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Channel: EL ESPECTADOR venezolano
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Rocambolesco robo en la oscura noche

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María Tellis.

Culminó a sala llena la primera temporada de Oscuro, de noche, estremecedor melodrama de Pablo García Gámez, que se presentó del 27 de septiembre hasta el 4 de noviembre en el teatro Alberto de Paz y Mateos. Esta producción, depurada creación de Carlos Arroyo para la Compañía Nacional de Teatro y su elenco estable, fue programada inicialmente para 24 funciones pero un robo imprevisto, característico del teatro del absurdo o de la comedia del arte, paralizó momentáneamente la temporada y no se hicieron tres funciones de las ocho de las dos semanas finales, porque además renunciaron dos intérpretes.
 Gracias a un duende o un terrenal personaje, algunos diríamos que seguramente lo enviaron Federico García Lorca o Isaac Chocron, a su vez instigados por el legendario Tespis o el mismo Alberto de Paz y Mateos, se deshizo el sórdido maleficio: aparecieron y fueron devueltos los 100 dólares que se habían fugado de la billetera del actor-protagonista y con la colaboración, super profesional, de los sustitutos Ludwing Pineda y Arturo Santoyo, se reanudó la temporada y todo culminó con gran nivel profesional. El teatro, una vez más, conjuró al crimen.
La vindicta pública, o sea los mismos comediantes del montaje, quienes conocen a los interpretes de tan estremecedor y   grotesco miniteatro, seguramente se lo callaran o lo repetirán por todos los vericuetos del teatro, que son muchos, ayudados además por las redes sociales y el fantástico Facebook.
No hubo, por supuesto denuncias ante las autoridades, pero todos los saben ahora y hasta algunos lo escenifican en la intimidad, recordando, cual áspera moraleja, que al ladrón lo hace la ocasión y advirtiendo que jamás se deben cargar joyas ni billetes exóticos y dejarlos a la vista en los camerinos para tentar a los cacos que siempre pululan, quienes también se llevan los celulares inteligentes.  
Ese fue un no deseado colofón -donde la realidad copió otra vez al teatro- para la temporada, cuya última representación   aplaudimos a rabiar y con un tanto de dolor por muchas de las razones ya expuestas.
TEATRO Y REALIDAD
Hay que recordar, pues, que el teatro venezolano del siglo XXI tiene ya otro dramaturgo comprobado desde el escenario  con  ese Oscuro, de noche de Pablo García Gámez (Caracas, 22 de septiembre de 1961), cuya saga en ocasiones terminó siendo una glosa más de la historia social, política y económica de este país que lo hace posible.
Contar el texto teatral que se representó -y tuvo hasta ese robo consumado y después frustrado- no es lo adecuado, porque debe el espectador escucharlo y ver su interpretación escénica, para asimilarlo y esperar que se dé la indispensable catarsis. No obstante podemos advertirle al lector de estas líneas que se trata de un drama -donde además hay una peculiar “música urbana contemporánea”, más dirigida a los sentidos que a la razón- sobre la conocida y bastante sufrida violencia urbana, que no es exclusiva de Caracas.
Ahí, en la tarde noche de un viernes, Kenny Barrios (25 años) fue asaltado y muerto para robarle su recién adquirida motocicleta. Sus padres, Cristóbal y Zenobia, se enteran de la macabra noticia y comienzan a luchar contra las imágenes negativas que brotaron sobre su unigénito. Ellos hacen lo posible para cumplir con los rituales funerarios, pero encuentran una kafkiana serie de obstáculos burocráticos, mientras que la preguntona abuela paterna, Mercedes, que está seriamente enferma, agudiza la crisis familiar. Los medios de comunicación mencionan que la víctima tenía actividades ilegales, al tiempo que el   proceso en la morgue dura más de lo debido y en las funerarias se niegan a velar el cadáver. Sus deudos tratan de resolver cada problema en la marcha, buscando encontrar una paz que no llega.  Mientras tanto, tres testigos cuentan sus versiones sobre ese crimen y   se niegan a compartirlas con las autoridades.  Y como el héroe tenía una amada, Lucía, ella narra cómo fueron sus amores. El final, además del prólogo, actuado por un payaso sirve para reiterar que es una historia de la vida real, a la que todo el mundo le tiene miedo porque le puede pasar a cualquiera. No hay moraleja ni tampoco mensaje, solo una advertencia: que lo dice todo en su título: Oscuro, de noche.
Y aquí cabe dejar constancia que el texto de García Gámez carece de las tradicionales didascalias y la común estructura general de una introducción, la exposición, el clímax y un desenlace; solo unas líneas semiperdidas en 30 apretadas páginas, destinadas a plasmar un obra de un largo acto único y 32 fragmentos para ser ubicables en el tiempo y el tiempo circulares. La modernidad reclama la suyo, pero al final lo clásico emerge, está ahí.
Es, pues, un texto no convencional donde García Gámez apunta a la médula de la esfera privada de la familia de Kenny que ha sido desequilibrada o herida.  El detonante es el hecho que le ocurre al Kenny y lo que importaba era ver qué pasaba en el mundo de Zenobia y Cristóbal, ver Lucía  lanzando sus románticas líneas desde la lira circense  y las locuras de la anciana Mercedes, cual abuela lorquiana.   Mucho trabajo en escaso tiempo para el trabajo global.
Así lo entendieron el director Arroyo y su elenco de más de 13 actores que durante dos meses lucharon para darle vida escénica o teatral. Y nosotros estuvimos ahí, cual “mirones de palo”, presenciando esa lucha contra tiempos, verbos y espacios físicos donde se desarrollaban las acciones preñadas de emociones y lágrimas. Una experiencia que nos dejó mucha enseñanza sobre el arte de la dirección y la actuación.  
Diremos que valió la pena acompañar ese proceso, el cual terminó siendo también nuestro de tanto leer y releer cada línea y poder así lograr ponderar las pugnas de cada actor con sus personajes, cuyas historias inventaron ellos. No se puede ni se debe hacer crítica desde la comodidad de una butaca.
Mención especial merece el director Arroyo que se fabricó su monumental y piramidal cerro caraqueño, para asimilarlo y ahí enclavar la casa de Kenny, a los vecinos curiosos, la morgue, la funeraria y el cementerio, todos definidos en sus espacios y con sus atmósferas temporales necesarias, además de una atmósfera general impactante. No sé si debo escribirlo, pero nos recordó a ciertos montajes espectaculares que hiciera Carlos Giménez en los años 80 y los 90, especialmente por el desafío a las reglas mismas del teatro y porque se buscó una especie de encuadre de imagen para esa cámara cinematográfica que todos llevamos en nuestros ojos, aunado al uso inolvidable de la iluminación. Y el director hizo lo suyo: ordenar o reordenar según las necesidades de la anécdota general. Una discreta, respetuosa y contundente versión escénica, tarea compleja por el compromiso que genera.
Dicho, de otra manera, en Oscuro, de noche, los actores, con mínimas excepciones, cumplieron perfectamente con las exigencias de un montaje didáctico o aleccionador y un tanto lúdico ante las características mismas del texto, ya que se trata de un circo que vaga por llanuras o montañas venezolanas.
ELENCO
Hay que dejar constancia  que ahí participaron los integrantes del elenco estable de la CNT: Francis Rueda, Adriana Bustamante, Luis Domingo González, Gustavo Rengel, Ariana León, Dora Farias, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Kala Fuenmayor, Adrián Jiménez, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Tellis, María Brito, Andy Pérez, Vito Lonardo y Jorge Canelón. La música es, sin duda alguna, un creativo ensamble y el vestuario es de la CNT.




Vladimir Vera incendia la piel argentina

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El teatro todavía permite pensar en libertad.

Vladimir Vera (Caracas, 1978), quien fuera director artístico del grupo Rajatabla, está en Chile y ahora aparece en Argentina, en la famosa ciudad universitaria de Córdoba, dirigiendo el montaje de La piel en llamas de Guillem Clua, joven y ya famoso dramaturgo catalán.
Por el MD del twitter nos contó:
¿Qué hace en Córdoba?
Soy invitado de Diego Balaguer y su grupo; no debemos olvidar que Diego fue un antiguo miembro de Rajatabla y hace unos años visitó Caracas y vio el montaje que yo mostré. Le causó muy buena impresión y me dijo que le encantaría montarla en Argentina. Unos años después cumplió su palabra. Y por eso estoy aquí, ciudad donde Carlos Giménez terminó de formarse antes de viajar a Venezuela, en los años 70, para fundar al grupo Rajatabla y hacer toda esa tormenta creativa que alteró la ruta del teatro venezolano, como tú los has escrito o reseñado.
¿Por qué esa pieza?
La piel en llamaspara mi es una obra que me genera un profundo nexo emocional. Conozco y admiro a Guillem Clua, su dramaturgo, y fue la primera obra que dirigí con el grupo Rajatabla, durante mi pasantía por esa institución, y creo que es muy vigente, al tener un relato tan fuerte sobre los abusos de poder de los gobiernos.
¿Cómo van los ensayos?
 Los ensayos en Córdoba han sido un placer. En cierta forma es reencontrarme con la estética de Rajatabla. Tengo el honor de trabajar con Rafael Reyeros, amigo y escenógrafo de Carlos Giménez, y Cristina Morini, quienes fueron colaboradores muy cercanos de Gimenez. La musicalización la vuelve a hacer desde Venezuela el querido Eduardo Bolivar, con el que he trabajado en reiteradas ocasiones y con Diego, que fue actor del grupo hasta mediados de los 90. Córdoba me ha recibido con mucha generosidad y se ha convertido de manera inmediata en un proceso de creación intenso (solo contamos con tres semanas de trabajo) y con un alto grado de entrega de parte de los involucrados.
 ¿Cuándo será el estreno y cuál es el elenco?
El avant premiere fue el día 8 de noviembre, o sea este pasado jueves, en la Sala Documenta Escénicas, un espacio maravilloso que queda en la calle Lima 364, en todo el centro de Córdoba. El elenco está integrada por Mariana Bonadero, Natalia Sara, Francisco Bruzzone y Diego Balaguer. La asistencia de dirección es de Carolina Godoy.
¿Qué le vieron a la pieza de Clua?
Creo que su vigencia. La increíble estructura dramática de Clua. Eso sumado a la propuesta estética que trae Reyeros, hace que el montaje sea algo divino, a nivel integral.
¿Sería el comienzo de su mudanza a la nación argentina?
Bueno, he estrechado muchos lazos con Argentina, me han tratado. Esta es mi tercera vez mostrando mi trabajo. Fui invitado a las últimas dos ediciones del Festival Internacional de Teatro Breve, pero tengo muchas cosas pendientes en Chile, que es mi residencia actual. En diciembre estreno un ciclo de obras británicas, en Santiago, que es mi siguiente proyecto teatral. Trabajar es mi horizonte, hasta ahora.
¿Cuánto tiempo lleva en Chile y cuanto espera estar ahí?
Arribe a ese generoso país del sur a mediados de marzo del 2016 Estoy tratando de buscar un nuevo asidero para mi búsqueda creativa y he sentido que se me han abierto muchas puertas en Chile. Espero estar el tiempo necesario, aunque es muy fácil enamorarse de esta tierra. Espero hacer mucho por acá, si esta ciudad, Santiago de Chile, me lo permite. Por ahora, grabé con el apoyo de Trampa Films mi primer cortometraje chileno, que se tituló Casting, contando con el apoyo de unos de los directores de fotografía más potentes de Chile: Valentín Atias y la productora Tamara Dupre.
¿Y su balance de lo realizado en Venezuela cuál es?
Hay experiencias que he optado por olvidar, como otras que atesoraré de por vida. Llevar por dos años la dirección artística de Rajatabla, es por ejemplo algo que siempre agradeceré. Según la historia teatral, en tiempos de crisis es cuando surgen las obras más importantes de un país. Veremos si es así. Algo que también me nutrió como creador es la maravillosa oportunidad de haber formado a muchos jóvenes que poseen un increíble talento, un talento y una disciplina que me hace pensar que si hay esperanzas en esta nueva generación.
¿Se ha llevado obras venezolanas para montar?
Siempre tengo en mente a los grandes dramaturgos, no solo a los venezolanos, sino a los de cualquier parte del orbe. Pero hay textos maravillosos de Gustavo Ott, de Xiomara Moreno, de Elio Palencia, de Néstor Caballero, de Gennys Perez; que recorren de manera constante mi imaginario.
¿Satisfecho de su experiencia en Caracas?
Es un ciclo. No sé si está cerrado, pero por lo menos está en pausa. Satisfecho de trabajar con los excelentes profesionales que me topé en el camino. Satisfecho de la entrega en el arte de muchos. Insatisfecho con la mala vida que lleva el artista y el escaso apoyo. Insatisfecho con lo difícil que es desarrollar o investigar estéticas contemporáneas en un país que se ha cerrado a las influencias más modernas de la creación universal. Pero el talento de los jóvenes, es allí donde veo una luz en medio de la penumbra.



