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Channel: EL ESPECTADOR venezolano
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Ciudad de Dios en Rajatabla

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Un valioso cuarteto de actores

Nada mejor para comenzar la temporada teatral caraqueña del 2018 que un espectáculo sobre la cruda y amarga temática carcelaria adecuada, a nivel informativo, para todos los seres humanos, como lo enseña el montaje Los luceros. Amistad, poder y traición. Se trata de un correctísimo texto del venezolano Herbert Silva, bien puesto en escena por Jennifer Morales, en la histórica sala Rajatabla, desde el pasado viernes 19 de enero, donde destaca la participación ejemplar de los actores, Rafael Gil, Jesús León, Vicente Quintero y José Manuel García, con la producción de Raymar Ugencio.
¿Y porque escogimos un montaje centrado en los problemas de la libertad de cuatro seres humanos hacinados en Ciudad  de Dios, el presidio más peligroso de esa Venezuela teatral? Porque, como lo describe Jane Ciabattari, de la agencia BBC, Cervantes, Dostoievski, Solzhenitsyn y Thoreau no podrían haber escrito de manera tan brillante sin haberse inspirado en la cárcel. Y en este caso nuestro dramaturgo Herbert Silva también lo consigue, porque “como estos escritores y muchos otros han demostrado, que la cárcel, junto con la amplia imaginación humana y el sueño de libertad, puede servir de inspiración para crear obras maestras literarias”.
DEL QUIJOTE AL DRAMA VENEZOLANO
Hay que recordar que El ingenioso hidalgo de Don Quijote de la Mancha fue concebido y escrito, por lo menos en parte, en la cárcel. Despojado de la libertad y con la visión sumamente en sintonía con las ironías de sus circunstancias, Cervantes traspasó las convenciones literarias de su tiempo. ¿La cárcel puede ser una musa? No por elección: la libertad es la condición que escogería la mayoría de nosotros, según lo afirma Jane Ciabattari en  su crónica, publicada hace ya cuatro años.
“La historia demuestra que los horrores y privaciones del encarcelamiento pueden inspirar obras perdurables. Los autores que han tenido la fuerza intelectual para soportarlo han sido recompensados con perspectivas excepcionales sobre la psicología y el comportamiento humano. La tensión entre la libertad y el cautiverio ha provocado avances creativos inesperados. El ingenioso hidalgo de Don Quijote de la Mancha contiene prácticamente todas las técnicas y todos los recursos imaginativos que han utilizado los escritores de ficción posteriores para cautivar a sus lectores y desarrollar sus obras",
El dramaturgo   Herbert Silva tiene su haber tres obras largas, dos de micro teatro; además varios cuentos y guiones. Hizo un taller con Inés Muñoz Aguirre y a raíz de aquello comenzó a pergeñar su texto basado en las crueles y distintas crónicas sobre las cárceles venezolanas. De ahí surgió esta historia de ficción, Los luceros. Amistad, poder y traición, donde pululan elementos de la realidad, que ha sido reseñada en los medios de comunicación y que ahora la directora y los actores la hicieron posible escénicamente. Retoma ese camino de la denuncia que cultivara, hasta su muerte, el ya legendario Rodolfo Santana, todo un maestro en esa temática.
CARCELES VENEZOLANAS
Se trata de una saga que se desarrolla en la  cárcel Ciudad de Dios, donde nace  una particular amistad entre reos y en medio de esa relación y lucha por el poder suceden episodios dramáticos que involucran al pran Benedicto IV, el preso con mayor poder y que mantiene el dominio total del penal; mientras arremete Casiquiare, un reo recién transferido a la cárcel y quien ha decidido iniciar una huelga de hambre en el pabellón de máxima seguridad para asumir su control y asumirse como pran; Malpadre y Antílope, que son sus fieles luceros que protegen y siguen las órdenes de  sus pranes.
Es, pues, un espectáculo con personajes y lenguajes totalmente criollos, pero aquí hay que recordar que mientras algunos funcionarios califican a los “privados de la libertad” como “mafiosos”, “criminales”, “que están consumiendo” estupefacientes,  y hasta los acusan de “esclavizar” a los internos, en realidad se refieren a los “pranes” y sus “luceros”, una siniestra parte de la organización que se ha desarrollado dentro de las cárceles venezolanas, a pesar de las severas normas impuestas por la autoridades para combatirlos.
 Pero, ¿quiénes son ellos, qué significa los nombres, qué hacen y cuál es su negocio? La palabra pran significa: preso, rematado, asesino, nato. Y según investigaciones, la palabra pran viene de Puerto Rico. Allá la usan en los penales y de alguna forma llegó aquí como desde 1995. El poder del pran va más allá del simple control de los centros penitenciarios. Ellos influyen en las decisiones que se toman en los tribunales, aseveran. Todo lo que ocurre en una cárcel (…) tiene que contar con la autorización del pran (…) el pran tiene casi siempre la fuerza para remover a los directores de los penales, siempre tienen los números telefónicos de los Directores Generales de Servicios Penitenciarios del Ministerio de Interior y Justicia. El poder del pran son las armas y la violencia.
Los “luceros” son los que ejecutan las órdenes del pran, son los hombres más cercanos al pran, los de su “confianza” – entre comillas porque nadie en la cárcel confía completamente en quien le rodea. En las cárceles abundan o abundaban los negocios ilegales, como la distribución de drogas, compra de armas, organización de secuestros, protección a reclusos, e inclusive venta de comida.
El espectáculo logrado por la directora Morales tiene buen ritmo y destaca por las actuaciones de sus cuatro intérpretes. No hay tiempo para respirar, para decirlo de alguna manera, ante la tensión que logran y la recreación verista de una desopilante realidad carcelaria. Todos esos comediantes merecen nuestro reconocimiento por la intensidad que logran a lo largo de los 60 minutos utilizados, dentro de una metálica estructura escenográfica y en medio de los ruidos de una música “carcelaria”. Es uno de esos montajes que nos recuerdan que nadie está exento de caer preso o detenido o privado de la libertad por cualquier asunto.
OJO CON LA HIPERINFLACION

 Y ahora, cuando todos los espectaculos teatrales están amenazados por la hiperinflación que ha disparado los precios de los boletos, en Rajatabla hay que pagar 15 mil bolívares y es quizás una de las salas más baratas en toda la Gran Caracas. El día del estreno pagaron 60 espectadores y 60 butacas quedaron sin ocupar.  

Hemingway hace su arenga existencial en Caracas

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El buen teatro tiene sus cultores y Angola lo demuestra fehacientemente.
¿Cuáles son la vasos comunicantes culturales y existenciales entre el contemporáneo teatrero venezolano José Tomás Angola Heredia con el bardo místico inglés John Donne (1572/1631) y el novelista estadounidense Ernest Hemingway (Oak Park, 1899/ Ketchum, 1961)?
¿Por qué se suicida el gringo aquel si aparentemente lo poseía todo? ¿Tenía miedo a vivir o a seguir luchando para escribir más obras famosas por su calidad literaria? ¿Vale la pena vivir a pesar de los obstáculos sociales y políticos? ¿Para qué vivir si debes renunciar a tus afectos o tus placeres? ¿Para qué vivir hasta envejecer acosado por las enfermedades o las desilusiones que proporcionan los seres amados?
Las   respuestas las descubrirá o las deducirá el teatromaníaco que en Caracas acuda a la sala Alexander Humboldt, en la calle Juan Germán Roscio, en San Bernandino, donde precisamente hace una breve temporada el excelente espectáculo Ningún hombre es una isla, escrito, dirigido y además protagonizado por Angola Heredia (Caracas, 1967), apuntalado en los correctos actores Andrea Miartus y José Manuel Vieira.
Solamente en un espacio escénico como el de Humboldt podía Angola Heredia hacer y lucir lo logrado. Un estremecedor homenaje al ya legendario Hemingway durante el último año de su vida, por intermedio de un bien caracterizado y exhaustivo monologo existencial del célebre intelectual, con los precisos y convincente soportes de Miartus y Vieira y la magia audiovisual que le proporcionó la correcta utilización de las técnicas del mapping y el videobean para ambientar la larga y exhaustiva, además de patética, despedida del autor de Por quién doblan las campanas y otras novelas.
Angola Heredia revisa con su texto la poesía y la filosofía de Donne, en especial su poema Ningún hombre es una isla, que es una amarga meditacion sobre los seres humanos y circunstancias existenciales en las sociedades que les ha correspondido vivir, concretamente, como lo canta en su poema,ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
El aburrimiento y desencanto existencial de Hemingway, agravado por su dependencia alcohólica  se materializa en la escena gracias al encuentro mágico entre el escritor y los protagonistas de su novela Por quién doblan las campanas, lo cual permite ponderar el escritor en charlas con  Robert Jordan y su enamorada Maria, y avanzar hacia su final: el suicidio, utilizando  una de sus famosa escopetas de cazador, después de haber sido obligado a salir de Cuba por la llegada de la revolución de Fidel Castro y sus guerrilleros de la Sierra Maestra.
Es estremecedor presenciar como Hemingway se desencanta de su vida opulenta y triunfadora en medio de esa soledad acompañada en que vivía y se presencia como se inmola sin dar mayores explicaciones, aunque deja interrogantes sobre su vida sentimental, a pesar de que tenía una esposa aparentemente   enamorada.
 Angola Heredia evoca y materializa a Hemingway porque su figura siempre le cautivó por su vida tan intensa, desafiante y titánica. “Construyó en sí mismo, su mejor personaje. Pero si nos adentramos en sus libros sorprendería la sensibilidad y la delicadeza de su prosa y sus personajes. Algo entonces parece no cuadrar. ¿Quién era en verdad este hombre más grande que la vida que cazaba leones y pescaba grandes agujas, asistía como corresponsal de prensa a todos los frentes de batalla de su tiempo, boxeaba con quien fuera y bebía centenares de botellas de whisky?, ¿el que reflejaban los periódicos de entonces o el que subyace en sus obras?  Él mismo se idealizaba y se volvía Frederick Henry, el soldado iluso de Adiós a las armas, o Jake Barnes, el periodista impotente por una herida de guerra, de Fiesta, o Harry Morgan, el cínico pescador y contrabandista con mala suerte, de Tener y no tener. Y por supuesto Robert Jordan, quizá su alter ego más genuino, el profesor norteamericano que se involucra en la guerra civil española, de Por quién doblan las campanas”.
Angola Heredia, como lo ha dicho, escribió, dirigió y protagonizó Ningún hombre es una isla porque esos conflictos existenciales son profundamente atractivos para cualquier argumento teatral. “Hemingway luchó toda su vida para demostrar que era un tipo duro, viril, cínico, cuando en realidad se sentía frágil, débil y sensible. Ese ruido, esa incongruencia emocional, junto con los impulsos autodestructivos debieron ser muy tormentosos. Él es una metáfora maravillosa sobre la ficción literaria. Una oportunidad estupenda para explorar temas que me interesan mucho: la creación como acto de lucha contra el determinismo de la vida, la muerte como final angustiante e inevitable, el amor como único aliento existencial”.
El espectáculo, que no dura más de 90 minutos de duración, permite que el espectador reflexione sobre los momentos que momentos tan tenebrosos que vivió el protagonista, que, como dice Angola Heredia, lo único que parece tenerlo en pie es la esperanza de salir de esta pesadilla, ya que “el mismo Hemingway elabora en todas sus obras una serie de ideas que bien podrían ser aplicadas para nuestro tiempo y realidad y que trato de rescatar para la pieza. Él mismo las resumió: El mundo es un hermoso lugar, vale la pena defenderlo y detesto dejarlo, el hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotado, jamás piensen que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen, y el hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera”.
Es, pues, un intenso y serio hecho teatral, artísticamente bien logrado y donde la música es la salsa o el cemento para amalgamar las acciones y los verdades de los diálogos de un texto que solamente un periodista-dramaturgo podía ser capaz de pergeñar.
Este montaje, finamente realizado, con tres actores y una tecnología poco utilizada por los demás teatristas criollos, nos recuerda que el teatro todavía es una valiosa   reflexión sobre la razón o la sinrazón de la vida misma, a pesar de las más difíciles circunstancias, porque nunca no se puede dejar de soñar o de amar o al menos anhelar encontrarse con el ser amado, salvo que se quiera huir de la vida por la fácil puerta infinita del suicidio, tras dejarse vencer por el temible desencanto. 


Sólo un instante en la vida del venezolano Jorge Cogollo

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Jorge Cogollo en una escalera de su largo viaje-
La inconclusa obra creativa y gerencial del teatrero Carlos Giménez sigue gravitando positivamente, a casi 25 años de su salida hacia el infinito, en esta segunda década del siglo XXI. No todo se ha perdido en ese carnaval de estúpidos egoísmos donde todos participamos. Hay artistas que se formaron y ahora por sus propios méritos y sacrificios reclaman su puesto en el desarrollo de las sufridas artes escénicas venezolanas. Es el caso del artista múltiple Jorge Cogollo (Caracas, 1986), a quien el pasado viernes 2 de febrero le estrenaron su texto Sólo un instante en la sala Rajatabla, centrado en un niño que es expulsado del colegio porque tiene un hogar donde dos mujeres, dos Marías lo crían y lo aman, bien dirigido y excelentemente actuado por Jennifer Morales y Adriana Bustamante.
 Cogollo, a quien conocimos y ponderamos cuando era el actor  protagonista de históricos espectaculos infantiles como Oliverio y Simón, vive ahora en Ciudad de Mexico, y desde allá nos cuenta que ingresa al programa social Niños Actores de Venezuela cuando tenía ocho años, dirigido por Roberto Stopello. “Esas fueron mis primeras experiencias teatrales.  Siguiendo con el TNJV y Unearte. He participado en festivales internacionales en Chile, Argentina y Colombia.  En el 2013 me fui Argentina a seguir investigando sobre la escritura teatral.  He recibido múltiples  reconocimientos: Botón de oro de la Alcaldía de Caracas(1998), Premio TIN (1998), Mejor dirección Festival Vale Todo (2004), Mejor dirección Festival Unearte (2008), Mejor obra infantil Premio Municipal de Teatro (2012) y Mención especial Premio Compañía Nacional de Teatro  Apacuana (2017). No soy, pues, un desconocido”.
Sobre que lo lleva a escribir Sólo un instante, donde ahora participa el valioso guitarrista Jean Bozo, puntualiza que actualmente vive y mora en Ciudad de México, “con esto de la crisis sólo queda viajar y aprender cosas nuevas. Comparto   con la venezolana Gennys Perez, otra dramaturgia amiga, e intercambiamos saberes diarios en este breve tiempo que tengo de este lado. Estuve en Argentina cuatro años (quizás vuelva a Buenos Aires), de los cuales dos estuve sacando la maestría de Dramaturgia, estoy en esa lucha con la tesis, pero siendo migrante es tan difícil; mi proyecto de tesis tiene que ver con las lecturas de la mitología en la posmodernidad, a paso lento pero se avanza”.
“He sobrevivido, porque siempre se puede leer y escribir algo aunque se tengan los huesos rotos de las largas jornadas que suelen tener los bares porteños. Aquí en México estoy dando clases en una escuela primaria, es otra experiencia y a veces trabajo en un bar de un amigo español. Con Gennys inventamos una salita chiquitita que llamamos Teatro del bunker, donde entran 15 personas; la estrenamos con su pieza Tequila y ron. La experiencia fue muy linda, por la cercanía con los espectadores. En cuatro años fuera he podido viajar un poco: Mexico, Argentina, España e Italia, siempre visitando amigos, como una especie de oxígeno y recordatorio del país donde pertenezco. Ojo no viajo como burgués, viajo de puyita en puyita, con amigos, trabajando en un bar para pagar el próximo avión ja ja ja. He sido feliz, por supuesto”.
"Sólo un instante tal vez es el resultado de un viaje, también de una convivencia, porque las convivencias siempre dejan grandes obras de teatro, igual que los viajes claros. Grandes por lo menos en la experiencia de descubrirlos.  Conviví con una chica argentina quien le gustaban las chicas, con ella viajé a España y bueno…se dieron un montón de experiencias. Compartí sus luchas, sus frustraciones, sus amores, todo y se convirtió en mi hermana.  Creo que ella, más el testimonio de algunos amigos sobre la maternidad, hizo esto que se llama Sólo un instante.  Es el resultado de ese viaje en que ando, y de esa convivencia; ella me pedía que la acompañara a las marchas del orgullo gay, evento que nunca había ido, y pude verlo en España y en Buenos Aires, una fiesta distinta, fuerte, que no se calla: Pude escuchar frente a frente esa pelea....recuerdo verla llorar cuando en el desfile de Barcelona  había una parte que  decía algo así como familias de la diversidad, no lo recuerdo bien pero eran las parejas que habían adoptado, caminaban con orgullo al lado de sus hijos, mi amiga Inés  se puso a llorar, y  en ese momento mi cabeza entendió tantas cosas. Fue como en mitología, descubrir la epifanía, descubrir lo bello, lo hermoso y la verdad en sólo un instante. Cuando la obra empezó a presentarse como imagen Recuerdo que el mapa ruta de la obra, lo anote en una servilleta de algún cliente para no olvidarlo, y   en la mañana se fue armando. Creo que viajar te rompe la cabeza y te hace descubrir un poco más este mundo en que andamos y actuamos”.
“Amigo Moreno-Uribe, no tengo twitter, pero siempre leo tu blog (elespectadorvenezolano.blogspot.com), porque vos, junto a Carlitos Herrera, que ya no está entre nosotros, son la memoria del teatro venezolano de las ultimas décadas, cada obra, cada lugar, está retratado en sus páginas, y bueno aunque uno esté lejos siempre expía un poco lo que pasa en su teatro, es casi un deber.  De este lado se lloran las pérdidas del teatro, así como también se aplauden sus aciertos, un abrazo”

