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Simón Rodríguez invitado al festival de teatro de Bogotá

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Un producto cultural de Veneszuela para el público colombiano
A través de una invitación que le hiciera la Corporación de Teatro de Colombia al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, viaja este martes a la capital de Colombia para presentarse en el FESTA (Festival de Teatro Alternativo) del Festival Iberoamericano de Bogotá.
En esta oportunidad, la CRTP, llevará la obra escrita por Tomás Jurado Zabala, Robinson en la casa de Asterión, bajo la dirección de Carlos Arroyo y con las actuaciones de Wilfredo Peraza y Aníbal Grunn. La presentación será en la sala TEA, de Bogotá en día 24 de marzo.
Recordemos que este montaje se presentó en octubre del 2015 en el Centro Cultural Kirchner, de Buenos Aires, en el marco del Corredor Latinoamericano de Teatro, representando a Venezuela. También estuvo presente en el marco del Festival Internacional de Teatro de Caracas, en marzo del 2015.
La pieza plasma el momento en que Simón Rodríguez muere en el pueblo de Amotape y debe enfrentarse al minotauro (Asterión) en el laberinto y expiar sus culpas. Ese laberinto es el purgatorio o el limbo donde todas las almas se enfrentan a sí mismas y deciden si el cielo o el infierno. El trance espiritual entre la gloria o el olvido.
Es un texto profundo donde se recuerda al pensamiento de Simón Rodríguez o Samuel Robinson (nombre que usa tras la ruina de la conspiración de Gual y España, 1797), y su relación con una América que luchaba entre la libertad, la república y la independencia de una España, como símbolo imperial, castrante e intolerante.
Robinson en la casa de Asterión reivindica a Simón Rodríguez y lo exalta como lo que fue: gran pensador, revolucionario que desafió a toda la naciente sociedad latinoamericana al desarrollar y poner en práctica, arriesgando hasta su vida misma, por su original concepción- bajo la influencia de Jean Jacques Rousseau- lo que deseaba: educar a las nuevas naciones liberadas del yugo español por la espada de Bolívar y sus generales. Educación para derrumbar la herencia colonial y formar auténticos ciudadanos republicanos como seres del conocimiento y expertos en diversos oficios.
Jurado Zavala ficciona y combina al mitológico Asterión, según el cuento de Jorge Luis Borges, con las peripecias del brillante intelectual (Caracas, 28 de octubre de 1769/Amotape, Perú, 28 de febrero de 1854), e invita al espectador a revisar sus conocimientos sobre quien “enseñaba divirtiendo”.
El espectáculo, creado en Guanare –capital del llanero estado Portuguesa- se desarrolla en un espacio vacío y sobre un piso que reproduce, con líneas blancas, al laberinto del minotauro de Creta, donde irrumpe Robinson para enfrentarse con el Asterión (hombre con cabeza de toro), momentos antes de morir y drenar sus fracasos y las culpas de quienes a lo largo de su vida tuvieron que ver con la ruina de los mismos, con el mariscal Sucre a la cabeza. 
Gracias a la concepción minimalista del montaje y la desenfada actuación de Aníbal y Wilfredo, lo vemos desafiar a quienes lo acusaron de ladrón, de hereje, de promiscuo, cuando su objetivo era educar y crear hombres libres para formar verdaderas repúblicas en la América española. Al final se da cuenta que su salvación está en sus escritos que leyó tantas veces y que nadie supo comprender. Logra demostrar, una vez más, que ese hombre es grande y trasciende en la historia y el tiempo por sus pensamientos y   sus saberes.
La saga y el legado de Simón Rodríguez o Samuel Robinson no se perdieron en los largos y angustiosos 200 años de historia de esta república venezolana. Es una referencia obligatoria en todo lo referente a la educación de la sociedad y es por eso que en Caracas, hacia octubre de 1971, se fundó la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y en más reciente fecha se creó la Misión Robinson, un programa social del gobierno durante la presidencia del comandante Hugo Chávez.¡Creemos que hay Simón Rodríguez o Samuel Robinson para muchas décadas más!




Los 7 muchachos de papel de Escalona

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Portada del libro de José Simón Escalona Acosta.
Quisieron joderlo o execrarlo al reseñar que él era un audaz cultor del homoerotismo porque en sus piezas teatrales rompía lanzas por los gais. Pero no fue así. Con su gente, el Grupo Theja, escribió las duras páginas de una estética teatral que sobrevivió al siglo XX y ahora avanza en estos difíciles años del XXI. Hizo una escuela o una tendencia que otros artistas han retomado, como es el caso reciente de Fernando Azpúrua con Los amores inconstantes. ÉlesJosé Simón Escalona Acosta (Ciudad Bolívar, 17 de mayo de 1954), quien no solo participa en el séptimo Festival de Teatro Breve, con María Queras, montada por Angélica Escalona Acosta, sino que recientemente ha publicado el texto Cuentos de muchachos, que es en papel lo ha que mostrado sobre los escenarios. Todo un absorbente libro de 180 páginas que deben ser leídas por las viejas y las nuevas generaciones de venezolanos porque retrata algunas caras aún ocultas de esta Tierra de Gracia.
 ¿Cuántos libros de literatura tiene, sin contar las piezas teatrales que ya van por 34 textos?
 Dos: una novela, que es Amargode Angostura y ahora Cuentos de muchachos, el teatro y la televisión han sido mi prioridad de vida profesional. En el teatro me formé, en la televisión me especialicé. Hoy día le debo a ambos mi felicidad, pero confieso que escribir narrativa es la mejor infidelidad a mis dos grandes amores.
 ¿Para qué escribe?
 Para inventarme una memoria. Cuando adolescente me senté ante la orientadora de mi liceo Andrés Eloy Blanco, en Catia, porque estaba desorientado respecto a mi profesión y temía que me alejaran de mi escuela de teatro Theaomai. Por eso acepté la consulta con una psicóloga, que cuando me preguntó por mi pasado no supe responderle. Le dije que no tenía recuerdos, ella me retó, invéntalos. ¿Cómo? Escríbelos. En eso ando desde adolescente.
 ¿Cuantos cuentos tiene este libro?
Siete cuentos, pero hay uno más, el prólogo de Javier Vidal, donde narra cómo nos conocimos. Un cuento que por supuesto no recuerdo, así que creo que debe ser exactamente como él lo cuenta; pero no descarto que algún día se me ocurra publicar mi versión.
 ¿Cómo nacieron esos relatos y en qué fechas estuvieron listos?
 Los cuentos originales son escritos desde 1978 hasta 1986, cuando murió mi hermana Mariam, una experiencia trágica que cambió mi vida. Los cuentos fueron revisados durante 2013 y 2014. La fecha de impresión del libro es de diciembre 2015, solo que hasta ahora no estaba en las librerías.
 ¿Cuál es el hilo conductor de los cuentos? 
Mis tiempos de muchacho. Lo explico en el libro, son cuentos de mis tiempos de muchacho sobre otros muchachos.
 ¿Algunos se verán en escena? 
Ya hice una versión teatral de uno de ellos: Rumberas. El cuento original está en el libro. La obra la estrené hace dos años. Un intento del Theja, con la protagonización de un actor ejemplo de nuestra agrupación y estilo, como Nacho Huett, fue un lujo. También la producción de Angélica Escalona Acosta, sin ella no existiría el Theja.
 ¿Tienen esos cuentos elementos biográficos o aluden a gente conocida o por conocer? 
Es la pregunta con la que estaba seguro me tendría que enfrentar, por eso escojo unas palabras de Gabriel García Márquez para presentar el libro: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”. Pero ya te advertí, mis recuerdos son inventos. Espero que nadie se sienta aludido con mis cuentos, y menos de la forma como están escritos, con la desfachatez de la juventud. Pueden estar tranquilos todos, los nombres son pura ficción.
¿Qué planes tiene con esta publicación, algo así como campaña, etcétera?    
Me preocupa que siempre me descuido con lo promocional. Justo en este momento estoy produciendo una telenovela, estrenamos de nuevo en microteatro y tengo algunos viajes comprometidos. Pero trataré de asistir a quienes, tan amablemente y atentos como tú, me inviten para hablar de este libro maravilloso. También estoy a la orden para firmar en las Librerías Tecni-Cencias. Confió en que los lectores sean mi mejor promoción.


23 años sin Carlos Giménez

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Fue director y productor de teatro venezolano. Nació en Rosario, Argentina, el 13 de abril de 1946 y murió en Caracas, a consecuencia del SIDA, el28 de marzo de 1993.  Es posible que la mala memoria, una verdadera epidemia nacional, no lo identifique ahora por su nombre de batalla, Carlos Giménez, pero algunos recordarán que fue él, junto a María Teresa Castillo, quien puso en marcha -precisamente durante el negro septiembre de 1973 -una empresa fantástica de promoción cultural como fue el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC).
Giménez también fue el  fundador del grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro, el Centro de Directores para el Nuevo Teatro y el Teatro Nacional Juvenil de VenezuelaInstituciones que fueron vanguardistas y originales, fábricas de controversiales contenidos estéticos.
A 23 años de su mutis reproducimos fragmentos de una serie de entrevistas compiladas en mis libros Carlos Giménez/Tiempo y Espacio (1993) y Carlos Giménez/Antes y Después (2003), realizadas a lo largo de dos décadas de su intenso periplo artístico y existencial, y que ahora las republico porque son de gran actualidad, por su vigencia e importancia de las mismas.
-¿Qué atenta contra el teatro criollo?
-Atenta la falta de creatividad y la ausencia de rigor profesional. Creo que hay teatro comercial y teatro de arte. Se diferencian en que el primero es fundamentalmente un medio de vida y el otro es un modo de vida; uno tiene como objetivo el éxito económico, el otro busca el triunfo artístico. Ambos los une el deseo común de atraer a mayor cantidad posible de público. El comercial se sostiene por una minoría de la clase media que no es superior a las 50 mil personas…Es un teatro de consumo con el objeto de hacer pasar el rato, como dice Federico García Lorca: para hacer esa cosa horrible que es matar el tiempo. El comercial es fuente de trabajo, pero es necesario contribuir a su desarrollo cualitativo, mejorando su calidad artística y temática. El público del comercial solo parece estar interesado en los aspectos anecdóticos y superficiales de la realidad que lo rodea. Lo importante entonces, es que sobre la base de estos elementos se intente elevar la calidad profesional del espectáculo comercial. Ojalá que tengan éxito y llenen sus salas, porque los espectadores son los más afectados cuando van a un montaje y ven poco público, ya que ellos necesitan de la masa para perder la identidad y gozar.
-¿Le interesa el éxito comercial?
-Me interesa que mis espectáculos sean vistos siempre por mayor cantidad de público, pero pienso que no hay que hacer un teatro para el público, hay que formar un público para el teatro. El teatro es una reserva moral, por eso tiene que cumplir una misión.
-¿Qué criticaría a los críticos?
-La crítica es la cátedra en donde debe discutirse el camino del teatro en su más alto nivel. Es la crónica que hará la historia de nuestro trabajo, por eso exijo rigor. Ellos determinan el nivel para la discusión y el estudio. En Venezuela hemos llegado a una situación delicada: la crítica no está definida como un cuerpo social que integra un movimiento creador.
-¿De la crisis del teatro que puede decirnos?
-Se habla de crisis en el teatro, pero el teatro ha sido siempre una crisis permanente, es una expresión verdaderamente creativa que no está sujeta a ninguna ley, es imprevisible. En Venezuela hay crisis de creatividad…hay un marcado descenso cualitativo, como una especie de modorra. Hay como una falta de audacia en los planteamientos teatrales.
-¿Qué saldrá de los festivales internacionales para el teatro venezolano?
-Una revolución química entre los creadores y el público. No habrá frutos inmediatos, pero, como decía García Lorca, el teatro es un barómetro. Yo creo que hace falta una violencia creadora. El teatro no debe ser pensado en función comercial porque es lo deficitario.
-¿Qué será del teatro venezolano sin Carlos Giménez?
-En ningún movimiento cultural nadie es imprescindible. Seguiría trabajando, tal vez en algunos aspectos un pelo más aburrido. Siempre en un polo cultural hay espacio para la polémica, la discusión. Pienso que nosotros conformamos un polo polémico por la permanente capacidad, un poco beligerante, que tenemos de promover eventos.
-¿Qué relación tiene para usted el teatro y el subdesarrollo?
-Federico García Lorca decía que le teatro es el barómetro que marca la grandeza o el descenso de un país. Todas las manifestaciones culturales son la expresión de esas contradicciones, la lucha entre una situación económica y social y políticas subdesarrolladas y una evolución creadora que a veces logra salirse de los parámetros del subdesarrollo, pero que finalmente está encerrada en el mismo. En última instancia, nosotros somos parte del subdesarrollo.


