Una selección de obras del artista venezolano Carlos Zerpa, forman parte de la exposición Las populares Gráficas Molinari. Versión, subversión y perversión de las imágenes, que se presenta actualmente en el Museo La Tertulia, en Cali, Colombia.
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Zerpa expone en Cali
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Sigue en Alemania la piedra Kueka de los pepones
La piedra Kueca llevada ilegalmente a la nación germana |
Ernesto Villegas, actual ministro del Poder Popular para la Cultura, advierte que se espera la decisión final o la autorización del gobierno de Alemania para que retorne a Venezuela la pieza ancestral de los pemones, la Kueka, sustraída ilegalmente de nuestro país.
Además el funcionario advirtió el natural estado de alarma que hay en los 14 museos adscritos al MPPC, de los 300 que existen en todo el país, ante los eventuales incendios o catástrofes que pongan en peligro ese valioso e insustituible material cultural que reposa en sus bóvedas.
Un lamentable suceso incendiario en el vecino Brasil dejó en ruinas a la institución museística más importante ¿Cómo encontró el ministerio y qué ha hecho en su gestión como para transformarlo?
-Lo encontré lleno de fortalezas insospechadas y debilidades marcadas que obligan, 13 años después de fundado, a una revisión total del ministerio del Poder Popular para la Cultura con espíritu constituyente. Hemos hecho un diagnóstico y formulado algunas propuestas que están en evaluación. En estos meses nos hemos esforzado, en el marco del Plan Reverón, por recuperar la capacidad rectora del ministerio en su ámbito de competencia, donde intervienen infinidad de factores, combatir la noción anárquica de la gestión cultural pública, incluso al interior del ministerio, y por darle a las dinámicas culturales y sus protagonistas la visibilidad que merecen. No estoy satisfecho. Podemos hacer más. Debemos hacer más.
El reciente incendio de un importante museo del vecino Brasil prende las alarmas en el mundo ante la custodia y resguardo de las obras de arte que yacen en esos espacios. ¿Cómo estamos en Venezuela ante una situación similar? ¿Estamos resguardados ante eventuales catástrofes similares?
-Ciertamente es una campanada de alerta para todos los países. A raíz del incendio ordené a la Fundación Museos Nacionales que actualizara un informe sobre la situación de nuestros museos y sus requerimientos. Una de las cosas que me sorprendió cuando llegué al ministerio es que de éste, a través de la Fundación, sólo dependen 14 museos. Los restantes, más de 300 de distinta importancia y tamaño, dependen de otros organismos públicos. La recuperación de la capacidad rectora del ministerio pasa porque el llamado Sistema Nacional de Museos realmente funcione como tal y no sea sólo un enunciado.
¿Qué ha pasado con la piedra Kueka?
-El canciller Jorge Arreaza y nuestro embajador en Alemania, Orlando Maniglia, están a cargo de la tarea. Ayer precisamente conversé con el embajador y me confirmó que la logística está prácticamente lista para el ansiado retorno y que sólo falta que el Gobierno de Alemania emita autorización formal para que la piedra pueda ser retirada del parque donde se encuentra. La información que tengo es que existe la voluntad de Alemania de dar esa autorización y ahora resta que esa voluntad se concrete.
¿Qué planes o proyectos contempla en su gestión para los meses venideros?
-No debo jugar posición adelantada con anuncios que corresponden al Presidente de la República. Por tanto sólo puedo responder tu pregunta diciéndote que en estos meses venideros seguiremos “echándole un camión” con el Plan Reverón, que el Presidente aprobó en su momento. Yo he trabajado ininterrumpidamente desde que tenía 16 años y seguiré haciéndolo allí donde pueda ser útil mientras tenga vida y salud.
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La Compañia Nacional de Teatro estrena "Oscuro,de noche"
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UN CIRCO POBRE EN UNA CIUDAD VIOLENTA
Una mujer enamorada que se niega a dejar de vivir |
No es frecuente, para no decir que no es costumbre, en los medios teatrales hablar de quienes aprendieron las primeras letras o páginas del infinito ABC del teatro. La razón o la sinrazón de esa conducta anómala que hemos detectado a las largo de 49 años de inmersión en los meandros escénicos venezolanos, tiene mucho que ver con el natural miedo a no ser exactos o a no ser tomados como otra cosa, o simplemente por la atávica mezquindad del género humano, de la cual casi nadie se salva.
Pero Carlos Arroyo (Paraíso de Chabasquén, Estado Portuguesa, 1964) sí disfruta revelando quienes fueron sus maestros y las enseñanzas recibidas… y espera tener otros más porque su viaje a la mítica Ítaca recién comienza. Gilberto Pinto le descubrió el amor al teatro, mientras que Alberto Ravara y Eduardo Di Mauro le hicieron aprehender al teatro como un oficio, pero son Herman Lejter y Carlos Giménez quienes lo lanzaron al misterio de la puesta en escena y lo destinaron a ser un director de teatro, lo que es ahora, cuando ya cuenta no menos de 70 montajes y nunca olvida que estudió teatro y se graduó en la Escuela Porfirio Rodríguez, en Petare.
Sobre Carlos Giménez reitera que es querido, odiado, abucheado, aplaudido, alabado, injuriado, rechazado, solicitado, pero nunca ignorado. Para él, Carlos Giménez se quedó para siempre en la historia del mejor teatro venezolano, tras escribir de forma altamente creativa, a lo largo de 23 años, valiosas e inmensas páginas en la saga de las artes escénicas venezolanas y mundiales, como lo hizo con El coronel no tiene quien le escriba.
Rememora que Giménez destacó en la producción y en la dirección de espectáculos, al tiempo que pretendió enseñar su técnicas a quienes quisieron aprehender, pero no tuvo éxito en esa difícil docencia, salvo en el caso de Daniel Uribe que si captó algunas características de su creatividad para realizar montajes. Hay que recordar que Carlos Giménez no tuvo tiempo para organizar sus memorias ni llevar la mayor parte de sus postulados estéticos al papel. Era un creador a tiempo a tiempo completo y cada uno de sus montajes era una clase maestra.
Gimenez enseñó que el paisaje teatral debe crear sus reglas en cada espectáculo que se produzca, como lo hace la naturaleza, y entonces el público lo aceptará y disfrutará porque habrá nacido así la poesía teatral. Y cita, casi de memoria: “Veo con tristeza cuando el teatro huye de la poesía, cuando los actores vagan por la escena falsamente engañados por directores que no lo son. Hay que dudar de aquel que no se enamora del escenario, que no te convence del profundo significado de una puerta que se abre, de una luz que se enciende, un trozo de cielo que se inventa con que solo mires hacia arriba”. Sabias palabras que Carlos Giménez materializó.
-¿Usted admite estar influenciado por Carlos Giménez?
Sí, muchísimo, y siempre recordaré sus maravillosos montajes y los otros espectáculos que vinieron a los festivales internacionales de teatro de Caracas, la mayor escuela teatral el mundo que se mostró aquí en Caracas a lo larga de décadas. Imposible olvidar su Peer Gynt, El alma honesta de Se_Chuan, El señor presidentey el espectáculo más famoso en la historia del teatro venezolano: El coronel coronel no tiene quien la escriba.
OSCURO, DE NOCHE
Carlos Arroyo está ahora ante uno de sus mayores retos creativos, cual es dar vida escénica al texto Oscuro, de noche de Pablo García Gámez, que obtuvo el Tercer Premio de Dramaturgia Nacional Apacuana y mostrarlo desde el 27 de septiembre, en el teatro Alberto de Paz y Mateos.
¿Cómo abordó la puesta en escena de ese texto?
No soy de los que sigue las acotaciones o didascalias de los autores sobre cómo deben ser representadas sus obras. Para mí la lectura del texto, con mis actores, es la guía que me lleva hacia la puesta en escena, En Oscuro, de noche está presente la soledad del ser humano, el miedo, la inhumanidad y la violencia que convierten en un infierno a las ciudades densamente pobladas. Creo, pues, que el texto, el actor y el director son los elementos básicos de cada espectáculo. Ellos hacen ese mapa teatral que se materializa en el escenario, en este caso el Teatro Alberto de Paz y Mateos. Para Oscuro, de noche trabaje la idea de un peculiar circo pobre que llega a una ciudad y cuenta una historia dramática, pero tomando en cuenta a los personajes con sus angustias y ambiciones. He contado con un excelente equipo humano y con un equipo técnico que ha realizado mis exigencias. Trabajé bajo una especie de monumental carpa de circo enclavada en una colina de Caracas, hacia donde los espectadores caraqueños buscarán sus verdades. Llego la hora de que el público hable y de sus opiniones, sobre la parejita que no pudo amarse porque la muerte se los impidió y ella queda sola, montada en una medialuna o lira circense. Debo subrayar que me inspiré mucho en la pieza El viaje de los cantoresde Hugo salcedo, un texto que materialicé, en donde se combinaron los espacios y la maneras de contar lo que ahí acontece, espectáculo que hice en Guanare, hacia la temporada 2002.
Creo que el público caraqueño disfrutará de lo que ahí se le mostrará, además hay de una creativa pista musical de ritmos caribeños para darle más calor al dramón escénico. No podemos olvidarnos jamás del melodrama a la latinoamericana, aunque los ingleses y los españoles, nos enseñaron sus melodramas. No soy partidario de contar como son los espectáculos, sino de mostrarlos y que ellos hablen.