 Cogollo subraya que tiene otras tres piezas breves sobre la migración venezolana, y “una de ellas es una pareja gay que tiene Sida, uno de los hombres está fuera del país y tiene los medicamentos, el otro se queda en Venezuela. Y a partir de allí se empieza a tener una dura relación. Es una obra en construcción pero estando tan lejos, aun se quedará en el baúl del computador, a medida que el pasa el tiempo afuera, se hace más difícil relacionarse con los grupos, creo que hacen falta esos proyectos como el piquete que le permitía a los dramaturgos no perder contacto directo con los grupos teatrales, porque al fin el pulmón del teatro son los grupos Siempre se le recuerda como la memoria del teatro”.



Hemingway entre nosotros

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¿Cuáles son la vasos comunicantes culturales y existenciales entre el contemporáneo teatrero venezolano José Tomás Angola Heredia con el bardo místico inglés John Donne (1572/1631) y el novelista estadounidense Ernest Hemingway (Oak Park, 1899/ Ketchum, 1961)?
¿Por qué se suicida el gringo aquel si aparentemente lo poseía todo? ¿Tenía miedo a vivir o a seguir luchando para escribir más obras famosas por su calidad literaria? ¿Vale la pena vivir a pesar de los obstáculos sociales y políticos? ¿Para qué vivir si debes renunciar a tus afectos o tus placeres? ¿Para qué vivir hasta envejecer acosado por las enfermedades o las desilusiones que proporcionan los seres amados?
Las   respuestas las descubrirá o las deducirá el teatromaníaco que en Caracas acuda a la sala Alexander Humboldt, en la calle Juan Germán Roscio, en San Bernandino, donde precisamente hace una breve temporada el excelente espectáculo Ningún hombre es una isla, escrito, dirigido y además protagonizado por Angola Heredia (Caracas, 1967), apuntalado en los correctos actores Andrea Miartus y José Manuel Vieira.
Solamente en un espacio escénico como el de Humboldt podía Angola Heredia hacer y lucir lo logrado. Un estremecedor homenaje al ya legendario Hemingway durante el último año de su vida, por intermedio de un bien caracterizado y exhaustivo monologo existencial del célebre intelectual, con los precisos y convincente soportes de Miartus y Vieira y la magia audiovisual que le proporcionó la correcta utilización de las técnicas del mapping y el videobean para ambientar la larga y exhaustiva, además de patética, despedida del autor de Por quién doblan las campanas y otras novelas.
NINGUN HOMBRE ES UNA ISLA
Angola Heredia revisa con su texto la poesía y la filosofía de Donne, en especial su poema Ningún hombre es una isla, que es una amarga meditacion sobre los seres humanos y circunstancias existenciales en las sociedades que les ha correspondido vivir, concretamente, como lo canta en su poema,ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
El aburrimiento y desencanto existencial de Hemingway, agravado por su dependencia alcohólica  se materializa en la escena gracias al encuentro mágico entre el escritor y los protagonistas de su novela Por quién doblan las campanas, lo cual permite ponderar el escritor en charlas con  Robert Jordan y su enamorada Maria, y avanzar hacia su final: el suicidio, utilizando  una de sus famosa escopetas de cazador, después de haber sido obligado a salir de Cuba por la llegada de la revolución de Fidel Castro y sus guerrilleros de la Sierra Maestra.
Es estremecedor presenciar como Hemingway se desencanta de su vida opulenta y triunfadora en medio de esa soledad acompañada en que vivía y se presencia como se inmola sin dar mayores explicaciones, aunque deja interrogantes sobre su vida sentimental, a pesar de que tenía una esposa aparentemente   enamorada.
 Angola Heredia evoca y materializa a Hemingway porque su figura siempre le cautivó por su vida tan intensa, desafiante y titánica. “Construyó en sí mismo, su mejor personaje. Pero si nos adentramos en sus libros sorprendería la sensibilidad y la delicadeza de su prosa y sus personajes. Algo entonces parece no cuadrar. ¿Quién era en verdad este hombre más grande que la vida que cazaba leones y pescaba grandes agujas, asistía como corresponsal de prensa a todos los frentes de batalla de su tiempo, boxeaba con quien fuera y bebía centenares de botellas de whisky?, ¿el que reflejaban los periódicos de entonces o el que subyace en sus obras?  Él mismo se idealizaba y se volvía Frederick Henry, el soldado iluso de Adiós a las armas, o Jake Barnes, el periodista impotente por una herida de guerra, de Fiesta, o Harry Morgan, el cínico pescador y contrabandista con mala suerte, de Tener y no tener. Y por supuesto Robert Jordan, quizá su alter ego más genuino, el profesor norteamericano que se involucra en la guerra civil española, de Por quién doblan las campanas”.
Angola Heredia, como lo ha dicho, escribió, dirigió y protagonizó Ningún hombre es una isla porque esos conflictos existenciales son profundamente atractivos para cualquier argumento teatral. “Hemingway luchó toda su vida para demostrar que era un tipo duro, viril, cínico, cuando en realidad se sentía frágil, débil y sensible. Ese ruido, esa incongruencia emocional, junto con los impulsos autodestructivos debieron ser muy tormentosos. Él es una metáfora maravillosa sobre la ficción literaria. Una oportunidad estupenda para explorar temas que me interesan mucho: la creación como acto de lucha contra el determinismo de la vida, la muerte como final angustiante e inevitable, el amor como único aliento existencial”.
90 minutos
El espectáculo, que no dura más de 90 minutos de duración, permite que el espectador reflexione sobre los momentos que momentos tan tenebrosos que vivió el protagonista, que, como dice Angola Heredia, lo único que parece tenerlo en pie es la esperanza de salir de esta pesadilla, ya que “el mismo Hemingway elabora en todas sus obras una serie de ideas que bien podrían ser aplicadas para nuestro tiempo y realidad y que trato de rescatar para la pieza. Él mismo las resumió: El mundo es un hermoso lugar, vale la pena defenderlo y detesto dejarlo, el hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotado, jamás piensen que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen, y el hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera”.Es, pues, un intenso y serio hecho teatral, artísticamente bien logrado y donde la música es la salsa o el cemento para amalgamar las acciones y los verdades de los diálogos de un texto que solamente un periodista-dramaturgo podía ser capaz de pergeñar.Este montaje, finamente realizado, con tres actores y una tecnología poco utilizada por los demás teatristas criollos, nos recuerda que el teatro todavía es una valiosa   reflexión sobre la razón o la sinrazón de la vida misma, a pesar de las más difíciles circunstancias, porque nunca no se puede dejar de soñar o de amar o al menos anhelar encontrarse con el ser amado, salvo que se quiera huir de la vida por la fácil puerta infinita del suicidio, tras dejarse vencer por el temible desencanto. 


El perro y la rana celebra 12 años de libros libres por y para el pueblo

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La Fundación Editorial Escuela El perro y la rana (FEEPR) cumple 12 años creciendo como una familia, madurando en el ejercicio editorial y enfocando la mirada más allá de los mares y las fronteras, con el firme propósito de expandir el trabajo que ha venido desarrollando y garantizar el acceso al libro y la lectura desde cualquier parte del mundo.
Con “12 años de libros libres”, El perro y la rana inicia sus actividades aniversarias el próximo 6 de febrero y se extenderán durante todo el mes. Esta frase hace referencia a la democratización del conocimiento y el acceso gratuito a los más de 300 títulos que se pueden descargar a través del portal web de la editorial, en la Biblioteca Más Liviana del Mundo.
El Eje del Buen Vivir es el sitio escogido para iniciar la fiesta de esta casa editorial nacida en revolución. El 6 de febrero, a las 2 de la tarde, se llevará a cabo una sesión de cuentacuentos para los más pequeños de la casa a cargo de Norma Guatarama, promotora de lectura y contadora de historias, que acompañará de música, palabras, sonidos, aromas y sensaciones para un encuentro mágico con el mundo de la palabra.
Seguidamente, Alexis Anteliz, especialista en conocimiento libre de Conatel; Marianícer Figueroa, autora del libro El sentido del conocimiento libre; y Lenin Brea editor de la FEEPR; tendrán un diálogo abierto en el conversatorio “Políticas públicas para la liberación del conocimiento y la cultura”, un espacio donde se disertará en torno a la lucha contra la privatización del conocimiento, así como la importancia de la difusión de contenidos bajo licencias libres para democratizar la cultura.
Durante esta actividad se hará un merecido reconocimiento a las y los trabajadores con 12 años de labores dentro de la institución, miembros fundadores a quienes se homenajeará con un regalo musical del cantautor venezolano José Alejandro Delgado.
También, durante todo el mes de febrero, se realizarán presentaciones de nuestras más recientes novedades como Triamento de Ernesto Cazal, joven pluma de la escritura venezolana. Por otro lado, seguiremos llevando el debate a nuestras comunidades sobre el proceso político liderado por el presidente Chávez a partir de 1998, a través del libro Del rentismo al socialismo comunal bolivariano (2017) de Iraida Vargas y Mario Sanoja. También, realizaremos el conversatorio “El libro en tiempos de guerra”, una reflexión en torno a la importancia del libro y la lectura en la coyuntura política y económica actual, tanto en su función formadora de conciencia como en su cualidad de bien cuya producción y distribución podrían aportar positivamente a la economía del país, con María Alejandra Rendón, poeta y diputada suplente de la Asamblea Nacional por el estado Carabobo, y Carlos Ortiz, docente y editor especialista con más de 20 años de experiencia en el área.

Libros libres en la calle, 12 años de historia
La Fundación Editorial El perro y la rana fue creada el 6 de febrero del 2006 de la mano del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, quien siempre fue un promotor por excelencia del libro y la lectura como instrumentos indispensables para forjar la conciencia crítica.
Con centenares de títulos para descarga gratuita en el portal web y más de 4.000 títulos editados, el propósito de esta fundación es ofrecer un espacio editorial incluyente para fomentar la lectura. Son casi 8 millones de ejemplares impresos y distribuidos en todo el territorio nacional en manos del pueblo venezolano.
Otra de las puntas de lanza de esta editorial es la creación de las colecciones dirigidas a jóvenes y niños, como Caminos del Sur, Avíspate, Fantomas y Juventudes Comandantes, pensadas específicamente para abordar los requerimientos de ese target lector. Todas han tenido un gran éxito gracias a la calidad de sus contenidos y a los bajos costos, en comparación con las editoriales privadas.
El trabajo desarrollado por El perro y la rana es una experiencia única en el mundo: una editorial pública cuyo principal objetivo es garantizar el acceso al libro a bajo costo, promoviéndolo como una herramienta liberadora que rompe paradigmas. Lo decía el presidente Chávez: “No hay herramienta como la cultura para lograr esa recuperación de conciencia, resurrección de pueblos, profundización de quienes hemos sido, quienes somos, y quienes podemos ser…” (2004).

Licencias libres Creative Commons
En la FEEPR innovamos con la incorporación en nuestras publicaciones de las licencias libres Creative Commons, que garantizan el acceso al conocimiento libre protegiendo también el derecho de autor. “La mayoría de los autores que publicamos quieren hacer circular sus creaciones, no quieren hacerse ricos, quieren que los lean. De hecho, consideran que sus creaciones generan un aporte muy importante para el desarrollo de la sociedad y que la gente debe tener acceso a ese conocimiento”, explica Melissa Fernández, coordinadora general estratégica de la editorial.
Creative Commons es una organización no gubernamental que desarrolla planes para reducir las barreras legales que privatizan el acceso al conocimiento. Los permisos ofrecidos por esta institución tienen sus bases en la Licencia Pública General (GPL) de la Fundación Software Libre y permiten a los autores elegir la manera en la que su obra será difundida por Internet.
 SER: libros y más libros en todo el país
El perro y la rana siempre ha estado a la orden de las necesidades de un pueblo desbordante de creatividad, que hasta entonces no había tenido la oportunidad de dar a conocer sus creaciones.
Hoy en día está presente en cada rincón del país, gracias al despliegue alcanzado a través del Sistema de Editoriales Regionales (SER), que tiene presencia en cada uno de los 24 estados, con el objetivo de garantizar la publicación de autoras y autores regionales, cuyas obras han sido ignoradas por los grandes monopolios editoriales. De igual manera, acompaña a los autores ofreciendo procesos formativos en el área de la literatura, promoción de lectura y gestión editorial.
Desde 2007, cuando se materializó este proyecto, el SER ha editado 1.559 títulos e impreso 717.900 ejemplares de estos, que se han distribuido en el territorio nacional gracias a las Librerías del Sur.
Este año la meta es internacionalizar el trabajo que lleva adelante el equipo multidisciplinario que hace vida profesional en la institución con el propósito de ofrecerles la opción democratizadora del saber y promotora del hombre y la mujer libres. 
 Más espacios formativos para el pueblo
Durante el último año, la FEEPR ha incentivado la formación con la apertura del Diplomado en Edición y Promoción del Libro y la Lectura, así como la realización de más de 35 talleres, tanto en nuestros espacios como en las comunidades y que han dejado como saldo positivo libros escritos y hechos por sus propios habitantes: Crónicas obrerasEl barrio que soñamosLa escuela que soñamosPor mi bien, trátame bien;Una página para Fidel Entre mujeres nos cuidamos, algunos de ellos enmarcados en la propuesta formativa Libro-Taller Héctor Bello, fundador de este proyecto concebido como “maravilloso país en movimiento”, y dirigida a comunidades que desean visibilizar, rescatar y valorizar los contenidos pertinentes que coadyuven en la construcción de su propia identidad.
Un nuevo año de sueños por alcanzar y grandes logros espera a esta familia editorial y a quienes, año tras año, han venido acompañando con sus lecturas y participación el trabajo que con amor y dedicación se realiza.
Sigue de cerca todas nuestras actividades y novedades, visitando nuestra página web y redes sociales:@perroyranalibro en Twitter y  @Editorialelperroylarana en Facebook.


