Iván Hernández-Rojas en su performarce de body paint |
Iván Hernández-Rojas es un artista venezolano del body paint, quien ha ido desarrollándose hasta tener sus propias teorías y sus muestras excepcionales de lo que hace, tal como lo demuestran sus más recientes exposiciones y performances en el Museo de Arte Afroamericano de Caracas, que dirige Nelson Sánchez Chapellín y el cual funciona en San Bernardino.
¿Qué antecedentes conoce del body painting?
Este arte es milenario y se remonta a los primeros trazos del ser humano, para crear y recrearse, para luchar, gritar o simbolizar.
¿Qué historia tiene en el mundo?
En nuestro joven país se puede apreciar entre los pueblos originarios indígenas, entre ellos destacan los yanomamis y wayuu entre otros, muy poco se ha investigado o publicado al respecto, casi siempre en escasos tratados antropológicos. Es una necesidad hacerlo visible y masivo en su potencial artístico, comunicacional y como identidad y raíz cultural. En el mundo es vasta su presencia en casi toda la geografía del planeta y a lo largo de la historia de la humanidad como mencionamos por lo cual aporto los siguientes datos complementarios que puedan ampliar su visión y comprensión.
¿Cómo llega al arte del body paint performance?
Siempre sentí fascinación por el arte pintura corporal, siendo titiritero y actor de alguna forma interpreté en este arte como un hecho plástico y dramático en acción con alto poder comunicacional, ideal para mis necesidades expresivas. Fue una oportunidad y camino sin duda alguno, tras acercarme a los diversos festivales internacionales de arte corporal realizados durante diez años en Caracas.
¿Cómo trabaja y que técnicas usa?
Mi trabajo es totalmente orgánico, apasionado y dramático, involucro inusitados pigmentos, pinturas, accesorios, muñecos, elementos naturales y rituales, hilos, redes , objetos de arte creados por mí, luces y soportes corporales múltiples. Mis técnicas pueden parecer primitivas y arbitrarias, plenas de espontaneidad en las cuales empleo, espátulas, esponjas, pinceles y gran variedad de otros recursos. Asocio y rindo permanente tributo al teatro de muñecos y actoral, a nuestras profundas raíces étnicas y culturales.
¿Esta consiente de su temporalidad o dificultad para permanecer por el soporte que usa?
Sí, completamente, la misma condición que determinan a las artes escénicas como el teatro y la danza. Nuestra pasión y necesidad de realización y comunicación nos vincula con la fotografía comprometida con el arte más allá del mero registro, la que potencia, transmite y amplia el significado y significado, en este caso, de mis propuestas, y las hace aún más plurales y las inmortaliza, al igual que el video, son artes y artistas aliados-imprescindibles . Para mí, el arte del body paint es como el espíritu Dada; está, desaparece, no está y siempre está.
¿Hasta dónde puede llegar o que limitaciones tiene?
El arte de la pintura corporal es un arte infinito. Puede llegar donde quiera incluso a incomodar no tiene límites ya que no depende de materiales especifico puede hacerse corpóreo o extra corporal, con modificaciones, implantes o prótesis, pintado, en códigos de tatuajes piercing o arquitecturas corpóreas; puede protagonizarla el proceso y concepto en sí, más allá del resultado. Al igual que las demás artes visuales, teatro o la danza, nunca desaparecerá.
¿El tatuaje es una manifestación del body paint?
El tatuaje permanente o efímero es un importante variante de técnica y estilo del amplio abanico que conforman el arte corporal en este caso que utiliza la pintura como medio expresivo.
¿Qué piensa hacer con este arte?
Continuaré creando y ampliando mis investigaciones y conocimientos sobre la pintura corporal compartiendo y difundiéndoles a través de talleres prácticos que vengo realizando en museos nacionales, en la sede de Jueghoy Teatro Dinámico Caracas, al cual dirijo, y en todo el país con las instituciones y grupos culturales que así soliciten a través del correo electrónico: hernándezrojasivan@gmail.com .
Incansable investigador
Iván Hernández-Rojas se considera un artista visual integral. “La única diferencia entre mi trabajo y el de otros artistas consiste en que lo realizo sobre soportes vivos, tanto como el actor que se desdobla para ser efímeramente “otro”. A mí me apasiona proyectar en la piel de los modelos mis propuestas plásticas; son los cuerpos-vehículos los que me permiten decir, ofrecer posibilidades y lecturas múltiples con mis performances, que prefiero llamar integrales, ya que, como creador, no siento límite alguno para emplear y valerme de toda tipo de recursos, materiales, elementos preexistentes o técnicas a la hora de crear: muñecos, máscaras, maniquíes, entre otros ,siempre signado por un carácter espontáneo, lúdico, dramático, simbólico y comunicacional. Mi investigación incesante se enfoca hacia el encuentro con nuestras raíces, identidad y potencial creador, tejiendo conexiones con el espíritu del teatro, la danza, los títeres, la plástica, la escultura y artes populares en procura de un arte visual integral y en sintonía con la vida misma”.
Trances creativos
Admite el artista que cuando “entro, constantemente, en procesos creativos que me absorben con vehemencia durante semanas, en las que colecciono, asocio y me rodeo con diversidad de objetos, antigüedades, pinturas, pigmentos, arcillas y accesorios, los cuales me inspiran y empleo en mis creaciones de arte pintura corporal múltiple. Cuando interactuó con mis modelos o con mis modelos/ soportes corporales, y entro en contacto con sus pieles, surge en mí, como suerte de trance, la certidumbre que emana intuición espontánea y -sabiamente- me dicta mucho de mí que hacer plástico en tales momentos. Hilos, tramas, redes, máscaras, maniquíes, elementos teatrales, ancestrales o aborígenes están siempre presentes en mis propuestas de pintura corporal, fortaleciendo estas, al discurso visual, simbólico y de cultura plural que sugiero a los espectadores de mis performances”.