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Un asesinato que llega al teatro para catarsis de los venezolanos
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Mariña por Miartus y que viva las técnicas del mapping y el videobean
Quisimos “repetir” el buen espectáculo Ningún hombre es una isla, muy bien escrito, dirigido y además protagonizado por José Tomás Angola Heredia (Caracas, 1967), apuntalado en los correctos actores Andrea Miartus y José Manuel Vieira, el cual habíamos disfrutado durante la temporada del pasado mes de enero en el teatro Humboldt. Y por eso volvimos el sábado 15 de septiembre a ese moderno edificio teatral que mantiene la comunidad alemana en el San Bernardino caraqueño, sin sospechar que tendríamos que ver, por tercera vez, el mismo espectáculo, como en efecto ocurrió, porque debíamos ponderar así al nuevo talento para la actuación que se subía a esas tablas: Andrea Mariña, un bella y espigada estudiante de periodismo, ya que Andrea Miartus había sido sustituida perentoriamente tras una delicada operación de apendicitis, en la mañana del domingo 16, y suspender sus presentaciones hasta otra temporada,
Sí, una vez más, la naturaleza nos recordaba que los actores y las actrices son mortales y en ocasiones, hasta milagrosas, emergen otras artistas que asumen el reto de sustituirlas para que el espectáculo continúe, como ocurrió el pasado domingo 23, teniendo, además, entre el público a la convaleciente Andrea Miartus. Gracias, pues, a la pericia médica y a la buena suerte de la Miartus, no hubo mayores problemas y el teatro venezolano cuenta ahora con una nueva actriz, Andrea Mariñas, quien está muy entusiasmada además con sus estudios universitarios y tiene muchos sueños para materializar en las artes escénicas.
Fuimos, pues, testigos preferenciales de un hecho – y repito- milagroso o mágico en el mundillo teatral criollo, donde ya se aprecian las ausencias y abundan las quejas porque no todo lo que emerge tiene calidad. Pero ese será tema para otro artículo, porque no se deben jurungar las heridas sociales y menos si son del sector cultural.
HEMINGWAY EN TERCERA TANDA
Debemos, pues, reiterar nuestras preguntas sobre cuáles son la vasos comunicantes culturales y existenciales entre el contemporáneo teatrero venezolano José Tomás Angola Heredia con el bardo místico inglés John Donne (1572/1631) y el novelista estadounidense Ernest Hemingway (Oak Park, 1899/ Ketchum, 1961) ¿Por qué se suicida el gringo aquel si aparentemente lo poseía todo? ¿Tenía miedo a vivir o a seguir luchando para escribir más obras famosas por su calidad literaria? ¿Vale la pena vivir a pesar de los obstáculos sociales y políticos? ¿Para qué vivir si debes renunciar a tus afectos o tus placeres? ¿Para qué vivir hasta envejecer acosado por las enfermedades o las desilusiones que proporcionan los seres amados?
Las respuestas las descubrió o las dedujo el teatromaníaco que en Caracas acudió a la sala Alexander Humboldt, en la calle Juan Germán Roscio, en San Bernardino, donde precisamente hizo una notable temporada el ponderado espectáculo Ningún hombre es una isla.
Solamente en un espacio escénico como el de Humboldt podía Angola Heredia hacer y lucir lo logrado. Un estremecedor homenaje al ya legendario Hemingway durante el último año de su vida, por intermedio de un bien caracterizado y exhaustivo monologo existencial del célebre intelectual, con los precisos y convincente soportes de Miartus -.y después la Mariña- y Vieira y la magia audiovisual que le proporcionó la correcta utilización de las técnicas del mapping y el videobean para ambientar la larga y exhaustiva, además de patética, despedida del autor de Por quién doblan las campanas y otras novelas.
Angola Heredia revisa además con su texto la poesía y la filosofía de Donne, en especial su poema Ningún hombre es una isla, que es una amarga meditación sobre los seres humanos y circunstancias existenciales en las sociedades que les ha correspondido vivir, concretamente, como lo canta en su poema: “Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
El aburrimiento y desencanto existencial de Hemingway, agravado por su dependencia alcohólica se materializa en la escena gracias al encuentro mágico entre el escritor y los protagonistas de su novela Por quién doblan las campanas, lo cual permite ponderar el escritor en charlas con Robert Jordan y su enamorada María, y avanzar hacia su final: el suicidio, utilizando una de sus famosa escopetas de cazador, después de haber sido obligado a salir de Cuba por la llegada de la revolución de Fidel Castro y sus guerrilleros de la Sierra Maestra.
Y aquí debemos reconocer que en ocasiones los arboles no nos dejan ver el bosque, y que es precisamente ahora cuando hemos evaluado y disfrutado tres veces las montajes de Un hombre no es una isla cuando nos impactó la técnica teatral-audiovisual, denominada mapping-video, aplicada a la escena, con la cual lleva cerca de cinco años experimentando el teatrista Angola Heredia.
Pero, como le mismo lo admite, lo usó por vez primera en la pieza Chirimoya flat que protagonizaran Laureano Márquez, Crisol Carabal y los ya desaparecidos Cayito Aponte y Levy Rossell. “Siempre he estado vinculado a los medios audiovisuales y siempre tuve la curiosidad de intentar fusionar el teatro y la multimedia. Pero lo quería hacer desde una visión diferente. El video se ha usado mucho sobre las tablas, pero sentía que siempre se manejaba de la misma manera: como efecto, interrumpiendo el discurso dramático, o como recurso informativo. No se incorporaba como herramienta de lenguaje para el drama. El mapping como tecnología tiene poco tiempo de estarse usando. Apenas la vi por primera vez entendí que esa era la manera como debía usarse en el escenario. En mis últimas cinco seis piezas lo he aplicado sistemáticamente, desde la construcción de escenografía virtual hasta para modelar personajes que permitan la interacción con el actor real. Desde el video estereoscópico para acentuar atmósferas oníricas o psicologista, hasta la creación de espacios que rompan las unidades de tiempo y lugar tan clásicas del teatro”.
Por lo pronto, reitera el artista, seguirá en este camino que pone a su grupo, La Máquina Teatro, en la vanguardia de las más recientes producciones teatrales del mundo. “Es un honor y un orgullo poder hacerlo y demostrar que el talento escénico venezolano sigue siendo de primer orden”.
Y nosotros, como críticos, aprendimos algo que será vital para posteriores montajes, porque el ejemplo de Angola Heredia ya cunde en esta Caracas.
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Compañía Nacional de Teatro estrena melodrama de Pablo García Gámez
Oscuro,de noche. |
La Compañía Nacional de Teatro, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, estrena su espectáculo Oscuro, de noche, este jueves 27 de septiembre, a las 5PM, en la Sala Alberto de Paz y Mateos, sede artística de la institución, donde hará temporada hasta finales del venidero mes de octubre.
La puesta en escena de Oscuro, de noche es de Carlos Arroyo -quien ha estado apoyado por los directores Marisol Martínez y Costa Palamides- logra materializar el hogar de Kenny Javier Barrios, de 25 años, asesinado por unos malandros, en el Municipio Libertador de la Gran Caracas para robarlo, quienes además logran despojarlo de su recién comprada motocicleta. Y es además es el reflejo de una familia angustiada para recuperar su cadáver y darle sepultura, en medio de los comentarios de los vecinos que dicen haber visto a la víctima y sus verdugos, y plasma el patético dolor de su novia.
El autor, Pablo García Gámez, por intermedio de 13 personajes, a quienes presenta en un drama de un acto y 32 fragmentos, consigue plasmar una enternecedora saga de la violencia que ocurre en las grandes ciudades del mundo, las cuales parecen ollas de presión, de represión o de depresión. Oscuro, de noche es, pues, una historia arrancada de la vida misma, la cual enseña a sumar a los ausentes y restar a los presentes, que además provoca miedo.
En este montaje de Oscuro, de noche, texto merecedor del Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana, en su tercera edición, el director Arroyo juega con elementos de las estéticas expresionista, realista y circense, además de un especial trabajo de musicalización por parte de la música dramaturgista Julia Carolina Ojeda y los percusionistas Moisés Mirele y Jorge Canelón hijo, hasta crear un conmovedor e impactante espectáculo donde se poetiza el miedo que se ha apoderado de una ciudad, para no más de 90 minutos de exhibición escénica.
Participan los comediantes Francis Rueda, Adriana Bustamante, Luis Domingo González, Gustavo Rengel, Ariana León, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Kala Fuenmayor, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Tellis, María Brito, Dora Farias, Jean Manuel Perez, Andy Pérez, Vito Lonardo, Jorge Canelón y Adrián Jiménez, integrantes del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro. La música es un creativo ensamble y el vestuario es de la CNT.
La temporada de Oscuro de noche, es de jueves a domingo, a las 5PM, a lo largo del venidero octubre, en el Teatro Alberto de Paz y Mateos, el cual está ubicado, entre la Avenida La Colina y la avenida Andrés Bello, en la Prolongación Los Manolos. Urbanización Las Palmas. Metro Plaza Venezuela, conexión Metrobus Nº 314.
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De la calle al teatro
Pablo García Gámez, dramaturgo criollo que vive en Nueva York. |
El teatro venezolano del siglo XXI tiene otro dramaturgo comprobado desde el escenario como consecuencia de un sensato y dinámico proyecto de las artes escénicas del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, por intermedio del Concurso de Dramaturgia Apacuana y el montaje del texto galardonado. Ya se hizo antes con Peludas en el cielo de Gustavo Ott (Caracas, 14 de enero, 1963), exhibido en la temporada 2016, y ahora prosigue Oscuro, de noche de Pablo García Gámez (Caracas, 22 de septiembre de 1961), el cual hace temporada en la sala Alberto de Paz y Mateos, en su programación 2018.
La historia del teatro, que en ocasiones termina siendo una glosa de la saga social, política y económica del país que lo hace posible, se encargará algún día de redondear la merecida información y reacción sobre cada una de esas dos obras venezolanísimas, además de su proyección en las comunidades donde sean exhibidas, las cuales tuvieron la suerte de ser convertidas en estremecedores espectáculos por el director Carlos Arroyo y con valiosos elencos profesionales de la Compañía Nacional de Teatro (CNT).