Sólo un instante en la sala Rajatabla

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Directora Jennifer Morales. actriz Adriana Bustamante y   Joan Bozo

No dejaremos de reiterar que la inconclusa obra creativa y gerencial del teatrero Carlos Giménez sigue gravitando positivamente, a casi 25 años de su salida hacia el infinito, en esta segunda década del siglo XXI. No todo se ha perdido en este carnaval de estúpidos egoísmos donde todos participamos. Hay artistas que se formaron y ahora por sus propios méritos y sacrificios reclaman su puesto en el desarrollo colectivo de las sufridas artes escénicas venezolanas.
 Es el caso del artista múltiple Jorge Cogollo (Caracas, 1986), a quien el pasado viernes 2 de febrero le estrenaron su texto Sólo un instante en la sala Rajatabla, centrado en la saga de un niño que es expulsado del colegio porque tiene un hogar donde dos mujeres (sus dos Marías) lo crían y lo aman, ya que la directora no entiende ni acepta que un alumno tenga parientes homosexuales, en este caso lesbianas. Es un montaje, al estilo del básico café-concert germano, bien dirigido y excelentemente actuado por Jennifer Morales y Adriana Bustamante, con el perfecto acompañamiento musical del guitarrista Jean Bozo.
Epifanía del autor
Cogollo, a quien conocimos y ponderamos cuando era el actor protagonista de históricos espectaculos infantiles como Oliverio y Simón, en los años 90, vive ahora en la capital mexicana y desde allá cuenta que ingresó al programa social Niños Actores de Venezuela, creado a instancias de Carlos Gimenez y su proyecto Teatro Nacional Juvenil de Venezuela, cuando tenía ocho años, dirigido por Roberto Stopello. Esas fueron sus primeras experiencias teatrales. Ha participado en festivales internacionales en Chile, Argentina y Colombia.  En el 2013 se instaló en Argentina a seguir investigando sobre la escritura teatral.  Ha recibido múltiples  reconocimientos: Botón de oro de la Alcaldía de Caracas(1998), Premio TIN (1998), Mejor dirección Festival Vale Todo (2004), Mejor dirección Festival Unearte (2008), Mejor obra infantil Premio Municipal de Teatro (2012) y Mención especial Premio Compañía Nacional de Teatro  Apacuana (2017). No es, pues, un desconocido, que además tiene méritos reconocidos.
Sobre que lo lleva a escribir Sólo un instante, puntualiza que actualmente vive y mora en Ciudad de México, “estuve en Argentina cuatro años (quizás vuelva a Buenos Aires), de los cuales dos estuve sacando la maestría de Dramaturgia, estoy en esa lucha con la tesis, pero siendo migrante es tan difícil; mi proyecto de tesis tiene que ver con las lecturas de la mitología en la posmodernidad, a paso lento pero se avanza. He sobrevivido, porque siempre se puede leer y escribir algo aunque se tengan los huesos rotos de las largas jornadas que suelen tener los bares porteños. Aquí en México estoy dando clases en una escuela primaria, es otra experiencia y a veces trabajo en un bar de un amigo español. En cuatro años fuera he podido viajar un poco: Mexico, Argentina, España e Italia, siempre visitando amigos, como una especie de oxígeno y recordatorio del país donde pertenezco. Ojo no viajo como burgués, viajo de puyita en puyita, con amigos, trabajando en un bar para pagar el próximo avión. He sido feliz, por supuesto. Este Sólo un instante tal vez es el resultado de un viaje, también de una convivencia, porque las convivencias siempre dejan grandes obras de teatro, igual que los viajes claros. Grandes por lo menos en la experiencia de descubrirlos. Conviví con una chica argentina quien le gustan las chicas, con ella viajé a España y bueno…se dieron un montón de experiencias. Compartí sus luchas, sus frustraciones, sus amores, todo y se convirtió en mi hermana.  Creo que ella, más el testimonio de algunos amigos sobre la maternidad, hizo esto que se llama Sólo un instante. Es el resultado de ese viaje en que ando, y de esa convivencia; ella me pedía que la acompañara a las marchas del orgullo gay, evento que nunca había ido, y pude verlo en España y en Buenos Aires, una fiesta distinta, fuerte, que no se calla: Pude escuchar frente a frente esa pelea....recuerdo verla llorar cuando en el desfile de Barcelona  había una parte que  decía algo así como familias de la diversidad, no lo recuerdo bien pero eran las parejas que habían adoptado, caminaban con orgullo al lado de sus hijos, mi amiga Inés  se puso a llorar, y  en ese momento mi cabeza entendió tantas cosas. Fue como en mitología, descubrir la epifanía, descubrir lo bello, lo hermoso y la verdad en sólo un instante. Cuando la obra empezó a presentarse como imagen Recuerdo que el mapa ruta de la obra, lo anote en una servilleta de algún cliente para no olvidarlo, y   en la mañana se fue armando. Creo que viajar te rompe la cabeza y te hace descubrir un poco más este mundo en que andamos y actuamos”.
Cogollo tiene otras tres piezas breves sobre la migración venezolana, y una de ellas es una pareja gay que tiene Sida; uno de los hombres está fuera del país y tiene los medicamentos, el otro se queda en Venezuela. Y a partir de allí se empieza a tener una dura relación. “Es una obra en construcción pero estando tan lejos, creo que se quedará un tiempo más en el baúl del computador”.
Café-concert
Modesto en su dispositivo, pero inteligentemente resuelto por la primera actriz Adriana Bastamente, la directora Jennifer Morales y el músico Bozo, se muestra Sólo un instante como un impactante ritual lúdico de una ceremonia que combina la comedia y la canción, apuntalada en el excelente interprete de la guitarra; donde las caracterizaciones de Michele, la directora, el profesor comprometido, las dos Marías y la abuela llenan la escena y conmueven con sus conflictos y por la fiesta que organiza y anima esa múltiple actriz que es la Bustamante; alternando además la escena con la interpretación afinada de temas musicales (baladas) como A quién le importa, La duda, Mujer contra mujer, Cuando te beso y Brindis, que originalmente fueron popularizadas por Thalía, Gloria Trevi, el grupo Mecano y Juan Luis Guerra. Esto hace que la dureza del tema, como es el bullying o el acoso escolar por la discriminación sexual, se soporte y se disfrute a lo largo de 65 minutos, y genere así la necesaria catarsis, gracias, por supuesto al acople de la interprete y el músico Bozo. Una deliciosa fiesta para exorcizar el horror de una discriminación hacia un niño, porque su madre es lesbiana.



El atómico Ott

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En una venta de píñatas los  átomos son teatrales

Nadie puede negar, salvo que sea un mezquino, que el periodista Gustavo Ott (Caracas, 1963) es un triunfador con todas sus letras en las lides teatrales. Lleva una década viviendo y trabajando en Estados Unidos, donde es docente en Washington, además de haberse convertido en “la quinta rueda” del Teatro Gala, destacada agrupación hispana de la capital estadounidense. Y en medio de ese exilio voluntario- felizmente casado y padre de una jovencita- ha proseguido escribiendo sus originales piezas y viéndolas casi todas en la escena, bien sea en el Teatro General San Martin de Caracas (sede de su grupo Textoteatro) o en otra salas, dentro y fuera de Venezuela. Es, pues, dramaturgo exitoso sin lugar a dudas, que tiene una bonita colección de premios por sus aciertos, además de los dólares ganados en justas competencias. Un migrante voluntario que tiene todavía mucho que dar a las letras hispanoparlante, porque además es novelista.
REPOSICIÓN
Advertimos esto porque ahora hemos visto la reposición de su obraA un átomo de distancia (2011), estrenada en el Teatro General San Martín durante la temporada 2016, según la puesta en escena que fraguó Rubén León. Este director ha subrayado que con el remontaje 2018, donde participan Maria Brito, David Villegas y Margareth Paola Aliendres, que es como “un thriller dentro de un túnel envolvente”, se pretende hacer que los espectadores entren en una especie de déjà vu con tensión, en un instante y con un protagonismo del que no puedan evadirse; cada quien tendrá que formularse respuestas y preguntas, buscar verdades pero también mentiras. “Me recuerda mucho ese efecto del arte ingenuo que, de fondo y sin mostrarlo, guarda algo devastador. Y en la mirada atenta, sostenida, aparece el macabro. Un macabro hermoso y latinoamericano que contamina todo el espectáculo”.
 A un átomo de distancia no es más la saga de la desaparición de Alina, una niña de seis años, lo cual desencadena una trama policial envuelta en memorias simultáneas y mundos paralelos que, junto con el tema del abuso, el maltrato y el crimen, convierten a todos en sospechosos y en culpables, aunque no lo sean. La pieza, que transcurre en una piñatería, a lo largo de cinco actos o cuadros, durante tres días de ficción teatral, permite que sus tres personajes (Luis, Teresa y Valentina)  muestren las bondades y sus miserias típicas de un típico mundillo tercermundista, quienes en sus diletantes charlas cotidianas, como ha dicho Ott, “abordan uno de los temas más inquietantes de la ciencia y la artes actuales: la naturaleza de la 'realidad', que ya no nos parece tan segura, ni estable, ni confiable como pensábamos".
Es una pieza donde se coquetea con los mundos paralelos, un tema muy frecuente entre los aficionados a la ciencia cuántica y eso puede crear una cierta confusión entre la audiencia, pero cuando lo atrape ansiará su desenlace, ya que se trata de la desaparición de una niña.  
 Hay que puntualizar queA un átomo de distancia ganó el VIII Premio de Textos Teatrales FATEX 2012, de Mérida, España. Fue editada por el Gobierno de Extremadura, la Diputación de Cáceres, y FATEX, con prólogo de Miguel Murillo Gómez y presentada en el Teatro López de Ayala de Badajoz, donde su autor recibió el VIII Premio, dotado con 4.000 euros (5.232 dólares), el 24 de octubre del 2012.
VALIOSA GENERACION
 Ott ha dicho que “todos los que escribimos hoy hablamos sobre la belleza, y en esa belleza entran nuestras percepciones no solo sobre el país sino además sobre la justicia, la libertad y el odio”, y reiteró que el teatro criollo y especialmente su dramaturgia gozan actualmente de grandes talentos, por lo que merece reconocimiento y apoyo de toda la sociedad venezolana.
Para la publicaciónTalCual, Ott comentó que él y otros intelectuales son  testigos de la más extraordinaria y numerosa generación de jóvenes artistas que haya tenido el teatro venezolano en toda su historia. “Abarcan todos los ámbitos, especialmente la actuación y dirección, pero también la dramaturgia, que de todos modos va de la mano con la madurez. Pero ahí están y ni siquiera es posible nombrar algunos porque son muchos. Son la dinamo del teatro venezolano y consecuencia de una escuela venezolana con maestros de primerísima línea que si estuvieran en otro país tendrían monumentos de gratitud. Estos chicos han nacido de la crisis y se expresan con rigurosidad y técnica. Yo estoy maravillado como cuando miro por el telescopio. De pronto, te das cuenta de que son más de lo que pensabas o estabas preparado a admitir. Las estrellas, claro. Y ellos también. Esa generación es superior a la mía y debemos hacer todo lo posible para ayudarla y reconocerla”.
Y para silenciar rumores malintencionados enfatiza que una obra que se estrene en Venezuela y que hable sobre el Himalaya es, fundamentalmente, una pieza nacional. “Habla sobre el país. Su metáfora está atada a su creador, su época, su vida. Además, los espectadores, a través de las redes, también son participes de su tiempo y país y están muy entrenados e informados. Viven a diario el discurso nacional, político, dan sus opiniones, no necesitan que un escritor se las repita sobre un escenario. Pero no hay que olvidar que todos los que escribimos hoy hablamos sobre la belleza, y en esa belleza entran nuestras percepciones no solo sobre el país sino además sobre la justicia, la libertad, el odio: los grandes temas universales que son también locales y mucho. Siempre en tu época más que en cualquier otra”.
EL MONTAJE
El espectáculo, que es llevadero en sus 90 minutos, no deja oportunidades para distraerse o aburrirse porque atrapa a la audiencia de principio a fin, gracias a la simplicidad de su puesta en escena y a la veracidad de sus actores con sus impactantes personajes. La clave de un buen espectáculo teatral es que el cuento este bien echado, tal como ha sido practicado desde los antiguos griegos hasta los tiempos presentes. Su trama, con la patética desaparición de una niña, y la extraña actitud de un personaje, atrapa a la audiencia, que sale beneficiada por la habilidad actoral de los comediantes ahí involucrados. No hay tiempo para distraerse, a pesar de que el espacio escénico sufre cambios o alteraciones ante la vista del público.
De Maria (Teresa) y David (Luis) no hay nada nuevo que decir, salvo que ya son auténticos veteranos con los personajes que les ha escrito Ott, pero quien que si nos sorprendió fue Margareth Paola (Valentina), a quien nunca habíamos visto en las tablas; es todo un prospecto de primera actriz.
La pieza tiene su moraleja y es que este mundo repleto de dudas o de ambivalencias no hay inocentes, todos están para ser examinados porque un asesino brota en cualquier instante, todos están bajo investigación.

