometrajes y ahora este premio Apacuana, el cual recibo con emoción y sencillez.
¿Esta obra que le premia la CNT qué es y qué persigue?
Pues me han dicho: sigue, no te detengas porque llegar apenas es un suspiro. Creo que es un gran estímulo a la creación, a visibilizar esfuerzos engavetados, y me inquieta mucho más saber que tanto puedo ofrecer a quienes les interesa escribir o hacer teatro. El premio, en fin, es reconocer y encontrarnos en la palabra frente al mundo insensato y una asociación espacio- tiempo inolvidable. Además, tenemos el derecho de continuar expresando y esta es una de las oportunidades para ofrecerle a la vida algo más interesante; a veces, hay que inhabilitar lo cotidiano, traicionar la lógica; el hecho real por sí me fastidia. Hay que motivar a crear otros concursos con una línea de montaje, o lo que esté al alcance para que a obra salga a la luz, como un parto bravío.
¿Puede resumir la temática y la argumentación de Fin de mundo?
El tema es la opresión frente a un mundo que decide cambiar y vuelve a reincidir tanto en lo que aspira, como en lo que intenta y va dejando a su interés. Presenta una estructura con cuatro obras cortas, concatenadas que llamo cuadríptico, pues, su composición es importante dentro de la relación temática. Es una obra atemporal, con visos absurdos, con un ambiente de guerra, personajes enigmáticos dentro de un lenguaje particular y realista. Es un ejercicio poético de la desdicha y la esperanza que se desarrolla en un entramado de teatro, música, danza, performance. Hay que vivir el teatro para entender qué nos está pasando y que podemos reflexionar al menos en torno a eso.
¿Hay más obras escritas o tienes más proyectos para desarrollar?
He escrito varias obras, incluso algunas han sido estrenadas como por ejemplo, Tacones seguros, Independencia una historia de hoy, Una tarde gloriosa, Los nadie (homenaje a Eduardo Galeano), una breve obra infantil El cochinito desobediente, obras cortas para espacios de calle y no convencionales, otras para Radio Teatro, algunas por encargo como Poseidón en el cual fui su coautor y se presentó en una gira por varios estados del país.
“Quiero escribir una pieza donde refleje un contexto de niños, es decir, actores representando a niños de la calle o sin refugio, además de toda esa imaginación lúdica, también llevo adelantado un tema sobre el petróleo y sus vaivenes históricos, quiero fortalecer mi ejercicio escritural en el guion para cortos y largometrajes, así como este año ser parte dela Compañía Nacional de Teatro ¡Qué gran sorpresa! Y quizás ser sorprendido de nuevo, quizás, como actor de Fin de mundo, o sea, de mi propia obra”.
¿En un país donde el profesional del teatro no sobrevive fácilmente, que hace usted para ayudarse?
La subjetividad siempre ayuda, es un motor para seguir creando sin que las criaturas cotidianas te encadenen al suelo. Pero hay que formalizar los sueños, tratar de que tengan un espacio terrenal, y eso amerita colocarse paralelamente en otro oficio por ejemplo en la docencia, como facilitador de procesos de aprendizaje, también como productor o más bien, “entrompador” para lograr viabilizar políticas en colectivo acordes con las acciones que pueden impulsar condiciones creativas con más posibilidad productiva.
¿Qué perspectivas tiene o trabaja para realizar?
Concebir un teatro más integrado, desde la escritura como en la puesta en escena; trabajar por un movimiento que pueda generar acciones en torno al arte dramático, como festivales, muestras, formación, como ya lo habíamos hecho en gran parte. El teatrista, siempre tiene algo pendiente. Siempre tiene una desobediencia ante lo maltrecho, frente a la opresión; El dramaturgo, frente a los desajustes, eso nos da un escenario para repensarnos en todos los ámbitos tanto educativos, como socioculturales. Debemos vernos en la realidad concreta, y convertir todo lo que acontece en un riesgo mucho más creativo. Debemos vernos frente al espejo pero no para contemplarnos, parafraseando a Octavio Paz, el espejo es el destino donde nos realizamos.
¿Por qué la actividad cultural de la provincia no llega en cantidad y con más frecuencia hasta Caracas?
Yo creo que a caracas le queda lejos la provincia. Dentro de esta “provincia” Maracay, por ejemplo, el talento es una potencia para el mundo, claro y en toda Venezuela, pero la actividad caraqueña se regodea de luces y colores entre amigos y amigas de la capital. No quiero ser arrogante, pero esta ciudad ha hecho de la historia teatral un libro relevante para el país y Sudamérica. Hace unos años escribí un proyecto para que Aragua y Caracas se encontraran en un circuito, mucho antes del circuito de Caracas, ahora estas fronteras necias y mal entonadas, deben desaparecer; si bien es cierto que Caracas tienes espacios o salas convencionales de diferentes formatos y características propicias y no, tal vez no hemos visto o fortalecido las relaciones entre artistas que sufren, padecen y sueñan, y por otro lado las relaciones interinstitucionales que pueden establecer vínculos con las organizaciones o agrupaciones de los estados, así como canalizar su centralismo, una lluvia de ideas que inunde la apatía gubernamental con respecto a la cultura en ciertos lugares. Yo me pregunto ¿Qué se centraliza? ¿Qué se retiene? Porque las ideas van libres y propiciamos una soberanía hasta intelectual. Si revisamos la historia reciente, Maracay es forjadora de ideas rebeldes que forman parte de grandes debates nuestro americanos.
“Hay que dejarse de tanta pendejada, porque aquí como allá laten corazones que guardan secretos, una especie de calidoscopio de escenas, un drama detrás, un olvido, un adiós, una realidad inhabitable y otra dispuesta a seguir creyendo junto al espectador. No hagamos que el horizonte se obstine. El escenario, es nuestro; necesario es vernos. Un aplauso para todos”.
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