Baño se damas inaugura Festival de Teatro de Occidente

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Otra vez la Compañía Regional de Portuguesa cumple  con su audiencia.
El Festival de Teatro de Occidente llega a sus 36 años de existencia y se realizará del martes 20 al sábado 24 de noviembre, en Guanare, estado Portuguesa.
En esta oportunidad presentará tres espectáculos nacionales: Baño de damas, una producción de la Compañía Nacional de Teatro; Hembras, mitos y café, producciones Jericó Montilla y Para morirnos de otro sueño, creación del Circo Nacional de Venezuela. Y tres montajes regionales: La Nonna, producción de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, Un loco cuerdo en la vía, creación de La Casita Teatro y El extraño del frente, coproducción de la CRTP con la CNT. Además de una nutrida programación en los 14 municipios y sus comunidades.
Entre los eventos especiales se realizará una exposición de algunas obras del artista plástico Benjamín Arenas y una muestra de instrumentos de cuerdas creados por la Escuela de Lutería del estado Portuguesa.
En esta oportunidad el festival se realiza gracias al patrocinio del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Compañía Nacional de Teatro, IAEM, Gobernación del estado Portuguesa, Instituto de Cultura del estado Portuguesa Mercal, Sistoca, Hotel La Sultana y Posada El remanso del Cabrestero.
Para disfrute de los espectadores al finalizar las funciones habrá una programación especial en el punto de encuentro: La perra que llora. 

El día del Teatro de Venezuela debe ser el 13 de noviembre

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Ya es hora que los teatreros venezolanos festejen verdaderamente su Día Nacional del Teatro y es por eso que hemos recogido la opinión, bien documentada, de un puñado de artistas que solicitan el Poder Ejecutivo ese cambio: que ya no sea el 28 de junio, por un suceso teatral en la Colonia, y que nos vayamos más acá: a los tiempos de Bolívar, nada menos, cuando el expidió un decreto que debemos tomar ahora como base para nuestra exigencias.
Que las palabras ajenas plasmadas en este documento lo explique todo:
Hasta el momento, el Día Nacional del Teatro, vigente hasta que lo deroguen, fue establecido por el decreto 2.706, publicado en la Gaceta Oficial No. 31.509 del 15 de junio de 1978 y suscrito por el presidente Carlos Andrés Pérez.
Para establecer la efeméride se tomó en cuenta, que el 28 de junio era la fecha con data más antigua que se conocía sobre el teatro venezolano, de acuerdo a un acta que se conserva en el archivo del Concejo de Caracas, con esa fecha del 1600. Posteriormente, al decreto de Pérez surgieron calificadas voces que cuestionaron con fundamentos documentales la declaratoria en cuestión, en tanto hay otras fechas anteriores en los anales de la historia del arte teatral. El documento más antiguo relacionado con la historia del teatro se remonta al 9 de mayo de 1595, cuando al mayordomo de Caracas le ordenaron que tuviera en cuenta que se hiciera “algún regocijo de alguna danza y comedia para este año el día del Corpus Cristi y gaste lo que fuere necesario”. De acuerdo a lo anterior, queda clara la inconsistencia del 28 de junio de 1600 como la fecha más antigua referida al teatro que podemos encontrar en la historia. Más recientemente surgió un cuestionamiento conceptual e ideológico: en el año 1600 no se representaba teatro venezolano propiamente dicho, sino más bien el que hacían los conquistadores españoles; cabe la pregunta: ¿Cómo celebrar el teatro venezolano, con base en una fecha referida a la cultura y la escena que impusieron los europeos? Es, a inicios del siglo XIX, luego de la Independencia y el advenimiento de la República, cuando se puede hablar de un teatro venezolano como tal, una vez surgen los primeros autores y dramas escritos en el país. Con el cambio del Día Nacional del Teatro se estaría resarciendo un error histórico, a la vez que haciendo justicia a los trabajadores de la escena y la intención bolivariana de que nuestros valores culturales sean correspondientes con la justicia histórica y la identidad nacional.
En relación con lo anterior se propone cambiar la celebración del Día Nacional del Teatro para el 13 de noviembre, fecha en la cual, en el año de 1828, el Libertador firmó el decreto para la construcción de un teatro en Caracas, el cual trascribimos a continuación:

 Simon Bolivar Presidente 
Considerando 
1) Que la construcción de casas de coliseo contribuyen al ornato de las ciudades. 
2) Y que los establecimientos bien dirigidos influyen en las reformas de las costumbres, pues pueden darse en ellos sanas lecciones de moral, teniendo presente la solicitud que por conducto del Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela, me ha dirigido José María Ponce y Ambrosio Cardozo, reducida a pedir algunos privilegios para llevar a efecto la obra de un coliseo en la ciudad de Caracas, 
DECRETO:
Artículo primero: se concede a José María Ponce y Ambrosio Cardozo, el permiso que solicitaron para formar un teatro en Caracas, en el mismo sitio en que los años anteriores se han representado personalmente algunas piezas dramáticas.
Artículo segundo: los empresarios de esta obra gozarán de un privilegio exclusivo para dar al público esta clase de diversiones por el término de 15 años que se contarán desde el día en que se abra el coliseo. 
Artículo tercero: Se concede también a los mismos empresarios la gracia de que no paguen en los dos primeros años derechos ni contribución alguna para las representaciones que dieren al público; pero pasados esos dichos dos años contribuirán en cada uno de los posteriores para los hospitales de caridad con el producto integro de una diversión.
El Ministro Secretario de Estado en el Departamento del Interior queda encargado de la ejecución de este decreto.
Dado en Bogotá, 13 de noviembre de 1828
Simón Bolívar


EL MUTIS DE JOHN LANGE

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El diseño gráfico, proveniente de la larga noche del Paleolítico, tiene una característica o peculiaridad que el arte no posee. Debe comunicar contenidos, mientras que el artista pinta por una necesidad interior y porque necesita expresar su punto de vista a través de lo que hace.
Así piensa y lo ha demostrado, durante las últimas seis décadas, un criollo cuya línea paterna desembarcó de Alemania y aquí se unió a la familia de Arturo Michelena, en el siglo XIX, mientras su abuelo materno vino a caballo desde la región andina con la revolución del general Cipriano Castro. Es el diseñador gráfico John Lange Sayago, nacido el 7 de abril de 1930 en una casona de la esquina de Palmita, en la parroquia Santa Teresa. Se transformó en el diseñador gráfico cultural más importante de Venezuela y eso lo pudieron comprobar los incrédulos, que aún quedan, cuando visitaron su monumental exposición antológica en los espacios de la Sala Trasnocho Arte Contacto (TAC), en el Centro Comercial Paseo Las Mercedes.
Para esa muestra John Lange. Reseña de una estética personal fueron seleccionados 334 objetos o íconos –guardaron otro centenar, porque no había más espacio- que puntualizaron su descollar en tres complejas áreas: la producción editorial (libros, catálogos afiches y otros especímenes brotados de las imprentas), la creación escenográfica (centrada en los espectáculos de El Nuevo Grupo) y la labor museográfica (Centro Cultural Consolidado, Museo de Arte Contemporáneo y TAC).
Cuando comenzó -tras abortar sus estudios de arquitectura y después de una década de dominar las técnicas del grabado y la serigrafía, como lo reveló en varias exposiciones- ya existían los diseñadores Nedo y Gerd Leufert, pero a él lo influyó, definitivamente, el italiano Bruno Munari (Milán, 1907-1998), el mismo que en el ocaso de su vida manifestara su preocupación porque el diseño gráfico comenzara en el principio de las cosas, es decir, en la guardería.
Desechó la posibilidad de convertirse en artista del grabado, porque su labor como diseñador lo absorbía y además se metió en los mundos del teatro y la danza, y la museografía. “A uno lo hacen las circunstancias, como fue conocer a Isaac Chocrón y Román Chalbaud y participar así en la fundación de El Nuevo Grupo”, el más sabio y positivo proyecto teatral venezolano del siglo XX. “Cuando comenzamos teníamos siete personas en el patio de butacas y fue progresivamente subiendo. Y de ahí el éxito que tiene el teatro de hoy en dia”.
Cree que lo más importante cuando se trabaja es sentirse satisfecho con lo que se hace, porque si el trabajo significa un sacrificio es el acabose. Hizo, hasta ahora, unos 180 o más libros de arte, 23 museografías, unas 20 escenografías teatrales teatro, una enorme cantidad de portadas, porque participó en la apertura de Monte Ávila y con Alirio Palacios crearon las portadas de las distintas colecciones.
Todo su trabajo tiene una referencia hacia lo cultural, aunque pudo hacer publicidad comercial y de seguro que le habría ido muy bien, pero eso nunca le interesó, porque le pareció que lo que se hacía era engañar a la gente y eso le molestaba. Renunció a todo lo publicitario y se orientó a lo artístico, teniendo la suerte de haber encontrado personas como Francisco de Juan, Hans Neumann, Simón Alberto Consalvi, etcétera. Tuvo el privilegio de relacionarse con una serie de personajes que de alguna manera lo estimularon, lo animaron. Tiene una serie de notas que tomó y de reflexiones que escribió, porque fue docente durante muchos años. ¿Podrá ser su biblia del diseño?
Esta satisfecho plenamente de lo hecho y no se arrepiente. Descarta por ahora el retiro. Sigue trabajando, aunque no como hace años, pero, como decía el maestro Soto: “El impulso va mermando con los años, pero sigo activo”.
La crítica Marta Traba afirmó que el estilo John Lange se caracteriza porque cada diseño es un caso único, donde cada contenido es reducido a una estructura estética.
Sentencia
Es modesto y por eso cree que si no ha dejado una escuela, sí ha formado un grupo de personas cercanas a él, que de alguna manera reflejan su manera de sentir el diseño, o sea que tenga contenido y función social. Hay un grupo, con Pedro Mancilla a la cabeza, Guillermo Salas, Rubén Bresan y otros muchachos y muchachas que han seguido lo que les enseñó. Todos continuaron por ahí y aunque cada uno tiene su propio estilo, conservan algo de esa influencia que el maestro les acentuó. insiste en que el diseño tiene esencialmente la tarea de transmitir contenidos a través de un afiche, de un catálogo, de un libro, de un empaque; por intermedio de cualquier medio impreso, porque su idea final o su razón de existencia es revelar de la manera más clara posible todos lo que encierra. Debe comunicar y en la medida que lo hace de la manera más diáfana posible, cumple su razón de existencia o para lo cual fue creado. Un afiche de Miro contiene la exposición de Miro, porque el que lo ve y lee el texto se entera de todo. ”Si no lo consigues se ha fracaso en el diseño”, es su sentencia.
Ahora descansa en paz.


Promoción en honor a sus padres

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Elio Palencia está a Madrid a donde regresó para recargar sus baterías existenciales, después de haber vivido unos cuantos años difíciles en su patria. Y desde allá pregunta por el teatro venezolano y en especial por el montaje, el segundo, que le hacen a su obra Promoción en honor a sus padres, la cual adelanta temporada en el Celarg, dirigida por Jennifer Morales e interpretada con un elenco de ambiciosos intérpretes, encabezados por Jeizer Ruiz, Verónica León, Wilker Smith, Andrés Moros, Edyson Mata, John Terán y Aquiles Aldazoro; la producción es de Laura Marquina y Natacha Pérez, teniendo a Adriana Bustamante en la dirección actoral.
Esta Promoción en honor a sus padres, que fue estrenada durante la temporada de 2010 por Rufino Orta y producida por Francisco Alfaro, con un elenco de egresados de los talleres de la Fundación Rajatabla, no es otra cosa que una  básica fiesta playera de una hembra y seis varones bachilleres quienes se reúnen para celebrar su graduación colectiva.
 En esa mítica playa de la costa venezolana, ahora en el crucial 2018, son siete los jóvenes “con la vida por delante”, recién graduados de bachilleres en la Unidad Educativa “Símbolos Patrios” de Río Guarura, municipio Guaricongo, quienes se reúnen para celebrar una irónica, por no decir loca, fiesta donde se dejan colar conflictos que rozan temas como la apatía, el machismo, la competitividad, los prejuicios sobre el aborto y la homosexualidad, así como las esperanzas secuestradas por una frustración heredada de sus mayores,  permitiendo así que afloren sus ambiciones momentáneas y también las futuras que han de vivir.
Y hay, por supuesto, personajes que dicen, sin vacilar y con estremecedor convencimiento, que “vivimos en una sociedad dondenos multiplicándonos devotamente, entre tambor y tambor gracias a la felicidad del pobre. Fermentando desesperanza, envidia y resentimiento, frustraciones”.
Elio (Caracas, 1963) escribió este texto, el cual se estará mostrando hasta el 25 de noviembre (sábados y domingos a las 4PM), para seguir dando rienda suelta a sus fantasmas, preocupaciones e incógnitas, tanto intimas como colectivas, que puedan ser expresadas estéticamente en el teatro y compartidas con otros creadores y con el público; para continuar jugando en serio a través de la escena y, por supuesto, ofrecer ese acto lúdico al imaginario de los demás.
 Ha dicho que “mi texto surge de muchas imágenes que tienen que ver con la juventud, con toda  esa energía y esa vitalidad esperanzadora que se destilan en nuestra esquinas así como de las inquietudes  que me generan en cuanto a la autoconciencia, aprovechamiento de oportunidades y la dificultad para asir referencias a recurrencias no necesariamente halagüeñas o autocomplacientes. De alguna manera, mi pieza  se imbrica con  en las visiones de otros venezolanos que han tenido esas inquietudes, desde la novela Reinaldo Solar de Rómulo Gallegos hasta Cuando quiero llorar no lloro de Miguel Otero Silva o Campeones de Guillermo Meneses. A mí me gusta indagar en nuestra gente desde lo hermoso, pero también desde lo terrible, más que para da respuestas, para compartir preguntas”.
Vimos en dos ocasiones este montaje de la temporada 2018 porque queríamos valorar más las actuaciones, que es lo notable e importante por la presencia de una nueva generación, cuyas edades promedio no superan los 25 años. Son gente ambiciosa y con innegable talento. Así lo notamos y aquí quisiéramos exaltar a cada uno de sus personajes.
La dirección fue severa, pero dejó a los comediantes que aportaran, que jugaran con sus nada fáciles entes escénicos, como es el caso de Verónica y su Oneida (19 años) ante el aborto que se provoca con un gancho para colgar ropa y Andrés que desarrolla al complejo Tista (22 años), quienes  se arriesgaron hasta el límite, para nombrar a estos dos comediantes,  por ser muy críticas sus situaciones: la muchacha que decide abortar porque no puede desarrollar una preñes  y al gay que no se asumía públicamente y se dedicaba a cuestionar a los demás compañeros, especialmente a uno que lo encontró en plena faena con un alemán erotómano y drogomano. Al final: todos lo sabían, pero no lo comentaban, por el silencio que impone la amistad, casi siempre. Los trabajos escénicos de los otros muchachos son más que satisfactorios. Todos le dan una calidad digna de gran aplauso al espectáculo gracias a sus labores escénicas.
Ya perdimos la cuenta de los montajes recientes que le hemos visto a la joven directora Jennifer Morales, pero este que ha logrado con Promoción en honor a sus padres nos atrapó porque logra recrear una playa con su pedazo de mar para que sus siete muchachos vivieran o sufrieran su presente y hasta soñaran con el futuro posible. Las atmósferas logradas son patéticas y se obtienen por el verismo y la entrega de los comediantes, tarea nada fácil. Hay, pues, una directora con imaginación y con manos severas para guiar a sus actores y actrices. Buena suerte en el largo viaje que ya transitan.