OSCURO, DE NOCHE
Contar el texto teatral que ahora se representa no es lo adecuado, porque debe el espectador escucharlo y ver su interpretación escénica, para asimilarlo y esperar que se dé la indispensable catarsis. No obstante podemos advertirle al lector de estas líneas que se trata de un drama -donde además hay una peculiar “música urbana contemporánea”, más dirigida a los sentidos que a la razón- sobre la conocida y bastante sufrida violencia urbana, que no es exclusiva de Caracas. Ahí, en la tarde noche de un viernes, Kenny Barrios (25 años) fue asaltado y muerto para robarle su recién adquirida motocicleta. Sus padres, Cristóbal y Zenobia, se enteran de la macabra noticia y comienzan a luchar contra las imágenes negativas que brotaron sobre su unigénito. Ellos hacen lo posible para cumplir con los rituales funerarios, pero encuentran una kafkiana serie de obstáculos burocráticos, mientras que la preguntona abuela paterna, Mercedes, que está seriamente enferma, agudiza la crisis familiar. Los medios de comunicación mencionan que la víctima tenía actividades ilegales, al tiempo que el proceso en la morgue dura más de lo debido y en las funerarias se niegan a velar el cadáver. Sus deudos tratan de resolver cada problema en la marcha, buscando encontrar una paz que no llega. Mientras tanto, tres testigos cuentan sus versiones sobre ese crimen y se niegan a compartirlas con las autoridades. Y como el héroe tenía una amada, Lucía (Ariana León), ella narra cómo fueron sus amores. El final, además del prólogo, actuado por un payaso (Andy Pérez), sirve para reiterar que es una historia de la vida real, a la que todo el mundo le tiene miedo porque le puede pasar a cualquiera. No hay moraleja ni tampoco mensaje, solo una advertencia: que lo dice todo en su título: Oscuro, de noche.
AUTOR DE OBRAS PROPIAS
García Gámez asegura que Oscuro, de noche es su texto 16 y por primera vez se le presenta su teatro a lo grande en Caracas, aunque ya ante le montaron una pieza breve, por lo que viene desde Nueva York para verlo. El revela que esta pieza nació de un hecho real que lo contó su madre durante noche de un domingo, hacia el año 2010. “Ella estaba afectada porque un familiar había sido victima de un acto violento de noche y en la calle. Me dio detalles. Esto se convirtió en imágenes recurrentes, que me perseguían. Tal vez al año, quizás dos, llegó el momento de conjurarlas: me puse a escribir. La investigación sobre los hechos, más que investigación fue la voz de mi madre, Graciela Margarita, extraordinaria narradora oral que nunca se reconoció como tal, pero cuando contaba una historia lo hacía con propiedad y convicción. Nunca hablé directamente con los padres o hermanos de Kenny; a pesar de los años tuve y tengo temor porque ese tipo de dolor no se cura; sin embargo, cuando terminé la pieza, ellos la leyeron, no les pregunté qué les parecía y ellos tampoco me dijeron. Después me enteré, de cosas que decían los personajes, que llegaron a decir los padres; por ejemplo, supe que la madre una vez gritó: “¡Dios, no existes!” como dice Cristóbal, el personaje en el texto; claro, son situaciones límite. Los padres irán a la obra: espero que tenga un efecto positivo para ellos. También pude cotejar la parte informativa de algunos los medios y encontré bastante material, especialmente en El Universal”. No es la primera vez que la realidad venezolana nutre a su teatro, ya que Román Chalbaud y Rodolfo Santana, para citar a estos célebres autores, tienen varios textos que lo demuestran.
Y aquí cabe dejar constancia que el texto de García Gámez carece de las tradicionales didascalias y la común estructura general de una introducción, la exposición, el clímax y un desenlace; solo unas líneas semiperdidas en 30 apretadas páginas, destinadas a plasmar un obra de un largo acto único y 32 fragmentos para ser ubicables en el tiempo y el tiempo circulares. La modernidad reclama la suyo, pero al final lo clásico emerge, está ahí.
VERSIÓN ESCÉNICA
Es, pues, un texto no convencional donde García Gámez apunta a la médula de la esfera privada de la familia de Kenny que ha sido desequilibrada o herida. El detonante es el hecho que le ocurre al Kenny y lo que importaba era ver qué pasaba en el mundo de Zenobia (Francis Rueda y Adriana Bustamante), Cristóbal Luis Domingo González, Lucía (Ariana León lanzando sus románticas líneas desde la lira circense) y la anciana Mercedes (María Brito), cual abuela lorquiana. Encontró que necesitaba un narrador, una especie de juglar o payaso contemporáneo para guiar la historia, donde Andy Perez quedo perfecto. Mucho trabajo en escaso tiempo para el trabajo global.
Así lo entendieron el director Arroyo y su elenco de más de 13 actores que durante dos meses lucharon para darle vida escénica o teatral. Y nosotros estuvimos ahí, cual “mirones de palo”, presenciando esa lucha contra tiempos, verbos y espacios físicos donde se desarrollaban las acciones preñadas de emociones y lágrimas. Una experiencia que nos dejó mucha enseñanza sobre el arte de la dirección y la actuación.
Diremos que valió la pena acompañar ese proceso, el cual terminó siendo también nuestro de tanto leer y releer cada línea y poder así lograr ponderar las pugnas de cada actor con sus personajes, cuyas historias inventaron ellos. No se puede ni se debe hacer crítica desde la comodidad de una butaca. No, porquedirigir y actuar no son tareas fáciles para ningún profesional del teatro, aunque algunos se burlan o incluso se quejan.
Mención especial merece el director Arroyo que se fabricó su monumental y piramidal cerro caraqueño, para asimilarlo y ahí enclavar la casa de Kenny, a los vecinos curiosos, la morgue, la funeraria y el cementerio, todos definidos en sus espacios y con sus atmósferas temporales necesarias, además de una atmósfera general impactante. No sé si debo escribirlo, pero nos recordó a ciertos montajes espectaculares que hiciera Carlos Giménez en los años 80 y los 90 (La muerte de García Lorca, Lahonesta persona de Se-Chuan, etcétera) por el desafío a las reglas mismas del teatro y porque se buscó una especie de encuadre de imagen para esa cámara cinematográfica que todos llevamos en nuestros ojos, aunado al uso inolvidable de la iluminación. Y el director hizo lo suyo: ordenar o reordenar según las necesidades de la anécdota general. Una discreta, respetuosa y contundente versión escénica, tarea compleja por el compromiso que genera.
Dicho, de otra manera, en Oscuro, de noche, los actores, con mínimas excepciones, cumplieron perfectamente con las exigencias de un montaje didáctico o aleccionador y un tanto lúdico ante las características mismas del texto, ya que se trata de un circo que vaga por llanuras o montañas venezolanas.
Las funciones posteriores, hasta finales de octubre, pulirán las actuaciones y redondearán el tiempo escénico necesario para estos tiempos donde el miedo nos ha hecho construir muros invisibles donde estamos con otros millones de almas, procurando encerrarnos hasta que asumamos el ejercicio ciudadano que permita al colectivo conjurar ese miedo a partir de la práctica, como pide García Gámez, desde Nueva York.
ELENCO
Hay que dejar constancia, pues, de que ahí participaron los comediantes Francis Rueda, Adriana Bustamante, Luis Domingo González, Gustavo Rengel, Ariana León, Dora Farias, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Kala Fuenmayor, Adrián Jiménez, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Tellis, María Brito, Andy Pérez, Vito Lonardo y Jorge Canelón, integrantes del elenco estable de la CNT. La música es, sin duda alguna, un creativo ensamble y el vestuario es de la CNT.
La temporada de Oscuro de noche, es de jueves a domingo, a las 4PM, a lo largo del venidero octubre, en el teatro Alberto de Paz y Mateos, el cual está ubicado, entre la Avenida La Colina y la avenida Andrés Bello, en la Prolongación Los Manolos. Urbanización Las Palmas. Metro Plaza Venezuela, conexión Metrobus Nº 314.
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José Gil Fortoul está de regreso
El original y el actor para ser vistos en la Caracas del siglo XXI |
El teatro caraqueño, para no hablar del que se hace en alguno otro de los 335 municipios venezolanos, es noticia permanente. ¿Qué, cómo, quién lo hace o lo gesta o quién lo disfruta? Son algunas preguntas que no responderemos ahora. Y nos dedicaremos a solo anunciar que ya regresa El duelista, según informa José Tomás Angola Heredia, teatrero muy activo en los últimos tiempos.
¿De dónde salió El duelista, donde usted es el protagonista escénico?
Es una aproximación de Federico Pacanins sobre el legendario José Gil Fortoul, nacido en Barquisimeto, en 1861 y muerto en Caracas, hacia 1943, y pretende representar, de una manera emblemática las contradicciones de los intelectuales venezolanos. Hombre de enorme cultura, cultivó casi todas las áreas humanísticas de su tiempo: del derecho a la sociología, de la creación literaria a la historia, de la filosofía a la crítica. Sin embargo, aunque fue un adelantado y descolló en unas áreas de la historia y el derecho, fue menos que mediocre en otras, como la poesía. Hombre al servicio de la pluma, no escatimó en tomar la espada para lances personales llegando incluso a escribir un Tratado de Esgrima. Librepensador y creyente ferviente de la libertad individual, respaldó, apoyó y colaboró con dos regímenes políticos autocráticos y brutales como lo fueron el de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. En el de este último llegó a ser incluso Presidente "de utilería" y armarle todo el tinglado constitucional para que el general Gómez se quedara en el poder de forma vitalicia. Guaro de pura cepa, venezolanista convencido, y formado académicamente en Caracas, al regresar de su largo periplo por Europa llegó con un acento afrancesado que no perdió en toda su vida, y que fue motivo de burla por muchos. De obra intelectual trascendente que escribió pensando en la posteridad, vivió siempre pendiente de la fugaz y efímera apariencia personal, usando un estrafalario bisoñé para tapar la temprana calva, o bañándose en perfume francés para huirle a la vejez. En Gil Fortoul cohabitó lo divino y lo profano en una dialéctica perpetua y sin solución. Era un bastión del positivismo
¿Hay que aplicar las teorías positivistas para entender a Venezuela ?