Ron, karaoke y mujeres apasionadas

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Innovar es clave para sobrevivir en el teatro criollo.
Javier Vidal Prada no teme revisiones ni reescrituras o remontajes de sus textos teatrales. Su primogénito Jan Vidal Restifo se apoderó de la piezaAmbas tres (2001) y la redujo, quirúrgicamente, para un intenso espectáculo de 50 minutos,  y además la retituló Hasta el último trago. Ahora, bajo la dirección de Julie Restifo, hace temporada en el Urban Cuplé, con las actrices Marianne Suarez, Andreina Álvarez y Alberto Centeno quienes dan vidas, de maneras impactantes, a Minerva, Kore e Isis (dos hermanas y una prima), féminas que no se dejan aplastar por las nada fáciles circunstancias  que atraviesan.
Este positivo obricidio, como lo llamaría Rodolfo Santana, acentuó su humor negro en el drama de tres mujeres quienes viven normales crisis existenciales por arribar a su primera cuarentena  y un poquito más allá, y además están marcadas como sobrevivientes del deslave de Vargas (1999). Se reúnen en un bar para drenar sus complejas situaciones y ahí afloran sus intimidades: embarazo no deseado por una relación con un cubanito de 20 años, amores fugaces o fantasías eróticas, complejas peripecias para pagar cuotas de las tarjetas de crédito y otras trampas de la sociedad de consumo que acorrala a la clase media, además de la quimera de un viaje al Norte en pos del esquivo futuro. Tremendo trío de hembras inteligentes que desafían leyes machistas y salen airosas por los mutuos consejos que se dan.
No es fácil para el espectador digerir el crudo enredo existencial de los tres personajes de Hasta el último trago y la comedia oscila peligrosamente en la cuerda floja del melodrama, pero la directora Restifo inventa o retoma los positivos usos del ron (especial para actrices y actores) y pone a las mujeres a beber y cantar, en un improvisado karaoke, una serie de temas románticos apropiados para las circunstancias que ellas atraviesan.
El ritmo del montaje es impactante y atrapa al público que podría terminar hasta bebiendo y cantando a coro los desenfadados temas de esas tres mujeres indómitas.

Recreativo y reflexivo el teatro venezolano

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La escena criolla es multisápida en Caracas y el resto del país
Con la puesta en marcha del Centro Nacional de Teatro (CNT), tras la creación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, el Gobierno Bolivariano formuló sus políticas para el sector de las artes escénicas venezolanas, en compañía del poder popular organizado y de los artistas o creadores.
Así Alfredo Caldera, presidente del  CNT, subraya  como desde la administración del ministro Farruco Sesto (2006), se inició un lento y preciso proceso administrativo y conceptual para convertir a la Compañía Nacional de Teatro (CNT) -fundada durante el año 1984 por el presidente Jaime Lusinchi y con Isaac Chocrón en la dirección general- en el actual Centro,  o sea una institución más nacional y comprometida con los procesos de cambio que vive nuestra sociedad y con una participación más activa en las diversas manifestaciones de la actividad teatral que se desarrollan en el país.
¿Qué pasa con la CNT?
Durante el 2015 realizó, en el marco del centenario de Rengifo, dos coproducciones de sus textos, con IAVE y la Fundación Ayanansha. Este año se relanza la Compañía Nacional con el estreno de Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, dirigida por Carlos Arroyo, estreno que se hará el 7 de abril en el Teatro Baralt del Zulia. Estará en el circuito de teatros de Caracas, en distintas ciudades y en festivales. Se tiene programado otro montaje. La CNT es el brazo ejecutor del CNT.
¿Cómo está el presupuesto del CNT y la CNT?
Para el 2016 hay   unos 70 millones de bolívares, los cuales serán distribuidos en distintas acciones y serán ejecutados dentro de los lineamientos de la Agenda Bolivariana, pero buscando que las agrupaciones beneficiadas sean más independientes de lo que el Estado les pueda dar y que busquen ser autosustentables para que hagan su teatro a sus formas y maneras.

-¿Qué pasa con el teatro en general?

Que se está haciendo y exhibiendo a lo largo y ancho del pais. Basta pasearse por las páginas de espectáculos de los periódicos o mirar las redes sociales. Hay dos modelos de producción: uno con alta rentabilidad y otro de menos rentabilidad. Hay sendos discursos estéticos y de representación. Todos buscan sus propios espacios de sustentabilidad. El 99% de las producciones teatrales del pais, con mayor presencia en la Gran Caracas y en algunos estados centrales y en el Zulia, se hacen con financiamientos particulares o privados y con apoyos o respaldos del Estado.

-¿Qué proyectos teatrales se gestan?
El CNT, además de la investigación, la capacitación, la documentación, la conservación, el trabajo con las comunidades y el rescate de la memoria del teatro, está entregado a la organización de una programación diseñada en función de la diversidad y la inclusión. Se gestan y se trabajan en 11 coproducciones, orientadas a la construcción comunitaria y al apoyo de los nuevos creadores y aportes a las agrupaciones referentes. Esta línea de trabajo consiste en la participación financiera parcial de la producción teatral en lo que respecta a las obras. En lo comunitario se financia la investigación y la producción. Se atiende a 296 agrupaciones en diversos programas, como unos 165 talleres para todas las regiones con el programa de fortalecimiento de la actividad teatral; son talleres solicitados por las asambleas comunitarias y otro conjunto de talleres para formadores en el área educativa, quienes tributan al Movimiento de Teatro para Niños y Jóvenes Cesar Rengifo y que se articula con PDVSA.
Agregó que se realizarán no menos de 60 festivales con apoyo directo, como los eventos de Occidente, Oriente y Comunitario de Caracas, entre otros. Además auxilian a 18 agrupaciones con infraestructura. También se entregan aportes a 50 agrupaciones referentes para un circuito nacional que utilizará las salas que existen en los estados; se calcula que realizarán unas 145 funciones para unos 30.000 espectadores.
¿Qué teatro se hace? ¿Hay censura?
Es un teatro que no es solo recreativo sino también reflexivo, así como también hay directores de plausible calidad estética que también buscan su rentabilidad. No hay censura. El Estado al entregar recursos a las agrupaciones fija unas líneas de acción que tienen que ver con lo que es la esencia afirmativa venezolana. Hay una apertura hacia la diversidad de temáticas e ideas y además exhiben obras, en los festivales organizados por el Estado, que tienen planteamientos críticos al gobierno.

¿Qué pasa con el circo?

El circo se ha ido organizando con la red de arte circense. Hay una generación de jóvenes, con mucho espíritu de organización y con visiones de que la economía cultural   es importante para lograr la sustentabilidad. El Estado los acompaña para su formación y organización y la realización de algunos proyectos. 

No necesitamos el teatro inútil de la política

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Anatoli Vassiliev 
El mundo necesita el teatro, pero no el "del terror diario", el de "cuerpos y sangre en las calles y las plazas", asegura el director y profesor ruso Anatoli Vassiliev en su manifiesto por el Día Internacional del Teatro, evento creado por el Instituto Internacional del Teatro (IIT), el cual será leído este 27 de marzo en el teatro Bolívar de Caracas, a las 3:00 pm, dentro de un acto donde además se exhibirá la pieza Sabotaje Petrolero.
La pieza, original de Roberto Azuaje, relata el sabotaje petrolero perpetrado en Venezuela por sectores de derecha durante los años 2002 y 2003 con el propósito de derrocar al gobierno del comandante Hugo Chávez, informó el Ministerio para la Cultura en nota de prensa.
 Vassiliev afirma, en el texto que los venezolanos escucharan, esto:
¿Necesitamos al teatro?
Esa es la pregunta que miles de profesionales decepcionados del teatro y millones de personas que están cansados de él se preguntan.
¿Qué necesitamos del teatro?
En estos años en que la escena es tan insignificante, en comparación con las plazas de las ciudades y los tierras de los países, donde se están jugando las tragedias auténticas de la vida real.
¿Qué pasa con el teatro?
Galerías y palcos chapadas en oro en las salas de teatro, sillones de terciopelo, salas sucias en escenarios, bien pulidas voces de los actores, - o viceversa, algo que puede tener unos aspectos aparentemente diferentes: cajas negras, manchadas de barro y sangre, con un montón de cuerpos desnudos rabiosos en el interior -.
¿Qué es capaz de decirnos?
¡Todo!
El teatro nos lo puede decir todo.
Como los dioses habitan en el cielo, o cómo los presos languidecen en cuevas olvidadas bajo tierra, o cómo la pasión nos pueden elevar, o cómo el amor nos puede arruinar, o cómo nadie necesita una buena persona en este mundo, o como reina el engaño, o cómo la gente vive en apartamentos, mientras los niños se marchitan en campos de refugiados, o las formas en que todos tienen que volver de nuevo al desierto, o cómo día tras día nos vemos obligados a desprendernos de nuestras personas queridas, - el teatro puede decirlo todo.
El teatro siempre ha sido y seguirá siendo siempre.
Y ahora, en estos últimos cincuenta o setenta años, es particularmente necesario. Porque si usted lanza un vistazo a todas las artes públicas, se puede ver de inmediato lo que sólo el teatro nos da, una palabra de boca en boca, una mirada de ojo a ojo, un gesto de mano en mano, o de cuerpo a cuerpo. No se necesita ningún intermediario para trabajar entre los seres humanos, que constituya el lado más transparente de la luz, que no pertenezca a ningún sur o norte o este u oeste, oh no, es la esencia de la propia luz, que brilla en todos los rincones del mundo, inmediatamente reconocible por cualquier persona, ya sea hostil o amigable hacia ella.
Y necesitamos al teatro que permanece siempre diferente, necesitamos teatro de muchos tipos diferentes.
Aun así, creo que entre todas las formas y formas de teatro posibles, sus formas arcaicas ahora resultan ser la mayoría en la demanda.
Teatro de las formas rituales, no hay que oponerse artificialmente a las de las naciones "civilizadas".
La Cultura secular está siendo cada vez más castrada, la llamada "información cultural" sustituye gradualmente y empuja a entidades simples, casi como nuestra esperanza de que con el tiempo se acabe el día.
Pero puedo verlo claramente ahora: el teatro está abriendo sus puertas ampliamente. Entrada gratuita para todos y para todo el mundo.
¡Al diablo con aparatos y equipos - sólo tienen que ir al teatro, ocupar filas enteras en el patio de butacas y en las galerías, escuchar la palabra y mirar las imágenes vivir!
Es el teatro que está delante de usted, no se descuide y no se pierda la oportunidad de participar en él, tal vez la oportunidad más preciosa que tenemos en nuestras vidas vanas y apresuradas.
Necesitamos cada tipo de teatro.
Sólo hay un teatro que seguramente no es necesitado por nadie, me refiero a un escenario de juegos políticos, un teatro de políticas "ratoneras", un teatro de políticos, un teatro inútil de la política.
Lo que sin duda no necesitamos es un teatro de terror cotidiano - ya sea individual o colectivo, lo que no necesitamos es el teatro de cadáveres y sangre en las calles y plazas, en las capitales o en las provincias, un teatro falso de los enfrentamientos entre religiones o grupos étnicos...