El pequeño poni advierte al bullying escolar

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 Un teatro que copia a la vida

Un informe de la Unicef encendió las alarmas en los hogares y escuelas de todo el mundo al revelar que la mitad de los estudiantes de 13 a 15 años de ese universo (150 millones) dice haber sufrido algún tipo de violencia de sus compañeros de la escuela o en su entorno, eso que se conoce como bullying, fue difundido por la agencia EFE, el 6 de septiembre de 2018, en el diario catalán El periódico.
Según ese documento, titulado Una lección diaria #STOPViolencia infantil en las escuelas,el acoso y las peleas físicas interrumpen la educación normal de 150 millones de niños de entre 13 y 15 años a nivel global. El informe indica que esa violencia entre iguales, cuyo indicador es el número de niños que dicen haber sufrido acoso o haber participado en una pelea física en el último año, es algo generalizado en la educación de los niños en todo el mundo. Esta realidad afecta el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes, tanto en países pobres como ricos, según Unicef.
 "La educación es clave para la construcción de sociedades pacíficas y, sin embargo, para millones de niños alrededor del mundo la escuela no es un lugar seguro", lamentó Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef. Para Fore, "cada día, muchos estudiantes, ya sea en persona o en internet, se enfrentan a una serie de peligros, desde peleas, presión para que formen parte de pandillas o intimidación a formas de disciplina violentas, acoso sexual o violencia armada. Estas situaciones afectan su aprendizaje en el corto plazo, y a la larga pueden provocarles depresión, ansiedad y hasta llevarlos al suicidio. La violencia es una lección inolvidable que ningún niño debería de aprender", advierte.
Incluimos en esta reseña una información tan especializada para advertirle a los lectores que actualmente se presenta en Espacio Plural de El Trasnocho Cultural el excelente espectáculo teatral El pequeño poni de Paco Bezerra (Francisco Jesús Becerra Rodríguez, Almería, 1978)  centrado precisamente en el bullying o violencia escolar, gracias a la producción profesional adelantada por el Grupo Teatral Skena, donde participan, convincentemente, los actores Juan Carlos Ogando y Ana Freitas, bajo la correcta y precisa dirección de Daniel Dannery, en funciones los viernes a las 5:00 pm y sábados y domingos a las 4:00 pm, donde se mantendrá hasta el 16 de diciembre.
¿Y cómo el temible bullying se hizo parte del teatro mundial actual y llega a Venezuela? Paciencia, El pequeño poni no es otro montaje del mal llamado “teatro comercial”. No, es una catedra, muy didáctica, sobre lo que la pasó a un niño de 10 años, Luismi, que es fanático de los dibujos de la serie de cine y televisión My Little Pony lanzada al mercado mundial desde los años 80, en Estados Unidos. Con esta pieza teatral, basada pues en hechos reales, como los que registra el documento de la Unicef, se reitera una vez más que la realidad nutre el teatro y que este, como creación didáctica que es, lo utiliza para educar y además entretener, en el caso de la producción venezolana es artísticamente perfecto y además impactante por las actuaciones de Ogando y Freitas.
Con El pequeño poni el teatro venezolano insiste en usar la teatralidad realista para sus espectáculos y en este caso utilizan una sobria mesa de comedor, con dos sillas, un sofá de un puesto y una pantalla para un video con la imagen de Luismi que va cambiando a medida que avanzan las acciones escénicas y lo puntualiza el texto de los padres de Luismi, Jaime e Irene. Se siente y se ve una atmósfera sobria que apuntala el texto y las acciones teatrales. Buena dirección ahí detectable.
 En El pequeño poni, ha comentado Ogando, se reitera que Luismi lleva a su colegio un pequeño maletín adornado con los dibujos de My Little Pony y desencadena una inusitado acoso escolar o bullying un hostigamiento escolar, matonaje escolar o maltrato escolar, que no es otra cosa que el maltrato físico, psicológico, verbal o física de forma reiterada en las aulas y temas espacios de la escuela. Dicho en criollo es un chalequeo más. Pero centrado en los varones y las hembras menores de 18 años, por ahora,   pero eso también sucede en los adultos y se torna en algo más grave y hasta peligroso.
Se trata, pues, como han reiterado los artistas venezolanos que hacen posiblemente El pequeño poni, de una problemática que afecta a muchas familias del mundo occidental donde Venezuela no está excluida, además, como lo podrán constatar los espectadores caraqueños por ahora.Con la pieza se busca hacer un llamado, no de manera pedagógica, de atención a los espectadores acerca del tema del bullying y muy por debajo los temas de identidad sexual, que pueden ser en muchos casos el causante principal de las burlas”. 
Pero hay que reiterar que El pequeño poni no es una obra infantil y su mensaje está directamente enviado a los padres que podrán, al finalizar la historia, tomar sus propias conclusiones acerca del tema. Esta obra, escrita y montada en 2016 ha dado la vuelta al mundo, montándose en otros países como: Chipre, Alemania, Argentina, Grecia, Uruguay, China e Inglaterra, lo cual demuestra el poder que tiene esta temática en la sociedad mundial, de la cual ni un solo rincón se escapa.
REALIDAD HECHA FICCIÓN
El pequeño poni no es producto de la ficción, es una cruda realidad teatral construida por Paco Bezerra y el director Luis Luque, para mostrarla durante la temporada española de 2016. Se trata, pues, de Luismi, que es un niño de carne y hueso, que si existe y tiene, desgraciadamente, muchísimos otros nombres. Y, en concreto, dos: Como registra, la agencia EFE, en Carolina del Norte, Estados Unidos, hace apenas tres años, Grayson Bruce, también de nueve años, no pudo entrar a su escuela después de sufrir ataques físicos y verbales repetidos por parte de sus compañeros por llevar una mochila de esta serie de televisión. La dirección del centro lo consideró "detonante de acoso" y acusó al pequeño de "disrupción en el aula". Un mes antes, otro chico de 11 años llamado Michael Morones sufrió un episodio similar por seguir estos dibujos. Intentó suicidarse y hoy sufre daños cerebrales irreversibles por la falta de oxígeno.” Sin quererlo, la serie My Little Pony se ha convertido en uno de los mayores símbolos de la lucha contra el bullying a nivel mundial”.
Paco Bezerra leyó las historias de estos dos muchachos y no se quedó en un mero titular de periódico. Se reunió con el director Luis Luque y parieron un texto tan descarnado y real como imprescindible en una sociedad que necesita profundizar mucho más en la lucha contra el acoso escolarEl pequeño poni, es un retrato sensato y necesario sobre el miedo, la soledad, la inseguridad y eso denominado la 'dictadura de la mayoría'.
Como lo han acentuado los críticos y periodistas españolas, lo interesante de la obra creada por Bezerra y Luque es que se aborda el acoso escolar desde el ámbito familiar. ¿Cómo afrontan los padres una situación tan terrible? "Creo que donde teníamos que ir es al micromundo familiar, que es donde se generan los dioses y los monstruos. En este caso queríamos contar la historia a través de las voces de los padres", analiza el director español de El pequeño poni, por momentos tan cruda y dolorosa como incómoda en nuestro fuero interno, enfrenta a la madre de Luismi (quien está presente sin aparecer en toda la función), que quiere a toda costa protegerle y justifica esa mayoría y 'lo normal', y a su padre, más visceral y beligerante aunque se le acaba yendo de las manos. Pero en el fondo todo estriba en un planteamiento tan sencillo como poderoso: aceptar al diferente".

"Baño de damas" cierra temporada 2018 de la CNT

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Un texto muy actualizado, el cual se presentó en varias capitales del interior del país.

 No ha sido fácil para  todos los artistas criollos hacer su teatro por múltiples razones, pero quienes sí lograron conciliar el talento con el capital y el indispensable talento creativo sí pueden ir haciendo sus justos balances,  tal es el caso de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), la cual escenificó varios textos de autores venezolanos, tal es el caso de Baño de damas, emblemática pieza de Rodolfo Santana la cual ahora cierra la temporada 2018,en la sala Alberto de Paz y Mateos, con ocho funciones del 6 al 16 de diciembre, de jueves a domingo, a las 4PM.
BREVE HISTORIA
A 31 años del estreno de Baño de damas en la sala Anna Julia Rojas, del otrora Ateneo de Caracas, logrado con gran éxito de público por el creativo y “guerrero” Ibrahim Guerra, y a cinco lustros de la huida del fundador y líder estético del grupo Rajatabla, Carlos Gimenez, el director Aníbal Grunn realizó una ejemplar versión escénica del célebre texto de  Santana e hizo  una bonita temporada en el teatro Alberto de Paz y Mateos como parte de  la programación 2018 de la Compañía Nacional de Teatro, institución productora que ahora  comanda Carlos Arroyo.
Para este montaje de Baño de damas, el tercero que se logra después de que también la presentara Gerardo Blanco en la otrora sala ateneísta durante la temporada 2002, el vestuario y la escenografía son creación de Hector Becerra y participa un sólido elenco de profesionales integrado por Aura Rivas, Jean Manuel Pérez, Citlaly Godoy, María Brito, Dora Farías, Livia Méndez, Marcela Lunar, Marxlenin Cipriani, Francis Rueda, Kala Fuenmayor, Verónica Arellano, Randimar Guevara y Gustavo Meléndez, todos iluminados por el sociólogo Alfredo Caldera.
Para este montaje que  se ambienta en el supuesto foyer del lujoso baño de una discoteca caraqueña y que  está en el otrora  gran “portaaviones” de El Nuevo Grupo,  el director Grunn desechó el  brutal hiperrealismo propuesto por Santana, ya que no quería ni las pocetas ni los lavamanos de los baños tradicionales, y se entregó al estudio y revisión, además de discretas podas, del texto original; porque quería trabajar sobre las historias de las mujeres venezolanas ahí representadas, con ese “mundo maravilloso, complejo y tan actual”.
Cuando descubrió el verdadero conflicto de la que sería su versión, ambientado en un local de la Caracas contemporánea, se dio cuenta de lo que pedía Santana, hacia donde apuntaba sus baterías. Se trataba de una obra coral, donde todas se unen para enfrentar su gran conflicto: el machismo. Y todo el elenco aceptó que se trataba de hacer una comedia no solo para que el público la pasara bien, sino que también reflexionara a partir de las 14 historias personales que ahí se iban a plasmar.
De todo ese trabajo de mesa quedó una sinopsis relativamente simple: una mujer, “de pueblo”, cuida los baños y tiene que atender a su nieta de 15, que lleva tres meses de embarazo ,al tiempo que espera por un informe médico sobre su esposo hospitalizado de emergencia; y todo esto se desarrolla, a lo largo de 70 minutos de tiempo real, donde doce mujeres y dos hombres desocupan sus cuerpos y sus almas de todos los conflictos que les acosan: un marido celoso que golpea a su pareja, una parejita de jovencitas consumidoras de drogas y además lesbianas que son recriminadas por una alegre madre que quiere lo mejor para su hija, una actriz de televisión que disfruta de su fama y de la solidez de su cuerpo, un transexual que trabaja como mesonero en ese local y que sueña someterse a una operación  definitiva en Bogotá, un diputado de la Asamblea Nacional que todo lo resuelve a puñetazos y amenaza a quienes se le opongan con un pistolón, y una mujer que planifica abortar para evitarse mayores problemas en su relación con la pareja que tiene. En fin, un mundo femenino, a la venezolana, en su mayoría entregado a la diversión, pero sin olvidarse que la vida continua después de ese noche de jolgorio.
En síntesis, Baño de damas no es una simple comedia para reírse a costillas de los personajes ahí plasmados, pues ahí están los ejemplos básicos de la violencia de género, las prácticas abortivas, los embarazos no deseados ni planificados por no existir una cultura sexual racional, además de otras “perlas”, como la homofobia y la transfobia. Una temática global que hace 30 años era un asunto cotidiano y que ahora en segunda década del siglo XXI no sufrido mayores alteraciones, salvo que la transexualidad ahora es más aceptada y cuenta con mayores y mejores técnicas para la temible RQS, pero las discriminaciones están a flor de piel, a pesar que la CRBV 1990 impera…pero no se aplica totalmente.
MONTAJE 2018
Santana llegó a la elaboración de este texto porque escuchó una grabación de conversación de unas mujeres   en una discoteca caraqueña y de ahí salió un texto ampuloso, que inicialmente duraba dos horas en escena.
El montaje de Grunn es austero, nada de excesos, los personajes entran y salen al foyer, van a los baños, y vuelven a la rumba, mientras que la cuidadora del baño espera el desenlace fatal de su marido, con más de 30 años de matrimonio, y recrimina la liberalidad sexual de su hija. Muestra una cotidianidad casi kafkiana: unos trabajan y sufren mientras que otros se divierten. La realidad siempre será superior a la ficción teatral, por supuesto, otros dirían que vivimos el mito de Sísifo sin saberlo.
Para Grunn, Baño de damas no es solo una obra de mujeres, definitivamente es una obra feminista, donde los valores, debilidades, inseguridades, contradicciones y luchas están presentes en el escenario. Cree que el universo profundo de ellas, las clases sociales, sus miedos y sus aciertos están representadas en la obra y muchas de esas situaciones no están resueltas. Ellas, las mujeres, y los transexuales y las lesbianas viven y cuando entran al baño, se sienten seguras, unidas, acompañadas, fuertes. El sector masculino está mal representado, es brutal y verosímil pero Santana no tuvo tiempo de maquillarlo.
CODA
 El balance de la CNT para este 2018 que está culminando consta además de tres versiones escénicas de El rompimiento de Rafael Guinand,  y los montajes Develario de Rodolfo Porras y Oscuro, de noche de Pablo García Gámez, sobre los cuales hemos escrito con anterioridad.
Un aporte valioso al desarrollo teatral del país por un puñado de artistas profesionales que saben hacer lo suyo. Y se espera que el 2019 sea igual de importante y creativo.