Como bien mencionas, Gil Fortoul es uno de los personajes del positivismo en Venezuela. Su pensamiento, adscrito a esta escuela, le permitió llevar la historiografía nacional a terrenos científicos por lo que se le considera uno de los padres de los estudios modernos de historia. Sin embargo el positivismo también es responsable de ciertos prejuicios que incluso hoy perduran. Prejuicios como que nuestra mezcla étnica (entonces llamada de razas) conspiraba contra nuestra capacidad de progresar o superarnos como sociedad, o que la falta de estaciones del clima en nuestra latitud, nos condicionaba a no tener visión de ahorro o mentalidad planificadora del futuro. Eso llevó a Gil Fortoul y otros intelectuales a creer en el eurocentrismo, y a predicar la preterida tesis del "Gendarme necesario" en la política. El positivismo está superado pues si bien permitió cimentar a la razón, la ciencia y la experiencia como fuentes del conocimiento, desechó el espectro intangible, metafísico y espiritual del hombre. La hermenéutica se encargaría luego de ampliar los caminos del conocimiento e integrar todos estos ámbitos con la racionalidad.
¿Cómo están elaborados obra y espectáculo? ¿Fechas de la temporada y el elenco?
La obra es original de Pacanins, siendo él también su director, quien la escribió inicialmente pensando en el querido Cayito Aponte. Como un homenaje a su larga carrera artística y para su lucimiento. En esa época yo fungía de director y Cayito la protagonizaría. Tuvimos una lectura del texto, pero entonces Cayito ya empezaba a acusar las dolencias que finalmente nos lo arrebataron. No pudo asumir el proyecto. Con pocos meses para el estreno, Federico propuso un enroque que produjo este espectáculo: me ofreció el personaje de Gil Fortoul mientras que él enfrentaría el reto de dirigirla. Me gustó mucho el resultado. Me permitió explorar mis capacidades y limitaciones para interpretar a un hombre de 80 años en el último día de su vida. Federico se vale de esa anécdota para hacer un recorrido por la vida del intelectual, un recorrido que también descubre una Venezuela, una forma de ser, una sociedad, un tiempo que irónicamente tiene mucho de común con nuestro presente. A Gil Fortoul lo visitan apariciones de su memoria, como el padre Carlos Borges, sacerdote de vida disipada y sensual, poeta y orador incendiario, interpretado por Salvador Pérez Castro. O "Lola", suerte de símbolo en donde Pacanins resume todos los amores y las musas del sabio, papel que representa Valentina Garrido. De su cotidianidad está "Candelaria", idealización del femenino caraqueño de entonces, interpretado por Sandra Yajure. Como suele ser habitual en las producciones de Federico, la música juega un papel central. Todos los detalles se han cuidado con mucho esmero: el vestuario de época es responsabilidad de Fabiola Neri, así como la reconstrucción física de Gil Fortoul. La escenografía está firmada por el maestro Freddy Belisario. La iluminación es de Manuel Troconis. El trabajo de video y escenografía virtual de José Martínez, y la producción general es de Carlos Silva.
El espectáculo El duelista se estrenó el año pasado, pero fue durante la época de las grandes protestas, así que Federico decidió reestrenarlo el sábado 20 de octubre en la Asociación Cultural Humboldt de San Bernardino, en una breve temporada de solo cuatro funciones, sábados y domingos a las 11 am.
¿Cómo puede pasar de la escritura a la dirección y ahora a la actuación? ¿En qué rubro se siente mejor?
En el teatro me pasa algo parecido como en la literatura. Algunos me preguntan cómo puedo pasar de la poesía a la narrativa. Y realmente no tengo respuesta para ellos. Hay temas que demandan ser enfrentados desde el verso, y esos asuntos me obligan a escribirlos así. Otros solo tienen entidad en la prosa y la narración. Me siento escritor, creo serlo y todo surge desde esa parcela de la creación, pero el ser director (oficio en el que tengo casi 30 años) me permite plasmar con mayor libertad lo que se expone en el texto. La dramaturgia del director, el ser puestista, es quizá otra faceta del escritor. Con el rol de actor pasa algo distinto. Darle vida, sentir, pensar, padecer, lo que ha sido escrito es una oportunidad única para un dramaturgo de descubrir la verdad en un personaje. Es como el científico que diseña un cohete, pero tiene la maravillosa oportunidad de subirse a él y pilotarlo. Saber en carne propia cómo asciende, cómo vuela, como orbita es una suerte única. Sin embargo formalmente no me considero actor. Se lo digo a mis compañeros de tabla, actores y actrices magníficos que respeto mucho. Es un oficio que amerita un gran talento y una gran disciplina. Lo respeto mucho para usurparlo. Me veo más como un turista en el país del actor.
¿Y después que hay en camino?
El 2019 será un año de mucho teatro. La sociedad artística que tengo con Federico Pacanins, un hombre de y para la cultura, nos permite soñar en muchos proyectos que de otra manera serían imposibles. Proyectos de arte en donde participan instituciones de gran prestigio como la Asociación Cultural Humboldt (que cumple 70 años en el 2019), o ascendentes figuras de la escena como Elizabeth Yrausquín y su grupo Asklepión. Es una sociedad en donde nadie pierde su independencia o libertad creativa, pero que aúna esfuerzos para establecer programaciones con altos valores artísticos, cosa que es vital y necesaria en nuestro teatro. Para nosotros en 2019 habrá mucho Shakespeare, Goethe, Thomas Mann, Brecht pero también muchos autores nacionales como Leoncio Martínez, Arturo Uslar Pietri y Eduardo Casanova. Yo por lo pronto reestreno una pieza de mi autoría que se presentó por vez primera en 1995 en la Sala Rajatabla, y luego fue publicada en España en 1999, El Molino. Inspirada en la historia real de un militar venezolano, José de Jesús Sánchez Carrero, que fue a luchar con los franceses en la Primera Guerra Mundial, y murió heroicamente en la aterradora campaña del Chemin des dames, en la legendaria batalla del Molino de Laffaux. Ese argumento me permitió explorar temas como qué era el heroísmo, qué significa el valor o el sacrificio, o cómo la guerra es siempre una lucha en donde el enemigo es uno mismo. En esta obra extremaremos el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la escena de una forma nunca vista en nuestro teatro. Eso ocurrirá en el primer trimestre de 2019.
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Tecoven debutó en El Toboso de Petare
Los integrantes de Tecoven no tienen miedo a las fotografías grupales. |
Tecoven es el acróstico que los diligentes integrantes de la agrupación Teatro Comunitario Venezolano han ideado para identificarse públicamente y además exhibirse, por ahora, en las diversas comunidades del municipio Sucre, revela el promotor cultural y artístico Keudy López.
Sucre tiene no menos de un millón de habitantes y es uno de los 21 municipios pertenecientes al Estado Miranda. Está compuesto por las comunidades de Caucaguita, Filas de Mariches, La Dolorita, Leoncio Martínez y el más popular y conocido Petare, por su histórico origen aborigen.
Subraya López que el debut de Tecoven se realizó hace pocos días, después de varios meses de reuniones y ensayos, en los espacios de la Casa Hacienda El Toboso, más conocida como la casa del célebre pintor Salas Tito Salas. Y es por eso que recuerda como el municipio Sucre es un amplia conglomerado de comunidades para lo cual, precisamente, Tecoven busca recuperar con sus espectáculos al espacio público comunitario, el cual está compuesto por las plazas, los parques y las calles, además de otras áreas destinadas para las actividades deportivas y sociales.
Tecoven, que se dio a conocer con su montajePetare, un amor que apenas empieza, cuyos textos y acciones físicas fueron forjados y creados por sus integrantes, cuenta con el firme apoyo de la Compañía Nacional de Teatro y anhela descubrir la musicalidad y la teatralidad de ese municipio mirandino, para lo cual también ha recibido el vigoroso respaldo de la Gobernación de Miranda, la Alcaldía de Sucre y la Misión Cultura del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Por ahora Tecoven cuenta orgullosamente entre sus filas a John Jairo Rivera, Betsy Yurima Briceño, Juli Jaimes Ávila, Johali Isabella Garcia, Génesis Camaripano, Rosa Virginia Maestre, Maura Johnson, Lactenia Espinoza, Rosalinda Cedeño, Iraima Carrillo de Garcia, Luis Cipriano Perez, Carmen Alicia Bernet, Antonio José Garcia, Wilson Garcia Maestre, Heira del Valle Cedeño, Irene Ortega, Ramón González, Felix Mauricio Briceño, Cristina Samuel Rojas, Albany Francheska Rojas, Eduardo David Rojas y Geysimar Camaripano. Todo un apasionado y bullicioso colectivo de adultos y jovencitos interesados en sistematizar sus conocimientos y además aportar sus experiencias existenciales, para plasmar así, desde la escena, “el alma viva de Petare”, que no es otra cosa que las historias vivas y vividas de su gente, con sus lenguajes y sus peculiares maneras de expresar sus sentimientos, especialmente su musicalidad.
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El mapa mundial de la homofobia
Ahora que hace temporada,en el Trasnocho Cultural, la pieza teatral Fresa y chocolate, basada en una etapa difícil para los homosexuales de la Cuba revolucionaria, conviene recordar que existe un Mapa Mundial de la Homofobia, que alude a los países donde se puede perder la vida por ser gay.
En Irán, Arabia Saudí, Yemen o Somalia la homosexualidad se castiga con pena de muerte. En otros países como India o Uganda se castiga con penas de cadena perpetua.