Contra el machismo en un baño de damas

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La temporada 2018 de la CNT arranca con "Baño de damas"

El pasado jueves 5 de febrero, a las 10 AM comenzó el proceso de montaje de la comedia dramática Baño de damas, original de Rodolfo Santana, bajo la autoría escénica de Aníbal Grunn, y  se deberá estrenar el viernes 23 de marzo, en el teatro Alberto de Paz y Mateos, a las 5 PM. Se trata de una producción de la Compañía Nacional de Teatro, ahora bajo la dirección general de Carlos Arroyo, que inaugura la temporada del 2018, para la cual han sido proyectados o programados 18 montajes, entre estrenos, reposiciones y coproducciones.
El versionista y director Grunn, reunido con el elenco de 11 actrices y dos actores, pertenecientes al staff oficial de la CNT, en la salita Jose Gabriel Núñez del Teatro Alberto de Paz y Mateos, advirtió que hace teatro desde hace unos 50 años y lo hace “por amor y nada más que por amor”, porque es la única pasión vital que lo impulsa a trabajar por la cultura venezolana.
Grunn le pidió a su elenco mucha disciplina y utilizar una metodología para el abordamiento de los personajes, ya que esta pieza está destinada a meterle un lanzazo al machismo rampante, ese que desde hace siglo acorrala a las mujeres y suscita así muchos problemas sociales y psicológicos. Es un espectáculo contra machismo, precisamente en estos tiempos cuando hay una conmoción mundial por los abusos de un productor de cine de Hollywood contra las actrices.
FAMOSA OBRA
¿Por qué las mujeres pasan mucho tiempo en el baño? Baño de damas tiene la respuesta. Es una de las obras más famosas de Rodolfo Santana que se originó en Caracas y la cual transcurre en el baño de mujeres de un bar o discoteca. La trama se inspiró en una grabación de audio de un incidente real, donde los temas de la conversación de las mujeres fueron sus condiciones médicas, sus trabajos, las hijas de las mujeres, las políticas, y sus esposos. También, en ese baño hay un hombre transvestido que imita a una celebridad muy famosa porque la imitación es una parte de su espectáculo.
Grunn ha logrado una pulcra versión del texto original de Santana, que el director Ibrahim Guerra estrenó en la sala Anna Julia Rojas, el 6 de noviembre de 1987. 
El director y versionista no suelta prenda sobre el tratamiento que le ha dado al texto de Santana, porque lo ira puliendo a medida que avancen los ensayos. Es muy respetuoso de las líneas de tan importante escritor, pero debe resolver algunos “detalles provocados por la temporalidad”, precisamente porque la pieza se escribió en los años 80. Pero es el texto tal cual, tras de podarle algunas líneas y preservar así la esencia de la pieza: una oda a las mujeres y sus complejas vicisitudes en una sociedad que las lacera que las persigue, pero que la necesita, asegura,
Con respecto al elenco de este Baño de damas del 2018, Grunn reconoce que tiene excelentes actrices, como Aura Rivas, Francis Rueda y Maria Brito, pero ahora vienen las lecturas y las revisiones en mesa, para pasar al montaje propiamente dicho, que tendrá una escenografía minimalista, creada por Hector Becerra. Y hace hincapié en que la esencia del espectáculo parte de la pregunta: ¿cuántas mujeres han pedido a su amiga que la acompañe al baño en una fiesta o en cualquier lugar público?
Si los caraqueños desean saber las respuestas y las nuevas preguntas que aflorara en este montaje de Baño de damas, comedia original que se ha presentado en muchas ciudades americanas y llevada al cine por el peruano Michel Katz, hacia el año 2003. Ahí se plasman los incidentes que ocurren en la pista de baile y en el baño de damas de una discoteca tropical de moda, los cuales cambiarán la vida de un diputado machista, una esposa ingenua y sojuzgada, una pareja de lesbianas no muy fieles, donde además hay un travestí que sueña con cambiar de sexo y una profesora de colegio atildada que pierde los papeles por las bebidas alcohólicas.
El argumento se desarrolla en el baño de una discoteca, ese espacio íntimo y enigmático que resulta tan atractivo para aquellas mujeres que desean compartir sus experiencias, expresan sus alegrías, tristezas, anhelos, frustraciones y hasta se aventuran a intercambiar sus parejas. Entre las subtramas sobresale la historia de Carmen Antonia, la encargada de limpieza del susodicho baño, quien mientras ejerce su labor recibe una noticia que le cambiará la vida. Otra se centra en Aurora, una damisela abandonada que ahoga sus penas en el alcohol ante la disyuntiva de si debe tener o no al hijo que espera.
En este baño pueden ocurrir las situaciones más insólitas, como la performance de La Gaviota, un mesonero capaz de imitar a Madonna con inodoros como telón de fondo, pero también está una actriz de telenovelas que, para decepción de sus fanáticas, habla horrores de los personajes que las han hecho soñar. En un momento de la rocambolesca trama, una de las parroquianas sorprenderá a su hija consumiendo cocaína con sus amigas.
Baño de damas profundiza en muchísimos aspectos de la conducta femenina, sin abandonar el tono de comedia. A través de situaciones cotidianas, descubriremos cómo las mujeres se sienten liberadas y protegidas en este sitio tan especial.
HOMENAJE
El dramaturgo venezolano Rodolfo Santana fue Premio Nacional de Teatro 1970. Su obra literaria incluye no menos de una docena de guiones de cine y 100 textos para la escena. Entre los títulos más conocidos sobresalen Barbarroja, El sitioTarántulay La empresa perdona un momento de locura, llevada al cine por Mauricio Wallerstein. Este montaje de Baño de damas en la temporada 2018es un homenaje al autor caraqueño, muerto el 21 de octubre de 2012 en Guarenas, tras haber nacido el 25 de octubre de 1944.
Y por una paradoja del destino, para llamarlo de alguna manera, será la segunda pieza de este dramaturgo que monta la CNT. La primera fue durante en la temporada de 1991 y se trató de Encuentro en el parque peligroso, con Orlando Urdaneta y Elba Escobar. Se mostró en el teatro Las Palmas, dirigida por Ricardo Lombardi y con escenografía de Max Pedemonte. Y la segunda ahora es precisamente, Baño de damas, que el 27 de noviembre de 2002 se exhibió en la sala Anna Julia Rojas, bajo la dirección de Gerardo Blanco, y con la participación de Caridad Canelón, pero solamente se hicieron cinco funciones porque se suspendió la temporada como consecuencia de un delicado accidente de la protagonista. Era una coproducción de la CNT y el grupo Cobre del mismo Santana. Para ese entonces la institución del Estado la dirigía Hector Manrique.
ELENCO 2018
Los personajes y sus actores de este versión escénica para la temporada 2018 son: Carmen Antonia: Aura Rivas. Rolando: Jean Manuel Pérez. Valeria: Citlaly Godoy. Nora: Dora Farías. Amanda: Livia Méndez. Dilka: Marcela Lunar. Marinés: Marxlenin Cipriani. Aurora: Francis Rueda. Viviana: Kala Fuenmayor. Cloe: Verónica Arellano. Fabiana María. Flor:  Randymar Guevara. Diputado: Gustavo Meléndez.
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La Compañia Nacional de Teatro para el 2018

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La CNT tiene en su repertorio al sainete "El rompimiento" de Rafael Guinand.

La apetitosa y novedosa temporada 2018 de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) ha comenzado con la reposición de su espectáculo El rompimiento, el cual se estrenó a finales del año pasado, en el teatro Nacional de Caracas, y ahora se exhibió bajo la dirección de Luis Domingo González y con la participación de los actores Aura Rivas, Citlalli Godoy, Andy Pérez, Randimar Guevara, Nitay de la Cruz y Juan Manuel Pérez, pertenecientes al elenco estable de la CNT. 
AGUDA SÁTIRA SOCIAL
Hay que recordar que en El rompimiento, estrenado en el teatro Nacional de Caracas el 05 de enero de 1917, se muestra la doble moral expuesta a través del personaje caricaturesco Esparragosa, que es la excusa para representar las costumbres éticas y morales imperantes en la primera década del siglo XX en la capital. Detrás de este sainete se oculta una sátira aguda sobre el tipo de vida que hacían las madres y las niñas casaderas, el lleva y trae de los vecinos, el jovenzuelo que enamoraba a unas cuantas mujeres y a pesar de todo queda airoso de sus enredos. La pieza de desenvuelve en la sala de una casa de familia de clase media baja, en la parroquia San José del año de 1912. El vestuario de los personajes va con la época. En el curso de la acción, en el seno de la familia Mota, se muestra la trampa de que es objeto Tomasita, sobrina de Ramona e Hilario, por parte de Narciso Esparragosa. Éste le hace creer a la joven que se casará con ella después de dos años de noviazgo, para así evitar los comentarios de la vecindad. Esparragosa es descubierto, por su doble juego amoroso cuando Catalina Mijares, amiga de Ramona, llega a la casa de ésta y en medio de la conversación queda en claro la situación que dicho individuo vive en las dos familias, además de estar engañando también a la hermana de Braulio, quien trabaja en la casa de los Mota. Quien asa dos conejos corre el riesgo de que uno se le queme, dice la moraleja popular, la cual sigue vigente.
TEATRALIDAD VENEZOLANA
La CNT -fundada y puesta en marcha por el dramaturgo Isaac Chocrón y el Ejecutivo Nacional el 22 de mayo de 1984 y que actualmente es comandada por el director Carlos Arroyo y está adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura- hizo este montaje de El rompimiento como homenaje oportuno al escritor y artista Rafael Guinand (Caracas,1881/1957) y es parte de todo un proyecto teórico-.práctico  en pos de “una teatralidad  venezolana”, que busca transformar definitivamente a la Compañía Nacional de Teatro en referencia del arte escénico venezolano y latinoamericano dentro y fuera del territorio nacional, a partir de “una construcción filosófica, ideológica, estética y práctica a fin de establecer un lenguaje discursivo conductor de los montajes teatrales de la CNT”, tal como lo expresa un material teórico que cayó en nuestras manos, el cual, como es obvio, avanza en proceso  de revisión y corrección definitivos, ante de hacerlo oficial.
La CNT, según ese documento, promoverá una línea de investigación para establecer un marco conceptual de lo que sus directivos entienden como “teatralidad venezolana” o “venezolanidad teatral”, para lo cual llevará a escena piezas venezolanas, latinoamericanas y del resto del mundo, contemporáneas o clásicas con un lenguaje propio, identificable y con un impacto estético, técnico y conceptual que sea característico de la CNT.
Con el objetivo de impulsar “los  procesos de creación y circulación que tributen a favor de la identidad nacional, desarrollando espacios de encuentro entre los ciudadanos con la realidad social, histórica, política, económica y cultural en la búsqueda de nuevas formas de vernos, entendernos, relacionarnos, expresarnos, comunicarnos y organizarnos bajo la premisa para asegurar la mayor suma de felicidad posible”, se plantea la conversión de la Compañía Nacional de Teatro (actualmente es una asociación civil sin ánimo de lucro) en el Centro Nacional de Teatro, manteniendo dentro de su estructura las producciones propias con el elenco artístico estable.
Con este proyecto se tiene como directriz estimular, acompañar y promover nuevas formas e iniciativas de organización que fomenten procesos sostenibles y sinergias entre los diferentes actores sociales del sector teatral con los procesos productivos  de cada región del país para fortalecer la creación, investigación, formación, producción, circulación de bienes culturales. Pretende desarrollar, innovar y transformar las relaciones de producción en los procesos de creación y gestión de las artes escénicas, que resalten valores y promuevan la identidad nacional.
IDENTIDAD Y EXPANSION NACIONAL
La CNT tiene entre sus objetivosfortalecer la identidad nacional, a través del desarrollo de espacios para la creación, circulación, formación e investigación en las artes escénicas nacionales. Acompañar los procesos, modos y formas productivas de la economía cultural de las artes escénicas en el territorio nacional. Estimular los procesos de investigación dirigidos a potenciar la construcción y participación comunitaria, sus prácticas culturales y sus valores dentro del patrimonio nacional.
La CNT o el Centro Nacional de Teatro buscará“la expansión nacional”, con la conformación de un elenco artístico regional profesional, a través de Núcleos Regionales en los 23 estados, seleccionando al personal artístico a partir de convocatorias abiertas para la realización de audiciones con pruebas de actuación, vocal y corporal donde los participantes serán agrupados en categorías a partir de su trayectoria escénica.
Entre sus objetivosestá la construcción de un repertorio teatral amplio, dinámico, plural y con alto nivel de calidad artística y técnica que refleje las formas de ser y hacer del venezolano y latinoamericano para representar al país en cualquier instancia. Para lo cual desarrollaránproyectos teatrales de excelencia para fortalecer la identidad cultural; buscando así   fortalecer la estructura de la acción teatral como forma de organización, producción y construcción de un lenguaje estético. Y promover el movimiento continuo de las transformaciones artísticas que hacen eficaz la relación teatro-sociedad
PRODUCCIÓN DE OBRAS DE TEATRO
Para el año 2018, la CNT propiciará el intercambio de saberes en función de la identidad nacional y para eso ha programado seis estrenos: Baño de Damas de Rodolfo Santana, bajo la dirección de Aníbal Grunn. Develario, escrito y dirigido por Rodolfo Porras. Oscuro, de noche de Pablo García Gámez (Premio Apacuana 2017), dirección Jesús Carreño. La ópera Do Malandro de Chico Buarte, dirección Miguel Isa. Limones en el cielo, escrito y dirigido por Luis Vicente González. Merc Donald’s de Jorge Cogollo, bajo la dirección de Elio Palencia.Además se contarán sendas coproducciones con los Núcleos Regionales pilotos de los estados Miranda, Portuguesa y Sucre.
La CNT mantendrá en repertorio sus producciones teatrales: Zamora… por aquí pasó de Aníbal Grunn, bajo la dirección de Carlos Arroyo. ¿Dónde está enterrado Colón?, escrito y dirigido por Cesar Rojas. El Rompimiento de Rafael Guinand, en las versiones escénicas de Luis Domingo González, Livia Méndez y de Arturo Santoyo. Además de los montajes Peludas en el cielo de Gustavo Ott (Premio Apacuana 2015), bajo la dirección de Carlos Arroyo.Hotel Kafka, versión libre y dirección de Marisol Martínez yReverón/Pintor de Luz, dramaturgia de Marisol Martínez/Gabriel Agüero, bajo la dirección de Marisol Martínez
CAPACITACIÓN Y FORMACIÓN
La CNT ha planificado, como es natural, el desarrollo de espacios de formación especializada y formador de formadores en las artes escénicas para impulsar y mejorar los procesos de creación y producción. Y tiene previsto realizar 48 talleres a nivel nacional en las áreas de teatro. Suscribirá convenios de cooperación cultural dirigidos a desarrollo de iniciativas socio productivas tales como: infraestructuras culturales, festivales y acciones de formación.

El Ávila de Millán se verá en Margarita

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El pintor ya trabaja en su muestra para Porlamar.