El inolvidable Carlos Márquez

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En los camerinos de la Sala Anna Julia Rojas captamos al actor antes de salir a escena, hace tres años-.
Desde Guanoco a la eternidad histórica de la cultura criolla, haciendo escala a lo largo de más de seis décadas en numerosos escenarios, sets y platós de Caracas. Podría ser la síntesis de esta reseña sobre este primer comediante de las artes escénicas venezolanas, quien este 26 de abril, a las 6:00 PM, hizo mutis.
Carlos Márquez Capecchi, quien el próximo 19 de abril cumpliría 90 años, recibió del Premio Nacional de Teatro 2015, según el jurado integrado por Román Chalbaud, Bruno Mateo y Nicolás Curiel. Él admite que no se arrepiente de nada de lo hecho. Y para cuando le llegue la hora del mutis definitivo quiere tener las botas puestas, como lo hicieron varios de los personajes teatrales que ha encarnado desde la década de los 40, aunque aclara que no hay final ni principio, sino que todo se transforma tal como la aprendió con sus hermanos rosacruces. Así lo piensa y lo cuenta este primer actor del teatro, el cine y la televisión, quien regresó a la pantalla de RCTV Internacional gracias al unitario La pensión Amalia, basado en la telenovela original de Salvador Garmendia, en la temporada del 2008
La memoria le permite hilvanar su saga actoral, la cual arranca a los 17 años, cuando conoció los secretos del teatro en el viejo Ateneo de Caracas, en la otrora casa de Andrés Bello, en la esquina Las Mercedes; Manuel Rivas Lázaro lo inició y continuó su aprendizaje en el Centro Venezolano Soviético, donde estaba César Henríquez, y después en el Taller Libre de Arte con Elías Marcheli, durante el montaje de El paquebote de Charles Vitrac.
Pero su deambular se detuvo al vincularse a la escuela de Juana Sujo, en los años 50. Ahí conoció a esa legendaria actriz argentina, después se desposaron y vivieron felices hasta que ella “se fue de gira”, el 11 de julio de 1962, a los 44 años. “La conocí porque un amigo, Elisaúl Peraza, me encontró en la plaza de San Jacinto y me dijo que fuese a los estudios de Bolívar Films, donde para ese entonces funcionaba la escuela de Juana, porque la italiana Mara Poeta ensayaba la pieza Detective history. Y así ocurrió y ahí encontré a Fernando Gómez, Paul Antillano, Esteban Herrera y Alberto Castillo Arráez, quienes también participaban, pero nunca se estrenó ese espectáculo; me quedé ahí y dos años más tarde debuté, como profesional, en el Teatro Municipal con Los muertos sin sepultura de Jean Paul Sartre. Lo he dicho siempre y lo repito ahora, que Juana me formó en lo humano, en lo intelectual y en lo artístico”.
 Reconoce que no lo aprovechó todo por su inmadurez, pero sería años más tarde, cuando se vinculó al rosacrucismo, que pudo comprenderlo todo y aprehender otros estadios del conocimiento.
Como su memoria lo puede traicionar y para que la historia de su marcha artística no se pierda y se cuenten cosas que él no hizo, logró la publicación de su autobiografía, Lo me toco vivir, donde está toda la información sobre su dilatada carrera profesional, desde 1952 hasta 2008, inclusive.
 Ahí figuran las fichas técnicas de la pieza de Sartre hasta el monólogo de José Antonio Rial, Un hombre de otros tiempos; no menos 40 espectáculos teatrales; también lo caracterizado en televisión y cine, decenas y decenas de trabajos. Ese libro tiene unas 220 páginas y en la portada hay una fotografía suya, tomada en el Teatro Los Cedros, durante el montaje de la pieza Ha llegado el inspector de John B. Priestley.
Es una autobiografía, con abundantes gráficas, sobre una vida artística de lujo, además con datos fieles, no tan conocidos, como sus dos primeros matrimonios (Juana Sujo y Adilia Castillo) y el tercero con la cantante Dolores Beltrán, ya fallecida. De esas tres bodas no tiene descendencia, aunque sí procreó una hija que ya lo hizo abuelo en tres oportunidades. "Mi nieto mayor tiene varios años en París”.
Lamenta que ya no pueda estar al mismo tiempo en un escenario teatral y en un set de televisión, como antes, y además acudir a la universidad, como lo hizo a los 60 años para estudiar en la UCV y obtener una licenciatura en artes escénicas. Se cansa, como es natural, pero lo que nunca olvida es acudir a una edificación en la parroquia Candelaria, donde están sus hermanos rosacruces, a quienes conoció, hace más o menos unos 40 años, gracias al cantante Rafa Galindo. “Estoy feliz de todo lo hecho y de lo que todavía puedo hacer”.
FILOSOFIA DE VIDA
Carlos, nacido en Guanoco, estado Sucre, y caraqueño desde los nueve años, no reveló las claves de las enseñanzas rosacruces, porque no es su vocero autorizado, aunque recordó que se trata de una filosofía de vida, la cual permite el desarrollo interior del hombre y al mismo tiempo enseña al desprendimiento de lo material. No propone temas meramente especulativos que no tengan una aplicación práctica para el mejoramiento de la vida de sus practicantes y también para ayudar a otros como vivir mejor. Revela cómo los seres humanos tienen un caudal inmenso de energía y de potencialidades que habitualmente desconocen. Y recomienda aprovechar el inmenso potencial de la mente para librarse de las tensiones, conceptos erróneos y enfermedades mentales. La orden Rosacruz fue fundada, hacia el siglo XV, por Christian Rosenkreuz. Para algunos estudiosos el rosacrucismo suele denominársele como cristianismo esotérico.
INOLVIDABLE
Pero Carlos no se retiró ni tampoco reposó en un chinchorro. Recorrió desde la temporada 2013 a Venezuela con su hermoso e instructivo monólogo Inolvidableescrito por José Gabriel Núñez a partir de la biografía Lo que me tocó vivir del comediante, desde aquel 20 septiembre de 2013, en la sala de conciertos de Unearte.
Márquez está consciente de que “a los 87 ya no se está para actuar, sino para esperar la muerte en la tranquilidad del hogar”, pero, mientras le llega el último mutis  hace su espectáculo, el cual avanza desde Guanoco a la eternidad de la cultura criolla, haciendo escala a lo largo de 60 años en numerosos escenarios, sets y platós de Caracas donde hizo su vida artística.
 Lo obtenido es una deliciosa recreación, a partir del monólogo El canto del cisne (1886) de Antón Chejov, enriquecido con anécdotas del artista, como sus desencantos por los personajes que anheló hacer y nunca se los dieron, como aquellos legendarios príncipes Hamlet y Segismundo, de  Shakespeare y Calderón, metas consagratorias para muchísimos  comediantes en etapa cruciales de sus profesiones.
Tal como lo plantea Chejov, Márquez encarna el anciano cómico Vasili Vasílievich que termina la función con la cual finaliza su carrera teatral y  se queda  viendo desde el escenario la sala vacía para iniciar un melancólico viaje a través de sus recuerdos.
Inolvidable es un gran tributo a la nostalgia que ha acompañado a este comediante, quien luchó denodadamente para llegar a ser lo que es: primera figura en el arte de la interpretación, la cual es la actividad más arraigada, genéticamente, en todo ser viviente, y más, si a este lo complementa el intelecto, tal es el caso de  Carlos Márquez.
Aristóteles pide en todo acto teatral un conflicto para la expiación de la audiencia y  Márquez lo obtiene con su  saga de amor, sus luchas y el amargo  final, tal como ocurrió con la pionera Juana Sujo, su  primera esposa, insigne actriz y productora del mejor teatro de arte de los 50 y 60. Desaparecen las risas y el silencio es elocuente, pero el público estalla minutos después cuando interpreta el tango Cuesta abajo y el bolero Inolvidable. ¡Cae el telón!
TELENOVELAS Y SERIES
Camaleona (2007), Estrambótica Anastasia (2004), Mi gorda bella (2002-2003), Carissima (2001), Mujer secreta (1999), Reina de Corazones (1998),  María de los Ángeles (1997), La llaman Mariamor (1996), Amores de fin de siglo (1995) , El desprecio (1991),De mujeres (1990), Amanda Sabater (1989), Señora (1988),La intrusa (1987), Mi amada Beatriz (1987), Mansión de Luxe (1986), Azucena (1984), Marisela (1984), Topacio (1984), Esperanza (1983),Leonela (1983),Kapricho S.A. (1982),¿Qué pasó Jacqueline?  (1982), Luz Marina (1981), Luisana mía (1981),La comadre (1979), Estefanía (1979), Doña Bárbara (1975).
CINE
Fuente: Wikipedia