Venezuela presente en el teatro de Pablo García Gámez

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Otro autor que piensa en su país.

Pablo García Gámez no se duerme en los laureles, que en este caso serían los dólares que se gana con su trabajo artístico en Nueva York, donde vive desde hace ya un cuarto de siglo. El estreno y la temporada de premiada pieza Oscuro, de noche, la más reciente producción de la Compañía Nacional de Teatro, lo ha revitalizado ante el público venezolano. Por eso lo entrevistamos.
¿Te hemos notado muy activo en estos días?
He estado activo en teatro, pero no con la intensidad que quisiera.  Después de dirigir Cariaquito Moraoen Nueva Yorky de ver las funciones de Oscuro, de nocheen Caracas, tuve que centrarme en las clases de español que doy en York College (CUNY) y concentrarme con la tesis que debo defender a comienzos de 2019; paso el día dando clases, preparando la lección siguiente, corrigiendo exámenes, tareas.  Fuera de eso, el grupo Harlem 9 publicó 48Hours… in The Bronx, antología de las dos experiencias de esta actividad con autores latinos en la que participé a comienzos de año; escribí Eclipse Total en G.T.s. de 10 minutos en 10 horas para estrenarla al día siguiente de la entrega en Pregones y el Teatro Rodante Puertorriqueño.  Ver la obra publicada fue una grata sorpresa. 
¿Qué nueva obra hay para montar?
Al momento, no tengo nada pautado para realizar en Nueva York.  Siempre digo eso a fin de año y después paso el año metido en varios proyectos a la vez. Los proyectos concretos los tengo en Caracas y en Madrid. Para la escena caraqueña van dos monólogos: Taller de Actuación Espina, con Francis Rueda bajo la dirección de Oscar Acosta, que se estrena en la Sala Experimental del Celarg el 8 de marzo 2019, Día Internacional de la Mujer.  Demás está decirte la contentura que me da ese proyecto porque Oscar es un teatrero que respeto por su talento, saberes y verticalidad; a Francis la admiro hace décadas: es una actriz de inmensas posibilidades que se entrega de lleno a los retos que asume.  Es un trabajo en el que Francis interpreta a una maestra que, al ofrecer una utopía para sobrevivir a la rutina, crea situaciones completamente neuróticas.
El segundo monólogo es Cheily: princesa de Catia, cuyo estreno está pautado en abril 2019.  En él trabaja Annie Ferrer, actriz que conocí hace unos años; Annie vive empecinada en aprender diversos códigos, experimentar en escena y además tiene gran potencial.  La dirección está a cargo de un viejo amigo: Maenys Pérez Rojas, teatrero undergroundcuyas propuestas se orientan por el rigor y el trabajo artesanal para brindar lecturas alternas, lo que redunda en beneficio del sueño Cheily: encontrar su príncipe catire.
 Está el proyecto Juego a ser realizado en Madrid.  La producción está a cargo de Globo Teatro de Luis Garván.  Es un proyecto en el que confluyen grupos migratorios de diversas regiones del mundo y las respuestas que reciben en los espacios donde buscan protección.  A Luis agradezco haberme invitado a participar junto a los autores Pepe Domínguez, César Eduardo Rojas y Alfonso Pindado. Hemos intercambiado borradores y el asunto es ambicioso porque las historias constantemente se cruzan.  La pieza que desarrollo para el proyecto, Busca-la-vida está bastante adelantada.
¿Qué haces en este invierno 2018?
El invierno, además de pasar frío, será para la tesis.  Tengo la energía concentrada en finalizar ese proyecto. 
¿No preguntas por lo que acá se cocina en los escenarios? 
Mira, sigo de cerca lo que por allá se hace.  Escribir implica curiosidad. Cuando puedo, entro a las redes sociales.  Me gusta ver imágenes de los diferentes montajes, hay fotos impactantes.  También reviso los títulos de la cartelera, comentarios, críticas para tener idea de qué se representa y por qué: por qué determinada obra, qué cosas puede sugerir al espectador, qué impacto puede tener en él.  Ello me lleva a tener una idea del país a partir del teatro. Ese país está conmigo.

Teatro tenaz de la mujer

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Maigualida Gamero no ha llegado todavía a los 50 años pero ya es una importante artista activista del teatro venezolano. A ella le preguntamos:
¿Por qué hay pocas mujeres en el teatro venezolano entregadas a la promoción y dirección, entre otras actividades? 
Esta pregunta me parece muy interesante, me recuerda que durante el 2015 viajé a Mérida, Yucatán, México a representar a Venezuela en el I Encuentro de la Mujer en la Escena Latinoamericana, fui la única invitada por Venezuela, y mi ponencia la sacaron en un libro junto a las demás. Allí yo rescato la labor de, por ejemplo, Jorgita Rodríguez, Karla Fermín, Karin Valecillos, entre otras mujeres que damos el 100% con pasión por el arte; pero también digo que lo que se conoce afuera es la obra de los hombres actores, directores, gestores… Pero es el momento de la mujer nuevamente.
¿Qué pasa con la mujer en el teatro venezolano?
En el teatro caraqueño el papel de la mujer se ha visto repotenciado en el área de la producción teatral, así como nuevas directoras y escritoras. Sin embargo, creo que uno de los problemas ha sido el de no poder publicar textos en físico. La difusión se ha hecho mucho más a autores masculinos, según mi punto de vista. Desde la Producción y la Gestión teatral comercial encontramos a Jorgita Rodríguez. En el área pública o del Estado a Ingrid Ross. A Sofía Mirabal, en el área independiente y a Karla Fermín. El teatro desde la mujer caraqueña es un teatro tenaz, guerrero, luchador. Un teatro que lucha por obtener su espacio. Es un trabajo de hormiguita donde hay que ganarse el respeto a punta de perseverancia, es así como particularmente veo y trabajo por este sueño de hacer ciudades más creativas.  Hacer ciudadanos y no solo habitantes de un espacio. Sueño con ciudadanos que vivan y construyan ciudadanía.
¿Hay misoginia en el teatro venezolano?
Yo creo que no. Simplemente pienso que las mismas mujeres debemos darnos la visibilidad que pedimos. Hay muchas mujeres productoras, escritoras diseñadoras y directoras, buenas, creativas, solo que no le hemos dado la difusión necesaria, pero eso es un asunto de cada quien, el de hacerse visible.  Yo no he sentido misoginia cuando he ido a solicitar apoyo para mis eventos, han sido más las veces de actitud abierta, apoyo, que los reveses, aunque sí me han cerrado puertas, pero donde una puerta se cierra... hay otras que se abren.  Y mi agrupación Festea es un ejemplo de ello. Son 15 años dando ese encuentro, el cual que me ha permitido traer grupos foráneos tanto del exterior como del interior. 
¿En cuál de ellas se siente mejor?
Me encanta la planificación de eventos culturales, la creación de escenarios de encuentro, Festea es un ejemplo de ello. Lo que nosotros en Pathmon Producciones llamamos la Gerencia Teatral creativa. La Producción me gusta mucho. La Dirección escénica me tienta siempre y la ejerzo con pasión, la Actuación me permite ejercitarme como decía Artaud "como una atleta de los sentimientos", para conmover. 
¿Qué ha pasado con usted durante este año?
El 2018 me trajo el viajar a Estados Unidos por primera vez. Visitar Miami fue un logro al participar en el Festival del Monólogo Latinoamericano "A una sola voz", organizado por Havanafama Teatro.  Representar a Venezuela con un texto del venezolano Jan Thomas Mora del cual he dirigido algunas de sus obras y actuado en ellas. La obra que llevé fue La Taconera, dirigida por Carlos Del Castillo. Ha sido un reto porque es mi tercer monólogo; también llevé La madre Pasota, de Darío Fo, el cual llevo 14 años haciéndolo.  Lo más significativo fue la autogestión para el viaje, lo hago porque me gusta, me apasiona, pero qué bonito sería que nuestro ente oficial cultural nos diera apoyo a todos los artistas que vayamos a representar al país ese sería un verdadero cambio. A nivel nacional el haber realizado la edición número 15 del Festea fue un esfuerzo titánico en un año sumamente difícil; prácticamente sin dinero; solo con el apoyo de unos cuantos... pero salimos adelante, los participantes siguen apoyando nuestro evento y eso simplemente se agradece. También presentamos nuestro montaje de Federico y Dióscoro, en el Festival de Teatro de Caracas, un texto del español Rubén Buren. Ha sido un año de menos producciones, más de realizar Talleres.Además el 2018 me trajo a nivel escénico y académico ingresar a la Escuela César Rengifo como Docente de Actuación 3, Historia comparada de las artes y Escritura creativa, una nueva etapa en la Escuela en la que me formé como actriz. 
¿Profundizará lo que hay para el año entrante?
Proyecto Festea Escuela continuará con el Festival Teatral de Autor que, como iniciativa de mi agrupación Pathmon Producciones, le dedicamos la pasión por crear sueños para representarlos. Somos una iniciativa particular que recibe apoyos mixtos. Somos un evento de conciliación, de verdadero desarrollo y apoyo a los jóvenes creadores. Por ello el enfoque cambiará...este año ha servido para reflexionar sobre muchas cosas. También pensamos llevar a escena un nuevo texto del español Buren y la planificación de alguna gira internacional. Se vive y se sueña o se sueña y se vive.