Se mudó de una quinta que tenía detrás de La Casona, la famosa residencia de los Presidentes de Venezuela, a un apartamento, de cuatro habitaciones, en el piso 19 de un conjunto residencial en El Paraíso. Y ahí en su estudio adelanta la nueva tarea que se ha impuesto: más de 15 oleos, de medianos y grandes formatos sobre la montaña El Ávila o el Waraira Repano, para antes de diciembre, porque tiene una exposición individual en un afanado hotel de Porlamar, en la paradisiaca isla de Margarita, ya que  Pedro Millán es un pintor profesional muy reconocido.
¿Todos esos cuadros suyos ya tienen comprador en estos tiempos de tantas crisis?
Sí, yo todo lo que hago lo coloco o lo vendo. No tengo muchas obras guardadas. Eso te revela que gusta lo que hago. La temática de esa exposicion es El Ávila, esa hermosa montaña al norte de Caracas, ubicada a 10 grados y medio de la línea ecuatorial, como lo leí en una revista digital, un detalle que no sabía sobre esa obra monumental de la naturaleza, que muchos otros pintores han llevado a sus lienzos, y eso explica sus luces y sus sombras.
¿Desde cuándo está pintando?
 Desde los 15 años y ya el 10 de marzo cumpliré 67 años. Confieso, como dice Pablo Neruda, que he vivido y he vivido bien, no me quejo. Nací en la península de Araya y cuando vine a Caracas quede fascinado por sus paisajes y por El Ávila, especialmente.
¿Cuántas exposiciones ha realizado desde los 15 años cuando debutó como pintor?
 No menos de 20 muestras individuales y otras tantas participaciones en eventos colectivos.
¿Cuántos oleos ha culminado y llevado a las galerías?
No llevo esa contabilidad, pero creo que llego a los mil, por lo menos. Mi obra esta esparcida por todo el mundo y ha servido a la gente.
¿Cómo es eso?
Hace años done una serie de obras mías para que unos trabajadores de un diario católico caraqueño pudieran completar sus prestaciones sociales durante una difícil Navidad que les tocó vivir. También he donado cuadros para beneficiar a hospitales y casas de salud. Hay coleccionistas privados que me han comprado varias series de piezas sobre El Ávila, les gusta como lo represento. Y yo estoy feliz porque mi arte se difunde. No soy millonario porque lo ganado lo he repartido entre mi gente, entre mi familia. Trabajo día a día.
¿Cuáles son los precios de sus obras?
 Una obra de arte no tiene precio pero para el mercado del arte una obra mía esta ya supera los mil dólares, ya que los materiales para su elaboración son totalmente importados. Tengo técnicamente asegurada mi muestra para la isla de Margarita, te lo aseguro. No le puesto un precio global a esa muestra, porque será de acuerdo con la gente que me lleva.
¿A qué hora pinta?
 En la mañana, por la luz que cae sobre El Ávila. Pinto durante varias horas seguidas y a lo largo de una semana, que es lo que consumo generalmente para una obra mediana.
¿Proyectos?
Por ahora la exposición en Margarita me tiene atrapado. Me acompañan en mi soledad todos los buenos recuerdos. Pero después de esto me daré un viajecito.
Hijo de Felipe y Mercedes
Nació en la Península de Araya, un pueblo salinero y de pescadores, hijo del poeta Felipe Santiago Ordáz y Melquiades Millán, madre de alta sensibilidad social. A los 15 años comienza su carrera de pintor, al principio autodidácta. Más tarde se hace bachiller y decide cursar tres años de Arte Puro en la Escuela de Artes Cristóbal Rojas de Caracas y cinco años en la Escuela de Arte de la Universidad Central de Venezuela, donde inicia su tesis de grado sobre “El Retrato en Venezuela en los años 1950 – 1960”, la cual retira por falta de tutoría. Actualmente el pintor sigue trabajando sobre la reflexión humana, la sensibilidad y la elevación de ésta hacia algo desconocido que depende de la subjetividad del pintor y del receptor que interpreta los elementos con los que el artista se expresa. Ha utilizado oleos, carboncillos, pasteles, tintas chinas, acuarelas, sanguinas y materiales mixtos en sus creaciones, que han ido evolucionando de una tendencia ingenua hacia la figuración. Los gestos y las imágenes pintadas por Pedro Millán se desplazan en el plano con gran fuerza cromática.




La realidad del artista Zerpabzueta

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Un conjunto de obras que ofrecen un recorrido por la propuesta creativa del artista venezolano Carlos Zerpabzueta, integran la exposición  A = (RF+FR) x CC, Arte es igual a las partes reales de la fantasía más las partes fantásticas de la realidad por curiosidad creativa, a ser inaugurada el domingo 4 de marzo a las 11 a.m. en la Galería D’Museo del Centro de Arte Los Galpones, donde podrá ser visitada hasta el 1 de abril.


Perteneciente a la generación de creadores que han proporcionado a la abstracción en Venezuela nuevos impulsos y matices en el comportamiento de las estructuras, el uso de avanzadas tecnologías de la imagen y la definición poética del espacio –de acuerdo a la curadora e investigadora de artes visuales, María Luz Cárdenas-, Carlos Zerpabzueta ha desarrollado una metodología propia para el manejo de la informática, gracias a la cual fragmenta y deconstruye libremente las imágenes, textos o los propios códigos que circulan en las redes de comunicación.

Según la curadora, la obra de Zerpabzueta “ofrece una trasformación en la percepción plástica de la imagen que gira libremente entre fragmentos, flota, se desliza, se deshace y se rehace desde lo material a un estado puro de energía inmaterial o una suerte de grado cero de la imagen. Su trabajo se despliega en planos transparentes superpuestos que conforman cajas en vibración y movimiento, donde los fragmentos producen una realidad paralela”.

El artista, por su parte, señala que su trabajo es fragmentar la realidad, desde un programa informático que construye objetos en tercera dimensión. “Comienzo buscando qué información puedo trasladar en un momento dado. Puede ser una foto que tomé en un viaje o una figura humana (…) Lo importante es regular el proceso constructivo, dejar un registro e inclusive anticipar resultados de manera similar a como un músico se imagina que sonará una composición con solo ver su anotación”.

“Todo es posible en ese para-espacio de dimensiones virtuales, tridimensionalidad relativa  y escalas infinitas, de dibujos por vectores o mapa de puntos, de millones de colores producto de combinar numéricamente tres o cuatro básicos, de layers o capas de información que permiten superponer situaciones y controlar interacciones con una precisión quirúrgica”, indica Zerpabzueta.

Para ésta su nueva exposición, presentará un conjunto de obras de varios formatos, tamaños y técnicas, entre las cuales destacan, un cubo que estuvo expuesto en la FIA 2009 (nave de las razas) y otro que por primera vez mostrará en el mundo real, pues por lo complicado de su construcción sólo había podido construirlo y verlo en el mundo virtual del computador.

También se incluye un mural en la entrada del Centro de Arte Los Galpones, que según afirma el artista, se enmarca en una línea de trabajo basada en la información como imagen, con la cual trata de visibilizar mediante la interacción de pixeles tridimensionales que él llama cubos off-on o Qxel, los procesos silenciosos que ocurren en todas las máquinas electrónicas que se usan cotidianamente y que es un “misterio” que siempre me le ha llamado la atención.

A lo largo de su trayectoria artística, Carlos Zerpabzueta se ha desempeñado tanto en el campo de la arquitectura como en el de las artes plásticas. Además de trabajar con su firma de arquitectura (1980-2005), Zerpabzueta colaboró entre 1996 y 2004 con el artista cinético Jesús Soto en el diseño, proyecto y construcción de sus obras en varias ciudades del mundo. A partir de 2004 comienza un proceso personal de búsqueda y experimentación con la construcción virtual de obras asistido por el computador, y desde entonces ha desarrollado un importante cuerpo de trabajo que abarca obras para diferentes espacios urbanos de Venezuela y países como USA, México, España, Italia y Perú, además ha exhibido sus obras en exposiciones y ferias de arte en Venezuela, USA, España, Reino Unido, Francia, Dinamarca, Panamá y Colombia, entre otras latitudes.

Su más reciente muestra,  A = (RF+FR) x CC, Arte es igual a las partes reales de la fantasía más las partes fantásticas de la realidad por curiosidad creativa , se estará exhibiendo del 4 de marzo al 1 de abril, en la Galería D’Museo, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones, Avenida Ávila con 8va transversal de Los Chorros, Caracas. El horario es de martes a sábado, de 10 am a 6 pm, y los domingos de 11 am a 4 pm. La entrada es libre






El feminismo en escena con "Baño de damas"

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Aníbal Grunn la estrena el venidero 23 de marzo.
Por tercera vez se escenifica Baño de damas, la famosa obra dramática de Rodolfo Santana. Este nuevo montaje lo produce la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección general de Carlos Arroyo y con la dirección y versión escénica de Aníbal Grunn. Su estreno está previsto para el teatro Alberto de Paz y Mateos, el próximo 23 de marzo, a las 5PM, con la participación de Aura Rivas, Jean Manuel Pérez, Citlaly Godoy, María Brito, Dora Farías, Livia Méndez, Marcela Lunar. Marxlenin Cipriani, Francis Rueda, Kala Fuenmayor, Verónica Arellano, Randimar Guevara y Gustavo Meléndez.
Consultamos las opiniones de  los teatreros Ibrahim Guerra (1987), Gerardo Blanco (2002) y Aníbal Grunn (2018) por ser los directores que han llevado a escena la controversial pieza Baño de Damas. Y lo hicimos con un mismo cuestionario.
IBRAHIM GUERRA
¿Cómo llegó este texto de Rodolfo Santana a sus manos?
Era 1987, yo estaba llegando de Cuba luego de estar en San Antonio de los Baños estudiando cine durante seis meses, y creando durante seis meses más, el área de televisión de la Escuela Internacional de Cine y Televisión creada por Fidel Castro, Gabriel García Márquez y Fernando Birri. Fue un trabajo duro y productivo, por lo que quería descansar, ordenar mis apuntes de los cursos, y escribir dos piezas de teatro, durante unos seis meses más. Además, no tenía el menor deseo en ese momento, por razones personales, terribles, de hacer teatro. Me encontré a Rodolfo en Sabana Grande, nos alegramos de vernos. Me dijo que tenía un proyecto para mí. Le manifesté mi renuencia. -Es una obra para mujeres, te vas a sentir cómodo-. Me dijo. Me conocía, y sabía dónde golpear. Me invitó a comer para conversar al respecto en un restaurante indio que quedaba en una transversal del bulevar. Hablamos largo, hasta quedarnos solos, de Baño de damas. La producción del espectáculo la harían el Grupo Cobre, manejado por Rodolfo, y el Ateneo de Caracas, por Carmen Ramia. Nos citamos para el día siguiente para que él llevara a mi casa la pieza. Había razones para que yo aceptara el proyecto. Una, la obra, las mujeres, etcétera. Otra, Rodolfo y yo nacimos el mismo año, crecimos en el teatro en paralelo. Teníamos más o menos una parecida trayectoria teatral de trabajo académico y social, de entender el teatro como una necesidad de expresión artística y de compromiso. Nosotros dos y unos cuantos creadores más, recuerdo, el Chino Rodríguez Barrera, Rafael Rodríguez Rars, y otros, nos montábamos en la espectacularidad del hecho teatral en el espacio y en la búsqueda de formas específicas para cada pieza teatral que llegara a nuestras manos, o que imagináramos, o, que, finalmente, termináramos por escribir nosotros mismos, con las que debíamos confrontar la extraordinaria y potente dinámica escénica de Carlos Giménez y la de los mejores montajes teatrales del mundo que veíamos en los festivales internacionales que cada dos años presentaba el Ateneo de Caracas. Antes de mí, según comentarios del mismo Rodolfo, habían pasado unos seis directores, incluso él mismo- y la obra no salía. Me dijo que si yo no la aceptaba, ya él renunciaría a montarla. Acepté.
¿Cómo abordó su teatralización y bajo qué criterios la llevo a escena?
Yo aún seguía investigando la ponencia hiperrealista del teatro, y estaba enfrascado en crear textos de esta naturaleza, por lo que un texto para ser montado en un espacio no real no me atraía del todo. Y aunque el texto de Santana se erigía sobre una descarnada coloquialidad en la interacción de los personajes, se me hacía difícil ver la pieza montada con una estética realista, frontal.  Me parecía un reto tremendo indagar en la hiperrealidad escénica combinando ambos criterios estéticos, habiendo dejado atrás el realismo y expresionismo de las tragedias griegas isabelinas y españolas. Todos, desde el mismo autor, estábamos inseguros, como ocurre con un producto escénico novedoso, del enorme riesgo de combinar diferentes técnicas en una pieza de la que una de sus grandes virtudes estaba en su dificultad de recomponer la ruptura de las diferentes situaciones cómicas, dramáticas, y, finalmente, trágica, con la muerte violenta de un personaje.
Me acompañaron un grupo de 14 actrices y dos actores, escogidos por mí, y que en su gran mayoría me habían acompañado en una de la primeras aventuras escénicas hiperrealistas del teatro latinoamericano, y que el profesor Orlando Rodríguez, cree que mundial, con A 2,50 la Cubalibre, y otros con los que no había trabajado nunca, pero de los que conocía sus impresionantes dotes histriónicas. El proceso de homologación tonal, de búsquedas de registros de naturalidad escénica, en lo vocal y lo motriz en un espacio cerrado, que carecía de resonadores adecuados, pero que fueron colocados para el montaje, y de encontrar la intimidad que exige la solidaridad grupal para la toma de conciencia, combinada con espectacularidad que yo veía en la obra, y quería para generar un marco teatral convincente.  Pedí que me permitieran manejar integralmente todos los aspectos artísticos del montaje: La escenografía, la iluminación, el vestuario y el elenco.  Asumí la selección de un nuevo elenco, el diseño de la escenografía,  en la que con la producción de Pepe Domínguez y Carmen Carmona, conseguimos la participación de Vencerámica para la realización de  mi diseño escenográfico, que sirvió de modelo posterior para todos los montajes  que mundialmente se hicieron de la pieza,  y de Tropicana para el vestuario. Trabajé en la iluminación con José Giménez, Joseíto, que en ese momento comenzaba como iluminador de planta en el Ateneo, el montaje fue, según su propia apreciación, su escuela, y la mía, en iluminación teatral. Aun así, con ese equipazo, y todo el apoyo incondicional de Rodolfo, de José, de la Carmona, de la Producción General y permanente supervisión de Carmen Ramia, quien, incluso, prestó dos trajes personales, de la entrega del elenco, y, cabe destacar, de la emoción permanente y febril participación en la promoción de Valentina Quintero, para la época, esposa de Rodolfo, la cosa seguía sin ser fácil del todo. Lo estético estaba resuelto en lo que yo quería, que era crear para una representación de la mujer venezolana un marco en que cupieran todas sus tipologías y sensibilidades. El baño de por sí, ya marcaba un trasfondo ambiental extraordinario, y que nos brindaba un contexto apropiado para la degradación en la que se encontraban las mujeres en ciertos aspectos de sus vidas. Pero faltaba lo más delicado del asunto, lo ético. ¿Cómo tratarlas desde sus aspectos más importantes de afecto, de participación, de desigualdad, de su intrínseca sensibilidad femenina, que siempre supimos como sumamente vulnerable en su imposibilidad de armonizar su condición de madre en el momento en el que la historia la colocaba en la necesidad de competir con los hombres en todas las áreas de su existencia y esencia social? El montaje, por la obra, terminó siendo tema obligado en congresos, foros universitarios, e, incluso, en el Parlamento Nacional. Las primeras lecturas parciales con el elenco, de las muchas, tal es mi costumbre, que siempre hago, resultaron larguísimas, y hasta tediosas. Duraban hasta cinco horas. Luego, comprendidos un poco más los diferentes segmentos, en el orden técnico teatral, porque en el temático, estábamos todos clarísimos, la pieza no dejaba espacios para la duda.  Las lecturas corridas lograron hacerse compactas, articuladas y ligeras, y, aun así, duraban algo más de cuatro horas. Rodolfo me preguntó si yo consideraba prudente cortarla, le dije que no. Pero él pensaba que sí. Le dije, entonces: ¡hazlo! Me pidió que lo hiciera yo. Le dije, ¡Ni una coma! Me pidió que si podía abrirle un entreacto.  ¡Ábrelo tú!, le dije. Me dijo: -Si no lo haces tú, así se queda. Y la pieza, entonces, se quedó tal y como estaba escrita en el libreto, a excepción de dos frases, agregadas que surgieron en los ensayos, nada profundas, pero sí muy graciosas. Teníamos la esperanza de que en el montaje la obra adquiriría un ritmo más fluido, o que dados sus claros contrastes, y constantes clímax y anticlímax, la largura no fuese un obstáculo para el disfrute integral de los espectadores. El último ensayo general sin público duró tres horas, 40 minutos. Luego, hicimos tres ensayos generales con público, que para mi sorpresa y la de todos, fueron a sala llena. El tiempo de duración del montaje se fue recortando hasta tres horas 30 minutos, y ahí se mantuvo. Una espectadora, de confianza, y con respecto al ritmo, me dijo: -Ibra, ¿no está muy chola? Le dije: No, está lenta. Las risas y los aplausos contantes durante todo el espectáculo, lejos de entorpecerlo o relentarlo, lo agilizaron. Hacía falta esta confrontación preliminar para ir al estreno, que resultó, verdaderamente avasallante, como pocos montajes previos en la historia del teatro venezolano. Después, todo fue fácil. El éxito de público, nos sobrecogió a todos, porque, como siempre ocurre, lo deseábamos, porque había mucho en juego, pero no lo esperábamos de la magnitud en el que produjo desde la primera confrontación con los espectadores. La sala se llenaba, - para usar una palabra de Rodolfo- ¡A rabiar!, y una mía, ¡hasta la bandera! Habilitábamos todos los días, de martes a domingo durante meses, aparte de las butacas regulares, los pasillos laterales y centrales de la Anna Julia, proeza que para la época, resultaba imposible, a no ser por los montajes de los Festivales. Caso aparte, y que me gustaría comentar, fue la reacción miserable de algunos críticos, ya felizmente desaparecidos de la actividad, pero, estaban. Aunque muy poca importancia, son también parte de nuestra historia.  
¿Le dio o recibió alguna instrucción para su montaje?
Absolutamente ninguna, más allá de la permanente presencia de Rodolfo en prácticamente todas las lecturas de mesa, en los ensayos de montaje y en las funciones, y su constante observación por cada uno de los hallazgos escénicos que iban surgiendo tanto en lectura como en montaje: “!Coño, hermanito, que vaina tan arrecha!”. El Ateneo de Caracas en pleno depositó en nosotros una confianza absoluta, y más cuando por primera vez se veía la Sala Anna Julia reventada por una masa impresionante de espectadores que acudía a ella por un espectáculo propio, ajeno al Festival Internacional.
¿La dinámica social, especialmente de las relaciones públicas y privadas de las mujeres, han cambiado aspectos conceptuales de la obra, o, dicho de otra manera, está superada la temática de la obra?
Sí, claro. Los paradigmas políticos y los radicales cambios de mentalidad en lo social, han establecido, no solo para ellas, sino para la colectividad en general, diferentes formas de pensamientos y conductas humanas, tanto en lo personal como en lo colectivo. En lo social, especialmente en el ámbito femenino, las mujeres en la actualidad presentan un mayor desenfado en sus relaciones. Es más arbitraria, más desenvuelta, y mucho más decidida. Sin embargo, la masificación que imponen regímenes colectivos de subsistencia, con una educación superior de alto nivel poco especializada y deficiente, las hace más activas en planes políticos y económicos de subsistencia, y poco, o nada, en la estructura industrial y empresarial del país que posee una maquinaria de producción empobrecida. Se les han abierto puertas de participación política con un exceso de manierismos poco femeninos. Esto las ha conducido a un liderazgo igualitario, masificado desde la etiqueta, a partir no de sus condiciones intrínsecas, orgánicas, anímicas, necesarias en un país caracterizado por la carencia paterna y la visión sacrificada de la madre, sino de una manida igualdad, conducente a una descarnada anulación valores individuales. Se hizo una imagen de ella basada en despotismo, y no en su sensibilidad.  
¿Cómo llevaría dicho texto, en estos tiempos, a escena?
Partiendo del hecho de que no la volvería a montar, no. Porque nunca remonto piezas, a excepción de una mía, que, por razones económicas, geográficas y académicas, lo hago con más frecuencia de lo que deseo. En tal caso, la montaría igual, lo cual no tiene sentido. Y esa es la razón por la que no remonto. Una buena pieza teatral es eterna, pero sus montajes son efímeros. Es un reto para sus directores entenderla, primero, en las circunstancias en las que fue escrita, y, luego, en las que se monta. La primera es inalterable, la segunda varía. Es un momento y una energía única. La reposiciones, y sobre todo cuando se pretenden repetir aspectos de conexión con lo social, siempre resultan nefastos. En Venezuela existen, al menos, dos casos en los cuales los remontajes resultaron patéticos.