La expresión “concierto de las naciones” -naciones unidas o desunidas- es especialmente atonal si de hacer “derecho estadístico” sobre homofobia se trata. ¿Qué países tienen y no tienen leyes del tipo matrimonio igualitario y antidiscriminación? ¿Desde cuándo y con qué alcances concretos? ¿En qué estados hay pena de muerte por relaciones entre personas del mismo sexo y en cuáles desde la constitución para abajo, la exclusión de personas gays, lesbianas y bisexuales queda explícita o implícitamente sancionada? ¿Qué hay más allá de la letra grande y la letra chica?
Por esta razón, desde hace 12 años ILGA -la asociación internacional de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex- elabora un informe anual, el “Estudio jurídico mundial sobre orientación sexual en el derecho: criminalización, protección y reconocimiento”. Esta vez, la federación fundada en 1978 convocó como uno de los dos autores a un abogado argentino especialista en derechos sexuales, Lucas Ramón Mendos. Fiel (sí, fiel) seguidor de las estratagemas discursivas del Papa Francisco sobre “putismo” y afines (razón por la que fue entrevistado en este suplemento un tiempo atrás), Mendos, profesor universitario y activista gay, integró la relatoría LGBT de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y trabajó por mail para ILGA junto al irlandés Aengus Carroll, consultor en temas de orientación sexual, identidad de género y diversidad corporal.
Juntos, en apenas meses, construyeron un documento de 200 páginas, disponible gratis en la web y en seis idiomas, capaz de otorgar fuentes confiables a investigadores, ONGs, aliadxs y lectorxs. A menudo, los números que proporcionan los informes ILGA (otro de sus trabajos es específicamente sobre identidades) son reproducidos en discursos periodísticos y pronunciamientos varios, de allí que la precisión intente ser total.
A modo de prólogo, los responsables de esta edición se encargan de aclarar que Oriente y Occidente viven una marcada polarización en esta materia, ya que en las zonas geopolíticas en las que vienen dándose avances es posible detectar una acentuación de los mismos, pero pasa exactamente lo contrario del otro lado del respeto, donde cada vez más hay mayor rechazo y persecución a la disidencia sexual. A mayo de 2017, existen 72 estados susceptibles de ser clasificados como estados que criminalizan las relaciones sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo (el recorte, quirúrgico, es fundamental para entender los límites de esta empresa investigativa): 24 países de África, 13 de Asia, 6 de América y 2 en Oceanía. En más de la mitad, la sanción abarca también las relaciones entre mujeres. El caso de Egipto, en el que estos vínculos están penalizados de hecho y no de derecho, queda incluido. A lo largo de 2016, muchos medios informaron sobre los 13 Estados que aplican pena de muerte a los homosexuales.
En rigor, estados soberanos y miembros de Naciones Unidas, son 4: Irán, Arabia Saudita, Yemen y Sudán. Luego, en Somalía y Nigeria se aplica sólo en 2 provincias y en Irak y en el norte de Siria, hay pena de muerte a gays aplicada por tribunales locales, vigilantes ad hoc o agentes no estatales. En este sentido, deviene interesante citar los casos de 5 países adscriptos a la interpretación de la Shari’a (el cuerpo máximo del oxímoron máximo, el “derecho islámico”) y pensar en los montajes “cinematográficos” de Isis que dominan la web (lanzamiento a fosas e incineraciones de gays, por ejemplo): en Pakistán, Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Mauritania, la interpretación de esa “carta magna” celestial habilita condenas a muerte (y por supuesto, no se las cuentan a Ilga).
En 124 países legalizaron ya las relaciones sexuales de “iguales” pero sólo en 23 estados hay boda, porque reina la unión civil mucho antes que el casorio (incluso, la adopción sí y el matrimonio jamás). Uno de los casos más encendidos del año pasado fue el de Italia donde, Vaticano mediante, sigue siendo impensable otra instancia que no sea el papelito de la mera convivencia y paremos de contar.
Un ítem especial de este informe lo ocupan las denominadas “terapias de conversión” (evangelistas y religiosas en general, a veces políticas y de salud): están prohibidas por ley en la Argentina, Brasil, Ecuador, China, Taiwán y Malta (habrá que ir a “curarse” a otro lado). Y si de región se trata, ILGA 2017 recuerda que tanto en Bolivia como en Ecuador, por ejemplo, las constituciones nacionales contienen disposiciones tendientes a proteger de la discriminación por orientación sexual a sus ciudadanxs. Sí, Bolivia y Ecuador, donde ni asoman otras medidas parecidas y donde, con frecuencia, sus líderes políticos rechazan discusiones semejantes. La hiperinflación legal no tiene, siempre, correlatos concretos y si para algo contribuyen estos documentos es para pensar y repensar qué pedidos hay detrás de cada pedido, toda vez que cualquier Estado devuelve (o no) derechos que antes, se encargó de quitar.
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Prosigue en temporada "Oscuro, de noche" en el teatro Alberto de Paz y Mateos
El elenco, el autor y el director de Oscuro,de noche. |
Tras tres semanas de funciones a sala llena, la Compañía Nacional de Teatro continuará presentándose en el teatro Alberto de Paz y Mateos, hasta el 4 de noviembre, con su más reciente espectáculo Oscuro, de noche, un texto de Pablo García Gámez que ganó el Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2017, el cual ha sido llevado a escena por Carlos Arroyo y es actuado por el elenco estable de la CNT.
Oscuro de noche es la trágica historia de Kenny, un trabajador bancario, de 25 años, que es asesinado en una avenida para robarle su moto, y de todas las vicisitudes que tienen que afrontar sus familiares y amigos para recuperar su cadáver y lograr darle cristiana sepultura.
Es, pues, un obra dramática, no convencional, donde el autor García Gámez apunta a la médula de la esfera privada de una familia que ha sido desequilibrada o herida. El detonante es el hecho que le ocurre al Kenny y lo que importa es ver qué pasa en el mundo de su madre Zenobia, su padre Cristóbal, su abuela Mercedes y su novia Lucía, además de toda una serie de trabas burocráticas que surgen para complicar las exequias.
En un Oscuro de noche trabaja un doble elenco por lo cual ahí participan los comediantes Francis Rueda, Adriana Bustamante, Luis Domingo González, Gustavo Rengel, Ariana León, Dora Farias, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Kala Fuenmayor, Adrián Jiménez, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Tellis, María Brito, Andy Pérez, Vito Lonardo y Jorge Canelón. La música es, sin duda alguna, un creativo ensamble y el vestuario es de la Compañía Nacional de Teatro, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
La temporada de Oscuro de nochees de jueves a domingo, a las 4PM, a lo largo de este mes de octubre, en el teatro Alberto de Paz y Mateos - donde se expende la boletería a 50 bolívares soberanos -el cual está ubicado, entre la Avenida La Colina y la avenida Andrés Bello, en la Prolongación Los Manolos. Urbanización Las Palmas. Hay un Metrobus, el Nº 314., que sale del estación Plaza Venezuela.
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Vigente "Fresa y chocolate"
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CABRUJAS 23 AÑOS DESPUÉS
Este próximo 21 de octubre se cumplen 23 años de la muerte de Cabrujas (1937-1995). Actor, guionista de cine y tv, dramaturgo y articulista. En todas las facetas su talento destacó notablemente. Imposible olvidarlo. ¡Qué falta hace! Nos lo recuerda precisamente ese intelectual de obra propia que es Rafael Arráiz.
Nada mejor que recordarlo en estos tiempos de revolución ya que no podemos contactarlo en el más allá, en ese espacio ignoto de las ondas gravitacionales donde está su voz ronca, agorera y entusiasta. Murió vivo y legó vastísima obra literaria que lo sobrevive. Nació el 17 de julio de 1937 en Caracas y le falló el corazón en Porlamar, el 21 de octubre de 1995. Era José Ignacio Cabrujas, vitriólico y original intelectual que amó demasiado a esta Tierra de Gracia y quien sí enseñó las claves de su método, cabrujiano, para interpretarla. Lo recordamos hoy para que nadie, inteligente y además patriota, lo borre de sus agendas y menos en este año cuando se cumplen 22 años de su desaparición física.
Imposible evocar a Cabrujas sin aludir al crítico Leonardo Azpárren, quien, auspiciado por la Universidad Simón Bolívar, adelantó la compilación de toda su obra teatral, y la periodista y escritora Yoyiana Ahumada porque en su libro El mundo según Cabrujas, importante compendio de 320 páginas, impresas por Editorial Alfa, con textos ineludibles que recogen las impresiones de una de las intelligentzias más complejas y brillantes del siglo XX criollo; ahí reposa una parte de la consecuencia del periplo intelectual y humano del legendario autor de El día que me quieras, Acto Cultural, Profundo y El Americano Ilustrado, para citar algunas piezas memorables de ese mural de la Gran Venezuela que nos enseñó a conocer y amar. Pero dejemos que sea esta apasionada trabajadora cultural quien revele más detalles sobre esta joya literaria nacida de un acto de amor.
Vigencia de un autor
La colega Ahumada puntualizó que cuando un investigador se obsesiona con un autor, y eso es exactamente “lo que me ha sucedido a mí. Desde mi tesis de Magister Literarae en la Universidad Simón Bolívar, hasta los artículos que he escrito, los seminarios etcétera, me han permitido descubrir claves cabrujianas sobre una de las intelligentzias más completas del siglo XX venezolano como lo fue, o lo sigue siendo Cabrujas”.