Samuel Robinson regresa por Asterión a Bogotá

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Una pieza que atrapó a los bogotanos.
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa viajó al FESTA, el Festival Alternativo del Festival Iberoamericano de Bogotá 2016, invitada por la Corporación Colombiana de Teatro y regresó con una extraordinaria cosecha de aplausos y buenos comentarios. Y además con una invitación para 8 funciones en una sala de la capital colombiana.
La obra Robinson en la casa de Asterión, de Tomás Jurado Zabala, que se presentó en la sala Casa Tea el jueves 24 de marzo, sirvió para reafirmar las relaciones culturales con el hermano país. La directora del FESTA, Patricia Ariza, conmovida con el texto y las actuaciones de Wilfredo Peraza y Aníbal Grunn, quienes bajo la dirección de Carlos Arroyo, hicieron vivo el pensamiento del maestro de América, Simón Rodríguez, les extendió una invitación a la Compañía para realizar una temporada de dos semanas en la sala Sekisano, de la Corporación, en el barrio La Candelaria, en el próximo mes de mayo, del 18 al 28.
Colombia quedó prendada de este trabajo. Y quiere repetir la experiencia para su público culto y revolucionario, porque eso fue, de principio, el maestro de Simón Bolívar.Simón Rodríguez, o Samuel Robinson (nombre que usa tras la ruina de la conspiración de Gual y España, 1797), retornó como hermoso ente teatral a Bogotá.  
Nuevamente el teatro venezolano dio muestras de la calidad de sus trabajos.  Robinson en la casa de Asterión , sucede en el momento exacto en que Simón Rodríguez muere en Amotape, Perú y se enfrenta, en ese espacio que existe entre el cielo y el infierno, a purgar sus culpas enfrentado a su propio ser, encarnado en la figura del Minotauro. Es una obra que rescata el pensamiento filosófico, educador y político de la figura más controversial en la historia de América. Su pensamiento se hace vivo y se vuelve actual, vigente.
Robinson en la casa de Asterión, producción de la Compañía Regional de Portuguesa, reivindica a Simón Rodríguez y lo exalta como lo que fue: gran pensador, revolucionario que desafió a toda la naciente sociedad latinoamericana al desarrollar y poner en práctica, arriesgando hasta su vida misma, por su original concepción- bajo la influencia de Jean Jacques Rousseau- lo que deseaba: educar a las nuevas naciones liberadas del yugo español por la espada de Bolívar y sus generales. Educación para derrumbar la herencia colonial y formar auténticos ciudadanos republicanos como seres del conocimiento y expertos en diversos oficios.
Jurado Zavala ficciona y combina al mitológico Asterión, según el cuento de Jorge Luis Borges, con las peripecias del brillante intelectual (Caracas, 28 de octubre de 1769/Amotape, Perú, 28 de febrero de 1854), e invita al espectador a revisar sus conocimientos sobre quien “enseñaba divirtiendo”.
El espectáculo, creado en Guanare, se desarrolla en un espacio vacío y sobre un piso que reproduce, con líneas blancas, al laberinto del minotauro de Creta, donde irrumpe Robinson para enfrentarse con el Asterión (hombre con cabeza de toro), momentos antes de morir y drenar sus fracasos y las culpas de quienes a lo largo de su vida tuvieron que ver con la ruina de los mismos, con el mariscal Sucre a la cabeza. 
Gracias a la concepción minimalista del montaje y la desenfada actuación de Aníbal y Wilfredo, lo vemos desafiar a quienes lo acusaron de ladrón, de hereje, de promiscuo, cuando su objetivo era educar y crear hombres libres para formar verdaderas repúblicas en la América española. Al final se da cuenta que su salvación está en sus escritos que leyó tantas veces y que nadie supo comprender. Logra demostrar una vez más que, el hombre es grande y trasciende en la historia y el tiempo por sus pensamientos y   sus saberes.
La saga y el legado de Simón Rodríguez o Samuel Robinson no se perdieron en los largos y angustiosos 200 años de historia de esta república. Es una referencia obligatoria en todo lo referente a la educación de la sociedad y es por eso que en Caracas, hacia octubre de 1971, se fundó la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y en más reciente fecha se creó la Misión Robinson, un programa social del gobierno nacional durante la presidencia del comandante Hugo Chávez.
¡Creemos que hay Simón Rodríguez o Samuel Robinson para muchas décadas más!
 EL CIELO EN ROSA
 Continuando con la programación en su sede de la ciudad de Guanare, la compañía vuelve a presentar  El cielo se puso rosa , de Manuel Manzanilla, una coproducción con la Compañía Regional de Danza, que se estrenara el 10 de marzo pasado. Debido a su éxito y luego de la pausa de la semana mayor se repone la obra mencionada en funciones de viernes a domingo en el horario de las 7 pm, en la sala 

Peludas en el cielo de Maracaibo

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El cuarteto de comediantes y su festivo director.
La pieza Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, será estrenada en el teatro Baralt, de Maracaibo, los días jueves 7 y viernes 8 de abril, bajo la dirección de Carlos Arroyo y con las actuaciones de Aura Rivas, Francis Rueda, Luis Domingo González y Vanessa Vázquez, dentro del dispositivo escenográfico diseñado por Rafael Sequera.  
Carlos Arroyo, que se inició como director con el montaje de El hombre de la rata, de Gilberto Pinto, hacia 1981, tras haberse graduado como actor en la Escuela Porfirio Rodriguez, de Petare, es uno los creadores más versátiles del país, además es un prestigioso productor y líder de la Compañía Regional de Portuguesa. Sobre su trayectoria como puestista, de más de 35 años, solo se puede decir que  tiene no menos de 70 montajes  e incluso varios de ellos los ha llevado al exterior, como Robinson en casa de Asterión y Los viajeros.
Peludas en el cielo, que podría calificarse como un sainete venezolano contemporáneo, aborda varias de las temáticas de la dramaturgia de Cesar Rengifo. Es una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Alfredo Caldera. Vendrá a Caracas para varias presentaciones y después ira al interior de la Republica, dentro de la programación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura


Palometas peludas vuelan en Maracaibo

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El director Carlos Arroyo estrena al dramaturgo Gustavo Ott.
Los temibles vuelos de las mariposas palometas peludas han retornado. Ahora no serán en la región oriental venezolana sino, primero, en el Zulia, después en Caracas y, quizás, en otras regiones. Que no cunda el pánico ante la reaparición del peligroso lepidóptero distrisioo hylesiua metabus y sus pelos que producen enfermedades epidemiológicas entre las que destacan: erosiones, alergias en la piel y conjuntivitis; en algunos casos estas afecciones están acompañadas por fiebre y trastornos respiratorios.
En esta ocasión las siniestras mariposas son la preocupación de solo cuatro venezolanos, personajes de la pieza teatral Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, la cual será estrenada los días 7 y 8 de abril en el teatro Baralt de Maracaibo con los actores Luis Domingo González, Aura Rivas, Francis Rueda y Vanessa Vázquez, dirigidos por Carlos Arroyo y con el dispositivo escenográfico del finado Rafael Sequera.
 Cuenta el director Arroyo (Chabasquén, 14 de octubrede 1965, Portuguesa) que la pieza transcurre  en este temible siglo XXI,  en la poblaciòn de Piacóa, Delta del Orinoco, al noroeste venezolano, en la humilde casa de las Pacheco (Mariana y Yesenia), donde coinciden la maestra Rita y el amigo Luis Domingo Gonzàlez. Estos personajes, amantes de la libertad pero conscientestes de las limitaciones que tienen por sus precarios recursos econòmicos, superan cualquier asomo del aburrimiento cotidiano recordando los tiempos idos, paseàndose por las inconmensurables páginas de la poesia universal y la que la ellos mismos pueden componer o armar, y especialmente sueñan con todo lo que podrian hacer, como viajar a Parìs, si se ganan la loteria para lo cual compraron un billete. Pero se les presenta un delicado problema: cómo dominar la invasion de mariposas peludas que les pueden destruir todos sus anhelos si llegan a enfernarse con la plaga que ellas transmiten y mucho más ante las  naturales carencias de medicinas adecuadas para curarse.
Por supuesto que las palometas peludas son una metáfora del autor que le propone a sus espectadores venezolanos, porque las incómodas mariposas son algo más de lo que representan fisicamente. Y aquí invitamos a los lectores, eventuales espectadores del susodicho montaje, que se paseen por lo que dice  o propone Albert Camus en su pieza La peste.
Para Arroyo, el dramaturgo Ott (Caracas, 1963) es un digno heredero de la escuela teatral de Jose Ignacio Cabrujas porque toma personajes y situaciones venezolanos y los recrea dentro de un espacio simbólico  para desarrollar sus tareas escénicas, que siempre son críticas y que en está pieza su mayor conflicto son las palometas peludas y todo lo que ellas ocasionan y el peligro que representan, tanto en lo físico como en lo simbólico. No es una pieza con intenciones ecologísticas, sino que utiliza la existencia real de las mariposas para invitar a reflexionar más allá.
Arroyo  se inició como director con el montaje deEl hombre de la rata, de Gilberto Pinto, hacia 1981, pero se graduó como actor en la Escuela Porfirio Rodríguez, de Petare, hacia 1985. En 1987 se instaló  en Guanare y desde allá ha fundado la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y el Teatro Estable de Portuguesa, agrupaciones con las cuales ha promovido a nuevos actores y e importantes dramaturgos criollos, además de crear y   mantener desde el Festival de Teatro de Occidente, pero lo más importante ha sido la promoción y  difusión de las artes escénicas nacionales cuyo fin ultimo es la sensibilización y culturización del  público venezolano
Sobre su trayectoria como puestista, de más de 35 años, solo se puede decir que  tiene no menos de 70 montajes  e incluso varios de ellos los ha llevado al exterior, como Robinson en casa de Asterión y Los viajeros.
Hay que recordar que Peludas en el cielo fue ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, creado por el Ministerio del Poder Popiular para la Cultura. Despues de su doble estreno en la capital zuliana vendrá a Caracas ara exhibirse en algunas salas del Circuito de Fundarte o del Distrito Capital o en el Celarg, dependiendo de los compromisos de eso espacios oficiales.

Peludas en el cielo, que podría calificarse como un sainete venezolano contemporáneo, es una producción de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Alfredo Caldera.

Arlette Torres da masajes en Madrid

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Otra venezolana en la escena de la muy competida Madrid.
Después del reciente éxito de Cómplices, la actriz venezolana Arlette Torres se convierte en La masajista, micro comedia escrita y dirigida por el español Rubén Tejerina y producida por Mago Atelier.
Serán, por ahora, tres únicas funciones -13, 20 y 27 de abril-, en las que el público madrileño podrá disfrutar de este espectáculo que se estrena en la capital española y que cuenta asimismo en su cartel con el actor malagueño José Tornadijo. La cita es en la sala alternativa de teatro La Escalera de Jacob, a las 20h30 , calle Lavapiés, 9,ubicada en el mítico y céntrico barrio Lavapiés.
Luego de la gran acogida del espectáculo  Cómplices y  Todo es una mierda , en el que compartía escenario con sus compatriotas Gledys Ibarra y Aitor Gaviria, Arlette Torres repite experiencia en el mundo de las piezas cortas, una estupenda y ‘acida’ micro comedia en la que las tensiones dramáticas pretenden aliviarse en una camilla.
La masajista se presentará por primera vez en la capital española, luego de conquistar al público durante su temporada en el Microteatro Málaga, en el verano de 2014, dentro de la programación ofrecida por ese espacio titulada “Por el infierno”.
En este montaje, Torres forma pareja en la ficción con el malagueño José Tornadijo, actor de importante trayectoria - sobre todo en el ámbito teatral español - en la que destaca Salvador, su más reciente trabajo, dirigido por Rafael Boeta y actualmente de gira.
Por su parte, Torres es conocida en España por sus trabajos en televisión en series como Ciega a citas, Hospital Central, La que se avecina, Aída o Museo Coconut, así como por sus participaciones en películas venezolanas como Liz en septiembre, El rumor de las piedras, Cenizas Eternas (por la que fue nominada a Mejor Actriz en el Festival del Cine Venezolano en 2012) y Azul y no tan rosa, ganadora del Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana en 2014.
La masajista cuenta la historia de Lucas, un chico bastante peculiar que acude a una cita en un místico spa, gracias a una atractiva e irresistible oferta: una terapia de masajes de ensueño que le proporcionará algunos efectivos ajustes en su cuerpo.
Y tú, ¿te animas a darte un micro masaje?
Las entradas están ya a la venta a través de la web http://www.teatrolaescaleradejacob.com/evento/463/micro_la_masajista y/o en las taquillas del teatro.
La producción es de La Cápsula Teatro y Mago Atelier (Cómplices, Todo es una mierda, EFLAM, Guataca Nights), el casting de Mariam Grande (La Lunares), el concepto gráfico del cartel de Manuel González Ruiz y la fotografía del malagueño Edu Gómez.