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GERARDO BLANCO
¿Cómo llegó este texto de Rodolfo Santana a sus manos?
La oportunidad de poder dirigir una obra del maestro Rodolfo Santana en un marco tan importante como era la Compañía Nacional de Teatro, fue un privilegio que me llegó sorpresivamente a través de una invitación que me hiciera el para entonces director de la misma, Héctor Manrique, al que agradezco inmensamente esa oportunidad y todo el respeto con que fui tratado.
¿Cómo abordó su teatralización y bajo qué criterios la llevó a escena?
Baño de damas era una oportunidad de oro de poder transitar a través de la pluma irreverente incisiva y única de Rodolfo Santana, el cual tuve el privilegio de conocer y de esos encuentros durante el montaje recuerdo el día en que me regalo un libro con sus obras más representadas el cual incluía Baño de damas  y me dijo: "te entrego mi texto Gerardo, por favor irrespétame " para aquel momento,  año 2002, era una oportunidad de lujo, además acompañado de un elenco de primera  presentar descarnadamente muchas de las vivencias y realidades del mundo femenino, confesadas en la intimidad de un baño, las cuales a través de un humor excelentemente  presentado, me permitía denunciar  a la sociedad pacata de ese momento ,llena de muchos tabúes, que increíblemente todavía existían en esos inicios de siglo XXI y que lamentablemente aún se mantienen de alguna manera  , busqué en todo momento que la lectura de la obra nos llevara a resaltar el mundo femenino y su realidad más íntima, sin privilegiar la risa fácil, en una puesta en escena muy dinámica, agresiva, abierta y contundente, reto que  plantea el texto y el discurso dramatúrgico  de santana, buscando en todo momento que el actor y el texto fueran el centro y hacer del escenario un espejo.
¿Le dio o recibió alguna instrucción para su montaje?
Si se refiere a Santana, lo comentaba anteriormente, el maestro siempre se manifestó muy respetuoso, agradecido y solo cuando me entregó su texto como en un ritual me dijo "irrespétame Gerardo”. Nunca recibí de nadie ninguna indicación o instrucción, solo apoyo y mucho respeto de parte de la dirección de la Compañía Nacional de Teatro, dirigida para ese enteonces por Héctor Manrique tuvimos una respuesta del público excelente, la sala Ana Julia Rojas en las dos semanas que duró la temporada se agotaron todas las funciones.
¿La dinámica social, especialmente de las relaciones publicas y privadas de las mujeres, han cambiado aspectos conceptuales de la obra, o, dicho de otra manera, está superada la temática de la obra?
Creo que muchas de las cosas que ahí están planteadas ya han salido de las paredes del Baño de damas de Santana y se discuten y aceptan abiertamente, algunas con menor o mayor resistencia social, aunque la mujer ha logrado reclamar y asumir el lugar que le corresponde, enfrentar sin tapujos ni caretas sus problemas y a tomar con determinación su espacio. En relación a la temática de la obra y su vigencia, tendrá mucho que ver en esto la reacción del público al reencontrarse o encontrarse con ella, de toda forma creo que es un excelente texto que nos dejará siempre una visión muy acertada del comportamiento de nuestra sociedad venezolana o latinoamericana.
¿Cómo llevaría dicho texto, en estos tiempos a escena?
Por formación suelo ser muy respetuoso del texto, pero en este caso creo que se podría hacer cambios en algunas expresiones, mas no en la estructura, pero para poder emitir un juicio exacto tendría que hacer el ejercicio de volver a leer y evaluar el texto ubicándolo en el contexto actual, pero en líneas generales le daría el mismo enfoque.
ANIBAL GRUNN
¿Cómo llego ese texto de Rodolfo Santana a sus manos?
Hace muchos años que había leído este texto. De hecho, todo el teatro venezolano que llega a mis manos lo leo con placer. Rodolfo es uno de mis autores favoritos y este texto en particular me gustó siempre. Cuando en septiembre del año pasado me ofrecen la posibilidad de dirigirlo, lo leo pero ya con otros ojos. Los ojos del que quiere ver qué va hacer con ese texto y como sería el montaje. Tuve que luchar con las imágenes que me llegaban de las dos veces que la había visto. No me resultó sencillo.
¿Cómo abordó su teatralización y bajo qué criterios la llevó a escena?
En principio me ocupé del tema estético.  No quería realizar nada hiperrealista como lo propone en autor. Iba obviamente a desarrollar toda la obra en un baño, pero no quería pocetas, ni lavamanos, ni nada de eso. Luego comencé a trabajar con el texto. Me di cuenta que era complicado. Encontré fácilmente las sub tramas y algunas me parecieron verdaderamente un poco antiguas. La obra necesitaba urgentemente una revisión y en esa línea comencé a trabajar. Quería hablar de la mujer, de sus historias, de ese mundo maravilloso, complejo y tan actual. Cuando descubrí el verdadero conflicto, no tuve más dudas, el camino se abrió frente a mí y vi con toda claridad lo que quería decir Rodolfo, a donde apuntaban sus baterías y por supuesto enfile las mías hacia ese objetivo. Desde el primer día que me reuní con el elenco coincidimos y estuvimos muy claros de la dirección que llevaríamos. Es una obra coral, donde todas, como en Fuenteovejuna, se unen para enfrentar su conflicto. Evidentemente no cambian el mundo, ninguna, pero si nos hacen reflexionar. Cumplimos con el objetivo propuesto por el autor. 
¿Recibió alguna instrucción para su montaje?
No. Tuve toda la libertad y mi propuesta fue escuchada con mucha atención y respetada absolutamente. No queríamos hacer solo una comedia, queríamos que el público la pasara bien, pero que a su vez reflexionara, pensara, se sintiera identificado con lo que sucedería en el baño de damas. No solo las mujeres, los hombres también deberían sentir que se les estaba hablando a ellos.
¿La dinámica social, especialmente de las relaciones publicas y privadas de las mujeres, han cambiado aspectos conceptuales de la obra, o, dicho de otra manera, está superada la temática de la obra?
Al contrario, la vigencia es cada día mayor. Rodolfo fue un visionario. Que hablara de la violencia de género, del aborto, del embarazo precoz y de tantos temas vigentes, hace más de treinta años, es algo verdaderamente asombroso. Son muy pocas las cosas que hubo que actualizar.
¿Cómo llevaría dicho texto, en estos tiempos, a escena?
A nivel estético si hay cambios. Conversamos mucho con Héctor Becerra, el escenógrafo y vestuarista. Coincidimos mucho y me enamoré de su propuesta. Creo que el artista es lo más importante en el escenario. Y darle valor a todo lo que dicen esas mujeres, sin necesidad de desnudos, ni de actos de alguna manera Poco estético, fue otro de los objetivos. Realzar lo femenino, valorizar a la mujer, denunciar lo social y señalar las acciones que desde tiempos ancestrales han marcado diferencia entre el hombre y la mujer, ha sido el objetivo fundamental. No es una obra de mujeres, es definitivamente una obra feminista y donde los valores, debilidades, inseguridades, contradicciones y luchas están presentes en el escenario. Creo que el universo profundo de las mujeres, las clases sociales, sus miedos y sus aciertos están representadas en la obra. Están vivas y cuando entran al baño, se sienten seguras, unidas, acompañadas, fuertes.

Los ángeles terribles 2018

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Un clasico del teatro venezolano.

El pordiosero Zacarías se debate entre la soledad de Dios, cuando ha estado sin compañía y necesitar de nadie,  y la soledad del demonio, donde ahora vive y disfruta, la cual es sumamente bulliciosa y donde siempre ha logrado convocar a todos los seres humanos posibles  y por la que se permite acompañarse, en esa especie de cueva coronada por una monumental cama  gigante, con una rocambolesca y ambigua pareja de mozalbetes, sin muchas definiciones morales y éticas, y una prostituta que ha quedado embarazada y no puede asegurar quien sea el progenitor de lo que lleva en su útero.
 Hablamos, pues, del delirante ritual de los cuatro fantásticos entes que Román José Chalbaud Quintero (Mérida, 10 de octubre de 1931) ha creado para su pieza teatral Los ángeles terribles, un texto que desde 1967 ha sido consecuente en los escenarios venezolanos y la cual muy pronto saltará al cine gracias al proyecto que lidera César Bolívar.
Ahora Chalbaud, cuando tiene en su haber una veintena de piezas teatrales, todas estrenadas y exhibidas dentro y fuera de Venezuela,  y otra larga veintena de películas, con decenas de premios, ha podido ver otra respetuosa versión escénica de su texto, gracias al director Rafael  Barazarte (Caracas,1993), dentro de la programación del IV Festival de Nuevos Directores del Teatro Trasnocho, con un elenco compuesto por Luigi Sciamanna, María Alejandra Tellis, Josbel Lobo y Raoul Gutiérrez, quienes asumen, de manera más que convincente los personajes chalbaudianos en la sala Espacio Plural, de la peculiar sala de espectáculos.
FAMILIA DISFUNCIONAL
 Zacarías es el personaje principal en una familia disfuncional, con la cual el autor, mediante un ritual de juegos, realiza una crítica a la sociedad venezolana, donde la prostitución y la promiscuidad conviven hermanadas con la carencia de afectos y de planes futuros, en medio de un clima de violencia que los obliga a encerrarse y solamente compartir con los amigos y ser agresiva hacia todo lo desconocido. Un mundo poético que Chalbaud ha repetido, con algunas variaciones, a lo largo de la mayoría de sus piezas. Una fantasía que se permite o se logra en el teatro.
Chalbaud ha explicado que hace varias décadas, al promediar la centuria pasada, un anciano fue detenido por la policía caraqueña porque hacia constantes “ballets rosados” u orgías en su rancho. Los vecinos de aquella barriada lo habían denunciado por los sucesivos escándalos y la obvia presencia de menores de edad en su humilde morada. Ahí, las autoridades encontraron además muñecos y muñecas de tamaño gigante, con los cuales él se “ayudaba” para sus reuniones con muchachos y muchachas, donde además corría el licor, etcétera.
De esa escueta y tendenciosa información periodística, publicada en el diario ÚLTIMAS NOTICIAS, el dramaturgo tomó los elementos básicos para la creación de la que sería una de sus más exitosas piezas teatrales, como Losángeles terribles, por sus postulados críticos, precisamente ahora que han desplazado drásticamente el teatro venezolano y han dado demasiado paso al teatro comercial. Esto hace que el público llegue a olvidar y hasta desconocer el buen trabajo de dramaturgia que se ha producido en nuestro país. No queremos con esto decir que actualmente no se lleve a escena buen teatro de autor, pero el texto venezolano no tiene en estos momentos el reconocimiento escénico que debería tener y eso no debería ocurrir.
CLAVES CHALBAUDIANAS
 Los ángeles terribleses considerada por la crítica en general como una de las mejores piezas de Chalbaud, cuyo texto nos atrapó desde la primera lectura y el primer montaje que presenciamos en los años 80, bajo la dirección de José Ignacio Cabrujas.  Su dramaturgia es excelente y la presencia de elementos simbólicos a lo largo de toda la pieza nos presentó un reto que fue imposible no aceptar. Su metáfora obliga a replantearse la veracidad y honestidad de las relaciones humanas en medio de una sociedad donde el mercantilismo desenfadado es la norma, donde el amor y la amistad se disfrazan y terminan por ser otras baratas manifestaciones de la prostitución consentida y obligada por la carencia de los más mínimos recursos para la subsistencia. Amor con hambre no existe ni dura tampoco. No es, pues, una obra fácil, sino todo lo contrario, pero donde la poesía reclama lo suyo.
Sobre las características del montaje de este año 2018, el cual fue abordado desde un concepto intimista, tratando de que el público siempre se sienta envuelto en la pieza y además palpe un sector marginado de la sociedad, sus emociones y sentimientos, sus vivencias y relaciones personales. Donde  además se mezcla el realismo que puede y debe estar presente, con todos los elementos simbólicos y mágicos que están en el texto, lo cual lleva este montaje a un plano un poco más allá de la realidad misma, es decir, a un realismo mágico, como lo han dicho y demostrado la mayoría de los directores o puestistas.
Los ángeles terribles es pues un ritual que oscila entre lo grotesco y lo sublime del amor avasallante de unos seres que viven desesperadamente en su cueva pero siempre bajo la amenaza de que ese aislamiento puede desaparecer, como ocurrirá al parir Sagrario, mientras que  Angel y Gabriel, sus otros cómplices acompañantes de ese rara familia no sanguínea, terminan por descubrir la verdad de esa realidad que hay entre ellos y replantearse el futuro de todos, al tiempo que el más viejo Zacarías tendrá que replantearse su soledad o asumirse como el padre-madre de ese extraño colectivo.
 Chalbaud, quien actualmente espera culminar el proceso de preproducción de un largometraje sobre el comandante Hugo Chávez (De arañero a Miraflores), considera que “Barazarte tiene talento” y que al ponderar su trabajo le permitió rememorar el que hiciera hace años atrás con otros intérpretes.
Nosotros creemos que Barazarte va por buen camino en la profesión de director de escena y lo demuestra con el vigor de su puesta de Los ángeles terribles, además de ser un hábil director de actores para combinar al veterano Sciamanna con la Telliz y los otros comediantes y alcanzar así la magia escénica de un exótico ritual de un cuarteto de marginados en una sociedad que es muy severa y cruel.