Los 9 pioneros del teatro venezolano

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EL INOLVIDABLE ROMEO COSTEA

Dos damas y siete caballeros llegaron a Venezuela entre 1945 y 1976 para apuntalar el desarrollo de su teatro. Nadie puede negar que las artes escénicas tienen una gran deuda con esos nueve pioneros que dieron valiosos aportes para su desarrollo en décadas difíciles por la carencia de mayores estímulos y porque el país aún no había despertado. Hoy los recordamos porque recién falleció Ugo Ulive, el único sobreviviente, pero él, como todos los otros dejaron una huella para siempre en la historia del teatro criollo.
La activa presencia desde mediados de la década de los cuarenta del siglo pasado de los directores y maestros Alberto de Paz y Mateos, Lily Álvarez Sierra, Jesús Gómez Obregón, Juana Sujo, Horacio Peterson y Romeo Costea, y otros tres que recalaron aquí en los sesenta y setenta, determinó, la orientación general del teatro a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y parte de lo que lleva recorrido este siglo XXI.
Su influencia fue decisiva “en casi todas las áreas del quehacer teatral, siendo particularmente productiva en lo referente a la formación para el arte dramático, por cuanto como directores modelaron estilos de puesta en escena más problematizados estéticamente y de mejor acabado formal, introdujeron en el ambiente a numerosos autores extranjeros relevantes de la época y a su vez promovieron nuevos dramaturgos nacionales, al tiempo que formaron actores y actrices, sin quienes no se habría desarrollado nada sobre los diversos escenarios del país”. Así piensa el psicólogo social y crítico de teatro Rubén Monasterios.
Esos nueve pioneros son:
Alberto de Paz y Mateos (Ponferrada, España, 1915/Caracas, 1967). Aventado por la Guerra Civil Española llega en 1945 y funda el Teatro Experimental en el liceo Fermín Toro, donde tuvo como alumnos a Román Chalbaud y Nicolás Curiel, entre otros. Entre 1950 y 1957, se desempeña como director artístico de la Televisora Nacional. En 1959, durante la celebración del I Festival de Teatro de Caracas, compitieron sendas agrupaciones preparadas por él: el Teatro Los Caobos mostró Chúo Gil de Arturo Uslar Pietri y la Federación Venezolana de Teatro presentó Abigail de Andrés Eloy Blanco. Todos sus montajes introdujeron conceptos nuevos con respecto a la escenografía, la iluminación y otros detalles plásticos.
Lily Álvarez Sierra (Chile, 1917/Caracas, 2000). Llega con su esposo Gabriel Martínez en 1948 y se queda además con su compañía para exhibir espectáculos infantiles, especialmente su Alicia en el país de las maravillas, en el Teatro Nacional. Se desplaza a Maracaibo y al Caribe, pero vuelve en 1952 para inaugurar la Televisora Nacional con un teleteatro infantil diario, de lunes a viernes, hasta 1956. En 1958 funda su escuela y de ahí surge la Compañía Juvenil Venezolana, activa y dirigida ahora por sus nietos César Sierra, Natalia y Gabriela Martínez. Decía que el teatro se enseñaba en la escena y por eso sus clases pasaban fácilmente de la teoría a la práctica, aunque predicaba que el teatro infantil no era adecuado para formar actores, ya que hacer buen teatro exigía tener una buena capacitación, pero si era muy adecuado para enseñar al público. Formó a comediantes como Ibrahim Guerra y Carlos Omobono, entre otros.
Jesús Gómez Obregón (México, 1920/1991).Este alumno del mítico maestro Seki Sano es invitado por el Ministerio de Educación para dictar un curso de Capacitación Teatral. Las inscripciones se abrieron el 30 de junio de 1947 y el 15 de julio inició actividades en el Liceo Andrés Bello. El curso se transformó en una escuela estable y productiva, ya que sus alumnos pasaron a ser inductores o auténticos fundadores de movimientos teatrales en diferentes regiones del país, como Eduardo Moreno en Valencia, Carlos Denis en Barquisimeto, Ildemaro Mujica en Mérida, Clemente Izaguirre en Maracaibo. Aquí en Caracas se formaron: Humberto Orsini, Gilberto Pinto, Alfonso López, José Torres, Alejandro Tovar, Daniel Izquierdo, Carmen Palma, María García, Luisa Motta, Fernando Villa, Pedro Marthan, Román Chalbaud, Luis Márquez Páez, Belén Díaz, Marcos Reyes Andrade y Bertha Moncayo. La dictadura perezjimenista lo obligó a marcharse en el año 1952.
Juana Sujo (Buenos Aires, 1918/Caracas, 1961). Desembarca en 1949 para intervenir en el proyecto cinematográfico de Bolívar Films, especialmente en el largometraje La balandra Isabel llega esta tarde, basado en el relato homónimo de Guillermo Meneses. Y se queda para inaugurar al año siguiente su Primer Curso de Arte Dramático en las instalaciones del Museo de Bellas Artes, lo cual origina una institución estable denominada Estudio Dramático, hacia 1952; bajo su tutela se forman figuras protagónicas del acontecer teatral de los años siguientes como Esteban Herrera, Margot Antillano, Maritza Caballero, América Alonso, Manola Garcia Maldonado, José Antonio Gutiérrez, Guillermo Montiel y Doris Wells entre muchos otros, como es el peculiar caso de su pupilo Porfirio Rodríguez que a la muerte de Juana siguió con su Escuela de Arte Dramático, rebautizada en su honor y aun funciona y gradúa comediantes, gracias a la conducción de Andrés Martínez.
Horacio Peterson (Coquimbo, Chile, 22 de abril de 1922/Caracas, 25 de noviembre de 2002). Llegó procedente de Buenos Aires, junto a la actriz Juana Sujo y el director Carlos Hugo Christensen, en abril de 1949, para impulsar el proyecto de Bolívar Films. Intentó proseguir su éxodo, pero había conocido al comediante Esteban Herrera y este, para retenerlo, lo puso en contacto con Anna Julia Rojas, presidenta del Ateneo de Caracas, quien le pidió que creara una escuela para actores. Aceptó el difícil encargo y comenzó a trabajar desde marzo de 1951 hasta mediados de 1971, cuando se mudó de la casona ateneísta, que funcionaba en la entrada al Parque Los Caobos, y creó el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, instalado en un pequeño edificio de la avenida México, en la acera norte del Hotel Hilton, dirigido ahora por Carmen “La Negra” Jiménez. Durante su larga pasantía por el Ateneo y después en su Laboratorio, formó a miles de actores y montó no menos de 179 obras teatrales.
Romeo Costea (Braila, Rumania, 14 de enero de 1922, Caracas 05 de Septiembre de 2015). Es el último pionero o maestro europeo que se instaló en Caracas, precisamente el 24 de diciembre de 1953. Vino desde París y se quedó para fundar el grupo Compás, al amparo de la Alianza Francesa. Es el gran introductor de los clásicos y contemporáneos galos, así como del teatro de Eugene Ionesco y Samuel Beckett. Tuteló decenas de actores, entre los cuales destaca Omar Gonzalo. Lanzó a Isaac Chocrón con su ópera prima Mónica y el florentino, en 1958.
Ugo Ulive (Montevideo,1933, Caracas,2018). Lo trajo, en 1967, la buena gente de El Nuevo Grupo para que dirigiera sus espectáculos. Lo hizo tan bien que era el único rival del maestro Carlos Giménez en lo que a puestas en escena se refiere. Escribió su primera pieza, Prueba de fuego, centrada en el drama de la pacificación de la guerrilla, la cual ahora es mostrada en el Trasnocho Cultural.
Carlos Giménez (Rosario, Argentina, 13 de abril de 1946/Caracas, 28 de marzo de 1993). Su accionar como maestro, director y gerente cambió los derroteros del teatro venezolano. Desde 1969 hasta 1993 fue el gran motor de una actividad artística única que colocó al país en el mapa teatral del mundo, especialmente por sus festivales que le enseñaron a los criollos lo mejor de la escena internacional. Tras su muerte nadie lo ha podido igualar ni copiar, aunque quedan videos de sus montajes, irrepetibles para estos tiempos. Fue un huracán y por eso mismo inolvidable para quienes lo conocimos. Ahora todos aseguran que fueron sus alumnos y lo citan con pasión, pero él las pasó difíciles hasta que se impuso. De su emporio cultural no queda nada,solo la memoria y los esfuerzos que hace William López para que no desaparezca la sala Rajatabla,por donde pasan las nuevas generaciones.
Juan Carlos Gené (Buenos Aires, 6 de noviembre de 1928,Buenos Aires, Argentina - 31 de enero de 2012). Es el gran maestro del teatro argentino y uno de los más importantes del mundo. Aquí estuvo entre 1975 y 1993 para fundar el Grupo Actoral 80 y apuntalar el desarrollo del Celcit, además de enseñarle el abcé teatral a Mimí Lazo, Héctor Manrique, Iván Tamayo y Carlos Cruz, entre otros de sus numerosos alumnos. Su última visita fue para escenificar, con su mejor estilo, El día que me quieras, de José Ignacio Cabrujas, y reiterar así que es la pieza de un siglo y recordar, una vez más, que es "una espada de Damocles" para los falsos revolucionarios y los que los sigan. Fue una producción de Héctor Manrique para festejar los primeros 20 años del GA-80.


El Popol Vuh inaugura temporada 2019 de la CNT

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José Luis León en la CNT.

Con ocho funciones de la comedia dramática Baño de damas, pieza original de Rodolfo Santana, la cual fue versionada y dirigida por Aníbal Grunn para la temporada 2018, la Compañía Nacional de Teatro (CNT) está cerrando su temporada 2018, bajo la égida general de Carlos Arroyo, en su sede oficial: el teatro Alberto de Paz y Mateos, el otrora portaaviones de El Nuevo Grupo.
La CNT, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, también anunció el resultado de las audiciones realizadas para seleccionar a un grupo importante de reconocidos artistas que trabajará o participará en los diversos proyectos de la institución a lo largo de la venidera temporada 2019.Fueron elegidos: Gerardo Luongo, Yurahy Castro, Anderson Figueroa, Rubén Joya y Varinia Arráiz, para reforzar así el actual elenco estable de la institución, donde destacan Aura Rivas y Francis Rueda,entre otros.
Y además para realizar un laboratorio de capacitación teatral especial para jóvenes actores, con maestros de la CNT, fueron convocados: Javier Mesones, Yosmael Bello, Luz Ramos, Kevin Quintero, Kleiber Rodriguez, Yojhan Rivas, Yandra Duarte, Albanellys Alfonso, José Antonio Millán, David Vincent, Héctor Rodriguez, Luis Rojas, Jean Carlos Brito, Klaus Yánez, Milagros Díaz y Gilberto Osorio.
PROYECTOS 2019
El primer montaje de la CNT durante el  próximo año será una especial versión escénica, adelantada por José Luis León, del Popol Vuh, el libro sagrado del pueblo maya; después seguirá el espectáculo musical Un dorado llamado país, de Franklin Tovar, con música de Federico Ruiz, y continuará con la  pieza Baúles, de Néstor Caballero, además de  tener en su programación otros montajes de su repertorio, como Oscuro, de noche, de Pablo García Gámez; Develario, de Rodolfo Porras, y Baño de damas, una especie de "joyita de la corona" con la cual se ha presentado en varias ciudades del país, y, por si fuera poco, El rompimiento, de Rafael Guinand y Zamora, de Aníbal Grunn.
Próximamente, Carlos Arroyo, director general de la CNT, anunciará las fechas de los estrenos  y los respectivos elencos, además de una especial temporada en el teatro Municipal de Caracas, con el Popol Vuh.



"Tebas Land" en Caracas

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Los actores Elvis Chaveinte y Kevin Jorges con la directora Rosanna  Hernández.


Está terminando la temporada teatral de este estrujante año 2018 y debemos reseñar, para la crónica general de sus meritorios eventos, al espectáculo Tebas Land, pieza avasallante del uruguayo Sergio Blanco (47 años), donde se  hace una curiosa suma conceptual de la tragedia griega Edipo Rey, de Sófocles y se alude a la novela Los hermanos Karamazov,de Fiódor Dostoievski y además se reiteran aquellas temibles formulaciones de Segismundo Freud sobre el porqué los seres humanos buscan, casi siempre, matar a sus progenitores, lo cual no es más que una metáfora sobre ese  momento en que los hijos maduran y se apartan de sus progenitores, con una especie de huida hacia adelante que se debe aceptar siempre.
 Tebas Land, la cual vimos dos veces en la sala Rajatabla, donde hace temporada hasta el próximo 16 de diciembre, se muestra en Caracas gracias a que la agrupación criolla Deus Ex Machina, para festejar sus cinco primeros años de labores artísticas positivas, escogió este texto, ya estrenado, desde el año 2015, con éxito en otras capitales del mundo, y el cual hace temporada venezolana con los magníficos actores Elvis Chaveinte y Kevin Jorges, en asombrosa e inteligente versión escénica de Rossana Hernández.
Esta Tebas Landinicialmente alude a las peripecias de un escritor empeñado en redactar una pieza teatral sobre un parricida, un joven gay prostituto que mato a su papá con 21 golpes certeros de un tenedor, por lo cual está preso y sentenciado, mientras drena su fatalidad jugando basquetbol.
Tebas Land también termina siendo la reseña de un amor homosexual, porque el prisionero, Martín Santos (Kevin Jorges), se enamora del curioso dramaturgo entrevistador y hay una escena que debe estremecer a la audiencia por la fuerza de los intérpretes, quienes hacen posible un enfrentamiento que es como una llamarada del más puro amor en medio de la oscuridad de todo ese relato escénico.
Los espectadores cultos o informados podrán disfrutar de los guiños que el dramaturgo Blanco hace, con los textos ante citados en el discurso de su pieza, y además escuchar fragmentos del Concierto para piano número 21 de Mozart, porque precisamente tan célebre compositor fue atormentado por su padre.
 El colofón del espectáculo es conmovedor y más de un espectador le atragantará la saliva porque es ver como el amor sí puede domar a las fieras o ser una grieta de luz para la recuperación del sentido de la vida misma, como lo plasma el presidiario Martín Santos al leer en una tableta las primeras páginas de Edipo, mientras el dramaturgo huye de sí mismo y no se sabe hasta cuándo, porque todo ha terminado con el estreno de la pieza que ha escrito y estrenado.
El espectáculo, que dura unos 150 minutos escénicos, en un solo acto, no cansa ni agota, sino que además lleva al público hacia una reflexión sobre el temible bullying, ese acoso irracional que se presenta en las escuelas y hasta en los mismos hogares, o en los mismos sitios de trabajo, con todos aquellos que son diferentes o no están dentro de las normas o convenciones de una sociedad machista y por ende autoritaria.
Para algunos críticos, en este texto Tebas Land se asoma a la temible metateatralidad ya que revela el curso de los mecanismos creativos y perfila así un panorama de laberintos psicológicos; todo un sugestivo trabajo, compuesto por sutilísimos y significativos planos interconectados, en el que están en permanente tensión lo trágico, lo ético y lo poético. Buen trabajo de la directora Hernández que sus actores materializan.
 O tal vez, como aseguran otros analistas, es una obra compleja y de una claridad cegadora al tiempo. O para decirlo, con nuestras palabras, es una maravillosa obra, arriesgada, bastante original, atractiva y bien construida que hemos podido ver y disfrutar, aquí en Caracas durante las últimas temporadas. Y donde se materializa, para que el público se deje capturar por una modesta cancha para el basquetbol carcelario, donde el protagonista pretende matar el tedio de su soledad interna y externa.
 A buena hora Rossana, Elvis y Kevin han presentado esta pieza en Venezuela, donde hay un público ávido de ver montajes de tales características, que, aunque puedan lucir viejos por sus temáticas, son muy apetecidos porque abordan temas eternos o porque están vigentes en este ahora.
EL AUTOR
El uruguayo Sergio Blanco se dedica a las artes escénicas desde los 18 años, edad en que decidió montar una puesta de teatro. Vive en Francia desde 1993, año en que ganó el premio Florencio Revelación y cuando fue becado para estudiar en la Comédie Française.
En estos días, mientras visitaba Montevideo, dictó un seminario de dramaturgia para actores y estaba preparando el estreno de Tebas Land, en el teatro Solís. Ahí admitió que su regreso era todo un viaje, porque “es reencontrarme con un Uruguay que yo dejé atrás hace 15 años, y es muy interesante, porque se ve que en estos años han pasado muchas cosas”.
 “Para mí, el teatro, como cualquier arte, revela más desde el dominio de lo sensible que desde lo racional. Trabajar en el Solís es una maravilla, sobre todo con este proyecto. Atahualpa del Cioppo, Taco Larreta y Nelly Goitiño fueron mis grandes maestros. Empecé de una forma autodidacta, cuando a los 18 años decidí dirigir Ricardo III en el Castillo del Parque Rodó, con un grupo de personas que estábamos empezando. Después me acerqué a distintas personas y maestros, y me pregunté por qué no elegir a mis propios maestros. Empecé con Aderbal Freire-Filho, siendo asistente en su puesta de Las fenicias, espectáculo de Molière que dirigió aquí. Con Nelly Goitiño trabajé como asistente de cátedra en la Escuela Municipal de Arte Dramático y con Atahualpa del Cioppo tuvimos un encuentro muy bello durante su último año de vida en 1993, año en el que yo estaba ensayando La gaviota y él me propuso hacer la asistencia. Ésta era una forma que me permitía encontrarme cada dos o tres tardes con Atahualpa”. “Él decía que era mi asistente, pero en verdad fue un aprendizaje muy grande para mí, no sólo de Chéjov, Stanislavski y del teatro ruso, sino también de lo que es el acontecer teatral. Quizá mi experiencia más intensa fue con Atahualpa, porque ya era mayor y estaba cerrando su vida; cuando lo acompañé a tomarse su vuelo rumbo a La Habana, falleció una semana después. Él sabía que estaba enfermo, creo que le gustó encontrar a alguien de 19 años, con toda su fuerza y que recién empezaba. Quizás lo más lindo de esos encuentros era lo periférico al teatro. Tengo el recuerdo de largas charlas en las que a veces no hablábamos de teatro, sino de lo que era la vida para alguien que estaba empezando a vivirla, frente a alguien que sabía que la estaba terminando”.