Pero Ahumada no propone a Cabrujas como modelo, “porque en su permanente juego dialéctico, y su brillante juego paródico, siempre marcó distancia con voces como la de Arturo Uslar Pietri, que fungía de una especie de oficiante del “deber ser” del venezolano. Cabrujas rompió con el modelo del intelectual distante del país, del venezolano de a pie y se puso de tú a tú con él. Creo que las nuevas generaciones deberían estudiarlo para comprender las claves del fracaso del proyecto de Venezuela como país, para profundizar en los tópicos sobre los cuales hemos construido la idea de la venezolanidad y el porqué de nuestras taras: la provisionalidad, la distancia entre las instituciones y el individuo; el fracaso de esas propias instituciones, el concepto del Estado Mágico; el país como lugar de paso, la ciudad del “mientras tanto y por si acaso”, el redentorismo entre otras. Comparto lo de que dice el escritor Alberto Barrera Tyzka en cuanto a que “El Estado del Disimulo”, una entrevista realizada en el marco de la Comisión para la Reforma del Estado (1987) debería ser un texto fundamental en el bachillerato”.
Pero Ahumada no propone a Cabrujas como modelo, “porque en su permanente juego dialéctico, y su brillante juego paródico, siempre marcó distancia con voces como la de Arturo Uslar Pietri, que fungía de una especie de oficiante del “deber ser” del venezolano. Cabrujas rompió con el modelo del intelectual distante del país, del venezolano de a pie y se puso de tú a tú con él. Creo que las nuevas generaciones deberían estudiarlo para comprender las claves del fracaso del proyecto de Venezuela como país, para profundizar en los tópicos sobre los cuales hemos construido la idea de la venezolanidad y el porqué de nuestras taras: la provisionalidad, la distancia entre las instituciones y el individuo; el fracaso de esas propias instituciones, el concepto del Estado Mágico; el país como lugar de paso, la ciudad del “mientras tanto y por si acaso”, el redentorismo entre otras. Comparto lo de que dice el escritor Alberto Barrera Tyzka en cuanto a que “El Estado del Disimulo”, una entrevista realizada en el marco de la Comisión para la Reforma del Estado (1987) debería ser un texto fundamental en el bachillerato”.
¿Vale la pena recordar a Cabrujas, cuando no lo montan con la frecuencia que se merece?
-El hecho de que no lo lleven a escena es un tema que habría que preguntarse, y siempre me ha llamado la atención que salvo Profundo y por supuesto su obra más famosa, El día que me quieras, sean las únicas que se hayan montado varias veces. El Trasnocho Cultural ha hecho varios homenajes a través de lecturas dramatizadas y montajes, pero hasta ahí llega. Pienso en Acto Cultural (mi favorita) que hoy día tiene mucha vigencia, mucho que decirle al país sobre un proyecto cultural que a troche y moche se quiere imponer al país. Me refiero al anacronismo de la cultura endógena de pájaros guarandoles, y chiriguares, de un teatro político mediocre; y marcado por una orientación del “prolet kult”. Creo en la resistencia cultural e insisto ir en contra de la desmemoria.
¿Qué es lo importante de Cabrujas?
-Cabrujas me apasiona en primer lugar porque desde el punto de vista dramatúrgico es un genio que combina con maestría el manejo de técnicas modernas de intervención ficcional, como la parodia, la ironía, etcétera, con géneros aparentemente arcaicos como el sainete. Su construcción de personajes es muy profunda y ese es un gran hallazgo que no se repite en otros autores venezolanos, la construcción de personajes que llegan a convertirse en arquetipos Pío Miranda por ejemplo. Son personajes con los cuales el autor te permite establecer empatía porque son como uno, meten la pata, con una ingenuidad, que sólo te despierta compasión y ese giro ya los hace inolvidables y profundamente humanos.
En cuanto a los argumentos indudablemente la capacidad de “historiar” el teatro es extraordinaria, de que la historia nacional le sirva como telón de fondo para un argumento es un teatro enraizado en la venezolanidad para hurgar en esa Gran Historia, la de Eduardo Blanco o Gil Fortoul y parodiarla, y decirnos “mira epa no sigas creyendo que somos un país grande”, sino un gran país mediano donde un protocolo, como el de Rojas Freire, borra 300 mil kilómetros del Esequibo porque se derramó una compota de hicacos como en la escena de El americano ilustrado . Cuando llevaron a escena El día que me quieras, yo la veía y decía está hablando de Pío Miranda, un comunista que ni siquiera leyó el Manifiesto, que ni sabía por qué lo era. Símbolos vaciados de significado. Así mismo desde el punto de vista de la estructura dramática Cabrujas y eso lo recoge buena parte del trabajo crítico sobre su obra está construida como una partitura porque era melómano y erudito de la ópera.
En cuanto a los argumentos indudablemente la capacidad de “historiar” el teatro es extraordinaria, de que la historia nacional le sirva como telón de fondo para un argumento es un teatro enraizado en la venezolanidad para hurgar en esa Gran Historia, la de Eduardo Blanco o Gil Fortoul y parodiarla, y decirnos “mira epa no sigas creyendo que somos un país grande”, sino un gran país mediano donde un protocolo, como el de Rojas Freire, borra 300 mil kilómetros del Esequibo porque se derramó una compota de hicacos como en la escena de El americano ilustrado . Cuando llevaron a escena El día que me quieras, yo la veía y decía está hablando de Pío Miranda, un comunista que ni siquiera leyó el Manifiesto, que ni sabía por qué lo era. Símbolos vaciados de significado. Así mismo desde el punto de vista de la estructura dramática Cabrujas y eso lo recoge buena parte del trabajo crítico sobre su obra está construida como una partitura porque era melómano y erudito de la ópera.
Cabrujas publicó casi todas sus obras y otros libros, entre ellos recordamos: Profundo, Acto Cultural, Fiésole, El día que me quieras, Una noche oriental, El Americano Ilustrado, Autorretrato de artista con barba y pumpá y Sonny. Y un libro póstumo, Latinoamérica inventó la telenovela, resultado de un taller que dictó sobre “El Libreto de Telenovelas”, en el Instituto de Creatividad y Comunicación (ICREA).
Para el crítico Azpárren Giménez, El Americano Ilustrado es la coda del conjunto de obras que hicieron de él un dramaturgo indispensable. La historia de los hermanos Lander y sus relaciones con Antonio Guzmán Blanco, el Ilustre Americano, trasciende los enredos de la intriga para presentar el mundo de privaciones, anhelos y frustraciones de los personajes. Arístides y Anselmo Lander no resuelven, al igual que los personajes de obras anteriores, sus incompetencias en sus vidas privadas, en particular las relaciones con la pareja, al tiempo que su proyección pública, uno Ministro de Asuntos Exteriores y el otro Obispo, termina siendo un grotesco lamentable
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Santana sigue esperando
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José Gil Fortoul ha regresado
José Tomas Angola Heredia en su rol del histórico Gil Fortoul. |
Sus cultivados cacúmenes les han permitido materializar en diversos escenarios, para el natural disfrute de los espectadores, sus versiones y visiones teatrales sobre Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, Diógenes Escalante, Camilo José Cela, Marcos Pérez Jiménez, Isaías Medina Angarita, Estrella Serfati (la romántica madre biológica de Isaac Chocrón) y, más recientemente, a José Gil Fortoul.
Nos referimos, por supuesto a Javier Vidal Prada y Federico Pacanins, respetables artistas de la escena vernácula empeñados en acrecentar la teatralidad criolla a partir de las conspicuas sagas de esos personajes históricos a quienes lograron evocar en sendos textos representados durante las últimas temporadas. Una prueba innegable de que sí aman y quieren lo mejor para sus connacionales.
El más reciente de los eventos teatrales que aquí hemos evocado es precisamente una pulcra aproximación de Pacanins sobre el legendario Gil Fortoul, nacido en Barquisimeto, en 1861 y muerto en Caracas, hacia 1943, cuyo fin último es, nada más y nada menos, que representar, de una manera emblemática las contradicciones de los intelectuales venezolanos de los últimos 200 años, esos que quisieron estar con Dios y con el Diablo sin comprometerse para no salir canonizados ni chamuscados, como bien nos apuntó precisamente el primer actor José Tomás Angola Heredia, quien le ha dado una respetable presencia escénica para la breve temporada de El duelista, en el excelente espacio teatral que dispone la Asociación Cultural Humboldt, en la avenida Juan Germán Roscio de San Bernardino.
Angola Heredia ha subrayado que Gil Fortoul era un hombre de enorme cultura, quien cultivó casi todas las áreas humanísticas de su tiempo, sin embargo, aunque fue un adelantado y descolló en unas áreas de la historia y el derecho, fue menos que un mediocre en otras, como la poesía. Hombre al servicio de la pluma, no escatimó en tomar la espada para lances personales. Librepensador y creyente ferviente de la libertad individual, respaldó, apoyó y colaboró con dos regímenes políticos autocráticos y brutales como lo fueron el de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. En el de este último llegó a ser incluso Presidente "de utilería" y armarle todo el tinglado constitucional para que el general Gómez se quedara en el poder de forma vitalicia, como subrayara el mismo Angola Heredia, aunque como mandatario firmo un decreto que estimó a la educación primaria como una condición primordial para las instituciones republicanas y democráticas.
Para el autor Pacanins, Gil Fortoul, quien escribió pensando en la posteridad, vivió siempre pendiente de la fugaz y efímera apariencia personal, usando un estrafalario bisoñé para tapar la temprana calva, o bañándose en perfume francés dizque para huirle a la vejez. Se ha dicho que en Gil Fortoul cohabitó lo divino y lo profano en una dialéctica perpetua y sin solución. Era un bastión del positivismo, que aunque está superado permitió cimentar a la razón, la ciencia y la experiencia como fuentes del conocimiento, desechó el espectro intangible, metafísico y espiritual del hombre. La hermenéutica se encargaría luego de ampliar los caminos del conocimiento e integrar todos estos ámbitos con la racionalidad, diría Angola Heredia, quien viene precisamente de teatralizar y encarnar a Ernest Hemingway, nada menos.
El montaje de este unipersonal, donde el personaje real es el propio Gil Fortoul en el baño de su casa, a quien lo acompaña la aparición de Lola, una significativa mujer, podría haber sido más rico o placentero si se hubiese usado el video mapping para recrear algunas de las facetas de este hombre que murió a los 82 años en su residencia, en el Country Club. No obstante fluye sin mayores contratiempos por la fuerte presencia que le da Angola Heredia.