Fragmentar para crear, de Andrea Siervo

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El sábado 3 de marzo, a las 11.00 de la mañana, será inaugurada en el Galpón 17 del Centro de Arte Los Galpones, en Caracas, la muestra  Fragmentar para crear , primera exposición individual de la joven artista Andrea Siervo (Caracas, 1988).
 La muestra ofrece una cuidada selección de obras de Siervo y un video en el que el artista presenta su práctica de manera formal, invitando al público a descubrir que la repetición es un espacio lleno de posibilidades.
Siervo considera hacer del arte un oficio que se ejecuta aplicando reglas formales que pueden ser percibidas como restricciones liberadoras. Su práctica se basa en asociaciones formales que abren una veta poética única y creadora de piezas de múltiples capas en las que se cuestiona la fragilidad e inestabilidad de una realidad aparentemente sólida, donde los significados se desplazan y su posible interpretación se vuelve multifacética. Sus piezas se componen de una cortina geométrica bidimensional, formada por líneas y horizontes controlados, que van cambiando suavemente para dar la sensación de que aún estando totalmente extendidos, se flexibilizan.
 Arquitecto y artista venezolana, graduada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, Andrea Siervo comenzó su carrera artística a finales del 2015 y actualmente cursa el diplomado en Arte Contemporáneo, de la Universidad Metropolitana. Sus obras han sido expuestas en Miami y son parte de varias colecciones privadas. Actualmente vive y trabaja en Caracas y ha sido aceptada en París para llevar a cabo estudios de escultura y ensamblaje de madera en L´Etablisienne a partir de finales de Marzo.
 Fragmentar para crear podrá ser visitada los días sábado 4 y domingo 5 de marzo de 11 am  5 pm, en el Galpón 17 del Centro de Arte Los Galpones, ubicado en la avenida Ávila con 8va transversal de Los Chorros, Caracas. La entrada es libre.



Gennys Pérez: Los venezolanos estamos aprendiendo a migrar

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Gennys, abuela migrante venezolana en la tierra de los aztecas.


Ella, dramaturga, y su hijo migraron al pais de los aztecas. La  familia  sanguínea  y la  elegida les han crecido satisfactoriamente. Tienen, como es lógico, saudades, pero todavía no se rajan.
¿Cuánto tiempo en México, le preguntamos a la amiga Gennys Pérez?
Ya son cuatro años y medio. Y aquí recién cumplí mi medio cupón de vida. Feliz por supuesto,además ya soy abuela.
¿Está programado o pensado el regreso?
Pensado sí, ¿Qué inmigrante no sueña todos los días con volver a su país? Programado no. La experiencia de ser migrante, es fascinante, te abre los ojos, cambias de piel, te impone nuevos retos, la nostalgia te mata, pero la satisfacción es poder apoyar a tus familias, y eso se convierte en la prioridad.
¿Satisfecha por ser abuela de un mexicanito? ¿Qué le preparan a ese bebe?
Cristian, ha sido mi salvación. Es un bebé educado, su primera palabra que aprendió a decir fue “gracias”, se la enseñó su mamá Mariana,quien es mexicana, toda una poeta maravillosa. Ellos nos han hecho mejores personas a mi hijo Néstor Pérez y a mí. Ellos son nuestro regalo, el que teníamos reservado para este trecho de la vida. Cristian come tacos y arepitas, sin problema. Yo le llamo “Mi arepita con chile”. Estoy disfrutando a plenitud ser abuela, y me siento orgullosa de mi hijo, que es mejor padre de lo que yo he sido como madre. México nos ha enseñado mucho, ha sido intenso, y todo lo intenso tiene un valor genuino, auténtico, profundo.
¿Cómo está su dramaturgia? ¿Qué hace o cómo sobreviven?
Trabajo como escritora desde que llegué a México. Muchos me dijeron hay que empezar de cero, que hay que hacer de todo, la vida nos cambió… Pero, sucedió, un día endemoniadamente difícil, y cuando había caminado  125 kilómetros para poder llegar a casa porque no tenía ni cinco pesos para pagar el transporte público, me eché a llorar en una acera, o banqueta como se dice aquí, y me juré que no iba a empezar de cero, que no iba hacer otra cosa, porque yo traía una vida, no la había perdido, sólo estaba extraviada, adolorida, deprimida, pero yo sabía un oficio que amaba, y me esmero y esfuerzo mucho por hacerlo lo mejor que puedo, así que ese día me juré vivir de lo único que sé hacer: escribir.
¿Cómo se relaciona con los otros venezolanos?
Los venezolanos estamos aprendiendo a migrar. Sólo sabíamos ser turistas del mundo. Así, que somos una comunidad de principiantes, cometiendo algunos errores, pero con mucha disposición de hacerlo lo mejor posible. Tengo amigos venezolanos extraordinarios, de una calidad humana abismal, emprendedora, respetuosa y agradecida con México. Nos vemos en las fechas fundamentales, cumpleaños y Navidad, porque todos trabajamos mucho, sino trabajas mucho, no puedes seguir como migrante. México ya es un país complejo para el propio mexicano, no es un país fácil, acá también hay muchos problemas sociales, así que debemos trabajar muy duro para estar a la altura del país que es muy exigente.
¿Qué le recomienda a quienes no se han ido todavía?
Es una expulsión. No es viaje por placer. Pero, como me dijo Marisela Berti una vez, si no te sientes feliz donde estás, muévete… De eso se trata la vida, de moverse, porque la vida es una sola, y siempre estos giros dramáticos algo te tienen reservado.
Gracias mi amor, por tenerme en cuenta, me faltó decirte que tenemos una pequeña sala teatral. El dramaturgo venezolano Jorge Cogollo y yo nos inventamos al Teatro del Bunker, que funciona dentro del bar El Pinche Venancio, en la Colonia Narvarte, donde vivimos. Hemos escritos juntos una comedia, que pronto estrenaremos: 50 horas de amor. Esperamos textos de otros venezolanos, por supuesto.




El feminismo en escena con “Baño de damas”

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Anibal Grunn y su reto de montar "Baño de damas"

Por tercera vez escenifican Baño de damas de Rodolfo Santana. Este nuevo montaje lo produce la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección general de Carlos Arroyo, con dirección y versión escénica de Aníbal Grunn. Su estreno está previsto para el teatro Alberto de Paz y Mateos, el próximo 23 de marzo, a las 5PM, donde participan de Aura Rivas, Jean Manuel Pérez, Citlaly Godoy, María Brito, Dora Farías, Livia Méndez, Marcela Lunar. Marxlenin Cipriani, Francis Rueda, Kala Fuenmayor, Verónica Arellano, Randimar Guevara y Gustavo Meléndez.
Consultamos las opiniones de los teatreros Aníbal Grunn (2018), Ibrahim Guerra (1987) y Gerardo Blanco (2002)) por ser los directores que han llevado a escena la controversial Baño de damas.
ANIBAL GRUNN
¿Cómo llega este texto a sus manos?
Hace muchos años que lo había leído. De hecho, todo el teatro venezolano que llega a mis manos lo leo con placer. Rodolfo es uno de mis autores favoritos y este texto en particular me gustó siempre. Cuando en septiembre del año pasado me ofrecen la posibilidad de dirigirlo, lo leo pero ya con otros ojos. Los ojos del que quiere ver qué va hacer con esa pieza y como sería el montaje. Tuve que luchar con las imágenes que me llegaban de las dos veces que la había visto. No me resultó sencillo.
¿Cómo abordó su teatralización?
En principio me ocupé del tema estético.  No quería realizar nada hiperrealista como lo propone el autor. Iba obviamente a desarrollar toda la obra en un baño, pero no quería pocetas, ni lavamanos, ni nada de eso. Luego comencé a trabajar con el texto. Me di cuenta que era complicado. Encontré fácilmente las sub tramas y algunas me parecieron verdaderamente un poco antiguas. La obra necesitaba urgentemente una revisión y en esa línea comencé a trabajar. Quería hablar de la mujer, de sus historias, de ese mundo maravilloso, complejo y tan actual. Cuando descubrí el verdadero conflicto, no tuve más dudas, el camino se abrió frente a mí y vi con toda claridad lo que quería decir Rodolfo, a donde apuntaban sus baterías y por supuesto enfile las mías hacia ese objetivo. Desde el primer día que me reuní con el elenco coincidimos y estuvimos muy claros de la dirección que llevaríamos. Es una obra coral, donde todas se unen para enfrentar su conflicto. Evidentemente no cambian al mundo, ninguna, pero si nos hacen reflexionar. Cumplimos con el objetivo propuesto por el autor. 
¿Recibió alguna instrucción para su montaje?
No. Tuve toda la libertad y mi propuesta fue escuchada con mucha atención y respetada absolutamente. No queríamos hacer solo una comedia, queríamos que el público la pasara bien, pero que a su vez reflexionara, pensara, se sintiera identificado con lo que sucedería en el baño de damas. No solo las mujeres, los hombres también deberían sentir que se les estaba hablando a ellos.
¿Está superada la temática de la obra?
Al contrario, la vigencia es cada día mayor. Rodolfo fue un visionario. Que hablara de la violencia de género, del aborto, del embarazo precoz y de tantos temas vigentes, hace más de treinta años, es algo verdaderamente asombroso. Son muy pocas las cosas que hubo que actualizar.
¿Cómo lleva este  Baño de damas a escena?
A nivel estético si hay cambios. Conversamos mucho con Hector Becerra, escenógrafo y vestuarista. Coincidimos mucho y me enamoré de su propuesta. Creo que el artista es lo más importante en el escenario. Y darle valor a todo lo que dicen esas mujeres, sin necesidad de desnudos, ni de actos de alguna manera poco estéticos, fue otro de los objetivos. Realzar lo femenino, valorizar a la mujer, denunciar lo social y señalar las acciones que desde tiempos ancestrales han marcado diferencia entre el hombre y la mujer, ha sido el objetivo fundamental. No es una obra de mujeres, es definitivamente una obra feminista y donde los valores, debilidades, inseguridades, contradicciones y luchas están presentes en el escenario. Creo que el universo profundo de las mujeres, las clases sociales, sus miedos y sus aciertos están representadas en la obra. Están vivas y cuando entran al baño, se sienten seguras, unidas, acompañadas, fuertes.
IBRAHIM GUERRA
¿Cómo llevaría este texto, en estos tiempos, a escena?
Una buena pieza teatral es eterna, pero sus montajes son efímeros. Es un reto para sus directores entenderla, primero, en las circunstancias en las que fue escrita, y, luego, en las que se monta. La primera es inalterable, la segunda varía. Es un momento y una energía única. La reposiciones, y sobre todo cuando se pretenden repetir aspectos de conexión con lo social, siempre resultan nefastos. En Venezuela existen, al menos, dos casos en los que los remontajes resultaron patéticos.https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif
GERARDO BLANCO
¿Cómo llevaría este texto, en estos tiempos, a escena?
Por formación suelo ser muy respetuoso del texto, pero en este caso creo que se podría hacer cambios en algunas expresiones, mas no en la estructura, pero para poder emitir un juicio exacto tendría que hacer el ejercicio de volver a leer y evaluar el texto ubicándolo en el contexto actual, pero en líneas generales le daría el mismo enfoque.

I.D.I.O.T.A no es para idiotas

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La destacada pareja actoral:Basilio Álvarez y Sonia Villamizar