Popol Vuh en abril del 2019

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La maquinaria de la creación artística comenzó a funcionar desde el pasado martes 4 de diciembre, con una conferencia-rueda de prensa que organizó la Compañía Nacional de Teatro (CNT) en su sede del teatro Alberto de Paz y Mateos, para anunciar que se dispone a ejecutar la producción y exhibición de un monumental espectáculo basado en Popol Vuh, el libro sagrado del pueblo maya, durante su temporada de 2019.
 Hay que subrayar que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura avala este proyecto de la CNT, cuyo director general es Carlos Arroyo,  ya que está consciente de “la urgente necesidad de reafirmar nuestros valores como pueblo, venezolano y de nuestra América”, y para eso nada mejor que llevar a escena uno de los textos más poéticos y génesis de la creación del hombre como es Popol Vuh.
Hay que puntualizar que la propuesta artística de trabajo con Popol Vuh está basada en la historia de nuestra región latinoamericana y adaptada, como es lógico, a las diferentes culturas indígenas de nuestro país, como un aporte fundamental para el fortalecimiento de nuestra identidad.
Este Popol Vuh, sobre el cual trabajará la CNT, está basado en el mito de la creación según la leyenda maya quiche. Los dioses en consejo hacen la palabra y en acuerdo se proponen crear el mundo, el mundo es creado, emerge la tierra de la magia, montañas, mares, ríos y cielo, luego dan vida a los animales esperando su reconocimiento y adoración, al no ser adorados por aquellos seres, deciden condenarlos a vivir errantes en la tierra y ser devorados entre ellos. En un tiempo sin tiempo donde no existía el sol ni luna ni los días ni las noches. Los dioses continúan su cometido en busca del ser que los adorara, el consejo, moldeo barro y madera en busca de la máxima creación: el hombre.
La propuesta escénica del espectáculo Popol Vuh será llevada a cabo por el maestro José Luis León, bajo un concepto minimalista en sus elementos, pero con mucha riqueza visual y sonora. Los personajesserán representados por actores-bailarines y manipulación de objetos. La escenografía refleja el carácter mágico de la obra, con tecnología audiovisual y lumínica, sobre fondo en completo blanco, con escasos elementos corpóreos. La iluminaciónrefleja el vacío, la nada, tomando luego un juego de tonos haciendo alusión al sol y la luna. La música será creada por el maestro Federico Ruiz e interpretada por la Orquesta Filarmónica, este renglón es parte esencial de la historia, se relaciona en todo momento con los elementos agua, tierra y aire y acompañará la pieza durante hora veinte de duración. Y, como es lógico, el elenco estable de la CNT aporta su musculo y su sangre, además del talento de ese grupo de profesionales ahí reunidos.

Las fechas tentativas para el estreno, en el teatro Municipal de Caracas, serán durante la primera quincena del venidero mes de abril, para después mostrarse en el teatro La Ópera de Maracay y en el Festival de Teatro de Caracas, hasta ahora.
Y como colofón de este importante anuncio sobre el teatro que viene para el 2019, hay que recordar que el Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, en pasada reunión de su Gabinete Ejecutivo, dispuso que hay que invertir en proyectos culturales y llevarlos a la televisión, cine, teatro y literatura para que se conozca la cultura, el arte y las expresiones diversas de la estética, del canto de los pueblos indígenas y rescatar el canto, cultura y arte de los ancestros de la historia venezolana.  Todo esto trabajado en conjunto con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Prosigue prueba de fuego

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El guerrillero que no acepta y el pacificado.

¿Qué pasó, cómo pensaron, qué hicieron o qué ocurrió definitivamente con los guerrilleros venezolanos que aceptaron deponer sus armas en el año 1967 y vivir sin miedo alguno ese complejo proceso de pacificación dentro de los regímenes adecos y copeyanos de turno, hasta que llegó, por la vía del sufragio popular, el teniente coronel Hugo Chávez Frías a la Presidencia de la República en 1998 y comenzó otro ciclo histórico en el cual estamos?
Hay, por supuesto, varias respuestas bien documentadas y bastante sentidas sobre tal evento histórico y sus consecuencias, que sí resultó trascendental para la vida republicana  venezolana de las décadas posteriores; pero mucho antes el dramaturgo Ugo Ulive se atrevió a ficcionar tan densa realidad histórica y por eso escribió y estrenó su pieza teatral Prueba de fuego, durante la temporada de 1981 en la Sala   Juana Sujo de los espacios de El Nuevo  Grupo,  con los actores José Ignacio Cabrujas y Omar Gonzalo; ellos asumieron los personajes de los guerrilleros César y Mariñito quienes se citan en un  apartamento ubicado en una barriada popular caraqueña y esperan, en medio de una tensa confrontación verbal, a que un maduro líder guerrillero, quien reposa supuestamente, en otra habitación, los explique las razones o sin razones de esa claudicación  o estrategia  o determinación  con los destinos de  los implicados en la lucha armada…pero él nunca saldrá, porque está muerto.
Prueba de fuego, tan  controversial pieza para los años 80 del siglo pasado, porque tocaba un tema delicado o advertía que se viviría una especie de ”prueba de fuego”, ha revivido 37 años después en la sala Espacio Alterno del Trasnocho Cultural, puesta en escena por Vilma Ramia, ejecutiva del Ateneo de Caracas, donde se replantea un análisis más contemporáneo sobre los aciertos y los desaciertos de esa lucha armada guerrillera y sobre lo verdaderamente positivo o lo negativo de aquello que hicieron  o dejaron de hacer.  Sí, Ulive le puso el cascabel al gato y planteó en los años 60 a esos personajes de la aguerrida guerrilla que tienen que asumir los aciertos o las componendas de sus líderes políticos en las décadas posteriores.
Cuando se estrenó Prueba de fuego se dio la natural polémica por la visión crítica del dramaturgo, pero no pasó nada. Estaban vivos, otros exguerrilleros como Teodoro Petkoff, y aquello no pasó de unas cartas o unas declaraciones públicas, ya que los guerreros son humanos y se cansan y optan reposo, mientras tanto.
 Ahora, a 37 años de aquel auténtico suceso teatral, que tuvo sus repercusiones de opiniones en la incipiente democracia de los años 80, los personajes de César y Mariñito han sido asumidos por los comediantes Alfredo Sánchez y Federico Moleiro, quienes así han revivido para debatir las acciones políticas a seguir y contrastar sus pareceres en torno a la pacificación, sobre la cual mantienen opiniones contrapuestas. A partir de esa ficción teatral vemos ahora cómo, lo que entonces era un futuro incierto, hoy día es una realidad incontestable para los venezolanos, donde hay nuevos y poderosos contratiempos a resolver según la urgencia de los mismos.
El espectáculo, que supera  fácilmente los 60 minutos, es placentero por la bien hilvanada trama que concibió Ulive y que Vilma Ramia (alumna del director y actor Héctor Manrique) respeta correctamente, haciendo énfasis en la conducción de los actores, muy solventes, quienes de verdad sorprenden. Ojala que persistan en la aventura del quehacer teatral donde son necesarios los nuevos talentos.
Esta obra teatral intenta, pues, desentrañar los orígenes de aquellas circunstancias y constituye la mejor prueba de que el arte prefigura y anticipa lo que la historia nos tiene que ofrecer como resultado. De allí su vigencia y validez, estamos más que seguros. Volverla a ver nos reitera que la vida hay que vivirla, aunque sea doloroso hacerlo y se pierda incluso la vida en ese intento. Venezuela avanza por ahora en la vía electoral y ojala que se persista hasta que todo se solucione o mejore.