"Trance continental" francovenezolano en el Teresa Carreño

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Trance Continental es un espectáculo transdisciplinario en el cual la canción, la música en vivo, la risa, la poesía, y la emoción, se unen para dar una mirada transformadora sobre nuestro planeta. Esta producción entre Francia y Venezuela se presentará en la sala Ríos Reyna los días sábado 09 y domingo 10 de abril a las 5:00pm, en coproducción de la Fundación Teatro Teresa Carreño junto al venezolano Centro Nacional de Teatro y Vox International Théâtre.
En Trance Continental se mezcla teatro, danza, canto y música de los dos lados del océano. Participan más de 100 artistas profesionales y aficionados en escena de todas las edades, culturas, disciplinas artísticas, de todos los rincones de Caracas, unidos para crear sobre el colectivo y en colectivo.Es una experiencia que abre espacios de integración, tolerancia y respeto entre personas de diversos lugares, entre europeos y suramericanos que se aportan y aprenden unos de los otros. Es una vivencia que abre un dialogo cultural entre toda la diversidad de sus participantes, compartiendo con los espectadores el tesoro de todos los encuentros. Un espectáculo inédito, donde participa el Ministerio del Poder Popular de la Cultura,  que toma tanto la sala Ríos Reyna como otros los espacios del complejo cultural, en una puesta en escena con un formato nunca antes visto en nuestro país.
La dirección artística es asumida por el director francés Guillaume Paul. Los artistas y técnicos profesionales que actúan y dirigen, constituyen el núcleo de artistas internacionales y de colectivos que se agregaron para entrar en Trance Continental: Vox International Théâtre: Lisa Lehoux, Camille Pasquier, Maryline Messina, André-Paul Venans, y Suil-Rune Messina – Taller Experimental 23 de enero: Orlando Suárez – Del timbo al tambo. Teatro de calle Gabriela Mari y Karelia Guarepe –  Mudanza: Reinaldo Mijares – A1 Realizaciones: Jesús Rojas – Altermedia: Yann Manuguerra – Oz Production: Jorge Redondo – Y los artistas y técnicos: Luis Santana “el mimo”, Froilán Rivero, Cesar Mosquera, Horacio Quiroga, Marilena Jara, Gregorio Meléndez.
A este equipo se les suman niños y niñas, adolescentes y adultos de  la Unearte, Danza Integral Expresión (San Francisco de Yare, estado Miranda), la Escuela De Formación Integral Las Abejitas Del Panalito, Fundación Alexis Vive (23 de Enero) con los tambores de Fundación Social y Deportiva Sierra Maestra (23 de Enero) – y muchos artistas y técnicos independientes de Caracas. Todos junto a la Fundación Misión Cultura Corazón adentro.
Las entradas están a la venta 400Bs. y pueden adquirirse en taquillas del teatro o a través de la página web www.teatroteresacarreno.gob.ve


Piacóa se instala en Maracaibo con sus mariposas peludas

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Cuatro venezolanos luchando en Piacóa
Llegó la hora del estreno de Peludas en el cielo, las más reciente pieza de Gustavo Ott (Caracas, 1963), durante los días 7 y 8 de abril, a las 7:00 pm, en el teatro Baralt de Maracaibo, donde participan los interpretes Aura Rivas, Francis Rueda, Luis Domingo González y Vanessa Vázquez, bajo la dirección de Carlos Arroyo (Chabasquén, 1964), dentro del último dispositivo escenográfico que diseño Rafael Sequera.
Según Arroyo, Peludas en el cielo es una tragicómica historia venezolana que nos permitirá radiografiarnos como sociedad por intermedio de cuatro  personajes que se encuentran en la rural comunidad de Piacóa, estado Delta Amacuro, pero cuyos anhelos y carencias pueden extrapolarse a cualquier realidad local o universal.
A Piacóa le acecha una calamidad natural: la plaga de las mariposas Palometas peludas porque ellas son y significan “la calamidad y la oscuridad”, por esta razón sus pobladores se preparan en sus casas, para que esta plaga, que oscurece el día, pase sin dejar mayores males. “Esta metáfora construida a partir de un fenómeno natural de la región, le sirve a Gustavo Ott para hablarnos de lo que como sociedad nos caracteriza”.
 La casa de las Pachecos, es el epicentro de esta historia. Allí nos encontramos con Yesenia (Francis), mujer de carácter recio, afectada por un dolor en la pierna y su hija Mariana (Vanessa), quienes se ven obligadas a quedarse dentro de la casa, porque las palometas peludas están por llegar. Intemporalmente se nos presentan el resto de los personajes: Luis Domingo González (encarnado por el mismo Luis Domingo González), director cultural de la Alcaldía de Piacóa, doctor, director de teatro, carpintero, astrólogo, entre otros muchos oficios; y la maestra graduada Rita (Aura Rivas), doctora y de dudoso origen europeo.
La intempestiva noticia de Rita de haberse ganado la lotería, desatará el conflicto de la obra, al generar la ambición y proyectar los más íntimos sueños y caprichos de cada uno de los personajes, así como sus verdaderos caracteres.
Ahí se revela que Rita es una inconforme con su realidad, con un sentimiento de menosprecio, por su pueblo y gente, y un deseo fantasioso de irse a otro lugar, a su Europa imaginada donde todo es perfecto y bello. Mariana desea viajar a cualquier lugar del mundo, con la idea de conocer, pero también de evadir, mientras que Yesenia siente claramente que no puede alejarse de sus paisajes, pero que se imagina con un yate, con piernas submarinas y cosas que hablen en inglés. Y un Luis Domingo, atrapado en medio de estas tres mujeres, que también se encuentra con su sueño de montar una transnacional de poesía, traficarla, venderla e invadir el mundo con el sueño utópico de que la poesía puede salvar al mundo.
“Con Peludas en el cielo, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, entendemos que la poesía es un espacio perdurable, que nos acompaña durante toda la vida. ¿Por qué no venderla? ¿Por qué no exportarla? ¿Por qué no traficarla? A eso se reduce Piacóa, el mundo y nuestros sueños. Una peluda síntesis de cada uno de nosotros”, indica su director Carlos Arroyo.
La producción forma parte del repertorio de montajes que ha llevado a escena en los últimos años La Compañía Nacional de Teatro con el propósito de destacar lo más relevante del talento nacional,  con piezas como Cajita de Arrayanes (2012),  La niña azul (2013)   Leve  (2014)  Bingo (2014) ,Volcanes sobre el Mapocho (2015) y  Lo que dejó la tempestad (2015).

Peludas en el Cielo realizará temporadas para el Circuito de Teatro de Caracas. 

Teatro para analizar el pasado y proseguir la marcha

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Rescatando  la memoria desde el teatro político.
El Día Internacional de Teatro fue para despedir al actor Carlos Márquez desde la funeraria Valles, condecorado por el Estado venezolano a las 2:30 PM; y ver después el patético espectáculo Sabotaje petroleroen la sala Bolívar, a las 3:30pm, el cual culminó con las lecturas de sendos documentos alusivos a la festividad, creada desde 1961 por la Unesco y celebrada en Venezuela gracias el Centro Nacional del Teatro. Ceremonias que cerraron con aplausos y vivas al milenario arte de Tespis, durante aquel caraqueño domingo del 27 de marzo de 2016.
Ximena Carquéz, Livia Méndez y Nova Rowinsky, acompañadas y   dirigidas por Alberto Rowinsky mostraron, finamente, en 80 minutos, la obra Sabotaje petrolero, referida a uno de los capítulos más dramáticos  de la  historia contemporánea criolla; escenificada entre los meses de diciembre de 2002 y abril de 2003, subraya una serie de alzamientos civiles y militares para derribar al presidente Hugo Rafael Chávez  Frías, los cuales dañaron al aparato petrolero y perjudicaron los ingresos del Tesoro Nacional.
Aunque el montaje plasma sagas de la vida criolla, no apunta exactamente hacia el realismo y el escenario tiene una densa atmosfera surrealista, que no se asemeja ni a una barriada ni un sector de la clase media, sino a una grave pesadilla que pasa en la cabeza del espectador, que lo más seguro presenció aquello por televisión o porque estuvo en la calle arengando a los suyos, ya que durante esos días dos bandos se disputaron a Venezuela, según la visión crítica y comprometida  de Roberto Azuaje y Rowinsky, quienes la estrenaron en la temporada 2014.
Aunque hay muchos más elementos e historias, la pieza arroja luces y sombras sobre los movimientos de los factores de poder y sus operaciones. Es un espectáculo muy bien concebido para reflexionar sobre la realidad contemporánea y la urgente necesidad que hay de analizar más a fondo cómo viven y cómo piensan sus clases sociales y qué esperan o para qué trabajan actualmente.
En buenos y oportunos momentos el teatro reflexiona sobre lo que ha sucedido y permite sacer conclusiones o advertencias o espejos como para reveer lo que pasó y que no debe repetirse jamás.


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Hay que formar público para el teatro

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Van 23 años sin su presencia física.
Nació en Rosario, Argentina, el 13 de abril de 1946 y murió en Caracas, a consecuencia del SIDA, el 28 de marzo de 1993. Fue director y productor de teatro venezolano. Es posible que la mala memoria, verdadera epidemia nacional, no lo identifique ahora por su nombre de batalla, Carlos Giménez, pero algunos recordarán que fue él, junto a María Teresa Castillo, quien puso en marcha -precisamente durante el negro septiembre de 1973 -una empresa fantástica de promoción cultural como fue el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC).
Giménez también fue el fundador del grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro, el Centro de Directores para el Nuevo Teatro y el Teatro Nacional Juvenil de VenezuelaInstituciones que fueron vanguardistas y originales, fábricas de controversiales contenidos estéticos.
A 23 años de su mutis reproducimos fragmentos de una serie de entrevistas compiladas en mis libros Carlos Giménez/Tiempo y Espacio (1993) y Carlos Giménez/Antes y Después (2003), realizadas a lo largo de dos décadas de su intenso periplo artístico y existencial, y las cuales ahora republico porque son de gran actualidad, por su vigencia e importancia de las mismas. Los interesados e investigadores deben consultar su pensamiento, todavía vigente.
-¿Qué atenta contra el teatro?
-Atenta la falta de creatividad y la ausencia de rigor profesional. Creo que hay teatro comercial y teatro de arte. Se diferencian en que el primero es fundamentalmente un medio de vida y el otro es un modo de vida; uno tiene como objetivo el éxito económico, el otro busca el triunfo artístico. Ambos los une el deseo común de atraer a mayor cantidad posible de público. El comercial se sostiene por una minoría de la clase media que no es superior a las 50 mil personas…Es un teatro de consumo con el objeto de hacer pasar el rato, como dice Federico García Lorca: para hacer esa cosa horrible que es matar el tiempo. El comercial es fuente de trabajo, pero es necesario contribuir a su desarrollo cualitativo, mejorando su calidad artística y temática. El público del comercial solo parece estar interesado en los aspectos anecdóticos y superficiales de la realidad que lo rodea. Lo importante entonces, es que sobre la base de estos elementos se intente elevar la calidad profesional del espectáculo comercial. Ojalá que tengan éxito y llenen sus salas, porque los espectadores son los más afectados cuando van a un montaje y ven poco público, ya que ellos necesitan de la masa para perder la identidad y gozar.
-¿Le interesa el éxito comercial?
-Me interesa que mis espectáculos sean vistos siempre por mayor cantidad de público, pero pienso que no hay que hacer un teatro para el público, hay que formar un público para el teatro. El teatro es una reserva moral, por eso tiene que cumplir una misión.
-¿Qué criticaría a los críticos?
-La crítica es la cátedra en donde debe discutirse el camino del teatro en su más alto nivel. Es la crónica que hará la historia de nuestro trabajo, por eso exijo rigor. Ellos determinan el nivel para la discusión y el estudio. En Venezuela hemos llegado a una situación delicada: la crítica no está definida como un cuerpo social que integra un movimiento creador.
-¿De la crisis del teatro que puede decirnos?
-Se habla de crisis en el teatro, pero el teatro ha sido siempre una crisis permanente, es una expresión verdaderamente creativa que no está sujeta a ninguna ley, es imprevisible. En Venezuela hay crisis de creatividad…hay un marcado descenso cualitativo, como una especie de modorra. Hay como una falta de audacia en los planteamientos teatrales.
-¿Qué saldrá de los festivales internacionales para nuestro teatro?
-Una revolución química entre los creadores y el público. No habrá frutos inmediatos, pero, como decía García Lorca, el teatro es un barómetro. Yo creo que hace falta una violencia creadora. El teatro no debe ser pensado en función comercial porque es lo deficitario.
-¿Qué será del teatro sin Carlos Giménez?
-En ningún movimiento cultural nadie es imprescindible. Seguiría trabajando, tal vez en algunos aspectos un pelo más aburrido. Siempre en un polo cultural hay espacio para la polémica, la discusión. Pienso que nosotros conformamos un polo polémico por la permanente capacidad, un poco beligerante, que tenemos de promover eventos.
-¿Qué relación tiene para usted el teatro y el subdesarrollo?
-Federico García Lorca decía que le teatro es el barómetro que marca la grandeza o el descenso de un país. Todas las manifestaciones culturales son la expresión de esas contradicciones, la lucha entre una situación económica y social y políticas subdesarrolladas y una evolución creadora que a veces logra salirse de los parámetros del subdesarrollo, pero que finalmente está encerrada en el mismo. En última instancia, nosotros somos parte del subdesarrollo.