 I.D.I.O.T.A es una extraña pieza española centrada en la aplicación de una investigación sociológica sobre las manipulaciones posibles de las conductas humanas, la cual hace una muy concurrida temporada en el Teatro Trasnocho Cultural con los reputados comediantes Basilio Álvarez y Sonia Villamizar, dirigidos por Daniel Dannery. Es un espectáculo que se exhibe en el circuito del teatro mal llamado “comercial”, cuando también podría mostrarse en el ámbito del también pesimamente calificado “teatro de arte” por los caraqueños que están curados de espantos y además disfrutan con las innovaciones, después de haber digerido los nueve festivales internacionales de Carlos Giménez y los demás eventos organizados por el sector privado y los multisápidos gobiernos de los últimos 40 años.
Este texto, estrenado durante la temporada madrileña de 2015 por su autor Jordi Casanovas (Barcelona, 1978), según la crítica hispana es una reflexión en clave de comedia negra sobre sobre la capacidad de resistencia de los seres humanos medianamente educados, que también oscila entre  las opciones morales, la avaricia y las estrategias del poder político, haciéndole guiños muy reconocibles a la  actualidad sociopolítica española de los últimos cinco años, y la cual al ser exhibida en Caracas, por el director-versionista, toca de refilón a la nada fácil actual situación política-económica venezolana, con lo cual se consiguen unos estruendosos aplausos del compenetrado público, el que se preguntara después si es cierto que ¿todo hombre tiene un precio?  o que ¿sencillo es manipular a alguien? o ¿hasta dónde un individuo es capaz de soportar una extorsión?
En resumen, este I.D.I.O.T.Aes una especie de thriller social-psicológico, donde abundan trampas cultas y rebuscadas con los convencionales conceptos morales, una tendencia que ya había sido advertida, hacia 1949, por el británico George Orwell en su legendaria novela 1984 y por el venezolano Rodolfo Santana en su melodrama La empresa perdona un  momento de locura (1974) -considerada con justicia como su mejor pieza-, donde los seres humanos son usados como conejillos de indias para los controles sociales que terminan comprando  y masificando las conciencias  humanas, como ya lo había advertido Napoleón Bonaparte, durante su prisión-exilio en la isla de Santa Elena, al considerar que todo hombre o ser humano tiene un precio y  lo único importante es saber cuál es esa tarifa o el método más eficaz para dominarlo y pensar por él.
I.D.IO.T.A, que no es precisamente un teatro de 90 minutos sobre un supuesto personaje idiota (un ser humano con un estado de retraso mental grave), presenta a un desesperado Carlos Varela, propietario o administrador de un karaoke en el caraqueño sector de La Candelaria, que acude a un encuentro  con la psicóloga Edel de un instituto de investigaciones psicosociológicas, para someterse a pruebas o test psicológicos, los cuales, al ser superadas, le permitirán recibir una cuantiosa suma  de euros o bolívares en este caso. ¿El mono baila según la música que le toquen?
Este I.D.I.O.T.A es una situación teatral absurda de principio a fin, pero factible de que esté sucediendo, haya sucedido o sea posible de suceder, donde la explotación del hombre por el hombre llega a niveles que pueden parecer de ficción pero que son cruelmente reales, ya en la historia universal hay ejemplos o modelos que no los recordamos aquí para no herir sensibilidades.
Más allá que I.D.I.O.T.Aatrape a la audiencia por el enredo de su trama, factible y posible por la amoralidad de los empleados y dueños del instituto de marras, es un excelente ejercicio de actuación por parte de Basilio Álvarez, y una composición convincente de Sonia Villamizar. Ellos hacen soportable aquel esperpento de obra, que aterra porque advierte lo que nos puede venir, sino no es que ya se está aplicando una cosa así, para hacernos un poco los ingenuos en estos tiempos.
Para decirlo en simples palabras del  mismo Basilio Álvarez, el secreto de I.D.I.O.T.A. es que comienza como una comedia muy divertida, casi circense, que poco a poco y sin abandonar la ironía y el sarcasmo, se va convirtiendo en un juego lleno de trampas, una vuelta de tuerca que la lleva a transformarse en un “thriller” que conduce al espectador, a través de su protagonista Carlos Valera, a tratar de resolver una cantidad de acertijos para poder salvar la vida de sus seres más queridos y la propia.  Y como el teatro no es solo para pensar, sino que se inventó hace más de cuatro mil años para divertirse, aunque sea con nuestras propias desgracias, verla es lo adecuado para detectar situaciones similares y tomar precauciones o tragar una aspirina para el malestar que genera siempre una revelación o el miedo de que se materialice lo indeseado. El hombre está solo y siempre vive y avanza acosado por los malos entendidos, como lo enseña Albert Camus.

Premio Marco Antonio Ettedgui para Daniel Dannery

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Daniel en compañia de Basilio y Sonia, los protagonistas de su montaje I.D.I.O.T.A
El polifacético artista Daniel Dannery es el ganador del Premio Marco Antonio Ettedgui, en su edición 19, y hace parte de los festejos del 47 Aniversario de la Fundación Rajatabla. Participamos en el jurado que adjudicó el galardón, en una ceremonia que se realizó en la noche del 8 de marzo, de 2018, en la Sala Rajatabla.
 El veredicto reza:
Nosotros, Francis Rueda, Edgard Antonio Moreno Uribe, Luis Parada, Douglas Palumbo y Joaquín Lugo, jurado designado por la Junta Directiva de la Fundación Rajatabla, para conceder la décima novena edición del Premio Marco Antonio Ettedgui (2017) galardón que busca “Reconocer, Distinguir y estimular la actividad de los jóvenes creadores de la escena nacional en su búsqueda de nuevas alternativas creativas para el teatro Venezolano”, hemos considerado nominar a este premio a Moisés Rivas, Johnny Romero, John Vicent, Isaac D´Lima, Andreina Mesa, Ángel Pelay, Carlos Fabián, Julián Izquierdo, Claudia Rojas, Luis Ernesto Rodríguez, Elmer Eduardo Pinto, Juan Bautista, Angélica Arteaga, Daniel Dannery, Jósbel Lobo, Angie Prieto, Gonzalo Guerrero, Eduardo Pinto, Alexis Marqués, Valentina Garrido, Theylor Plaza, Axel Valdivieso, Calique Pérez, Aníbal Cova, Abel García, Joe Justiniano, Raoul Gutiérrez y Kevin Jorges.
Después de intensa deliberación se acordó, como primera decisión otorgar un Premio Marco Antonio Ettedgui de Honor a:
ORLANDO AROCHA
Licenciado en etnología y postgrado en teatro de la Universidad de la Sorbonne Nouvelle. Es un destacado director y gerente cultural que a través de los años ha demostrado su talento con su agrupación Teatro del Contrajuego, fue Director de artes escénicas del Ateneo de Caracas, director de las temporadas de Ópera Breve, director artístico del Festival Internacional de Teatro de Caracas y ahora está a la cabeza de La Caja de Fósforos. Orlando ha demostrado su garra, su magnífica creatividad y su faceta de maestro al ser guía de muchos jóvenes que se forman en el complicado mundo de la dirección y actuación. Sus montajes son fuente de inspiración por lo que ha recibido varios premios municipales, el Celcit y el Premio María Teresa Castillo. Además, la república francesa le ha otorgado la orden de “Caballero de las artes y de las letras”.
Por su parte, la Fundación Rajatabla desea otorgar el Premio Marco Antonio Ettedgui Internacional a: Festival Internacional de Teatro de Cádiz, por su labor en pro de teatro latinoamericano en el viejo continente.
A continuación, concedemos cinco menciones especiales entre los nominados de este año a:
Jhon Vicent, Formado en el mundo de las leyes pasa al mundo del teatro con pasión. Ha participado en los montajes Carne, Tierra prometida, Vacuno fábula y Recordando con Ira, entre otros.
Kevin Jorges, Un destacado actor con el título de Licenciado en teatro, de la UNEARTE y participante de varios talleres. Con su personaje La Rompe hace las delicias de la noche caraqueña. El año pasado participó en 2 en Fo, Una noche tan linda y Terror y miseria del tercer Reich. Además, ha escrito La disco en microteatro.
Angélica Arteaga, Joven creadora vinculada al Grupo Actoral 80. Dirige Todos Juntos y La granada, excelentes montajes poseedores de grandes elogios. Una faceta importante en su carrera es la formación de nuevas generaciones de actores. Sus más recientes trabajos como actriz fueron La foto y el remontaje de El día que me quieras.
Aníbal Cova, Actor, director y fundador del Grupo Actoral Dram-ON. El año pasado participó como actor en Shoping and fucking en la Caja de Fósforos, en el remontaje de Rojo y fue director del destacado montaje 1984.
Valentina Garrido, Continúa sorprendiendo con su carrera como actriz en Los duelistas, Los ciegos y Villa dolorosa y está incursionando en el campo de la dirección con No hay Cristo que agüante, El poeta Andrés Eloy Blanco y en microteatro con Open mind.
Y el Premio Marco Antonio Ettedgui 2017 es para:
Daniel Dannery, artista integral, videasta, escritor, director y actor que resalta por sus trabajos en el montaje como director de Rojo, la adaptación de Chamaco, Rebelión en la granja y El banquero anarquista y más recientemente I.D.I.O.T.A, que hace temporada en el teatro Trasnocho Cultural. Además, lo hemos visto actuando en obras infantiles como Popeye y de adultos como Esperando a Godot. Su trayectoria nace con el Grupo Skena y, usualmente, lo vemos como espectador y fotógrafo en los teatros de Caracas. Es un creador desenfadado que asume riesgos y tiene una gran capacidad de trabajo.

Santana sigue vivo

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Roberto muestra el libro que escribimos sobre su padre Rodolfo.

 ¡Soy anarquista!
Así, en un tono cercano al grito, escuchamos la enfática tarjeta de presentación de un adulto cuarentón, vestido muy modernamente, todo de negro, identificado como Roberto Santana Rodriguez, en la tarde lluviosa de un martes de este marzo de 2018, en la cafetería de Unearte. El resto de los asistentes, no menos de 15 personas no se inmutaron, porque seguramente creyeron que era una expresión más de ese conspicuo grupo o “jauría” ansiosa de conocimientos que en ese sector pulula. Nosotros, que no dejamos de reír para dentro, ya conocíamos de trato al personaje que se presentaba así, tan bulliciosamente. Y tras de los protocolares saludos abrimos nuestra grabadora y se dio esta entrevista.
¿Cuál es su nombre legal?
 Roberto Adolfo, el único hijo vivo de Rodolfo Santana Salas. Nací en Caracas el 10 de enero de 1970, hacia las tres y media  de la tarde, según me contara mi mamá Gladys Rodriguez, quien se casó, cuando tenía 23 años con mi padre, de 19 años, el 23 de noviembre de 1963, precisamente el día que mataron al presidente Kennedy.
¿Su madre, la primera esposa de Rodolfo Santana, vive?
No, falleció hace dos años aproximadamente. Ella y mi papá concibieron un primer niño, Rodolfo, que murió posteriormente. Ellos se divorciaron durante los años 70.
¿Tiene más hermanos?
Sí, tengo un hermano por parte de madre, que vive en Mexico.
¿A la gente de teatro le preocupa lo que pasará con las obras y los guiones de cine de su papá, a los cuales usted tiene derecho por ser su hijo? ¿Algunos teatreros esperan que usted organice una fundación para proteger ese legado intelectual?
Yo puedo darte una respuesta muy larga, parte de la cual no quiero que se publique para no herir susceptibilidades, lo que sí puedo adelantarte es que mi padre me dijo, en una ocasión, que me cuidara mucho porque una buena parte de los teatreros, nacionales e internacionales, son “unos vampiros y hasta guevones”, pero que si había gente muy correcta y respetuosa de las normas. Apenas mi padre murió, hacia el 2012, apareció mucha gente ansiosa e interesada en sus obras. Yo deje que pasara un tiempo para que esa gente se aplacara, porque ya sabía lo que me tocaría lidiar con algunos de ellos.
¿Usted tiene el control del disco duro de la computadora de Rodolfo?
Si, conseguí un tanto de dinero y pude comprar el disco duro externo y todo eso lo tengo a buen recaudo.
¿Usted tiene ya visualizadas las obras que ahí dejo su papá?
No he tenido la disciplina para estructurar esos archivos que dejo, los cuales solo los entendía el. Ahí no hay carpetas, sino una serie documentos en Word, muy desordenados.
¿Qué ha pasado con usted después de la muerte de su padre?
La situación de nuestro pais ha sido muy difícil desde el año 2012 y cuando murió mi papa yo he tenido que sortear una situación económica muy compleja e incluso llegue a pesar unos 53 kilos. Yo no tenía tiempo sino para buscar mi sobrevivencia, no podía pensar sino en cómo conseguir ocho mil bolívares diarios para mi alimentación y así pase muchos meses. Recuerdo que me iba para la urbanización Los Palos Grandes para recoger los mangos y alimentarme con ellos. Fueron tiempos ya superados.
¿Usted tiene hijos?
Sí, tengo una hija ya grande, que anda por los 18 años.
¿Qué pasado con el legado literario de su papa?
Junto con algunos amigos hemos estudiado la posibilidad de relanzar al grupo Cobre, que era el equipo de batalla de mi papá. E incluso intentamos montar su obra Los criminales, pero aparecieron las famosas guarimbas y eso nos alteró completamente los ensayos, porque no podíamos reunirnos como acordábamos. Se paralizó el montaje porque algunos actores se fueron del pais. Mientras tanto, me contactaron unos cineastas mexicanos porque querían rodar una película basada en su obra El animador. Y al final de las negociaciones me adelantaron una parte de los respectivos derechos de autor. Y mi situación económica cambió e incluso hasta me compre un carrito. Yo vivo entre Maracay y en Guarenas, en el apartamento de mi papá. Estoy planificando el relanzamiento del grupo Cobre, el cual realizaría varias actividades culturales y hasta tendríamos una editorial para libros electrónicos, además de una emisora por Internet. Queremos  organizar foros sobre sus creaciones dramáticas. Eso no es fácil, hay que trabajar mucho. Pero el grupo Cobre de Santana vuelve a la escena, lo garantizo. Mi padre seguirá vivo mientras su teatro se represente…porque amaba mucho a su Venezuela.
¿Cómo es su relación con la Asociación de Autores y Compositores de Venezuela (Sacven), ya que Rodolfo era miembro de esa organización?
Si, lo sé, porque tengo contactos con Karina Cisnero (su apellido es Cisnero), una seria profesional y muy trabajadora funcionaria de Sacven, que vive en Los Valles del Tuy, ella era una fiel amiga de mi papá. Mi relación con ellos continúa hasta ahora, porque a ellos además les interesa. A Sacven hay que contactar todos los que pretendan montar algunos de los textos de mi padre. Precisamente, estoy muy bien informado que la Compañía Nacional del Teatro, que dirige Carlos Arroyo, alista el estreno de Baño de damas, famosa obra de mi padre, según puesta en escena de Aníbal Grunn, para el próximo 23 de marzo, en el teatro Alberto de Paz y Mateos, evento al cual espero asistir.

Venezolana enseña desde Uruguay

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Alexandra Álvarez

Si algo ha hecho la diáspora venezolana ha sido incentivar la creatividad. Los venezolanos se dedican a cosas que no habían hecho antes, o a otras que se derivan de lo que antes hacían, pero adaptándolas al contexto en que se encuentran.
Los artistas han hecho carreras magníficas fuera del país, los deportistas han competido por medallas recorriendo el mundo y, lamentablemente, también hemos sabido de venezolanos en las tragedias más tristes, justamente por estar en todas partes.
 Otros se dedican a leer y a escribir, sin dejar de pensar en el día en que se pueda volver a vivir viendo el Ávila, las playas del Caribe, o las montañas andinas.
Alexandra Álvarez es profesora, jubilada de la Universidad de Los Andes, autora de varios libros, entre ellos uno sobre la teoría de la cortesía. Esta teoría ha estado muy en boga y considera la cortesía como una práctica social que tiende a evitar conflictos y facilitar la interacción, lo cual se logra sobre todo cuidando la imagen del interlocutor y la propia.
La cortesía y el protocolo han sido temas muy estudiados en Venezuela. Los manuales de urbanidad, como el de Manuel Antonio Carreño, el de Marisela Guevara, y algunos más recientes son ejemplos de ello.  Hay en Caracas un Instituto de Protocolo y Etiqueta, de alta calidad, llevado por  Hortensia Orsini.
Fascinada por la labor de estos compatriotas, sin olvidarse, claro está, del Conde de Chesterfield, del Barón Knigge y de Emily Post, Alexandra pretende llevar esos conocimientos al público a través de las redes sociales con su blog Buenas y Malas Maneras —https://buenasymalasmaneras.blogspot.com.uy/ de una manera sencilla y destinada a un público variado.
Las buenas maneras son esenciales no solo para lucirse en sociedad, sino también para el buen funcionamiento de las empresas y las instituciones como, por ejemplo, las educativas. Las entrevistas en las universidades norteamericanas se organizan con una conferencia del aspirante, pero también con una cena en la que debe mostrar que “sabe comer con cuchara”, como decían nuestros abuelos, y mantener una conversación agradable y educada. En las empresas, contribuyen a facilitar en trabajo en equipo. En la familia son fundamento de la armonía.
Alexandra vive ahora en Montevideo. Allí pretende dirigirse a empresarios, adolescentes y a las amas de casa. La tradición venezolana de las buenas maneras  la mantiene vinculada a  su gente y la acerca a las nuevas caras de la diáspora.


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