Bethilde Ledezma ganó Concurso de Ensayo de la CNT

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Una periodista “milagrosamente” pudo dedicarse a la creación poética y a la investigación en las artes escénicas. Ella es Bethilde Venus  Ledezma Azuaje (Valencia, 1970), además actriz y educadora, quien ahora ha ganado el Concurso de Ensayos sobre Teatro 2018, organizado y producido por la Compañía  Nacional de Teatro (CNT),  el cual fue adjudicado, según veredicto del jurado que integraron  Mirla Alcibíades, Ligia Alvarez y Rodolfo Porras.
Por el ensayo Cuerpo metáfora. Reflexión en torno a un lenguaje poético escrito por el cuerpo del actor, Ledezma Azuaje recibirá 50 mil bolívares soberanos y la publicación de su texto en formato digital, según las bases del concurso.
Para la feliz ganadora del concurso ensayístico de la CNT, este es un primer Premio, porque lo más cercano que había recibido fue una mención en publicación por una crónica que envió a la I Bienal Nacional de Literatura Rafael Zárraga, en el año 2012.
¿Usted es periodista, hemos leído?
Sí, estudié Comunicación Social, mención Impreso, en la Universidad del Zulia. Egresé en el año 1995 y comencé a trabajar casi en seguida. Estuve en muchos espacios comunicacionales, pero duraba poco tiempo porque no resistía, en algunos casos, la vertiginosidad casi automática con que se escribe en una sala de redacción y, en otros, la resequedad des-almada de las ‘notas’ que debía escribir. Siempre me ha gustado indagar, leer, pero esto, si no está acompañado de un tiempo de contemplación y reflexión, para mí se vuelve una pesadilla. Es apenas en el año 2013, cuando se dio el milagro: conseguir a alguien que me diera empleo para escribir sobre poesía, para hacer actividades de promoción en comunidades y escuelas relacionadas con la poesía y la música, el cuento y la siembra, la promoción de múltiples lecturas que nos ofrecen las expresiones artísticas y la vida misma... dime tú si eso no es un milagro.
 Bethilde también hizo una maestría en Literatura, mención Literatura Venezolana y con todo eso, sumado al oficio como redactora, más talleres y otras capacitaciones en el área cultural, pudo cumplir con las exigencias del cargo como coordinadora de Extensión. “Ese maravilloso trabajo se inició en la Biblioteca Pública del Zulia 'María Calcaño', cuya presidenta fue Yolanda Delgado, la autora del milagro, un ser de una tremenda sensibilidad que me hizo entrar a ese recinto tan esperado y a quien le agradeceré siempre, por su fe. Allí estuve hasta el 2017. Luego, en conversación con José Molero, actor de larga trayectoria en la región y actual director de la Escuela de Teatro Inés Laredo, se abrió la posibilidad de trabajar como docente allí en la escuela, asumiendo justamente la tarea de conducir la cátedra de expresión corporal. Este es el riesgo en el que ando”.
¿Pero cómo llega al teatro o a las artes escénicas en general?
Olfateando, por instinto. Hace años logré amistad con Rubén Naranjo, alguien muy querido, y quien hacía (y hace) teatro en San Felipe, Yaracuy, de donde soy. El grupo se llamaba Trenzas Teatro. Ensayaban en una especie de galpón. Y allí vi por primera vez a un actor sudar en su entrenamiento físico y vocal, allí oí las primeras lecturas, llamadas, dramatizadas, vi los primeros gestos, otros seres que eran de otros mundos.Este es un recuerdo muy lejano en el tiempo, pero que no se ha desprendido de mí. Muchos años después, mientras hacía la carrera de Comunicación Social, asistía también como estudiante a la Escuela Inés Laredo. Estuve en la escuela casi tres años, pero la presencia de una mujer vital, que irrumpió con una propuesta para mí inédita, me hizo fracturar el teatro, la visión que hasta entonces tenía de él. Ella es Elaine Centeno, cubana, dramaturga e investigadora teatral.
¿Pero cómo fue su participación teatral?
Mi actividad teatral, durante mi estancia en la Escuela de Teatro, consistió en lo básico: ejercicios vespertinos donde demostrábamos las destrezas y habilidades obtenidas en la escolaridad. Pero no tuve participación en alguna pieza teatral mayor, me retiré antes de que eso pasara. Recuerdo sí que me dediqué con vehemente atención a la apreciación literaria, allí otro nudo importante que me fue acercando a la palabra poética. Nuestro maestro de entonces, Mario Morales, nos hizo conocer a Federico García Lorca, por ejemplo, mi favorito. Años más tarde, trabajé con el grupo Mambrú y su director Romer Urdaneta, otro importante referente teatral del Zulia. Pero entre la Escuela y Mambrú, estuvo Final del Juego. De allí parte este viaje que hoy orilla en este ensayo que me han premiado. 
"Final del juego es el nombre de un cuento de Julio Cortázar, otro favorito. Con ese cuento, tres de mis compañeros de estudios teatrales y yo, le propusimos a Elaine trabajarlo en teatro, creyendo ingenuamente en una ‘representación’, pues éramos cuatro, tres mujeres y un hombre, como en el cuento. Por circunstancias diversas y personales, mis compañeros abandonaron el trabajo creador luego de seis meses. Debí volverme entonces una y tres a la vez. El otro ser gravitaba. Las jornadas exigían, cada vez más, un mayor desprendimiento de lo conocido, de lo cotidiano, exigía un esfuerzo físico y psíquico tremendo, intenso en su calidad y rendimiento escénico, no acrobático ni atlético, sino de otras calidades de ser y sentir, exigía un cuerpo otro, uno dentro de mí que yacía hasta entonces en algún recóndito lugar de la memoria, y reposaba clandestino en el río de la sangre. Mis encuentros con Elaine, nuestro viaje tras el hallazgo, duró un año. Un año donde fuimos hilando, yo desde adentro y Elaine desde afuera, punta por punta, como dos arañitas, la obra… hasta que en un amanecer de 1997, nació a la luz. Este ensayo sólo es el testimonio de ese viaje a lo profundo".
¿Este ensayo es lo primero que hace sobre el teatro?
Sí, este es un primer escrito relacionado con teatro. Espero que, en esta nueva tarea que asumo desde la Escuela de Teatro Inés Laredo, reemprenda otro viaje de conocimiento humano, cercano a este sendero, en el encuentro con jóvenes estudiantes. Me anima mucho la idea de poder compartir con ellos y ellos a su vez compartan con uno las experiencias que vamos ganando en la vida, las experiencias que invitan a crear estética y éticamente, para comprender y leer mejor nuestro mundo.
¿Qué pasa con el teatro en Maracaibo?
Confieso que he estado desvinculada, hasta ahora, de la dinámica del acontecer a lo interno del teatro en Maracaibo, es decir, de su evolución vital.  Ahora, voy viendo que existen agrupaciones teatrales nuevas y la persistencia de otras con más larga trayectoria. En ambos casos (a lo interno, insisto) veo que hacen esfuerzos por mantener una acción viva. Sin embargo, como espectadora, es decir, desde afuera, como habitante de la ciudad no logramos percibir ese esfuerzo y, por lo tanto, no logramos acceder a su disfrute de forma masiva, no logramos hacernos como público teatral. La misma Escuela de Teatro Inés Laredo sufre desde hace muchas décadas de una especie de invisibilidad. Bajo el empeño de su actual director, José Molero, y quienes la integran, estamos trabajando precisamente en reavivar su corazón. Pero creo que, allende las dificultades generalizadas que conocemos y padecemos, y que, por supuesto, hacen más difícil el acceso al arte teatral o a cualquier otra actividad cultural que tenga para ofrecer la región, más importante aún es revisarnos con respecto a nuestras propias propuestas, nuestra formación, que debe ser constante, permanente, leyendo, debatiendo, formando espacios de compartir crítico, divulgando lo que escribimos o hacemos creadoramente, reinventar las maneras de alcanzarnos como seres humanos, de reencontrarnos con los otros.

"Cariaquito morao" busca más premios en Nueva York

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El actor César Augusto.

Dos venezolanos,  el dramaturgo  Pablo García Gámez, y  el actor, César Augusto Cova Burguera,  fueron  nominados, al Premio ACE 2019,  de la  Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York, en los  renglones  Dramaturgia Sobresaliente, y  Mejor Actor Unipersonal Sobresaliente, por la obra Cariaquito Morao, respectivamente.
     El  anuncio lo hicieron  los periodistas Fernando Campos, presidente fundador; y Manolo García-Oliva, presidente emérito,  junto a la comisionada Nilda Tapia,  con motivo del 51 aniversario  de la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE),  en acto realizado en el Salón Andrés Requena, del   Comisionado Dominicano de Cultura en los EE.UU, ubicado   en 541 West, 145 St, Manhattan, NY.
   Cariaquito Morao–originalmente ¿…Y qué es Nueva York?- escrita y dirigida por Pablo García Gámez, y personificada por César Augusto Cova Burguera, viene de presentarse en el marco del Festival Monologando Ando, evento anual organizado por Teatro FenixUSANY, dirigido por JJ Franco.   Y  recientemente,  en el marco de la edición número doce de la Feria del Libro Hispana/Latina de Nueva York, que se realizó en Renaissance Charter School, 35-59 de la Calle 81 de Jackson Heights, en el distrito de Queens.
   La   obra cuenta la historia de un actor que viaja a la Gran Manzana con el anhelo de triunfar y ver su nombre en las marquesinas de los teatros de esa ciudad.  La odisea, lo lleva a un sinnúmero de audiciones, en las cuales apela a monólogos de autores venezolanos (La máxima felicidady La revolución de Isaac Chocrón; Los ángeles terribles de Román Chalbaud; Acto cultural y El día que me quieras de José Ignacio Cabrujas; La empresa perdona un momento de locura de Rodolfo Santana), con el afán de lograr su cometido.
   Para lograr sus sueños, debe trabajar para subsistir, y por ello cuida a personas ancianas; se desempeña como mesonero en algún café o restaurante, hasta llegar a probar suerte con prácticas de esoterismo y la utilización de baños contra la pava (mala suerte) como lo es cariaquito morado.
   El también nominado, el actor César Augusto Cova Burguera confiesa sentirse identificado con la pieza, porque “trata de la inconmensurable perseverancia que un actor tiene para cumplir sus sueños y la lucha por alcanzarlos en Nueva York, donde la grandiosidad de la capital del mundo, plasmada en una tarjeta postal, camuflajea el embrollado camino al éxito”.
   Pablo García Gámez, ha recibido, en Nueva York, los reconocidos premios HOLA, ACE, ATI, Proyecto Asunción y Abniel Marat por sus piezas Blanco, Las damas de Atenea, Noche tan linda, La vieja herida, Olvidadasy Yo no soy Lupita.   Su pieza Noche tan linda, publicada en la revista Conjunto Nro. 175, de Casa de las Américas, Cuba; fue estrenada en Buenos Aires Argentina, en 2016. Y recientemente, mayo de 2018, en Lima, Perú.
  Recientemente, García Gámez obtuvo, en Venezuela, por unanimidad, el Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2017 por Oscuro, de noche, llevada a escena por la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección de Carlos Arroyo.   Este dramaturgo, investigador y profesor adjunto en Brooklyn College y City College, prepara su tesis doctoral “Al margen: Teatro y Comunidades Hispanas en Nueva York 1997-2011”, en CUNY, Nueva York.  
   Los Premios ACE de Teatro creados en 1968, comenzaron a otorgarse en 1969, en el escenario del Madison Square Garden. Desde su fundación, ACE ha realizado sus entregas anuales, sin interrupción.


Llega el "Fin de mundo" de Rubén Joya López

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Rubén Joya López,teatrero a carta cabal.