Este espectáculo sobre Gil Fortoul obliga a pensar y repensar, pues, lo que han sido, lo que son y lo que pueden llegar a ser los intelectuales en la vida pública de Venezuela, especialmente por sus relaciones en el Poder. Un tema fantástico para cualquier dramaturgo, un tema que es necesario para la cultura misma del pais venezolano, un tema que Shakespeare y Moliere afrontaron y lucharon para superar a sus jefes o reyes. Pero eso será con otra obra, por supuesto.
Por ahora El duelista cumple con su cometido: una faceta, en el postrer momento de la vida misma del protagonista, toda una personalidad que tuvo su vital importancia y por lo cual se le recuerda ahora.
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Jorge Cogollo ahora trabaja con Hamlet en Alemania
El teatrero Jorge Cogollo (Caracas, 1986), desde Ciudad de México, comunica que uno de sus textos teatrales está siendo presentado en Europa. Se trata de El ojo de Hamlet.
¿Quiénes la hacen y quienes son ellos?
Dos grandes amigos del teatro, el Chino Monagas y Cynthia Sholz, quienes migraron a Alemania hace cuatro años y han hecho alianzas con grupos teatrales, y con sus ganas de mantenerse cerca del escenario, luchan contra todo para seguir con el discurso. Y afortunadamente se van instalando entre otros grupos teatrales europeos.
¿De qué escribes en esa obra?
La obra es una alianza con Shakespeare; nos permitimos inyectarle al clásico nuestra contemporaneidad y nuestro dolor. El Hamlet que construimos se inicia cuando es exiliado de Dinamarca, pero este Hamlet se niega a regresar a Dinamarca, el exilio lo ha convertido en un cobarde, ya no tiene su corona del príncipe. Se dice la obra que él ya pertenece a ningún lugar, y mientras Dinamarca estalla por culpa de un Claudio ineficiente, él se queda limpiando la barra de un bar esperando que los días pasen. Ofelia lo espera con locura, y en forma de una Penélope guerrera reclama su regreso.
¿Qué futuro hay con ese espectáculo y ha pensado que se pueda hacer o mostrar aquí, en Caracas?
El recorrido de este Hamlet, mi Hamlet, por ahora no deja de darnos sorpresas. Porque fue estrenada en una pequeña sala donde apenas entraban cinco personas, y ahora en noviembre comenzará una gira por tres ciudades europeas que serán Dortmund, Bochum y Duisburg. Acompañados del grupo teatral Artscenico, el proyecto crece con firmeza. Por ahora físicamente la obra no estará en Venezuela pero sí virtualmente, a que me refiero con esto. El chino Monagas y Cynthia aprovechando el poder de conexión que tienen las redes han decidido construir un dispositivo escénico, con cámaras y micrófono que permite proyectar la obra en vivo por Facebook, logrando que la obra se ha vista en otros espacios, con otros amigos y por supuesto con nuestros iguales venezolanos. Cabe destacar que la obra para los actores plantea el reto que está contada en dos idiomas, en alemán y en español, acentuando tal vez uno de los grandes problemas que se enfrenta un migrante: el idioma.
¿Por qué camino o vereda o autopista andan sus otros proyectos teatrales?
Por ahora esta alianza hecha entre el Chino y Cynthya se mantiene; estamos eligiendo entre dos proyectos de mi autoría, uno se llama Ciudades, que son tres venezolanos conversando por internet y cada uno habla de la imposibilidad que tiene para encontrarse, uno de ellos se encuentra en México, otro en Alemania y otro en Venezuela. La otra es un Ulises, que llamamos Los migrantes también aman, con una Penélope que espera y un guerrero que se debate en cuál es el momento de regresar. Con un amigo residenciado en Miami estamos viendo la posibilidad de trabajar en una versión de La hora menguada de Rómulo Gallegos, traerla a una ciudad cerca del mar, inventando dos mujeres que esperan siempre en el mismo día, que construyen siempre la noche de fin de año. Y siempre con los grupos teatrales de Venezuela, tratar de no perder contacto: Jennifer Morales trabaja en una obra que hasta ahora se llama Una comedia menor. Es un rockero que ha pasado ya la edad famosa de los 27 años y se niega a dejar el sueño de la música para entregarse al mundo real.
¿Cómo van sus cosas personales en ese México tan pujante, donde se vive y se ama al lado del monstruo gringo?
En México estoy intentando entender a esta ciudad enorme, donde las distancias son casi incalculable, en la simpleza de conocer amigos nuevos, de entender una cultura mágica, probando todos los platos de comida posible, viendo los altares del día de los muertos, reconociendo la simpleza de los encuentros, de los besos cerca de una bandera que no es mía, extrañando siempre amigo. Trabajo en un bar que tiene su propio editorial, que hace poco me invitaron actuar en la feria del libro de Zócalo; estuvo divertido; hice una pequeña versión del Circo ausente, para recordar como el cuerpo acciona desde la calle. Sigo también en una escuela, donde imparto la asignatura de teatro. En fin descubriéndome en otro fragmento, para poder levantarse con más fuerza que la noche anterior.
En México estoy intentando entender a esta ciudad enorme, donde las distancias son casi incalculable, en la simpleza de conocer amigos nuevos, de entender una cultura mágica, probando todos los platos de comida posible, viendo los altares del día de los muertos, reconociendo la simpleza de los encuentros, de los besos cerca de una bandera que no es mía, extrañando siempre amigo. Trabajo en un bar que tiene su propio editorial, que hace poco me invitaron actuar en la feria del libro de Zócalo; estuvo divertido; hice una pequeña versión del Circo ausente, para recordar como el cuerpo acciona desde la calle. Sigo también en una escuela, donde imparto la asignatura de teatro. En fin descubriéndome en otro fragmento, para poder levantarse con más fuerza que la noche anterior.
CODA
A manera de colofón podemos recordar que la inconclusa obra creativa y gerencial del teatrero Carlos Giménez sigue gravitando positivamente, a casi 25 años de su salida hacia el infinito, en esta segunda década del siglo XXI. No todo se ha perdido en este carnaval de estúpidos egoísmos donde todos participamos. Hay artistas que se formaron y ahora por sus propios méritos y sacrificios reclaman su puesto en el desarrollo de las sufridas artes escénicas venezolanas.
Es el caso de este artista múltiple, Jorge Cogollo, a quien conocimos y ponderamos cuando era el actor protagonista de históricos espectáculos infantiles como Oliverio y Simón, logrados por el programa social Niños Actores de Venezuela, cuando tenía ocho años y era dirigido por Roberto Stopello.
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El método Moisés Kaufman
Caraqueño nacido el 21 de noviembre de 1963. |
Nunca un teatrero venezolano llegó tan lejos en Estados Unidos, pero el éxito no ha cambiado la personalidad de Moisés Kaufman (Caracas, 21 de noviembre de 1963). Él ha reconocido que su venezolanidad está muy adentro y, después de largos 30 años de ausencia, aún se considera venezolano y “eso será hasta siempre, hasta el día que me muera. Además eso me hace feliz y diferente al resto de mis colegas aquí en Nueva York, donde además añoro las playas de mi país, entre otras cosas”.
No le gusta que se lo recuerden, pero hasta ahora es el único caraqueño que ha logrado estrenar en Broadway, pero como director ya había debutado con una pieza que fue premiada (I am my own wife de Doug Wright), a la cual después mostró en el Festival de Caracas 2006.
Kaufman ahora es noticia porque la familia de Matthew Shepard, protagonista temático de su pieza más reconocida e internacional, The Laramie Project, ha llevado sus cenizas a las Catedral Nacional de Washington, en una ceremonia con centenares de personas, porque ya es todo un símbolo de la lucha por los derechos gays en Estados Unidos. Esa obra teatral, llevada al cine, fue el primer montaje de Kaufman que vimos en Nueva York. Y fue su definitivo lanzamiento al estrellato, que precisamente él no perseguía.
"Hace años, precisamente durante unos días de abril de 1987, me presenté por última vez en un escenario criollo. En ese entonces yo era el protagonista de la comedia El enfermo imaginario, de Moliere, espectáculo que dirigía mi maestro Fernando Ivosky. Después regresé, al mismo sitio, a la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas en el año 2006, pero para mostrar uno de mis más exitosos espectáculos, I Am My Own Wife, de Doug Wright, actuado por Jefferson Mays, quien en dos actos plasma la historia del transexual Charlotte von Mahlsdorf, ser extraordinario que logró sobrevivir a las dictaduras de los nazis y los comunistas en su Alemania natal.
Está satisfecho por lo logrado en sus décadas de estudio y trabajo en Nueva York. "Siempre se comienza con mucha fe en el trabajo y especialmente en las artes narrativas, que son la base del teatro mismo. Es la importancia de contar cuentos, de reanimar la historia, de tratar de comprendernos y de comprender a los demás. Y cuando el trabajo trasciende y lograr llegar al público, es muy emocionante. Es una de las pocas veces cuando uno se siente parte de la humanidad. Me parece que a eso aspiramos todos. Ya sea que tengamos a un espectador en la platea o a un millar".
El triunfo no lo ha envanecido y es por eso que se niega a hablar de claves o secretos para el oficio teatral exitoso, pero revela que tiene "anclas o nortes que lo han guiado y lo guiarán siempre: el primero es seguir indagando: ¿Qué es el teatro? ¿Cómo contamos cuentos en el escenario? ¿Cuál es la magia del arte escénico y qué cuentos se benefician de ser contados desde un escenario? Estas preguntas nos llevan un cuestionamiento formal: ¿Cómo logramos que el teatro, en un mundo contemporáneo que está en las manos del cine y la televisión, mantenga un diálogo con el riguroso planteamiento estético? Creo que mucho de nuestro trabajo tiene resonancia porque sigue un riguroso planteamiento estético. Y la otra razón es que los temas que trato de abarcar deben permitirnos dialogar con un público de hoy. Necesito que el material al cual nos dedicamos sea válido en nuestro momento histórico. Esas anclas han sido los fundamentos de mi trabajo y de mi organización".