Peludas en el cielo de Latinoamérica

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Ott y su familia en una población de México
Peludas en el cielo, la más reciente obra de Gustavo Ott (Caracas,1963) tendrá dos funciones de estreno en el histórico teatro Baralt de Maracaibo, los días  jueves 7  y viernes 8 de abril, a las 7.00 PM, según la puesta en escena lograda por Carlos Arroyo y con las actuaciones de Vanessa Vásquez, Luis Domingo González, Francis Rueda y Aura Rivas, dentro del último dispositivo escenográfico  que diseñara Rafael Sequera. 
En Caracas se exhibirá en los teatros Nacional,  Municipal y Bolívar y el Celarg durante  abril  y el venidero mayo, además de presentaciones en Festival de Teatro de Caracas, que realizaría Fundarte durante el próximo junio.
Esta pieza, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, plasma el universo de cuatro venezolanos que se encuentran en la población  de Piacóa, estado Delta Amacuro, pero que cuyos anhelos y carencias pueden extrapolarse a cualquier realidad local o universal.
A Piacóa la acechan miles de mariposas palometas peludas, las cuales son la calamidad, la oscuridad y la amenaza de múltiples enfermedades de carácter eruptivo, por esta razón sus pobladores se preparan en sus casas, ante esta plaga que oscurece el día y pase sin dejar mayores males. Esta metáfora construida a partir de un fenómeno natural de la región, le sirve a Gustavo Ott para hablarnos de lo que como sociedad nos caracteriza.
La casa de las Pachecos, es el epicentro de esta saga. Allí nos encontramos con Yesenia -mujer de carácter recio, afectada por un dolor en la pierna, producto de un accidente que le ocasionó, una mariposa peluda - y su hija Mariana, quienes se ven obligadas a quedarse dentro de la casa, porque las mariposas peludas están por llegar. Intemporalmente se nos presentan el resto de los personajes: Luis Domingo González, director de cultura   de la Alcaldía, un doctor, además de director de teatro, carpintero, astrólogo, entre otros muchos oficios; y Rita, maestra graduada, doctora y de dudoso origen europeo.
La intempestiva noticia de que Rita puede haberse ganado la lotería, desatará el conflicto de la obra, al generar la ambición y proyectar los más íntimos sueños y caprichos de cada uno de los personajes, así como su verdadero carácter.Una Rita, maestra graduada, inconforme con su realidad, con un sentimiento de menosprecio, por su pueblo y gente, y un deseo fantasioso de irse a otro lugar, a su Europa imaginada donde todo es perfecto y bello. Una Mariana, que desea viajar a cualquier lugar del mundo, con la idea de conocer, pero también de evadir. Yesenia, quien siente claramente que no puede alejarse de sus paisajes, pero que se imagina con un yate, con piernas submarinas y cosas que hablen en inglés. Y un Luis Domingo, atrapado en medio de estas tres mujeres, que también se encuentra con su sueño de montar una transnacional de poesía, traficarla, venderla e invadir el mundo con el sueño utópico de que la poesía puede salvar al mundo.
“Con Peludas en el cielo entendemos que la poesía es un espacio perdurable, que nos acompaña durante toda la vida. ¿por que no venderla? ¿Por que no exportarla? ¿Por que no traficarla? A eso se reduce Piacóa, el mundo y nuestros sueños. Una “peluda” síntesis de cada uno de nosotros”, indica su director Carlos Arroyo.
TALLER CREATIVO
Gustavo Ott  nos confesó, vía Internet, desde México, donde anda con su familia, que  “Peludas en el cielo me tomó varios años. Estuve en el Delta en el 2011 (precisamente con talleres organizados por la Compañía Nacional de Teatro) y de allí viene el paisaje.  Siempre la pensé como una comedia de tesis, a la manera de Pony, porque dentro del lenguaje, entre el humor y la situación cómica, está la idea del continente recobrado pero sin garantías; una Latinoamérica como antídoto y escudo, pero también como amenaza, desengaño y derrota. Peludas en el cielo funciona como monstruo y me gusta pensar que esa bestia no está fuera de los personajes, sino en lo más íntimo de sus deseos, como en 80 dientes, 4 metros y 200 kilos.”
 Sobre sus nuevos textos, Ott revela que acaba de terminar dos obras; Joder, que está en el Microteatro, y La muerte de un don Nadie, una pieza que se me hizo dificilísima pero que quiero mucho quizás porque es la primera vez que me pongo ahí, cerquita a un personaje que creo que soy yo. Aquí te la mando, a ver si te entusiasmas a leerla. Como es tan querida e íntima, tengo la sensación de que no le gustará a nadie. Tengo otro proyecto que me tiene atado a la computadora que cuando termine te la envío. Es una obra también difícil, ¿cuándo no?, pero está saliendo. Siempre salen. No sé cómo”.


El Gritadero de Maigualida Gamero

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Un respetable trabajo de travestismo teatral.
Imposible que durante los ultimos diez años Maigualida Gamero haya pasada desapercibida para medios de comunicación y entes culturales privados y públicos. Ella es una consecuente intelectual y juiciosa creadora en las artes escenicas. Y hago incapié en esto porque la promoción y la evaluación del trabajo de los artistas ha ido desapareciendo paulatinamente. No hacen falta críticos y periodistas cuturales, no. Ese ejército existe; ocurre que escasean espacios para publicar, aunque en sectores oficiales hemos visto interés en promover vitales e importantes disciplinas comunicacionales.  Pero hacen falta más acciones y menos intenciones.
Como directora de espectáculos, Maigualida no se queda únicamente en lograr la pulcramaterialización de los textos, marcar entradas y salidas de personajes, ni en intensidad de iluminación o lucimiento del aparataje escenico. Todo lo interviene o recrea según su criterio estetico y es por eso que hace temporada, en el Celarg, con Gritadero Express, plausible version del texto Dirección Gritadero,de  Guy Foissy (12 de junio de 1932), alumno aventajado de maestros franceses  como Sartre, Ionesco y Moliere, entre otros.
Es una humorada sobre costumbres públicas de una sociedad acorralada por el Estado y con insoportables tradiciones conservadoras, las cuales antes eran revolucionarias pero envejecieron. Son tres mujeres de mediana edad que se encuentran  para criticarse entre ellas y todo lo que les circunda, pero cuyo  fin último es montarse en un autobùs que las conducirà a unos salones donde podràn gritar hasta que sus gargantas aguanten. Es terapia, poco novedosa, para bajar el estrés. Por supuesto que el discurso escènico remite a obras como A puerta cerrada, La cantante calva y  Las preciosas ridículas, y pasajes de la novela 1984 de Orwell.
Mas allá de la evaluacion que hacemos de la obra, resaltamos el trabajo actoral de Carlos del Castillo, Aliberth González, y Abraham Veronese, quienes asumen grotescas mujeres y lo hacen con buen humor y distanciamiento. La dirección es llevada por Maigualida Gamero, quien comparte la producción junto con Pathmon Producciones.
En síntesis, un espectáculo que se soporta por el riguroso trabajo escénico que ahí se muestra.

Vive por las taquillas exitosas

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Daniel Uribe de San Fernando de Apure a Caracas.
Nació en San Fernando de Apure (1959), Daniel Uribe Osío (hijo de colombiano y llanera venezolana) y desde entonces ha estado luchando para subir la difícil escalera de Jacobo y colocarse en un sitio de prestigio, precisamente en el mundo de las artes criollas. Su lema ha sido trabajar, trabajar y trabajar porque no es el único director de teatro en Caracas y tampoco le quita el trabajo nadie. Es uno de los pocos puestistas que vive realmente de su trabajo, porque sus ingresos provienen de porcentajes de las taquillas de los montajes que realiza. “No debo revelarlos, pero sí me permiten vivir, siempre y cuando los espectáculos tengan éxito”, dice sin mayores explicaciones.
¿Por qué trabaja tanto?
Estoy en lucha contra el tiempo y quiero vivir todos los segundos de una hora, todo el tiempo posible de un día, de una noche, de una semana. Y para eso  tengo que trabajar. No puedo detenerme ahora porque después no sé si podré seguir con la misma intensidad y claridad de conceptos. Trabajo para demostrar que estoy vivo. Espero que me comprendan.
COMALA FUE EL PRINCIPIO
Su carrera profesional se inició hacia 1981 con una versión de la novela Pedro Paramo de Juan Rulfo. Su Comala contó con la participación de José Torres, Alfredo Sandoval, Aníbal Grunn, Gonzalo Velutini, Fanny Arjona y Helena Naranjo. Y así debutó con el Centro de Directores para el Nuevo Teatro, un prometeico proyecto de Carlos Giménez para darle una nueva generación de directores al teatro venezolano.
Se hizo director después de haber comenzado a trabajar como actor, al mismo tiempo que estudiaba Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello, de donde desertó para trabajar en Rajatabla con Carlos Gimenez, quien sí le enseñó y estimuló definitivamente para hacerse director, porque “en Venezuela esa especialidad no se estudia en las academias, sino que se hace con la práctica. La vida me llevó al teatro y ahí estoy desde entonces. En síntesis, mi gran escuela fue la pasantía que hice con Giménez. Y cuando él muere, en 1993, nos quedamos con el Centro de Directores para el Nuevo Teatro, institución que creó para la generación de relevo, pero antes, durante la temporada de 1992, monté Fango negro o teatro en el  autobús, de José Gabriel Núñez, y eso me catapultó definitivamente.Creo que ya tengo unos 60 montajes, por lo menos.
-¿Cuál es su método?
-El teatro, como evento escénico, es la suma de dramaturgia,   actuaciones y espectáculo como tal. Con esas tres cosas se hace una combinación y nace todo sobre el escenario. En Rajatabla aprendí lo básico y poco a poco fui buscando mi propia estética, buscando un tono intimista en mis puestas en escena, muy lejos de los montajes aparatosos
TEATRO COMERCIAL
-¿A usted se le identifica con el teatro comercial?
-No acepto que el adjetivo “comercial” sea tomado peyorativamente. Para mí el mejor teatro es el teatro lleno y reitero que todo montaje debe ser comercial, porque el público necesita comprar productos teatrales de calidad. Todo el teatro que aquí se hace es para el público y se le presenta además una taquilla. En cuanto a las temáticas yo he montado de todo, desde comedias hasta dramas.
¿Qué pasa con la docencia teatral?
Actualmente hago un taller de seis meses y lo dicto en un espacio dentro del Teatro Teresa Carreño. Desde hace 8 años vengo realizando estos talleres montajes; al inicio me acompañó América Alonso y yo continúo realizándolos no solo en Caracas. Este año quisimos hacerlo con la dramaturgia nacional y rendirles homenaje a Chalbaud, Cabrujas y Chocrón, ya que para mí representan un espacio y un terreno histórico en el teatro venezolano.
¿Satisfecho con la docencia? 
No solo satisfecho, sino emocionado y entusiasmado. Nunca pensé que daría un poco de mí a una generación que necesita una mano. Es como una simbiosis creativa. Te oxigena y le das a tu profesión esa tilde, ese acento que se necesita para darle luz y sentido a todo en lo que has creído.
¿Montajes para este 2016?
 Ahora tengo tres en cartelera: La curva de la felicidad, Primero muerta que bañada en sangrey La princesa Venecia que me permite sacar a pasear al niño que hay dentro. En microteatro estoy con Bullying. Luego en estos 30 años de trabajo vamos a montar Fango negro o Teatro en el autobús y hacerle un merecido homenaje a José Gabriel Núñez. Entusiasmado con la vida. Y dándole gracias a Dios todos los días por dejarme hacer lo que tanto me gusta: teatro. 