Rubén Joya López (Maracay, 25 de abril de 1970) ganó el Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana 2018 y durante la temporada 2019 de la Compañía Nacional de Teatro estará, lo más seguro, en su programación. Se trata de Fin de mundo. Él desde la capital aragüeña respondió así:
¿Dónde nace y cómo fue su infancia y primera juventud?
Como dijo el poeta Víctor Valera Mora: “Nací de parto bravo…” y así fue como después de 15 horas salí a este mundo en   Maracay. Mi infancia vive entre una familia trabajadora que hereda una mezcla más allá de la orilla caribeña y entre amigos de varios sitios por la mudanzas, nos establecimos en un hogar con ciertas comodidades de rigor y a la moda de ese entonces. Me inscribieron en deportes, como el béisbol, pero nunca tuve la inquietud de asegurarme nada ahí, así que la natación me ofreció el gusto por el agua y competí durante ocho años donde obtuve premios, medallas y récords reconocidos. Mis padres se fueron al extranjero a un viaje de visita y cuando regresaron me trajeron lo que se llama un “View Master”, una especie de proyector con varios discos de ese entonces, para mí fue de una gran emoción, así que invité a varios amigos a ver “películas” y luego hacíamos dibujos de lo que veíamos. Yo hacía historias, que no eran relatos ni cuentos (lo sé ahora) y las ilustraba. Mas tarde, compraron una colección de cuentos, otros temas y mi madre en algunos viajes nos leía a mi hermana y a mí, asunto que me permitió después leer todos los libros llenos de fantasías, aventuras, seguir dibujando y escribiendo sobre lo que imaginaba. Hacia también, pequeñas escenografías, eso porque mi tía Teresa era maestra de preescolar y tenía una colección de libros de esa naturaleza incluso cuentos que los abría y tenían en su contenido formatos que se armaban al abrirlos. Mi tía, era una mujer rebelde, conoció a personalidades como el Che Guevara por sus viajes, y estaba rodeada siempre de artistas y una música “extraña” de gente con palabras bonitas, es decir, de poetas. Más crecido, fui con ella a varias partes y conocí un movimientos de “poetas malditos”, artistas plásticos, músicos, en fin, me fue absorbiendo un mundo que no tenía en cuenta sino solo en mi imaginación.
¿Cómo llega al teatro y por qué tanto ahínco para ser el mejor o el más útil?
Mi tía me llevo a ver una obra infantil en Caracas, luego en el liceo nos reunimos varios a formar un grupo entre bailes y representaciones sin ninguna orientación técnica, solo el impulso de querer recrear, por ejemplo, a Pedro Navaja y mis amigos tocaban algunos instrumentos. Me fui integrando a ese movimiento personal que nacía en mí, y fui a dar a Coprocine, pero no pude inscribirme, desde temprana edad empecé a trabajar, así que me compre una betamax, veía películas, copiaba ciertos parlamentos, me los aprendía, baile “breakdance”, pintaba mis franelas, hice un juego en cartulina con dados, escribía cosas existencialistas que no iban a llegar a ser nada, así que mis padres veían un “desvío” de las reglas naturales al darse cuenta de mi preferencia por el arte. La rebeldía se hizo y los obstáculos fueron la prueba de crecimiento y decisión absoluta en lo que quería. En la universidad privada, estudie Turismo y ahí estaba un grupo de teatro y de inmediato me acerqué, estaban muchachos y jóvenes con cierta experiencia teatral, y el grupo estaba entre los más destacados de Aragua; sin dudar fue mi escuela, mi refugio y la grieta frente al muro. Pude, entonces compartir lo que escribía, realizar talleres e iniciarme definitivamente en el arte dramático, y en los audiovisuales dispuestos a colocar en la vida lo que no tenía nombre. ¿El mejor? Bueno si voy por ese camino es que soy un compendio de los mejores, una síntesis de creación verosímil.
¿Ha ganado anteriormente otros premios?
Fíjate,  en estos días reflexionaba cuantos premios han ganado los artistas; eso que reciben aplausos y dejan una huella imborrable en la memoria histórica del teatro, y nunca han recibido una premiación en físico o en metálico; Creo que son, somos ganadores, pero si  voy al terreno concreto he recibido el premio del Concurso Nacional de Dramaturgia “Gilberto Pinto” 2017 con la obra Viejo Año, un premio al mejor actor de reparto en el Ecofilms 2018 donde compiten varios cortometrajes y ahora este premio Apacuana, el cual recibo con emoción y sencillez.
¿Esta obra que le premia la CNT qué es y qué persigue?
Pues me han dicho: sigue, no te detengas porque llegar apenas es un suspiro. Creo que es un gran estímulo a la creación, a visibilizar esfuerzos engavetados, y me inquieta mucho más saber que tanto puedo ofrecer a quienes les interesa escribir o hacer teatro. El premio, en fin, es reconocer y encontrarnos en la palabra frente al mundo insensato y una asociación espacio- tiempo inolvidable. Además, tenemos el derecho de continuar expresando y esta es una de las oportunidades para ofrecerle a la vida algo más interesante; a veces, hay que inhabilitar lo cotidiano, traicionar la lógica; el hecho real por sí me fastidia. Hay que motivar a crear otros concursos con una línea de montaje, o lo que esté al alcance para que a obra salga a la luz, como un parto bravío.
¿Puede resumir la temática y la argumentación de Fin de mundo?  
El tema es la opresión frente a un mundo que decide cambiar y vuelve a reincidir tanto en lo que aspira, como en lo que intenta y va dejando a su interés. Presenta una estructura con cuatro obras cortas, concatenadas que llamo cuadríptico, pues, su composición es importante dentro de la relación temática.  Es una obra atemporal, con visos absurdos, con un ambiente de guerra, personajes enigmáticos dentro de un lenguaje particular y realista. Es un ejercicio poético de la desdicha y la esperanza que se desarrolla en un entramado de teatro, música, danza, performance.Hay que vivir el teatro para entender qué nos está pasando y que podemos reflexionar al menos en torno a eso.
¿Hay más obras escritas o tienes más proyectos para desarrollar?
He escrito varias obras, incluso algunas han sido estrenadas como por ejemplo, Tacones seguros, Independencia una historia de hoy, Una tarde gloriosa, Los nadie(homenaje a Eduardo Galeano), una breve obra infantil El cochinito desobediente, obras cortas para espacios de calle y no convencionales, otras para Radio Teatro, algunas por encargo como Poseidónen el cual fui su coautor y se presentó en una gira por varios estados del país.
“Quiero escribir una pieza donde refleje un contexto de niños, es decir, actores representando a niños de la calle o sin refugio, además de toda esa imaginación lúdica, también llevo adelantado un tema sobre el petróleo y sus vaivenes históricos, quiero fortalecer mi ejercicio escritural en el guion para cortos y largometrajes, así como este año ser parte dela Compañía Nacional de Teatro ¡Qué gran sorpresa! Y quizás ser sorprendido de nuevo, quizás, como actor de Fin de mundo, o sea, de mi propia obra”.
¿En un país donde el profesional del teatro no sobrevive fácilmente, que hace usted para ayudarse?
La subjetividad siempre ayuda, es un motor para seguir creando sin que las criaturas cotidianas te encadenen al suelo. Pero hay que formalizar los sueños, tratar de que tengan un espacio terrenal, y eso amerita colocarse paralelamente en otro oficio por ejemplo en la docencia, como facilitador de procesos de aprendizaje, también como productor o más bien, “entrompador” para lograr viabilizar políticas en colectivo acordes con las acciones que pueden impulsar condiciones creativas con más posibilidad productiva.
¿Qué perspectivas tiene o trabaja para realizar?
Concebir un teatro más integrado, desde la escritura como en la puesta en escena; trabajar por un movimiento que pueda generar acciones en torno al arte dramático, como festivales, muestras, formación, como ya lo habíamos hecho en gran parte. El teatrista, siempre tiene algo pendiente. Siempre tiene una desobediencia ante lo maltrecho, frente a la opresión; El dramaturgo, frente a los desajustes, eso nos da un escenario para repensarnos en todos los ámbitos tanto educativos, como socioculturales. Debemos vernos en la realidad concreta, y convertir todo lo que acontece en un riesgo mucho más creativo. Debemos vernos frente al espejo pero no para contemplarnos, parafraseando a Octavio Paz, el espejo es el destino donde nos realizamos.
¿Por qué la actividad cultural de la provincia no llega en cantidad y con más frecuencia hasta Caracas?  
Yo creo que a caracas le queda lejos la provincia.  Dentro de esta “provincia” Maracay, por ejemplo, el talento es una potencia para el mundo, claro y en toda Venezuela, pero la actividad caraqueña se regodea de luces y colores entre amigos y amigas de la capital. No quiero ser arrogante, pero esta ciudad ha hecho de la historia teatral un libro relevante para el país y Sudamérica. Hace unos años escribí un proyecto para que Aragua y Caracas se encontraran en un circuito, mucho antes del circuito de Caracas, ahora estas fronteras necias y mal entonadas, deben desaparecer; si bien es cierto que Caracas tienes espacios o salas convencionales de diferentes formatos y características propicias y no, tal vez no hemos visto o fortalecido las relaciones entre artistas que sufren, padecen y sueñan, y por otro lado las relaciones interinstitucionales  que pueden establecer vínculos con las organizaciones o agrupaciones de los estados, así como canalizar su centralismo, una lluvia de ideas que inunde la apatía gubernamental con respecto a la cultura en ciertos lugares. Yo me pregunto ¿Qué se centraliza? ¿Qué se retiene? Porque las ideas van libres y propiciamos una soberanía hasta intelectual. Si revisamos la historia reciente, Maracay es forjadora de ideas rebeldes que forman parte de grandes debates nuestro americanos.
“Hay que dejarse de tanta pendejada, porque aquí como allá laten corazones que guardan secretos, una especie de calidoscopio de escenas, un drama detrás, un olvido, un adiós, una  realidad  inhabitable y otra dispuesta a seguir creyendo junto al espectador. No hagamos que el horizonte se obstine. El escenario, es nuestro; necesario es vernos. Un aplauso para todos”.

Llega el Premio MAE 2018

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Los ángeles terribles  regresaron con jóvenes actores,

Ya está listo el veredicto del 21 Premio Marco Antonio Ettedgui para exaltar a los artistas menores de 35 años, quienes hayan trabajado durante la temporada 2017-2018. Hasta ahora es el único reconocimiento, creado durante la década de los 90 por la Fundación Rajatabla, para las nuevas generaciones que nutren al teatro venezolano en general o el caraqueño en particular. Hay además un premio de honor para una personalidad destacada por su apoyo a las nuevas generaciones.
Participamos en las deliberaciones, junto a otro crítico, dos teatromaníacos y el director Daniel Dannery, merecedor del Premio MAE del año 2017, y aquí publicamos los nominados, de entre quienes ya se eligió a un ganador y seis reconocimientos más, los cuales serán entregados en la fecha aniversario de Rajatabla, el próximo 28 de febrero.
PREMIABLES
Los nominados son: Teo Rodriguez, América Zerpa, Josbel Lobo, Laura Gardié, Mateo Cestari, Alexandra Braun, Gonzalo Guerrero, Andrés Adolfo Ruiz, Francisco Aguana, Nerea Fernández, Jeizer Ruiz, Varinia Arráiz, Shonny Romero, Elmer Eduardo Pinto, Williams Blanco, Marian Marval, Kevin Jorges, Jorge Gordillo, Raúl Gutiérrez, Theylor Plaza, Bárbara Mijares, Juan Bautista, Margareth Aliendres, Joe Justiniano, Amneris Treco, Adrián Polidor, Abilio Torres, Anthony Castillo, Air Savio y María Jaimes.
OBRAS TOMADAS EN CUENTA
Todos los nominados al MAE 2018 participaron con espectáculos (actuación, dirección, vestuario y producción) tales como Cara de fuego, Los gavilanes, Grosera, Moribunda, La comadre, Tebas Land, Simplemente sexual, Dame duro, La máquina Hamlet, Los ángeles terribles, Cuentos de guerra para no dormir en paz, Ni importa si duele, Se busca compañero de habitación, Detrás, Open Mind, Carne de mi carne, Terapia de choque, Los golpeados, Amorcondriacos, 8 cuchilladas, Solteras, La Monalisa, Posesión, Muere Numancia Muere, Pop en jazz, La muerte de Don Nadie , Bellísima, Solteras, Los reyes, Las sillas, El oso, Seminario, Pinocho, Ciudad moribunda, Los pollitos dicen, La madriguera, Rataman, Promoción honor a mis padres, La Golda, la chata y la Ministra, Circo roto, Sonoridad, La Matis,Todos somos Malaika, Rossa, ¿Quién será la reina?, Con fecha de vencimiento, Sucede que soy horrible, Nosotros nos jugamos la vida, Lo humano, EspectrosEl general retirado, Pic  Nic, Pueblo de fieras, Los ángeles terribles, La tumba, Visa para un sueño, Asociación de hermanas ateas, Te odio Madrid, Mi encuentro con la Monroe, El amante, Pran, Pran, Pran, El morocho, La puti caraqueña, Por culpa del Miss, Scandala, Doctor Mazo, Improvisto, Alan, La muerte de don Nadie, Bello Público, Agosto y Spleen.
ÚLTIMO PERFORMANCE
Este galardón se hace para evocar a Marco Antonio Ettedgui, quien nació en Caracas el 13 de diciembre de 1958 y murió el 13 de septiembre de 1981, durante un fatídico accidente en plena actuación. Se vinculó desde sus inicios al periodismo cultural y el teatro. Asistió a clases de teatro en la Escuela Anna Julia Rojas con Horacio Peterson y realizó estudios de comunicación social hasta el quinto año en la UCAB (1981) .Entre 1975 y 1979 realizó diferentes actividades en montajes de textos dadaístas y actuó en obras con el Nuevo Grupo, como El círculo de tiza caucásico de Bertolt Brecht y con el teatro universitario participó en los montajes de Casa de muñecas y Los ángeles terribles(1979).
Entre 1979 y 1980 dictó charlas sobre teatro de vanguardia y teatro underground. Fue columnista del diario El Universal en la sección cultural, desde 1980. En 1980 actuó en piezas teatrales, con el grupo Autoteatro, del cual fue uno de sus fundadores junto a Javier Vidal. Hacia esta época dirigió Gritos, su primera obra de teatro de calle, y realizó performances, registradas en fotografías, como Feliz cumpleaños, Arteología, Soy Narciso e Higiene corporal.
Participó en el V FITC con Helenismo cultural durante la presidencia de Marco Antonio Ettedgui y la repartición del poder en los tres estratos gubernamentales, donde además coordinó las experiencias libres en la Sala Juana Sujo.
Asistió a la Bienal de Medellín (Colombia) donde presentó Marco Antonio Ettedgui invita al pueblo colombiano a intervenir en un evento sobre el problema limítrofe y humano del Diferendo y Tres informaciones porno".
Dejó varias obras en proyecto como Venezia, Ramos Sucre, Evangelio y Auto. Alejandro Varderi ha señalado: "la obra de Ettedgui predijo la emergencia (en su doble acepción) de una generación de artistas para quienes el reto iba a ser, justamente, la concepción de una obra que pudiera ser desconstruida y reciclada, con objeto de reinventar las culturas y contradicciones coexistentes […]. Esta aguda disección de nuestra realidad fue hecha por Marco Antonio Ettedgui aludiendo, simultáneamente, al surrealismo y al dadaísmo. Ello a través de textos que leía en sus performances, mientras bailaba ritmos caribeños sobre un escenario donde se sincretizaban televisores, símbolos patrios, altares populares, piezas de arte; y donde paulatinamente el público iba incorporándose, hasta terminar los eventos en una gran fiesta tecno-retro-kitsch".
El 2 de septiembre de 1981 resultó mortalmente herido por accidente en la sala Rajatabla, en plena actuación, cuando una barra de hierro olvidada dentro del cañón de un fusil de utilería fue disparada. En una crónica en homenaje al actor, el artista plástico Carlos Zerpa recuerda que los espectadores estaban fascinados por los efectos especiales, por la actuación magistral y por el grito de dolor del actor, mientras sus compañeros entendían perfectamente que no se trataba de teatro, si no que el fatídico accidente en verdad había ocurrido. “MAE fue llevado de emergencia al Hospital Universitario de Caracas en donde falleció once días después cuando tenía apenas 22 años de edad… Este fue su último performance":
En su honor la Fundación Rajatabla creó el Premio Marco Antonio Ettedgui, de gran prestigio en el ámbito teatral. Su muerte sería recreada luego en una de las películas más taquilleras del cine venezolano de los años 80: Homicidio Culposo, dirigida por César Bolívar en 1984.




Teatro del 2018

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"Oscuro,de noche" fue la pieza de Pablo García Gámez que estrenó la CNT.
No menos de 200 artículos, sobre el teatro y otras actividades de la vida cultural y artística caraqueña, publicamos a lo largo de este 2018 en este nuestro blog el Espectador Venezolano (http://elespectadorvenezolano.blogspot.com).Aquí vamos a recordar algunos títulos de esas reseñas (no siempre son los títulos de las obras) para que los interesados puedan releerlas si así lo quieren. Son ya páginas o citas en la historia de las artes escénicas criollas, fundamentalmente.
DICIEMBRE
NOVIEMBRE
OCTUBRE
SEPTIEMBRE
AGOSTO

JULIO
Las esquinas de Caracas llegan al teatro Nacional. La producción teatral. Carmen monta su circo en el teatro Municipal. La vigencia de la madriguera. Tres lecturas no tan dramatizadas del Pequeño Grupo. Violencia caraqueña mató a Kenny, protagonista de “Oscuro de noche”. Viene Pablo García Gámez para el estreno de su obra. La historia que no contaron. “Baño de damas" regresa al teatro Nacional.
JUNIO
MAYO
ABRIL
MARZO
FEBRERO
ENERO

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