Las palabras de Moisés Kaufman sobre su estética están corroboradas por lo que ha mostrado sobre el escenario. Buscó temas que atrajeran al público y lo hizo con la etapa trágica de Oscar Wilde, la sórdida tortura y crucifixión del joven Matheus Shepard y la rocambolesca vida del travestí Charlotte von Mahlsdorf (Lothar Berfelde). Tres homosexuales, de tres épocas y tres diferentes países, son los protagonistas de esa trilogía que lo catapultaron porque el público los "devoró" e incluso uno, The Laramie Project, está ahora en las videotecas y es símbolo de esa América oscura, excluyente, que está ahí, agazapada, para dar otro zarpazo cuando menos lo espera la gente.
Las palabras de Moisés Kaufman sobre su estética están corroboradas por lo que ha mostrado sobre el escenario. Buscó temas que atrajeran al público y lo hizo con la etapa trágica de Oscar Wilde, la sórdida tortura y crucifixión del joven Matheus Shepard y la rocambolesca vida del travestí Charlotte von Mahlsdorf (Lothar Berfelde). Tres homosexuales, de tres épocas y tres diferentes países, son los protagonistas de esa trilogía que lo catapultaron porque el público los "devoró" e incluso uno, The Laramie Project, está ahora en las videotecas y es símbolo de esa América oscura, excluyente, que está ahí, agazapada, para dar otro zarpazo cuando menos lo espera la gente.
¿Existe el Método Moisés Kaufman?
“Poco a poco se genera un método. Sí, mi grupo Tectonic Theater Project da clases a cientos de estudiantes al año, es porque esa gente sí está interesada en seguir nuestra investigación teatral. Dictamos talleres en Estados Unidos para enseñar los métodos que hemos usado para crear nuestras obras. Muchos de nuestros cuestionamientos del teatro son válidos para diferentes tipos de trabajos escénicos. Nuestro trabajo se basa en una indagación profunda de lenguajes teatrales, porque queremos saber cómo seguir avanzando, aun cuando el cine y la televisión se han convertido en importantes creadores de narrativas audiovisuales, nos preguntamos todavía: ¿Qué le queda al teatro? ¿Para qué hacemos teatro? O, quizás más importante: ¿para qué vamos al teatro? Todo mi trabajo de los últimos 20 años se ha basado en esas preguntas. Partimos de preguntarnos ¿cómo hacemos un teatro diferente al cine y la televisión e incluso a la Internet de los actuales momentos y qué puede hacer el teatro que no pueda hacer ni el cine, ni la televisión, ni la Internet? ¿Podemos otorgarle al teatro la posición de vanguardia que tiene o que ha tenido? ¿Cómo hacer para que el teatro vuelva a participar enérgicamente en un diálogo en la sociedad en que se desarrolla?
Kaufman asevera que uno de los graves problemas del actual teatro es que se desarrolla en lenguajes realistas o naturalistas, géneros que el cine o la televisión hacen mucho mejor que el mismo teatro. “¿Cuáles son los lenguajes o vocabularios teatrales que tenemos que investigar o que tenemos que inventar para seguir manteniendo el teatro con nivel en el siglo XXI? Yo pienso que todo depende de la técnica de trabajo y, por supuesto, los conceptos que se aplican. Generalmente, en Estados Unidos, se agarra un texto teatral y se entra a una sala y después de cuatro semanas de ensayos se ha montado un espectáculo. Eso hace que la mayor parte del teatro que se representa sea un teatro basado en textos, pero ¿qué pasaría si ingreso en un sala de ensayo sin ese texto pero sí con un plan claro para una auténtica creación teatral?”.
Precisa que gracias al método que él y su equipo aplican, buscan cuales son las formas realmente teatrales o cómo construir lenguajes teatrales. “Todas las técnicas que usamos es para descubrir cómo se escribe teatro y no cómo se escribe un texto. Todas las técnicas que hemos desarrollado son para explorar profundamente cómo escribir teatro y no cómo escribir textos teatrales .Mi anhelo más importante es reinventar lo que es el teatro y como se puede lograr que el teatro sea vigente y mágico y que sea un lugar donde podamos tener la conversación más importante de nuestra sociedad”.
¿Satisfecho?
No, no estoy satisfecho y el día que lo llegue a estar dejaré de trabajar; por ahora, pues, no estoy satisfecho y sigo trabajando.
No, no estoy satisfecho y el día que lo llegue a estar dejaré de trabajar; por ahora, pues, no estoy satisfecho y sigo trabajando.
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"La piel en llamas" en Córdoba
Vladimir Vera, otro teatrero venezolano en Argentina. |
Vladimir Vera (Caracas, 1978), quien fuera director artístico del grupo Rajatabla, está en Chile y ahora aparece en Argentina, la famosa Córdoba, dirigiendo el montaje de La piel en llamas de Guillem Clua, joven y ya famoso dramaturgo catalán.
Por el MD del twitter nos contó:
¿Qué hace en Córdoba?
Soy invitado de Diego Balaguer y su grupo; no debemos olvidar que Diego fue un antiguo miembro de Rajatabla y hace unos años visitó Caracas y vio el montaje que yo mostré. Le causó muy buena impresión y me dijo que le encantaría montarla en Argentina. Unos años después cumplió su palabra. Y por eso estoy aquí, ciudad donde Carlos Giménez terminó de formarse antes de viajar a Venezuela, en los años 70, para fundar al grupo Rajatabla y hacer toda esa tormenta creativa que alteró la ruta del teatro venezolano, como tú los has escrito o reseñado, como es cierto que ocurrió.
¿Por qué esa pieza?
La piel en llamas para mi es una obra que me genera un profundo nexo emocional. Conozco y admiro a Guillem Clua, su dramaturgo, y fue la primera obra que dirigí con el grupo Rajatabla, durante mi pasantía por esa institución, y creo que es muy vigente, al tener un relato tan fuerte sobre los abusos de poder de los gobiernos.
¿Cómo van los ensayos?
Los ensayos en Córdoba han sido un placer. En cierta forma es reencontrarme con la estética de Rajatabla. Tengo el honor de trabajar con Rafael Reyeros, amigo y escenógrafo de Carlos Giménez, y Cristina Morini, quienes fueron colaboradores muy cercanos de Gimenez. La musicalización la vuelve a hacer desde Venezuela el querido Eduardo Bolívar, con quien he trabajado en reiteradas ocasiones y con Diego, que fue actor del grupo hasta mediados de los 90. Córdoba me ha recibido con mucha generosidad y se ha convertido de manera inmediata en un proceso de creación intenso (solo contamos con tres semanas de trabajo) y con un alto grado de entrega de parte de los involucrados.
¿Cuándo será el estreno y cuál es el elenco?
El avant premiere será el día 8 de noviembre, o sea este jueves, en la Sala Documenta Escénicas, un espacio maravilloso que queda en la calle Lima 364, en todo el centro de Córdoba. El elenco está integrada por Mariana Bonadero, Natalia Sara, Francisco Bruzzone y Diego Balaguer. La asistencia de dirección es de Carolina Godoy.
¿Qué le vieron a la pieza de Clua?
Creo que su vigencia. La increíble estructura dramática de Clua. Eso sumado a la propuesta estética que trae Reyeros, hace que el montaje sea algo divino, a nivel integral.Es una lastima que Caracas te tenga atado,metafóricamente.
¿Sería el comienzo de tú mudanza a la nación argentina?
Bueno, he estrechado muchos lazos con Argentina, me han tratado muy bien. Esta es mi tercera vez mostrando mi trabajo. Fui invitado a las últimas dos ediciones del Festival Internacional de Teatro Breve, pero tengo muchas cosas pendientes en Chile, que es mi residencia actual. En diciembre estreno un ciclo de obras británicas, en Santiago, el cual es mi siguiente proyecto teatral. Trabajar es mi horizonte, hasta ahora.
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Tres espectáculos de la CNT en la Filven 2018
El teatro presente en la feria cultural de la plaza Bolívar. |
Durante la 14ª edición de la Feria Internacional del Libro de Venezuela – Filven 2018 se llevará a cabo una serie de presentaciones musicales, dancísticas y teatrales en la tarima principal dispuesta en la plaza Bolívar de Caracas, del 8 al 18 de noviembre.
Como parte del cierre de las más de 50 actividades diarias programadas, de 6:00 a 7:00 pm, el público podrá acercarse al lugar para disfrutar de conciertos con cantores nacionales e internacionales, cuerpos de baile pertenecientes a la Compañía Nacional de Danza (CND) y obras de teatro producidas por la Compañía Nacional de Teatro (CNT).
Con tres sendos espectáculos se presenta la Compañía Nacional de Teatro en la sección lúdica de la 14 Feria Internacional del Libro, la cual se realiza hasta el 18 de noviembre, en la zona central de Caracas.
Es por eso que ahí se podrán ponderar como fueron los amores de Manuelita Sáenz y Simón Bolívar gracias al unipersonal Las cartas de Manuela, con la actriz Adriana Bustamante y bajo la dirección de Rufino Orta. La primera función, será este viernes 9, a la 1PM, en el local Chocolate con cariño, en las inmediaciones de la plaza Bolívar.
La versión no convencional del sainete El rompimiento de Rafael Guinand, lograda por Arturo Santoyo, se presenta en la redoma de la plaza Bolívar, a las 6 pm, este domingo 11.
Y la CNT cierra sus presentaciones con Baño de damas, de Rodolfo Santana, dirigida por Aníbal Grunn, en el teatro Principal, el sábado1 7, a la 6PM.
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