El inquieto anacobero revive en el teatro

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El inquieto anacobero de Federico Pacanins, versión musical del relato homónimo de Salvador Garmendia, hace temporada durante todos los domingos de abril, mayo y junio, siempre a las 11:30 AM, en el penthouse de la Torre BOD, en La Castellana.
 Sobre lo que transcurre en el espectáculo, el cual no sobrepasa los 80 minutos, cuenta Pacanins, su versionista y director, que a comienzos de los años setenta, del siglo pasado, Salvador Garmendia escribió el cuento "El inquieto anacobero", inspirado en el genio y figura de Daniel Santos (Santurce, Puerto Rico, 5 de febrero de 1916/Ocala, Florida, 27 de noviembre de 1992), indiscutible icono de la música caribeña. El cuento, entonces publicado cual aquilatada pieza literaria   por   el   Papel Literario de   El   Nacional,   generó   al   menos   una   reacción inesperada:   para   1976   algunos   "moralistas"  criollos   solicitaron   una investigación judicial por presuntas lesiones a la moral pública causadas por la narración , su autor y sus editores.
 La saga judicial acrecentó la fama de Garmendia,   de   los   distinguidos   testigos   citados (entre   ellos   el   reputado intelectual  venezolano  Isaac   Pardo),  de   los  editores  y, por  supuesto,   de   un Daniel Santos ya encumbrado intérprete de " Linda", "La despedida", "Perdón", "El preso", "Dos gardenias"  y   otros   clásicos   del   repertorio   popular  latinoamericano.  
Aquella curiosa saga judicial de censura literaria en nuestro ambiente, puntualiza Pacanins,  unida a la obra   de   Salvador   Garmendia   y   del   propio   "inquieto   anacobero"  con   sus canciones, “hoy nos llevan a ofrecer una comedia musical donde Mirna Ríos (icono de nuestra música urbana por derecho propio), César Bencid, Daniél Jiménez, Ana Melo,   Jesús   Rafael   Pérez   y   Juan Manuel Blanco, en el papel   del  famoso "anacobero", dan vida escénica a una crónica   de   puro   trópico, plena de referencias propias de  un particular ancestro "caraqueño-caribeño" que todavía vibra entre nosotros”.
El montaje de la pieza, subraya Pacanins, “conlleva nuestro agradecimiento a   Elisa Maggi de Garmendia, a la Fundación Salvador Garmendia y a sus herederos por su apoyo y positivo aliento”.
ELENCO
Mirna Ríos es La Gata, César Bencid es El Negro, Daniel Jiménez es El Vale, Juan Manuel Blanco es Daniel Santos, Ana Melo es Miss Panamá y Jesús Rafael Pérez es El Pianista. Dirección musical y piano: Jesús Rafael Pérez. Percusión: Daniel Jiménez (toda la música de la obra es interpretada en escena). Asistencia de dirección y producción: Marisela Colman .Producción General: Magdalena Frómeta .Libreto y dirección escénica: Federico Pacanins y Daniel Jiménez.
CANCIONES DEL REPERTORIO
Serenata mulata (Bobby Collazo), canta La Gata. Virgen de medianoche (Pedro Galindo), canta El Pianista. Mesié Julián (Armando Orefiche), canta La Gata. Palmeras-Señora tentación (Agustín Lara), canta El Vale. Perdón (Pedro Flores), canta. El negro. Ayúdame cubano (Daniel Santos), fragmento, canta El pianista, Sálvame al Diamante Negro (Daniel Santos), canta Daniel. Linda (Pedro Flores), canta Daniel. Carta de Linda (Daniel Santos), canta El pianista. La muerte de Linda (Daniel Santos), canta El Vale. Amémonos (Manuel C. Flores-Carlos Montbrun), canta La gata. Ay, qué cosas tiene la vida (Daniel Santos), canta El Negro. Medianoche (Federico Pacanins), canta El Negro y El Vale. La despedida (Pedro Flores), canta Daniel. En el juego de la vida (Mundito Medina), canta El Vale. El Preso (Daniel Santos), canta Daniel. Dos Gardenias (Carrillo), canta Daniel y La Gata. Chencha la gamba (Ñico Saquito), canta Miss Panamá. Ladrillo (Francisco Canaro), canta Pianista y Miss Panamá. Borracho no vale (Pedro Flores), Daniel con todos. Recordar es vivir (Julio Casanova), canta Mirna Ríos. 

El inquieto anacobero de Salvador Garmedia

-No, yo hace muchos años, muchos que no veo a Daniel- dijo el gordo y se espantó una mosca que le andaba por el entrecejo.
-Ni siquiera sabía que el estuvo en Caracas últimamente y mucho menos que anduviera con ustedes en La Pompadour.
-¿Cómo? ¡Nos bebimos seis botellas de whisky! Amaneciendo, Daniel tuvo que irse para el aeropuerto porque tenía que coger el avión a Nueva York. Ahora debe estar cantando en el Waldorf con la Sonora.
-Yo no lo veo hace años.
Me dicen que está entero, feliz, bebiendo como un loco. Dicen que parece un muchacho. ¿Qué edad tendrá, tú sabes? El negro, un negro cenizoso, grande, larguirucho que parecía un tronco quemado tardo un buen rato en reanudar la charla.
Acababa de entrar un grupo de hombres a la capilla y el los observaba con desaliento, como si se doliera de no reconocerlos.
-Yo recuerdo la primera vez que Daniel estuvo en Venezuela. Fue en el 52, creo. Seguro en el 52 o en el 53, me parece.
Tú debes acordarte, porque en esa época fue cuando trajeron a Boby Capó para El Monumental. Yo andaba con una catira preciosa…
-Yo no, yo lo conocí después, en el Pasapoga, un domingo, ¡coño! ;En los vermouth del Pasapoga! Él andaba enredado en la cuestión de Puerto Rico y lo último que había compuesto era el hit Ayúdame cubano, ¿Te acuerdas? Entonces le consiguieron un paquete de cocaina en el hotel y lo expulsaron del país por revolucionario, además. Los dos hombres habían abandonado el salón y salieron a un pequeño jardín sembrado de pinos redondos. Amenazaba lluvia.
El calor era húmedo y lento.
-La que tenía formado el alboroto entonces -dijo el negro- era Miss Panamá, a la que después le decían La Tamborito, cuando vino para los carnavales del Roof Garden y se quedó aquí como seis meses en el hotel Tiuna, donde había show todas las noches. ¿Tú no estabas ahí cuando el General le dio los tiros?
-¿A quién?
-Al negrito Happy. Tú debes acordarte del general. A la hora que tú llegaras al Tiuna, ahí estaba el General, entrando, saliendo, discutiendo, jugando domino, jugando póquer… Se había vuelto loco con Miss Panamá y no la desamparaba ni un momento.
A las siete de la mañana se aparecía en el hotel con un ramo de flores y si tú pasabas al mediodía lo veías en el bar con la guerrera abierta y una pistola en la cintura, rajando whisky como con veinte tipos que se lo vivían.
Pero ella no le daba ni un chancecito. Esa tipa sabia en lo que estaba, palabra. Veinte veces le tocaba en la habitación, tun, tun, tun, tun, tun y ella no le abría ni de vaina. El General brindaba con champaña a todas las mujeres del show y al mes ya estaba medio loco con aquel chaparrón de carne que le caía encima todas las noches.
¡Pero que va! La Tamborito nunca estaba sola ni de vaina: andaba con su representante, con su manager, con su chaperona, una vieja que vendía relojes de contrabando; con su publicista, andaba con medio mundo… y mientras tanto, el negrito Happy seguía por ahí, tú sabes, tranquilo, como si no fuera con él.
¿Tú te acuerdas?… Era un negrito flaco, medio resbaloso, confianzudo que andaba pelando los dientes todo el día. Cargaba zapatos de dos tonos y un sombrerito medio raro, con una pluma. El era el que animaba el show y decían que era chulo de la Bámbola, aquella que hacia desabillé vestida de muñeca.
Además, tenía fregado al General con el póquer. Coño, se lo estaba comiendo vivo el negrito, carajo…-
Cucurucho… – rezongó el gordo, que se había sentado en un pretil y parecía un montón de trapos con una cabeza de viejo encima.
-Mira: al que se atreviera a decirle Cucurucho al General, así fuera en juego, le metía un tiro! Pero se descubrió la cosa la noche en que la esposa se presentó en el show de repente. ¡Mi madre! Esa noche tocaba Salvador Muñoz, que era en ese momento el mejor organista del mundo hasta que apareció el Órgano que Habla y aquello era pura música panameña.
El General, que ya estaba medio rascado se puso a bailar tamborito con Miss Panamá, ellos solos en la pista y todo el mujerío rodeándolos. !Un alboroto del demonio! Y en eso se presenta la mujercita: una insoria de mujercita, retaca, pequeñita que lo que parecía era hija de él. Entonces empezó a gritar como loca: ¡Cucurucho, Cucurucho, Cucurucho, mi amor! y se le guindó del pelo a Miss Panamá, ese mujerón grandísimo con un culo descomunal, y no se le soltaba chillando y pataleando como una mona. La tuvieron que sacar arrastrando.
Así paso un mes, más o menos. Primero el General estuvo unos días sin venir y después se apareció como si nada; pero serio, sin hablar con nadie para que nadie se atreviera a molestarlo por lo que había pasado.
De ahí se empezó a hablar de que Cucurucho había puesto el divorcio y que se casaba con Miss Panamá. Había comprado abogados y demás para que lo divorciaran en un mes y la fiesta la iban a hacer allí mismo en el hotel.
Lo cierto fue que nosotros estábamos en el comedor, allá, en un almuerzo con Dark Búfalo que peleaba esa noche por la máscara con el Chiclayano…
-Yo sé, claro… – el gordo, que había permanecido cabizbajo y como agobiado, despertó de un pinchazo en la nuca-. Estaba Johnny Albino y su trío que habían llegado dos días antes de Barranquilla… -…todo con periodistas y demás.
Yo vi cuando La Tamborito se levantaba en un descuido y se iba calladita y después vi al General que estaba blanco de la rabia y que también salió del comedor en carrera y de pronto pin, pan, pun, paran, pin, pun!! Se oye aquel alboroto en el piso de arriba y era el General que había roto la puerta del cuarto de cuatro patadas y ¡pin, pin, pin! le zampo tres giros al negrito Happy que estaba singándose a La Tamborito en la cama.
No le pegó ni uno, pero el negrito estuvo tres días desmayado en el hospital y no lo volvieron a ver más nunca. El grande se escarbó un diente de oro con la una.
-Yo creo- dijo el otro-, que esa tipa no era Miss Panamá. A lo mejor era una puta; pero no era Miss Panamá. ¿Qué? ¿Tú no la viste, pues? Era una vieja. Al principio parecía joven; pero a lo último, cuando fue perdiendo cartel… y resultó que la chaperona le robó unas prendas a una gringa, y a ella terminaron botándola porque debía tres meses de hotel, entonces se fue descuidando, le embargaron la ropa… andaba por ahí rondando y ya se veía que era una vieja.
-Es lo mas probable… Eso fue en el 53, me parece.
La Gata tenía el mejor burdel de Catia en esos años. El Tibisí Tabarra, cuando aquello era de categoría. La Gata se llamaba María Luisa Saavedra. Era una mujer que tú la veías salir de Ketty Myrian y creías que era una tipa de la jai. Cuando Louis Jouvet llegó a Caracas, Papillón le dio un banquete en La Pastora con las mujeres más bellas de Caracas.
La cocaína la servían en platicos de dulce y La Gata era la mujer más elegante; nadie supo quien era, toda la alta sociedad se comió el trazo.
-Era una tipa cojonuda.
-Bueno… Cuando Daniel terminaba en el Sans Souci, tan, tan, tan, tan, tan, se iba con un grupo para el Tibiri.
A veces iba por ahí Caca el Pregón que iba a ser campeón pluma antes que lo jodiera el aguardiente. Iba también un ventrílocuo que le decían el Profesor Dilmer y un aviador de la Taca que era el que les traía la cocaína.
Esa noche estábamos allá, bebiendo whisky, dos preparadores y un jockey y uno que le decían Lengua e Gamuza… ¿Te acuerdas? ahí, en esa mesa, ¡ahí!, Daniel compuso una madrugada ese bolero Sálvame al Diamante Negro. Resulta que el Diamante estaba enfermísimo, se estaba muriendo el Diamante. Había gente que lloraba en las calles. Las radios pasaban boletines cada diez minutos y en la clínica había una manifestación de gente. ¡Se muere el Diamante, carajo! Y Daniel que llega, se sienta ahí, calladito y zas, zas, zas, zas, zas, zas,… escribió ese lamento que era una invocación a la Virgen de Coromoto. ¡Ahí, en esa mesa donde estábamos! ;Se salvó el Diamante, pues! O fue que se salvó o que se iba a salvar de todas maneras; pero se salvó.
-Ahí fue que Tomasito pelo bolas.
-Ahí fue.
Tomasito siempre había pelado bolas, pero como esa vez no. Fue demasiado pelabolismo esa vez.ç
-Demasiado.
-Vino y se enamoró… Era que Marmolina era la mejor hembrita que tenía La Gata, después de Chucha la dominicana.
Yo a ella le conocía la historia, porque vino con una revista española que estuvo como un mes en el Teatro Caracas… Trabajó primero en Mi Cabaña y después en El Chama, hasta que se enredó con uno que tenía arrendado el Coney Island… era isleñita, de Canarias… Ese se la llevó para Maracaibo, la dejó por allá y parece que estuvo tres meses presa.
Al tiempo fue que se apareció en el Tibiri. La Gata le tenía cariño. ¿Tú crees que se llamaba Marmolina o que le decían Marmolina?
-Yo creo que se llamaba Marmolina. Tú sabes que cualquier cosa es un nombre para una puta.
-Cualquiera se hubiera podido enredar con Marmolina, pero Tomasito se empepó demasiado. Estaba loco, vale; tú te acuerdas. Loco.
La celaba, no la dejaba en paz, hasta le había propuesto matrimonio. Y esa noche, nosotros estábamos en la mesa y Marmolina ahí, con Tomasito, cuando llegó Daniel del Sans Souci.
Esa noche venía contento y muerto de la risa y echándole bromas a todo el mundo.
Se había traído a los muchachos; uno así, pequeñito, que tocaba charrasca; el Nagiie, que era el pianista que tenía un montuno bárbaro y aquel saxo español que era arreglista. Alegre, ¿sabes por qué? Porque había recibido ese día una carta de Linda y tú sabes que lo de Linda era verdad, eso lo sabíamos nosotros, era una carajita cubana bellísima que lo tenía loco y él le vivía escribiendo canciones.
Marmolina esa noche estaba medio arrebatada y al verlo, zas, se le tiró encima, histérica de bola y se lo llevó casi arrastrando para el cuarto y desde afuera le oíamos los gritos, hasta que Tomasito se arrechó de repente y le empezó a dar patadas a la puerta: “¡Marmolina!… Marmolina!”, desesperado, “¡mi amor, coño!” y ella le gritaba desde adentro: “¡Vete al carajo comemierda!” Entonces el empezó a tirar mesas y a repartir trompadas como loco, nadie lo podía contener y de repente, ¡chupulum!, salió Marmolina desnuda en pelota y le voló encima y le entró a zapatazos y a patadas hasta que lo puso en el suelo y le seguía dando y dando y por fin se aquietó aquella vaina y el pobre Tomasito quedó llorando ahí en el suelo como un carajito, llorando como un pobre pendejo y después La Gata lo sacó a empujones.
Siguió un largo silencio. Ahora la capilla desbordaba de gente. Parecía que se acercaba el momento.
-Daniel se acordaba de todo, de todo. Parecía un muchacho…
-Bueno, no me habló de ti, la verdad; pero yo te nombré una vez no sé por qué y él se me quedó mirando un rato y le brillaron los ojitos y ¡zuás! se echó a reír; pero sabroso, como en aquel numerito con la Sonora que ya no se escucha por ahí: “ja, ja, jaaaaa… no puedo aguantar la risa que me daaaa…
“-A lo mejor se acordaba de algo
-Quizás. Pobre Tomasito, ¿Murió? El sábado nomás lo encontré en el Alí Baba; tenía tiempo sin verlo, meses. Estaba con un grupo, tranquilo: aquel salvadoreño que fue representante de Xiomara Alfaro y un enano que le dicen Topo Gigio. Me saludó y hablamos y no parecía… -Bueno… eso llega en cualquier momento. Entonces se unieron a un grupo que entraba a la capilla.
Los empleados salían a la calle cargando cantidades de coronas.
-¿Sabes lo que está bastante bueno últimamente? -dijo el negro-. El Todo París. Hay dos brasileras de espanto. Si quieres, después del cementerio nos juntamos…
-No puedo viejo. No sé qué me pasa… Ahora no me provoca nada. El negro le dio una palmada en la espalda.
-¡Coraje, hermano!…  ¿Qué? ¿Nos arrimamos a la urna?
-Yo no. Después que se lo lleven me voy para la casa. Tengo ganas de dormir temprano.


El 24 de junio estrenan "Abril"

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Los periodistas venezolanos fueron testigos de aquel golpe.
“Durante los días 11,12 y 13 de abril de 2002, el gobierno del presidente Hugo Rafael Chávez Frías enfrentó un golpe de Estado. Durante 47 horas la sociedad entera vivió las consecuencias de la ruptura del hilo constitucional, pero también, una proeza nunca esperada, pues luego de derrocado, Hugo Chávez volvió al poder. Tenemos así dos abriles enfrentados: el abril de la conspiración militar, mediática, eclesiástica con clara injerencia extranjera que generó muertes; y el abril de la reconquista, escenificado por civiles y militares leales a la Constitución”, según palabras del periodista y escritor Ernesto Villegas, un testigo muy bien documentado que vio y vivió dichos procesos.
 Años después, Villegas, tras largo tiempo de recopilación y análisis de documentos, como nos lo declaró, publicó “Abril Golpe Adentro”.  Cuenta que había reunido diversos escritos, entrevistas y reportajes periodísticos relacionados a los hechos de abril de 2002, pero, al llegar a sus manos el testimonio de Rafael Arreaza, quien fue el “ministro de salud” en el gobierno de facto de Pedro Carmona, su visión sobre el tema cambió y decidió realizar un trabajo de divulgación periodística, el cual, lo condujo a un proceso de ardua investigación y al desarrollo de una obra más compleja.
 En noviembre de 2009 el libro se presentó y fue un “boom”José Vicente Rangel, periodista, político y luchador social de larga trayectoria, refirió ese día: “Este es algo más que un libro. Es un libro que retrata con exactitud un momento de este país, un momento que recoge buena parte del pasado y del presente (…) Este libro es memoria adentro (…) Este es periodismo de la mejor calidad (…) No es una apología al chavismo. Es, si, una apología al pueblo venezolano. A la inquebrantable voluntad democrática del pueblo venezolano”.
 Abril, la película
Ernesto Villegas obsequió a lpresidente Maduro su libro. Cuenta Ernesto, que en pocos días el mandatario lo llamó, y con voz animosa, esa que surge “tras encontrarse con la verdad”, le planteó la posibilidad de que el libro sirviera como base para el desarrollo de una película. Así llegó el proyecto a Luis Alberto Lamata, José Luis Varela y José Antonio Varela, quienes venían de compartir la escritura de guión “Bolívar el hombre de las dificultades”.
 Convencidos del valor del cine para la construcción de identidad, la revalorización de la historia y la memoria de los pueblos, el equipo,donde participaron valiosos actores,como An{ibal Grunn, entre otros, dedicó una temporada a revisar todos los textos publicados, las diversas producciones audiovisuales existentes; así como trabajos especiales y alocuciones presidenciales, entre otros. Se trataba de un gran reto, llevar al cine, en clave de ficción, uno de los acontecimientos más significativos de la historia política de nuestro país en los últimos años.
 José Antonio Varela, director de la producción ha expresado en distintas oportunidades, que “Abril” es historia viva. A su juicio, “cuando el espectador esté frente a la película, irá reviviendo, recordando o trayendo al presente lo que vivió”. Para Varela, “Abril” debe ser un espacio para reflexionar sobre la sociedad que queremos construir”. En su opinión, “los sucesos de abril 2002, son un ejemplo desgarrador de lo que sucede cuando se rompen las reglas del juego democrático”, pues “toda la sociedad es víctima de la violencia”.
 El largometraje presenta la historia de las conspiraciones de los días de abril de 2002, sin embargo, puntualiza el cineasta, que “Abril”, “es una porción de los hechos, pues la película, es una experiencia de 100 minutos del universo de hechos del golpe de Estado”. En “Abril” no se cuenta todo, aclara, pero considera que “la obra puede ser un valioso aporte para impulsar la batalla de ideas sobre la sociedad que queremos”.
 “Abril” recorrerá el territorio nacional desde el 24 de junio del presente año, aunque desde hace varias semanas circula en diversas salas de cine una pieza promocional de un minuto.
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